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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Hola a todos! n.n/

Perdón por tardar con el cap, pero es que queria hacerlo algo largo~~~

Espero les guste y lo disfruten y perdón por hacer llorar a Tsuna n.nU

Cuando Ed se hubo desecho de todo vendaje se levantó de la cama y camino hasta su hermano, con paso solemne…

Ya cuando estuvo frente a él, no pudo mirarlo al rostro y se limitó a hablar.

-¿Lo recuerdas todo?- dijo con un tono de vos monótono, pero para Al, esa vos denotaba miedo… dolor… desesperación… no pudo más que sentirse mal, sabía que el que su hermano se encontrara así, era su culpa… lo sabía…

Al no le respondió, al instante se tiró a abrazar fuertemente a su hermano, quien no le devolvió el abrazo, solo volvió a hacer la misma pregunta, pero su angustia se denotaba más que la ves anterior.

-¿Lo… recuerdas?...

-Solo unas partes, muy pocas… pero no me dicen nada… aun no sé nada…- respondía el menor en un tono tranquilizador, en ese instante pudo sentir como su hermano soltaba un ligero suspiro y aceptaba su abrazo con desesperación como si este fuese a desaparecer en cualquier momento, el menor, solo pudo escuchar como su propio corazón se partía en pedazos…

-Lo siento Al… Alphonse… perdóname… perdóname… debía hacerte caso… perdóname…- repetía Es una y otra y otra vez, hasta que sus disculpas se convirtieron en lamentos y después… se arrojó a llorar en los reconfortantes brazos de Al, de su verdadero Al.

Tsuna, al ver esto dejo de llorar, al parecer, la pena de su amado era más que le suya, y tal vez por esa razón lo había empujado tan bruscamente… si… su intuición le dijo que era por eso, se vio tentado a consolar a su amor, pero desistió del intento, ya que este tenía la pinta de ser un problema familiar, así que solo se quedó observando.

Ya cuando por fin Ed termino de llorar, Al hablo de nuevo.

-¿Me lo dirás?- preguntaba, aunque en realidad parecía más una orden.

Ed lo miro con una profunda tristeza…

-¿Me odiaras?

No había temor más grande para el alquimista que eso, pero una sonrisa reconfortante por parte de su hermano le dio un poco de seguridad.

-Eres mi hermano, mi único hermano, y te quiero, ¿Cómo te podría odiar?- le decía el otro en un tono ligeramente burlón, aunque sus palabras contenían más dulzura que nada.

El alquimista solo sonrió… ese era su hermano.

-Me parece que no solo a él, a nosotros también nos estuviste ocultando cosas, y dado que te dejamos vivir aquí, merecemos respuestas- exigía el hitman, ganándose una mirada fulminante del alquimista.

-Está bien hermano, tiene razón, tienen derecho a saber- le decía el menor de los Elric a su hermano, el cual solo asintió con la mirada y luego miro a Tsuna…

Le dirigió una mirada que decía: “No me odies”

Y Tsuna le devolvió el gesto con una sonrisa, diciéndole: “¿Cómo podría?, te Amo”

Y después de aquel dialogo no verbal, todos se dirigieron a la oficina de Tsuna, en la que solo estaban los más apegados a la familia, es decir: Los Vongola, Cavallone, Romario, Byakuran y el de pelo raro; Shamal a la primera que vio la oportunidad se había escapado.

_ En la Oficina _

Ya todos se encontraban sentados, en el largo sillón de la derecha estaba Yamamoto, Gokudera, Ryohei, Romario y Dino, en el izquierdo: Byakuran, Mukuro, Chrome y Kusakabe; Hibari se encontraba en una de las esquinas de la habitación, alejado de todos, Tsuna detrás de su escritorio, y a cada lado de él se encontraba Reborn y Coronello, por otro lado, Ed estaba recargado en la puerta de madera, por si a su hermanito se le ocurriera escapar de él, lo detuviera, y el menor de los Elric, se encontraba sentado en el lugar que la última vez su hermano mayo había utilizado.

Pues este no tenía la intención de escapar, por fin podría saber la verdad, no había nada que pudiese hacerlo más feliz.

-Empieza a hablar- ordenaba el hitman, tensando un poco el ambiente, pero pasaron los minutos y el mayor solo miraba a su hermanito, esperando a que este se atreviera a decirle algo.

Por otro lado Al solo esperaba que su hermano mayor relatara lo que había pasado, tal como lo había dictado el hitman, pero un: “Empieza a hablar” era una orden generalizada, no una pregunta concreta, por lo cual empezó con su interrogatorio.

-Esto… yo… recuerdo una pequeña platica que tuve contigo, era donde hablabas de unos elementos, la verdad es que ya se me olvidaron, pero bueno, ¿Para qué son esos materiales hermano?- preguntaba el menor, haciendo que una expresión de miedo y preocupación se hospedara en el rostro del mayor de los Elric, cosa que no pasó desapercibida por nadie.

El mayor de los Elric levanto la vista, primero miró a Tsuna, después a Al, y lo hizo así varias veces.

Podía notarse la indecisión del alquimista para hablar, y aunque varios se estaban fastidiando de eso, nadie lo interrumpió en sus pensamientos.

Hasta que por fin… se decidió a responder la pregunta de su hermanito…

- Agua 35 litros, Carbono 20 Kilogramos- empezó el mayor a recitar los elementos a los que se refería su hermanito, con un ligero tono gélido- Amonio 4 litros, Lima 1.5 Kilogramos, Fósforo 800 gramos, Sal 250 gramos, Nitrógeno 100 gramos, fluorina 7.5 gramos, hierro 5 gramos, silicona 3 gramos, y otros 15 elementos más….

Termino de recitar el mayor, para luego ver la mirada atenta de su hermanito y las de confusión del resto, no quería seguir… pero debía… ya eran muchos años de mentira… su hermanito merecía saber la verdad.

- Esos… son los ingredientes para hacer el cuerpo humano, mejor dicho, de un humano adulto promedio… Por cierto, puedes comprar esos ingredientes en el mercado con el dinero de un niño... Los humanos están hechos de materiales muy baratos- término de decir el mayor con un tono irónico, mientras el resto solo tenían una cara desencajada por lo antes dicho.

-¿Un cuerpo humano adulto promedio?

-Si… recuérdalo Al… un par de años antes de eso, fuimos a estudiar con la maestra Izumi y…

Decía el mayor desviando el tema, pero…

En ese momento el menor sintió un enorme dolor en la cabeza, y sin poder evitarlo hizo una mueca de dolor, que asusto al mayor, pero siguió hablando, ya que supuso que eso debía ser por el hecho de que estaba recuperando los recuerdos.

-… Y… su esposo Sig, la maestra siempre escupía sangre, ¿recuerdas que ella estaba enferma?

-…Sí… ya lo recuerdo…- dijo el menor mientras su mente se calmaba y comenzaba a recordar todo el tiempo que había compartido con su maestra, desde que la habían visto construir una presa, hasta donde los abandono en la isla y cuando por fin acabaron sus estudios de alquimia con ella, todos esos eran buenos recuerdos, y otros un tanto terroríficos… pero había algo que ahí no concordaba, ya que… su maestra…

-La maestra nunca tuvo alguna enfermedad…- dijo el menor sin pensar, pues no recordaba que ella visitara al doctor, además de que tenía la sensación de que su hermano le estaba mintiendo, y con eso, logro que su hermano se tensara un poco y haciendo que las demás personas que estaban en silencio, le mandaran una mirada interrogativa.

Mientras que por otro lado Ed sudaba mucho.

“Mierda… creí que podría ocultarle eso…” pensaba el oji-dorado, pero Al, por otro lado, solo lo miraba con una cara de advertencia, una mirada que decía: “Miénteme y te mueres”, bien, no quedaba más que hacer, así que con un suspiro hablo.

-Cierto, tienes toda la razón, la maestra nunca estuvo enferma- declaro el mayor, esperanzado de que su hermano no preguntara más.

-¿Y qué era lo que tenía?

Pues bien, si había un dios, este no lo quería…

-Ella…- empezaba a decir dudoso, pero dado de que al final su hermanito se daría cuenta de que mentía, desistió del intento de engañarlo- ella sufrió el pagó que se debía de dar a cambio del tabú que cometió, en este caso, sus órganos internos, es por eso que la maestra siempre estaba en mal estado, le faltaban la mitad de sus entrañas.

Termino de decir el mayor, sorprendiendo a Al por la revelación, y tal vez un poco a Tsuna, pero de ahí en más a nadie le importo, ya que Chrome también estaba falta de un par de órganos, pero que con las ilusiones de Mukuro era capaz de vivir, pero lo que si les llamo un poco, fue ese “tabú” antes mencionado.

-¿Qué tabú?- pregunto el menor, aunque tenía la ligera sensación de ya saberlo.

-La “transmutación humana” Al.

-Transmutación…. Humana….- repetía el menor en vos baja, tenía en la punta de la lengua lo que eso significaba, pero simplemente no llegaban a su mente…

-Así es Al… La alquimia es la ciencia del entendimiento, la descomposición y la reconstrucción de la materia, sin embargo no es un arte omnipotente es imposible crear a partir de la nada para obtener algo debe ofrecerse a cambio algo de igual valor, esta equivalencia de intercambio es el fundamento de la alquimia. Pero existe un tabú, la transmutación humana y ningún alquimista debe incurrir en ella.


Cuando el pequeño escucho aquello, recordó las palabras en el cementerio de su madre, acerca de que traería de vuelta a su madre…

Y muy consciente de ello…

Sonrió…

-¡Entonces Mamá…!- empezaba a decir feliz ante el hecho de que su madre estuviese con vida, pero al ver la negativa que su hermano le indicaba con un meneo de la cabeza, guardo silencio, pues el rostro de su hermano estaba muy triste.

-No… Al… mamá no regreso.

El menor estaba confundido, si se suponía que habían hecho la alquimia y todo eso, ¿por qué no había vuelto?, pero… más importante… ¿su maestra había hecho también alquimia humana y perdió sus órganos?, ¿y ellos?, ¿por qué estaban completos?, no… su hermano había perdido su brazo y pierna, eso quería decir ¿Qué ese fue su precio a pagar?

-Entonces… ¿tú brazo y pierna…?- preguntaba el menor muy triste… lo más seguro es que Ed los había perdido por culpa de él.

-Lo mío no es nada Al…- le dijo el mayor con una profunda tristeza…- lo que… lo que tu perdiste fue mayor…- termino de decirle mirándolo a los ojos y mostrándole una mirada de culpa.

En ese momento el menor no comprendió, ¿lo qué el perdió?, pero si se encontraba completito, ¿o se refería a sus recuerdos?

-Los recuerdos no importan hermano al final los rec…- empezó a decir el menor con una sonrisa, pero fue callado por su hermano mayor.

-No Al, tus recuerdos no tienen nada que ver, eso no fue lo que perdiste- le dijo el oji-dorado bajando la vista, haciendo que su hermanito se confundiera más.

-¿Entonces que perdí?

El mayor se lo pensó, y al final decidió decírselo en seco.

-Tú cuerpo y alma…

-¡¿MI CUERPO Y ALMA?!, ¡PERO SI AQUÍ LOS TENGO!- dijo el menor mientras se tocaba, con la idea de que tal vez era un fantasma, pero al palparse y pellizcarse varias veces, supuso que sería una broma de su hermano, por lo que se giró a verlo con reproche, pero este solo tenía una mirada seria.

“No es broma” pensaba tenso en oji-pardo.

-Ahora los tienes- empezó a explicar el mayor- pero antes no. Cuando hicimos la transmutación de esa “cosa”, se abrió una puerta, la misma por la que pasamos para venir a este mundo, y en ella se quedó mi pierna, y tú te quedaste completamente a dentro.

El menor y el resto escuchaban con atención, casi pensando que todo eso era una vil broma, pero el rostro de la persona que relataba todo no les permitía pensar eso.

-Si… si la puerta me trago… ¿cómo es que estoy aquí?- preguntaba el menor con duda, y en ese momento el mayor miraba su mano de metal con cierto cariño, pero a la ves con dolor, cosa que no paso por alto- espera… si dices que yo entre entero, y te arrebataron la pierna, ¿Cómo perdiste el brazo?- su rostro expresaba completamente su confusión.

-Fue porque… ofrecí mi brazo… a cambio de tú alma… y… te ligue a una armadura… después de que tratáramos de revivir a mamá, tú estuviste viviendo todo ese tiempo como una armadura… hasta que después pude recuperarte… o al menos… irme contigo…

El mayor espero a ver la reacción del menor, pero este solo se encontraba perdido… y… estaba llorando…

/// POV de Al ///

Ya lo recuerdo… ya lo recuerdo… decía con tristeza… nosotros… nosotros matamos a mamá…

En ese entonces… estaba tan vació… no sabía si era humano o… un monstruo… ¿Qué era YO en ese en aquel tiempo?, recuerdo que mi hermano se esforzaba en tratarme como un humano, como a su hermano pequeño…. Ya entiendo porque siempre me consiente…

En aquellos días recuerdo la envidia que les tenía a las personas al sentir miedo, miedo a lastimarse, miedo a morir, miedo a sufrir…

Yo no podía sentir lo mismo que ellos… ese cuerpo no me permitía sentirlo… porque no sentía nada a través de él…

Podía arrancarme un brazo y fácilmente se arreglaba, me caía y no existía alguna dolencia, quería llorar y las lágrimas no salían, quería sonreír pero aquella boca cincelada no se movía, tocaba un gatito, pero no podía sentir su pelaje… al igual que las gotas que caían en mi rostro en días de lluvia… nunca pude sentirlos chocar con mi fría piel de metal…

No era nada…

Solo un cascaron vació…

Recuerdo aquella deliciosa comida que antes me encantaba, y esas golosinas que podía comer sin parar… pero no podía… porque ese cuerpo no tenía estómago… ni una lengua para saborearlos…

Y cuando mi hermano acariciaba mi cabeza de metal… nunca pude sentir sus manos… no el calor reconfortante que podía sentir por un cariño de sus amables manos, de esas manos que siempre han cuidado…

Incluso llegue a olvidar el tacto de ellas, y el olor de mi hermano… no… de hacho había olvidado todos los olores… recuerdo que siempre me preguntaba: ¿A qué huelen las rosas?

No recuerdo a quién le oí decir que el olor a rosas nunca se olvida… pero yo lo olvide… al igual que el sabor de una manzana… en ese entonces habría dado todo por sentir su dulce sabor…

También recuerdo esas noches…

Si… esas las recuerdo perfectamente bien…

Las recuerdo… cada una de ellas…

La soledad que sentía… ese cuerpo no sentía sueño… por lo cual, siempre estuve solo en la oscuridad, recordando a “mamá”… si…. También tengo ese feo recuerdo… ahora ya sé a quién pertenecían esos ojos violetas…

Aquellos ojos eran de nuestra madre… a nuestra dulce y buena madre, que nunca nos hizo daño alguno y siempre nos cuidó cuando papá se fue de casa sin ninguna explicación… ella siempre fue amable…

Y… y nosotros… ¿cómo pudimos hacerle algo tan cruel como eso?, ¿qué teníamos en la cabeza cuando hicimos aquello?.... ah… es cierto… nosotros solo pensábamos en…

La sonrisa de mamá…

Una sonrisa que nunca pudimos volver a ver… porque la matamos… la matamos por segunda vez… y no solo eso… nosotros… cometimos la crueldad de meter su alma bondadosa en aquel horrible cuerpo… lo sentimos mamá… esa no fue nuestra intención… lo sentimos… perdónanos… perdónanos…

Solo queríamos ver tu sonrisa…

/// Fin del POV de Al ///

Todos vieron al pequeño niño frente a ellos con una profunda tristeza, ya que Al había dicho todos sus pensamientos en voz alta sin darse cuenta.

Tsuna tenía un nudo en la garganta, tratando de contener sus lágrimas al igual que el resto, era increíblemente doloroso lo que el menor había dicho, y el vivirlo… seguramente había sido la peor tipo de tortura.

Varios de los presentes, como Gokudera, Ryohei, Kusakabe y Chrome miraron a Ed con un deje de reproche, más no dijeron nada y el mayor tampoco se inmuto, solo esperaba a que su hermano se calmara para seguir, ya que algo de lo que había dicho su hermanito lindo, era erróneo.

Ya cuando el oji-pardo se hubo tranquilizado, o al menos, había dejado de llorar, ya que su mirada se encontraba perturbada y sus ojos hinchados por el silencioso llanto, siguió.

-No, Al, estas equivocado…- decía el mayor con una leve sonrisa de culpa, confundiendo al menor.

-¿Equivocado?- preguntaba Al sin entender.

-Sí, nosotros nunca matamos a mamá…

El menor se confundió más… no la mataron… ¿Cómo era eso posible?, el vio el cuerpo… vio el cuerpo de su madre… ¿no?

-La transmutación humana está prohibida, no solo porque no es moral, ni por religión, o… tal vez esta si tenga que ver un poco… el punto es que está prohibida, porque nunca se ha logrado una transmutación de un ser humano perfecta, por lo cual, el cuerpo que hicimos, no era humano, ni siquiera era el de una mujer, nada en “eso” era de mamá, mucho menos el alma… porque… el alma… no puedes crearla… mucho menos traerla cuando esta ya fue perdida, en tu caso pude recuperarla porque aún tenía tiempo… pero con mamá no… el poder de dar vida es...

-Terreno de Dios- decía el menor con los ojos esperanzados.

-Sí, fue por eso que tuvimos que pagar este precio, como la historia de aquel héroe que…

-De aquel héroe que se acercó tanto al sol, que la cera que unía sus alas se derritió y cayó a la tierra… nosotros intentamos ser los héroes de nuestra historia y fallamos… ¿verdad hermano?- le decía el menor con una mirada irónica y triste- pero era natural que eso pasara, porque…

-Los seres humanos no pueden volver a la vida- a completo el mayor de ojos dorados, logrando con eso, que muchas imágenes llegaran de golpe a la mente del menor, pero todos en desorden, haciendo que esta le doliese y estuviera a punto de desmayarse… pero resistió…

Resistió toda esa información sin sentido en su mente, pero pronto dejaría de ser así… pronto lo descubriría todo…

-¿Estas bien?- preguntaba el mayor al ver que su hermanito contraía su cara a causa de la terrible dolencia que sentía en su cabeza, la cual creía que en cualquier minuto podría explotar por alguna sobre carga en su memoria, lo bueno es que esta en unos minutos paro…

-Estoy bien…- le decía el menor ya más tranquilo y con un suspiro, recordando todas aquellas imágenes manchadas de sangre, dolor, risas, amoríos infantiles, familiares y demás… pero solo eran fotografías, aun no sabía que significaban estas…

-¿Estás seguro?, podemos para por hoy Alphonse- decía el mayor con preocupación por el bienestar de su hermano, pero este solo le sonrió para tranquilizarlo.

-Sí, por cierto hermano- dijo el menor, haciendo chocar su puno con la otra mano, en señal de que había recordado algo.

-¿Qué pasa Al?- preguntaba temeroso el alquimista, pensando en que, tal vez, lo que había recordado, era una paliza que había pospuesto hace varios años.

-Tengo algo que te hará feliz- decía el menor mientras metía una de sus manos al bolsillo de sus pantalones, en donde saco una libretita con el símbolo de los alquimistas estatales, que Ed reconoció, camino hasta su hermanito para quitársela de las manos y leerla al instante.

-Lo encontramos con aquel señor, pero dejando de lado aquel caso, esa libreta…- comenzó a decir algo asustadizo, por la posibilidad de haberse equivocado.

Ed solo ojeaba el libro con tranquilidad, para luego cerrarlo y quedarse pensativo por unos minutos.

-Eso…- comenzó a pronunciar el menor, algo cohibido por el silencio de su hermano mayor.

-Así es… Al… podremos volver a casa, pero… aún falta la forma de activarlo- termino de decir el mayor con una sonrisa de “felicidad”.

-¡Eso no importa Hermano, ya lo arreglaremos!

“Tsuna…” pensaba triste el mayor, ignorando por completo la alegría de su hermano, y pensando de que solo a él se le podría ocurrir ser tan egoísta en esa situación, encontrando un amor y abandonándolo, haciendo sufrir a su hermano y olvidar recompensarlo…


“Soy basura” pensaba el mayor, hasta que fue sacado de sus pensamientos por un abrazo de su hermanito menor, lo cual logro que se tensara.

-¿Todo bien hermano?- preguntaba el menor de manera inocente… el mayor, ya sin poder comprender, se atrevió a preguntar.

-¿Por qué?- pronunciaba el mayor, un “porqué” que te tenía muchas preguntas enfrascadas que él no comprendía, y… que al igual que la primera vez, pensó que no tendrían respuesta.

Pero esta vez se equivocó… porque ese ya no era el mismo Al de antes, esta vez, era él, era el verdadero AL.

-¿Por qué no te culpo?, porque no fue tu culpa, fue de los dos, ¿Por qué no te juzgo?, yo no soy quien para hacerlo y como te repito, es culpa de los dos, lo hicimos juntos, ¿Por qué confió en ti?, porque eres mi hermano, ¿en quién más se supone que confié?, si tu estuviste por dar la vida por mí, ¿Por qué no te odio?, porque te amo, ¿Por qué te amo?, porque no necesito razones para amar a mi propia familia, ¿Por qué te considero familia después de todo el sufrimiento que me hiciste pasar?, porque nunca dejaras de ser mi familia, peleaste por mí, soportaste cosas horribles por mí, sufriste por mí, hiciste muchas cosas por mí, y acabaste sufriendo más que yo, mi cuerpo era de metal, ningún golpe o cortada dolía, pero recuerdo que tú siempre te metías en medio para que yo no me lastimara, aun cuando sabías que ese cuerpo no sentía nada… y siempre acababas en el hospital, vendado, con huesos rotos, anémico por pérdida de sangre, con pulmonía por fríos abrazadores que pasaste para conseguir información que nos ayudara a recuperar mi cuerpo, olvidándote completamente del tuyo… ¿Por qué?, porque tú siempre estarías dispuesto a dar la vida por mí… por eso Hermano, por todo eso… es el por qué sigo contigo… porque eres lo único que tengo, el único en quien aferrarme, mi única familia… mi único hermano…

Después de que el menor terminara su discurso, varios había sido conmovidos, las palabras del menor y su convicción le habían sacado lágrimas a varios, pero no tanto como a Ed.

Es era un mar en lágrimas…

Por fin…

Después de tanto tiempo…

Tenía respuesta a su sufrimiento…

-Hermano… ¿estás bien?- preguntaba el menor mientras abrazaba a su hermano mayor, el cual solo asintió y le devolvió el abrazo.


-Estoy bien.

-Qué bueno- respondió el menor feliz- pero ahora tengo más dudas- le respondió el menor con una mirada suplicante, pidiéndole que le contara más, pues lo que sabía hasta ahora era aún muy confuso, ya que nada tenía orden, así que tenía que indagar más para poder acomodar todo.

El mayor solo soltó un suspiro derrotado, ya no quería seguir hablando del pasado, pero cuando su hermano ponía esa cara… no podía negarle nada…

-¿Qué dudas?- pregunto el mayor, a lo que el pequeño de los Elric solo sonrió triunfador y recito de corrido todas las preguntas que tenía.

-¿Cómo recupere mi cuerpo?, ¿Cómo llegamos a ese otro mundo?,¿De dónde sacaste el reloj de plata?, ¿Quién es Nina?, y ¿Tucker?, ¿qué era ese gran edifico?, ¿Quién es Ross?, ¿qué es una piedra roja?, ¿Quiénes son Roy Mustang, Riza Hawkeye, Maes Hughes, Vato Falman, Jean Havoc, Kain fuery, Ales Luis Armstrong, Heymasn Breda, King Bradley, Tim Marcoh, Scar, May Chang, Shao Mey, Lan Fan, María Ross, Ling Yao, Dolcetto, Roa, Lust, Sloth, Pride, Gracia, Elicia, Wrhth, Greed, Cornello, Solf J. Kimblee, Oliver Mira Armstrong?, ¿Qué es Xing?, ¿qué son los homúnculos?, ¿Dónde está papá?, ¿quién es la persona que se parece a él?, ¿qué es la verdad?, ¿por qué no se puede crear un ser humano perfecto?, ¿por qué puedes transmutar sin circulo?, ¿Qué son los Ishbalanos e Ishbal?, ¿qué es la alcaestria?, ¿Quién es Our Father?, ¿eres virgen?, ¿he perdido mi virginidad?, ¿con quién la he perdido? O ¿por qué no la he perdido?, ¿qué acaso no soy guapo?, ¿por qué eres tan alto si eras un enano?

-¿Qué con las últimas preguntas?- pregunto Ed con un tic en el ojo- ¡¿A QUIEN LE DICES QUE ERA TAN ENANO QUE UNA HORMIGA LE HACIA SOMBRA?!, ¡ADEMAS YO NO ERA ENANO!, ¡EL MUNDO ERA JODIDAMENTE GRANDE!, ¿Y POR QUE QUIERES SABER SI ERES VIRGEN?, ¿ACASO YA LO HICISTE?

Y Así pasaron los hermanos entre pregunta y pregunta, risa tras risa y otras miradas de confusión, mientras que los demás de la habitación solo miraban todo con unos cuantos sonrojos y una enorme gota de sudor en su frente.

_ 8 Horas, Muchas Preguntas Resueltas y Una Memoria Recuperada Después _

Todos se encontraban completamente cansados, ninguno pensó que los hermanos Elric tuvieran una vida tan pesada, ni que el mayor era un completo enano de adolescente.

-Que cansado estoy…- decía un bello oji-miel, mientras apagaba las luces y se acostaba en su cama, vestido ya, con una linda pijama naranja con bordes blancos.

/// POV de Tsuna ///

Waaa~~~

No puedo creer que Ed y Alphonse-kun hayan pasado por todo eso siendo tan jóvenes, incluso eran menores que yo cuando entre en todo esto de la mafia, y eso que apenas tiene 2 años, pero supongo que nuestras vidas han sido muy diferentes, lo único bueno de todo esto es que pude acercarme un poco más a Ed.

Pero… si lo pienso bien, él le conto a todos lo de su pasado y fue porque su hermano se lo pidió, así que… en si… no me eh acercado mucho a él…. ¿verdad?, pensaba totalmente triste.

Y aun no olvido como fue que me empujo, mucho menos la razón por la que están aquí…

Ellos quieren volver a su mundo…. ¿verdad?

Ahora que encontró la forma de volver a su mundo él…

Me… él me… me dejara…

Al pensar esto… y sin poder ni querer evitarlo… varias gotitas saladas se agolpaban en mis ojos…

No era mucho el tiempo que había pasado con Ed… pero… yo… yo lo Amo…

Seguí llorando, pequeños sollozos se escapaban de mis labios, yo no quería que Ed se fuera, pero eso era lo que más deseaban, volver con sus amigos, su familia, no puedo pedirle que se quede, sería algo realmente egoísta…

Escuche un pequeño “Clic” pero decidí no hacerle caso, justo ahora pensaba en cómo hacer que no me doliera tanto la partida de Ed… de mi amado Ed…

/// POV de Ed ///

Después de hablar con Al, contarle toda la verdad y que él recuperara todos los recuerdos en el orden y con la información correcta, mis temores se habían ido, pero solo me quedaba uno, y esa era la partida de este lugar y el abandono en el que dejaría a mi lindo Leoncito, al inicio pensé que él se enojaría y me llamaría egoísta por enamorarme sin tomar en cuenta las decisiones o la situación actual en la que estábamos ambos, es decir, en otro mundo.

Pero para mí buena o mala suerte, mi hermoso hermanito se encontraba en la misma situación que yo.

Me dijo que también había encontrado a una persona muy especial, que aunque era un poco “rara”, era muy amable y de buen corazón, y que, aunque en ocasiones era débil, era en realidad muy fuerte.

Eso me dejo una gran duda, ¿quién será la persona por la que mi hermanito estará enamorado?

Aunque de momento eso no importa mucho ahora, ya que seguimos en duda acerca de volver a casa.

Lo más seguro es que Al extrañe a Winrry y Pinako, y no lo culpo, ellas se convirtieron en nuestra familia desde que mamá y Hohenheim habían muerto, y a decir verdad, yo quiero visitar la tumba de mamá y… tal vez…. Ver de nuevo a ese coronel hijo de puta, pero solo para presumirle que ya no soy aquel enano del cual se burlaba, si… Al y yo extrañábamos nuestro mundo… nuestro hogar…


Bien, dejare de pensar en eso de momento, supongo que a mi lista se ha añadido un problema más, y es ese que estoy viendo justo ahora.

Ya que después de hablar con Al y dejarlo dormido en la habitación, me dirigí al cuarto de mi pequeño niño, la cual era de color naranja, con una puerta de madera de entrada y otra de baño, guardarropas y una mesa de estudio de madera, con una ventana arriba de la cabecera de la cama, y la anterior era de estilo King size, como para 6 personas, con sábanas blancas y en ella…

Se encontraba mi hermoso ángel, siendo alumbrado por la luz de la luna que se colaba por el tragaluz y con una hermosa pijama… pero hubo algo en ese perfecto cuadro que no me gusto, y era el hecho de que los ojos miel de mi amor, se encontraban mirando el techo, mientras unas lágrimas se escapaban de ellos y apretaba con fuerza sus manos, que ahora se encontraban hechas puños…

Eso no me gustaba…

Aunque, lo más probable, es que aquella situación era mi culpa.

Me acerque a paso sigiloso hasta quedar aun lado de la cama, y después, me senté en esta, alarmando a mi pequeño, el cual casi pega un grito, pero lo calle con un beso muy simple.

/// POV de Tsuna ///

Estaba tan metido en mis pensamientos, que no me di cuenta de que alguien se había metido a mi habitación, solo cuando sentí que esa persona se sentaba a mi lado, me vi tentado por un momento a gritar, pero un casto beso me silencio…

Un beso que venía de aquellos labios que tanto deseaba…

Estire mis brazos y los enrede en el cuello de aquella persona tan amada, para después pegarlo más a mí, haciendo que se subiera sobre mí…

Demonios… me pregunto ¿Dónde quedo mi vergüenza?, pero de momento que importaba, él está aquí, conmigo y para mí, siendo así el resto ya no importa.

-Tsuna…- susurro mi nombre luego de alejarse de mis labios, cuanto amo que lo diga…

/// POV de Ed ///

Susurre su nombre, no sé por qué, pero ese simple nombre me parece tan jodidamente sexy… me encanta.

Lo miro por unos momentos, justo ahora me encuentro encima de él, mi amado tiene los ojos cerrados, y la boca ligeramente abierta, esperando que lo bese de nuevo, pero por la forma en que lo pide, no espera un simple toque de labios, lo cual acepto gustoso a cumplir, cumplir mi primer beso húmedo con este niño… con MI niño.

Me dirijo de nuevo a esos labios carnosos y rosados, sin apartar mi vista de ellos en un solo momento, ya cuando estoy cercas de ellos, por solo unos cuantos milímetros que nos separan, rozo mis labios con los suyos, y veo como se estremece ante mi caricia.

Al final termino de acortar la distancia entre los dos, y uno nuestras bocas, en un sutil y tierno toque, el cual intensifico mordiendo levemente su labio, pidiendo permiso para que me dejara explorar aquella deliciosa boca, y él, me lo concede al instante.

Meto mi lengua lentamente, saboreando el interior de su cavidad, repasándola completa, no quería que hubiera una sola parte que no explorara, hasta que por fin di con su lengua, a la cual invite a jugar conmigo, era tan delicioso, aquel beso…

Este niño podía ponerme a mil con un simple beso…

Como lo Amo…

/// POV de Tsuna ///

Me está faltando el aire… no entiendo cómo es que Ed puede besar tan bien, ¿habrá salido con otras personas?, mmm… no… eso no importa ahora, él está conmigo… pienso mientras lo beso lo mejor que puedo, pero mis movimientos son torpes, aunque el parece no notarlo, o simplemente lo ignora, o tal vez ambas.

Mi pecho me duele… necesito aire… mi corazón late muy fuerte, y apuesto a que mi rostro esta como un semáforo.

Jalo un poco del cuello de Ed, para que se aparte un poco, la verdad es que no quiero apartarme de él, pero necesito aire, y parece que él lo nota, porque se aparta apenas unos milímetros de mí.

Aun no abro los ojos, solo siento su presencia sobre mí, al igual que nuestro alientos mezclarse y el latir de mi corazón que late como desbocado, ¿el suyo también estará así?

Escucho como dos cosas caen al suelo, lo más seguro es que se ha quitado los zapatos, ya que se sube más a la cama.

Abro lo ojos…

Y me encuentro con la imagen más condenadamente sensual que no pensé ver en toda mi inútil vida…

Ahí estaba él… con el pelo suelto, el cual caía hasta su espalda… no llevaba su gabardina, solo una simple camisa negra holgada que dejaba ver su brazo de metal, y un pantalón igual, mientras que su rostro era adornado por un ligero sonrojo, y me miraba de una forma tan… ¿intensa?

El solo pensar eso me puso en una situación un tanto… extraña… empezaba a sentir algo que nunca antes había experimentado.

Pero de algo estoy seguro, y es que, indudablemente estoy inventando un nuevo color rojo.

/// POV de Ed ///

Es tan tierno, no sabía que ese color siquiera existía, pero no importaba hoy voy a hacer mío a este bello niño… claro, con su consentimiento.

/// POV de Tsuna ///

Me pregunto si Ed y yo lo haremos hoy… ante ese pensamiento me sonroje… pero la verdad es lo que más deseo… solo espero que esa y otra razón, sea por la que ha venido aquí… a mi cama… y en esta posición…

Ed… ¿Me harás tuyo?...

/// Fin del POV ///

Ambos chicos, se miraban a escasos milímetros de sus rostros, hasta que el alquimista se agacho un poco más y alcanzo el oído del menor debajo de él, para poder susurrarle algo como si fuera un secreto…

-¿Serías mío?- le preguntaba el de ojos dorado con un tono ronco y sensual, a causa de la excitación, y es que su “amiguito”, estaba muy despierto en ese momento.

-Me… encantaría…- le respondía el chico con un tono suplicante, para luego sentir como una cálida lengua lamia su cuello, provocando que un sonido vergonzoso escapara de sus labios.

-Aah~

-Te tratare bien- aseguraba el alquimista, mientras desabrochaba los botones, de la camisa del capo con sumo cuidado…


-Ed…- susurraba el menor, al sentir como esas manos se colaban al interior de su camisa y acariciaban su abdomen, el cual estaba ligeramente formado, pero bien esculpido a causa de los entrenamientos de su sádico tutor.

-Dime…- le respondía el mayor, terminando se quitarle esa estorbosa tela, y dejándolo medio desnudo, para luego admirar de nuevo, ese bello rostro y aquel delicioso cuerpo.

Tsuna solo lo miraba… le daba una ojeada a esos ojos que lo miraban con lujuria, no supo por qué, pero en ese momento, la vergüenza había quedado muy atrás.

-Nada… solo quería decir tú nombre… y quiero decirlo más- decía mientras se sentaba y empujaba con un poco de fuerza al mayor, el cual, solo se dejó hacer, ya el castaño sobre él, el pequeño leoncito le quitaba la playera al otro.

Ya cuando se la hubo quitado, Ed pensó que iban muy lento, por lo cual empujo e nueva cuenta al menor, quedando otra vez Ed encima de su amado.

Tsuna se sorprendió, pero solo se dejó hacer.

Ed se acercó a aquel blanco cuello, inhalo el olor que este desprendía, para después lamerlo con su cálida lengua, subiendo hasta su oreja y bajando hasta la clavícula, y así sucesivamente, hasta que opto por dejar su marca de propiedad impresa en la piel del castaño.

Luego de hartarse de solo ponerle atención a esa parte, bajo hasta llegar al pecho plano del castaño, el cual estimulo con sus manos, pellizcando y frotando sus pezones, hasta que opto por meterse uno a la boca y atendiendo el otro con su mano.

Tsuna solo gemía.

-Aah~… E…Ed… yo no… no soy una chicaah~~ no hay… nada ahí ¡ah!- decía entre gemidos el castaño, enredando sus dedos en el cabello sedoso de su amor y mirando todo lo que hacía, quería guardar en su memoria los recuerdos de su virginidad persona en manos de su ser amado.

-No importa, así estás bien- le decía el mayor alzando la vista y mirándolo con una cara seductora, para luego ir lamiendo, hasta bajar a su ombligo, en el cual simulo unas embestidas con su lengua.

-Ah… aah~… Ed…~- era lo único que aquel chico castaño podía pronunciar.

Por otro lado Ed ya se estaba haciendo cargo de aquel molesto pantalón del pijama, sin embargo, Tsuna no se daba cuenta de que estaba siendo despojado de sus prendas, hasta que sintió como algo, o mejor dicho, una mano, se apoderaba de su miembro.

Ya totalmente desnudo, Ed pudo admirar en todo su esplendor, aquel cuerpo de infarto, y es que esa cinturita, la piel ligeramente pálida, esos grandes ojos miel con lagrimitas, mientras temblaba…

“Me voy a correr de solo mirar” pensaba divertido el alquimista, para luego empezar con su placentero trabajo.

-Ed… ¿qué…?- decía el menor totalmente avergonzado, pues se encontraba como dios lo trajo al mundo frente a los ojos lascivos de su pareja. En un intento por cubrir su desnudes trato de cerrar las piernas, pero no podía, porque su amado se encontraba entre medio.

-Relájate, ya viene lo mejor- le decía el oji-dorado mientras lamia toda la extensión del pene de su castaño.

-No, Ed… ¡Aaah~!, es… esta sucioo…. Nhaa haa… det… tente…- le decía el menor, tratando se apartar al alquimista de él, pero este solo sonrió malicioso y se metió todo el pene del menor a la boca.

-No te preocupes- le decía el mayor sacando el miembro del castaño de su boca, para luego dirigirse a su oído y susurrarle- está bien, además, yo sé que te gusta- mientras lo masturbaba rápidamente, haciendo que el menor gimiera más, y es que esos gemidos lo estaban encendiendo en sobremanera.

Ya sin poder espera más, dirigió tres de su dedos a la boca de castaño, el cual, sin pensar bien el por qué o para qué, se los metió a la boca para lamerlos, provocándole un gran placer esa simple acción.

Claro que para el alquimista, era una tortura, pues su pene se encontraba duro como una piedra, y el pantalón está sofocando a su amiguito que deseaba salir.

Ya cuando los dedos estuvieron bien lubricados, Ed los saco de la boca del castaño y lo beso apasionadamente, para luego darle la vuelta y dejarlo en cuatro patas.

-¿Ed?- preguntaba confundido y avergonzado el menor, por la forma en la que estaba ahora.

-No pasa nada- le aseguro el otro mientras separaba las nalgas de su niño y empezaba a lamer el orificio.

-¡NO!, Ahí…. Es aaah~~ es mahaas~ sucio… ahaah~- decía entre gemidos el menor, tratando de liberarse de ese exquisito placer que sentía, pero para su suerte, no era posible, ya que Ed lo tenía bien agarrado por la cintura.

El menor solo podía sentir esa cálida lengua rodear todo su agujero, e intentar meterse en el sin éxito alguno.

Hasta que pudo escuchar una pequeña risita en sus espaldas y luego sentir como su amado se levantaba y masajeaba sus muslos, para luego acercarse a su oído y decirle:

-Dices que es sucio y pides que pare, pero ¿sabes?, estas gimiendo como si no hubiera un mañana- con voz maliciosa, avergonzando más al menor.

Ed lo miro con gracia, pero luego dejo de lado eso y volvió a lo suyo, después de darle un par de lamidas más, se dispuso a ensanchar la entrada de su niño.

-Tsuna, esto te dolerá, pero tienes que aguantar- le decía con voz amable el peli-dorado.

El castaño se giró a verlo, y se tomó su tiempo para admirar aquel hermoso rostro, el cual tenía un leve sonrojo, con pequeñas gotitas de sudor, unos ojos que demostraban excitación y aquel promitente bulto dentro de su pantalón que aclamaba atención.

Tsuna solo asintió con la cabeza y le dio un pequeño beso en el mentón, para después abrir más las piernas y dejar todo su cuerpo a merced de aquella persona tan especial, y Ed no lo dudo, lentamente metió el primer dedo, notando una mueca de incomodidad en el menor, así que empezó a besar su espalda para distraerlo.

Mientras el primer dedo hacía movimientos en el interior de Tsuna, otros dos dedos se unieron de golpe, provocando un poco de dolor en el menor.

-¿Estas bien?- le pregunto el mayor dejando en paz los dedos y acariciando la espalda del menor, tratando de tranquilizarlo.

-Si… solo… duele un…. poquito… los entrenamientos… de Reborn duelen… más- le aseguraba el menor con la voz entrecortada.

Ed solo sonrió, retomando la tarea con sus dedos ensanchándolo más, después un cuarto dedo se unió, haciendo que el menor jadeara, pero ya no de dolor e incomodidad, hasta cierto punto, aquello se le estaba haciendo placentero.

Después un quinto dedo se reunió con los otros, extrañando un poco a Tsuna.

-No… ¿son… aah ha aaha~ muchos?- le preguntaba el menor, pero Ed solo le dedico una mirada pícara, para sacar los dedos de su interior.

-Si tú lo dices…- decía se arrodillaba detrás de Tsuna y sacaba su erecto miembro, rozándolo en la entrada de Tsuna y provocándole un sentimiento de temor.

-E…ESO… es…- decía con un rostro lleno de miedo, al ver que el tamaño de su amado era considerablemente…- grande…- término de decir en un hilo de voz, provocando una sonrisa petulante en el rostro de Ed.

-Gracias…- le respondió en peli-dorado, con un tono divertido que hizo avergonzar a Tsuna.

“Me dejara como la bandera de Japón” pensaba Tsuna mientras su rostro se tornaba de color azul.

Por otro lado el alquimista solo soltó un suspiro pesado, su niño era…

-Tsuna- lo llamo con un tono de voz amable, haciendo que el otro se girase a verlo- no te lastimare, quiero que te sientas bien, por eso, deja que te siga preparando, ¿sí?, lo último que quiero es causarte dolor- para luego acercarse y darle un beso tierno en esos castaños cabellos.

-Sí…- le dijo el otro ya más relajado, sabía que Ed le decía la verdad, no lo lastimaría.

Al poco rato sintió como los cinco dedos entraban en su interior, para que después, entrara un sexto y séptimo dedo, ya cuando Ed pensó que era suficiente, saco los dedos del interior de SU niño, para luego recibir un gruñido de reclamo por parte del castaño, cosa que le causo gracia.

-Cálmate, ya vamos para lo bueno- después de eso le dio la vuelta, dejándolo boca arriba y con las piernas totalmente abiertas, y después, entrando de golpe en el interior del castaño, el cual había emitido un fuerte gemido, pero no de dolor o incomodidad, sino de puro placer, ya que su amado se había esmerado en que no sufriera.

-¿Vas bien?- pregunto el de pelo dorado, con la respiración agitada y con unos deseos enormes de moverse.

-M…muévete…- le pedía el menor con lagrimitas de placer en sus ojos, y el otro gustoso lo hizo.

Empezó a entrar y salir, entrar y salir suavemente, acariciando las piernas de su amado y lamiendo sus tetillas, su niño era delicioso y placentero, sin duda, era lo mejor estar con él.

-aah~ más ~ más rápido…- pedía el menor entre gemidos.

Ed aumento la rapidez y fuerza de sus embestidas, llegando hasta el fondo de su niño, hasta que dio en un punto que hizo que su niño gritara más, así que siguió dando en ese punto, mientras acariciaba, mordía, lamia, marcaba y le hacía de todo al cuerpo del menor.

Y Tsuna, Tsuna solo se sacudía de placer, el gran pene de Ed daba hasta un lugar que le encantaba, y también, el sentir como sus testículos chocaban con sus nalgas, haciendo sonidos por demás obscenos, junto a sus gemidos y respiraciones agitadas.

Solo podía dejarse hacer, mientras una mano de su amado acariciaba su pierna, la otra se encargaba de masajear y estrujar una de sus nalgas, la exquisita boca de ese ser, que silenciaba sus gemidos de vez en cuando, para luego bajar a sus pezones y cuello, chupándolos, lamiéndolos y marcándolos, todo en ese perfecto orden, mientras que las embestidas eran más salvajes, más no dolorosas, o en realidad no lo sabía, desde hace rato que las había dejado de sentir y ahora solo había placer.

-E…Ed... vo..yo…me…aah~

-Lo… sé… hazlo- le respondía el mayor con dificultad, sabiendo lo que su niño le quería decir, y tomando el pene del menor, moviéndolo a la par de sus embestidas, se encargó de llevarlo a la cima del placer.

-¡ED!- gritaba el menor mientras se derramaba en el abdomen de los dos, mientras que el alquimista, luego de unas embestidas dignas de romperle el culo a alguien, se corre dentro de aquel agujero que lo apretaba deliciosamente, llenándolo de toda su semilla blanca.

Para que después, Ed se recostara junto al que ahora era, verdadera y completamente SU niño.

-Ed…

-¿Mmm?- le respondía el mayor, mientras abrazaba a Tsuna tiernamente, atrayéndolo a su cuerpo, recargando su mejilla en los castaños cabellos del otro y haciendo que Tsuna escondiera su cara avergonzada entre su cuello, cosa que le dio gracia, dado lo que acababan de hacer hace un rato.

-Tú… ¿Me…me dejaras?- preguntaba el más chico con temor, pues esa pregunta lo estaba atormentado.

Ed solo lo estrecho más contra su cuerpo, sin mirarlo ni alterarse un poquito por esa pregunta tan boba y estúpida que aquel ángel le acaba de pronunciar, y simplemente dijo:

-TE AMO, ni te creas que te libraras de mi tan fácilmente- le respondía el alquimista, para luego abrazarlo de forma recelosa, como si alguien se lo fuese a quitar, y es que había algo que el pequeño castaño no sabía, y eso era lo posesivo que podía llegar a ser el alquimista.

En eso el menor también sonrió, y le respondió con las mismas palabras que su amado.

-Ta…también yo… ¡Te Amo!- dijo de forma animada, abrazándose a aquel cuerpo desnudo y quedándose dormido en el acto, mientras Ed acariciaba su suave cabello.

Pero la tranquilidad no dura para siempre.

“Parece que tendré problemas”

Pensaba el alquimista al ver como un rayo caía del cielo, pero no era un rayo cualquiera, porque esta salía de un gran hoyo negro en el cielo, uno que conocía muy bien.

“Así que ya llegaste… Envy…”

Continuara…
Notas finales:

Bye~~~

Y espero sus Rw diciendome que les parecio n.n


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