Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

[Reviews - 167]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

olaaaaaaaaaaaausssssssssssss!!!!!!!!!!

como sabran me tarde un poco (muchooooooooooooooooooo)

 

en actualizar, por eso hoy subi un cap de los dos fic que tengo

 

y mil disculpas por el retraso, esq ya saben, esta la escuela (alguien lee esto? o.o)

Al sentir el polvo en sus pulmones comenzó a toser, ya que al caer había inhalado un poco accidentalmente.

“mierda… puta verdad” (creo que todos sabemos quien pensó esto XD), se cubrió con su brazo la cara, para no respirar mas tierra y poder ver mejor.

Comenzó a buscar a su hermanito menor con la mirada, volteaba a un lado a otro, camino un poco para encontrarlo, pero no podía verlo…. Sentía un horrible pánico, que se disipo al sentir como alguien lo tomaba de un de las mangas de su gabardina roja y le decía:

-Nii-san cof cof- tose un poco a causa de la tierra (perdonen mis efectos de sonido XD)- hasta que te encontré.

Dijo con los ojos iluminados y con rastros de lágrimas, ya que segundos antes había llorado al no encontrar a su hermano mayor.

-Al- pronuncio con alegría, pero luego cambio por un grito de preocupación, donde dijo- ¡CUIDADO AGACHATE!

Pues pudo ver como cuatro cartuchos de dinamita se dirigían hacia ellos, pero Ed fue más rápido, se coloco delante de su hermano protegiéndolo con su cuerpo y con su alquimia, cubrió los cartuchos de dinamita con unos rayos azules, haciendo la dinamita inutilizable, ya que cambio su composición química haciéndola inservible.

“maldición… ¿Quién carajos fue?”, pensaba el rubio con una gran ira, ya que, si no hubiera sido lo suficientemente rápido en ese momento, su hermano y el estarían como carnitas regados en el suelo.

¡Pero mas su hermano!, le importaba poco lo que le hicieran a él, pero que alguien se atreviera a lastimar a su hermano, no importaba cuanto le rogaran, jamás le daría su perdón y los mataría de la forma más sádica que su mente se pueda imaginar.

El rubio mayor observo a su hermano menor por encima de su hombro con preocupación, cerciorándose de que este no tuviera ninguna herida.

Que para bien de ambos se encontraba bien, temblaba un poco a causa del miedo, pero nada del otro mundo.

“malditos…. ¡¿Cómo se atreven a asustar a Al?!” pensaba con ira.

-vaya parece que lo esquivaste bien- decía una hombre de cabello color azabache y unas patillas rizadas, traje negro, camisa naranja y una fedora negra, con una franja naranja en donde descansaba un pequeño camaleón verde y con la cual ocultaba su mirada; que pudo divisar cuando la cortina de tierra se hubo disipado.

Su nombre es: Reborn Di Vongola.


También pudo ver a otras siete personas frente a él y su hermano.


A lado izquierdo del hombre de patillas se encontraba un chico de pelo plateado, ojos color esmeralda, camisa roja, una chaqueta de cuero negra, unos jeans oscuros y unos converse negros; este sostenía unas dinamitas en sus manos, lo cual lo hacia el culpable del reciente ataque, tenía una cara de pocos amigos.

De nombre: Gokudera Hayato.


Junto a este se encontraba un chico de cabello azabache, ojos color ámbar, piel morena, camisa azul claro, jeans de color blanco y unos tenis; el sostenía una katana muy afilada, sin embargo, tenía una expresión más serena que el anterior.

Llamado: Yamamoto Takeshi.

Y al lado de este se encontraba un tipo de pelo albino, piel morena, unos shorts blancos, con la parte del cuerpo superior descubierta y unas vendas en las manos, por la posición en la que estaba parado y la forma en que estaban sus brazos se notaba que era un boxeador, este tenía una expresión fiera, pero con unos ojos negros amables, cosa que le pareció rara al rubio.

Con el nombre de: Sasagawa Ryohei


A la derecha del hombre de patillas también se encontraban otros tipos.


El primero era un chico de piel blanca como la nieve, cabello azabache, ojos negro metálico, pantalón de vestir negro, camisa blanca, una gabardina color negro y una banda en el lado derecho de su brazo que decía: “presidente del comité disciplinario”, lo cual daba a entender que estaba vestido con un uniforme escolar, en ambas manos sostenía unas tonfas y tenía unos ojos afilados, junto a una expresión severa que daba a entender que no le molestaba quitar vidas, es más, le divertía.

Conocido como: Hibari Kyoya.

A su lado estaba otro chico, con la misma mirada que el anterior, solo que en vez de severa era burlona, tenía una camisa azul al estilo militar, junto a un pantalón y chaqueta color verde, del mismo estilo, zapatillas deportivas negras, cabello color índigo, peinado en forma de piña, unos ojos bicolor, el derecho de un rojo carmesí y el izquierdo azul mar, sostenía como arma un enorme tridente, que más que eso, al rubio le pareció un tenedor gigante.

Con el nombre de: Rokudo Mukuro.

Junto a este se encontraba una chica de ropa idéntica, solo que ella usaba una falda que le quedaba algo corta, pero no tanto como para que los pervertidos se deleitaran con la vista, cabello color índigo, peinado de piña, un ojo azul igual que el anterior, era completamente idénticos, solo que de la parte de donde el hombre anterior tenia un ojo color carmesí, la chica tenía un parche negro, con una calavera blanca dibujada, también tenía ese tenedor gigante, pero ella tenía una expresión tímida y amable, “¿gemelos?”, se preguntaba el rubio esa posibilidad.

Ella lleva el nombre: Dokuro Chrome.

Y junto a ella, mas bien, debajo de ella (ya que se encontraba abrazando sus piernas), se encontraba un lindo niño de no más de siete años, piel blanca, cabello azabache, peinado afro, unos lindos ojos que demostraban ingenuidad y una vestimenta de una vaquita, con sus cuernitos y todo, “un bebe”, pensaba triste el rubio, ya que si los habían atacado, el tendría que pelear para proteger a su hermanito y en ello se implicaba atacar personas que tal vez para el niñito eran importantes.

Este recibía el nombre de: Bovino Lambo.

Noto también que se encontraba en medio de un enorme jardín, que al parecer pertenecía a la gigantesca mansión de tres pisos a la derecha del rubio, en la azotea pudo divisar a más personas, pero no pudo ver bien su rostro o vestimenta, solo sus figuras.

“¿7? No…. ¿15?... no tampoco…. ¿25?, si, son 25”, fue su cálculo al contar a las figuras de la azotea.

“¿Qué es este lugar?” se pregunto, ya que el lugar parecía de ricos y las personas se le notaba que ya habían acabado con una que otra vida, entonces….

-dinos quien te mando- ordeno el de patillas interrumpiendo la indagación del rubio.

-¿a qué te refieres?- le pregunto el rubio, ya que era cierto, no sabía a qué se refería.

-¡tsk!, ¡no te hagas el tonto!, sabemos a qué viniste, y no dejaremos que le hagas daño al Decimo- rugió esta vez el de pelo plateado.

“¿decimo?... ¿hacerle daño?” se preguntaba el rubio, mientras su hermanito quien ya había dejado de temblar, observaba todo sin perder detalle.

-kufufufu, parece que van a hacerse los tontos ahora que su gran emboscada no funciono- se burlaba la piña.

-umph… herbívoros cobardes, los morderé hasta la muerte- amenazaba en chico de las tonfas.

-nosotros no vin…- trato de explicar el rubio mayor, ya que meterse en una pelea innecesaria como esa con su hermanito de por medio no era buena idea, solo sería fácil, pero no quería que su Al saliera lastimado.

Pero el de patillas lo interrumpió.

-negarlo ahora no les servirá de nada, sufrirán las consecuencias de haberse enfrentado a la familia mafiosa más peligrosa de Italia, cuando se ataca a Vongola, deberán saber que no todos salen vivos- externo mientras convertía a su camaleón en una pistola verde y presumía una sonrisa sádica, aunque al rubio no le dio nada de miedo.

-eh dicho que nosotros no…- intento explicarse otra vez, aunque el también quisiera pelear con ellos por la osadía de haberles lanzado dinamita, no podía darse ese lujo, tenía que proteger a su hermano a toda costa y para eso, primero debía de evitar esa pelea.
-ma ma- lo interrumpió esta vez el chico de la katana.

“¡¿me interrumpió por esa mierda?!”, se preguntaba enojado al verse interrumpido de nuevo.

-¡AL EXTREMO NO TE DEJAREMOS HACERLE NADA A SAWADA!- hablo/grito esta vez el boxeador.

-no… sotros… protegeremos… a Boss- decía tímidamente la chica del parche.

-sí, no le harás nada a Tsuna-nii- dijo ahora la vaquita sacándole la lengua al chico rubio.

-como lo ves, no saldrás de aquí con vida, así que rézale a quien quieras por ir a un lugar mejor, porque te mandare a dormir con lo peses- decía otra vez el de patillas con una cara de superioridad y apuntando a Ed con su arma.

“tsk… que mas me da” pensaba el rubio mientras se ponía en posición de pelea, ya que sabía que no podría salirse de esa hablando.

“solo debo cuidar que no lastimen a Al” fue su último pensamiento, cuando vio como el chico de las tonfas se lanzo a él para atacarlo.

Continuara…

Notas finales:

espero les haya gustado y se aceptan comentarios destructivos

como siempre

XD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).