Pasaban apenas unas horas después del medio día pero los alrededores eran oscuros, sombríos, tristes y desolados; todo era gris y sin vida en aquel paraje que parecía tan alejado de la sociedad a pesar de que unas semanas antes era como cualquier otro lugar.
Nadie que lo viera en sus condiciónes actuales pensaría que en algún momento aquella zona había estado dividida por un espeso bosque, que los rayos del sol iluminaban incluso el más recóndito lugar, que el día en la parte derecha de esa di visión era sumamente apacible y que, por su parte, la parte izquierda era igual de tranquila por la noche; todo eso parecía como si hubiese ocurrido en tiempos remotos.
¿Quién hubiera pensado que una noticia, que causa alegría y esperanza en gran parte de quienes la reciben, traería tanto caos y destrucción? Tras la partida de nuestros personajes se desataron constantes batallas entre cazadores y vampiros debido a la inconformidad que ambas partes presentaban por la situación en la que se veían involucrados y, dado que no parecían querer llegar a un acuerdo, no había día en que no se presentara una discusión que en algunas ocasiones terminó en algo mayor.
A lo lejos podía apreciarse la silueta de una mujer a través de una ventana que miraba con tristeza el panorama que se presentaba frente a sus ojos y, al parecer, se lamentaba porque nada había podido hacer para e vitar o disminuir los constantes enfrentamientos en los que participaban: v vecinos, amigos e incluso personas a las que estimaba; además de la intranquilidad que sentía al no saber lo que una de las personas más importantes para ella pasaba y las situaciones a las que se tendría que enfrentar.
-¡Esto es inaceptable…!-bufó con molestia el líder de la familia Kiryuu mientras su esposa volteaba a mirarlo-Siguen creyendo que esto fue planeado para dominarlos y esa mujer sigue insistiendo en que la deje ver a su hijo y su esposo no hace más que reclamarme por la histeria por la que está pasando su mujer debido al estrés de no saber las condiciones en las que está su nieto…
-Cariño, intenta comprenderla… También estoy pasando una angustia horrible por no saber donde y sobre todo donde está Zero-la mujer volvió a mirar hacia la ventana-Mantengo la esperanza de que algún día aparezca por el camino y venga dispuesto a afrontar las consecuencias de sus actos.
-Ni lo menciones por favor… Bastante hago buscándolo para que los vampiros no lo encuentren antes y acaben con él. Aunque reconsiderando todas las cosas que hemos sufrido por su estupidez debería entregárselos, que hagan lo que quieran con él, se lo tiene bien merecido.
-¡No lo digas ni de broma!-le recriminó la peliplateada mirándolo con indignación-Aunque estés molesto sigue siendo tu hijo, no podemos dejarlo a su suerte… Tal vez si nos concentramos más en la búsqueda y dejamos de lado las batallas podemos traerlo de vuelta y convencer al consejo de que llegue a un acuerdo para que todo esto se solucione de una vez por todas-se acercó a su esposo y lo miró suplicante.
-¡Estás loca mujer!-el cazador desvió la mirada-El consejo es el menos feliz con las acciones de tu niño y ni creas que buscarán un acuerdo con los vampiros… Hasta donde tengo entendido, ambos partes están dispuestas a imponerle la pena máxima a Zero a penas lo encuentre. El consejo lo busca por traición y falta al código mientras que los vampiros lo buscan por la deshonra a un sangre pura… Además, si sugiero algo así pensarán que soy cómplice de esos dos y que al ver que las cosas se salieron de control quiero solucionarlo de forma fácil.
-¡Pero es que en verdad me preocupa! Está a punto de ser padre y no creo que le vaya a ser fácil llevar una responsabilidad tan grande. Me preocupa lo que le pase a Zero, al bebé… Incluso al vampiro…-susurró agachando la mirada-Sé que es quien menos debería preocuparme pero después de todo es él a quien Zero eligió para formar una familia y nos guste o no ese pequeño, además de sangre de vampiro, lleva sangre de cazador…
-¡Ya vas a empezar de sentimental…!-el mayor suspiró pesadamente y se acercó a la puerta de la habitación-Aunque sea hijo de Zero no tiene nada de cazador, su mismo padre perdió ese privilegio al actuar de forma tan tonta y caer tan bajo; estas diciendo todo eso porque ya fuiste madre y crees entender por lo que pasa, además de que eres su madre y te es imposible no defenderlo aunque sea inconscientemente.
-Por favor cariño… Entiendo tu molestia y también lo que intentas decirme pero no es sólo por ser su madre; realmente quisiera encontrarlo y demostrarle mi apoyo. Tampoco estoy feliz con su decisión pero ya la tomó; no es sólo Zero, el vampiro del que se enamoró y una consecuencia de su descuido, debemos verlo como nuestro hijo, su pareja y nuestro nieto.
-¡Mujeres…! No hay manera de entenderlas ni de complacerlas-el hombre rodó los ojos-Ni creas que voy a caer en tu trampa, sea quien sea y lo llames como lo llames para mi sigue siendo lo mismo y no voy a interceder a su favor. Ahora debo irme, el consejo está llevando a cabo una junta y tengo que estar presente porque se tomarán decisiones importantes. Mientras tanto intenta enfriar tu cabeza para dejar de sugerir locuras…-se despidió y salió de la casa.
La mujer suspiró pesadamente y miró a su esposo partir con tristeza, aún no podía creer que estuviera tan molesto y que no mostrara ni el más mínimo interés por lo que pudiera pasarle a su hijo o a su nieto, le parecía increíble el rencor que guardaba y la molestia que sentía por un simple acto de amor.
-¡Ah…! Si tan sólo te hubiéramos escuchado y hubiéramos intentado hablar contigo…-susurró acercándose de nuevo a la ventana-Muy probablemente esto no estaría pasando y hubiéramos encontrado una forma de reparar los daños que dicen que dicen que causaste-acarició con tristeza la ventana-Estés donde estés tienes mi apoyo, no importa si decides no volver, mientras seas feliz y no tengas problemas seré feliz…
-¿¡De nuevo fuiste a buscar a ese cazador!? ¿¡Cuántas veces tendré que decirte que no revelará el paradero de Kaname!?-reclamaba con molestia el mayor de los Kuran-No tiene caso que estés ahí a diario insistiendo, va a seguir negándolo y fingiendo que no sabe. Lo mejor es continuar en la batalla hasta que no tenga otra opción que liberarlo.
-Sólo esperaba que comprendiera lo grave de la situación, nuestro hijo no estás en condiciones para preocuparse… Sabes tan bien como yo lo que dijo el doctor, él necesita descanso y cuidados especiales; pensé que podría hacerlo entender y cuando menos me diría que está bien-respondió su esposa con decepción.
-Eres demasiado ingenua querida…-se acercó a ella y la abrazó-Lo que menos le importa a los cazadores es el bienestar de nuestro hijo, si por ellos fuera ya hubieran acabado con su vida y la del pequeño-la mujer se separó de él y lo miró preocupada-Lamento decirlo de esa forma pero los cazadores piensan deshacerse de él, dicen que es por su bien y puede que tenga n razón… Los cazadores no lo aceptarán por su naturaleza vampírica y los vampiros lo rechazaran por ser fruto del abuso a un sangre pura-concluyó con tranquilidad.
-¿Cómo puedes decirlo con tanta tranquilidad…?-reclamó su esposa-¿Te das cuenta de lo que eso implicaría? Tal vez ni vampiros ni cazadores lo aceptarían pero aquí lo importante no son ellos, ni siquiera estás considerando lo que Kaname sienta por el pequeño… Sea o no fruto de un abuso cabe la posibilidad de que quiera tenerlo y si pasara lo que dices podría quedar devastado.
-¡Que incoherencias dices…!-el mayor la soltó y se alejó-Ni siquiera tenía intenciones de comprometerse y tú sugieres que ahora hasta un hijo quiere tener… Debes estar bromeando, nada de eso tiene sentido.
-No quería comprometerse con nadie que nosotros le presentamos pero no sabemos al cien por ciento la relación que tenía con el cazador… No intento decir que está enamorado de él ni nada parecido, sólo que no conocemos la historia completa y por ello no podemos decir mucho. Sabes tan bien como yo que los últimos meses salía constantemente y que nadie sabía donde estaba; en el peor de los casos, Kaname se había hartado de todo y quería liberarse, encontró al cazador e hicieron un plan para que pudiera irse…-prosiguió la mujer con resignación y tristeza.
-No tengo ni idea de que te habrán dicho los cazadores ro estoy seguro de que quieren que te pongas en contra de nuestro hijo. No hay razón coherente para que él quisiera huir ¡Y mucho menos para que se aliara con un cazador y escaparan juntos o lo que sea que estés pensando…!-sentenció el hombre con molestia-Todo lo que te digan es sólo una trampa para que desistamos y dejemos a batalla, no te dejes convencer y deja ya de tratar de sacar información…
-¡No puede ser una trampa, cariño! Ese hombre en verdad no tiene ni idea del paradero de su hijo y dice estar seguro de que él huyó con Kaname para liberarse de lo que se aproximaba, está muy molesto por eso y su sentir es genuino; si tan sólo lo vieras te darías cuenta de que no pude ser una mentira.
-¡Los cazadores tienen a Kaname y punto! Si quieres puedes seguir engañándote y confiar plenamente en todas las mentiras que te digan pero ni creas que voy a caer en lo mismo. Conozco a mi hijo y sé que es incapaz de hacer algo como lo que sugieres, seguiré en la batalla hasta que lo regresen y todo esto quedará sólo como un mal momento-caminó rápidamente hacia la puerta y la cerró con violencia tras de si.
-Puede que conozcas muy bien a tu hijo pero yo soy su madre-susurró con tristeza-Sabía que algo no andaba bien con él pero confié en ti y ese fue mi error. Si hubiera seguido mi instinto esto no estaría pasando…-se recriminó mientras caminaba hacia la ventana-Perdóname hijo-susurró viendo a lo lejos-Es tare para esto pero quiero que sepas que sin importar qué, tienes mi apoyo y si decides volver te recibiré con los brazos abiertos…