Torturado
Sakura, hizo lo que le dijo su marido y dijo a los guardias que trajeran al joven que había estado con Naruto. Los guardias tardaron unos cuantos minutos en traerlo, mientras tanto la pelirosa fue al cuarto de su marido, el cual estaba sentado frente a la chimenea contemplando el fuego mientras sus puños estaban cerrados, la ira aun corría por su venas, aun así se acercó.
-Le diste su merecido-dijo Sakura mientras le daba un masaje a su marido para que se relajara.
Fugaku solo se paró evadiendo a su mujer y al poco rato uno de los guardias toco a los aposentos del rey, Sakura se apuró y abrió la puerta, detrás de ella estaba un guardia fornido.
-Mi señor, trajimos al chico como lo pidió- dijo el guardia, mientras al otro lado de la habitación se encontraba el susodicho, amarrado de ambas manos y detenido por un guardia.
-Bien-dijo Fugaku y se dirigió a la puerta, pero Sakura lo detuvo- Amor, no creo que debes ver a ese infeliz, deja que yo me encargue-dijo con dulzura.
-No, Sakura, yo soy el que debe ir-
-Pero, para el estado en como estas, le mandarías tal castigo que acabaría muerto y como sabes no te conviene, si el pueblo se entera que mataste otro sirviente en este mes, desconfiara mas de ti, de por sí ya dicen que eres estricto y recuerda los rumores que han llegado sobre posibles rebeliones-Fugaku al oír lo que dijo su esposa se detuvo un poco al meditar, era cierto que el pueblo no estaba muy de acuerdo con sus reglas y sus castigos, tenía que reconocerlo, su mujer era muy inteligente, por eso se casó con ella.
-Bien ve tú, confió en tu buen juicio- La pelirosa sonrió y siguió al guardia.
Llegando a la planta baja la pelirosa pudo encontrarse con el presunto chico el cual era sujeto por dos guardias y con gran fuerza, pues se notaba que el chico se había querido zafar del agarre de estos pues aun así lo intentaba, cuando la pelirosa se fue acercando hacía ellos, los guardias hicieron que el chico se inclinara a la fuerza- ¡Ríndele respetos a la reina!-fue lo que dijo uno de ellos.
-¡Levántate!-ordenó Sakura al chico. El chico fue levantado de mala manera por lo guardias, quien le dirigió una mirada severa a la reina-¿Te atreves a sostenerme la mirada, mocoso?-dijo Sakura con aire de superioridad y un guardia se encargó de golpear en el estomago al chico.
-Llévenlo al calabozo, y mañana cuando salga el primer rayo de sol, le darán 24 azotes-dijo la pelirosa con una gran sonrisa en la cara. Los guardias por su parte se llevaron al chico y Sakura volvió a sus aposentos con su esposo.
-Dile a Tsunade que vaya y cure a Naruto-dijo Fugaku sin mostrar interés alguno-por cierto y que castigo decidiste para el infeliz ese-
-Calabozo y azotes-dijo Sakura y salió del cuarto, al hacerlo pidió un guardia que fuera por Tsunade, quien era la doctora del reino. Mientras tanto ella se dirigió hacia el cuarto de Naruto encontrando al rubio casi en el mismo estado en que lo había dejado su padre, las lágrimas aún escurrían por sus ojos, productos del dolor que sentía y respiraba aún con dificultad. La mujer se sentó en la cama del rubio y comenzó a acariciar sus cabellos de este.
-¿Tú le dijiste a mi padre, cierto?-preguntó Naruto con dificultad
-Jum, sí, y sabes ¿por qué lo hice?- Sakura se acercó más al rubio –por haberme rechazado-
Tsunade llegó al cuarto de Naruto, era un hecho que estaba alterada, pero al ver a Sakura tuvo que evitar mostrar repugnancia en su rosto. Sakura se levantó y salió del lugar mostrando una gran sonrisa al hacerlo.
-Mi niño, ¿quién te hizo esto?-preguntó una mujer de cabellos rubios claros y ojos color castaño claro.
-Mi padre-contestó el rubio y soltó una lágrima de nuevo, el dolor de la espalda lo estaba matando, más que el de las quemaduras.
-Pero porqué ¿Qué hiciste, acaso el descubrió lo de…?-
-Sí, Sakura le dijo-
-Esa perra-dijo Tsunade apretando los puños y comenzó a limpiar las heridas para después curarlas.
*~*~*
Los primeros rayos del sol tocaron el palacio y los guardias sacaron al chico de cabellos morenos que se encontraba en los calabazos, lo dirigieron a uno de los patios del castillo, lo ataron por delante las muñecas para luego estas atarlas en un aro de un poste de madera.
-Toma, chico, esto te ayudara-dijo uno de los guardias mientras ponía un objeto en la boca del moreno para que lo mordiera-Ahora si te metiste en una buena Sasuke-dicho esto el guardia comenzó con los azotes haciendo que Sasuke lanzara gritos ahogados y de su espalda comenzara a brotar sangre. Una vez que acabaron de darle los azotes los guardias lo llevaron de nuevo al calabozo hasta oír órdenes de la reina.
Cuando era cerca de la una de la tarde el guardia que había castigado a Sasuke vio que la reina estaba en uno de los jardines, por lo que decidió acercarse a ella y preguntarle qué era lo que precedía con el joven.
-Amm nada de comida y agua durante tres días-dijo la pelirosa mientras cortaba unas rosas del jardín real.
-Pero mi señora, eso lo dejara en un estado deplorable-
-El se lo buscó, Iruka, si no fuera por mí ya estaría muerto por ordenes de mi esposo, así que se dé por bien servido- la reina dio media vuelta y se fue dejando solo a Iruka, quien en verdad lamentaba la situación de Sasuke, lo conocía desde niño, desde que él y su madre llegaron en busca de trabajo en el palacio, al inicio su madre era la que trabaja de una de las criadas limpiando pisos y cuartos, pero después de unos años enfermó gravemente y tuvo que dejar de hacerlo, por lo que Sasuke tomó su lugar solo que él se dedicaba a cuidar los establos. Sasuke era su único hijo y toda su vida.
*~*~*
Naruto fue despertado por su padre a las ocho de la mañana, lo había obligado a arreglarse y vestirse para después bajar a desayunar, el pobre a penas y podía moverse a causa del dolor y ni decir el grito que lanzó al sentarse en la silla y recargar su espalda contra el respaldo.
-Naruto, compórtate-dijo su padre cuando lanzó el grito.
Naruto por su parte trató de comenzar a desayunar pero debido al dolor que sentía sus manos le temblaban haciendo que el tomar comida le costara demasiado trabajo, en su primer intentó para llevar la comida a la boca, el tenedor no paso de su hombro y se le cayó de las manos, pronto uno de los criados se acerco para levántaselo pero Fugaku ordenó que no lo hiciera y que dejara que su hijo lo levantara. Naruto con todo el dolor del mundo se levantó como pudo de su asiento y comenzó a agacharse lentamente para coger el tenedor, sin embargo Fugaku aun tenía demasiado coraje por lo del día anterior así que se levantó rápidamente de la mesa fue hacía donde estaba su hijo, lo levantó a la fuerza y le soltó una cachetada.
-¡No seas tan delicado, aguanta el dolor, como los hombres!-le espetó y lo aventó a la silla para que se volviera a sentar.
*~*~*
Pasaron tres días desde los azotes que le dieron a Sasuke, el moreno no recibió comida ni gota de agua, además que al estar en el calabozo, sus heridas comenzaron a infectarse, por lo que unas de ellas se veían moradas y con pus. Fue sacado del calabazo y llevado a su casa por Iruka, quien lo dejo recostado en la cama observando el deplorable estado del joven, que bien parecía que si pronto no recibía atención médica moriría en pocos días. Antes de irse de la casa de Sasuke, Iruka le dio algo de comida y de agua y le limpió lo más que pudo las heridas pero el aspecto de estas no cambio mucho, lamentablemente tenía labores que hacer así que con la pena que sentía tuvo que dejarlo en esa situación, solo en su casa mientras su madre volvía.
Sasuke se quedó mirando el techo y a los pocos minutos que se había ido Iruka alguien abrió la puerta de su casa, volteó y vio parada en el umbral de la puerta a la reina, la cual sin pedir permiso ni nada, entro y se aceró a donde estaba el chico.
-Parece que tú salud es deplorable, necesitas ayuda médica… oh pero espera no tienes para pagarla cierto jajajajaj-
-A que vino usted, ¿qué quiere?-dijo el azabeche apretando los dientes
-Vengo a proponerte un trató-
-No haré tratos con usted-
-Yo que tú si lo haría, porque digamos ,que tu salud es pésima, así como la de tu madre, la cual no puede ni trabajar, imagina que hará ahora que tenga a un hijo enfermo y este sin dinero, tendrá que trabajar, lo cual la cansará y empeorara su estado-
-Me recuperare pronto-dijo el azabeche con seguridad
-jajajaj si como no, sabes tus heridas están infectadas, en podo tiempo la carne comenzará a pudrirse-
-No importa, encontraré fuerzas para hacer algo-
-Sabes que no y sabes que tu madre también te lo impediría, imagínate cuando llegue y te vea en este estado, la pobre sufrirá demasiado y hará lo posible por buscar la manera de salvar a su hijo- Sasuke no pudo repelar ante esa afirmación, conocía a su madre, ella daría todo por él- Veo que aún no estás dispuesto a hacer un trató conmigo, así que, o aceptas o me encargó de que el rey se encargue de hacer sufrir a tu amorcito, Naruto-
Sasuke abrió los ojos como platos, sabía que los habían descubierto, lo dedujo desde el momento en que fueron por él a su casa.
-El rey ya lo castigo en cuanto supo de lo suyo y créeme cuando te digo que lo castigo, así que dime aceptas o no-
-¿Cuál es el trato?-
-Por ahora solo te diré la parte buena, tengo un amigo que es hechicero y sabe de medicina, así que el curará tus heridas-
-Y…-
-Y él luego te pedirá algo a cambio-volteó hacia la puerta- Orochimaru, pasa-Al decir esto un hombre de cabellos largo, aspecto de serpiente y tez sumamente pálida entró por la puerta.