-Tranquilo Kyungsoo…sé que yo no soy mi padre…pero te protegeré igual que él, nada malo te pasara estando a mi lado, siempre que tengas miedo, necesites que te protejan o estés inseguro podrás venir a mí y yo alejare todo eso de ti, te protegeré con mi vida como lo hacía mi padre, yo te quiero nunca lo olvides ¿sí?-la hermosa sonrisa del moreno le transmitía calor y seguridad, todo se volvió obscuro y aquella sonrisa desapareció transformándose en una horrible mueca
-¡Tú y tu maldito hermano son unos malditos monstruos y los quiero lejos de mi vida, te odio como jamás llegaras a imaginarlo!-sus palabras expresaban todo el odio que sentía por él
-¡JONGIN!-grito Kyungsoo despertándose de repente, comenzó a llorar como lo hacía hace varios días, se estaba escondiendo en una vieja construcción-Tuve un sueño-dijo en medio de lágrimas el no podía soñar y el hacerlo solo le recordaba que moriría pronto
Se levanto del frío suelo donde se había quedado dormido la noche anterior, reviso su muñeca encontrándose con la cuarta marca, no podía ser peor, el tiempo estaba pasando y él se sentía miserable al estar alejado de Sehun mientras al rubio le hacían quien sabe que cosas, ahora se estaba debilitando mucho más, ya ni siquiera se podría defender de una persona común y corriente, tal vez esconderse en ese barrio tan peligroso no era una de sus mejores ideas.
Llevaba en ese lugar tal vez cinco o cuatro días ya no los recordaba y desde que había llegado lo habían atacado más de una vez, las primeras veces los había vencido sin ningún problema pero ahora estaba mucho más débil y si lo atacaban era seguro que no podría defenderse, su estomago gruño pero no le importaba no se sentía con ánimos de comer nada.
¿Alguna vez han sentido un vacio interior que te destroza poco a poco? ¿Qué la vida es una tediosa rutina que solo te tortura con lentitud? ¿Qué todo y todos los que te rodean no son más que sombras que custodian con saña la horrible prisión en la que se ha convertido tu vida? En eso se había convertido la existencia de Kyungsoo, era un martirio estar solo pero para esas alturas creía que eso era una maldición y lamentablemente él la tenía así que solo podía esperar con lentitud la muerte o un poquito de piedad de su propia existencia.
-No te portes como un malcriado y come algo ahora
-Sehun-volteo con la ilusión de encontrar a su hermano pero el lugar estaba vacío a excepción de su persona, sintió mucho más ganas de llorar, suspiro antes de comenzar a llorar le ardían los ojos y ya no creía que tuviera lágrimas tal vez lloraría sangre, bajo las escaleras para nada seguras que había en el edificio pero eran transitables, se puso un abrigo que sabe dios quien había dejado en aquel lugar pero serbia para que se cubriera.
Cuando salió el aire frío golpeo su rostro, hacía mucho frío y estaba completamente nublado, suspiro dándose cuenta que su aliento se convertía en vaho, ese sería un horrible día y él ni siquiera sabía si el edificio podría cubrirlo de la lluvia, sería un grave problema si se enfermaba, caminaba jugando con los charcos que se encontraba, pero no estaba concentrado en absolutamente nada realmente.
-Pon atención por dónde vas te puedes meter en problemas Soo
-Sehun-levanto su mirada encontrándose con un grupo de hombres que no se veían nada amistosos, los hombre comenzaron a caminar en su dirección, tenía problemas muchos problemas dio media vuelta a toda prisa, debía huir no podría con los siete de hecho ahora creía que no podría ni con tan solo uno de ellos, no supo en qué momento empezó a corre pero sería muy tonto si se quedaba parado como si nada, los siete hombre lo seguían, no conocía nada del lugar así que corría sin rumbo fijo.
Siguió corriendo lo más rápido que podía, sus piernas le fallaban y todo empero cuando se lastimo al intentar no caer al suelo cuando dio vuelta en una esquina, no había caído pero se había lastimado un tobillo y ahora era mucho más difícil correr, maldijo su maldita mala suerte cuando llego al final de una callejón sin salida, estaba acorralado y ahora si nadie lo salvaría.
-Pero miren nada más que tenemos aquí-sonrió perversamente un hombre con el tatuaje de un dragón en el rostro-Eres demasiado pequeño y bonito para andar solito en un lugar como este-comenzó a acercarse a él
-No se acerque por favor-su cuerpo entero temblaba, estaba siendo presa del pánico
-Tranquilo hermoso se que te gustara, será muy placentero si te portas bien claro esta y también te dejare entregarme el bonito collar que traes-Kyungsoo lo miro con odio no dejaría que le quitara el collar-Así que tienes ganas de luchar ¿eh?-aquellos hombres comenzaron a acorralarlo mucho más a paso lento, estaba perdido
-No-susurro cerrando los ojos con fuerza, un disparo se escucho sobresaltándolo y haciendo que abriera los ojos para ver qué pasaba, a espaldas de aquellos hombre se encontraba un anciano con cabello largo y una barba que cubría casi toda su cara, traía unos lentes negro que no dejaban ver sus ojos, su ropa estaba algo vieja y rasgada al igual que su sombrero pero aun así tenía un arma y apuntaba con firmeza sus acosadores.
-Más les vale dejar en paz a ese jovencito, un viejo loco como yo puede imaginarse muchas cosas y disparar sin pensar-los siete hombres lo miraron con molestia y miedo pero no podrían hacer nada en contra de una arma de fuego así que se dispersaron dejándolos solos
-¿Estás bien pequeño?-pregunto preocupado el amable hombre, Kyungsoo estaba paralizado por el miedo y ya no le tenía confianza a nadie así que solo se apego aun más a la pared-Tranquilo yo no te lastimare-trato de tocarlo pero Kyungsoo rehuyó al contacto
-No me toque-estaba temblando y entonces todo se hizo más horrible cuando la lluvia se desato sin misericordia empapando su cuerpo
-Si te quedas aquí te resfriaras, ven conmigo, te puedes quedar en mi casa prometo que estarás bien
-No confió en usted ni en nadie-el frío lo estaba torturando, el anciano se quito las gafas y Kyungsoo se quedo sin aliento los ojos de aquel hombre eran tan parecidos a los de su padre, tal vez si debía confiar en él
-Es lamentable que a un jovencito como tú lo hayan lastimado tanto como para hacer que perdiera la confianza en los demás, no te obligare a venir pequeño pero si cambias de opinión te estaré esperando-el hombre sonrió con pena y le dio la espalda a Kyungsoo
Se había sentido muy mal ser grosero con aquel hombre pero ¿qué podía hacer?, no estaba seguro de confiar en él, se abrazo a si mismo estaba empapado y tenía demasiado frío que haría ahora, no sabía cómo regresar a la que ahora era su casa.
-Confía en él Kyungsoo
Ese susurro lo hizo comprender todo, Sehun seguía a su lado cuidándolo, sonrió con melancolía y corrió hasta alcanzar al anciano que lo había ayudado, si Sehun le decía que era buena idea confiar en aquel hombre lo haría, su hermano nunca lo traicionaría así que se arriesgaría.
-¿Cambiaste de opinión?-pregunto, estaba recargado en una pared a la entrada del callejón
-Lamento lo de hace un rato pero… ¿usted me estaba esperando?-pregunto apenado
-Algo me decía que cambiarias de opinión, pero mírate nada más niño estas empapado-el amable hombre se quito su saco y se lo puso sobre los hombros-Ya eso está mejor-sonrió
-No señor que pasa si usted se enferma-trato de quitarse el abrigo pero el anciano solo río y no lo dejo
-Tranquilo pequeño, no pasa nada, aun con estos huesos tan viejos soy un hombre muy fuerte-Kyungsoo sonrió dejándose guiar por aquel hombre, la casa del anciano era muy humilde pero tenía todo lo esencial y estaba muy limpia, era acogedora-Pasa, no seas tímido
-Gracias señor…
-En un lugar como este no es muy normal que te llamen por tu nombre así que solo dime señor Choi
-Entiendo, mi nombre es Kyungsoo
-Es un bonito nombre Kyungsoo, ven te llevare al baño así podrás asearte y cambiarte de ropa, tengo un poco de ropa que creo que te puede quedar-dijo entrando a la una habitación-Antes vivía con mi hijo así que creo que su ropa te quedara
-¿Ya no vive con su hijo?-pregunto curioso
-Mi hijo falleció hace un par de años así que ahora vivo solo
-Lo siento no quise…
-Tranquilo no pasa nada, ahora ve al baño puedes usar esto y mientras tú te bañas yo preparare algo para comer
-Si-Kyungsoo entro al baño mientras el amable hombre le preparaba algo de comer, cuando Kyungsoo salió el señor Choi le indico donde estaba la cena pero aun así no toco nada de su plato hasta que el mayor salió para hacerle compañía
-No era necesario esperarme para comer Kyungsoo-sonrió
-No me gusta comer solo por eso quise esperar por usted
-Muy bien entonces a comer-la comida era deliciosa y Kyungsoo pensó que era lo más sabroso que había comido en días, tenía algo que le resultaba tan familiar pero no sabía muy bien que era, ayudo al mayor a lavar los platos y después ambos se sentaron a charlar
-Su casa es muy acogedora
-Sí lo es, a muchos les parecerá muy pequeña y poca cosa pero a mí me gusta
-Señor Choi ¿por qué tiene un arma?
-Este lugar es muy peligroso Kyungsoo tengo que defenderme de alguna forma
-Pero…las armas no son buenas solo causan problemas y lastiman a los demás, usted no se ve como alguien que lastime a los demás- el mayor sonrió con ternura, el pequeño era un ángel con un gran corazón
-Te contare un secreto-el pelinegro asintió-El arma solo tenía una sola bala, la uso para asustar nada más-el anciano se echo a reír al ver la carita de Kyungsoo y el menor no pudo evitar seguirlo riendo de igual manera, no recordaba cuando había sido la última vez que se había sentido tan tranquilo
-Muchas gracias señor Choi-dijo de repente-Haberlo conocido me hace mucho bien, últimamente yo…sentía que mi vida no era más que un vació que se encarga de recordarme diariamente que estoy y siempre estaré solo en este mundo-sus ojos se cristalizaron por las lágrimas
-No digas eso pequeño Kyungsoo, no estás solo debe haber un montón de gente haya afuera que te aman y te están buscando-Kyungsoo comenzó a llorar en silencio-No llores pequeño-lo abrazo
-Estoy solo señor Choi, Jongin me odia, Luhan me dejo solo también, me separaron de mi hermano y no puedo volver a mis amigos porque los pondría en riesgo y es…tan injusto porque los extrañó tanto a todos pero por más que suplico y lloro Jongin y Sehun no regresan a mi lado…prometieron quedarse y estar a mi lado siempre pero ahora ya no están y me duele-el mayor lo abrazo de manera protectora, debería ser un pecado hacer llorar a ese chico, se quedo con él hasta que el menor se durmió, no había parado de llorar pero ni las lagrimas pudieron vencer al cansancio, llevo al chico en brazos hasta la cama, lo recostó y acaricio con cuidado el cabello del menor, con cuidado quito la barba que hacia parte de su disfraz dejo que su lagrimas cayeran.
-Cuando ponga mis manos sobre ti te matare por ser un hijo tan estúpido Kim Jongin-Siwon veía destrozado a su bebé, el moreno debía ser bastante imbécil para dañar a Kyungsoo pero cuando lo viera lo mataría pero por el momento lo importante era ayudar a Sehun y salvarlo del señor Lee, reviso sus muñeca derecha, las marcas habían aparecido y el necesitaba a Sehun o moriría, no sabía cómo estaba el rubio y eso lo martirizaba, tenía que protegerlos y sacarlos de allí cuanto antes, no podía detener sus planes ni un minuto más.
-Ya no me iré a ningún lado mis pequeños hijos…