Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ahí donde estés por Sekari Sumeragi

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ahí donde estés

Autora: Sekari Sumeragi
Escrito: Julio de 2005
Revisado: Septiembre de 2005
Disclaimer: Gundam Wing y sus personajes son propiedad de Bandai, Sotsu Agency y Sunrise. Si Gundam Wing me perteneciera, los personajes femeninos tendrían carácter y no se dejarían llevar por el primero que se les atravesara.
Tiempo: Después de Endless Waltz.
Parejas: Trowa+Quatre
Clasificación: Heavy angst, drama, shounen-ai
Advertencias: Shounen-ai, no sé, estoy de ése humor.
N/A: Sigue el angst. Adoro el angst. Este fanfic en general, lo leí y lo revisé yo misma, he ahí el por qué de la fecha, lo escribí entonces, y cuando ya me calmé, lo revisé. También tardé todos ésos meses en encontrar un buen título. Necesito un ‘editor’ que esté verdaderamente comprometido con el puesto.

- ... - lo que se dice
“ ... ” lo que se piensa

--------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 2.

Es el año 198 D.C., a inicios de la primavera.
La guerra es aún el tema principal de cualquier conversación, los rumores sobre las vidas de los principales actores siguen escuchándose y pasando de boca en boca.
La paz entre la Tierra y las Colonias se mantiene, se estira, a punto de romperse, pero sólo alcanza nuevas dimensiones.

“Yo puedo hacerlo solo”
Mentira.
Entonces y ahora, por más que lo intentara, no conseguía engañarse.
Sobre la hierba, acostado contra un árbol miraba el circo a lo lejos. Había subido la colina cercana para observar la ciudad, las salidas de la misma y lo que la rodeaba, simples procedimientos de seguridad militar, que no había conseguido eliminar de su parte inconsciente que aún temía por los dejos de una vida en guerra.
Desde hacía un año que su vida había cambiado drásticamente, no sólo había terminado de ser un soldado sin rumbo, sino que había descubierto parte de la vida que le había sido negada.
¿Pero a qué precio?

“Me trae recuerdos”
Caía la noche, y las luces de la carpa se encendieron mientras él bajaba de su observatorio hacia lo que sería su última función. Miraba el lugar con cierta tristeza vaga. Después de todo, el circo había sido casi un hogar para él. Había representado el lugar que tenía para volver después de la batalla. Un lugar en donde podía encontrar el cariño de una devota hermana, lo más que tenía por familia.
Poco tiempo después de su regreso al circo hacía un año, llevados por la sospecha y los comentarios de la gente acerca de ciertos ademanes y gestos en común, Catherine y él habían decidido hacer la prueba, y correr el riesgo.
…l sabía que fuera el que fuera el resultado, ella seguiría siendo su hermana, la persona a la que deseaba proteger con todas sus fuerzas.
Mentira.
No era la única.

- Ella es mi hermana.
Los resultados de la prueba de ADN habían comprobado las sospechas, y así, él por fin podría tener una identidad propia.
Catherine le había contado acerca de lo que ella lograba recordar, y lo que otras personas le habían contado acerca del ataque al lugar donde habían vivido hasta la fatídica invasión. Incluso le había revelado cuál era su verdadero nombre.

“No tengo nombre. Pero si me tienes que llamar de alguna forma, soy Trowa. Trowa Barton”
Así lo había hecho. Sin importar lo que fuera a ocurrirle, había tomado el nombre y la suerte de un hombre muerto.
Pensándolo así, en verdad había tenido mucha suerte a lo largo de su existencia. Perdió a su familia cuando pequeño, y no sólo eso, sino también la memoria de haberla tenido alguna vez.
No sabría cuál era más triste, no recordar, o nunca haber tenido nada. De cualquier forma, había perdido, para más tarde, ser compensado con una vida entre mercenarios.
En realidad no eran tan malas personas. Tenían metas fijas y él tenía un techo bajo el cual dormir, y comida en su estómago, pudo haber echado en falta el afecto de una familia, de haber sabido lo que era una, o de haber conocido cualquier tipo de afecto. Pero de nuevo, todo lo perdió.
De cualquier forma, seguía sin echar de menos cualquier cosa que la guerra le hubiera arrebatado. Como lo había dicho aquella niña, estaba vacío. No tenía un nombre siquiera.
Sin embargo, con la Operación Meteoro había llegado su momento, la oportunidad de su vida. Y no la dejó ir. Afortunadamente.
Al igual que no dejaría ir aquél nombre, ya que con ésas cinco letras alguien lo conocía, esos sonidos se hacían música saliendo de aquella boca, y dejaban de ser robados al hacerlos suyos aquella misma boca.

“Vuelve a ser el Quatre de antes, ése es mi único deseo”
Tras bambalinas, se cambió al atuendo que usaría para el acto de aquella noche. La ropa que había llevado hasta ése momento, la dejó sobre una silla, junto con el resto de sus cosas. No eran muchas, pero no podía llevar nada de más.
¿Por qué había dicho aquello? Hacía ya más de dos años, y la respuesta flotaba en el espacio.
Junto con su memoria, se habían escapado las sensaciones que la acompañaban. Si antes le era difícil expresarlas y actuar de acuerdo a sus emociones, después de su episodio con el Sistema Zero, todo le era tan nuevo de repente.
Sin embargo... había algo más. Algo muy importante.
Cuando recuperó los recuerdos, hubieron tres personas que se dio cuenta que habían influido en él especialmente.
Heero, alguien con mucha fuerza, con la mente clara y enfocada a las misiones, alguien que sabía qué era lo que tenía que hacer, lo que se esperaba de él, era la persona que le había enseñado un par de verdades importantes, alguien a quien podía admirar.
Catherine, la primer persona que honestamente se preocupaba por él, alguien que no esperaba nada a cambio de su afecto, que le había enseñado lo que era la familia y que le había hecho sentirse necesario, que su vida era importante.
Quatre, el último en aparecer en su mente, con aquella sonrisa generosa, la mirada reflejando su transparente inocencia, y supo de inmediato que ésa persona era la más importante, alguien a quien también deseaba proteger, y que a su vez lo protegió, alguien cuya alma había salvado y que lo había presentado con la suya, que no había pensado tener.

- ¿Piensas alguna vez en mí, Quatre?
Se puso de pie y salió a la pista. Al recorrer la gradería con la mirada, se dio cuenta de lo llena que estaba la función aquella noche. La gente vitoreaba a los acróbatas del acto anterior, quienes agradecían con reverencias leves y sonrisas.
Al salir, acompañado únicamente del león más joven, reciente adquisición del circo, como nunca, saludó al público. Demostró los resultados del entrenamiento con el león con unos cuantos trucos que nunca fallaban en acelerar el pulso a la audiencia, fascinada por su dominio de la situación.
Esta noche, sin embargo, su propio pulso no hacía otra cosa que elevarse.
Cada vez que volteaba, lo veía, sentado en primera fila, con ésos grandes ojos verde-azules viéndolo sólo a él.
Al menos, le parecía verlo, que pasada la sorpresa, se daba cuenta de que aquél lugar estaba vacío. Justamente, los lugares que no estaban ocupados entre las personas, parecían llenarse cuando volteaba y lo imaginaba ahí.

“…l me está llamando”
Lo había sentido desde entonces, ¿verdad?
Que aquél niño, aunque no lo recordaba del todo, sabía que era alguien valioso. Tenían una conexión que no comprendía, pero había sentido vibrar dentro de sí mismo, algo que le advertía que no debía dejarlo ir.
En su mente latía una luz, como diciéndole que si deseaba creer algo, ése era el momento, y la persona en quien debía confiar.
No importaba que apenas lo hubiera conocido. Era algo que ya antes había sucedido, sabía que así era como debían ser las cosas.
A ella le había parecido una locura, una simple obstinación contra la que no podía hacer nada.
Pero para Trowa había sido como renacer y encontrar a su futuro una vez más. Un futuro con lágrimas de tristeza, de alegría, de arrepentimiento. Por él.
Sin embargo, de alguna forma, no quería más llanto en ésa cara. Y menos aún quería ser el causante. Encontró que las lágrimas derramadas por su causa eran el trago más amargo de la vida de soldado, y si tan sólo tuviera la posibilidad de besarlas para hacerlas desaparecer, lo soportaría y lo pasaría con gusto renovado.
Quería encontrar la forma en ser único frente a ésos ojos húmedos, verse reflejado en ellos cuando estuvieran claros.
- Espérame, Quatre.
Terminó el acto con una reverencia, y se apresuró fuera de la pista.

“Está llorando. Lo puedo escuchar desde aquí”
De nuevo. No podía equivocarse, y de nada serviría negarlo, ni por más tiempo, ni ante otras personas. Se estremeció ante el recuerdo de la última vez que sintió cómo se desgarraban sus entrañas, cómo se detenía su corazón.
Decir que casi rompe su ropa sería de lo más exacto, tanto de salida, como a la entrada. Pareciera que Trowa acabara de encontrar el motivo más poderoso para luchar en una guerra que había terminado.
Como en aquellas ocasiones en el pasado, sentía la necesidad de su compañero, escuchaba el llamado de su alma pura, y de la suya propia, hinchándose con la pena de la distancia.
Lo había comprendido todo, desde ese momento cuando había dicho que no quería perder más personas importantes para él, sabía qué era lo que estaba sucediendo.

- ¿Me escuchas tú también?
Dolor.
¿Por qué dejaba que aquél que le había mostrado el origen de sus emociones sufriera de ésa manera? El haber pospuesto tanto tiempo aquello que más deseaba hacer... al mismo tiempo que un impulsor, era una carga extra, era su propia culpa, que tenía que desechar para llegar al sitio que estaba marcado para él.
Tenía tanto qué contarle. Ahora lo entendía. Sabía el significado verdadero de tener un lugar al cual regresar, no sólo de tener que regresar a un lugar por una promesa.

- Resiste un poco más, Quatre.

--------------------------------------------------------------------------------

N/A: No iba a dejar a Quatre sufriendo todo solo... así que me apresuré con éste capítulo. Al fin Trowa da señales de vida. Este capítulo y el anterior son más o menos de la misma longitud. Pero el Capítulo 3 será más largo... ¿Se reencontrarán? ¿Qué es lo que se tendrán que decir finalmente?

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).