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Lagrimas y dulces por sunako_1

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Notas del capitulo:

muchas gracias por sus comentarios

bueno, para las/los que esperaban el lemon de esta empalagosa pareja, hice este capitulo extra :3

espero les guste

Ambos chicos estaban sentados sobre la cama del pelivioleta. Solo llevaban puesta su ropa interior y una polera –Mito-chin…- el pelivioleta le tomó la mano al pelinegro que lo miró. Los dos estaba ruborizados -… yo… yo estoy muy nervioso- le llevó la mano hasta su pecho para que el pelinegro sintiera el estridente palpitar -¿Mito-chin está nervioso también?-

El pelinegro asintió con la cabeza. Ya llevaban cuatro meses de noviazgo y, gracias a una conversación ente el pelivioleta y el hermoso pelinegro, el pelivioleta le sugirió al pelinegro que llevaran su relación al siguiente nivel. Aquel sábado, los padres y la hermana del pelivioleta se fueron de viaje por tres días y el domingo ninguno tenía entrenamiento. Así que acordaron que ese día sería su primera vez.

-Muro-chin me prestó unos videos y me explicó cómo debía hacerlo. También las cosas que necesitamos…- le soltó la mano para abrir el cajón del velador. Sacó una botella de plástico blanca con letras y una cajita negra con letras -… me regaló el lubricante y los condones- el pelinegro se ruborizó hasta las orejas al ver las cosas –Y ya nos bañamos- el pelivioleta lo abrazó –Mito-chin…- le dio un beso en el cuello-… ¿Podemos hacerlo?-

El pelinegro volteó un poco el rostro para mirarlo y asintió tímidamente. El pelivioleta acercó su boca para besarlo. Sus lenguas jugaban intentando imitar a la otra mientras el pelinegro se recostaba en la cama con el pelivioleta sobre él.

Sus ojos se encontraban serrados. Se acomodaron sobre el cobertor para quedar más cómodos. El pelivioleta quedó en medio de las piernas del pelinegro que gimió ante el roce de sus entrepiernas –Mito-chin…- el pelivioleta separó sus bocas para repartir besos por las mejillas del pelinegro hasta llegar a su oído -… te quiero- su aliento cálido lo hizo estremecer. Las grandes manos de pelivioleta,  acariciaron las largas piernas dobladas del pelinegro mientras descendía con su lengua por el blanco cuello.

-¡Mgh!...- el pelinegro sentía arder su piel con cada toque. Las nuevas sensaciones en su cuerpo, hacían que su mente se perdiera -… mmghh…- apretó los labios cuando el pelivioleta mordió una de sus tetillas por encima de la polera.

El pelivioleta metió una de sus manos bajo la tela para apretar el otro botón rosado. Levantó la cabeza para ver el rostro del pelinegro que apretaba los labios y los ojos –“Muro-chin dijo que tenía que excitarlo mucho antes de hacerlo”- con su otra mano, levantó la polera y acercó la boca para lamer el lugar que había mordido antes –“También dijo que empezara estimulando las tetillas y estuviera un buen rato haciéndolo porque era un lugar muy sensible”-

-Aaaaah…- el pelinegro dejó escapar un gemido al sentir la húmeda lengua sobre su pecho -… aaah… Mu… Murasaki… bara…- el pelivioleta apretaba con la yema de los dedos la tetilla izquierda mientras chupaba, lamía y mordía la derecha -… se… se siente… mgh… raro…-

El pelivioleta seguía entretenido en la labor de jugar con los botones rosados cuando sintió los dedos del pelinegro entre las hebras de su cabello. Dejo su labor para levantar la cabeza y se encontró con el brillo de excitación en aquellos ojos negros –Mito-chin…- volvió a subir a sus labios para iniciar otra sesión de besos apasionados.

La poca ropa que llevaban, fue despareciendo de a poco. Sus cuerpos desnudos se pegaban en posesivos abrazos mientras sus respiraciones se desestabilizaban. Sus duras y húmedas hombrías se rozaban provocando que ambos jadearan en la boca del otro –Mu… aah…- el pelivioleta, llevó una de sus grandes manos a sus erecciones para masturbarlas juntas -… ¡Mmmghh!...- el pelinegro separó violentamente sus bocas poniendo su cabeza de lado -… aah… Mu… Murasaki… mmgh…-

El pelivioleta le lamió el cuello y su vista fue hacia el velador –Mito-chin… bajó el ritmo de la mano -… ¿Pu… puedo intentar meterlo?-

El pelinegro abrió rápidamente los ojos volteando el rostro para mirarlo. Tenía un poco de miedo porque no sabía mucho sobre el tema, pero al ver aquella tierna y suplicante mirada malva, sus dudas desaparecieron –“¿Cómo podría negarme?”- puso la mano sobre su pecho para alejarlo un poco. El pelivioleta soltó sus erecciones y se separó del pelinegro que se sentó –Bi… bien- desvió la mirada avergonzado -¿Qué… que debo hacer?-

-Date la vuelta y ponte a gatas- el pelinegro se puso a gatas mirando a la pared. El pelivioleta tomó la botella y la destapó para verter el líquido entre sus dedos. La cerró y la dejó a un lado. Acarició la entrada entre las nalgas unos momentos y después metió su dedo medió lentamente. El pelinegro apretó el cobertor cuando ante la intrusión  –Mito-chin ¿Te duele?- preguntó preocupado el pelivioleta al ver como se tensaba. El pelinegro negó con la cabeza y el pelivioleta comenzó a mover su largo dedo frotando las paredes de carne, intentando encontrar un punto en especifico –“¿Dónde estaba?”-

-¡Aaaaaahh!...- el pelinegro arqueó a espalda y tiró la cabeza hacia atrás al sentir una intensa corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo. El pelivioleta sonrió y metió su dedo índice para que acompañara a su otro dedo rozando el mismo lugar -… aaah… ah… aah… mgh…- las piernas del pelinegro temblaban al igual que sus brazos -… “Me voy a correr”-

-Mito-chin…- el pelivioleta quitó los dedos -… estoy demasiado excitado. Quiero meterlo ahora-

-Ha… hazlo…- la vos del pelinegro, sonó extrañamente ronca. El pelivioleta tomó la cajita y la abrió para sacar uno de los envases de color negro. Lo afirmó de la punta con los dientes y lo tiró para romperlo. Sacó el condón de látex transparente y lo puso en su falo con cuidado, asegurándose que estuviera bien puesto.

El pelinegro esperaba nervioso la invasión cuando de pronto, se vio otra vez de espaldas al colchón. El pelivioleta se puso entre sus piernas y acercó su rostro para que quedaran frente a frente –E… esta es nuestra primera vez…- lo miraba fijamente -… y… y quiero ver tu rostro cuando seas completamente mío-

El pelinegro se sorprendió y después sonrió alegremente. Lo abrazó –Te quiero Murasakibara- el pelivioleta besó su hombro y posicionó su erección en la dilatada entrada. Se fue introduciendo lentamente mientras diez uñas se clavaban fuertemente en su ancha espalda.

Cuando estuvo completamente dentro, abrazó al pelinegro –Te amo Mito-chin…- movieron sus cabezas para poder besarse mientras iniciaba el lento vaivén de caderas.

 

___

 

Al despertar, lo primero que sintió el pelinegro, fue un agradable aroma dulce –Buenos días Mito-chin- abrió sus ojos negros y se encontró con un sonriente pelivioleta que tenía en sus manos, dos tazones con café con leche y varios panqueques con manjar y otros con mermelada sobre una bandeja –Traje el desayuno para que no te tuvieras que levantar- puso la bandeja sobre el velador y se sentó al lado del pelinegro –Hice panqueques-

-Buenos días- el pelinegro se sentó con dificultad –Muchas gracias- el pelivioleta lo abrazó mientras le daba un tierno beso en los labios. Al separar sus bocas, ambos sonrieron y disfrutaron del rico desayuno hecho por el pelivioleta.

 

Fin.

 

Notas finales:

espero les haya gustado

bueno, ahora si termina esta tierna historia <3

intenté que el lemon fuera tierno igual que todos los demas capitulo y que su primera vez fuera un lindo recuerdo para ambos <3 Espero haberlo logrado

agradezco sus comentarios


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