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Medicina Vongola por sukichoco

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Notas del capitulo:

Hola!!!!

PRIMERO: Lamentamos muchisimo la tardanza!! 

SEGUNDO: Gracias por seguir leyendo Medicina Vongola y todos los otros fics de nuestra autoria.

TERCERO: ¡¡DISFRUTEN!!

Medicina Vongola

8.- El pasado reflejado en el ahora.

 

Narrado por Tsuna

Miraba constantemente el reloj de pared mientras caminaba de un extremo a otro de la oficina. Reborn tomaba tranquilamente su café mientras me miraba fijamente. Ahora que el sabia sobre mis sentimientos por lo que no me importaba que me viera tan nervioso y angustiado ante la espera de la llegada de Hibari-san.

- Deberías calmarte – me sugirió mientras dejaba su tasa en mi escritorio – Hibari estará aquí tarde o temprano y no debes dejar que tus sentimientos te controlen. No es lo que te enseñé.

Lo miré ligeramente molesto por su comentario, sabía lo que tenía que hacer, pero él tampoco estaba poniéndose en mis zapatos, realmente no entendía lo mucho que amaba a Hibari-san.

- ¿Cuándo llegará? – me pregunté mientras me sentaba en uno de los sillones y movía una de mis piernas ansiosamente.

- Dame-Tsuna – me llamo pero no dijo más, se limitó a mirarme frio y calculador. Parecía como si analizara mi situación y mi persona; y como si lo hubiera entendido todo, guardo silencio y volvió a tomar de su café.

Me molestaba un poco ese tipo de acciones de Reborn.

Miré el suelo perdiéndome en él. Comencé a jugar con mis manos nervioso, el sonido del segundero eran como una tortura.

- Eres un idiota – me dijo Reborn molesto

- ¿De qué hablas? – me miro entrecerrando los ojos. Se levantó de su asiento y me miro fastidiado

- Me arrepiento cuando te reconocí como mi alumno – sus palabras fueron duras y filosas.

- ¿Por qué de todos los momentos que puedes decírmelo lo haces ahora? – le dije molesto

- Porque en ese momento me das vergüenza y me decepcionas. – Me quedé sin palabras, no me quedaba claro lo que quería decir – Tanto a ti como a Dino les he enseñado que la voluntad es la clave del éxito, si quieres algo, consíguelo

Sus palabras duras me hicieron entender. Era más claro que el agua.

Le sonreí y tome mis cosas para ir hacia ese hotel del centro. Si amaba a Hibari-san tenía que luchar por él.

Narrado por el pequeño Tsuna.

Sus labios castigaban a mis pezones de manera seductora y placentera. Su respiración en mi cuerpo me calentaba rápidamente, sus ojos me miraban fijamente en todo momento como si tratara de recordar cada detalle de nuestro encuentro.  Su lengua delineaba los lugares que por su instinto sabía que me encantaba. Era tan bueno como Kyoya. Mi amado Kyoya.

Abrí los ojos y lo empujé con toda mi fuerza.

El me miró sin extrañarse de mi comportamiento. Yo me tape enseguida con las sabanas de la cama.

- Lo s-siento – le dije tartamudeando mientras en mi cabeza pasaban las imágenes de Kyoya, no del que tengo ahora frente a mí, sino al de mi universo.

- Era de suponerse que pasaría esto – se levantó y se acomodó la ropa con elegancia.

- Perdóneme… es solo que yo… amo a Kyoya – le confesé con los ojos llenos de lágrimas y el me miró sin expresiones. – Lo amo tanto…

Comencé a llorar con dolor. Me tapé la cara con vergüenza ¿Que rayos estaba haciendo ahora?

- Aunque esa confesión no sea para mí, te lo agradezco – levanté mi mirada y pude ver la sonrisa llena de calidez que solo Hibari Kyoya podía regalarme. – Nunca pude escuchar algo así de la persona que amo y ahora que tú, quien tiene su misma cara lo dice me hace sentir… - dudo un momento y finamente lo dijo con seriedad – tristemente feliz.

Me mordí los labios con arrepentimiento, estaba torturando mentalmente al Hibari-san de este mundo y estaba traicionando a mi adorado Kyoya.

- Lo siento tanto – traté de disculparme con sinceridad. Por un segundo decidí continuar con esto pero el solo recordar lo doloroso que sería después decidí parar de una vez.

- Tsunayoshi – tapó mis labios con un dedo - yo también te amo – me dijo con calidez y luego se acercó a mí para levantarme el flequillo de la frente y darme un beso que me dejo embobado. – Me voy ahora – me avisó mientras se encaminaba a la salida – mandaré a alguien para que pase por ti.

El amor tan desorbitante que Hibari-san estaba mostrando ahora era idéntico al amor que Kyoya me había demostrado muchas veces. Era un tonto, tratando de traicionar a alguien tan importante para mi ¿Qué clase de novio soy? Y con todo esto me pregunto si poder ver a la cara a mi amado cuando regrese.

Me tiré de nuevo en la cama y comencé a sollozar sin controlarme, Hibari-san ha sido muy bueno conmigo ¿Que podría hacer para agradecérselo?

 

Narrado por Hibari

Era una oportunidad única. Tener a Sawada Tsunayoshi había sido mi sueño desde que estábamos en Namimori.

Él era un herbívoro en toda la extensión de la palabra. Me la pasaba mirándolo fijamente para entender porque tipos como el siguen aferrándose en un mundo en el que debes de sobrevivir por tu cuenta.

Me parecía fascinante así como estudiar a un animal, entender su mentalidad. Quería saber si estaba conforme con su débil y  patética vida que vivía por lo menos en el tiempo de la escuela.

La primera vez que nos encontramos frente a frente él estaba escondido detrás de unos botes de basura; llorando silenciosamente se tapaba la boca para que los tipos que lo estaban persiguiendo no lo encontraran.

No hice nada innecesario y por ende aquellos tipos lo encontraron y le dieron una paliza quizá merecida, quizá no. En realidad no me  importaba que alguien golpeara a otro en las afueras de mi territorio, pero en ese momento, cuando Tsunayoshi cayó al suelo, fue cuando mi cuerpo y algo en mi me hicieron abalanzarme contra ese trio de cobardes.

Lo llevé conmigo a las instalaciones de la escuela y lo acosté en una camilla de la enfermería. Esperé su despertar; cuando por fin  abrió los ojos, me miró intensamente, susurró mi nombre erróneamente y volvió a dormir placenteramente. Sonreí por primera vez después de mucho tiempo. Aquel herbívoro era alguien fascinante.

Aquel suceso me hizo seguir mirándolo constantemente. Al parecer  no recordó que fui yo quien lo había llevado a la enfermería ese día.

Cuando sus amigos llegaron, pronto me di cuenta de lo hermoso que era cuando se mostraba feliz. Sus mejillas sonrojadas levemente por la felicidad era algo tan puro y  precioso que seguramente nadie más que yo podría haber atesorado.

Su sonría honesta y gentil me fascinaba, su voz melodiosa y suave era un delirio. Así es, me había enamorado locamente de Sawada Tsunayoshi, un herbívoro que me tenía miedo y que aunque hubiera querido acercarme a él, siempre fui intimidado de la posibilidad de que yo le quitara esas características que me volvían loco.

Caminé hasta la recepción y fue ahí cuando un milagro se presentó ante mis ojos.

 

Narrado por la autora.

Se sentó en uno de los sillones de la recepción mientras los minutos que le parecían horas pasaban sin piedad.

Los nervios y la angustia lo carcomía mientras esperaba que saliera su yo pequeño y su amado Hibari-san. La recepcionista le había dado el número del cuarto en el que se encontraban, pero no fue  por miedo a ver algo que no quería ver.

Cerró los ojos y mordió sus labios tratando de quitarse de la mente aquellas locas imaginaciones que le provocaba un dolor profundo en el pecho. La angustia se incrementaba más y más. Su imaginación estaba como loca y sin desearlo comenzó a contenerse las lágrimas que querían salir.

- ¿Herbívoro? – lo llamaron mientras trataba de controlarse y sin darse cuenta de quién era por medio de la voz subió la mirada adolorida para encontrarse con dos ojos grises, penetrantes y serios que le miraban intensamente.

- ¡Hibari-san! – abrió sus ojos impactado y luego trató de buscar con la mirada al pequeño Tsuna pero él no estaba ahí.

- ¿Que estás haciendo aquí? – preguntó serio pero por dentro comenzaba a emocionarse por escuchar una respuesta.

El castaño se controló a sí mismo y mintió.

- Alguien me esta esperando en el restaurante – su voz cortada y vacilante no convencía a Hibari ni un segundo.   

- ¿A quién estas esperando? – preguntó con la idea de hacerlo caer en su mentira y que de una vez por todas le dijera la verdad.

- A Mukuro

Hibari sintió una furia imposible de ocultar. Su aura prono se volvió completamente negra y Tsunayoshi acostumbrado de ver en ese estado a Hibari cuando le mencionaba el nombre del ilusionista no notó que se trataban de celos agonizantes.

- ¿Entonces por que estas aquí? – su enojo hizo sonar su voz más grave de lo normal.

- Yo no… - Se encontró en ese momento en el que el cerebro deja de funcionar y por ende se habia quedado blanco. Tartamudeo un par de veces pero entendió que su mentira ya habia sido descubierta por Hibari quien no era nada tonto.

Tragó saliva. Los ojos de Hibari le exigían una respuesta y termino por ceder.  

-Tu… tu… - se levantó del sillón y con desesperación se aferró a uno de los brazos de Hibari.

La alondra lo miró profundamente pero sin sacar conclusiones espero por una explicación 

- ¿estabas con… migo? – termino diciendo con ironia

Hibari entendió de inmediato lo que pasaba. No eran imaginaciones suyas, tuvo que controlarse para no formar una sonrisa en su cara y luego cuando pudo controlar todo de sí, asintió.

- Así es – su afirmación provocó que Tsuna  sintiera vértigos en el estómago y un fuerte dolor en el pecho, era un sentimiento parecido a querer vomitar.

Comenzó a abrir la boca en busca de aire y finalmente soltó una lágrima seguida de varias mientras Hibari lo miraba serio pero internamente emocionado.

Tsuna trató de hablar y contarle todo y nada a la vez pero no pudo. Quería mandarlo al infierno pero tampoco podía hacerle eso a alguien a quien amaba.

- Pero no hice nada con el – dijo Hibari mientras tomaba ambos hombros del pequeño castaño y hacia que este lo mirara a la cara. – Aunque aquel niño seas tú – pegó su frente con la del castaño y lo miró a los ojos - nunca podré sentir la calidez de a quien verdaderamente amo.

Tsunayoshi abrió los ojos sorprendido y en menos de lo que se dio cuenta los labios de Hibari ya saboreaba los suyos apasionadamente.

Su cabeza ya era todo un conflicto. Por una parte estaba el sentimiento de hace un momento pero ahora otros sentimientos completamente diferentes habían entrado a ella para crearle más confusión.

Las manos que se estaban apoyando de los hombros de Tsuna, lentamente descendieron hasta su cintura y lo apegaron más al cuerpo de Hibari quien le emitía una calidez que sin remedio le hizo llorar.

Le parecía un dulce sueño. No. Era incluso mejor que un sueño. La lengua de Hibari-san era tan experta como lo había imaginado pero no solo era eso, su lengua que bailaba con la de él parecía decirle de una manera ortodoxa que lo amaba.

Cerró los ojos con fuerza y se colgó a su cuello para demostrar de alguna manera que compartían el mismo sentimiento de amor y adoración.

Separaron sus labios al mismo tiempo y se miraron a los ojos con intensidad y devoción. Era claro lo que cada uno decía. No necesitaban palabras, ellos entendían lo que el otro quería decir.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Muchas gracias por leer. 

Lamentamos mucho la tardanza, a decir verdad los tiempos sobre las actualizaciones serán tan alternos como esta vez, no sabemos con seguridad cuando podremos actualizar, las cosas van de mal en peor!

En fin... Trataremos de no seguirlas traumando con nuestra vida persoal, pero las lectoras que nos han estado siguiendo fielmente sabrán el por que de todo este desequilibrio en el tiempo. D:

Nos leemos pronto (o eso esperamos) y por favor no dejen de regalarnos un review :D

Las queremos 

Sukichoco y Lorepollo


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