∞ Titulo: Carry on, Albus
∞ N/A: Harry Potter no me pertenece, todos los derechos son de las editoriales la WB y su autora J.K Rowling. Yo tan solo hago Slash sin fines de lucro más que el regalo de su tiempo para mis historias
∞ Autora: YUKI-NII
∞ Rating: NC 13
∞ Género: Drama/Romance
∞ Resumen: Los Dragones están muriendo y la única persona que podría ser la clave para detener la muy latente extinción ha perdido la memoria. Albus es una llave rota, Scorpius trata de repáralo todo con sus manos.
∞ Pareja: Scorpius Malfoy/Albus Potter.
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Sin estrellas en el cielo
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Han pasado dos días desde que despertaste de un sueño de más de un año.
Rostros, voces, y llantos han desafiliados unos tras otros sin detenerse por esa habitación de hospital que tiene un muy tétrico toque hogareño revistiéndola, fotos de personas que no reconoces, tejidos de lana de extravagantes colores puestos sin orden, y más de cinco jarrones con flores que se cambian cada vez que despiertas a un nuevo día.
El medimago, del cual te has aprendido el apellido de Thomas, quita la luz de tus ojos. Te lastima un poco las pupilas, y te hace fruncir el seño, te mira con disculpa y guarda su varita, antes de hacer un rápido escaneo en los aparatos que levitan con un continuo palpitar, él ha dicho que mide tu frecuencia cardiaca. Ese pitido solo es tu corazón con amplificadores.
Harry, un hombre que es fornido y alto, te da una sonrisa amable, tiene el mismo color verde luciérnaga que tú, solo que los de él se esconde tras unas gafas de montura redondas que te parecen infantiles y un poco divertidas. Él se ha encargado de relevar al rubio que viste por primera vez, se presento como si fuese un niño de intercambio en su primer día de clases, eso te enterneció en una medida alentadora.
El hombre de ojos grises y siempre serios se ha marchado molesto y no ha dudado en manifestar su descontento, con un mohín en la boca. Te ha prometido volver antes de las tres. Tú asentiste mecánicamente, encontrando ese afán de estar junto a ti a cualquier hora del día demasiado incomodo.
Te gustaría recordar quién es él.
Harry, que camina tras el medimago, no para de lanzarte miradas furtivas, como si estuviese indeciso y cada vez que toma la resolución de acercarse y decir lo que está pensando, la valentía se le desinfla, y llena el vacío de sus palabras con sonrisas pequeñas y movimientos torpes.
El medimago se va, apretándole el hombro a Harry, antes de ponerse recto y entrar en su papel de profesión, casi molesto por haber flaqueado ante el hombre que ahora desliza un pesado chal por tu espalda.
Tienes muchas preguntas en tu cabeza, que nacen como plantas silvestres antes de marchitarse y que una nueva horda venga a suplantarles, no sabes por dónde deberías comenzar o si es realmente correcto satisfacer tu insana necesidad de querer entender todo, las personas, los gestos, tu existencia plana dentro de un mundo que parece jugar contigo.
Harry entonces comienza a relatarte una historia, como un cuento fantasioso que está dentro de ti y al cual no puedes acceder. Tú no hablas dejas que la voz grave y calma llegue hasta tus oídos, miras su rostro, de mandíbula cuadrada y semblante demacrado. Hay ojeras escondida tras la caída de sus pestañas espesas y tiene un feo color pálido en la piel. Eso te da tristeza, hay una parte de ti que ya ha catalogado a Harry como una buena persona, con su cabello siempre revuelto y su andar Montesco.
Le escuchas hablar sobre sus hijos y como es que cada uno de ellos le ha provocado un agudo dolor de cabeza en algún momento antes de verlos y caer rendidos ante el amor que se le escapa ante el simple hecho de que le llamen “papá.”
Tú asientes, imaginando lo feliz que se puede ser de tener memorias que relatar.
r13;Albus es el del medio, no se parece mucho a mí. Bueno en realidad es igual a mír13;. Harry se rasca la cabeza, tu frunces el seño, no entiendes r13;.Lo que quiero decir es que su personalidad es diferente.
Suspiras. Hay ternura en sus ojos que puedes ver reflejado en los cristales de las gafas, el entusiasmo comienza a apoderarse de las cuerdas vocales del alto hombre, dentro de esa plática unilateral.
r13;Él se llama igual que yo r13; le dices, interrumpiendo la que fuera la primer clase de vuelo de un pequeño Albus que se convirtió en un desastre que le provoco vértigo para siempre.
Harry asiente, lo ves abrir la boca antes de negar y cerrarla de nuevo, repite la acción tres veces más. Sus facciones han cambiado se ve preocupado casi consternado, en un debate interno entre hacer lo que es correcto para tu salud y lo que él considera como lo justo para ti. Tú, ajeno a ello ves el rastro de sufrimiento comparado como una herida muy grande que no termina de cerrar. Pones con urgencia una mano huesuda sobre la de él pesadamente, él te mira solemne, se disculpa calladamente, tu no comprendes porque.
r13;Albus r13; sientes como saborea el nombre, es reverencial y al mismo tiempo duele, al igual que tu cabeza, ese algo de que eso no está bien, renace con más fuerza dentro de ti. Aún no has tenido tu espacio libre para poder interrogar al primero dispuesto a caer bajo tus ojos nublados de mucha medicación y tu rota voz por haber estado invernado tanto tiempo.
Una enfermera se asoma a través de las horrendas cortinas verde lima, Harry se aleja, retira su mano de ti y sale a petición de ella. Tú lo ves mas como una retirada estratégica. Harry estas huyendo de ti.
La enfermera, de risos castaños y voz cantarina pone una mano sobre tu frente. Se llama Lavander, tiene un especial cuidado en retirara el vendaje de tu cabeza, revisarte la cicatriz que según ella al fin ha dejado de supurar, estaban un poco preocupados de que esa lesión no quisiera sanar.
r13;Dejare que descanses de las vendas por hoy r13; la ves inclinarse por un mueble de rustico color y sacar un vial purpura, tu mueca de asco ante el frasco la hace reírr13;. Lo sé, lo sé, sabe horrible pero la necesitas.
Estiras tu mano con resignación, dejando ir lentamente las dudas que Harry ha saltado sobre ti, al ingerir el sabor algo terroso del líquido que te quema la garganta. Le das el vial vacio y ella hace un sonidito de satisfacción, es una felicitación por haberlo hecho de un solo trago.
r13;Bien, ¿quieres que llame a Potter de nuevo? – te pregunta poniendo las vendas y vial sobre una bandeja pequeña de metal que levita tras ella. Tú la miras un poco desconcertado, ella lo malinterpretar13;.Él puede volver ya aún no se ha terminado el horario de visitas.
r13;Has dicho Potter r13; contestas como toda respuesta. Ella entonces nota el error que ha cometidor13;. Tiene el mismo apellido que yo r13; ella comienza a negar, a balbucear escusas nada elaboradas antes de dejar caer la cabeza de forma derrotada y asentir de acuerdo ante lo recién dicho.
r13;¿Quién es él? - ¿Quién es ese hombre que solo dio su nombre de pila y se movió junto a ti con naturalidad, mientras que su convicción de ser cuidadoso se jodio? r13;He preguntado ¿Quién es él? r13; repites elevando la voz, lo suficiente para que ella, arrugue el ceño.
r13;Cálmate Albus, recuerda que estás en un hospital r13; tú solo levantas la mano pesadamente.
r13;No servirá de nada, solo se enojara más.
Una tercera persona entra, con los lentes resbalándosele de la nariz, y con la seguridad de que ya no tiene nada que perder. Lavander lo mira con una disculpa velada, mientras se sacude los rizos tras la espalda.
r13;Está bien, fue mi error – dice tranquilizador.
Es entonces que lo ves de nuevo, sin los hombros caidos y la torpeza sobre él. Ahí hay un hombre fuerte, con voz imponente y convicción desbordándole en color verde. Eso por alguna razón te molesta y agrada en partes iguales. Lavander sale, entonces murmurando algo que solo Harry puede oír y que contesta igual de bajo. Ella asiente un par de veces y se retira sin mirarte una sola vez.
r13;Soy el mismo Albus, ¿cierto? r13; dices una vez a solas con él. No se acercado mas allá de los pies de la cama, respira un poco rápido y te mira ahora sí sin esconder su preocupación
r13;El mismo – responde, sus manos se pasean por el tubo metálico de la cama clínica, sus nudillos van poniéndose cada vez mas blancosr13;. Esto no debía ser así r13;agrega, se lame los labios y suspirar13;. Dean va a matarme – quieres contestarle que el único que lo va a matar ahí, eres tú. Pero aprietas la boca. El aire se ha vuelto pesado. Ya no te parece el hombre bueno.
r13; ¿Quién eres? r13; Lo miras, sus ojos se conecta por los escasos 2 metros que lo separan y él se revuelve el cabello con la mano.
r13;Soy Harry Potter r13; tú alzas una ceja. No es su nombre lo que quieres, el juega con esa línea delgada de un límite dentro de tu cabeza que se revienta. Él espera que asocies su nombre, tú lo miras ofuscado. Sigue esperando, no hay ningún sonido que provenga de ti, el se rinde patéticor13;. Soy tu padre.
Y quieres decir, que lo sabes, que pudiste correlacionar tu nombre con su historia y que entiendes ese comportamiento de no hallarse totalmente cómodo a tu lado. Como si no escoger las acciones correctas fuera el final de algo frágil e interno. Tu enojo aumenta. Él lo siente, como pequeñas vibraciones en su piel.
r13;Debiste presentarte de la manera correctar13;. Murmuras. Él te da una sonrisa sutil. Puede leer la ofrenda de una paz que le ofreces con eso.
r13;Lo siento, Dean dijo que lo mejor sería ir dándote la información despacio, que tu condición… r13; y se detuvo por un instante, trago saliva y continuor13;. Que aún no era el momento adecuado.
r13; ¿Qué ocurrió? r13;Dejas pasar su disculpa, solo quieres saber más.
r13;Fue un Obliviate r13;te contesta, antes de fruncir el seño y reparar en que quizás no sepas que es eso – un Obliviate es un hechizo que…
r13;Sé lo que es r13; le cortas.r13; Sé sobre la magia, ya lo hable con el rubio ayer.
r13; ¿El rubio? r13;El tono de voz de Harry es casi de incredulidadr13;. ¿Por qué no le llamas por su nombre?
r13;No me lo ha dicho r13; y subes ambos hombros, el gesto hace sonreír a tu padre, como si pudiese ver algo que tu nor13;. Entonces ¿mi pérdida de memoria puede repararse? el medimago solo me revisa y no dice nadar13;.Te quejas ahora si de forma infantil, sintiéndote con el derecho de poder hacerlo ante Harry.
r13;No lo sé, Dean ha dicho que el Obliviate fue mal ejecutado, y que provocó mas daños de los que debería r13; puedes notar, la ira que reprimida en hay esas palabras. Estiras tu mano hacia él, Harry camina atraído hacia tI, hay adoración refulgente en la manera en la que te mira y alivio en sus facciones varoniles. Te parece más joven. Te gusta.
r13;Voy a estar bien r13; tus dedos se enredan con los de él, que se deja caer ante tus palabras, quiere tener esperanza en ellas, asiente y se inclina. Deposita un beso sobre tu frente, tú sonríes, sientes por fin como es que hay algo conectándote al mundor13;. Quiero terminar de oír esa historia de la escoba – susurras, con la voz amortiguada por su pecho.
Lo ves sentarse en el sillón reclinable y comenzar hablar. Cuando el rubio entra, con un nuevo cambio de ropa pero igual de consumido, puede ver la cabeza de Harry sobre el colchón, Albus duerme tranquilamente, aun siguen tomados de las manos.