El cielo más grande
3.- Verdades inconclusas
Lo mire fijamente para ponerlo más nervioso de lo que estaba, su mejilla y cachetes estaban ligeramente mojados de la bebida que tomó y luego escupió.
Le sonreí seductor y me acerque a él.
Note que su cuerpo se estremeció ligeramente y sus ojos cada vez se inundaban más de nerviosismo, confusión y miedo.
Era divertido ver sus reacciones. Por ellas me he dado cuenta que por alguna razón que desconozco a este niño travestido le gusto.
- Dame Tsuna - abrió sus ojos sorprendido de haberle llamado así - a leguas se ve que te gusto - apretó sus labios sin dejar de verme a los ojos.
- No... No es cierto - trata de negarlo pero no convence a nadie diciéndolo tan rojo como esta.
- ¿Enserio? - El espacio entre los dos ya no existe, lo acorralo en el borde del sillón pasando un brazo por su nuca.
- A mí... Usted... - Lo oigo pero no lo escucho, sus labios rosados me ruegan por ser besados y en un trance lo miró a los ojos que me cautivan e hipnotizan al instante.
Es un color y brillo sin igual, aunque sus ojos son canelas, por un momento pude ver el cielo más hermoso que ningún surrealista podría haber visto.
Tome su mentón y delicadamente me acerque a sus labios.
Quería saber lo que era meterse con un hombre y creo que este podría ser uno indicado, además de que es un pequeño hombre especial.
- ¿Reborn? - Me tomo de los hombros y trato de oponer resistencia pero con lo débil quera apenas y retraso un poco mí acción que sin evitarse ocurrió.
Sus labios eran tan suaves como un durazno y sabían a fresa.
Trate de mover sus labios que estaban muy apretados, los lamí y violentamente logré meterme en su cavidad
Era un verdadero gusto probarlo, el sabor de su lengua era incomparable. Un simple beso me estaba calentando y como no, si con mi obsesión al control y ese beso tan inexperto de su parte solo me estaba incitando.
Aunque hace unos sonidos extraños que me dicen que esta desacuerdo e incómodo con la situación actual pero me da igual y lentamente deslizó mi mano por su pierna.
Subo con la velocidad necesaria para seducirlo. Sus manos tratan de detenerme pero no se lo hago posible. Entro por debajo de la falda y subo por su muslo.
Juego con él y valla que es divertido.
Poco a poco voy sintiendo el calor de aquel diminuto falo que parece levantarse debajo de su falda y con apenas un roce de dedos veo como se estremece por completo.
- Nh - usa toda su fuerza para detenerme, fatal error, solo me provoca más a hacerle cosas perversas.
Finalmente acarició su miembro y el usando toda su fuerza me empuja y después me abofetea.
Lo miró atónito, él se ve asustado.
No puedo digerir en mi mente que alguien me haya golpeado. Lo miró enojado y sólo provocó que él se asuste más.
Tengo una irremediable irá, mi rostro nunca había sido tocado ni siquiera por las cualquieras con las que me acuesto.
- No más... - Súplica con ojos llorosos provocando que casi perdiera el control y me lanzará a azotarlo pero entonces el timbre suena.
Miró al niño y el me mira a mí.
Se levanta rápidamente, se acomoda la falda y se limpia las lágrimas a punto de salir. Luego corre a atender.
Me siento en el sofá nuevamente y trato de tranquilizarme antes de que regrese. Estuve a punto de cometer un pecado, un pecado más grande que los religiosos, estuve tan cerca de golpear al nieto del noveno.
- ¡Vaya! así que tenía razón - escucho una voz por atrás y yo giro la cabeza violentamente para ver a mi ejecutor.
- ¡Noveno! - me levanto de mi lugar y miró al niño junto a él.
- ¿Qué haces por aquí? - Me pregunta y yo no consigo formular una respuesta ¿A dónde se fue todo mi ingenio?
- Yo… - me noto nervioso y refresco mi garganta para hablar - Tal como lo prometí vine a visitar a Tsunayoshi - el niño a su lado me mira con la cabeza baja y triste
- ¿Eso es cierto? - Le pregunta a él y se queda mudo
- ¡Ha… Hai! – afirma nerviosamente y al mismo tiempo se convierte en cómplice de mi mentira
- ¡Ya veo! - parece feliz - me alegro que comiences a interesarte en mi oferta
- Es una oferta muy interesante - asiente orgulloso
- Bueno no quiero interrumpir su charla será mejor que me vaya - no nos da tiempo de decir algo, simplemente se va dejándonos solos de nuevo.
La promesa con ese anciano era clara, tendría que tratar de conocer con su nieto y olvidar a las mujeres un tiempo a cambio de que yo pudiera elegir si casarme o no.
- Será mejor que yo también me vaya - el niño no me dice nada y asiente triste
- Dame-Tsuna – hago una pausa y me mira inquieto - a partir de ahora te llamaré así por haberte convertido en el cómplice de alguien como yo.
Me mira sorprendido y se encoje de hombros para luego asentir con un leve sonrojo en sus mejillas. No lo miro mucho y me volteo para encaminarme a la puerta pero recuerdo que todo me ha sido robado. Tendré que caminar, supongo.
Narrado por la autora
Caminó a paso lento a su coche y finalmente subió a él con ayuda de Coyote.
Se pusieron en marcha hacia su casa de nuevo.
- ¿Paso algo para que bajará tan rápido? - Se atrevió a preguntar
- Reborn-kun… parece que está interesado – dijo dudoso
El que manejaba lo miró por el retrovisor extrañado.
- ¿Está completamente seguro de ello?
- ¡Por supuesto que no! pero esta visita me parece extraña, debemos tenerlo vigilado a partir de ahora
- Si
Fin de la narración
Caminé hasta mí departamento, pero no pude pasar la puerta gracias a que cierto individuo se encontraba estorbando.
Noté que al igual que yo había sido estafado por ese par de víboras.
- ¡Oí! - se despertó y me miró perplejo
- ¡Ya llegaste! - se levantó y vi que sangraba por una herida que tenía en la frente
- Al parecer corriste con la misma suerte
- ¿Misma? Contigo no pareciera eso
Me doy cuenta de que lo dice porque mis heridas habían sido tratadas con gentileza
- es una larga historia – abro la puerta y entramos para descansar
- ¿Quién diría que esas dos mujercitas harían algo como esto? Ahora parecemos unos idiotas
- Supongo
-¿Dónde pasaste la noche? – me pregunta extrañado
- En la casa de alguien – me mira sonriente
- A penas puedo creer que tuvieras ganas de sexo después de lo que paso con esas dos – lo miro serio, supongo que entendió otra cosa, pero da igual.
- ¿Qué le dirás a Lal? – le pregunto curioso y el hace una mueca de disgusto
- Ahora es imposible que sus dudas se incrementen – dice sin importancia y se tira al sofá casado
- Ella no es tonta
- Lo sé. Por eso logro que me casara con ella – reímos al unísono – Creo que deberíamos parar esta apuesta…
Escucho el teléfono, interrumpiendo tan importante conversación. Colonello me mira aburrido y se echa a dormir. Me acerco al aparato y contesto de mala gana.
- ¿Qué pasa?
- ¡Ho… Hola Reborn! – la voz de ese niño me hace levantar la cara con atención
- Dame-Tsuna – lo escucho suspirar
- Quería… ¡pedirte una disculpa! ¡Estaba muy asustado! nunca antes había tenido ese tipo de experiencia y…ese fue mi primer beso…. ¡Estaba muy nervioso! – sonrío sin darme cuenta y luego contesto
- ¿Solo para eso me llamas? – lo escucho exaltarse del otro lado
- No quiero que me odies, yo en verdad…. No te lo dije porque me da avergüenza pero… a mí en verdad… me gustas… – me deja perplejo ante su confesión y antes de que me dé cuenta, me ha colgado.
Dejo el teléfono en su lugar y me meto al baño, me peino frente al espejo. Tomo una de mis patillas y entonces caigo en cuenta de lo que me ha dicho.
¿Gustar? ¿Le gusto al nieto del noveno? Me sonrío. ¿Será una maldición o seré muy afortunado?
CONTINUARA…