Título: Perderle
IV
Jamás en su vida había visto una tormenta semejante y de eso estaba seguro porque era el tipo de recuerdos que conservaba aún, ese era el tipo de cosa que por alguna razón su cerebro no olvidaba, y de todas formas algo como eso nunca se le iba a olvidar, no la angustia, no la sensación de músculos tensos y dolor en el costado, no la sensación de que estaba llegando más allá del límite.
Thomas escuchó caer un rayo más a lo lejos, un rayo más ya no le interesaba, incluso no si le había caído a uno de ellos, él último que les había caído cerca lo tenía sordo, no podía más que escuchar un ruido lejano de voces y gritos, Minho dando órdenes; sentía los ojos llenos de arena, la arena que esas cosas estaban causando se elevara y perdiera visibilidad, pero no podía parar, no podía dejar de correr porque de por si no podía ver muy lejos y Minho siempre había corrido más rápido que él. Si se detenía no solo quizás le cayera un rayo y lo hiciera brocheta, si se detenía perdería a Minho y por lo tanto a la dirección, el sentido de la carrera.
-¡Shank! - escuchó la voz ahogada, amortiguada en sus orejas, pero no se detuvo y pronto lo vio, Minho estaba delante suyo, detenido con el brazo extendido hacia él asegurándose de que fuera adelante, de ver cuántos quedaban, de saber que nadie había caído por ahí….Minho era el líder y lo sabía bien
Él pasó a su lado, siguió corriendo con todas sus fuerzas, necesitaba llegar al edificio y encontrar refugio, aún así no pasó mucho antes de que Minho lo alcanzara de nuevo y pasara a su lado casi flotando en el aire, como si sus pies no tocaran el piso, siguió corriendo hasta llegar al frente para liderar la carrera pero antes de todo eso… Thomas solo pudo ver el resplandor, sentir la onda de energía que lo lanzó por el aire y la arena sobre su cuerpo.
Se levantó sintiéndose aturdido, veía un montón de figuras balanceándose de un lado al otro pero alejándose, corriendo por refugio, se trató de levantar pero no había éxito, su cabeza daba vueltas por todo el sitio, se levantó caminando en zig-zag por un momento antes de caer de bruces de vuelta, se levantó un poco aturdido, si hubiera estado en otras condiciones se hubiera dado un respiro, pero no en esas condiciones… no cuando pensaba lo peor.
Sintió la desesperación invadir su sistema, la tensión crecer en su pecho y separarse en sus miembros, quizás fue eso lo que lo hizo ser capaz de levantarse, mirar al frente incluso en medio de la confusión y la arena y con el cerebro peleando por salirse de su cráneo buscar el cuerpo de Minho tirado en la arena. Por un minuto sintió como su corazón se detenía al verlo ahí, al ver las quemaduras que cruzaban su rostro… quiso tirarse a su lado en la arena y quedarse ahí, quiso echarse a llorar, deseó ser él quien estaba ahí tirado… deseo que otro rayo cayera y lo partiera en dos… y entonces lo vio moverse.
-¡Minho! - supo que lo gritó pero no se escuchó a sí mismo, lo tomó entre sus brazos con fuerza y lo ayudó a seguir corriendo, apretándolo con más fuerza de la que sentía que tenía en el cuerpo contra él
Sabía bien que estaba perdido, que estaba enamorado, lo había sabido desde ese primer beso y desde entonces no había hecho más que confirmarlo una y otra vez, Minho era el chico correcto para él. Finalmente llegaron a la estructura, su cabeza daba vueltas por todo el sitio, quiso abrazar a Minho con fuerza pero sabía que le dolería así que con gentileza, con miedo a herirlo más se acercó despacio y rozó sus labios con los del otro, al instante una pequeña corriente eléctrica lo recorrió pero no le importó si era real o mental...estaba más feliz de lo que podía recordar haber estado en su vida...feliz de no haberlo perdido.
–cuando todo termine, Minho… - susurró Thomas
–Cuando todo esto termine no te podrás levantar de la cama – gruño Minho aún cuando se podía ver que peleaba para contener el dolor, Thomas solo sonrió
Thomas se quedó dormido después de un buen rato en que su cerebro dejó de flotar, sonriendo, contento de que aún cuando Minho no paraba de quejarse se aferraba con fuerza de su mano….lo que no sabía es que arriba, en el otro piso, estaba otro sujeto que le haría desesperarse por estar a punto de perder a su amor.