Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Deidara Namikaze POV


Me había quedado dormido junto a mi hermano y sentía sus fuertes brazos entorno a mí apretándome como si me protegiera y es que me encantaba que lo hiciera, me sentía muy seguro estando con Naruto, era mi hermano y le adoraba. Yo siempre había querido ser como él, desde niño había tenido muchos amigos, jugaba a Lacrosse y aunque yo intenté seguir sus pasos, al ver cómo me defendía y se peleaba con otros niños por meterse conmigo al ser un patoso… decidí dejar de jugar, no quería ser el culpable de que odiase ese deporte por mi culpa, él tenía que tener su vida, así que yo dejé de jugar y me dediqué a ir a sus partidos.


Me encantaba ir a verle, siempre disfrutaba, se reía mucho y luego se solía marchar con sus amigos a celebrar los partidos y las cosas… pero yo al no ser del equipo, acababa siempre un poco triste y en casa sin nada que hacer, mirando por la ventana para ver cuando venía mi hermano y podía disfrutar de un rato con él. Al final… sin nada que hacer excepto esperar a que llegase mi hermano, empecé a estudiar, estudiaba día y noche y sólo descansaba cuando escuchaba la puerta y corría escaleras abajo saltando a los brazos de mi hermano contento por que estuviera allí.


La habitación la compartíamos, así que por las noches era cuando más estábamos juntos y hablábamos de todo, pero yo nunca le conté que me entristecía cuando me quedaba aquí solo, porque él tenía derecho a divertirse. Cuando empezamos el instituto y sus notas cayeron, yo le ayudé a remontarlas como pude pero Naruto… acabó deshaciéndose de todas sus amistades para estar más tiempo conmigo y no sé si eso era culpa mía porque todos se metían conmigo, porque nadie quería sentarse en mi misma mesa, porque sólo se aprovechaban de mi cerebro y eso a mi hermano le sentaba muy mal. Ahora siempre estaba conmigo y yo me alegraba en parte, pero también sabía que necesitaba un amigo.


Minato vino a despertarme a la habitación de Naruto al ver que no estaba en la mía y es que desde que nos habían cambiado uno a cada habitación, seguíamos durmiendo juntos casi siempre. A mí padre le hacía mucha ilusión y se le iluminaba la cara al ver cómo nos queríamos, porque creo que aunque de pequeño me pelaba con Naruto, ahora ya no lo hacía, era mi hermano, mi mejor amigo, era todo en mi vida, le quería con locura tanto como él me quería a mí y eso alegraba a nuestros padres.


Me arreglé y desayuné con la familia mientras Naruto seguía durmiendo y es que él no quería venir a presentarse a los nuevos vecinos. A mí no me terminaba de gustar eso de ir sin él, pero también era cierto que era una oportunidad para mí de hacer amigos, jamás había tenido un amigo y en el instituto todos me conocían ya como el patoso, nadie sería mi amigo pero esos chicos nuevos que habían venido aún no me conocían, quizá ellos sí podrían ser amigos. Supongo que fue por ese motivo por el que Naruto me dijo que fuera a verles con mis padres.


Mientras caminábamos por la calle y yo hablaba animadamente con Kakashi que llevaba un bizcocho en sus manos, me di cuenta que por el otro extremo de la acera venían unos alumnos de mi clase y entre susurros empezaron a reírse, por lo que se me heló la sonrisa en la boca y agaché un poco la mirada. Sé perfectamente de qué se reían, era de mí, de mi familia… ellos no entendían que pudiera tener dos padres… porque Minato aunque era un doncel y prácticamente lo sabían en este barrio residencial… él se negaba a que le llamasen mamá, decía que era un chico y como tal le tratábamos y es que aparte de eso… de que tanto Naruto como yo teníamos dos padres, encima Minato se había negado a casarse y eran tan religiosos aquí que no concebían en su visión de la vida que no estuvieran casados, pero para mí… eso era sólo un papel, lo que importaba a ojos de Dios era que se quisieran y no el papel y mis padres se querían con locura.


Hidan también aprovechaba al verme así de desanimado a intentar meterme mano cuando nadie se daba cuenta y a mí me ponía de mal humor, porque le dejé muy claro que no quería que nadie se enterase de esto pero él seguía tratando de darme palmadas en el trasero o algo en plan de juego cuando nos podían pillar y lo odiaba, odiaba que se comportase como un crío imbécil, así que sólo podía tratar de apartar su mano cada vez que intentaba algo aunque yo no tenía tanta fuerza.


Cuando ya nos aproximábamos hacia la puerta, caí en algo que hasta ahora no había pensando… ¡Había visto desnudo a uno de sus hijos! Aquel chico de la ventana… bueno… lo de chico ya se quedaba corto porque era un hombre, por lo menos iría a la universidad y había sido un accidente pero… ¿Y si decía algo? ¿Y si me reñían por haber estado mirando? Era verdad que había sido un accidente, yo estaba estudiando y hacía tanto calor en la habitación que me había acercado a abrir la ventana viéndole allí completamente desnudo paseándose por la habitación. No pude apartar mis ojos de él y es que tenía un cuerpo de escándalo, era puro arte aquel hombre, claro que cuando me vio, me sonrojé y me apresuré a esconderme ¡Qué vergüenza que me pillara!


Me puse muy nervioso cuando llegamos a la puerta y vi algo extraño cuando se presentaron mis padres, sobre todo por la cara que puso Minato y aunque rápidamente la cambió y se presentó como de costumbre, supuse que habría sido mi imaginación, porque me había parecido como si se conocieran de antes. Creo que me confundí. Nos presentamos todos y nos invitaron a pasar a tomar un café pero yo miré hacia las escaleras donde estaba aquel hombre al que yo había visto desnudo anoche y me sonrojé mucho más, esperaba que no dijera nada porque me caería una buena si hablaba, pero no lo hizo, se acercó hacia mí y con una sonrisa me tendió la mano.


- Hola, soy Itachi – se presentó y aun sonrojado le tendí la mano notando que tenía un tacto muy suave y agradable.


- Deidara – le dije sintiendo entonces como una mano se apretaba en mi hombro con fuerza haciéndome daño y me tiraba para atrás alejando mi mano de la de Itachi.


- Hidan – le dijo éste apretándole ahora con fuerza la mano de Itachi que yo había soltado.


Itachi sonrió y luego me miró como comprobando si estaba bien al verme tocarme en el hombro donde me había hecho daño Hidan, pero yo aparté la mirada de él por la vergüenza que acababa de pasar, por el empujón que me habían dado. Odiaba los malditos celos de Hidan que ni siquiera me dejaba conocer gente y hacer amigos, ya no lo soportaba más, él quería que estuviera siempre solo y yo necesitaba estar con gente.


El hermano pequeño de Itachi también bajó y yo a ese chico le había visto antes, ayer en el instituto con el director. Era de mi misma edad y me cayó tan bien, que al final pensé en presentarle a mi hermano Naruto ya que iban a la misma clase, total… así quizá él sería capaz de descubrir qué le ocurría a mi hermano y podrían ser amigos, porque Naruto también necesitaba un amigo aunque dijera que no, que ya me tenía a mí y era suficiente con eso. Yo sé que Naruto echaba de menos su vida de antes.


Tomamos los cafés en la sala aunque Sasuke y yo tomamos unos zumos. No podía apartar mi vista de Itachi y aunque me comentó que estaba estudiando arquitectura en la universidad y que hacía deporte etc… yo estaba sólo centrado en lo mayor que era y es además… lo parecía, era muy calmado y tranquilo, muy sensual, muy educado, era tan diferente a Hidan, hablar con él me gustaba, me daba tranquilidad y seguridad mientras que con Hidan me sentía completamente dominado, no era yo mismo, él controlaba toda mi vida, con quien podía o no hablar, cuando tocarme, cuando besarme… siempre decidía todo él y yo tenía que obedecerle.


El padre de los chicos les indicó que nos hicieran una visita por la casa y me alegré cuando Sasuke se llevó un poco a parte a Hidan dejándome con Itachi a solas, porque pude además disculparme por lo de la ventana. Me sonrojé mucho al decírselo y aún más cuando él me comentó que le debía un desnudo, pero luego sonrió diciéndome que era broma y me calmé. Era un chico estupendo, estaba seguro que muchas universitarias irían tras él como locas.


Hidan no tardó mucho en reclamarme a su lado con sus típicos celos y es que no me dejaba estar al lado de ningún chico fuera quien fuera y creo… que se sentía un poco amenazado por la educación y la belleza de Itachi, como si sintiera que podía irme con él, pero yo era un chico de palabra, le había elegido a él, yo sólo quería alguien con quien hablar, un amigo, no sé a qué venían tantos celos. Sasuke se disculpó marchándose tras haber visto algo por la ventana y cuando yo miré, vi a mi hermano en nuestro porche desayunando y no pude evitar sonreír, al menos ya no tendría que presentarles.


Cuando nos tocó marcharnos y mis padres entraron por casa, Hidan aprovechó el momento para apartarme y empotrarme contar un árbol besándome con fiereza, casi haciéndome daño, de esa forma dominante que tenía cuando se ponía celoso y quería marcar su territorio intentando dejarme claro que yo era suyo, pero a mí me hartaba esta situación. Intenté separarle y cuando lo conseguí le pegué un tortazo a punto de llorar.


- Déjame – le grité – estoy harto de tus celos, yo no he hecho nada para que te pongas así.


- Estabas tratando de ligar con él – me echó en cara.


- No, eso es lo que ven tus celos, yo sólo trataba de tener un amigo.


- Ya tienes a tu hermano – me gritó.


- Es mi hermano, necesito amigos Hidan, como se nota que tú si los tienes y nunca has estado solo, necesito tener gente a mi alrededor. ¿Cuándo te he traicionado yo a ti? ¿No te elegí? ¿No soy tuyo ya? ¿Por qué te dan estos ataques de celos? No lo soporto – le dije y me di cuenta en aquel momento que a la espalda de Hidan en la ventana… estaba Itachi mirándonos con ojos de tristeza como si sintiera mis problemas. Hidan trató de abrazarme disculpándose – no me toques – le dije apartándome un poco y saliendo corriendo hacia la casa.


Me dio mucha vergüenza ver a Itachi allí observando esta situación, no tenía porque ver los celos de Hidan, ni siquiera tenía que haber sabido acerca de mi relación con Hidan y ahora sólo esperaba que él no contase nada de lo que había visto. Entré corriendo en casa y cerré con rapidez las persianas para que no me viera Itachi, ya bastante vergüenza tenía con lo que había visto de mí.


Al día siguiente fui al instituto y como siempre, mis compañeros me hicieron la vida imposible, estuve más por el suelo que de pie. Me pasé prácticamente el resto de las clases llorando en el baño y cuando salí del instituto para irme a casa recordé que tendría que irme solo, porque Naruto tendría entrenamiento hasta las cinco que era el partido. Puse mi mejor sonrisa y salí del baño descubriendo que todos los de mi clase hacían cola reuniéndose en torno a un chico moreno de cabello largo ¡Itachi! Me sorprendí mucho de verle allí y como siempre… fui tan torpe que al ir mirándole me choqué contra una farola cayendo al suelo ante la risa de todos. Me sonrojé aún más por la vergüenza y cuando quise darme cuenta, una mano estaba a mi lado ayudándome a levantarme.


Cogí la mano de Itachi que me sonreía y me miraba la cabeza buscando algún moratón o bulto que hubiera salido por el golpe. Me gustaba su sonrisa y sus manos cálidas tocando mi frente buscando el golpe mientras soplaba. Los alumnos de mi clase me miraban extrañados y aún más… cuando Itachi insistió en llevarme a casa en su coche tras recoger a su hermano también.


Me extrañó un poco que Sasuke no se quedase a entrenar pero dijo que iría media hora antes del partido para cambiarse y salir al campo. Cuando llegamos a casa, aparcó Itachi y Sasuke salió corriendo hacia casa para comer mientras yo bajaba con calma y más tranquilo. Itachi se acercó tras cerrar el coche para comprobar mi chichón y sonrió.


- Creo que te va a salir un buen golpe – me dijo sonriendo.


- Sí, creo que si – le dije – Itachi… por favor… no cuentes nada de lo que viste ayer – él resopló dándose cuenta que hablaba de lo de Hidan.


- ¿Por qué con él? – Me preguntó – es mayor… tiene mi edad y no parece que te trate con dulzura, tú necesitas alguien que te quiera de verdad ¿Por qué salir entonces con alguien que te trata mal?


- Porque es el único que me quiere – le dije cogiendo mi mochila y marchándome hacia casa dejándole allí mirándome.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).