Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Deidara Namikaze POV


Lloré durante días y es que no entendía cómo había sido capaz mi padre de sacar de esa forma a Itachi ¿No veía que le amaba? Le quería y no podía comprender como mi padre… ese que siempre me había apoyado en todas mis decisiones, ahora echaba al hombre de mi vida, justo cuando más le necesitaba era cuando me abandonaba, quería que me apoyase en esto, sabía que mucha gente lo vería mal, nuestra edad era demasiado grande, él era mayor de edad y podía meterse en un gran problema por estar conmigo y necesitaba que alguien me apoyase, que mi padre estuviera de mi parte… pero no lo estaba.


Estaba muy asustado por todo, lo de Hidan, la violación, todo el asunto de Itachi, saber lo que le ocurría también a mi hermano… estaba aterrado y quería que alguien viniera y me dijera que todo estaba bien, que saldríamos de esta, sentirme apoyado, pero no había nadie, por mucho que miraba a mi alrededor me sentía solo y es que necesitaba que mi padre me entendiera, necesitaba que Itachi estuviera aquí conmigo, pero… no había nadie ¿Por qué no me dejaban estar con Itachi? Sé que era muy mayor y que tenían miedo de que pudiera estar aprovechándose de mí, pero no era cierto, quería que confiasen en mí, en mi elección ¿Por qué no podían hacer eso por mí?


Los últimos días en el hospital sólo vino a verme mi familia, sobre todo Kakashi porque era mi médico y entraba bastantes veces a curarme, además solía aprovechar para hablar conmigo un rato y por lo que supe… había denunciado a Hidan por violación a un menor, pero yo no quise preguntar nada, sólo quería olvidarme de ese altercado. Aunque mi familia venía a verme y a mí me encantaba estar con Naruto… no ver a Itachi me deprimía, cada vez que sentía la puerta abrirse me giraba con gran alegría queriendo ver a Itachi entrar por allí, pero nunca entraba, sólo la familia y mi sonrisa se convertía en tristeza. Al final… dejé de mirar hacia la puerta cada vez que se abría, sabía que no vendría, le habrían prohibido venir a verme y me quedaba mirándome las piernas sin hacer caso a quien entraba.


La puerta se abrió esta vez y no me giré… por ella apareció Minato hablándome y dejándome una bolsa con dulces sobre las piernas, pero yo ni siquiera le miraba, tampoco miré los dulces, quería a Itachi, no que vinieran a comprarme con dulces, no podían comprar mi alegría porque ya no tenía felicidad en mi vida, no sin Itachi, sólo me quedaba tristeza. Minato trataba de alegrarme, hablaba y me traía cosas, pero yo no contestaba, no le miraba y es que estaba muy enfadado con él por la forma en que había echado a Itachi de mi lado.


- Vamos Dei – me dijo Minato sentándose a mi lado – háblame por favor.


Yo no le contesté, no quería saber nada ahora mismo de él, quería estar solo con mi dolor y mi tristeza, no necesitaba que me tuvieran compasión ni lastima, quería a Itachi y ni eso eran capaces de darme. Sólo quería verlo o por lo menos… una explicación razonable de por qué tenía que olvidarme del amor de mi vida, porque Itachi era demasiado importante en mi vida, apareció como un total desconocido y se ganó mi amor y mi confianza.


- Te he traído unos dulces de esos que tanto te gustan – me dijo sonriendo y tratando de que le mirase.


- No tengo hambre – le dije tumbándome de nuevo y cubriéndome con la sábana mientras le daba la espalda.


- Dei… oye lo siento, pero debes entenderlo.


- No lo entiendo – le dije enfadado – no lo entiendo porque ni siquiera me has dado una razón lógica para hacerme esto. Siempre has confiado en mí ¿Por qué ahora no puedes hacerlo? – le pregunté - ¿Qué he hecho mal para perder tu confianza?


- No has hecho nada mal Dei – me dijo – es complicado para que lo entiendas.


- No me trates como a un niño pequeño, ya no tengo cinco años puedo razonar las cosas, quiero una explicación, necesito una explicación.


- Siempre fuiste muy racional Deidara.


- Sí, siempre he sido muy racional, necesito soluciones y explicaciones, a mí no me sirven los motivos injustificados. ¿Por qué he perdido tu confianza?


- No la has perdido Deidara – me dijo – te quiero mucho y sé que no sueles equivocar tu camino ni tus elecciones.


- No es un motivo para impedirme ser feliz – me enfadé - ¿Tienes celos? ¿Crees que vas a perderme?


- No cielo – me dijo – pero… es complicado, no puedo explicártelo.


- Entonces no necesito tus dulces ni tus palabras de disculpas, lo que yo necesito es ver a Itachi y me lo negáis, me estáis impidiendo lo único que quiero.


- Ya está bien Dei… no puedes verlo y se acabó, respeta mis decisiones mientras vivas en mi casa.


- ¿Así va a ser ahora papá? – le pregunté - ¿Esta es nuestra nueva relación? ¿Ser tu rehén en tu casa? ¿Vas a retenerme allí bajo tus normas? ¿Me vas a impedir ser yo mismo? – vi la mirada de Minato como si se diera cuenta de algo, creo… que porque él vivió una situación parecida en cuanto a normas con su propio padre.


Él nunca hablaba de la familia, no conocíamos a mi abuelo pero Kakashi me contó una vez que era muy estricto y había que obedecerle en todo, yo sabía que estaba siendo injusto con él, que no quería convertirse en su padre, pero lo estaba haciendo, me obligaba a acatar sus normas, estaba siendo estricto con nosotros, teníamos que hacerle caso sin más, sin motivos, no me dejaba elegir, estaba tomando la decisión por mí. Creo que le sentó mal darse cuenta de que estaba convirtiéndose en la figura de su padre, pero tenía que abrirle los ojos de alguna forma.


- Sí – me dijo con tristeza – si tengo que retenerte bajo mis normas para mantenerte a salvo lo haré – me dijo – no voy a permitir que te lastimen.


- Ya lo han hecho – le dije – no te das cuenta, ya estoy sufriendo por Itachi, le necesito, le amo y eres tú quien me está haciendo daño al no dejarme verle.


- Es por tu bien.


- Entonces no tenemos nada más que hablar, porque no te perdono – le dije – no puedo perdonarte el daño que me estás haciendo.


Hoy me daban el alta y Minato fue a buscar una silla de ruedas porque aún no podía caminar con normalidad, así que tendría que estar unos días sentado en esa silla para poder moverme con normalidad, pero me lo tomé con calma. No quise deprimirme mucho pero con Minato aunque arrastraba mi silla y me llevó a casa, no volví a dirigirle la palabra y es que estaba enfadado con él, se estaba convirtiendo en nuestro abuelo impidiéndonos hacer nuestra vida y no conocía a mi abuelo… pero por lo que Kakashi me había contado de él, era suficiente para hacerme una idea de por qué Minato huyó de su casa y no volvió a hablar de su familia.


Yo no quería tener que hacer lo mismo que él, porque amaba a mi padre, le respetaba mucho y sé que era muy comprensivo, siempre lo había sido, pero en este momento… estaba pensando seriamente que quizá él mismo necesitaba experimentar lo que era perder a un hijo para darse cuenta de lo que estaba haciendo y no quería tener que tomar la misma decisión que tomó él y alejarme de mi familia, no quería hacerlo, así que decidí permanecer unos días más allí en casa para intentar calmar los ánimos y encontrar una explicación al por qué de todo lo que ocurría.


Cuando llegué a casa el primero en saludarme fue Naruto y es que le había echado tanto de menos. Kakashi también bajó a saludarme, pero yo acabé subiendo a la habitación de Naruto y nos quedamos allí hablando un rato. La verdad es que tampoco hablamos mucho, yo sólo podía sonreir al ver a mi hermano tan emocionado creando rutas de escape de la casa para ir a ver a Sasuke y por supuesto… quería llevarme con él para que pudiera ver a Itachi. Creo que Sasuke le había devuelto la alegría a mi hermano, veía ahora mismo de nuevo a ese chico hiperactivo, alegre y divertido que era mi hermano antes de su depresión, creo que Sasuke era el ideal para quitarle ese miedo a Naruto que su entrenador le había hecho tener.


- ¿De qué te ríes? – me preguntó.


- De que me alegra volver a verte tan animado y cabeza hueca como antes – le dije sonriendo – vuelves a ser el Naruto que yo conocía.


- No te metas conmigo – me dijo sonrojándose – he ideado un gran plan, podemos escapar por la ventana – me dijo y yo miré la silla de ruedas, porque era imposible para mí ese plan, Naruto se dio cuenta enseguida – o tal vez ideo otro brillante plan – me dijo.


- Naruto… puedes ir tú si quieres, yo no podré salir de aquí en un tiempo, venga Naru… ve tú, te mueres de ganas de verle.


- Ya pero tú también quieres ver a Itachi, idearé algo para los dos, no te dejaré aquí solo – me dijo y siguió pensando mientras yo sonreía.


Naruto seguía pensando qué hacer y caminaba por la habitación como un loco, estaba desesperado por ver a Sasuke y aunque yo permanecí más tranquilo, no podía negarle que yo también deseaba ir a ver a Itachi. Miré por la ventana viendo la casa de los Uchiha… tan cerca y tan lejos.


Al final yo sí ideé un plan, no era algo realmente planeado pero funcionaría casi seguro. Fui a mi habitación y cogí una de las linternas enfocando hacia la casa de enfrente y cuando Itachi por fin reaccionó al cabo de varios minutos y se acercó a la ventana confundido por las luces, se asombró, pero cogió un papel apuntando lo que quería decirle en código Morse. Desde luego que Itachi era listo para pillar estas cosas. Naruto se asombró y todo de que pudiera hablar con él a esta distancia. Al final… quedé que mañana nos veríamos al salir del instituto… y es que Minato no podía evitar que fuéramos a clase.


Por la mañana fuimos a clase, yo tuve que ir con la silla de ruedas y me daba un poco de vergüenza, sobre todo porque nadie sabía lo que me había pasado y tuvimos que inventarnos una excusa, no quería que supieran que me habían violado, me daría vergüenza y Naruto se cabreó con varias personas que trataron de burlarse de mi estado.


En clase estuve solo como siempre y es que mi hermano iba a otra clase. No me gustaba mi clase pero al menos me alegraba porque Naruto tenía en su misma aula a Sasuke y podían verse o estar juntos un rato, yo no tenía esa suerte, Itachi iba a la universidad, era más mayor que yo y coincidir era muy complicado.


Cuando salimos de clase yo iba muy emocionado por ver a Itachi, pero no fue con él con quien me encontré, sino con Hidan y eso me asustó, porque los demás no habían venido aún y estaba yo solo, no quería quedarme a solas con él, ya había visto de lo que era capaz y no quería estar cerca suyo. Intenté irme pero él se puso en medio y no dejó que siguiera moviendo la silla.


- Deidara hablemos por favor.


- No quiero hablar contigo – le dije – aléjate de mí o gritaré.


- No lo hagas, déjame contarte solo una cosa.


- Vete de aquí, no quiero escuchar nada que venga de ti.


- Esto te interesaría… sé por qué tu padre no quiere que veas a Itachi – me dijo sonriendo – no puedes verle, ya te lo dije Deidara… tú eras mío, Itachi no tienen opciones contigo Dei.


- Vete al infierno, amo a Itachi, yo no quiero saber nada de ti, tiraste el cariño que te tenía a la basura cuando me hiciste esto, eres un desgraciado.


- Es tu hermano – me dijo y me paralicé – Itachi es tu hermano, eres hijo de Fugaku Uchiha, tu padre se lo follaba en la universidad – me dijo de golpe.


- Mentira, sólo sabes mentir – le grité enfadado sin poder creérmelo.


- Es cierto, míralo tú mismo – me dijo enseñándome una foto que tenía en el bolsillo –lo cogí de la habitación de tu padre.


Miré la fotografía para ver a Minato abrazado a Fugaku Uchiha cuando era joven. No podía creerme lo que veía. Las lágrimas empezaron a salir sin que pudiera evitarlo ¿Tenía razón Hidan y era Itachi mi hermano? ¿Cómo no me habían contado algo tan importante? No podía estar con Itachi y no sólo eso… ¡Me había acostado con mi hermano! Mi primera vez se la había dado a mi hermano, no podía creérmelo ¿Por qué todo me ocurría a mí?


Moví la silla de ruedas y me largué de allí lo más rápido que pude pero me llevé la fotografía conmigo. Creo que mi padre tenía mucho que explicarme… pero ahora mismo… era yo quien no quería ver a Itachi. Me había terminado de destrozar saber que mi primera vez había sido con mi hermano ¿Cómo podía haber ocurrido esto? Me sentía sucio y asqueado… era mi hermano, había dejado que mi hermano me follase, por eso mi padre tenía tantas ganas de alejarme de Itachi. Maldije a mi padre por no contarme la verdad… porque ahora… me había enamorado de mi hermano y mi corazón creo que iba a romperse en cualquier momento, porque no podía ver mi vida sin Itachi ¿Qué haría ahora? Estaba solo y me sentía sucio.


¡Naruto! Pensé en él de golpe cuando ya llegaba a casa y no sabía cómo iba a contarle esto a mi hermano, como iba a destrozar su corazón también cuando se enterase… pero primero… tenía que hablar con mi padre, tenía que saber si era cierto, tenía que comprobar que Hidan no me había mentido.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).