Seto estaba sentado en su elegante oficina en el último piso de Kaiba Corp… tenía más de una semana trabajando más de 18 horas diarias para tener todo listo… después de todo dejaría la compañía a cargo de Mokuba por dos semanas…
No era que no le tuviera confianza a su hermano menor… era tan capaz como él para tomar decisiones importantes… pero no quería dejarlo cargado de trabajo… después de todo seguía siendo un niño…
La puerta se abrió y un pequeño chico de cabellos negros y ojos azules se acercó hasta el presidente de la compañía…
Mokuba: Seto… ¿Sabes a caso qué hora es?
Seto: Ahora no Moki… estoy terminando de finiquitar un negocio – Dijo sin despegar la mirada de su portátil…
El menor de los Kaiba bufó molesto y rodeando es escritorio de diez mil dólares tomó los brazos de la silla y lo despegó de la computadora para que viera el reloj de la pared…
Mokuba: Son las 11:00 AM… ¿Acaso no recuerdas que tienes que hacer en exactamente media hora hermano?
Seto: ¡RAYOS! – Se puso de pie como bólido y dándole un beso en la frente a Mokuba tomó su abrigó y salió corriendo… al abrir la puerta volteó a ver a su hermano – termina de mandar los datos… es todo lo que falta…
Mokuba: Si ya sé… ahora vete antes de que te toque dormir nuevamente en el sofá como en la última semana…
El CEO tan sólo gruñó como era su costumbre… mientras que su hermano se sentó para terminar de mandar la información lo cual no tardó mucho en hacer…
+++
Al mismo tiempo en la mansión Kaiba cierto rubio salía por la puerta principal… en la entrada le esperaba la limosina negra que el ojiazul le había obligado a usar desde que regresaron de Egipto…
Al acercarse a la puerta le sonrió al conductor que le esperaba con la puerta abierta… era una agradable hombre de unos cincuenta años… Seto era demasiado celoso como para ponerle de chofer a algún jovencito apuesto… le daba gracia recordar lo que el CEO le dijo cuando este le preguntó porque le había contratado a un viejo…
“¡Ni creas que te voy a ponerte al alcance material para que me fabriques unos cuernos!”
Claro que con esa salida el gato tuvo que dormir tres días en otra habitación… pero debía admitir que le hacía gracia cada vez que lo recordaba…
Joey: ¿Las maletas están en la limosina Mishima? – Preguntó al salir de sus pensamientos…
Mishima: Todo listo señor… estaremos en el aeropuerto en media hora más o menos…
Joey: Bien… pongámonos en marcha entonces… esperaremos a Seto allá… llama a su chofer y dile que se encamine directamente al aeropuerto…
Mishima: Como ordene señor…
El rubio entró en el elegante automóvil que en pocos minutos se puso en marcha… desde la parte trasera pudo escuchar como el chofer cumplía con su mandato y se concentraba luego en la carretera…
Si querer se le vino a la mente lo ocurrido los últimos meses…
Después de lanzar el ataque contra Darths calló en la inconciencia… al despertar estaba en los brazos de su adorado gato el cual le miraba tranquilo… todos estaban alrededor de él… bueno todos menos su hermana la cual tuvo que marcharse antes de que recobrara el sentido… le hubiera gustado despedirse pero estaba seguro de que volvería a verla…
Por otro lado Seto lo había llevado a vivir con él y su hermano desde el mismo día en que regresaron… desde eso habían pasado dos meses… tiempo en el que su vida había vuelto a la normalidad y aunque la prensa los perseguía como abejas a la miel… eso no era nada comparado con lo que había vivido hasta ahora. Con el tiempo eso también se calmaría… después de todo ellos no eran el centro del mundo por más que Seto pensara que sí…
Su gato engreído… en las últimas semanas se había comportado de manera tan cariñosa con él… claro sin dejar de ser frío… después de todo tenía una imagen que mantener…
Su celular comenzó a sonar sacándolo de sus recuerdos… al mirar la pantalla vio que era el número de su gatito… esperó al propio a que sonara nueve veces antes de contestar…
//Seto: ¿Lo haces a propósito verdad Cachorro? – La voz de Kaiba sonaba queda pero enfadada…//
Joey: No entiendo tu pregunta gatito – Sonríe al escuchar gruñir al CEO…
//Seto: Estaré en el aeropuerto en menos de una hora… no te desesperes…//
Joey: Con lo que odio esperar – Dijo haciendo un puchero – pero no quiero quejarme… después de todo jamás pensé que saldríamos de vacaciones los dos solos…
//Seto: Pues creo que después de todo lo que pasamos es lo mínimo que nos merecemos… además de que hay algo importante que quiero mostrarte…//
Joey: ¿Algo importante? ¿Qué es?
//Seto: Es una sorpresa cachorro…//
Joey: Anda… dime…
//Seto: No insistas… nos veremos en un rato – Cuelga…//
El rubio cuelga su número suspirando… luego se dedica a mirar por la ventana para descubrir que estaba a punto de llegar al aeropuerto…
+++
La limusina del CEO arribaba por la entrada especial para los autos que entraban a la pista de aviones privados… a lo lejos vio el jet con las siglas de KC junto a la limosina del cachorro… también vio a este recostado al capó del auto mirando hacia la nada…
El elegante auto negro de Seto se estacionó a la par del otro y el chofer del rubio se acercó para abrirle la puerta al otro jefe… Joey por su parte se acercó al ojiazul sonriente y se dejó abrasar y besar por este mientras terminaban de subir el equipaje…
Joey: Me vas a decir de una buena vez que estás tramando… al menos dime a dónde vamos…
Seto: No seas impaciente cachorro…
- Todo listo señor Kaiba – Le dijo el copiloto del jet privado…
Seto: Entonces pongámonos en marcha…
Joey seguía insistiendo en saber a dónde iban… pero Seto no dijo nada más y tomándolo de la mano lo metió al avión… ya dentro le sentó y le puso el cinturón al mismo tiempo que le daba un beso…
Seto: Falta poco cachorro – Saca un pañuelo de seda negro de su saco y se lo da al rubio – cuando te lo diga te tapas los ojos con esto…
Joey: Pero – Otro beso le impidió seguir hablando – está bien…
El CEO sonrió al ver que al fin su pareja se había rendido… se sentó frente a Joey y cuando el jet comenzó a moverse se puso su cinturón. Poco después el avión despegaba del aeropuerto de ciudad Dominó con rumbo desconocido…
+++
Al mismo tiempo en una pequeña tienda en el centro…
Yami acomodaba unas cajas en la bodega mientras que el abuelo de Yugi y este atendían a los clientes… después de todo lo ocurrido habían decidido ayudarle al anciano por un tiempo para dejar de lado los viajes y la aventura…
El exfaraón se sentó en una vieja silla de madera mientras secaba el sudor con una toalla algo sucia… en ese momento vio entrar a su Hikari con una bandeja con una jarra de limonada y dos vasos con mucho hielo…
Yugi: ¿Cansado? – Pone la bandeja en otra silla y sirve la bebida.
Yami: Un poco – Recibe el vaso de su chico – gracias…
Yugi: De nada – Bebe un poco de su bebida mientras ve al mayor beber de un solo golpe todo el líquido.
Yugi: Tenías mucha sed…
Yami: Eso creo – Deja el vaso en la bandeja y abraza a su chico para darle un largo, lento y húmedo beso – aunque esto es mejor para mi sed…
Yugi: Yami no digas esas cosas – Dijo rojo como tomate y son la respiración algo alterada – mi abuelo salió… fue al museo a ayudar a Ishizu y a los demás con la exposición egipcia…
Yami: Eso significa que llegará muuy tarde – Le besa ligeramente los labios y luego se mueve hasta el cuello – y tenemos la casa sólo para nosotros…
Yugi: Pues supongo que si… la tienda ya cerró – Se acercó más para que el exfaraón pudiera explorar su cuello a gusto – mmm… Yami…
Los besos se volvían cada vez más apasionados y la ropa comenzaba a caer por toda la bodega… Yami cerró la puerta para quedar en intimidad… y en poco tiempo los gemidos de ambos se dejaban escuchar…
+++
Joey no podía ver nada gracias a la dichosa venda… de milagro no se calló cuando bajó del avión privado del CEO y aunque este quiso cargarlo no quiso aceptarlo porque le daba pena…
Ahora estaba en un auto y sentía la cálida mano del chico de ojos azules… escuchaba una melodía clásica que le impedía escuchar algo afuera que le diera una pista… por más que hablaba para que Seto le explicara algo terminó por rendirse porque tan sólo recibía un beso como respuesta… al final terminó por quedarse dormido en el regazo del CEO y respirando el perfume de este…
Al abrir los ojos notó que ya no traía la dichosa venda… también que estaba acostado en una enorme cama con sábanas y almohadas blancas… se enderezó para quedar sentado y vio con detalle la habitación…
Era un amplio cuarto con paredes cremas y muebles estilo caribeño… la cama tenía un respaldar con un espejo y era de maderas claras. Una brisa le hizo mirar hacia las ventanas… una de ellas eran puertas que daban acceso a un balcón… el cual entraba una brisa y un aroma a salado… también escuchaba las olas del mar…
Joey: ¿El mar?
Se levantó quitando la sábana que le cubría… traía consigo un pantalón de lino blanco y una camisa abierta del mismo color dejando ver su esbelto cuerpo…
Joey: ¿En qué momento me cambié de ropa?
Una leve risa se escuchó desde el balcón y rápidamente se encaminó hasta este para saber de quién era de esa risa… al salir vio a Seto sentado en una elegante silla de maderas blancas y bebiendo un cóctel directo de una piña pequeña…
Seto: Ya era hora de que despertaras… verdaderamente duermes como una piedra…
Joey: Así que esta era la sorpresa – Camina hasta el balcón y apoya las manos en el barandal de metal – es hermoso…
Su habitación se encontraba en el último piso ya que era la suite presidencial… el hotel se encontraba frente a una playa de arena blanca y el mar azul se perdía en el horizonte…
Joey: ¿Dónde estamos?
Seto: En Miami…
Joey: Ya entiendo porque duramos tanto – Se voltea y ve al ojiazul levantarse… traía las mismas ropas que él pero en el CEO se veían tremendamente sexy… sabía que su novio de era de vestir informal así que era la primera vez que lo veía de esa manera.
Seto: ¿Qué te pasa? – Lo abraza con su brazo libre y le besa ligeramente.
Joey: Es… que – Se sonroja fuertemente – te vez muy bien…
El CEO sonríe y le besa pero esta vez con mayor intensidad… Joey sube los brazos para posarlos alrededor del cuello… con sus manos acaricia sus cabellos castaños y se deja besar…
Lentamente se separan y el rubio se voltea para mirar el hermoso mar… Seto también mira el cálido mar durante un tiempo… sintiendo el calor de su cachorro entre sus brazos… respirando el aroma de sus rubios cabellos…
Joey: Parece mentira que todo haya pasado ya… aún me parece vernos peleando en el instituto – Hizo una nueva pausa – Seto…
Seto: Dime…
Joey: ¿Qué te atrajo de mí?
Seto: Eras el único que se atrevía a enfrentarme en ese colegio… en realidad el único ser que conocía que se atreviera a tan siquiera a sostenerme la mirada… creo que eso fue lo primero que me atrajo de ti… el que no me temieras… ¿Y tú?
Joey: Creo que lo mismo…
Seto: Que yo sepa a ti nadie te tiene miedo – Dijo en medio burla ganándose un codazo por parte del rubio – auch!
Joey: No fue gracioso… además no quise decir eso…
Seto: Entonces explícate…
Joey: Lo primero que me trajo fue la fuerza de tu mirada… el como hacías que los demás te obedecieran sin chistar… que todos te sirvieran… pero a la vez el como eras con Mokuba… cuando estás con tu hermano cambias por completo… tu mirada cambia por completo… muestras al ser humano que llevas dentro… un ser maravilloso y que me cautivó por completo…
Seto se sorprende que su cachorro supiera esas cosas sobre él… cuando en todo momento trataba de mantenerse frío y firme para no dejarse aplastar por nadie. Era increíble que su cachorro supiera todas esas cosas con tan sólo mirarle…
Joey: Vamos adentro… tengo algo de hambre…
Seto: Ordenaré algo a la habitación… ¿Qué se te antoja?
Joey: No lo sé – Se voltea y lo besa – sorpréndeme…
+++
Estaban acostados en la cama después de otra sesión de sexo… el abuelo Moto aún no regresaba aunque ya hacía rato que había anochecido. Yami estaba acostado de lado y miraba dormir a su Hikari que estaba apenas cubierto por una sábana celeste…
Se veía tan hermoso que no tuvo corazón para despertarlo… tenía un poco de hambre pero eso ahora no era tan importante. La habitación estaba a oscuras y la luz de la luna entraba por la ventana apenas iluminando el lugar…
Yugi comenzó a despertar y al abrir los ojos se dio cuenta de que su pareja lo miraba lo que le provocó un fuerte sonrojo ya que los ojos de Yami le miraban con deseo contenido. Le sonrió y se sentó en la cama quejándose un poco…
Yami: Creo que se nos fue la mano…
Yugi: También lo creo… así que por hoy se acabó – Le besa le nariz – ¿Tienes hambre?
Yami: Un poco…
Yugi: ¡Entonces haré algo rico de comer!
El chico tomó su albornoz que estaba guindando de la cabecera de la cama y levantándose cubrió rápidamente su desnudez… no era tanto por vergüenza de que Yami le mirara sino porque conocía demasiado bien a su exfaraón y también a su insaciable apetito sexual…
Yami se levantó y con más calma buscó sus bóxers y pantalones para vestirse… Yugi se acercó a la puerta para abrirla pero un mareo repentino le hizo perder el equilibrio. Yami apenas tuvo tiempo para ponerse de pie y evitar que su pequeño cayera abruptamente al piso y se lastimara…
Yami: Yugi!... Despierta!
La puerta se abrió y el abuelo del pequeño entró apresuradamente al escuchar los gritos del mayor… lo llevaron a la cama y el anciano fue por un poco de alcohol al baño para hacerlo reaccionar. Le colocó una bola de algodón mojado y el chico no tardó en reaccionar…
Yugi: ¿Yami? ¿Abuelo? ¿Qué pasó?
Yami: Pasó que me diste el mayor susto de mi vida…
A. Moto: Últimamente has trabajado mucho y casi no comes… no me gusta este desmayo…
Yugi: Es que últimamente la comida me da asco… en especial el pescado crudo… no puedo no olerlo…
A. Moto: Será mejor que mañana vayamos al médico…
Yugi: Eso no hace falta abuelo…
Yami: Nada de eso… mañana a primera hora vamos y punto…
Yugi: Pero tienes hambre… quería cocinarte algo…
Yami: Eso no importa… descansa que yo me hago algo de comer y regreso…
Yugi: Pero…
A. Moto: Nada de peros jovencito… a dormir…
Yugi acepta a regañadientes y en poco tiempo vuelve a dormirse… al anciano y el exfaraón bajan a la cocina para prepararse algo ligero de comer aunque el apetito se les había ido por completo por el susto…
Yami: Me preocupa Yugi… espero que no sea nada malo…
El anciano permanecía en silencio mientras servía un par de tazas de té y unos emparedados… se mantuvo en silencio un tiempo lo cual provocó que el ojivioleta se preocupara…
Yami: ¿Qué pasa?
A. Moto: Tengo que preguntarte algo y espero que me respondas con la verdad…
Yami: Se lo prometo…
A. Moto: Mi nieto y usted son pareja desde hace tiempo y supongo que tendrán relaciones… ¿Estoy en lo cierto? – Ve a Yami asentir al mismo tiempo que se ponía rojo como tomate – no se avergüence… eso es normal en las parejas jóvenes y mientras mi nieto sea feliz no tengo objeción alguna…
Yami: ¿Y cuál era su pregunta?
A. Moto: ¿Se han protegido?... ya sabe – El otro frunce el seño al no entender – si han usado condones – Aclaró haciendo que Yami casi saque humo por las orejas de la vergüenza…
Yami: En realidad no… ninguno de los dos había tenido relaciones antes así que no lo previmos… ¿Por qué?
A. Moto: Me lo suponía… por los síntomas que tiene – Bebe de su té y le sonríe al exfaraón – creo que seré bisabuelo…
Yami: ¡¿QUÉ?!
A. Moto: No es común que haya embarazos masculinos a menos que en la familia haya antecedentes… un tío mío del lado materno era fértil y tuvo tres niños…
Yami: Entonces… Yugi… ¿Va a darme un hijo? – La cara del exfaraón no podía verse más sorprendida y feliz a la vez…
A. Moto: Supongo que estás contento…
Yami: Si eso fuera verdad sería el hombre más feliz del mundo…
A: Moto: Bueno creo que es pronto para hacernos ilusiones… debemos esperar a que el médico revise a Yugi y nos confirme la noticia…
Yami: Tiene razón… pero espero que sea cierto… lo que más deseo es hacerlo mi esposo y hacerlo feliz…
Terminan de tomar su té y después de lavar los platos y apagar las luces se marchan a dormir. El exfaraón mira a su niño dormir plácidamente… se quita los pantalones y se queda sólo en bóxer y camiseta… se recuesta y abraza al chico que entre sueños pronuncia su nombre… sonríe al escucharlo y besa sus cabellos con cuidado de no despertarlo…
Yami: Un hijo… ruego a los dioses que así sea mi amor… nada me haría más feliz que tener un hijo de ambos…
+++