Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Last Goodbye por MidNightFlower

[Reviews - 450]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Weno aqui esta la conti (bueno conti, de lo que que se dice conti, no porque es el salto en el pasado jeje) espero que sea de su agrado!!

quiero mandarles muchos besitos a kaorugloomy, marshalperroyaoista, vania y MEISY!! gracias por comentar!! sus rr me alregraron el dia!! los adoroo~

a leer se ha dicho!! +w+

 


Con la llegada del viernes, cierto Gryfindor bajó corriendo presuroso las escaleras de la torre como si su vida dependiera de ello y de no hacerlo, los mil demonios se lo llevarían sin siquiera pedir por favor. Pese a su respiración entrecortada por el esfuerzo, no disminuyó el ritmo, tenía que llegar a aquel lugar como fuera, solo esperaba que en su afán de ir rápido no tropezara con alguien o peor aún, con su propio pie.


Antes de que pudiera decir quiddich, ya estaba a escasos centímetros del lago negro. Poder observar esas calidad aguas, tan estáticas que pareciera que simplemente se trataba de una imagen; en otros tiempo lo relajarían, pero, después de muchos meses atrás, ese paisaje y toda la paz que alguna vez le inspiraron, fue transformado en un golpeteo incontrolable en su pecho y que aunque había dejado de correr, no era  por ello, si no por otra visión frente a él que le quitaba el aliente en tal manera como jamás creyó.


-Un hermoso ángel dormido…- dijo en un quedo murmullo que ni siquiera pudo escuchar.


Desde mediados de su tercer año en Hogwarts se había reprendido infinidad de veces mirando de soslayo a su terrible enemigo jurado desde el primer año. Draco Lucius Malfoy, niño rico, mimado, ególatra, cobarde, embustero y un millar de insultos más, pero mucho más hermoso que cualquier persona a su alrededor y con delicadas acciones dulces que siempre lo descolocaban, pese a que el primero parecía pensar que nadie miraba cuando las hacía, nada de ello era perdido por los ojos verdes.


Hacía solo dos meses de su regreso la escuela tras las vacaciones decembrinas, descubrió el escondite secreto del rubio, dicho lugar al que siempre iba sin falta los viernes, siempre solo y solo se quedaba ahí, recargado al pie de un árbol, con los ojos cerrados como si dormitara.


La primera vez que lo vio casi se le caen los calzones al ver semejante visión, tan vulnerable, tan hermosa, que todos aquellos sentimientos que le hacía sentir el rubio los había confirmado, está enamorado de él y quería acercarse aunque sea un poco a su presencia. Claro cuando estaba cerca del Malfoy despierto siempre era una lucha por demostrar quien tenía la lengua más afilada y los comentarios más mordaces, pero, el azabache más que nada lo hacía para poder seguir observándolo, sin ser reprendido por sus amigos o el mismo rubio.


Pero el Malfoy dormido era aun más hermoso que debería ser un crimen ya que atentaba con la cordura de la gente.


Así que desde que se propuso seguirlo a ese lugar, su capa de invisibilidad no faltaba, eso era en caso de que al ojigris se le ocurría despertar y realmente Harry no quería que le armara bulla porque lo estaba observando y porque había descubierto su lugar secreto al cual podría dejar de ir si ocurría...


Ese día, el Slyterin tenía un libro sobre su regazo que estaba abierto hasta la mitad, pero como las veces anteriores, estaba con los ojos cerrados, ajeno a lo que pasaba en su entorno, lo que el azabache aprovecho para acercarse peligrosamente como las otras veces se había limitado a hacer, pero simplemente, ya no aguantaba más, tenía que tocarlo, aunque sea un poco.


Con sumo cuidado se puso su capa y se aproximó procurando no hacer más ruido de la cuenta que podría hacer que el hermoso dragón plateado se percatara de su presencia. Con un lento movimiento descubrió su cara para verlo sin nada de promedio, solo él y su amado dormido.


-Eres tan hermoso…- dijo en un tenue susurró y se relamió los labios, era simplemente perfecto, tan vulnerable y peligrosamente sensual, que no pudo evitar posar sus labios en los otros, tan rosados y suaves como los pétalos de una flor.


Era su primer beso y le supo a gloria, como ansiaba que el rubio estuviera despierto y le correspondiera, pero creía que era imposible, puesto que de enterarse, seguro y lo cruciaria, no sin antes exponerlo ante toda la escuela entre burlas y carcajadas.


Cuando se hubo separado, se cercioró que seguía dormido, para un máximo alivio así era y conteniendo la respiración golpeó sus mejillas para asegurarse que no era uno de esos sueños que lo asaltaban a tan entras horas de la noche y se alejó campante con la certeza en su mente que no había sido descubierto por su tan preciada serpiente y se propuso firmemente que sin falta lo volvería a ver la próxima semana.


Lo que no supo fue que el heredero de los Malfoy si fue consciente de aquella profanación, pero se había quedado tan pasmado y aturdido que no pudo mover su cuerpo ni un solo centímetro, mínimo para estamparle una sonora cachetada y patearlo.


“¿Porque no hice nada?” se preguntó abriendo de par en par sus ojos grises sintiendo sus mejillas arder mientras delineaba con su índice sus labios que seguro estaba enrojecidos por la presión del elegido “¡maldición! Solo me quede ahí y fingí que estaba dormido! ¡Con un demonio! ¡La próxima que intentes hacer algo así, no la cuentas Potter!” se repetía una y otra vez, pero ni él se la creía.


 -Que tonto soy- se decía el rubio queriéndose dar de topes contra la pared “¡si mi padre se entera me mata!” pensaba horrorizado.


Pero ¿Qué podía hacer? Le encantaba esa sensación y no es que le gustara el pelinegro con complejo de héroe, pero cada vez que sentía sus labios sobre los suyos le hacía sentir tan jodidamente bien pues jamás en sus trece años había podido besar a alguien empero jamás admitiría que le había gustado aquello y que realmente esperaba que hubiera una próxima vez.


Para satisfacción de ambos, tuvieron más encuentros parecidos, pero el rubio tan absorto se dejaba hacer y el otro avergonzado se iba antes de percatarse que el otro fingía.


 Tras tres meses de su tan conocido juego, el ojiverde no faltó ni una sola vez y para su sorpresa su necesidad de sentir tan suyo al rubio durante escasos minutos acrecentaba el tiempo de su unión agasajándose de su tersidad y sabor que no quería dejar por nada del mundo.


Pero un día con una férrea determinación de parte del rubio de terminar toda esa tontería; cuando sintió el tan conocido calor que emanaba el cuerpo del león, le quitó la capa con un movimiento de varita y le apuntó al cuello.


-¿Te diviertes, Potter?- escupió las palabras como acostumbraba hacer, denotando su poderío y superioridad haciendo que el otro sudara frio. “rayos, estoy muerto” pensó queriendo decir su última petición.


-Yo no…- dijo dando una rápida inspiración, sopesando que era lo mejor por hacer, puesto que si hacia un movimiento en falso, la serpiente atacaría y no tendría compasión.


-Habla Potter, ¿es acaso esto una clase de broma?- dijo mirándolo directamente a los ojos, sabía que los ojos eran la ventana del alma y ellos siempre le decían la verdad.


-No, claro que no, jamás haría algo así- dijo con tal sinceridad mirándolo directamente, sin titubear que el otro se relajó un poco.


-Entonces ¿Por qué lo haces? ¿Creíste que no me daría cuenta, zopenco?- el otro sonrió tímidamente.


-Sinceramente, si- el rubio no pudo evitar esbozar media sonrisa- perdón por incomodarte, es solo que no puedo evitarlo, me-me- me gustas y está bien, adelante búrlate, no me importa- el rubio tragó en seco, no se esperaba aquel giro y lo tomó por la barbilla.


-Jamás me burlaría por eso, bueno tal vez si estuvieras enfrente de todo el mundo diciendo algo de ese tamaño... pero no lo haré- el azabache pudo respirar tranquilo- ¿realmente hablas enserio?- preguntó tanteando el campo minado, puesto que si era una jugarreta, le costaría caro.


-Por su puesto! Te quiero como  jamás creí querer a alguien más, adoro verte, siempre que me encuentro contigo quiero que me voltees a ver, solo por eso te contesto los insultos… adoro cada parte de ti y sé que suena loco, pero me gustas y mucho, no sabes cuánto…- una pálida mano cerró su boca.


-Ya calla que me estas avergonzando- pidió en voz baja.


Nunca había pensado que el ojiesmeralda pensara aquello de él, pero ahora que lo escuchó, reconoció que en su interior el dichoso cara rajada amado por todos siempre le intrigó desde que lo conoció en la tienda de túnicas y que el resentimiento fue lo que lo motivó a todos sus desplantes contra el Gry y sus amigos, aunque era consciente que fue demasiado infantil, tal vez ya iba siendo tiempo de corregir.


-Si-sí quieres podemos ser una especie de… amigos, tal vez, pero seguiremos actuando normal ante los ojos de los demás, ¿de acuerdo?-


-Claro que si, Draco- dijo abalanzándose a contra el cuerpo del otro queriendo tomar sus labios, pero fue nuevamente interrumpido.


-¡Pero nada de besos! ¿Entendido?- el otro hizo un adorable puchero, pero sabiendo que no podía demandar nada más, asintió -pero si descubro que es solo un juego sucio, Potter, te costara carísimo, ni tienes idea…- amenazó fervientemente queriendo que el mensaje llegara intacto.


 

Notas finales:

aww a mi me gusto como quedo, no se ustedes! jeje espero sus rr (claro, si quieren o si creen que me meresco aunque sea un par de lineas de que les parecio jeje)

nos vemos prontito~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).