–Dai-chan… ¡Dai-chan!
–Umn…– Un chico pelirrojo se revolvió en las cobijas de su cama al escuchar esa voz.–Dai-chan la escuela.
(POV)
Esa es la voz de mi mamá… ¿Ya amaneció? Ay… yo quería seguir durmiendo. Pero ni modo tengo que levantarme. Me destapo las cobijas y saludo a Wiz mi pequeño amigo, el que siempre creí hasta hace unos meses era solo una mascota, cuando en realidad es mucho más viejo que mi abuelo, y de que se niega a transformarse en algo al menos que yo sea Dark.
Cuantas cosas raras me han pasado desde mi cumpleaños, aun no me acostumbro a ellas, pero bueno, todo esto es el precio por ser descendiente de la familia Niwa.
Bajo de mi cama y me dirijo hacia el ropero a buscar mi uniforme.
Mientras saco mi uniforme escucho que algo ha caído al suelo… ¿Qué puede ser? Me agacho y me encuentro con la fotografía de Risa… la recojo y la observo por unos momentos…
/¿Tan temprano?/– Escucho una voz burlona dentro de mi cabeza. Siento mucho calor de súbito… no puede ser, seguramente estoy ruborizado.
–Fuiste tú quien la dejó allí– Contesto avergonzado y algo molesto con Dark. Y solo escucho su risa después de eso; ojalá no fuera tan molesto– Todavía no sé que hiciste después de la misión de ayer… ni porque me siento tan cansado– Le digo.
/¿Quieres saberlo?/– Al escuchar ese tono cínico en su voz me ruborizo de nuevo.
–No, no quiero saber– Alcanzo a decir.
–¡Dai-chan!– Llama mi mamá de nuevo.
–¡Ya voy!
Me visto tan rápido como puedo, tomo mis cosas y corro al piso de abajo.
–Buenos días.
–¡Muy buenos días!– Saluda alegremente mi mamá. Ella siempre está feliz y mucho más desde que me transformo en Dark. A veces he llegado a pensar que ella está mucho más interesada en Dark que en mí… tal vez no sea justo que piense de esa manera, pero acabo de escuchar a Dark jactarse ante mis pensamientos.
Después del desayuno salgo corriendo a toda prisa. Recorro las calles escuchando los saludos de siempre, no tengo ningún problema… bueno salvo la posible misión de esta noche, pero hoy me siento alegre a pesar de que las cosas con Harada no han mejorado… tal vez sólo…
/¿En serio quieres eso?/ –Escucho la voz de Dark de nuevo.
“Ya sabes como van las cosas, Harada-san te prefiere a ti que a mi”– Le contesto entre disgusto y decepcionado.
/Jumn…/– Ríe de nuevo –/Tal vez deberías intentarlo con la otra, son dos ¿Recuerdas?/
“Tal vez para ti sea fácil pasar de una a otra, pero para mi no lo es” /Quizás si fuera un poco más atrevido/ “Olvídalo” Ya he llegado al tranvía. Ya es tarde, así que no creo encontrarme con Harada esta mañana. Y ante este pensamiento escucho la risa de Dark de nueva cuenta.Al fin llego a la escuela. Corro por los pasillos y como siempre nadie me toma en cuenta… ah, si fuera un chico más interesante esto no me pasaría, claro que de serlo tendría que parecerme más “a ti”, Cambio mis pensamientos a Dark estoy seguro de que escucha, más no dice nada. Abro la puerta y entro precipitadamente al salón creyendo que ya estarán todos ahí, pero para mi sorpresa está casi vacío, eso si que es raro, veo a Harada y a su hermana, las dos están platicando con algunas de nuestras compañeras.
–Otra vez te has venido corriendo ¿verdad Niwa-kun?– Me dice la Harada mayor y otro sonrojo aparece en mi cara… ya debo hacer algo para evitarlos.
–Buenos días– Es lo único que atino a decir y me doy vuelta percatándome de que Hiwatari también se encuentra en el salón.
La última vez que lo ví se había librado de Krad por un momento, se veía muy bien. Me decido y me acerco para saludarlo y esta vez escucho un bufido de desapruebo por parte de aquel que comparte cuerpo conmigo.
–Buenos días, Hiwatari-kun– Digo llegando a su banca.Él solo me ve y parece recibir mi saludo a su modo, con su mirada fija color azul. Hiwatari tiene una mirada muy penetrante, siempre lo he pensado y ésta a veces me pone nervioso, pero no siento desconfianza, porque en aquella mirada azul veo tristeza, una tristeza tan arraigada que me produce una gran compasión. Hiwatari es un chico muy solitario.
–¿Cómo amaneciste?– Pregunto en seguida y después de hacerlo me siento un poco arrepentido después de todo lo que ha pasado.Ya sé que es una molestia compartir el cuerpo con otro ser, pero sé que para Hiwatari lo es más. Tal vez no puedo entenderlo bien porque a diferencia de Krad, Dark es un verdadero “ángel”. Pero mi pregunta no tiene ninguna mala intención, si la hago es porque Hiwatari me preocupa, porque sé que Krad no tiene ningún cuidado cada vez que toma su cuerpo, comprendo que debe ser terrible todo eso, no del todo, porque yo no soy Hiwatari y no le conozco muy bien, pero me gustaría que confiara en mi y me lo contara para poder comprenderlo. También sé de la rivalidad de la familia Niwa y la Hikari, pero me niego a creer que nuestro destino esté definido de esa manera, estoy convencido de que Hiwatari y yo podemos ser amigos y no me cansaré de intentarlo hasta que pueda ver la sonrisa de Hiwatari otra vez.
De pronto veo que Hiwatari se queja y se agacha apoyándose en la mesa de su pupitre apretándose el pecho con fuerza.
–¡Hiwatari-kun, estas bien!– Me preocupo mucho al verlo así. Y todos los presentes en el salón también voltean debido a mi grito.
Dudo en acercarme, pero antes de que pueda hacer algo veo que alza su rostro y me mira, con una mirada llena de dolor.–Estoy… bien…– Es todo lo que dice y antes de que pueda hacer o decir algo más, sale corriendo del salón.
–¡Hiwatari-kun!– Grito y estoy por salir corriendo del salón también, tras él, pero apenas llego a la puerta cuando…
/¡No vayas Daisuke!/– Escucho la advertencia de Dark y decido no hacer nada, lo que menos quiero es causarle problemas a Hiwatari, pero, parece que tampoco puedo ayudarlo y apoyarlo, Krad está siempre al asecho esperando cualquier momento para acabar conmigo y con Dark… Lo siento tanto Hiwatari-kun… ojalá las cosas fueran diferentes. Aun no sé en que vaya a terminar todo esto, pero hasta que ese día llegue haré todo lo posible por estar contigo y ayudarte… amigo.
Owari.