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Despedida de soltero por -Raiden-

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Notas del capitulo:

Wow!! Pense que este fic no les gustaria, jejeje bueno solo puedo decir que: en este cap Law~san no tiene sus tatuajes, por si se lo preguntan cuando lean y asi... ok 

Que más... ah si, se pondra mas divertido cada vez. 

 

"La visión de nuestro mundo esta limitado por nuestra propia sociedad..."

 

 

Capítulo 2 La propuesta.

 

 

Tres días antes…

 

-Eustass-ya… Mmmm… Aahhh… - empezaba a gemir por las brutas pero lascivias caricias sobre su delgado cuerpo.

 

Besaba su morena piel desde su espalda baja, delineando la cresta de sus omoplatos, hasta su nuca para repartir más besos en ella haciendo que su espalda se arquera con fuerza.

 

-Eres un pervertido… ¿Sabias eso Trafalgar? - susurro cuando llego a su oído besando su lóbulo con todo y pendientes.

 

Las manos morenas atrapaban la sabana oscura de seda con mucha fuerza, y no dejaba de sentir la caliente piel del cuerpo que tenía detrás, derritiendo todos sus sentidos en el mar del placer.

 

-Métela ya… - jadeo esa petición para restregar su culo sobre la enorme polla que jugaba con su entrada.

 

Tuvo que sostener con fuerza esas endemoniadas caderas que le provocaban de más. Sus pálidas manos rodeaban casi por completo su cuerpo pero no dejaba de restregarse incitándole más a suplicar como era debido.

 

-No, no… Ya sabes las palabras mágicas. - Kid no podía dejar de sonreír ahora que apresaba su cuerpo con el propio.

 

La palidez de su cuerpo contrastaba con lo acanelado del otro, su fornido cuerpo con esos impresionantes músculos mostraban las horas que se quedaba trabajando en el gimnasio y que su genética le ayudara era otro punto a su favor.

 

-Por… favor… Eustass~ya… Fóllame… ¡Fóllame! - la desesperación le ganaba a su sentido común.

 

Tenía que sentirlo de una maldita vez.

 

-Ves como no era tan difícil… Trafalgar. - respondió ampliando más su sonrisa a una totalmente indecente.

 

También necesitaba sentirlo de una puta vez.

 

El escaso lubricante que usaron fue la saliva de ambos, cuando en el revoltijo que eran, se besaban con pasión lubricando los largos dedos que con rudeza profanaban esa entrada dilatándola con deleite.

 

Coloco la punta de su hinchado miembro contra la palpitante entrada que lo invitaba a entrar con fuerza.

 

Relamió sus labios para mirar la arqueaba espalda de su amante y este le miraba con deseo sobre su hombro.

 

No necesitaron más…

 

Una brutal estocada fue suficiente para fundirse en el placer.

 

-¡¡Aaahh!! ¡¡Kid!! - grito con tremenda voz orgásmica que casi se venía con tan solo sentir el miembro del otro entrar con esa fuerza bruta.

 

-Law… ¡Joder! - gruño para sostener las caderas del otro y sentir la deliciosa estrechez de esas paredes aterciopeladas succionándolo con locura.

 

Así les gustaba a ambos… Un poco masoquista uno y un poco sádico el otro.

 

Los movimientos de ambas caderas junto con el exquisito sonido de ese miembro al entrar y salir con fuerza les hacía perder el control.

 

Empezaron los desesperados gemidos, jadeos y gritos cuando aumentaba la velocidad de sus cuerpos. La fuerza y el ritmo eran perfectos.

 

El enorme pene salía casi por completo para volver a meterse con fuerza en esa pequeña entrada para tocar ese lugar que hacía delirar.

 

Law no podía parar de gemir como una perra en celo cuando daba una y otra vez en su próstata, cerraba sus ojos para disfrutar de todas las sensaciones que dominaban su cuerpo. Ya solo le faltaba sacar la lengua esperando que empezara a estimular su adolorida polla pero…

 

Kid tenía otro plan en mente.

 

Empezó a lamer su nuca y parte de su cuello para llegar a su hombro derecho, tenía que empezar a marcar esa suave pero caliente piel. Sus dientes al principio rosaban su cada fibra de su ser junto con su lengua de forma delicada, erizándola en la proceso, como avisándole lo que venía y luego con fuerza mordió ese espacio entre su cuello y hombro.

 

Un fuerte gemido acompañado de una blasfemia fue la reacción que provoco en Law, que lejos de ser una queja era una aprobación a que le sometiera más, y Kid solo le complacía más repartiendo más mordidas por toda su espalda.

 

Y es que así lo quería tener.

 

Confundido, excitado, suplicante, deseoso de más por sus caricias que le llevaban al noveno circulo del mismísimo infierno para arder de pasión por el placer de la carne…

 

Y si, Kid era todo un poeta cuando esculpía con sus manos, lengua y hasta con la polla el cuerpo de Law, que resultaba en la más bella obra de arte que se hubiera visto, claro pero solo para él.

 

El moreno ya no soportaba más ese erótico ritmo que impredeciblemente se iba deteniendo…

 

-¿Qué… qué pasa? - pregunto al sentir como el pene dentro de él llenaba y palpitaba con fuerza.

 

No quería que se detuviera nunca y más estando tan cerca del orgasmo.

 

-Espera… Tengo algo que decirte… - respondió con voz igual de agitada que su amante para dejar caer un poco su peso sobre él.

 

Estaba a cuatro y el detrás pero ahora se acostaba un poco para poder en marcha su plan.

 

-¿Y no puedes esperar hasta que terminemos? - le pregunto Law con molestia cuando el otro soltaba su agitado aliento sobre su oído mientras sus pálidas manos se perdían debajo de la almohada color rojo.

 

No sabía si solo buscaba molestarlo o esposarlo como la última vez que no salieron del departamento todo el fin de semana con tal de reponer el tiempo perdido cuando sus trabajos les exigían de más.

 

-No, no puede esperar. - respondió Kid para besar su oído y sonreír contra su piel.

 

Había encontrado lo que buscaba.

 

Saco con mucho cuidado una pequeña cajita de terciopelo negro abriéndola lentamente para dejar ver su brillante contenido.

 

Los ojos acero de Trafalgar Law se abrieron enormemente cuando el destello de un diamante resalto por sobre el oro y la plata que estaban fundidos en esa pieza metálica.

 

Lo que resaltaba en la oscura tela acojinada era un anillo de compromiso, y uno muy hermoso de oro y plata en combinación entrelazados llevando un diamante triangular en el centro.

 

-¿Quieres casarte conmigo, Law? - pregunto el pelirrojo para tomar la preciada joya y colocarla en el delgado dedo anular de su mano izquierda.

 

Cuando deslizaba el metal con delicadeza sobre la morena piel de su ahora prometido, encajaba perfectamente en su dedo, ese anillo estaba hecho a su medida.

 

-¿Y qué respondes? - la verdad es que Eustass Kid estaba muy nervioso por saber la respuesta de su novio, y no pensó en mejor momento que ese, cuando ambos se demostraban su amor en la máxima expresión.

 

-Kid… yo… - empezó a tartamudear el moreno sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo.

 

Eustass se quedo un momento en la cúspide del terror esperando su maldita respuesta que hasta dejo de respirar por un momento.

 

No sabía que pasaría… Tenía miedo de perderlo en ese instante.

 

Pero tuvo que aferrarse a las manos de su moreno cuando este apretaba su polla con sus estrechas paredes y moviendo las caderas incitándole a seguir justo donde se habían quedado.

 

El ritmo se retomó con pausas haciendo que Law tomara la mano de su novio para llevarla a su pene y empezara a estimularlo.

 

Ese gruñido de satisfacción por parte del de tez pálida le desvió un poco de todo el miedo que quería empezar a salir del modo incorrecto como gritar y largarse de ahí si le decía que no, a uno más productivo enterrando con fuerza su miembro e intentar llegar al orgasmo con eso.

 

-Si… - se escucho un susurro.

 

-¿Eh? - Kid apenas podía escucharlo con tanto ruido que hacían sus cuerpos cuando empezaban a agarrar velocidad.

 

-Si… Quiero casarme. - respondió Law para mirarlo sobre su hombro completamente sonrojado y con la mirada turbia muy cerca del éxtasis.

 

No necesito más Kid para empotrarlo a la cama y ahora si hacerlo gritar de placer como era debido.

 

Los embates se volvieron totalmente erráticos entre gemidos y gritos dentro del cuarto para frotar con fuerza el miembro de su amante para terminar los dos al mismo tiempo.

 

Law se corrió en las sabanas oscuras con una tremenda fuerza que sentía como perdería el conocimiento entre tanto placer.

 

Kid también se corrió pero en su interior llenando cada parte de su apretado interior sintiendo morir por el fabuloso éxtasis experimentado.

 

-Te amo Law, te amo tanto… - susurro en su oído casi adormilado por esa estupenda faena abrazando el cuerpo de su amado prometido con fuerza y girando lentamente sobre la cama con mucho cuidado de no salir de su interior, tratando de sentirlo al máximo.

 

-Yo también te amo Kid… - contesto con igual tono para cubrirlos con la suave manta sus desnudos y aun calientes cuerpos para perderse en el mar de los sueños más maravillosos.

 

Pero faltaba algo.

 

El pelirrojo salió de su interior haciendo que el pelinegro suspirara largamente para voltearlo y quedar frente a frente.

 

-¿Cuándo quieres que nos casemos? – pregunto Kid para mirar esos ojos grises acero más claro que nunca, reflejaban su persona con mucha intensidad.

 

-Pues la verdad no se… - respondió Law analizando esas orbes ambarinas casi doradas brillando con fuerza y fiereza que siempre le habían caracterizado.

 

-Mañana. - sentencio el pelirrojo para acercarlo a su fornido cuerpo.

 

-¿Mañana? - el moreno no sabía a qué se debía la prisa pero…

 

-Quiero que nos casemos mañana y no es una petición Trafalgar.

 

Y antes de que pudiera responder algo el mencionado le beso con intensidad ahogando todas sus quejas con sus labios hasta hacerlo desfallecer por el oxigeno, bueno no es que se quejara tampoco, sabía que su novio era así de impredecible y salvaje que solo paso sus brazos por su cuello haciendo el momento más intimo y hermoso.

 

Cuando termino ese beso…

 

-Solo una cosa Eustass-ya… - empezó a decir rompiendo el hilo de saliva que los mantenía unidos. - No me des órdenes. - y una ligera risita se escucho por parte de ambos antes de seguir besándose hasta el cansancio.

 

El día de la boda sería mañana según Kid…

 

Law sabía que los preparativos tardarían dos o tres días…

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Cualquier cosa estoy para servirles.


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