DEPUES DE TI
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>
Shaka y Aioria iban caminaban por el pueblo cercano al santuario, tomados de la mano, mirando por los alrededores.
- antes no tenía tiempo de visitar este lugar, la verdad, siempre me la pasaba casi todo el tiempo encerrado en mi templo. Pero ahora que lo conozco, veo que este lugar tiene mucho por mostrar.- le hablaba Shaka a Aioria entusiasmado.
-sí, así es.- respondió Aioria en tono bajo, Shaka abrió los ojos para mirarlo algo receloso por su comportamiento distante.
-te sucede algo, Aioria? – le pregunto, deteniendo el paso para ponerse en frente de él.
Aioria solo negó con la cabeza mientras se quitaba un par de mechones de la frente. -no me pasa nada, no sé por qué insinúas que sí. –
-Bueno, es que te siento algo distraído y distante, como si estuvieras en cualquier otro lugar, menos aquí conmigo. – dijo sereno Shaka.
Aioria no dijo nada, solo atino a tomar asiento en una de las banquetas que había cerca.
-por favor, Dime que pasa, sabes que puedes confiar en mí. – Shaka se acomodó a su lado sin dejar de observarlo, Aioria aparto su mirada esmeralda de, los ojos azul cielo de Shaka, Pensando en si era correcto decirle todo lo que le pasaba, como se sentía y el por qué o…simplemente ignorarlo y no darle mucha importancia, para no incomodarlo a él también y dejar que simplemente las cosas mejoren por si solas.
-Nada, no me sucede nada importante. – termino diciendo. Shaka respiro agobiado, Aioria no parecía querer comentarle su malestar y eso le hacía pensar que tal vez no confiaba a en él.
Aioria percibió la inquietud de Shaka. Se acercó más a él, mientras tomaba entre sus manos el rostro de Shaka para acercarse lentamente hasta chocar ambas mejillas sonrojadas.
-Perdóname si te hago sentir mal, si te sientes ignorado. – le dijo en un susurro, mientras lo miraba a los ojos. Shaka solo trago en seco y se sonrojo más, al tener lo tan cerca y con la mirada de algunos aldeanos curiosos puestos en ellos.
-Aioria…- intento decir algo, mas Aioria lo impidió al sellar ambos labios.
Mientras besaba a Shaka, Aioria solo pensaba en borrar los besos de saga. Cerró los ojos, rodeo a Shaka con sus manos, afianzando el abraso e incrementando el nivel del beso, permitiendo que sus bocas se juntaran como nunca antes, entrelazaron sus lenguas, y dejaron que el beso tomara otro ritmo uno muy demandante y asfixiante.
Cuando la falta de aire se hiso presente, se separaron. Ambos, trataban de normalizar su respiración agitada aun con las mejillas teñidas de rojo sin apartar la mirada el uno del otro.
-creo… que mejor… volvemos al santuario. – hablo Shaka jadeante, y notoriamente apenado. Aioria solo se quedó callado.
Entonces Shaka se puso en pie para retomando el paso.
Aioria, algo contrariado e indeciso, lo siguió.
Ninguno de los dos dijo nada luego de eso, solo continuaban su camino rumbo al santuario. Ambos estaban muy ensimismados en sus pensamientos.
Shaka esbozó una leve sonrisa, tras lo ocurrido. Aioria, solo lo seguía por detrás. Con la mirada confundida y los sentimientos a flor de piel.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>
Aioria se veía muy confundido, el beso que le dio a Shaka le sabía muy diferente a los que recordaba de saga, ambos tenían algo particular, no podía descifrar la diferencia.
Poso sus dedos en sus labios, cerró los ojos y la primera imagen que le vino a la mente fue la de…
-Aioria…- la llamada de su hermano lo trajo a la realidad nuevamente.
- hola hermano. – respondió Aioria mientras lo recibía en la entrada de su templo, apartando su mirada de la de su hermano. Este de inmediato noto algo extraño en su hermano, se puso en frente de él y lo hiso que lo viera a los ojos. Notando entonces, un dejo de confusión mezclado con tristeza.
- ¿te sucede algo? – pregunto muy preocupado.
- no, claro que no. – se apresuró a contestar Aioria fingiendo un sonrisa. Aioros solo enarco una ceja incrédulo. Conocía muy bien a su hermano, más de los que él pensaba.
- solo ayer sentía tu aura tranquila y segura, ahora, la percibo muy confundida y te veo perturbado, dime, ¿alguien te hiso algo? – cuestiono serio.
-no, nadie. – respondió, notando el aura de su hermano oscura, algo que jamás pensó sentiría en Aioros.
-no me mientas Aioria, dime que fue lo que paso? – sea acerco a Aioria, este solo retrocedió un poco. Aioros se veía exaltado y su actitud lo desconcertada mucho.
- Aioros no soy un niño. – dijo apartándose de su hermano. –yo solo se manejar mi vida así que no te preocupes, sí. – le dijo para intentar calmarlo.
Aioros solo bajo la mirada, permaneciendo en silencio.
-perdóname…- dijo retomando la calma. - yo sé que tú eres capaz de muchas cosas, no por algo has logrado superar tantas cosas desde…-
Aioros estaba por derramar una lágrima pero la limpio rápidamente Aioria se sentía culpable y miserable por hacerle sentir de esa manera.
-hermano.- se acercó, le alzo el rostro tomando su mentón haciendo que ambos se miraran a los ojos.- sabes que es lo único que me destrozo y que me hiso superar al mismo tiempo todo ese dolor. – Aioros negó con la cabeza.
- tu.- le respondió. – Tu recuerdo me mantuvo vivo, me llevo a ser lo que soy ahora. Sé que al principio yo desconfié de ti – bajo la mirada. - y eso es algo que nunca me voy a perdonar, pero, el gran amor que te tengo y que siempre he sentido hacia ti, fue más grande que todo y me ayudo a salir adelante para superarlo todo. – lo abrazo fraternalmente, Aioros correspondió el abraso dejando salir algo de su dolor y la culpa que lo atormentaba.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>
Saga permanecía en la salida de su templo pensativo aun no lograba decidirse qué hacer ni sabía que sería de su vida. Hasta que sintió la cosmos energía de alguien acercarse, hecho un hondo suspiro, al suponer de quien se trataba, esa visita solo le suponía problemas.
Giro su vista para encontrarse con Aioros, quien no se ve nada intranquilo. De seguro hablo con Aioria y le comento algo de lo sucedido. Maldición. –pensó agobiado.
-¿que se te ofrece, Aioros? – le pregunto al tenerlo cerca mostrándose sereno y tranquilo, como si nada. Este solo se cruzó de brazos sin dejar de mirarlo con recelo.
--te perdone, saga,- espeto serio y molesto. - yo perdone lo que me hiciste, no importa. Pero te advierto una cosa, si vuelves a acercarte a Aioria de nuevo, si siquiera intentas lastimarlo nuevamente, te las veras conmigo. No permitiré que le hagas más daño, así que más te vale que te mantengas alejado de él. –le advirtió y sin esperar alguna respuesta por parte del otro retomo su camino rumbo a su templo nuevamente.
-eso solo puede decirlo tu hermano sabes.- hablo saga algo cansado de la situación. Aioros detuvo su andar al escucharlo, sonrió de lado.
- ¿crees que Aioria te quiere cerca de el?- dijo duramente mirándolo por sobre el hombro. Saga solo aparto la mirada, era obvia la respuesta.
- ya le hiciste mucho daño. – dijo apretando los puños. - déjalo ser feliz….No lo confundas más. – finalizo mordaz, mientras retomaba su camino.
Saga, se quedó más abatido y contrariado que antes.
Poso sus manos en su cadera y alzo la mirada al firmamento. – definitivamente no mercedes que yo te lastime más…pero…como demonios le hago para sacarte de aquí dentro. – estaba muy abatido no parecía haber alguna solución satisfactoria.
<<<<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
Con todos los caballeros dorados reunidos y Athena sentada en el trono, se llevaba a cabo una reunión en donde se trataba el tema sobre los nuevos reclutamientos para el ejército de Athena.
Mientras Athena tenía la palabra, todos la escuchaban atentos, bueno, todos menos saga, este solo miraba de reojo a Aioria.
- hace mucho que no lo veo con su armadura puesta, se ve tan bien…!en que rayos estoy pensando! – se reprendió mentalmente saga. – debo poner atención. Pero por otro lado…si lo recuerdo sin…
-Saga. – se sobre salto al oír su nombre, giro su vista.
-si mi señora. –
- maldita sea. – pensó mientras tenía la mirada de sus demás compañeros puestas en él. Se distrajo y todos pudieron notarlo.
-quisiera que tu fueras el encargado de esta misión, ¿podrías? – saga se quedó callado por un momento. – ¿de qué rayos habla? Eso me pasa por distraído, maldita sea…-
- si no quieres ir, lo entiendo,- dijo Athena preocupada por su actitud. - entonces puedo mandar a alguien más. –
-no es necesario, claro que acepto. – Se apresuró a decir saga, -Y pido disculpe mi actitud retraída.
Kanon solo negaba con la cabeza, su hermano en verdad la estaba regando en grande.
-bien, entonces te veo mañana junto con tus otros dos compañeros, tú serás el encargado. Así que deseo que todo resulte bien. – saga solo asintió sin comprender nada.
-bueno, doy por concluida esta reunión, ya pueden regresar a sus labores correspondientes, mis caballeros. – todos hicieron una reverencia ante su diosa y poco a poco fueron abandonando el salón principal.
…
Tras salir, Saga hecho un hondo suspiro, era la primera vez que le pasaba algo así. Sin duda estaba dejando que su situación emocional y sentimental afectara su desempeño como caballero, lo sabía y no podía seguir así.
Poso su mano en su frente agobiado y ofuscado.
No pudo evitar el mirar a Aioria y ver cómo Shaka tomaba su mano para guiarlo escaleras abajo. Apretó los puños molesto. Si, estaba celoso no podía negarlo y odiaba tanto sentirse así. Deseaba tanto ir ante ese par y decirles una par de cosas.
– ¡cielos! en que estoy pensando. – la situación no mejoraba, parecía todo lo contrario, cada vez estaba peor, pensaba que podría controlar sus pensamiento, sus celos, su deseo, y dejarlo todo atrás por la paz, pero esto solo empeoro, y más, después de lo que vivió y de lo que sabía.
-la vida no puede complicárseme más. – dijo en un susurro. De pronto sintió un hormigueo en su nuca, era una sensación muy incómoda. Al girar su vista miro a Shura cruzado de brazos, este no dejaba de mirarlo seriamente y con recelo, bueno así mira a todos; sin embargo, esta seriedad dejaba en claro algo más que indiferencia, algo como desprecio y rabia, toda, dirigida hacia él.
No le dio importancia, se dio media vuelta y comenzó a descender rumbo a su templo, ahí por lo menos solo tenía que soportar las estupideces que le decía su gemelo, y no el desprecio y cinismo de los demás.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>
-Tener una misión de nuevo, está bien, por lómenos así tendré mi maldita mente ocupada. – se decía saga a sí mismo, tratando de organizar su vida nuevamente.
-deberías de estar preparando un arsenal de cosas para tu fatídico viaje. – le dijo Kanon a su hermano acercándosele.
-¿a qué te refieres? – giro su vista para verle mejor.
- pensé que no te hacía mucha ilusión ir a la isla Kanon junto con Shura y Death mask, para ir en busca del cofre que tiene sellado a tu dios favorito. -
Saga abrió los ojos, anonadado. – quieres decir que mañana tengo que…-se quedó mudo de la impresión.
-así es, mañana te diriges a la “bella y pacífica” isla kanon, aquella, la cual por cierto lleva mi nombre, -sonrió. -acompañado de tus dos “amigos y cómplices” para traer de vuelta el cofre que tiene encerrado a Ares, el dios que se encargó de que tu vida se volviera un infierno.- finalizo viendo el rostro de saga volverse un dilema.
- sabes, yo pude haber ido en tu lugar, pero como veo que te encanta meter la pata, no me meto. – dijo esto un tanto molesto. Saga solo se maldijo mentalmente, si, las cosas se estaban poniendo cada vez peor.
-solo no vayas a matar a nadie y procura volver completito, no es que no me haga ilusión el ser el único portador de géminis, pero, tú me facilitas las cosas, y además, con quien más me voy a divertir tanto. – le dijo mientras se alejaba.
Saga se froto la cien, intentaba poner orden en sus pensamiento y tomar todo con calma.
– me lo merezco. – Sabía que se merecía todo lo que le pasaba, la desconfianza de sus compañeros, el desprecio de algunos y la indiferencia, el desprecio y resentimiento de Aioria, así era como pagaba por todo el daño que había causado en el pasado.
….
Saga decencia lentamente y desganado por los últimos dos templo, hacia la salida del santuario donde sus dos compañeros lo aguardaban para su misión.
Al llegar al último escalón alzo la mirada para ver a Shura y Death, ambos, vestían ropa ligera y tenían sus armaduras acuestas.
Estaba por dar media vuelta y hablar con Athena para que Kanon tomara su lugar. Si, podría inventar cualquier excusa, como que no se sentía muy bien u otra cosa, pero no, él era un caballero fuerte y valiente. No se dejaría intimidar con nadie, ni por nada.
-buenos días caballeros. – dijo en tono seguro y levantando en alto su mirada.
Shura no respondió, solo bufo mientras volteaba a ver en otra dirección, era obvio su enojo y su molestia. En cambio Death lo miraba con una media sonrisa, algo que no entendía pero eso era muy mala señal.
Saga no sabía con quien se la pasaría peor, supuso que habría un poco de todo en ese viaje. Pero lo superaría. Si, aunque lo mejor era terminar la misión lo más pronto posible.
-bueno, como ya saben, Athena nos encomendó ir hacia la isla Kanon en busca del cofre que tiene a el dios Ares encerrado en su interior. Yo tengo la misión de guiarlos ya que conozco ese lugar a la perfección, así que necesito que no se aparten de mi lado y me escuchen, ya que en esa isla existen muchos peligros, sé que ustedes, como caballeros dorados, no tendrían nada de qué preocuparse; sin embargo, los riesgos son…-
- no interesa. – interfirió Shura. – solo acabemos con esto de una maldita vez. –hablo notoriamente molesto y furioso.
Saga lo miro de reojo molesto, estaba por decirle muchas cosas, pero, termino por dejarlo así por la paz. Hecho un suspiro. -bien, como quieran. –
-Esto va a estar de la fregada. – pensó, en casos como esos lo mejor era ignorar todo lo que pasaba a su alrededor, pero al parecer eso sería más que difícil, sin duda alguna, la misión no sería fácil ni llevadera.
Echando un último suspiro de resignación, concentro su cosmos para abrir un portal que los llevaría derecho a su destino.
CONTINUARA….