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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

 

 

Que tal, si me saque tiempo para escribir un nuevo cap, en verdad me siento ansiosa pues acabare con uno de mis fic más largos e inspiradores, espero no defraudarlos con el final…seee ahora  está algo confuso, pero ya pronto se sabrá en que termina así que un poco de paciencia.

 

¡! GRACIAS POR LEER, POR SUS COMENTARIOS  Y POR SEGUIR EL FIC!!

POR TI

 

Aioria salió corriendo sin ningún rumbo, no le importaba, solo quería salir de ese lugar y  alejarse lo más lejos posible de saga.

Cuando se vio agotado y cansado, se escondió entre unos escombros, un lugar sombrío, sin luz alguna.

Saga por poco y lo pierde, pero por fortuna lo ubicó, pudo ver que se adentraba  a un lugar oscuro y sombrío; las ruinas de lo que antes era un templo.

Se acercó sigilosamente, mirando a los alrededores en busca de Aioria, apenas conseguía regular su respiración tras la corrida emprendida cuando de repente encontró a Aioria, arrodillado, ambos brazos posados en el piso y la cabeza agachada, parecía rendido y derrotado, lloraba amargamente.

A saga le partió el corazón verlo así, ya ni siquiera sentía el efecto del alcohol en su cuerpo, es más, había desaparecido por completo.

Se le acerco sigilosamente por detrás. Aunque aún pretendía mantener cierta distancia con él.

-¡no te quiero! No te quiero, no te quiero…! TE ODIO!-

Escucho esas desgarradoras palabras por parte de Aioria, por un momento pensó que lo había sentido cerca, que había percibido su presencia,  mas sin embargo, Aioria seguía en la misma posición y no parecía dirigirse a él, sino asimismo.

-nooooo, sal de mi cabeza, sal de mi vida… …- coloco ambas manos en su cabeza apretando con fuerza la misma.

- no tienes derecho a hacerme esto, ya me hiciste mucho daño… ¡déjame en paz! MALDITO,  yo ya no quiero sufrir…-oculto sus manos en su rostro.

Aioria parecía descargar toda esa rabia y dolor, saga solo lo miraba, oculto tras un bloque.

-me haces daño…tu…tú me haces daño…tan solo con tu presencia me lastimas…- la lagrimas no dejaban de salir de sus orbes verdes. – por favor…ya no…ya no más…por favor…sal de aquí – poso una de sus manos en su pecho, justo a la altura del corazón. - …sal…me lastimas…me lastimas mucho…no lo soporto…no lo soporto más…-se dejó caer al suelo y comenzó a llorar sin importarle nada.

Saga también lloraba, lloraba al verlo así, lloraba al darse cuenta que Aioria no deseaba tenerlo cerca, que a pesar de amarlo, el no deseaba ese sentimiento que lo lastimaba, que lo hacía infeliz.

Ambos permanecieron ahí por un largo tiempo, Aioria llorando como si la vida se le fuera en ello y saga observándolo atento.

 

Saga entonces se alejó, con la mirada gacha salió de ese lugar y por más que lo intentaba, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.

 

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-¿qué fue lo que paso esta vez? –pregunto Kanon algo preocupado  al ver a su hermano sentado en  el suelo, llorando en silencio, solo, en la oscuridad de su cuarto.

-no me quiere…- hablo con un nudo en la garganta.- él no me quiere en su vida.- Kanon comenzaba a entender lo que había sucedido, hecho un hondo suspiro.

-¿Por qué dices eso? -

-yo lo se…se perfectamente que el…él no quiere tener absolutamente nada que ver conmigo…me odia…me desprecia…lo único que le causo es dolor y sufrimiento…- torpemente se limpió las lágrimas con el reverso de su mano. - lo eche todo a perder, el…el jamás va a perdonarme, soy un maldito imbécil.-lloro tratando de sacar su dolor, el dolor que le causaba haber perdido al amor de su vida.

Kanon lo abrazo y se lamentaba que todo haya sucedido de esa manera, el en verdad esperaba que tanto su hermano como Aioria arreglaran las cosas, para dar paso a la felicidad que los esperaba, pues estaba seguro de que ambos, a pesar de todo, se amaban, pero…al parecer el orgulloso león jamás dejaría atrás el pasado. Entonces se lamentó, lamento el haberle dicho a saga que luchara por algo que parecía imposible y sintió rabia contra el león, contra todos en ese santuario que aunque no lo dijeran aun sentían ese resentimiento y desprecio  tanto por saga como por él.

-no vale la pena. – Kanon se puso  en pie de golpe limpiándose unas imperceptibles lágrimas que salían de sus ojos. Saga lo miro de reojo.

-nada de lo que hay en este maldito santuario vale la pena…se dicen ser buenos, misericordiosos, compresivos, benévolos, a la mierda con todo su estúpido y descarado cinismo, no son más que unos cabrones de mierda, todos lo son, nos miran con superioridad, como si creyeran que nos hacen un maldito favor al dejarnos en este templo, que se jodan…la única que vale la pena es Athena…ella nos dio otra oportunidad, ella si nos perdonó de corazón, si no fuera porque ella, que me pidió que me quedara,  hace un buen rato que me hubiera largado lejos, si a mí no me gusta esta estúpida y miserable vida. – soltó Kanon con desprecio y rabia.

Saga lo miro anonadado, Kanon jamás había demostrado su dolor ni rabia como lo hacía en esos momentos. Sonrió de lado, sabía que si decía todo ello era porque en el fondo le dolía verlo así.

-nosotros no somos ningunas víctimas, Kanon, y lo sabes, hemos causado mucho daño…-hablo con pesar  recordado todo lo que hicieron.

-tal vez…pero nadie es perfecto, además bien sabes que este mundo no está en peligro por personas como nosotros, sino por aquellas que permiten la  maldad…-

Saga agacho la mirada, Kanon hecho un hondo suspiro para luego tenderle la mano a su hermano y ayudarlo a que se pusiera de pie.

-vamos,  no dejes que nadie te vea así…te ves patético llorando como un bebe. –saga sonrío con melancólico, alzo la mirada para verlo a los ojos. En verdad  envidiaba tanto su fortaleza y su cordura, la manera de sobrellevar sus problemas.

 

-gracias…- le susurro, Kanon solo desvió la mirada algo incómodo con la situación.

Entonces saga abrió un portal, Kanon lo miro confundido.

-¿qué piensas hacer? – lo sostuvo de un brazo.

-algo que debí de haber hecho hace mucho tiempo…- agacho la cabeza.- tomare la salida fácil. – le miro para regalarle una media sonrisa, Kanon se alteró al escucharlo.

-¿a dónde…-

Kanon no pudo terminar su pregunta pues saga había desaparecido tras el portal.

-¡SAGA! – grito algo asustado, suponiendo lo peor.

 

 

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-¿estás seguro de lo que me pides caballero? – pregunto Athena algo asombrada por lo que le pedía su santo dorado.

-completamente, mi señora. – le respondió saga sin mirarla.

-me gustaría saber cuál es la razón para que hayas tomado una decisión tan drástica y repentina. –

-bueno…yo sé que no he sido el mejor de sus caballero…todo lo contrario yo…-

-eso quedo en el pasado, saga, no te atormentes más con eso.-

-sí, lo sé, pero tal parece que muchos de mis compañeros aún tienen presente lo que hice y la verdad no los culpo, si yo mismo no puedo perdonarme aun el haber causado tanto daño y sufrimiento. – dijo saga con tristeza, Athena lo miro acongojada.

-pero saga, tu no debes de sentirte culpable…-

-no quiero ser ingrato, ni despreciar la nueva oportunidad que me dio de vivir, yo solo…solo le pido que me comprenda.- levanto la mirada.-  ya no deseo ser una molestia y no quiero seguir causando más dolor a nadie… así que si mi presencia incomoda a mis compañeros, entonces creo que lo mejor es dejar el santuario para siempre. –

Athena quedo sorprendida por la inusual petición, jamás se lo espero.

-¿estás seguro de lo que me pides caballero?-

-absolutamente y  espero pueda entenderme. -

-si tú quieres que te releve de tus obligaciones como caballero, está bien –lo miro a  los ojos. – Quiero que sepas que a ninguno de ustedes se les obliga permanecer aquí, ustedes son dueños de su vida, y si lo deciden, pueden irse cuando deseen.-

-mi señora, yo daría mi vida por usted sin dudarlo pero… - saga intento decir algo mas Athena lo interrumpió.

-no, saga, no te estoy recriminando absolutamente nada. – se arrodillo para ponerse a su altura. – si lo que tu deseas es irte, puedes hacerlo tienes mi permiso.-

Saga jamás creyó que ese ser que una vez, cegado de ira y frustración quiso asesinar, le mirara y lo tratara de esa manera, como cualquiera de sus caballeros.

-se lo agradezco mucho. – dijo haciendo una reverencia, controlando al mismo tiempo las ganas que tenia de llorar ahí mismo.

Sabía que la decisión que había tomado una sentencia contra sí mismo, pues  dejaría la vida que conocía, su único hogar, tantos recuerdos….había tanto que amaba de ese santuario a pesar de todo, amaba ese lugar, pero ya no había marcha atrás, estaba decidido; se iría lejos y jamás volverían a saber de él.

 

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Abrió los ojos lentamente, sentía su parpados tan pesados incluso la luz del sol lastimaba su vista. Se reincorporo y entonces pudo notar que se encontraba en su cama, se sorprendió, ¿cómo fue que llevo hasta ahí?

-ya despertaste. –

Dirigió su mirada hacia su acompañante.

-me alegra. – se acercó y poso una de sus manos en su frente. – hum no, no pareces tener calentura.-le sonrió mirándolo a los ojos.

-¿qué paso?-

-nada, solo que te encontré tirado en el suelo de unas ruinas abandonadas así que decidí traerte a tu templo y dejarte descansar.-le dijo sereno Shaka mientras preparaba un té.

Aioria se puso a pensar, la verdad ni siquiera recordaba cuando fue que llego a quedarse dormido, preso del agotamiento y la fatiga.

 

-gracias. –le dijo en un susurro,  aunque Shaka lo escucho claramente.

-de nada. - sonrió de lado mientras lo miraba nuevamente.- ten, este te, te hará sentir mejor.-

Aioria cogió la taza sintiendo ese agradable y dulce sabor él te de hiervas que Shaka le solía preparar cuando él se sentía mal.

-eres tan bueno y atento conmigo, Shaka.- le dijo cabizbajo. – La verdad…no sé cómo agradecer todo lo que has hecho por mí.-

- Vamos, tú sabes que siempre cuentas conmigo, pase lo que pase. – le dijo mirándolo a los ojos, Aioria le sonrió aunque su semblante continuaba triste.

-bueno creo que será mejor irnos ya.- hablo Shaka instando a Aioria a que se pusiera en pie.

-¿irnos? A dónde? – pregunto extrañado.

-tenemos que dirigirnos al gran salón, Athena solicita la presencia de todos nosotros, dice que es un asunto muy importante.- le dijo serio.

Aioria se levantó, intrigado por lo que su diosa les diría.

 

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Los caballeros dorados se encontraban reunidos en el templo principal, esperaban con ansias  la llegada de su diosa.

-Vaya…hace tanto que no mantenemos una junta así… --hablo afrodita mirando a todos a su alrededor.-digo, no será que hay otra guerra santa. –

- no seas ave de mal agüero, quieres. – le reprendió milo molesto, mientras mantenía los brazos cruzados, muy impaciente por lo que pasaría.

- tienes algo de razón piscis, esto es muy extraño. – dijo Camus serio, mientras dirigía su mirada hacia Aioria.

-tal vez nos quiera mandar a otra misión…esta vez esperemos que regreses sano y salvo queridísimo Death. – le dijo en tono burlón, afrodita, mirando al caballero de cáncer, quien mantenía unas cuantas vendas en su rostro y en sus brazos.

-cállate, imbécil. – bramo furioso.

-vamos cálmate, que no es culpa mía que tengas quemaduras de tercer grado en el cuerpo. –

Death resoplo con fastidio.

-ese bastardo infeliz me las va a pagar…- 

-por cierto…no veo a saga por ninguna parte...me pregunto si él tiene algo que ver con todo esto. – dijo pensativo, todos los demás lo miraron de reojo, comenzando a intuir algo de lo que se vendría.

-¡Aioria! – grito Aioros para luego dirigirse hacia donde se encontraba su hermano.

-¿estás bien? – pregunto algo angustiado, mirándolo de pies a cabeza.

-sí, estoy bien.- le respondió tratando de sonar lo más convincente posible.

-¿seguro? -Aioros lo miro muy angustiado- Es que anoche sentí el cosmos de saga y…-

-No me hables de Saga…-su tono de voz era sombrío mientras apretaba los puños y agachaba la mirada,  al ver a su hermano así, la ira volvió a él, por más que  Athena le pidiera que perdonara a saga de corazón, el no permitiría que él le hiciera daño a su hermano.

-Aioria…. Dime que fue lo que te...-

Todos escucharon las puertas del salón principal abrirse de par en par, Athena ingreso con Nike en una mano, caminando acompañada de Shion a su derecha y de saga a su izquierda, Kanon fue el único que sonrió al verlo.

Todos miraban la escena atentos hasta que Athena tomo haciendo en el trono, Shion permanecía en su derecha y saga se arrodillo  en frente de ella, todos los demás lo imitaron aunque permanecían intrigados por lo que sucedía.

Athena hizo una ademan con la mano para que todos se pusieran en pie.

-mis queridos caballeros, les agradezco que estén todos aquí presentes. – Los miro a todos.- el motivo por el cual los cite aquí es muy importante. –

Entonces se puso en pie, todos la miraban atenta.-ya que hoy le daremos la despedida a uno de sus compañeros de arma, Saga de géminis. –

Todos abrieron los ojos asombrados por la repentina noticia, dos personas en especial no podían creer lo que oían, sus corazones comenzaron a palpitar aceleradamente mientras trataban de asimilar lo que habían escuchado.

 

El silencio reino por unos momentos, Athena entonces, se acercó  a saga, quien aun permanecía arrodillado y con la mira da gacha.

-¡Saga de géminis ¡ ya que tú mismo lo has decidido, yo te relevo de tus obligaciones y le cedo tu armadura a tu hermano gemelo, Kanon de géminis. -

- ¡NO!- El grito de Kanon resonó en el salón ante la mirada atenta de los demás.

Se acercó a saga. – -yo…yo no sé qué bicho te pico pero…- pero tú no te iras, --apretó los puños.--tu no dejaras este santuario ¡me oíste! – lo alzo del peto para tenerlo cara a cara.

-Kanon…- saga intento soltarse de su agarre, mas Kanon no pretendía dejarlo ir.

-no…tú no te iras…-le dijo mirándolo a los ojos, mientras salían lágrimas de sus ojos sin que él se diera cuenta.

-déjame Kanon…es lo mejor…- le hablo saga con un nudo en la garganta.

-¡lo mejor! –grito furioso,  soltándolo apartándolo de si de un empujón. –lo mejor…esto no es lo mejor…solo lo haces para complacer a la bola de resentidos que tenemos de “compañeros” a los hijos de…. –

-ya es suficiente Kanon! – Grito Shion.- ten más respeto para con tus compañeros, para mí y para tu diosa, no es propio de un caballero hablar ni comportarse de esa manera, además  saga ha tomado una decisión y debes respetarla. – dijo autoritario.

-está bien, solo te digo una cosa…- se dirigió a saga. - yo no quiero tu armadura…ni tu puesto en este lugar…yo…no lo quiero…no así…- Kanon se limpió las lágrimas que caían de sus ojos con el reverso de su mano, para luego salir del salón sin importarle nada.

-¡Kanon! – grito saga, mas Kanon no regreso. Saga agacho la cabeza tratando de apartar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Sabía que Kanon no tomaría nada bien la decisión que había tomado.

Saga alzo la mirada hacia sus compañeros. -sé que muchos de ustedes me odian…que nunca van a perdonarme el mal que les hice, a ustedes, ni a las personas que aman…y…no los culpo, yo mismo no me puedo perdonar el haber causado tanto dolor y mal por mi mezquina ambición y mi frustración.- miro a Aioros, este le sostuvo la mirada sin mostrar ningún  tipo de expresión en el rostro, aunque en el fondo contenía la rabia que todas sus palabras le causaban.

-lo único que quiero es que…vivan su vida…y si mi presencia en este lugar les  causa dolor, rabia y molestia pues ya no va a seguir siendo así, pues les juro que nunca más volverán a saber de mí. –

Todos escuchaban a saga atentos, unos se sentían mal por él, otros ya venían venir eso, a otros simplemente la presencia de saga no les interesaba.

Saga camino hasta llegar a Aioria quien permanecía con la mirada gacha, no deseaba mirarlo, pero aun así su estado de ánimo era muy notorio, pues Aioria mantenía los puños apretados y se mordía el labio inferior conteniendo su dolor y rabia.

-Aioria…- todos en ese lugar se alteraron al ver lo que saga hacía, Athena vía cosmos, les ordeno permanecer quietos.

Saga permanecía con ambas rodillas en el suelo, las manos se posaron el suelo mientras su rostro miraba el suelo.

-de todas las personas que hay en este santuario, tu…tu eres la que más ha sufrido por mi causa…no solo te humille y menosprecie  delante de todos, no solo te quite lo que más amabas en el mundo, no solo hice que todos en este lugar te despreciaran y odiaran, no solo…no solo me burle de tus sentimientos y te use sin compasión ni piedad alguna  si no que también me empeñe en acabar con tu bondad, tu amor, tu alegría…no merezco tu perdón, ni tu amor…no lo merezco, lo único que he hecho es hacerte daño…incluso ahora que planeas rehacer tu vida…sigo siendo una maldito egoísta, un obstinado, un imbécil,  un obstáculo y un estorbo para ti.-alzo la mirada hacia Aioria, quien derramaba lagrimas amargas tratando de no venirse abajo.

-Aioria… quiero darte lo único que tengo…sé que no compensara ni resarcirá todo el daño que te hice pero…. - saga saco una daga de entre sus ropas.-es lo único que puedo ofrecerte… Aioria… quiero darte mi vida….- alzo la mirada. - te ofrezco mi vida. – tomo la mano de Aioria haciendo que cogiera la daga. - tómala.-alzo la mano de Aioria hacia su cuello. – estoy dispuesto a morir, solo si tú lo quieres, solo si eso hace que tu alma descanse en paz de una vez, mátame. –

Athena miraba todo sin poder creer lo que saga hacía, seguro estaba desesperado muy desesperado pues estaba tomando medidas muy extremas.

Se escuchó el ruido del metal chochar estrepitosamente contra el suelo, Aioria aparto su mano de la de saga e hizo que la daga volara lejos.

Sin emitir ninguna palabra, Aioria abandono el salón, aprisa, derramando lágrimas a su paso, ante la mirada acongojada y lastimera de los demás, sobre todo de su hermano, quien deseaba ir tras él.

Saga se quedó arrodillado, en el suelo, mirando la daga tirada a unos cuantos metros de él.

-eres un estúpido…un verdadero imbécil. – todos miraron a Shaka, jamás se imaginaron que el fuera capaz de usar un vocablo así y menos estando frente a Athena.- como…como se te ocurrió pedirle algo así….- saga lo volteo a ver molesto.

-en verdad no lo conoces….no tienes idea de la clase de persona que es Aioria, has estado con el tanto tiempo y no eres capaz de percibir ni ver lo que siente, porque solo estás viendo tu dolor, solo tratas de sentirte mejor contigo mismo… no…no lo mereces. – Shaka hiso una reverencia ante Athena para luego salir tras Aioria.

Saga permanecía quieto, su dolor solo se incrementó, en verdad no tenía ni idea delo que hacía, solo quería que Aioria dejara de sufrir por su causa, lo amaba lo suficiente como para dejarlo todo, como para llegar a ofrecerle su vida.

-espero que cumplas con tu palabra. – hablo Aioros de repente, sin poder contenerse por más tiempo se acercó a saga. –no quiero que regreses nunca, ya has hecho demasiado daño y que me perdone Athena por lo que digo y siento pero no puedo, no puedo perdonarte y espero en verdad nunca más volver a verte. – hablo serio y frio como jamás antes se dirigió a nadie.

-no te preocupes, no pienso regresar nunca más. – dijo en un susurro apenas audible.

Aioros entonces salió del gran salón, también en busca de su hermano.

-me parece que al fin has tomado la decisión correcta. – Hablo Shura también.- pues alguien como tú, no es digno de permanecer en un sitio sagrado como este, tu sola presencia insulta este recinto. –

Saga lo miro de reojo, mas no le dijo nada, solo agacho la mirada, sabía que merecía ese trato, lo merecía por todo lo que había provocado.

-vaya saga, en verdad envidio tu manera de solucionar tus problemas o debería de decir…escapar de tus problemas. – Death de acerco a él. – no tienes idea de lo patético que te vez…en verdad das mucha lastima…- le dijo al oído. – ¡Creo que contigo fuera por fin podremos descansar todo en paz!- se carcajeo Death.

Saga se quedó quieto…no le importaba lo que le dijeran, en verdad nada de lo que le decían le importaba, solo le importaba Aiora, era precisamente por el que hacia todo aquello, pero en todo ese tiempo ni siquiera lo miro a los ojos, tanto lo despreciaba que ni siquiera su vida le importaba.

Athena veía esa escena consternada, en verdad deseaba que sus caballeros dejaran de lado su resentimiento y su odio, pues solo el perdón podría liberarlos, pero ahora eso parecía cada vez más imposible. Se sintió en parte culpable y deseo que saga alcanzara la paz que sabía merecía, pues aunque los demás no lo notaran el también sufría, sufría mucho.

 

¡! Continuara!!

Notas finales:

!!hasta el siguiente capitulo.!!

 


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