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Striper a la fuerza por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV


 


No podía creerme que la madre de Sasuke estuviera enferma. Aquello me había afectado mucho cuando me lo dijo en el bar y acabé acompañándole para poder verla. Me daba un poco de vergüenza ir ahora a verles… desde que Sasuke se había marchado no había vuelto por esa casa y es que me sentía fatal por cómo habían acabado las cosas con su hijo, ni siquiera les conté que había tenido un hijo de Sasuke. Quizá debí hacerlo… pero tenía tantos problemas en la cabeza que se me pasó por completo, no era algo que tuviera pensado y menos después de que Sasuke rehusase ocuparse del niño… bueno… de que nos abandonase. Pensé que no merecía la pena importunar a su familia con esto, ellos ya tenían sus propios problemas, siempre habían sido tan buenos conmigo que yo no quería llevarles más problemas, así que simplemente desaparecí sin decir nada, sin dejar rastro para que pudieran encontrarme.


Ahora estaba aquí, abrazado a Mikoto sin poder dejar de llorar… todo mi miedo porque se enterasen de mi embarazo y pudieran quitarme a mi hijo se había esfumado en sólo segundos… todo porque Mikoto estaba enferma y yo no quería dejarla sola, no podía permitirlo, ella había cuidado de mí de joven. Me dolía, me dolía mucho saber que estaba muy enferma.


Sentí las manos de Mikoto en mi cabello intentando calmarme pero no podía dejar de llorar mientras Fugaku colocaba sus manos en mis hombros apartándome con delicadeza de su mujer.


- Naruto… - escuché a Fugaku - ¿Nos puedes explicar qué te ocurre? Deja de llorar, mi mujer no está enferma.


- ¿Qué? – pregunté sorprendido.


- Entra a tomarte algo con nosotros y te lo explicaremos ¿Vale? – me dijo Fugaku con una sonrisa tranquila.


- ¿No está enferma? – le repetí intentando limpiarme las lágrimas.


- No… lo ha estado, pero ya está bien, se ha recuperado por completo.


Miré a Mikoto unos segundos y ella me sonrió con esa dulce sonrisa que siempre tenía y que calmaba a todo el mundo. Fue entonces cuando vi a la espalda de ella a Itachi que bajaba en pijama preocupado por el escándalo que estábamos montando a estas horas. Mis ojos se fijaron de golpe en Sasuke y sentí odio.


- No me mires así Dobe – me dijo Sasuke y me cabreé – no querías decirme tú nombre, me obligaste a hacerlo para descubrir si eras tú, sólo Naruto conocía a mi familia y habría venido hasta aquí preocupado.


¿Cómo podía jugar ese imbécil con algo tan delicado? Me solté de Mikoto y caminé hacia él que me miraba fijamente. Aceleré el paso y acabé corriendo derribándolo al suelo y pegándole un puñetazo.


- Eres un cabrón – le grité - ¿Cómo has podido jugar con eso? No tienes sentimientos.


- Naruto – escuché a Itachi detrás de mí agarrándome porque yo seguía pegando a Sasuke. Fugaku también vino a ayudar. – Naruto cálmate, sé que mi hermano es un idiota y que se lo merece, pero cálmate.


- Eres un animal – gritó Sasuke desde el suelo.


- Te voy a dar yo a ti quien es un animal. Eres una mierda Sasuke, no vales nada como persona… no se juega con eso, me has dado un susto de muerte, me has hecho daño.


- El mismo que tú me hiciste – me gritó.


- ¿Qué? ¿Tú vas a hablarme de sufrimiento? Tú no sabes nada… me abandonaste.


- Tú me abandonaste a mí.


- Eres un egocéntrico, idiota – le grité y al final fue Itachi quien se puso delante intentando que me calmase.


Lloré de la rabia, de la frustración que tenía ¿Cómo podía ser tan podidamente insensible ese crío? Había jugado con una enfermedad… había jugado con su familia y con lo que yo sentía por ellos para descubrirme, bastante con que hubiera venido diciéndome que me reconocía, no le hacía falta hacer todo esto y eso me dolió. No sé si podía ver a Sasuke ahora mismo sin tener ganas de volver a pegarle. Sasuke en cambio aprovechando que Fugaku y que su hermano Itachi me retenían se levantó viniendo hacia mí para pegarme, pero Itachi se metió en medio dándole un bofetón que creo que le dolió más que todos mis golpes.


- ¿Qué narices haces Itachi? – le preguntó Sasuke cabreado después de conseguir reaccionar de la sorpresa.


- Ya he tenido bastante de ti y tus tonterias por hoy, lárgate a dormir.


- No pienso irme ahora que Naruto está frente a mí.


- Él no quiere verte y yo ahora mismo tampoco ¿Cómo se te ocurre jugar con los sentimientos de la gente? ¿No te han enseñado nada en estos cinco años? Si es así yo te daré la lección de tu vida Sasuke, lárgate ahora mismo porque no puedo verte, me avergüenzas por lo que has hecho, has caído muy bajo.


- Pero…


- Lárgate – le gritó Itachi y Sasuke caminó hacia la puerta donde su madre se apartó ligeramente dejándole pasar hacia las escaleras.


- Vamos dentro Naruto, hablaremos de esto con calma. Mi hermano no volverá a molestarte – me dijo Itachi.


Aún llorando les acompañé al interior de la casa. No quise ser una molestia y aunque me ofrecieron un té o una tila para calmar mis nervios, yo me negué comentándoles lo tarde que era, pero Mikoto con una gran sonrisa fue a la cocina a preparar algo trayéndome al final una tila.


- Toma cielo, cálmate ¿Vale? Sasuke no vendrá. No sé cómo ha podido decirte algo así, aún no me creo que mi hijo haya podido hacer algo como esto.


Mis manos aún temblaban cuando cogí la taza y al final fue Fugaku quien habló.


- Nos has dado una gran sorpresa – dijo Fugaku – no esperábamos verte ¿cuántos años hace que no venías por aquí?


- Cinco años – le dije.


- Te buscamos en el orfanato pero nos dijeron que te habías marchado.


- Lo sé… lo siento. No quería involucraros en más problemas, ya habíais hecho mucho por mí.


- Naruto… siempre podías contar con nosotros, te queremos como a un hijo y lo sabes – me dijo Mikoto con su dulce sonrisa - ¿Dónde estás viviendo?


- A las afueras – le dije y ellos pusieron una mala cara reconociendo el barrio donde podría estar.


- ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?


- No – le dije – estoy bien, gracias. Yo sólo… quería saber que estabas bien – le dije a Mikoto.


- Lo estoy Naruto. Tuve un tumor pero ya me lo han quitado. Estoy perfectamente, no tienes que preocuparte.


- ¿Qué le he hecho yo a Sasuke para que me haga esto? – le pregunté llorando y todos se miraron los unos a los otros confusos.


- Sasuke dijo que le dejaste – comentó Itachi.


- ¿Qué? – pregunté alarmado - ¿Cómo iba yo a dejarle? Yo le amaba.


- Mi hermano estuvo a punto de dejar la gira para venir a buscarte Naruto. No nos habría importado que lo hiciera si no hubiera tenido ese contrato, pero Sakura y su compañía lo tienen bien atado, estaríamos todos en graves problemas si él dejaba la gira. Le convencimos de que era mejor que se quedase allí, le dijimos que te buscaríamos y lo hicimos pero… desapareces muy bien – me comentó Itachi.


- No le dijimos tampoco nada a Sasuke de mi enfermedad para evitar que dejase esa gira. No le hemos contado en todos los problemas en los que está por ese contrato, pero por fin ha caducado ese maldito contrato – dijo su madre – ahora ya puede hacer lo que quiera.


- ¿Él… quería venir a buscarme? – pregunté.


- Sí Naruto. ¿Qué ha ocurrido todos estos años? – me preguntaron.


- Yo… he estado trabajando – les dije únicamente y es que aunque me sentía en parte feliz por Sasuke y por la idea de que hubiera querido venir a buscarme… aún sentía que me odiaba por algún motivo, porque creía que yo le había dejado, pero yo no hice eso y no sé si yo podía perdonar lo de mi embarazo.


Me dio un poco de vergüenza preguntar sobre eso, nadie había sacado el tema de mi embarazo y con el miedo que tenía yo de que quisieran quitarme a mi hijo… preferí no hacerlo.


- ¿Estás trabajando, Naruto? – preguntó Mikoto ilusionada - ¿De qué?


- De… camarero – le medio mentí – sirvo copas por las noches.


Decirles que era Striper ahora mismo no entraba en mis planes y menos sabiendo que si querían quitarme a mi hijo… tendrían la excusa perfecta. Puede que los padres de Sasuke no quisieran hacer algo así, pero Sasuke… no podía arriesgarme. Sé que Sasuke sabía mi trabajo, pero no sabía que era su hijo o si lo sabía… le daba igual, así que mejor mantenerlo escondido. Nadie me quitaría a Asahi.


- Ven aquí mi niño – dijo Mikoto abrazándome dándome un beso en la frente – no sabes cuánto te hemos echado de menos. No vuelvas a desaparecer así ¿Vale?


- Yo… vale – les dije al final – lo intentaré. Gracias por la tila pero… tengo que irme.


- ¿Ya? – preguntó Fugaku mirando el reloj – ¿Acabas de llegar y ya quieres irte?


- Lo siento… es que tengo mucho que hacer aún – les dije pensando en mi hijo, tenía que ir a recogerlo aún.


- Vale, te acercaremos – dijo Fugaku aún con la bata.


- No por favor, iros a dormir.


- Pero… estás muy lejos de tu barrio Naruto – dijo Fugaku preocupado.


- Ya he molestado bastante, enserio, id a descansar.


- Yo le llevaré papá – dijo Itachi


Fui a quejarme cuando Itachi me mandó callar y me dijo que le acompañase hacia su coche. No pude negarme otra vez y menos cuando le vi buscar en un platillo de la entrada las llaves de su coche. Le seguí hacia el garaje, abrió la puerta y subí en su coche. Itachi aún iba en pijama pero supongo que como no tenía que salir del coche le daba un poco igual.


- ¿Así que no dejaste a Sasuke? – me preguntó Itachi.


- No – le dije – no supe nada de él desde que se subió a ese coche y se marchó.


- Pudiste venir a vernos ¿Lo sabías? – preguntó Itachi.


- Tuve muchos problemas en aquel momento, el orfanato me retuvo unos meses y cuando intenté hablar con Sasuke… él no contestó. Creí que quizá era mejor no causaros más problemas, pensé que Sasuke no quería verme más – le dije limpiándome una lágrima.


- Sasuke se moría de ganas de verte Naruto. Sakura lo encontró prácticamente en el aeropuerto que se venía con lo puesto, ni siquiera cogió maleta. Sakura y su compañía nos habría metido en un problema legal que no habríamos conseguido salvar si él llega a coger ese avión, me tocó llamarle para decirle que no viniera, le prometí que te encontraría y no pude cumplir mi promesa, así que me disculpo contigo Naruto, yo le impedí a Sasuke venir. Él no paró de llamarte, no paró de preguntar por ti cada vez que nos llamaba.


- No entiendo nada – le dije - ¿Si me quería por qué no contestó a mi mensaje?


- No lo sé – me dijo su hermano – no sé qué ha ocurrido Naruto, pero por favor… no tengas en cuenta al Sasuke de ahora, sabes que es un buen chico… está dolido por lo que pasó y mi hermano es…


- Vengativo – le dije triste – sé cómo es, salí con él. Siempre supe que era vengativo pero también vi su faceta dulce y protectora, me enamoré de él, de su carácter fuerte.


- Dale un poco de tiempo, no será fácil que recapacite. Es un Uchiha al fin y al cabo, su orgullo le hace cometer errores.


- ¿Cómo el de hoy?


- Sí Naruto, como el de hoy. Se dará cuenta de su error, vi sus ojos cuando te vio llorar… estaba arrepentido de lo que hizo.


- No lo dijo.


- Y no lo hará, su orgullo no le dejará pero sé que sigue queriéndote, en el fondo os seguís queriendo.


- Yo ya no siento lo mismo por él – le mentí – sólo… quiero que me deje vivir tranquilo, que deje de venir a mi trabajo todas las noches.


- Hablaré con él ¿Vale? Pero no sé si conseguiré algo. Es terco y cabezón.


- Gracias por traerme Itachi, siento haberos molestado a estas horas por una… equivocación – le dije evitando la palabra “mentira” porque eso es lo que había hecho Sasuke, mentirme vilmente.


- Siempre eres bienvenido en nuestra casa Naruto – me dijo Itachi – y si tengo que mandar a mí hermano a la habitación o a dar un paseo lo haré, pero ven cuando quieras. Para lo que necesites, estamos aquí.


- Gracias, lo tendré en cuenta.


Cuando Itachi se marchó y yo subía las escaleras para recoger a mi hijo me quedé pensando… ¿Qué había utilizado Sakura para evitar que Sasuke pudiera venir a verme? ¿Por qué su familia le había ocultado todo el problema? ¿Tan grave era?


 


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