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Striper a la fuerza por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV

 

 

 

Un año había pasado desde que la familia Haruno fue encerrada en la cárcel. No habíamos vuelto a saber nada de ellos y tampoco tenía ganas. Había firmado un nuevo contrato discográfico, mejor que él primero que tuvimos porque ahora me permitían estar la semana entera con mi familia, sólo viajaba los fines de semana para hacer los conciertos y concretamente este fin de semana, tenía uno en Minnesota.

 

Cuando me desperté y bajé hacia la cocina me encontré a Naruto dándole de desayunar a nuestro hijo. Me acerqué tocándole la cabeza a Asahi y le sonreí antes de ir hasta Naruto y besarle con pasión.

 

- ¿Qué haces loco? – me preguntó riéndose – está Asahi.

 

- No mires – le dije a Asahi y vi como se tapaba los ojos con las manos, por lo que ambos empezamos a reírnos – ya puedes mirar – le dije sonriendo apartándome de Naruto.

 

- ¿Qué quieres desayunar?

 

- Tú ya sabes lo que quiero desayunar.

 

- Pues eso tendrá que esperar – me dijo – toma unas tortitas de momento.

 

Desayuné con ellos y luego pasaron Deidara y Minato para llevarse a Asahi a clase. Me quedé hablando con ellos unos minutos para pedirles un gran favor, que este fin de semana se quedase mi hijo con ellos porque iba a proponerle una locura a Naruto, quería estar el fin de semana con él aunque tuviera concierto, quería proponerle que me acompañase y viera el concierto en directo. Desde que estábamos saliendo aún no había venido a verme en directo aunque sí había pasado por el estudio de grabación con Asahi.

 

Ahora los medios ya sabían que estaba saliendo con Naruto, yo mismo lo dije en las últimas entrevistas y aproveché para confirmar que tenía un hijo del que estaba orgulloso. Quizá no me había casado porque mi trabajo me ocupaba mucho tiempo, pero pensaba hacerlo en algún momento si es que Naruto aceptaba.

 

Minato sonrió cuando le conté el plan de llevarme a Naruto hasta Minnesota donde tenía el concierto y me comentó que este fin de semana podrían cuidarle, tenían pensado llevárselo de excursión, algo sobre un campamento e irse de senderismo por el bosque. Desde luego Deidara y Minato no podían parar ni un segundo a solas, siempre estaban ocupados con algo.

 

Cuando se marcharon, Naruto se acercó hacia mí besándome y lo cogí entre mis brazos dejándonos caer sobre el sofá. Me quedé allí besándole y abrazándole. Amaba a Naruto y desde que habíamos vuelto a estar juntos ya no podía ver mi vida sin él, quería estar a su lado siempre.

 

- ¿Ahora ya puedo tener mi desayuno? – le pregunté sonriendo.

 

- Claro que sí – me dijo quitándose el delantal que aún tenía puesto.

 

Le besé de nuevo acariciando todo su cuerpo con mis manos hasta que llegué al borde de su camiseta cogiéndola para quitársela con lentitud hasta que la lancé al suelo entre risas. Naruto estaba encima de mí y se separó de mis labios para morder mi cuello mientras levantaba mi camiseta con impaciencia para bajar a mi abdomen y pecho besándome, jugando con mis pezones y mordisqueándolos con sensualidad haciéndome gemir del placer.

 

Agarré su rubio cabello empujando su cabeza lentamente hacia mi pecho animándole a que siguiera besando mi pecho. Me gustaban sus labios, su roce por mi piel y desearía estar así toda la vida si pudiera. No iba a volver a separarme de él y cada vez tenía más clara la decisión que iba a tomar, le iba a proponer que viniera a mi concierto esta noche.

 

Naruto seguía riéndose mientras me acariciaba todo el cuerpo. Yo no me quedé atrás y acaricié también su cuerpo para escucharle gemir. Sus manos bajaron a mi pantalón empezando a bajar la bragueta, por fin teníamos la casa para nosotros solos y teníamos que aprovechar el momento, pocas veces Asahi nos dejaba toda la casa para nosotros y por las noches… aunque podía hacer mío a Naruto, teníamos que hacerlo con mucho cuidado y casi en silencio. Por lo menos ahora mismo podíamos aprovechar.

 

Moví mi pierna para colocarla por encima de la cintura de Naruto y al darle la vuelta caímos irremediablemente al suelo empezando a reírnos los dos. Acaricié su rostro poniendo mis manos en sus mejillas y le miré con seriedad antes de atrapar de nuevo sus labios besándole con pasión, metiendo mi lengua en su boca mientras le quitaba el pantalón y empezaba a introducir mis dedos en su entrada.

 

- ¿Buscamos el segundo? – le pregunté.

 

- ¿Quieres otro niño tan pronto? – me preguntó sonriendo.

 

- Contigo lo quiero todo Naruto – le dije – sabes que te amo.

 

- Busquemos un hermanito para Asahi entonces, Sasuke – me dijo sonriendo.

 

Metí mis dedos más profundos en él. Le quería bien preparado porque mi intención no era hacerle daño, me gustaba escucharle susurrar mi nombre, gemir y jadear. Le amaba. Entré en él muy despacio bajándome levemente el pantalón y vi el rostro de Naruto tratando de aguantar el dolor inicial. Pronto se le pasó el dolor y le besé mientras profundizaba más en él hasta llegar al fondo.

 

Me moví en su interior disfrutando de cada movimiento, de cada entrada y salida excitándome con los gemidos de Naruto, viendo como se movía él también encima de mí buscando más profundidad hasta que me corrí. Él se corrió prácticamente al momento también llenándome el pecho de su semen, pero no me importó, sonreí y cogí unos pañuelos de encima de la mesa limpiándonos mientras salía de él.

 

- Vente conmigo al concierto – le dije de golpe.

 

- Estás loco. No puedo dejar a Asahi solo.

 

- Asahi se irá el fin de semana de acampada con su abuelo y Deidara. Vamos ven a mi concierto, quiero que lo veas – le dije sonriendo.

 

- Está bien – me dijo – te acompañaré, pero sólo esta vez.

 

- Me parece bien.

 

Fuimos a Minnesota en el avión y me preparé para la actuación. Naruto se marchó a las gradas con el resto de la gente y cuando yo subí al escenario empezando a tocar tras el batería, le busqué entre el público pero no lo encontré, había demasiada gente. Toqué con mi grupo todo el repertorio de canciones y cuando acabamos, nos pidieron más canciones, así que nos quedamos y tocamos un poco más.

 

Cuando ya íbamos a terminar me acerqué al micrófono y pedí a los ingenieros que iluminaban la zona que buscasen a Naruto, me hicieron caso y tal y como consiguieron detectarle por el micrófono le pedí si podía subir al escenario. Naruto se había quedado helado y paralizado, no sabía qué hacer ni qué estaba haciendo yo pero empezó a caminar hacia el escenario bajando de las gradas.

 

Los de seguridad lo escoltaron cuando llegó hasta ellos y le indicaron por donde subir al escenario y en cuanto lo hizo, cogí el micrófono acercándome a él y de rodillas le pedí que se casase conmigo. Naruto se había quedado aún más paralizado que antes pero en cuanto pudo reaccionar y escuchó a la gente gritarle desde la gradas que aceptase, se lanzó a mi cuello besándome y supe que eso era un sí.

 

Cuando salimos del escenario Naruto me golpeó en el hombro por la vergüenza que le había hecho pasar.

 

- ¿Cómo narices se te ha ocurrido hacer eso? – me preguntó y yo sonreí.

 

- ¿Pedirte matrimonio frente a todos? Lo tenía pensado hace mucho Naruto, quería que fuera especial. Delante de todos no me dejarías en ridículo, dirías que sí.

 

- Eres un tramposo – me dijo sonriendo.

 

- Lo sé. Ven aquí – le dije cogiéndole de la cintura y besándole frente al resto de los de mi grupo de música.

 

Cuando salimos del pasillo y entramos por nuestra habitación donde nos reuníamos y nos preparábamos el grupo, allí estaba el niño de Lee. Cuando Sakura dio a luz se lo habían pasado por la custodia a Lee y a veces lo traía consigo a los conciertos, lo dejaba al cuidado de nuestra representante. En los viajes largos solía dejarlo con sus padres pero hoy… teníamos el privilegio de tenerlo con nosotros. Lee babeaba con su hijo, daba lo que fuera por él.

 

Aparté a Naruto de todos los del grupo que jugaban con el pequeño y lo llevé hacia una de las esquinas susurrándole.

 

- ¿No quieres uno de esos? – le pregunté - ¿Otro niño? Podría jugar con el hijo de Lee.

 

- Eres persistente – me dijo sonriendo – pero te prometo intentarlo, acabaremos teniendo otro, te lo prometo.

 

- Bueno… mientras te cases conmigo de momento seré el hombre más feliz del mundo.

 

- Me casaré contigo – me dijo Naruto – podría casarme contigo ahora mismo.

 

- Cuando volvamos a Las Vegas – le dije y él sonrió antes de besarme.

 

Al volver a Las Vegas al acabar el fin de semana reunimos a toda la familia, tanto a la de Naruto como a la mía para darles la buena noticia de que por fin… íbamos a casarnos. No esperamos mucho más, nos casamos prácticamente en dos semanas, lo que nos costó prepararlo todo y en la luna de miel nos llevamos a Asahi con nosotros. Quise enseñarle Europa, donde estuve en mi primera gira.

 

Una cosa tenía clara… y es que no volvería a separarme de Naruto ni de mi hijo. Les amaba y eran mi familia, por fin podíamos ser una familia completa sin que nadie crease malos entendidos entre nosotros. Nos amábamos y era lo más importante en mi vida. Amaba a Naruto Namikaze.

 

Fin


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