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Abusando de nuestros destinos por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hello

aqui estamos con el segundo capitulo de este fic, espero que les guste. hasta el momento no se ve mucho, pero os aseguro que vamos por un camino (?) bueno cuidense y disfruten del capitulo

Con ansiedad, miedo y valentía llego a Japón a una hora prudente según él. La verdad es que le daba igual la hora a la que llegaría al campamento si hacia una entrada triunfal donde todos pudieran verlo y asombrarse por él. Una sonrisa socarrona apareció en su mente al instante y ya sin pensamientos de huir o esconderse se encamino hacia la salida del aeropuerto que  muchas veces lo recibió “¿yo huir y esconderme?... eso es ilógico, los demás tienen que esconderse porque Ryoma Echizen no retrocede y vencerá a todo aquel que se meta en mi camino” pensaba victoriosamente  viendo por unos instantes a su gato que se veía tan engreído como solo un gato podía ser. La sonrisa volvió a aflorar en su cara y se decidió a tomar un taxi que lo llevara a su próximo objetivo.

Cuando al fin pudo tomar el taxi vio la hora en su celular, 12:40 y ninguna llamada telefónica o mensaje, aunque eso no le preocupaba por lo que miro al frente y con su semblante indiferente de siempre pidió que lo llevaran a la casa de Nanako. Le parecía increíble, pero luego de haberse ido de la casa no pasaron ni dos semanas cuando recibió un mensaje de su prima informándole sobre su nueva dirección ya que ella no podría abusar mas de sus tíos de tal manera, aunque Ryoma sabia la razón “no quiero depender de los demás por mas tiempo además estoy pronto a casarme” se dijo a si mismo con la voz de su prima y una risa se escapo de su boca, era increíble lo bien que la podía llegar a conocer en ese momento.

-Karupin te quedaras con ella por unos días, pero no te preocupes que aun tendrá mucho tiempo para cuidarte

fueron las únicas palabras que salieron de la boca del peli verde en todo el camino. Al bajarse el chico pago el taxi y miro la nueva casa, era mucho mas pequeña que el templo en el que se encontraban hace tiempo, pero realmente se veía mucho mas acogedora por lo que manteniendo su sonrisa de autosuficiencia se decidió a tocar el timbre y esperar a que la chica abriera la puerta, cosa que no se demoro mas de 5 minutos en aparecer.

Al verla quedo algo impresionado. Con el pelo recogido y un delantal color pastel la chica lucia mucho mas madura y bonita, “el amor le hizo bien” cruzo por su mente antes de acercarse y alzar la mano en son de saludo, mas eso no bastaba para la chica que luego de salir de su impresión lo atrajo  en un fuerte abrazo mientras que chillaba un poco por el gran reencuentro, pronto salió otra persona de la casa y se les quedo mirando al igual que Ryoma al chico que si bien no era un adonis era bien parecido, un buen hombre realmente.

-¡Ryoma–kun! Que alegría poder verte nuevamente – dijo la chica con una sonrisa pegada en la cara sin soltar al menor que ya se sentía asfixiado – Takumi, amor, el es mi primo del que siempre te he hablado, Ryoma Echizen – dijo ella con todo el orgullo que podía sentir en el mundo

-Nanako-chan me ahogas – se quejo aunque su sonrisa leve no desaparecía, le encantaba que la peli azul le diera lo que necesitara sin siquiera pedírselo – es un placer, Ryoma Echizen… tu debes ser Takumi el chico del cual nunca me han hablado

-jajaja al fin puedo conocerte – dijo el chico con voz suave y divertida dándole la mano – Takumi Ichinose, es un placer conocerte aunque se mucho de ti como para verte de extraño

-venga Ryoma no seas malo, quería sorprenderte pero no sabia como – dijo la chica avergonzada y bajando la cabeza – pasa, creo que vienes a algo puntal ¿no?

-la verdad es que si, quiero abusar de tu cariño un poco

-siempre puedes hacerlo Ryoma-kun

sin mas parloteo los tres chicos se quedaron dentro de la casa, específicamente en la sala donde Ryoma y Nanako hablaban de manera calmada mientras que Takumi se dedicaba a jugar con un Karupin animado, al parecer al gato le parecía bien quedarse con el novio de su prima por unas semanas sin siquiera quejarse un segundo, después de todo a cualquier gato le gustaba ser mimado como lo hacia el castaño en ese momento.

-así que estas aquí por un campamento – dijo la chica con una sonrisa suave mientras bebía una taza de té- ¿ya hablaste con Tezuka-kun?

-aun no pero ya lo hare- dijo cruzándose de piernas y encogiéndose de hombros, ya todo el mundo debería saber que estaba en Japón – realmente lo siento por abusar de tu amistad Nanako, pero no se a quien mas dejarle a Karupin, él sufriría

-Ryoma-kun no seas tonto, es obvio que quiero cuidarlo  y no es ningún abuso… pero quiero que me digas porque no lo sabe Tezuka, por un momento pensé que el te iría a buscar y todo

-debería… pero para él es mas importante cuidar del equipo… no tiene tiempo para mi –dijo con una mueca de fastidio antes de volver a ver a su prima con una sonrisa arrogante- es por eso que estoy aquí principalmente y obvio por un buen campamento

-lo harás bien Ryoma, ten fe en ti – dijo ella acariciándole el cabello

-gracias… ¡ah! Toma- extendió su mano con un papel – es mi nuevo numero telefónico, lo cambie hace unos pocos días, me sirve para Japón

-lo anotare y cualquier cosa te llamare – dijo guardando el papel en uno de sus bolsillos y miro el reloj – a todo esto ¿a que hora tienes que estar ahí?

-12:59

-¡son las 13:30 Ryoma!

-jejeje ya me iba mujer, no es lejos después de todo

con una pequeña sonrisa se levanto y beso en la mejilla a la chica antes de acercarse al otro hombre y darle la mano para una despedida cortes. Sin mas que hacer y con su gato entretenido salió corriendo de la casa para tomar otro taxi que lo pudiera llevar al fin al campamento.

La ansiedad al fin le estaba ganando, ya su cuerpo se movía de manera tranquila, sus manos tiritaban y ya ningún ser podía calmarlo, estaba prácticamente solo contra el mundo nuevamente, pero eso no le preocupaba en lo mas absoluto por que como se venia repitiendo un par de veces en todo ese viaje, ya no había vuelta atrás, solo le quedaba ser valiente y seguir adelante con sus propias decisión para poder tener una mejoría en su vida.

Cuando llego al cerro miro la puerta y dio un suspiro como si eso le diera toda la fuerza que necesitara. Sin mas miro al taxista y le pago el recorrido para bajar del vehículo y caminar con un paso medio vacilante hacia la entrada, la toco con algo de miedo y mordió su labio inferior ¿hacia realmente bien? ¿por qué dudaba? Quizás porque no sabia como reaccionaria Tezuka al verlo… el solo quería abrazarlo pero de seguro Tezuka tenia los planes de ignorarlo “tienes que hacerlo Ryoma, debes darte ánimos y hacer lo que quieres, tomar lo que necesitas y botar lo que no deseas” se dijo frunciendo el ceño y no dudo en cruzar el portón que le daría su nuevo comienzo.

Con su típica sonrisa entro en las instalaciones y empezó a seguir la bulla de los estudiantes hasta que vio a todos sus rivales y compañeros  recogiendo pelotas como locos. Soltó una risa y pronto quedo paralizado… su gran amor estaba ahí charlando con Atobe, Sanada, Yukimura, Shiraishi y Fuji “veme… veme solo a mi” pensó casi al instante mientras gruñía y se decidió a salir, por lo que espero el momento perfecto y lanzo una roca hacia la única pelota que el mismo había dejado para poder llamar la atención de todos.

Lo logro fácilmente por que el campamento entero lo veía, lo analizaba y el feliz busco la mirada de Tezuka, no le costo para nada hacerlo y ver suavidad en sus ojos que fue suplida al instante para poder volver a ser duro como siempre “buen actor con otras personas Mitsu” pensó pasando de todos sus compañeros con palabras cualquieras hasta toparse con Tezuka al frente de su cuerpo, demasiado cerca como para ser real y trago fuerte.

-hola buchou

-Ryo…Echizen ¿te ha ido bien?

-mejor que nunca

-valla, valla, valla… pero si al fin te dignas a llegar mocoso, espero que te hayas entrenado bien

-Echizen

-Atobe, Sanada – dijo con toda la confianza del mundo – podemos jugar cuando quieran pero ahora quiero un momento de

-¡den las pelotas malditos mocosos, no pueden tener mas de una! – grito un chico

rodo los ojos y se giro para ver al chico que les estaba gritando, era obviamente un superior que empezó a pelear con todos, pronto nombro unos lentes e hizo bufar a Ryoma porque se había tomado la atención de su pareja.

Sonrió al instante y se acerco demasiado al castaño alzando sus manos para tomar los anteojos del mayor y volver su atención solamente a él como debería hacer

-sabes… así serian nuestros hijos si pudiéramos tener unos biológicos – susurro solo para que su pareja lo escuchara mientras se ponía los lentes y miraba al otro – me cabello y tus ojos

sin mas se decidió a ir a jugar contra los chicos que arruinaban su diversión dándole tiempo a pensar a su capitán, aunque este no tenia nada que pensar, bueno si solo una cosa ‘Ryoma eres un idiota’ con un sonrojo en la cara mientras se iba detrás de las gradas a observar a su pequeño, aunque tan solo tener la imagen de un menor con la descripción que daba Ryoma no era mala a la vista según su perspectiva, pero realmente algo irreal también dañaba.

Cuando cada uno de los de institutos fue vencido de la manera mas vergonzosa aparecieron tres tipos con un semblante de pocos amigos que echaron a los que no tenían pelota y luego se enfrentaron a los de secundaria con un deseo de intimidar, mas no lo lograron del todo ya que los chicos eras demasiado arrogantes.

Un chico del trio se acerco a Ryoma y lo miro de la manera mas fría del mundo mientras que el peli verde solo le podía sonreír con arrogancia aunque tiritaba un poco por el semblante, de alguna manera le dio un poco de miedo aquella penetrante mirada ha su persona

-no busques problemas

-imposible, te buscare y te venceré – dijo Ryoma ampliando su sonrisa- soy Ryoma Echizen y ¿tu?

-eso no es de tu incumbencia – comento yéndose con una extraña sensación en su pecho, pero realmente no le tomo mucha importancia al asunto ya que no era de los que mostraba emociones a las personas

-Tokuwaga Kazuya, cancha 1 – susurro Irie después de un rato en el oído del menor –esto puede llegar a ser interesante te estaremos esperando

sin mas los tres chicos se fueron dejando a todos los de secundaria completamente congelados  y con un sabor amargo, menos para dos personas. La primera era Ryoma que miraba persistentemente al peli azul  y la otra era Tezuka que miraba a su pareja con curiosidad, era la primera vez en mucho tiempo que lo veía tan interesado en otro ser y algo en su cuerpo le hizo dudar en lo que podía llegar a pasar en un futuro y es que estaba tan seguro de que el menor era suyo que no había contemplado que en ese campamente hubiera gente interesante para él.

 

Ya en la noche los de secundaria estaban celebrando, tenían razones para hacerlo por lo que se encontraban en una sala de recreación comiendo la comida, que el chef les había preparado, y jugando unos pocos juegos.

Algunos reían y conversaban como si no hubiera un mañana, otros como Yuushi y Gakuto se abrazaban y regaloneaban para pasar el tiempo, era mucho lo que habían pasado separados por lo que se fueron al balcón para estar solos, aunque no pudieron lograrlo del todo porque Oishi, Eiji, Niou y Yagyuu se encontraban en este conversando animadamente, pero sin descuidar a su pareja, esto molesto un poco a los coquetos del Hyotei e intentaron irse sin ser vistos, pero pronto el cuarteto los llamo animadamente y no les quedo mas que hacer uso de su poca cortesía y acercarse al grupo.

-veo que muchos tenemos la misma idea – susurro con una sonrisa Yuushi abrazando por la cintura a Gakuto de manera delicada – aunque no entiendo para que llamarnos

-solo conversábamos Oshitari-kun – comento Oishi sonriendo sintiendo como Eiji se abrazaba mas fuerte a su cuerpo, quizás por su competencia contra Gakuto -  después de todo tenemos mucho tiempo luego para estar solos

-en eso tiene razón el cabeza de huevo – dijo Niou asintiendo con la cabeza de manera divertida

-¿ca-cabeza de huevo? – pregunto enarcando una ceja casi en shock

-jejejeje no pasa nada es solo un apodo – su sonrisa se hizo mucho mas amplia – pero volviendo al tema, no creo que sea tan fácil que todos nos podamos quedar en este lugar ¿no lo creen?

-tienes razón… esos estudiantes están desde hace mucho mas tiempo que nosotros y se fueron en un segundo… pasara algo – comento Oishi acariciando el cabello de su pelirrojo

-y eso que… mientras hagamos lo que tengamos que hacer eso da igual – comento Gakuto despreocupado- no somos amigos después de todo

-¿y si nos separan? – Eiji comento asustado, abrazándose mas a Oishi – no quiero

-eres un llorica

-y tu un engreído Gakuto, si te separaran de Yuushi seria tu perdición – dijo Eiji en forma de pelea

-eso nunca pasara porque no nos separaremos nunca – dijo seguro alzándose sobre la punta de sus pies y besando los labios de su pareja - ¿no es cierto Yuushi?

-lo que tu digas querido … si tu lo deseas siempre estaré contigo – susurro saboreando los labios de su pareja en otro beso un poco mas apasionado a su pareja intentando colar su lengua en la boca ajena

las conversaciones ya no se escucharon mas, ya que cuando Eiji vio como esos dos arrogantes se arrimaban para profundizar el beso tomo a su pareja y comenzó a besarlo y separándolo del grupo sin derecho a reproches, el no perdería en tema de competencia con su pareja.

Prontamente Niou y Yagyuu se vieron completamente solos así que sin la restricción de que otro ser los vieran se tomaron de la mano y Yagyuu mirando al horizonte y con un leve sonrojo en sus mejillas apoyo su mentón en el hombro del contrario solo para poder sentirlo mas cerca. Obviamente las palabras en ellos sobraban cuando lo único que recibía el castaño eran bromas pesadas de su pareja o insinuaciones indecorosas a cada momento y en cualquier lugar.

Torció la boca en desagrado al pensar que el contrario iba a arruinar el momento nuevamente y sintió como el albino le abrazaba de manera delicada, aquello le sorprendió de sobremanera y quiso mirarlo a los ojos pero este no se lo permitió para nada “prométeme que nunca seremos como Sanada y Yukimura” alcanzo a escuchar el castaño y trago fuerte, las palabras parecían duras y suplicantes, pero también entendía el porque habían sido dichas así que arreglándose los lentes asintió con la cabeza y abrazo a su pareja con suavidad cerrando los ojos, en ese momento solo quería disfrutar del momento que le otorgaba la poca madures de su albino preferido “no podríamos ser ellos aunque quisiéramos… eres demasiado inmaduro” susurro el chico de anteojos y escucho una risa por parte del otro. Si, era el momento perfecto para disfrutar de aquellos momentos tranquilos.

 

En otra parte del edificio, precisamente una habitación se encontraban dos seres mucho mas reservados en tema de demostrarse cariño, estos eran Atobe y Wakashi que  estaban hablando sobre lo que seguiría pasando con el tema del club o por lo menos eso pretendía hacer Wakashi cada vez que le hablaba al mayor, pero sus intentos eran inútiles porque los planes del mayor eran otro mucho mas divertidos a su parecer y que incluían a aquel castaño precisamente.

Sin cruzar ninguna palabra Atobe se levanto de su lugar y fue directamente al escritorio pegando su pecho al hombro derecho del contrario y asomo su cabeza para ver lo que estaba escribiendo. Una sonrisa cruzo por su boca al ver las decisiones de ejercicios que estaba decidiendo el menor, de seguro seria un buen capitán y pronto Hyotei tendría la victoria de los nacionales, eso no lo dudaba.

Sintiendo el nerviosismo del menor Atobe hizo que se girara de manera brusca y sin esperar a nada le beso de manera demandante. En un principio sintió como el menor oponía resistencia e intentaba separarlo de su cuerpo, pero poco a poco fue cediendo y cerrando sus ojos de manera suave, sus manos se fueron a la espalda del peli plateado y abrió temerosamente la boca para que el mayor hiciera lo que quisiera en ese beso y en todo, porque de algo estaba seguro, Atobe no se detendría en un simple beso sino que tomaría todo lo que quisiera sin pedir permiso y por muy raro que eso sonara le gustaba.

Era por eso que ahora estaba siendo cargado hasta uno de los camarotes y fue depositado con cierta brusquedad en la cama de abajo. No abrió los ojos en ningún momento por miedo a ver como se encontraba su pareja y excitarse, mas eso de no querer excitarse fue una estupidez ya que pasado unos segundos sintió una exquisita sensación que le daban los besos del mayor en su cuello

-ah… Atobe… no mar…

-shh será mejor que mantengas tu boca cerrada Hiyoshi y ya sabes como tienes que llamarme – susurro sobre el cuello del menor haciendo una notoria marca en el lado derecho

-pero…hmm… esto no debería pasar

-yo soy el que decide que es lo que va a pasar, ahora calla

y ahí terminaba toda la pataleta de Hiyoshi, ya que cerraba la boca y se la tapaba con las manos mientras dejaba que el mayor hiciera lo que quisiera con su cuerpo sin rechistar para no enfurecerlo, aunque su mente iba en otra dirección completamente distinta a esa excitación que sentía ahora en su pecho, su mente se iba a vagar en una realidad distinta en donde tenia la misma edad que su capitán y era casi tan respetado como lo era Tezuka o Yuushi en cada momento que se encontraban.

Soltó una risa irónica que paso desapercibida por el mayor y ladeo la cabeza mirando hacia la muralla con cierto desgano, el no seria igual de respetado como lo eran esos dos hombres porque aun le faltaba mejorar en muchos ámbitos.

Con un pequeño gemido se dio cuenta que el mayor ya iba a sacarle los pantalones, por lo que bajo sus manos y tomándole la cabeza la subió con delicadeza para ver como el mayor gruñía antes de corresponder a aquel beso demandante y lleno de pasión que le otorgaba el contrario en son de reclamar sus derechos.

Atobe no entendía que era lo que pasaba por la mente de su castaño, pero estaba seguro que nada bueno podía ocurrir con ese beso tan necesitado ¿qué podía hacer él? No entendía al menor en lo absoluto y sabia que la mente del contrario podía llegar a ser una completa confusión para él.

¿debería hablar ahora? No, seria irresponsable y pondría en aprietos a Wakashi… ¿continuar con el beso y hacer como nada paso? Seria factible y algo lógico tomando en cuenta como era su personalidad  pero en realidad no quería dejarlo solo “que complicado se ha vuelto esto”

-Keigo… por favor hazlo rápido

los ojos del mayor se abrieron lo mas que pudo y vio la cara de su pareja mas roja que un tomate, también vio duda e indecisión mezclada con cierta ansiedad y necesitad. Eso era la máxima respuesta para saber que tenia que actuar en ese momento, además que su propia excitación empezaba a molestar al igual que sus bóxer. Era un beneficio para los dos y nadie lo podría negar en absoluto.

Sin esperar mas se deshizo de los pantalones del menor y se encontró con la notoria erección del menor por debajo de la tela de su ropa interior, aquello le hizo soltar una risa irónica.

-si lo pides así no me negare

sin mas el capitán de Hyotei volvió a besar de manera demandante al menor y comenzó su tarea de prepararlo para lo que vendría, después de todo hace mucho tiempo que no lo había con el menor, prácticamente desde que se habían enterado de que irían a ese campamento ya que todos los asuntos que restaban los habían mantenidos ocupados y separados, además que la constante negativa del menor a verlo o tratar con él era constante. Esta noche tenia que aprovechar de tenerlo entre sus manos y hacerle el amor para que no se olvidara de que le pertenecía a alguien.

 

En la habitación contigua se escuchaban los gemidos de aquella pareja que parecía no importarle en absoluto que las paredes eran delgadas ya que a pesar de recibir los constantes golpes de Tezuka no paraban de hacer todo lo que tenían que hacer y de seguro no pararían en toda la noche.

Aquello no podía ser mas que molesto para el castaño de lentes que pronto dio por abortada la misión  y se fue a sentar a su escritorio para comenzar a anotar en su diario de vida para matar el tiempo mientras que el otro par terminaba de tener sexo, no estaba celoso para nada, claro que no después de todo pudo ver a su pareja aunque este estuviera pensando en otro chico que recién venia conociendo ese día “quizás en cuantos se fijo en estados unidos” gruño de solo pensarlo y rompió la punta de su portaminas.

No podía estar celoso, no era solo que la actitud infantil de su pareja le mataba, llevaban unos meses sin verse y este ni le miro después de encontrarse con Tokugawa, tampoco le hablo en la fiesta de bienvenida, no acepto la petición de Fuji a sacarse una foto con él, no dejo que los chicos lo sentaran a su lado a la hora de comer ¿realmente Ryoma era suyo? Quería responder que si pero no lo sabia.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que ni se dio cuenta de que la puerta se abría detrás suyo  y cerraba sumamente despacio para que le pusieran llave. Si, estaba demasiado sumido en sus pensamientos como para observar que Ryoma estaba detrás suyo recién bañado y con una cara de que tramaba algo y no se iba a ir sin que este le diera lo que quería.

-capitán… esta demasiado concentrado como para tomar en cuenta a uno de sus subordinados- dijo intentando parecer lo mas tranquilo del mundo, había probado en el baño ocupar un tono sensual pero no le salía para nada y solo la vergüenza se apoderaba de él

-¡¿hmm?! – sobresaltado se giro y se encontró con su pequeño y de inmediato se sonrojo al verlo así. Una camisa algo ancha, sus típicos short y su cabello mojado le daba el toque perfecto entre lo adorable y sexy – ¿qué haces aquí Ryoma?

-nunca hablamos después de que te quite los lentes y no me respondiste lo que te dije en la tarde, tenia curiosidad

-no había necesidad

-pero ahora si lo hay, yo tengo necesidad

-no es un buen momento Ryoma – comento soltando un suspiro para luego hacer el intentó de levantarse, mas el menor fue mas rápido y se sentó sobre sus piernas- Ryoma quítate

-no quiero

-Ryoma

-buchou

-Ryoma

-no seas aburrido… solo quiero estar así un momento – escondiendo su cabeza en el hombro del mas grande se abrazo con fuerza y aspiro ese olor que tanto le había falta – no sabes cuanto quería estar así contigo y tu solo te enojas

-no es debido alguien podría entrar

-nadie vendrá… como nadie ira a molestar a Atobe

-pero aun así nosotros no pode…

no pudo decir nada mas debido a que el peli verde fue mas rápido en tomar sus labios para efectuar un beso suave y delicado capaz de quitarle las palabras. Tezuka también necesitaba ese contacto con el menor, no, no era que lo necesitara eso parecía algo de vida o muerte que podría conseguir con cualquier persona que se encontraba. Él quería ese contacto suave por lo que se hizo participe de aquel beso profundizándolo mucho mas.

Sintió como de la boca del menor se formaba una sonrisa juguetona y se apegaba mas a su cuerpo, también sintió como el menor abría su boca y sus dientes mordían su labio inferior ¿en que momento se volvió tan confiado? No lo sabia pero  tampoco era de suma importancia saberlo en ese instante así que lo apretujo mas a su cuerpo y coló sus manos por debajo de la camisa ajena para poder acariciar esa pequeña y tostada espalda, no se creía un total conocedor del cuerpo ajeno, pero sabia que podría sacar un gemido encantador de su pareja.

-ah… Mitsu.. hmm ¿lo haremos? – pregunto el menor con un sonrojo notorio y ojos decididos – di que si

-no deberíamos – comenzó el mayor viendo como iba a protestar- pero dada tu condición no puedo dejarte así

-¿solo la mía capitán?

-eres tu el que parece estar en aprietos debajo de tu short Ryoma – susurro por sobre la oreja del menor para finalizar con un mordisco- ahora si quieres no me hago cargo de tu problema

-¡no!... tienes que hacerlo, es tu culpa buchou de que este así – dijo haciendo un pequeño puchero para luego morderse su propio labio inferior- no es como un hotel de cinco estrellas, pero de seguro será fantástico.

No quedaron palabras que decir. Ya no era necesario realmente. Tezuka lo sabia bien pero aun se movió con cuidado y lentitud para ver si en un momento su pareja se arrepentía de aquel acto que su conciencia le decía que estaba mal, pero su cuerpo le decía que era justo y necesario.

Con la misma tranquilidad que lo caracterizaba siempre el castaño le quito la camisa por fin y vio esa piel perfectamente tostada y lisa ‘te extrañe’ quiso decir, pero sus palabras no salieron de la boca “debe saberlo” fue lo que pensó volviendo a besar al menor con pasión completa y entregándose en cada segundo que pasaba. Sus manos ya estaban acariciando cada parte del menor, pero eso no era suficiente, quería sentir mucho mas y esa posición no se lo permitía así que con un suspiro lo tomo de la cintura y lo sentó arriba del escrito.

La cara descolocada del menor lo hizo sonreír de lado y comenzó a besar su estomago, los gemidos que escuchaba le encantaban así que no dejo su trabajo por nada del mundo y mientras se encargaba de marcar ese estomago perfecto sus manos bajaban a la pretina del pantalón debatiéndose si era correcto seguir o no

-Mitsu… por favor… quiero sentirlo

¿quién se negaría a esa petición? Él no, así que con la poca cordura y paciencia que le quedaba hizo que el menor se incorporara un momento para poder quitarle el short y ropa interior. Imagen celestial ante sus ojos, ese cuerpo hermoso le pertenecía solamente a él y nadie podía decir lo contrario

-pervertido… deja de sonreír así y déjame sentirte

Ryoma lo conocía bien, no necesitaba hablar ni responder a cada palabra que el menor soltaba, tampoco negaría que se estaba volviendo un pervertido por culpa del menor, era imposible negarlo si lo único que quería hacer en ese momento era besarlo y comerlo cuanto le diera la noche ¿por qué se demoraba entonces? Porque estaba loco de amor.

Soltando una pequeña risa divertida que extraño aun mas al peli verde se relamió los labios y se dedico a besar y morder la parte interior del muslo como si fueran un  dulce sabroso. Los gemidos no tardaron en aparecer diciéndole que hacia bien  y siguió con su trabajo.

La siguiente parte en atacar fue un costado del estomago de su pareja, recibió un reclamo, pero no le importo en lo absoluto sino que mordió y beso cuanto quiso mientras su mano estimulaba la erección de su pareja con maestría. Quejidos y gemidos se dejaron escuchar por lo bajo y sintió que golpeaban la muralla, mas su cordura estaba guardada en una caja aparte así que sinceramente no le importo escuchar  otro golpe en la muralla.

Las manos del menor tocaron la cabeza del castaño y al capitán no le quedo mas que levantar la vista para quedarse estático ¿era posible tanto erotismo en un chico de 13 años? Creía que no y se sentía demasiado pervertido, un pedófilo, un asqueroso… Ryoma lo beso con pasión y ahora se sentía el ser mas afortunado del mundo.

-me haces volverme loco Ryoma… - susurro Tezuka con los ojos cerrados obligando al menor a sentarse en sus piernas – no puedo definir lo bueno de lo malo

-defíneme a mi solamente mitsu… quiero que ahora solo yo te importe – susurro abrazándolo con fuerza sin dejar su sonrisa

-pero…

-love me like you do… touch me like you do – dijo recordando una canción que no dejaba de sonar en la radio en estados unidos junto a una película que nuna le intereso ver– no me importa nada mas

-entiendo

nuevamente sumergidos en silencio unieron sus labios en un beso calmado, pero  sin disminuir sus sentimientos en el proceso. Ryoma estaba tan asustado como Tezuka de todo esto, pero no por ello iba a dar marcha atrás y lo iba a dejar apartarse “si no actuó ahora se me escapara” pensó mordiéndole el labio inferior y con sus manos comenzó a quitarle los pantalones en conjunto de los bóxer  para así quedar en igualdad de condiciones, con excepción de la camisa que se encontraba dudoso de sacar o no, después de todo si le dejaba con un poco de ropa sabia que el mayor se sentiría un poco mas seguro  si algún idiota tocaba la puerta.

El menor sintió como era que comenzaban a prepararle la entrada, el primer dedo lo sobresalto y asusto de sobremanera, hace tiempo que no sentía nada en aquella parte y la mano ajena le resulto algo bastante raro, pero no dejo que parara, sino que con un sonrojo comenzó a besar el cuello del mayor y dar pequeñas mordidas sin dejar ninguna marcar en este, sino se arrepentiría luego.

Cuando sintió el tercer dedo adentro de su entrada soltó un gemido y se mordió el labio inferior intentando retenerse, pero los dedos de su pareja parecían decir que solo querían escucharlo gemir a viva voz y dios como él quería hacerlo realidad.

Conteniendo las ganas apretó el agarre de una mano a la camisa del mayor y con la otra comenzó a masturbar a su pareja de manera que sintiera la misma satisfacción que el estaba sintiendo en ese momento, todo era mágico, el menor no podía ser mas feliz que en aquel momento por estar siendo amado por su pareja y aunque sintiera un gran vacío en su interior se sentía inmensamente feliz.

-Tezuka… ya por favor…

-hmm… eres tan impaciente

el susurro se desvaneció por el próximo gemido que salió de la boca del menor, este no lo podía creer, no lo recordaba tan grande y doloroso cuando entro por primera vez pero no hizo comentario para no asustar a su pareja, quería que Tezuka terminara por completo aquel acto para sentirse pleno, por lo que cerrando los ojos con fuerza se aferro lo mas fuerte a su pareja y volvió a unir sus labios en un beso necesitado. El beso era todo lo que necesitaba para poder sentirse seguro y dichoso como para seguir haciendo el amor con su pareja.

Luego de unos segundos le dio permiso a Tezuka para que comenzara con las embestidas, apreciaba de enorme manera que este lo hiciera de manera tan delicada “siempre a sido delicado conmigo cuando es necesario” cruzo por su mente mientras ahogaba los gemidos en la boca ajena “pero no necesito gentileza hoy… necesito amor” fue lo ultimo que pensó, ya que comenzó a marcar el mismo el ritmo que tenia que seguir el mayor y dado la excitación que sentía el otro no lo cuestiono, sino que le siguió la “orden”.

Luego de un momento ambos terminaron por venirse. Ryoma sobre los dos vientres y Tezuka dentro de su cuerpo, aunque algo choco en los corazones de los dos, no sabían si fue por la imperiosa necesidad que tenían de sentir al otro o por el hecho de que no dejaran sus bocas tranquilas por ningún momento, pero ninguno se dijo te amo en ningún momento.

-estoy cansado – susurro el menor sonriendo suave y apoyando su cabeza en el hombro ajeno

-también yo… - comento cerrando los ojos y alzando al menor- debes vestirte

-si… - no hizo protestas, ya había pedido mucho a su pareja esa noche, aunque un poco de amor no le hacia mal a nadie o eso pensaba él

no hubo comentario después de aquello. Ryoma, bajo la atenta mirada de su capitán, se comenzó a vestir con la ropa que había llegado. Le costaba un poco el vestirse, sobre todo la parte de abajo, pero si protestaba iba a tener el ceño fruncido de su pareja y lo menos que quería en ese momento era verlo enojado “siento que lo molesto tanto como molestaba a mis padres” pensó con una sonrisa triste

-Ryoma

-¿si? – sus ojos se vieron esperanzadores al ser llamado, pero la mirada ausente de su pareja no le daba mucha

-¿qué paso hoy en la mañana con ese chico? – pregunto volviendo a ponerse la ropa que le habían sacado –nunca te había interesado alguien de esa manera

-solo… me pareció interesante – se encogió de hombros y llevo sus manos a su cabeza, como extrañaba su gorra y ocultar sus ojos tristes – creo que es hora de irme ¿no?

-¿no te gusta cierto?

-¿qué? – alzo una ceja confundido - ¿a que te refieres con eso?

-… a nada – susurro acercándose al otro y abrazándolo – lo siento, quieres que te acompañe a tu cuarto

-hmm no, no es necesario – susurro alzando la vista y mostrándole una sonrisa complaciente a su pareja- mañana tendremos mucho trabajo

-no debimos hacer esto

-yo lo necesitaba- se alzo de puntillas y sintiendo una punzada en su cadera le dio un beso a su pareja en los labios- me encantan tus labios

-y yo adoro verte dormir –sonrió suave y sin verse forzada, le encantaba ver a su pequeño sonrojado sin saber que decir

-ah… yo… hmmm – bajo la vista intentando organizar sus ideas – quizás pronto puedas verme dormir, a medida que se vallan yendo los demás

-estoy seguro- susurro cerrando los ojos y beso la frente del menor – Ryoma, has madurado bien

-solo por ti

-nos vemos mañana

-intentare no despertar tarde

sin ninguna palabra mas Ryoma salió del cuarto y se dirigió a su habitación que compartía con Momoshiro, Kintaro y un chico que no recordaba el nombre ni de donde lo había conocido, pero daba igual.

Al llegar giro la perilla y vio a sus amigos jugando a las cartas y hablando estrepitosamente. Cerro la puerta y vio como Momoshiro le miraba con los ojos llenos de diversión e ilusión, Ryoma sabia lo que venia por lo que se preparo y sintió como el mayor se le tiraba encima en un abrazo que no pudo soportar al igual que el peso ajeno así que los dos cayeron al suelo

Ryoma se quejo de sobremanera y comenzó a protestar que quería que le soltaran, pero el contrario no hizo caso y siguió jugando y diciéndole cuantas cosas que hicieron que Kintaro se les uniera en seguida. Ryoma realmente se sentía feliz de que esos dos le dieran aquel apoyo y amor del cual siempre se quejaba recibir, pero ahora su cadera le dolía un montón “joder Ryoma no sabes cuanto te extrañamos aquí’ palabras simples salieron de la boca de su mejor amigo, pero esas palabras tan simples fueron las justas que el necesitaba para soltar una pequeña lagrima de sus ojos y sorprender a los otros dos chicos, Kintaro no entendió para nada que era lo que había pasado como para que su Koshimae soltara una lagrimas, mas  Momoshiro entendió perfectamente al conocer a sus padres y no dejo por ningún segundo al menor.

El menor ya cansado, solo se dejo hacer bromeando y jugando a pesar de que le doliera el cuerpo, ese día había sido largo, pero realmente era el que mas ansiaba que llegara porque sus amigos le estaban dando lo que necesitaba y requería en ese momento, si solo no se hubiera ido no hubiera sufrido tanto por estar solo.

Notas finales:

okaay

aqui estamos finalizando el segundo capitulo, espero que les haya gustado y que dejen un comentario para saber su opinion, muchas gracias por todo. no me queda mucho que agregar, solo que nos vemos la proxima semana

sin mas que decir cuidense y disfruten de su semana 

 

bye bye

Zack Engel


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