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Ayudándote a superar tu claustrofobia por 1827kratSN

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Las cosas estuvieron más calmadas de lo que Tsuna pensó. Habló con Kyoya en la noche, explicándole los motivos de aquella decisión, pues necesitaba el apoyo de su pareja para proseguir con ese asunto. Al principio el azabache se mostró un poco de rechazo por la idea, soltando con calma su razón para negarse

 

 

r13;no quiero que mis genes sean combinados con herbívoras cualquiera r13; Tsuna se había reído bajito al escucharlo. Le gustaba ese lado de su azabache, sincero y hasta un poco infantil en raras ocasiones

r13;puedes conocer su perfil. Los laboratorios lo tienen r13; le explicó con calma

 

 

Después de largas horas de plática, el mayor terminó accediendo. Tendrían dos hijos, uno con los genes de Tsuna y el otro con los genes de Kyoya, de esa forma su familia había empezado a crecer desde ese instante. Tal vez en un futuro Tsuna desearía tener un hijo más, pero eso debía esperar, por ahora se emocionaba con la idea de tener un par de pequeños rondando por la casa. Apenas unos días más tarde, ambos estaban involucrándose en el proceso, e incluso pactando la visita a las madres sustitutas para ofrecer todo el apoyo y concordar el pago por tal acto. Tsuna se impresionó por lo sencillo que resultó el inicio y esperaba que todo saliera bien

 

 

Sonrisa…

 

 

Como habían pactado hace algunas semanas, la visita de Lambo a Tsuna se llevó a cabo. Ya había pasado mucho tiempo desde su última reunión, las mismas que siempre eran en casa de los Bovino. Era el primer encuentro que se realizaría en casa de los Vongola y los motivos eran obvios, pues Tsuna nunca quiso que su tío y su amigo se vieran, pero ya eran años de separación, confiaba en que el dolor hubiese sido mitigado casi por completo.

El castaño recibió a su amigo con un gran almuerzo en la mansión. Fuuta era el más emocionado por aquello, ya que se llevaba muy bien con el joven ojiverde. Era increíble el cambio que Lambo había tenido en esos años. Se lo veía igual de atractivo que cuando era más joven, un poco más alto, de porte elegante, despidiendo un aura de seguridad que generalmente tenía un hombre de negocios. Lambo había tomado control de las empresas de su familia casi al mismo tiempo que Tsuna lo había hecho, eran socios y cada uno admiraba la capacidad del otro.

La mirada dulce de Lambo jamás se había ido, su cabello un poco más largo, sus facciones un poco más maduras, pero jamás perdiendo esa contextura delicada que lo caracterizaba. “Una tarde de amigos” fue la descripción perfecta para ellos, pues salieron por ahí disfrutando de la compañía y de las pláticas acerca de su vida, su amistad se fortalecía con cada encuentro

 

 

r13;¡Es Lambo—san!... me gusta Lambo—san r13; la pequeña Aida se había apegado a Lambo en cierta ocasión que coincidió con que Tsuna paseaba con ella, en donde por casualidad el ojiverde los había encontrado. Era irónico, pero la pequeña mostraba gran interés en el joven de cabello rizado, sin saber que años atrás, el mismo chico había tenido un amorío con su padre

r13;eres tan linda, dulce. Te quiero comprar muchas cosas solo para verte sonreír r13; por su parte el joven Bovino estaba encantado con la pequeña

 

 

Lambo quería demasiado a Aida, un cariño especial, igual al que mostraba hacia la madre de la pequeña. Algo que nadie se esperaba, era que Haru hubiese sido tutora del Bovino años atrás. Era un asunto enredado, pero nadie sabía la verdad sobre la relación de Lambo y el azabache de patillas, así que nadie dijo o hizo algo, era mejor vivir en la ignorancia. Nadie conocía la incómoda situación que se vivía, solo Tsuna, Hibari y Reborn percibían cierto toque de recelo al ver a Aida en brazos de Lambo mientras sonreía ampliamente. La pequeña era la prueba de que esa relación de juventud nunca tendría futuro alguno

 

 

r13;he venido por un asunto importante, Tsuna – después de la cena, Lambo pidió conversar con el líder de Vongola. Ahora mismo se encontraban en el despacho del mayor – es una petición

r13;sabes que siempre te ayudaré en lo que me pidas, solo dímelo – sonreía ampliamente. Veía un poco de emoción en la mirada de su amigo

r13;quiero que me acompañes en un día importante – se sentó en frente del castaño sacando un pequeño sobre de su bolsillo, entregándoselo

r13;esto es… Lambo tú – observó los detalles de aquella invitación y se quedó sin palabras al saber lo que eso significaba

r13;¿quieres ser el padrino de mi boda? – el más joven sonrió divertido ante el desconcierto de su amigo – me dolería si me dijeras que no

r13;Lambo… yo no creí que lo decidieras tan rápido – comentó abriendo el sobre que detallaba el evento. Apenas hace unas semanas Lambo lo llamó para contarle los detalles de lo que planeaba hacer, en esos días todavía se notaba un poco de inseguridad, pero en ese momento… no había rastro de ella – I—pin… ella es…

r13;mi amiga de la infancia – sonrió mientras le pasaba una foto a Tsuna, mostrando a una chica de cabello largo muy negro – es hora de que formalice todo

r13;¿Lambo estas seguro de lo que harás? – Tsuna dudaba que Lambo amara a la jovencita, podía casi asegurar que todavía sentía algo por Reborn – no quiero que te cases obligado o…

r13;ella me ama – sonrió con cariño – nuestros padres creen que sería una buena idea. Aprenderé a amarla tanto como ella me ama a mí

r13;Lambo… ¿y qué pasa con Reborn?

r13;ese asunto es cosa del pasado, Tsuna… mi futuro es este, ya lo he decidido

r13;si estás seguro… te apoyaré, pero… no estoy seguro de lo que vas a hacer

r13;me casaré por amor Tsuna. Tal vez no uno completo, pero llegaré a hacerlo. Lograré amar a I—pin, es una persona amable, la quiero mucho – sonrió mientras observaba la duda en la mirada chocolate de su amigo – Tsuna deja de preocuparte por mí, soy un adulto después de todo

r13;sabes… no tengo que negar que has madurado, entonces aceptaré ser tu padrino. Sólo dime una cosa… no dejaste de amar a Reborn, ¿verdad?

r13;Tsuna… lo que pasó con Reborn fue horrible. Lo acepto. Me rompió el corazón, pero eso quedó en el olvido. De cierta forma se lo agradezco, fue el empujón que necesité para tomar las riendas de mi vida y fui obligado a madurar – sonrió con melancolía al recordar todas las noches en las que lloró en silencio, solo, admirando la noche infinita – y ahora estoy aquí. Tengo una vida provechosa, estoy próximo a casarme con una mujer cariñosa, dedicada, dulce, un poco mandona, pero gentil la mayoría del tiempo – ambos amigos rieron un poco ante esas palabras – además… mi tiempo para luchar por él se terminó hace muchos años. Jamás me entrometería en una familia, adoro a Haru y la pequeña Aida es un amor de niña. Debo agradecer al destino por dejarme disfrutar de todo esto

r13;entonces sólo dime como debo vestir y te apoyaré en la boda

r13;¡queda pactado entonces!

 

 

La noticia de la futura pareja se regó como polvo, además de eso, la información en los medios mostraba al padrino de bodas que era nada más ni nada menos que Sawada Tsunayoshi, heredero de Vongola, soltero cotizado por muchas, pero con una relación homosexual estable. A veces los medios no tenían ni un poquito de recato para dar las noticias de ese tamaño. El castaño ni siquiera quería recordar los días de acoso periodístico cuando la noticia de su homosexualidad salió a flote.

Fueron días oscuros, llenos de tensión que terminaron cuando un furioso Kyoya amenazó a un reportero que intentaba entrar a las oficinas en busca de una exclusiva, y no solo a él, sino que su querido azabache le declaró la guerra a todos los medios informativos si no lo dejaban en paz. Claro que Reborn también hizo movimientos claros para amedrentar a los periodistas, pero eso quedaba a segundo plano, ya todo eso era cosa del pasado.

La ceremonia sería en casa de los Bovino, solo con los allegados de la familia, pactada para fines de noviembre, después de todo no querían ser opacados por la enorme fiesta al estilo Vongola por motivos de celebración de Halloween. Simplemente decidieron coordinar bien sus horarios, lo demás se dio por si solo

 

 

Fiesta de color…

 

 

Halloween no era una fiesta tradicional en Italia, pero los Vongola lo planearon solo por pedido de Aida, quien apenas se había enterado que podía disfrazarse en conjunto con su padre, convenció a Fuuta, Basil y después a todos los empleados de la mansión para apoyarla. Al final Reborn accedió a cumplirle el capricho a su hija y Tsuna muy amablemente accedió a realizarla en la mansión. Todo sería un desastre, pero sería divertido. Dejó en manos de sus empleados más eficientes tomar en cuenta las opiniones de los más jóvenes en la casa para que organizaran todo, mientras él pedía a sus amigos asistir

Tsuna se dio el gusto de traer a todos los amigos que tenía en Japón con los cuales mantenía contacto, desde Fong hasta Nagi, Mukuro, Skull, Kyoko, todos los que llegó a conocer. Amigos suyos, amigos de su tío. El grupo llegó una semana antes para instalarse en la mansión y ayudar en la preparación de la fiesta. Cada día la mansión se llenaba de más adornos, visitas, amigos de su abuelo, socios, incluso las personas de los pueblos cercanos estaban invitadas. El castaño no creyó que esa pequeña fiesta se transformara en un evento a la cual la prensa quería asistir, claro que se negó rotundamente, pues solo quería compartir con las personas que adoraba, las que cuidaba y con las que compartió su vida.

 

Para los Vongola la fiesta no solo era una celebración dedicada a los más jóvenes de la casa, sino también una pequeña celebración debido al éxito de las inseminaciones, pues ahora las madres sustitutas tenían un mes de embarazo. Tsuna estaba demasiado emocionado cuando se enteró, así que se dio el gusto de complacer en los extraños pedidos de la pequeña Aida sin siquiera pensarlo mucho. Lo único que tenía en mente era «Kyoya y yo seremos padres». Aunque su pareja no lo demostrara, también estaba emocionado, pues los futuros herederos llenarían de vida la mansión. Sería una gran noticia cuando fuese el momento, que por ahora era un secreto familiar.

Cuando el día llegó, Tsuna se sorprendió por las pequeñas atracciones que se montaron en cierta parte de la mansión, ¡eso no parecía una fiesta sino un carnaval! carpas de juegos, tiro al blanco, incluso una casa del terror. Tsuna se rió cuando se enteró que Aida exigió a los asistentes estar disfrazados o al menos usaran una máscara. Esa pequeña sabía lo que deseaba y era increíble lo persuasiva que podía llegar a ser. Ahora lo único que le preocupaba era lo difícil que sería controlar a tantos invitados

 

La noche llegaba y Tsuna en conjunto con los demás estaban en sus habitaciones preparándose para salir. Los invitados empezaban a entrar, los meseros se disponían a empezar a atender a los recién llegados y los niños estaban animados rondando por la casa. Aida era la que más brillaba en la mansión, con un vestido de color morado en combinación con rosa pastel, sosteniendo una varita con una estrella a uno de los extremos. «SOY EL HADA MÁGICA DE PAPÁ» había gritado cuando les mostró su disfraz. Reborn la había tomado en brazos para llevarla con Haru, ella se encargaría de acomodar los finos detalles del traje de su hija

Fuuta parecía avergonzado al estar usando un atuendo de ovejita, regalo de la pequeña Aida, claro estaba. Un disfraz que apenas constaba con las orejitas de algodón, un traje blanco y un short pequeño con una colita esponjada. El pequeño tenía las mejillas rojas, pero se resignó a cumplir la promesa que le hizo a su prima. Cuando Basil llegó, el pobre rubio casi se muere de vergüenza al verse descubierto con tal atuendo, pero el mayor solo le sonrió, una sonrisa amable de parte de un mago con una capa larga de color azul que hacía que los ojos azuleados resaltaran.

 Kyoya se tuvo que controlar para no apartar a ese mocoso de su hijo y Tsuna fue el único que fue capaz de alejar al azabache del lugar para dejar al par de chiquillos a solas. El castaño se llevó a su pareja para colocarse sus respectivos disfraces y empezar a recibir a los invitados en la entrada, aunque claro, el mayor solo usaba un antifaz de tono negro

 

 

r13;Aida se enfadará si te ve así… te colocará un disfraz en cuanto te atrape r13; se había burlado Tsuna, recibiendo un simple

r13;hm r13; por respuesta

 

 

El castaño sintió un toque de duda cuando vio los implementos que usaría. Se vería ridículo, pero no podía hacer nada, al menos Aida había escogido un conejo. Lo que nadie sabía era que la pequeña le había preguntado a su tío Hibari por el diseño que debería darle a su tío Tsuna. El castaño con cuidado se colocó el par de orejas blancas, largas y esponjadas, una de ellas estaba un poco caída, pero al parecer así era el diseño. Admiró su rostro en el espejo, usaba un traje de color blanco, extrañamente combinaban bastante bien con sus facciones, se colocó el antifaz con brillantes tonos platinados y estaba listo. Era un atuendo simple, ideal para presentarse ante todos sin perder su postura formal

 

 

r13;perfecto r13; susurró girándose para ver como el mayor lo observaba de pies a cabeza. Tsuna sintió un escalofrió recorrerle al percibir cierto toque de lujuria en aquella mirada metalizada, si no escapaba en ese instante tal vez no lo dejarían salir jamás, así que a paso apresurado se dirigió a la puerta r13; vamos Kyoya, necesitamos estar presentes r13; con naturalidad se alejó de la habitación… fuera de ella, estaba a salvo.

 

 

Salió a su patio y observó la cantidad de gente. Los conocía a todos, empezó a saludarlos, halagar los sencillos disfraces de los adultos, los elaborados de los más jóvenes y finalmente la dulzura de los más pequeños del lugar. A lo lejos observó algo divertido a un Gokudera que usaba un traje en tono rosa casi completamente mientras mostraba un par de orejas de… ¿gato? El castaño evitó reírse, pero al final terminó cediendo, sujetando su estómago debido al dolor

 

 

r13;¡no fue mi idea! esto es exigencia de Aida r13; se quejó Hayato mientras se sonrojaba visiblemente

 

 

Al parecer la pequeña tenía buen gusto y mal carácter. Yamamoto parecía fascinado con su traje, para ser exactos un lobo usando una espada en la espalda era extraño, a la vez muy interesante de ver. Si alguien se fijaba, la mayoría eran animales, después de todo era muy fácil usar orejas, antifaz y algún otro implemento, al menos para los adultos, ya que los más jóvenes si mostraban variedad. Guerreros medievales, villanos de películas, sacerdotisas, doncellas. Al castaño le fascinó la alegría que desprendían esos grupos que, fascinados por las variadas actividades, paseaban por ahí sin restricciones

Los más pequeños eran más vistosos, princesas, caballeros, animalitos esponjados, héroes mitológicos, simplemente adorable. Tsuna sonrió al pensar que dentro de unos años sus propios hijos podían participar también. La comida estaba en manos de los mejores chefs, la música por una banda en vivo, las luces, los juegos, todo estaba perfectamente administrados, fue buena idea dejar todo a cargo de Reborn y Gokudera, hacían buen equipo cuando de organizar esas actividades a grandes escalas se trataba

 


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