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Ayudándote a superar tu claustrofobia por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi, como están?

 

Bueno antes que nada les agradesco por los review, me encanta leerlos y responderlos también, jejeje 

 

Espero que disfruten su lectura ^_^

 

 

 

El azabache estaba enfadado, Tsuna no solo lo desobedecía, sino que también osaba evitarlo constantemente. En el café del centro de la ciudad apenas y lo miraba o a veces ni siquiera era el mesero de su mesa y enviaba a otro herbívoro de cabello negro. Cada día se ponía de mal humor y sus subordinados no osaban acercársele siquiera, a menos que quisieran ser mordidos hasta la muerte por su querido jefe. Buscó un modo de liberar su frustración combatiendo con cualquier alborotador que tratara de cruzarse por su camino, pero incluso ellos parecían saber que no estaba en sus mejores días y salían huyendo sin pensarlo dos veces

 

 

 

Prefería salir solo al patrullaje ya que así tenía la suficiente libertad como para buscar a algún herbívoro que incumpliera la ley. Era tarde y el sol empezaba a caer, se alejó un poco de la zona de vigilancia usual, algo le decía que encontraría lo que buscaba. Estaba bastante transitado debido a la salida de las oficinas, odiaba tanta multitud e intentó alejarse, pero desistió en cuanto reconoció cierta cabellera castaña al otro lado de la calle. Lo observó unos segundos para salir de dudas, sonrió de medio lado al reconocer a su pequeño conejo con actitudes de león. Pensó en interceptarlo y darle un buen castigo por la osadía de desobedecerlo, pero no estaba solo, reconocía a cierto joven peliplata que lo acompañaba, parecían bastante contentos. Tsuna sonreía de forma gentil mientras el otro le entregaba ciertas cadenas de algún material brillante, parecía que se llevaban bastante bien y no le gustó nada. Esas sonrisas debían solo ser suyas, esa mirada ingenua era maravillosa, y el rubor que generalmente solía mostrar podía atraer la atención de muchas personas, la evidencia clara estaba en las jovencitas que pasaban mirándolo con disimulo, o algunos herbívoros que ni siquiera disimulaban y trataban de acercarse al conejo. Aunque el explosivo chico de ojos esmeralda lograba ahuyentarlos con la mirada ¿Acaso Tsuna no sabía lo que era capaz de provocar en la gente que lo rodeaba?

 

 

Un par de días después volvió a recorrer esa ruta. De nuevo el castaño caminaba por esos lugares, no había duda que esa multitud a su alrededor era la mejor forma de pasar desapercibido y a su vez podía darse el lujo de observar las acciones de conejito. Decidió repetir la estrategia varias veces, observó que Tsuna parecía ser bastante tímido, pero siempre estaba acompañado y cada tipo se ganaba un lugar en su lista negra, ¿cómo Tsuna osaba a regalarles esas sonrisas inocentes y brillantes, sin darse cuenta de que algunos tenían malas intenciones?, lo castigaría… lo haría de la mejor forma

 

 

Se estaba dando demasiadas molestias por un simple herbívoro, odiaba admitirlo, pero estaba interesado en saber más cosas de aquel castaño. Sin pensarlo empezaba a descubrir ciertos hábitos e incluso de saber en qué lugar estudiaba, todo fue calmado y bastante discreto hasta que notó que su hermano se había vuelto un acompañante usual. Eso no lo soportaría, sonreían seguido, Tsuna se ruborizada con demasiada frecuencia cuando estaba con Fong. Sin saberlo su cuerpo reaccionó solo, interceptando a ese par mientras transitaban por un parque en la ciudad

 

 

—¿herbívoro que haces por aquí, con él? – señaló a su hermano mirándolo amenazadoramente

—Hi—Hibari—san… ¿usted aquí? – casi se infarta al escuchar esa voz profunda muy cerca

—Kyoya es un gusto verte – le pareció divertido ver a su ototo seguirlos continuamente, nunca conoció el lado “acosador” de Kyoya

—aun no respondes – ignoró esa sonrisa irritante

—cuantas veces te tengo que decir que no debes ser descortés – le reclamó Fong suspirando

—silencio, mi asunto no es contigo

—no tengo porque da—darle explicaciones Hi—Hibari—san – incluso Fong se asombró ante tanta seriedad y sonrió al escuchar los leves tartamudeos de nerviosismo “en verdad eres muy tierno Tsuna” – debería tratar mejor a su hermano mayor, es una persona amable – Tsuna se tranquilizó lo suficiente para terminar sus palabras por completo

—tsk… — no le gustó nada que su conejo defendiera al inútil de su hermano

— estoy ayudando a Tsuna—san con su problema de claustrofobia – sonrió Fong mientras el castaño se tensaba sintiendo la mirada metálica sobre su persona

—pensé que te estaba ayudando de la mejor manera Tsunayoshi – admiró con seriedad los ojos chocolates que trataban de evitarlo

—Fong—san me está enseñando a meditar. No es nada nuevo para mí, solo refuerza lo que me enseñó mi tío – se explicó con rapidez… pero ¿por qué?, no había necesidad ¿o sí?

—¿Kyoya no deberías estar en tu trabajo? – le reprochó Fong al ver lo nervioso y alterado que estaba Tsuna

—estoy patrullando las calles, no te interesa – maldecía una y otra vez el atrevimiento de su hermano ¿Cómo podía tratar a Tsuna con tanta familiaridad?

—debería tratar mejor a su hermano – regañó Tsuna de inmediato – debe apreciar lo valioso que es tener una familia – él daría todo por tener a alguien con quien compartir ciertas cosas y en cambio otros desperdiciaban ese valioso regalo

—déjalo así Tsuna—san, Kyoya ha sido así desde pequeño

— debo hablar contigo Tsunayoshi – exigió Hibari intentando acercarse

—no puedo. Necesito llegar a mi trabajo, es muy tarde. Si me disculpa – una leve reverencia fue su despedida tras las palabras rápidas – cuídese mucho Fong—san y gracias por su ayuda – sonrió el castaño ignorando la amenazante mirada de Hibari y salió casi corriendo en dirección contraria

—tsk… — chasqueó su lengua, molesto mientras se disponía a marcharse, ese herbívoro de ojos chocolates lo pagaría caro

— ¿estás celoso? – era bastante obvio, pero quería averiguar cómo reaccionaría su pequeño hermano

— más te vale no acercártele, él es mío – gruñó sin regresar a ver, no tenía tiempo para esas discusiones sin sentido

— Kyoya… deberías ser más sincero… además creo que Reborn no se lo tomará bien

 

 

 

Tiempo…

 

 

 

Había pasado un mes desde la última vez que se cruzó con el castaño en el ascensor. El día se había terminado y regresaba a su hogar, desde que escuchó la palabra “celoso” de labios de su hermano no había podido dejar de cuestionar su comportamiento. Nunca había sentido celos eso era para aquellos herbívoros preocupados por cosas insignificantes, pero entonces ¿por qué le molestaba ver Tsuna acompañado? En cuanto llegó a su edificio departamental logró escuchar algunas risas en la planta baja, eran nada más y nada menos que 3 herbívoros muy conocidos Tsuna, Fong y Skull. La furia de Kyoya enseguida se elevó, ¿Cómo osaba el castaño a sonreírle así a esos dos? Ingresó con paso firme mientras dos de ellos se tensaban al percibir el aura emitida por Hibari

 

 

—Kyoya ya has regresado, bienvenido –mencionó Fong sin asustarse, él ya estaba acostumbrado al carácter rebelde del menor

—Hi-Hibari-san…  —tartamudeo el más joven mientras sentía la intensa mirada

—¿En serio es tu hermano? – susurró Skull a Fong quien sonrió – Bueno creo que debo irme, adiós Tsu—chan, Fong – mencionó nervioso mientras pasaba cuidadosamente a lado del azabache que lo miró con furia. Apenas y estuvo fuera, respiró aliviado – no creí que ese tipo diera tanto miedo

—Herbívoro, tengo que hablar contigo – sus palabras eran órdenes, pero había alguien que no estaba de acuerdo o mejor dicho 2 personas que se negaban a obedecer

—Kyoya deja de molestar a Tsuna—san, no puedes tratarlo así – Fong trataba de hablar con seriedad, pero sin mostrar su enojo, el pequeño castaño era un ángel y no merecía ese trato

—no te metas Fong, vamos herbívoro – sin previo aviso tomó del brazo del castaño arrastrándolo para el ascensor

—no – fue lo único que dijo Tsuna mientras se soltaba del agarre. No dejaría que Hibari lo volviese a manipular de esa forma – no tengo nada que tratar con usted Hibari—san, además estoy conversando con Fong—san

—Tsk…—¿acaso había escuchado bien?, el conejito le estaba demostrando que su hermano valía más que él – herbívoro me obligarás a morderte hasta la muerte

—no te atrevas Kyoya – defendió Fong poniéndose en frente de Tsuna – ¿acaso crees que con golpes puedes arreglar todo?

—…—¡¡¡acaso había escuchado bien!!! Hibari quería golpearlo, ¡en que lio se había metido!, pero ya no había vuelta atrás – no deberían pelear, ustedes son hermanos

—Silencio, herbívoro

—No pienso soportar esto. Kyoya debes comportarte

—Fong—san lo siento, pero creo que debo retirarme, podemos terminar nuestra conversación en otra ocasión – habló el castaño con decisión evitando la mirada del azabache menor, estaba dispuesto a irse en cuanto sintió que era tomado por el brazo – ¿Hibari—san?

—no te me vas a escapar de nuevo Tsunayoshi – el enojo se apoderó de él y el agarre se hizo fuerte y doloroso para el castaño

—Hibari—san eso duele – sentía que su brazo era aplastado, eso seguramente le dejaría marca

—¡Kyoya déjalo! – el mayor de los hermanos trató de zafar el agarre sin lastimar al más joven, pero en seguida Hibari lo empujó lejos

—tú no me das órdenes Fong—

—Pero yo sí… incluso te puedo dar más que eso – dijo un azabache de patillas que escondía una mirada afilada tras su fedora

—tío Reborn – habló Tsuna asustado, sabía el carácter de su tío y al combinarlo con el de Hibari eso era una explosión inmediata

—¿Qué esperas? – replicó el de patillas mientras se acercaba con aura amenazante, hasta Hibari sintió la sed de sangre de aquel hombre, pero claro, el gran Hibari no tenía miedo a nada – ¡suelta a mi sobrino!, ahora

—Tú no me das órdenes – amenazó el azabache mientras se erguía con seguridad

—Tsuna no es nada tuyo, así que será mejor que lo sueltes si no quieres sufrir las consecuencias – el de patillas se acomodó el sombrero ocultando la mirada aterradora que poseía

—Él es de mi propiedad y nadie me quita lo que es mío – discutió o mejor dicho gruñó

—¡No lo soy!…— habló Tsuna con dureza soltándose del agarre bruscamente sin importar el dolor que sintió al hacerlo – Hibari—san usted no tiene derecho alguno sobre mí, no vuelva a decir eso – todos los presentes vieron  la ira que despedía los ojos del castaño, se habían vuelto fríos y calculadores – si me permite, no quiero seguir siendo participe de esta situación – se giró para tomar el ascensor y al entrar solo logró decir – tío, te espero arriba – en ese momento solo quería alejarse de todo, ni siquiera le importó el hecho de estar en ese lugar pequeño

 

 

—mm…— el de patillas solo pudo sonreír satisfecho al ver la cara de indignación del azabache en frente de él – hace mucho que no veía algo así – susurró mientras se acomodaba su traje para enseguida caminar hacia Fong que se mantenía callado –  para que lo sepas mi sobrino no es nada sumiso. Soy el único que conoce lo bien que puede defenderse cuando llega el momento – mencionó sin siquiera mirar a Hibari

—así que Tsuna tiene dos facetas – habló Fong sonriéndole a Reborn

—no tienes idea, después de todo heredó “esa” parte de la familia – sonrió con orgullo. Desde pequeño Tsuna mostró carácter, pero desarrolló una personalidad gentil y amable, tenía potencial y Reborn había intentado sacarlo desde que el castaño apenas era un niño pero éste se negaba. Lo único que le faltaba a Tsuna era confianza en sí mismo

 

 

 

Reborn ingresó al ascensor seguido por Fong que suspiró agradecido porque Tsuna no heredara el genio de su tío. Mientras que Kyoya se quedó en el primer piso apretando los puños con rudeza, jamás nadie se había osado a contradecirlo y además enfrentarlo con aquella mirada. El conejito se había revelado a su cazador y había ganado la batalla, ahora era Hibari el que tomaba las escaleras, tal vez el esfuerzo lo calmara un poco

 

 

 

 

Cuando Reborn entró a su departamento encontró al castaño hecho un ovillo en el sillón escondiendo su rostro entre sus manos. Cuando lo tocó en el hombro, este saltó asustado cayéndose al suelo en el proceso

 

 

—¡Reborn no me asustes así! – decía mientras se sobaba la parte afectada por la caída

—me puedes explicar la situación de hace un momento, dame Tsuna – quería escuchar la versión del menor antes de decidir cómo actuar

—no fue nada, solo que Hibari—san es un hombre muy extraño – trataba de sonar calmado y restándole importancia, pero en el fondo sabía que le gustaba ese hombre y no podía evitar sentirse nervioso ante su presencia

—Y tú lo pusiste en su lugar – sonrió al ver el sonrojo ligero en el menor

—sí, eso hice… pero ahora me temo que seré mordido hasta la muerte la próxima vez – se deprimía de solo pensarlo y se ubicaba en el puesto que había estado ocupando anteriormente

—entonces deberías aprender a pelear para defenderte

—contigo de tutor, no estoy loco – jamás aceptaría algo así, su tío era capaz de convertirlo en un muñeco de entrenamiento después de un par de horas

—pues deberías, porque ese tipo no te dejará en paz – se sentó al lado de Tsuna, tal vez era hora de una charla constructiva

—puedo defenderme solo – claro que podía, pero no quería hacerlo y menos si se trataba de Hibari, él simplemente lo ponía nervioso y ahora ¡¡furioso!!

—no lo creo – se quitó su fedora poniéndola en la mesita, y acomodándose para estar relajado

—acabo de hacerlo – suspiró el castaño mientras se sentaba en posición fetal, eran muchas emociones para una sola noche

—pero fue porque te invadió el enojo

—es cierto

—la próxima vez no te ayudaré

—lo sé

—pero déjame decirte que si ese tipo se acuesta contigo lo mataré – sus palabras eran directas sin duda, logrando que el castaño se avergonzara de sobremanera

—p—pero que… ¡¡¡que estás diciendo tío!!!! – casi gritaba, nunca se imaginó escuchar eso, ni siquiera pensó en eso antes, aunque no era tan mala idea…. ¡¡Pero en qué estaba pensando!!

—solo digo la verdad

—p—pero somos hombres – ¿cómo podrían acostarse siendo dos hombres?... pobre e ingenuo Tsuna

—el sexo también es posible así – miró al castaño a los ojos mientras empezaba a explicarse, la sonrisa burlona no ayudaba en nada

—¡¡¡n—no quiero saber!!! – se alejó un poco de su tío, ¿acaso alguien podría explicarle a Reborn lo que es tener vergüenza?

—La vaca estúpida es hombre, pero igual me lo follo – esa fue la gota que derramó el vaso. El castaño enrojeció hasta las orejas, sabía bien que su tío no tenía conflictos con las preferencias sexuales de los demás. Tsuna había conocido a algunas de sus conquistas y a algunos de sus “amigos” claro que solo supo lo que en realidad significaban sus parejas cuando tenía 16, ahora Lambo era su única relación “seria” por así decirlo

—¡¡¡Reborn!!! No quiero saber tus detalles amorosos – se cubrió inútilmente los oídos, mientras pensaba en cómo alguien como Lambo pudo caer en las redes de su tío. Ese muchacho tenía apenas 18 años y no quería saber cuándo comenzaron a salir esos dos

—estoy cumpliendo mi parte como tu tutor, debo darte información – estaba satisfecho al ver las reacciones de Tsuna, tan inocente le encantaba molestarlo con esos temas

—¡no quiero saber eso! – trató de alejar su mente pensando en otra cosa, pero esa otra cosa era nada más y nada menos que Hibari

—tu primera vez te dolerá – el azabache de patillas sonreía de lado al ver como el menor casi sufre un shock ante esa revelación

—deja de hablar sobre eso, ¿acaso disfrutas mi sufrimiento?

— mentiría si dijera que no

—cómo puedes ser tan cruel – fingió un par de lagrimillas por la actitud de su tío, pero por lo menos había olvidado el terror de esa noche

 

 

 

 

 

 

Para Tsuna el plan era simple, dejar su vida tal y como estaba antes de que Hibari lo atacara en el ascensor. Lo había decidido, a pesar de que se sentía atraído por ese azabache no dejaría que alguien lo tratara como una cosa a la que puede tener a su lado como adorno. Tal vez estaba exagerando su reacción, pero ese día fue tan extraño que ahora no quería recordar nada. Su tío le dio breves explicaciones del tema… bueno mejor dicho le había contado algo de sus encuentros con el jovencito que era su actual pareja y él…. Se limitó a taparse los oídos y pensar en otra cosa, no quería saber nada, al final no escuchó y escapó a su habitación desesperado

 

 

 

 

 

El incidente era ahora cosa del pasado, los días venideros se los pasó evitando llegar a las horas comunes, salía con sus amigos un rato, evitaba quedarse dormido y trataba de siempre estar acompañado con temor de ser secuestrado. Según le había comentado Fong su hermano menor había sido así desde pequeño, le gustaba las peleas y era agresivo al punto de buscar problemas en donde sea cuando sentía que “los herbívoros debían ser mordidos hasta la muerte”. Kyoya usaba un par de tonfas que ocultaba entre sus prendas, pero a pesar de todo era un fiel creyente de la ley y era respetado en su trabajo. La explicación solo logró causarle mayor miedo al castaño, pero Fong se ofreció a ayudarlo cuando sea necesario. El castaño rechazó la oferta con cortesía después de todo tal y como decía su tío era hora de enfrentar sus problemas solo, aunque no se sentía muy seguro de hacerlo bien

 

 

 

Después de su típica jornada de trabajo, Tsuna se había ido caminando por el sendero más largo con esperanzas de no perderse de nuevo. Yamamoto le había dicho que tenía algo que hacer y se había ido apresurado, ahora no tenía otra opción que ir a casa, suspiró antes de entrar a la estación del tren, caminó despacio el corto trayecto a su departamento saboreando un pastelillo dulce que compró. Tenía un mal presentimiento y eso no le gustaba nada, dudó unos segundos en ingresar y tomar las escaleras. Sus sentidos le gritaban que no entrara, pero no tenía opción, lentamente abrió la puerta e ingresó, mala decisión…

 

 

—Re-Reborn… ya no…— apenas y entró escuchó ruidos muy bajos. Tsuna, con curiosidad ingresó un poco y vio la puerta del cuarto de su tío entreabierta, eso significaba una sola cosa. Se quedó callado un momento para reconocer la voz – pa…para… aah… hmp…— esa voz era de…

—¿que pare? pero si estás disfrutándolo… Lambo – la voz de Reborn era profunda y llena de lujuria. Tsuna se tensó de inmediato cubriendo su boca para no soltar ni un sonido, si su tío se enteraba que estaba “espiándolo” por así decirlo ¡lo mataría! Despacio caminó hacia la salida… debía ser sutil

—Pe-pero… Tsuna podría… venir… agh… y encon… trarnos… aah – el más joven tenía la voz suave y la respiración agitada, estaba…. Tsuna no quería saber ¡¡¡cómo estaban esos dos!!! debía huir y regresar más tarde

—No vendrá… ahora suele salir con sus amigos… deja de decir tonterías y date la vuelta

—pe-pero

—no me discutas o te penetraré sin cuidado alguno

—espera no… AAAAHHH

—Te gusta mucho cuanto te doy duro… que lascivo

—no… digas… eso… aaahh

—gime fuerte vaquita… quiero que grites mi nombre

—Re-Reborn…. Aaaahhh… más, más…

—así me gusta

 

 

El rechinar de la cama le dio a Tsuna una idea de cuánto tardarían. Su tío solía salir y regresar muy tarde o a veces no lo hacía, y por lo que acabó de escuchar se tardaría mucho. Sin pensarlo, Tsuna salió de su hogar sin respirar por temor que lo descubrieran, cerró la puerta con cuidado y al fin en libertad respiró tranquilo. Su rostro estaba completamente rojo y sus piernas le fallaban, se dio un par de golpes mentales y se dirigió a las escaleras, se dejó caer en una de ellas ¿Y ahora que iba a hacer?

 

 

 

La voz de alguien conocido lo sacó de sus pensamientos

—¿Tsuna-san que haces ahí? – por un momento se horrorizó al sentir a alguien detrás de él

—Fong-san… etto… yo, bueno…— dudó en contarle mejor dicho no quería recordar lo ocurrido hace apenas unos segundos

—¿por qué no entras a tu casa? – le preguntó curioso

—digamos que no puedo hacerlo – su risa nerviosa aumentó la curiosidad del mayor

—¿tienes algún problema? – Fong miraba al menor con cariño, era normal que se preocupara

—bueno… solo digamos que mi tío está ocupado, y no puedo molestar

—entiendo… y yo que iba a hablar con él – tenía intenciones de pedirle un favor

—hágalo en otro momento, él se demorará – se alteró el castaño tratando nerviosamente de convencer al mayor

—oh, creo que ya entiendo… tu sonrojo me lo dice todo – el azabache de larga trenza se reía bajito – ¿y que harás tú?

—no lo sé, creo que iré a caminar un poco – suspiró mientras se rascaba levemente la mejilla

—qué te parece si te invito a comer – sonrió con amabilidad

—no es preciso—

—debes estar hambriento, vamos

—no quiero molestar

—no lo haces, así platicamos un poco, luego puedes quedarte en mi departamento si quieres, después de todo tu tío no dejará a Lambo en un buen rato – Fong había sido un amigo fiel durante años y era el único que compartía algunos de los secretos de su tío

—creo que aceptaré su oferta – sonrió al fin ¿qué más podía hacer para matar el tiempo?

 

 

Ambos disfrutaron de una amena conversación en un restaurante cercano, el castaño se sentía muy cómodo con Fong, lo conocía desde hace varios años y le parecía una persona muy interesante, siempre relajada y amable, podría decirse que le gustaba ¡Pero en que estaba pensando!, tal vez solo era porque se parecía a Hibari, ¡demasiado!

 

 

Al terminar ambos se dirigieron al departamento del mayor, al entrar Tsuna sintió que alguien lo observaba, pero dejó eso de lado cuando Fong le preguntó acerca de sus estudios. Sin más entraron al departamento, el cual tenía un toque hogareño y pacífico. Jugaron un poco y Tsuna perdió cada juego de cartas haciendo pucheros ante las pequeñas burlas del azabache

 

 

—sabes Tsuna es agradable pasar tiempo contigo

—debo parecerle demasiado torpe, Fong-san – comentó avergonzado

—no es así, eres algo ingenuo eso es todo, pero tienes una gran amabilidad – eso fue lo que lo conquistó desde el principio

—gracias por decir esas cosas sobre mí – el menor se sonrojó bastante ante la calidez de esas palabras

—Tú me gustas Tsuna – el azabache se aventuró a hablar con una sonrisa mientras miraba a los ojos chocolates del otro

—Usted también me gusta – habló con inocencia

—no de esa forma – sonrió el mayor mientras acariciaba una de las mejillas del más bajo – es más que eso, yo te quiero pequeño

—Fong… san – el castaño estaba avergonzado ante la mirada llena de cariño que el otro le mostraba – yo…

—no tienes que responder ahora – el mayor se acercó un poco al rostro del otro. Tsuna no hizo nada por evitarlo – solo quería que lo supieras – susurró acercándose aún más. Tsuna cerró los ojos por instinto esperando el roce, pero no sucedió nada, en vez de eso sintió el abrazo del mayor

—Fong—san yo no sabía que usted sentía eso por mí – correspondió al abrazo ocultando su vergüenza

—en verdad eres despistado, hasta tu tío ya lo sabía – se rio bajito –  solo quiero que seas feliz Tsuna, aún si no es conmigo

—yo… bueno…

—creo que es hora de que regreses a casa – se separó despacio besando la frente del más joven –  vamos te acompañaré

—si

 

 

Tsuna se preguntó por qué no había sentido lo mismo que cuando Hibari lo besaba o lo intentaba, aunque la respuesta estaba más clara que nada, ¿Por qué no se podía haber enamorado de Fong antes? así hubiese evitado tantos líos y estuviera feliz que alguien lo amara tanto, que lo tratara bien, que demostrara abiertamente lo que siente y lo tratara como a un igual. Tsuna se sintió mal por no poder corresponder, pero tampoco quería dañar al otro, se disculpó con el mayor, antes de entrar a su casa “lo lamento Fong—san pero… no creo que pueda corresponderlo, aunque me gustaría que fuera así” sus palabras estaban cargadas de tristeza “no te preocupes, ya lo sabía, aun así seguiré al pendiente de ti” declaró con una sonrisa. Fong sabía que iba a ser rechazado, sintió dolor, pero era la realidad, tampoco obligaría al menor y en cambio se aseguraría de que Hibari lo tratara bien “no dejes que te haga nada, hasta que no te diga lo que siente” fue lo último que le dijo a Tsuna mientras lo veía entrar, el menor lo vio confundido, pero asintió de igual forma

 

 

Fong escendió el piso que lo separaba del departamento donde residía castaño y antes de entrar evitó un golpe lanzado por su querido hermano menor “te morderé hasta la muerte herbívoro, nadie toca lo que es mío” típica respuesta de alguien celoso. Seguramente lo había visto con Tsuna, pero no había escuchado su conversación reciente “él no es una cosa Kyoya, es una persona y como tal sabrá decidir qué es lo correcto, aunque he de decirte que si me acepta estaré más que feliz” nada mejor que forzar a su terco hermano a admitir sus sentimientos. Solo recibió un gruñido y algunos ataques que evitó “no permitiré que lo dañes, Kyoya” el otro solo lo vio con furia y se retiró de ahí sin decir nada, algo raro en él

 

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

Fue un poquito más largo que los anteriores y me encantó escribirlo jejeje

 

Creo que les debo un lemon, pero la idea es que el primero será entre Hibari y Tsuna, asi que tendrán que esperar un poquito 

 

Gracias por leer y dejar reviews y a los que no también se los agradesco ^_^

 

Me despido 

Besos!!!


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