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Mellon nin por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

holi holi

aqui trayendoles un nuevo capitulo de esta historia

muchas gracia a todos por comentarme la verdad me alegran el dia el leerl@s  

hannonle mis lector@s

Las cosas se van poniendo cada vez mas interesantes, les prometo mucho drama <3

https://www.facebook.com/kazennova17?ref=hl

ahi subo las actualizaciones <3

a leer! 

 

Todo parecía estar en calma, Minas Tirith se hallaba en silencio, uno que se oiga en calma para algunos, pero en cambio para otros era de lo más tortuoso. Aragorn se hallaba en su despacho, con la mirada completamente perdida, su padre, es ser que lo había criado por tanto tiempo, había partido ni bien los primeros rayos del sol habían tocado Arda Lord Elrond y la Dama Arwen había partido con su comitiva de elfos camino a Rivendel, no se habían despedido ni anunciado su retirada, simplemente desaparecieron. Soltó un profundo suspiro, no había planeado de esa manera festejar la victoria de Gondor.

 

 

─Aragorn…─ Legolas se acercó al aludido, sabia…no, eran un hecho que él tenía la culpa de todo lo que estaba sucediendo. ─ lo siento…si yo no hubiese irrumpido, ahora tal vez…─

 

 

─ssh…no digas nada, no es tu culpa meleth, no tienes nada de culpa en esto, soy yo el que no tomo bien sus decisiones, soy yo el que no le dijo la verdad a Arwen, confundí mis sentimientos, pero debes de saber que no estoy dispuesto a sacrificar el amor que  te profeso por nadie, pero…se que he decepcionado a Elrond y él es como un padre para mi─

 

 

─oh, si en mis manos estuviese el cambiar las cosas, créeme que lo haría no dudaría ni un momento─ el elfo abrazo al humano mientras besaba las onduladas hebras.

 

 

─yo lo sé, mi amado elfo, pero lo hecho, hecho esta, no hay remedio para lo que hice, y no pienso retractarme en mis decisiones. ─

 

 

Unos leves toques se escucharon en la puerta, ambos personajes se separaron, el mayor musito un apenas entendible, “adelante”.

 

 

─lamento molestarlo ahora Majestad, pero la reunión del consejo de ancianos los espera-

 

 

─Por favor Faramir, no te separes de mí que paciencia es lo que me falta cuando trato con esos ancianos─ el Senescal rio leve mientras asentía con la cabeza─ me debo ir meleth, nos veremos para el almuerzo, eres libre de recorrer todo el palacio─ y depositando un suave beso en la frente del elfo se retiró de la estancia.

 

 

─¿sabes que temas desean tratar? ─

 

 

─Mi señor, lo más seguro es que traten el tema de su coronación y si mis suposiciones no son erradas, también tocaran el tema de matrimonio─ un bufido por parte del soberano─ paciencia, no pueden imponerle nada que usted no desee, es el rey después de todo─

 

Las grandes puertas resonaron, la voz de Faramir anunciándolo, ya se había acostumbrado, con paso firme se sentó en su trono esa prometía ser una larga sesión.

 

*

 

Por su lado, el joven elfo había decidido pasear un poco por los jardines del palacio, como elfo Silvano, el estar en contacto  con la naturaleza era crucial, mas no pensó encontrarse con el elfo de Lothlorie, con su típico andar, tan silencioso que ningún oído humano pudiese escuchar se acercó, no si antes ser detectado por el capitán.

 

 

─principe Legolas, un honor volverlo a ver─ se giro levemente, el elfo verde se inclinó leve.

 

 

─el honor es mio capitán…─ se acercó apoyándose en el mismo barandal en el que se encontraba el mayor, la vista daba a un espacio verde, extenso pero no muy vivo.

 

 

─¿te das cuenta de cómo ha ido perdiendo el verde ese bosque? ─ en ningún momento ambas orbes se cruzaron, pero sentían como si se estuviesen mirando a los ojos.

 

 

─si…─susurro

 

 

─no es su culpa, el bosque no tuvo la culpa de morir, fue el exterior que lo mato, todo lo externo a él, lo fue marchitando al no saber cómo tratarlo, al ignorar su dolor y buscar su satisfacción,  el bosque hubiese florecido sin problemas esta primavera, pero ahora se ve empobrecido y marchito…¿entiendes lo que quiero decirte? ─ cerré los ojos procesando lo que dijo, claro, el bosque era yo….

 

 

─capitán, no creo que esa sea la mejor comparación para mi…─

 

 

─la es, eres un elfo enamorado de un humano, y no obstante a eso, ese humano es el rey de una de las más grandes reinos, ¿crees que te dejaran en paz si logran su unión?...eres un bosque que se está alejando del resto y aislando a merced de cuanto ser pase, en esta ciudad de piedra estarás solo rodeado de humanos, no todos dispuesto a aceptarte, no todos dispuesto a cuidar del bosque e incluso algunos buscaran su destrucción. ─

 

 

─¿estas tratando de ayudarme? ─ pregunto algo ofendido el elfo sinda

 

 

─solo trato de advertirte…vivir en un lugar que no es tu hogar es difícil, lo digo por experiencia, joven elfo─

 

 

─se lo agradezco, pero por el momento sé que estere bien─ el galadhrim arqueo una ceja intrigado─ usted estará conmigo ─

 

 

─¿disculpa? ─

 

 

─sus heridas son graves, Aragorn  lo dejara partir en mucho tiempo, sé que cuando eso pase al menos estare listo para afrontar mi camino…aparte ─ lo miro con una ligera sonrisa ─ además dudo que el senescal lo deje ir así de fácil─ el rostro de Haldir era digno de retratar, de uno lleno de sorpresa a vergüenza, pasando a la desesperación y terminando en la ira. Evitando la mirada del elfo verde salió en dirección contraria con el sonrojo hasta el pico de sus puntiagudas orejas, una vez que se encontraba lo suficientemente lejos, Legolas no evito soltar una carcajada, una que poco a poco fue disminuyendo al recordar la palabras del galadhrim, sabía que lo que estaba haciendo era riesgoso, estar un elfo como el viviendo entre humanos, no era necesariamente la mejor idea, pero no podía hacer otra cosa, amaba al humano y por él estaba dispuesto a mucho. 

 

 

─solo espero no equivocarme…─susurró al viento.

 

 

*

 

 

─debemos de coronarlo cuanto antes mi rey─ hablo un alto miembro del consejo

 

 

─opino lo mismo que Lord Canwesst, no hay motivo para retrasar más lo expuesto─ secundo Lord Dreiner ─además sería una magnífica oportunidad ofrecer un baile en su honor y buscar una reina─

 

 

El consejo se llenó de murmullos, Aragorn entornó  los ojos  y bufo, no llegaba a la corona y ya deseaban casarlo. Faramir lo miro con una sutil mirada de “tranquilo”.

 

 

─si no es mucho mi atrevimiento, creo que una dama perteneciente a la más alta familia noble de Gondor, sería lo ideal. Majestad el hecho que haya…─

 

 

─no…no me casaré, ni con la más noble ni la más bella,  será mi decisión, la cual tomare cuando la situación lo amerita, cosa que no es esta, estamos en tiempos de paz, de reconstrucción, hay que invertir en el pueblo y como el Rey que soy no pueden imponerme nada─

 

 

─pero mi Rey, es una tradición, no sabemos cuándo a próxima guerra nos alcance, debemos tener un heredero a la corona, sabe lo que paso la última vez, estuvimos por mucho tiempo sin Rey, tememos que eso vuelva a suceder. ─

 

 

─entiendo su preocupación mis señores, pero deben entender que no tengo deseos de desposar a ninguna dama, les pido su comprensión, no les estoy diciendo que no me casaré, solo que no será ahora─ una ola de murmullos se escucho

 

 

 

─esperaremos entonces mi Rey, pero por favor no alargue nuestra angustia─ Pröudmore, el más alto consejero hablo, era el al que la mayoría de consejeros obedecía, pues sus años  de experiencia rebasaban al resto. Dando por finalizada la reunión, Aragorn al fin pudo retirarse en busca de su amado elfito.

 

 

─mi señor─

 

 

─Faramir, amigo mío, puedes llamarme Aragorn─

 

 

─Aragorn….quería saber si…su amigo, Haldir de Lórien ha─ el ex montaraz rio

 

 

─él está aquí, en el palacio Faramir amigo, tal vez consigas traspasar esa barrera fría que ostenta─  el senescal desvió la mirada apenado mientras el soberano soltaba una carcajada, con movimiento de mano se alejó dejando a un pensativo senescal─ nos vemos luego ─

 

Con pasos presurosos se encamino a su alcoba, moría de ganas de tener entre sus brazos la esbelta y delgada figura de su elfo, besar sus suaves labios…necesitaba su elfo, mas su caminar se vio irrumpido por una dama de negros y lacios cabellos.

 

 

─mi Rey─ se inclinó ante el─  no quise entrometerme en su camino, le ofrezco mis disculpas─

 

 

─no te preocupes, no me incomodo, puede seguir su camino─ no queriendo perder mas tiempo continuo su raudo caminar el cual era atentamente observado por la joven.

 

 

─claro…mi Rey─

 

 

 

*

 

Haldir llego hasta los jardines donde encontraba el gran árbol blanco, quiso escapar de todo ser que pudiese ver el vergonzoso sonrojo que adornaba su rostro, pero es que ¿Cómo ese elfito se atrevía a decir tal afirmación? ¿Qué el senescal no lo dejaría ir? Quién se creía para no dejarlo partir, él era el gran Capitán de Lothlorie, un respetado elfo, podría partir cuando quisiera y si no lo hacía aun, era por su amistad con Aragorn. No pudo evitar que un ligero bufido escapara de sus labios, no estaba apenado ni nada por el estilo, tan solo le había tomado por sorpresa la respuesta del heredero de Mirkwood, solo era eso.

 

 

 

No podía ser débil.

 

 

No podía y no lo volvería a hacer, su corazón había sido roto una vez, no dejaría que lo volvieran a dañar. Se juró a sí mismo no ser débil de nuevo, y lo cumpliría, nadie atravesaría su coraza. 

 

*

 

 

Faramir paseaba frente al gran árbol blanco pensativo, no podía creer lo que se estaba planteando en ese momento pero era creíble….su raro y repentino interés por el galadhrim, pero no, no era posible, él tenía que casarse con una dama de la nobleza gondoriana, tener hijos y asegurar el nombre de su familia, su linaje, la unión con un ser que no era de su raza era…un tanto extraña. 

 

 

Claro que la respetaba, y no solo por su rey y su relación con la joya del bosque negro,   si no que siempre había creído que para el amor no existían limites, ni de sociedad o de raza, pero la sociedad en la que se había criado le decía lo contrario. Soltó un suspiro mientras perdía la mirada en el cielo gris de esa mañana, ¿tenía que ser todo tan complicado?

 

 

─ojala y hubiese una manera de poder ignorar todas las reglas de esta sociedad─

 

 

─las cosas que están dichas no se pueden evitar…─una respuesta, una que sonó como un susurro, giro el rostro encontrándose con la éterea  figura del elfo de cabellos platas. No pudo más que admirarlo embelesado─  solo se puede elegir entre dos opciones…─ ambas orbes se cruzaron.

 

 

─ ¿y cuáles son? ─ pregunto con total interés.

 

 

─ puedes agachar la cabeza, hacer desaparecer tus sentimientos, tus ideales y simplemente seguir al resto, o puedes ir en contra de todo y de todos, arriesgarte, aunque eso signifique perderte en el camino y tal vez perder lo que buscabas o al contrario, ganarás aquello por lo que luchaste….aunque muy pocos eligen la segunda opción─

 

 

─ ¿Por qué? ─ volvió a cuestionar completamente perdido en sus pensamientos.

 

 

─ ¿Quién dejaría todas sus comodidades por perseguir algo que no está dado….algo inexistente? ─ Ambas miradas volvieron a encontrarse, una llena de  emociones nuevas y otra con una sutil nostalgia. Después de unos minutos el elfo desvió la mirada perdiéndola en el horizonte, el humano estaba embelesado de tan hermosas palabras… ¿era eso o que decían “no pídas consejo a los Elfos, pues te dirán al mismo tiempo que si y que no”?

 

 

─es difícil dejar lo que se tiene solo por una ilusión, por un sentimiento un ideal…pero no quiere decir que sea imposible─ el elfo lo mira con cuestionándolo a los ojos.

 

 

─si ese sentimiento, ese ideal en verdad envuelve a ese ser, el no dudara en hacer todo lo posible por alcanzarlo, aunque eso signifique abandonar todo lo que creyó, todo lo que tuvo o pudo obtener, porque su voluntad es mayor y dará todo por lograrlo─ el elfo negó levemente con la cabeza mientras una apenas visible sonrisa cruzo sus finos labios.

 

 

─no son más que historias creadas en un mundo irreal, nunca ha ocurrido en ninguna especie y si ocurrió el desenlace no fue el mejor­…este mundo no está hecho para soñadores, ellos serán los primeros en caer, mientras los guerreros sobrevivirán a costa de sus sentimientos─ lo último lo dejo caer más como una reflexión para si mismo que una opinión, para el gondoriano no fue difícil hallar la melancolía en las palabras elfas, sintió pena por él.

 

 

─lamento que mi opinan sea otra, tal vez debido a mi vida humana, a nosotros se nos esta permitido soñar, aunque claro, no siempre el sueño se hace realidad, mas el intentar llegar a tener algo semejante nos satisface, es nuestro logro en esta corta vida. Sé que tu como gran Capitán de Lórien vea mis palabras como algo insignificante, mi experiencia jamás se podrá compara a las suya─ Haldir escuchaba atento las palabras del humano─ no sé cuánto habrá tenido que pasar, o contra que horrores luchar para abandonar de tal manera los sueños y creer en tan oscura idea, pero permítame decirle, que la vida humana tal vez no sea inmortal como la elfa, pero si en algo se parecen es que ambas pueden morir bajo el filo de la espada o atravesado por una lanza,  ambas pueden llegar a exhalar su último suspiro y la única diferencia será que una lo hizo por un sueño y la otra solo por…─

 

 

─por decisión propia, Faramir, nuestros largos años de vida nos enseñan muchas cosas y una de ellas es no dejarse llevar por el sentimentalismo─

 

 

─a veces pienso que todo lo que dices se basa en tu experiencia propia Haldir de Lothlorie─

 

 

─no voy a negarlo, he vivido mucho y demasiadas cosas, mi experiencia es basta, pero nada comparada a la de mis señores─ algo se asomó por aquellas orbes, un sentimiento que Faramir no supo describir, pero capto su atención. El elfo, con un elegante movimiento se despidió del humano para darse la vuelta he ingresar al castillo. Faramir no sabía cómo describir el nuevo sentimiento que afloraba en su ser, ¿Por qué solo lo sentía con ese elfo? ¿Por qué sentía una tristeza al ver que el elfo se retiraba? No lo sabía pero debía de encontrar la respuesta, lo vio partir en silencio. Un pesado suspiro escapo de sus labios, uno de resignación ¿Qué le pasaba?

 

 

No quería creer que…no eso no podía ser posible…él no podía estar enamorándose de Haldir ¿o sí?  Claro que no ¡apenas y lo conocía! ¿Pero que disparates estaba diciendo?

Tratando de ignorar aquella nube de pensamientos confusos agito la cabeza y se dirigió al lado contrario del elfo, volvería a sus deberes y se olvidaría de todo ese raro tema.

Notas finales:

espero les haya gustado el capitulo de hoy, esta algo largo como disculpa por mi retrazo, pero ya saben la inspiracion es tan sutil y delicada que al minimo sentimiento estalla, mas no es eterna y de un momento a otro simplemente se aleja

espero ansiosa sus comentarios <3

 

"cada vez que comentas Faramir rememora el bello perfil de cierto galadhrim"

 

 

Namaire


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