Agotado, esa era la palabra que mejor lo definía en esos instantes, irritable era otro posible adjetivo, llevaba días sin poder estar junto a su amado elfo, todo debido a los preparativos de la bendita coronación y la forzada boda. ¿En qué idioma debía de hablar para que sus viejos consejeros entendieran su decisión? no sabía cuánto tiempo más soportaría, pero su paciencia se estaba terminando.
Iba camino al despacho cuando escucho la conversación de dos de sus consejeros.
─ sabía que era solo una fachada, todos los consejeros están al tanto de esta falta, pero Lady Canwesst no ha querido hablar, ¡tan noble la doncella!, el ya no puede segur en este reino─
─tiene toda la razón, no solo lleva aquí más de dos meses, si no que se atrevió a ir en contra de una damisela del reino─
─ no creo, tal vez haya sido un accidente ─ hablo un joven consejero
─¿De qué lado estas? ¡Claro que lo hizo! Hubo testigos, el rey debe saberlo ─
─ ¿Y qué es exactamente lo que debo saber? ─
─ Su majestad, debe ir a la reunión, es urgente ─ iba a cuestionar cuando un agitado Faramir llego a su lado, se alejó de los consejeros dispuesto a escucharlo .
─Mi señor, debe ir a ayudar a Legolas ─ su alarmas se dispararon ¿Qué había pasado? ─ el rumor se ha expandido mas rápido de lo pensaba ─
─ ¿Qué rumor Faramir? ─
─ Lady Annethiel ha sufrido un accidente, están acusando a Legolas de haberlo causado ─ lo miro esperando por más información ─ se dice que Legolas la empujo por las escaleras, otros dicen que la soltó cuando esta resbalo dejándola caer, los presente lo acusaron y por órdenes de uno de los consejeros apresaron al príncipe Legolas llevándolo a los calabozos ─
Todo lo que había dicho Faramir carecía de sentido, era imposible que algo asi sucediese, no con su elfo.
─ ¿Quién dio la orden? ─ Su voz sonó fría, estaba comenzando a impacientarse.
─ no lo sé, estoy investigando mi señor─ Aragorn giro sobre sus pies cambiando de rumbo, no permitiría que su amado elfo siguiese en un calabozo, claro que no, arreglaría todo el asunto, anunciaría su boda con el elfo y terminaría con tanto drama, porque si, ya estaba harto, ni los orcos le daban tanto dolor de cabeza. ─ Majestad, hay una reunión sobre este problema, los consejeros lo están esperando, reclaman su presencia─
─pues que esperen, iré por Legolas y después me encargaré de hallar la verdad de esta falacia, porque ambos sabemos que esto no es más que un vil mentira, ve y diles que el rey v en camino─ soltando un suspiro Faramir obedeció.
Las botas del rey sonaban con fuerza contra el frio suelo, molesto era poco, derrochaba rabia y más porque no había podido defender a su elfo, no lo había podido defender de su propia gente, se sentía ridículo, molesto. Bajo las escaleras pensando que decir cuando lo viera, como disculparse, peno en tantas maneras que ya había llegado a su destino.
─ Majestad─ los guardias lo saludaron, el con un simple movimiento de manos hizo que se retiran, entro presuroso buscado el calabozo en donde se encontraba su elfo, reviso uno tras otro, las celdas eran un completo desastre.
─ ¡Legolas! ─ llamo al viento esperando obtener respuesta alguna.
Y espero.
Voy por ti meleth
*
Abrió lentamente los ojos le dolía la cabeza y como no si había recibido un gran golpe que lo había desmayado. Sus manos estaban atadas por sobre su cabeza alzadas hacia el techo, el suelo estaba cubierto por paja mohosa y el lugar era muy oscuro. ¿En dónde se supone que estaba? Busco entre sus recuerdos. Lo último que recordaba era ser apresado por lo guardias. ¿Con que cargos se había atrevido? Él no había hecho nada.
*FLASHBACK
Había regresado de pasear en la planta baja del castillo, siempre gustaba de ver a los humanos en sus rutinas diarias, tan distintas a la de los elfos, en el pueblo le había dado muchos obsequios, pero el que le gusto más fue una corona hecha de flores que una niña le regalo, suspirón con fuerza, al menos esos detalles lo distraían del asfixiante castillo, no lo admitiría frente a Aragorn. Pero pasar el día encerrado en su alcoba lo asfixiaba.
Decidió cambiar la rutina, cambio el camino de regreso por uno más dificultoso, una parte del castillo que aún faltaba ser reconstruida, habían escombros, partes sobresalidas y una gran y larga escalera con los escalones a punto de caer, debía practicar por lo que le pareció un muy buen camino para refinar sus habilidades, paso por encima de los escombros sin dificultad, admiro el paisaje que las partes desnudas y sobresalidas del castillo le ofrecían, respiro el aire nuevo y fresco, este lo llamaba, lo invitaba a seguirlo hasta las profundidades del bosque, entre riachuelos y fornidos árboles, cerró los ojos dejándose llevar por el sentimiento, esas sensaciones lo libraban de sus preocupaciones. Perdió la noción de tiempo y cuando creyó que ya era tarde trepo por las escaleras con suma facilidad, cualquier humano común podría haberlo hecho. Escucho voces en la cima, al parecer ese sería el próximo punto de reconstrucción.
Llego a la última escalera si hacer suido alguno, automáticamente giro cuando escucho un ruido a sus espaldas, era una joven, la joven con la que había chocado el día anterior. El camino se veía dificultoso pero con experiencia ese se volvía fácil, la joven se vaya muy delicada ¿Cómo había podido llegar hasta ahí? Faltaba poco para que llegara al final de las escaleras, una vez que lo hiciera reiteraría sus disculpas por el incidente anterior, más cuando estaba a punto de girarse la joven trastabillo justo en el último escalón, actuó rápido gracias a sus sentidos elfitos y logro alcanzar la delegada mano de la doncella. Se permitió sonreírle con amabilidad y tiro hacia delante para estabilizarla, desaflojo su agarre, la joven evito la mirada del elfo y soltó la mano de este cayendo hacia atrás, el elfo intento volver a alcanzarla, todo paso tan rápido que ella cayo. Por suerte no llego hasta el final, pero la caída había sido fuere, se apresuró a auxiliarla cuando el grito de las personas atrajo su atención, lo apuntaban mientras un señor de avanzada edad lo apuntaba culpándolo. No pudo defenderse, no le creían, pronto los guardias lo apresaron, entre la multitud pudo reconocer a los consejeros de su amado mortal, estos no se veían dolidos, sus ojos mostraban un brillo, un brillo de satisfacción, uno que lo incómodo. Se dejó llevar, más cuando vio que se alejaban de la personas se extrañó, los calabozos quedaban en dirección contraria, más cuando iba a refutar sintió un agudo dolor y solo oscuridad.
*end flashback
Miro su entorno buscando algún indicio que le dijera en donde se encontraba, se levantó del mohoso suelo, ¿en dónde estaba? La luz era escaza, al igual que su limitado desplazamiento. Tiro de las cadenas con fuerza, solo logro lastimar sus muñecas. No traía ningún arma consigo, todo había quedado en su habitación y solo traía encima una túnica sencilla de lino. Agudizo su audición cuando escucho unos pasos cerca.
─como príncipe del reino elfo de Mirkwood exijo saber por qué me han traído a este calabozo sin un previo juicio y sin la autorización del senescal o el rey─ hablo firme. Pronto un luz se acercó, era una antorcha, más el que la traía venia puesto una capucha.
─ que osado es al pedir al mismo rey─ la voz era jocosa ─ usted ha sido acusado por intento de asesinato contra Lady Annethiel Canwesst, la hija de Lord Canwesst, el más alto noble de la casta del reino─
─¿asesinato? Es un grave error, le joven resbalo en las gradas de mal estado, ¡intente ayudarla! ─
─te vieron, hay testigos─
Respiro tratando de calmar su creciente enfado ¿Cómo osaban calumniarlo? Y encima con un intento de asesinato, ¡era absurdo!.
─exijo un juicio, no pueden tenerme aquí─
─si se puede, más de 5 consejeros firmaron la aprobación de su encarcelamiento, está en una de las más exclusivas celdas del castillo, disfrute de su estadía, príncipe─ los consejeros, todo fue una trampa, bufo al saberse que había caído en una de ellas, debía de buscar una forma de salir, reviso de nuevo su entorno, una rama se colaba entre el escaso hueco que hacía de ventana, solo esperaba que Haldir siguiera en Gondor, de no ser así su plan se vería en serios problemas.