El gran día había llegado y el reino entero lo sabía se regocijaba, su rey se casaba con el príncipe de Mirkwood. Las calles estaban decoradas y sus gentes vestían sus mejores prendas, pues también se coronaba a su rey como tal y a su consorte.
Y el palacio es un revoltijo absoluto, las ultimas decoraciones por un lado, el gran banquete por el otro, alistar las coronas, los discursos, los arreglos florares, etc. Sin duda un caos y los invitados ya comenzaban a llegar.
Aragorn yacían viéndose al espejo por última vez, vaya que las costureras se habían esmerado en su traje, tenía unos hermosos bordados en plata y oro, su armadura digna de un rey y su hermosa capa, no había rastro del montaraz.
─Aragorn, ya han comenzado a llegar─ Faramir también vestía sus mejores indumentarias.
─entonces ya no falta mucho para que se dé inicio a la celebración─ con elegancia, seguido de Faramir, salió de la habitación, sin duda, habían hecho un gran trabajo con la decoración.
─pero miren nada más, es el rey de Gondor─ Gandalf hizo su entrada con su típica pipa en la boca ─ sabía que lograrías discernir el camino correcto─ paso un brazo alrededor de los hombros del mortal.
─Gandalf, que alegría tenerte aquí, un mago nunca esta demás ─ rieron juntos para luego salir a los jardines, si el interior era hermoso, ni que decir de los jardines, sin duda se lucieron; cabe resaltar que Legolas guio la decoración la noche anterior.
─me alegra que hayas decidido celebrar las dos cosas juntas y como mago que soy cumpliré con mi palabra. ─ Aragorn lo miro expectante ─ me seria todo un honor el tener el privilegio de casarlos y coronarlos─
─que mejor que un gran Istari como tu lleve a cabo tan gran e importante ocasión, el honor seria todo nuestro ─ el mago esbozo una gran sonrisa.
─entonces no se diga más, iré a por mis mejores vestiduras─ Aragorn arqueo una ceja divertido.
─ ¿tus mejores vestiduras? Siempre vas así─ hablo mientras apuntaba la túnica del mago ─ es solo una broma amigo mío─
─ Humano cabezota! ─ una voz muy conocida se acercó al aludido, quien ya reconociendo al dueño de dicha voz se giró con los brazos extendidos.
─ mi señor enano ─ este abrazo al humano.
─ni bien me entere de la noticia vine tan rápido como pude, porque por nada del mundo me perdería la boda del humano cabezota y el elfo testarudo ─ humano y mago negaron ante la ocurrencia del enano ─ par de tortolos, yo sabía que estarían juntos, a buena hora me resistí de adornar tu hermosa cabeza con mi hacha. ─ los tres rieron al unisoro
─y esa es un gran hecho, estoy seguro que no iba a combinar con mi traje─
─les traje unos regalos ─ apunto a las valijas que descansaban junto a los guardias¸ Aragorn agradeció con una leve inclinación venia ─ obsequios desde las minas de Moria y las montañas Azules. Pero bueno, ¿Dónde está el elfo? ─
─ Legolas se encuentra vistiéndose, por tradiciones humanas, no debo verlo antes de la boda ─
─tu no pero yo si─ despidiéndose con una mano en alta, Gimli partió en búsqueda del elfo.
─Aragorn─ una vocecilla se escuchó.
─Trancos!! ─ los cuatro hobbits saltaron sobre el Rey gondoriano, todos iban muy bien vestidos y arreglados.
─Merry, Pippin, Frodo, Sam que alegría tenerlos aquí ─
─yo sabía la verdad desde un inicio ─ Hablo Pippin ─ es una alegría que te hayas dado cuenta por tus propios medios─
─yo también lo sabía─ secundo Merry feliz, Frodo solo meneo la cabeza negando ante las ocurrencias.
─trajimos un pequeño regalo desde la comarca─ hablo Frodo ─ esta es la mejor hidromiel de la comarca─ Sam apareció con un barril que Aragorn no dudo en ayudarlo.
─muchas gracias, mis pequeños amigos─
─ver a los cuatro hobbits juntos, estoy seguro que serán el alma de la fiesta─
─ni que decir Gandalf, estoy seguro que nos alegraran el dia─
─te dejo para que recibas a tus invitados, iré a ver al feliz novio…─ y con una sonrisa pícara el mago se retiró.
El sonido de un cuerno elfo llamo la atención de los presentes, el primero en salir en dirección del sonido fue Haldir, quien iba vestido con su armadura de capitán, se podía ver la comitiva de elfos llegar y estos no eran más que los elfos de Lórien. Su entrada al reino fue bien recibida, lo que alivio al Rey, salió a la espera de los señores de Lórien. L a primera en bajar del corcel fue Lady Galadriel, se veía hermosa con un vestido celeste, con piedras preciosas incrustadas a lo largo del pecho y bellos bordados, sus hebras peinadas hacia atrás y la fina tiara en su cabeza.
─mi señora─ saludo Haldir inclinándose, la aludida le sonrió y avanzo hacia Aragorn.
Seguido bajo Celeborn, señor de Lórien, iba muy bien vestido con una túnica gris de envidiables bordados y una capa marrón que se abrochaba en ambos hombros con broches de plata, sus platinados cabellos caían libres y al igual que Galadriel, portaba una tiara.
─mi señor─ el aludido giro hacia el capitán sonriéndole amablemente.
─Haldir, das la impresión que vas a librar una batalla y no una fiesta ─ el galadhrim contuvo la respiración al rememorar esas mismas palabras pero en otra edad y otro lugar. Su nerviosismo se hizo palpable al igual que el sonrojo en sus mejillas, Faramir que no apartaba la mirada del galadhrim no perdió detalle de lo ocurrido. ─ no te preocupes, tengo otro traje mellon nin─ y camino hacia el rey gondoriano dejando a un pálido Haldir.
─Mae Govennen Lady Galadriel, Lord Celeborn, es un gusto tenerlos en mi reino─
─el gusto es nuestro Aragorn, haz pasado un largo recorrido y supiste elegir las decisiones correctas ─ hablo la elfa. “no te preocupes por mi nieta, ella sabrá comprender con el tiempo que fue la mejor decisión, de nosotros no temas, ni Celeborn ni yo te juzgamos.”
La voz de la elfa resonó en la mente del mortal, quien le sonrió como signo de agradecimiento.
─pasen, siéntanse cómodos─ ambos señores ingresaron, el segundo seguido de muy cerca por Haldir.
─Aragorn, podrías prestarme una habitación ─ Hablo Celeborn
─claro─ Haldir estaba al lado del Lord─ Haldir conoce el palacio, puede guiarlo ─ con un leve asentimiento partió con el galadhrim. Faramir se acercó a Aragorn fingiendo desinterés más el humano ya conocía el interés y las intenciones de este.
─ ¿Qué es lo deseas saber Faramir? Eres libre de preguntar ─
─¿A dónde se fue Haldir y…? ─
─Lord Celeborn, es el señor de Haldir y amigo mío, no tengo idea, solo me preguntaron si les podía prestar una habitación ─ los ojos de Faramir se abrieron de impresión ─ no te imagines nada extraño Faramir ─ el aludido solo levanto las manos y perdió entre la multitud, lo vio partir con algo de desconfianza ─ no hagas ninguna burrada Faramir…─ susurro más para sí mismo.
─ mi señor, otra comitiva ha llegado─
─¿los rohirrim? ─ pregunto dirigiéndose a la salida.
─es una comitiva elfa─ una comitiva elfa, Lórien ya había llegado, no era seguro que Rivendell llegara, al menos no el Lord del lugar, entonces ¿un enviado representativo? Lord Erestor quizá, avanzo a recibir a sus invitados, mas grande pues su sorpresa al encontrarse con el emblema del reino de Mirkwood.
─ ¿Dónde…donde está el Rey? ─pregunto al no ver a Thranduil en su alce y este si que estaba ahí.
─el guardia dijo que lo vio ingresar, pero no sabes mas─ Aragorn comenzó a sudar frio. Su suegro había llegado y estaba en el palacio, solo rogaba que no intentara matarlo frente a todos los invitados.
*
Legolas no podía creer que después de tanto estaba al fin viéndose al gran espejo, su túnica estaba hecha con una de las más finas sedas blancas, unos bordados con hilo de oro, tenía el emblema de Gondor en la espada y el de Mirkwood limpiamente unidos, los bordes del cuello abierto en círculo dejando a la vista sus clavículas. Con unos broches en los hombros de oro que dejaban caer su capa bajo la espalda sin tapar el detalle de los bordados, de mangas ceñidas hasta los antebrazos y de ahí anchas y sueltas con bordados sutiles. En el pecho unos bordados netamente elficos muy sutiles pero elegantes, un poco ceñido hasta la cintura, para después caer con un ligero vuelo hasta el suelo, la ligera hinchazón de su vientre pasaba desapercibida y eso alivio al elfo. Su cabello estaba trenado en la parte superior solo unido por un gancho de oro, de ahí caía a ambos costados de los hombros.
Quien hubiese imaginado que estaría vestido de esa manera para ser desposado por Aragorn.
─¡que radiante se ve en este día tan especial! ─
─Gandalf, me alegra que hayas venido─
─usted dirá mi estimado elfo, ¿Qué servicios requiere de este viejo? ─
─más que un servicio, es un favor─ el mago le sonrió invitándolo a seguir ─ sabes que Aragorn posee una larga vida, mas no es eterna…─
─es parte mortal después de todo ¿ahora ve la realidad? ─
─existe una manera de compartir mi inmortalidad con él, he estado investigando─ el elfo miro con determinación al mago ─y sé que tú puedes hacerlo ─
─vaya, vaya que me has sorprendido joven príncipe pero ¿no debería estar presente el involucrado? ─
─deseo hacer esto como un obsequio para él, por favor Gandalf, como Istaria que eres concédeme esta petición─
─no es sencillo, según la historio solo se─
─se realizó una vez, por parte de un elfo hacia una bella dama, fue un éxito ─
─ ¿sabes que atare su vida a la tuya? Si algo le llegase a ocurrir o si a ti te pasara algo el contrario también sufriría o tal vez solo termine alargando aún más la vida de Aragorn, pueden suceder muchas cosas─
─estoy consciente de ello, Gandalf…─
─bueno, ten presente que ese será mi regalo de bodas ─
─muchas gracias─ tomo las manos del mago con gratitud, este solo negó con una gran sonrisa en el rostro.
─bueno, en tal caso debo de preparar muchas cosas, nos veremos después─ el mago se retiró, Legolas respiro, tenía una oportunidad.
─Majestad ─ una de las doncellas que lo ayudaban ingresó a la habitación ─ hay alguien que desea verlo─ y antes de que dijera más, una imponente figura se ubicó en la entrada.
─Adar.. ─