Nuevamente el silencio que residía en los calabozos se vio irrumpido por unas voces.
─Aquí esta tío ─ la joven extendió el pequeño frasco, el mayor sonrió con gran malicia.
─Muy bien sobrina mia, lo hiciste excelentemente, pero ahora debes hacer algo mas─ la joven asintió no muy segura.
─mi señor, he oído que en unos cuantos días vendrá un elfo de visita─ este sonrió, su plan se estaba consolidando
─ Escúchame bien, seguro harán un gran banquete, deberás verter el líquido en la comida que se la dará al consorte, esto causara un gran alboroto, lo aprovecharas y vendrás a sacarme de aquí─
─Pero este frasco es peligroso, me lo advirtió el señor─
─ ¡Haz lo que te digo! ─ la joven asintió ─ Sobrina, lo hago para salir de aquí y poner el orden en el reino─ acaricio el terso rostro de esta─ Prepararás con anticipación los caballos y todo lo necesario para el viaje, ahora ve mi querida Annette ─ espero a que la joven salga para reir con fuerza, el elfo moriría ese día junto con sus vástagos y obtendría su libertad.
**
Aragorn paseaba de un lado a otro, Elrond debía estar próximo a llegar, no sabía que cara podía ni como lo trataría, su cabeza era un lio en esos momentos. Legolas llego a su lado sonriendo tratando de transmitirle calma, no pudo evitar apreciar lo radiante que se veía ese día, su túnica-vestido era de un color marrón claro con verde al centro, cuello redondo, un poco ceñido y con una hermosa barriguita pronunciada. Beso su frente con sumo cariño.
─Majestad, Lord Elrond ha llegado ─
─Hágalo pasar ─ las puertas fueron abiertas revelando al Señor de Rivendell, su semblante estoico se mantuvo hasta que llego frente a Aragorn.
─mi señor, bienvenido sea a Gondor ─ Saludo Aragorn con una leve venia, Legolas imito aquel acto. Elrond fijo su mirada en este último.
─Veo que no fue un error después de todo ─
─¿Lord? ─
─Soy tu padre Estel, no podría mantener mi enojo por siempre contigo y menos si me traes un nieto ─ Aragorn sonrió mientras abrazaba al medio elfo. Este se limitó a corresponder el abrazo con una sonrisa.
─Me alegra tanto saber que no guarda rencores Adar─ Elrond le sonrió y se acercó a Legolas, de un momento a otro lo abrazo con cuidado.
─Has sido bendecido con un gran don ─poso su mano sobre el vientre y sonrió ─ Que Elbereth te cuide siempre ─
─ Muchas gracias Lord Elrond ─ este negó
─ No tienes que darlas ─
─Pero que radiante te vez Joven príncipe ─todos giraron hacia la voz proveniente de la entrada.
─Lord Celeborn ─ saludo Aragorn sorprendido por la repentina visita. Este les sonrío y se acercó al consorte.
─Es una grata sorpresa su visita Lord ─ Hablo Legolas.
─me encontraba visitando a Elrond cuando llego su mensaje, no dude en venir a visitarlos ─ Legolas miro al umbral de la puerta, Celeborn sonrió ─ Haldir también está aquí, solo que antes de llegar fue flanqueado por el Senescal Faramir ─ Soltaron una sonrisa mientras que Elrond no entendía la gracia.
─Quisiera reírme con ustedes ─ hablo el Perendill
─Es una muy larga historia que luego se la contaré ─ contento el Teleri
─Deben estar cansados por el largo viaje, sus habitaciones están preparadas y en la noche habrá un banquete ─ Aceptando gustosos ambos elfos mayores se retiraron dejando a un contento Aragorn.
─Todo salió bien Aragorn, no te preocupes más ─ beso la mano de su elfo y se retiraron a sus aposentos.
**
─Es para mí un honor y una alegría tenerlo nuevamente frente a mi Capitán Haldir de Lothlorie ─ Faramir había ido a recibir al Lord Elrond, pero al encontrarse con la figura del capitán de Lórien no pudo evitar olvidar su deber para perseguir al galadhrim, por suerte Celeborn acompaño a Elrond quien veía extrañando tal actitud.
─Lo es también para mi Senescal Faramir de Gondor ─ Faramir no podía creer lo que sus ojos veían, Haldir le había sonreído, ni aunque lo lanzasen de cabeza a los wargos podría mermar la alegría de su corazón.
Haldir no pudo evitar reir aún más, Faramir parecía un cachorro que había recibido alguna recompensa por parte de su amo, sin duda Celeborn tenía razón. Le pregunto cómo estaba, más el senescal parecía estar enfrascado en su mundo que tuvo que sacudirlo para que regresara a la realidad. Mas cuando vio el brillo en esos ojos lo próximo que sintió fue los labios del senescal sobre los suyos, su cintura se vio presa entre los brazos del hombre. Dejando escapar el aire de sus pulmones dejo que los sentimientos lo inundaran, cerró los ojos respondiendo al beso, los labios se movían uno sobre otro suavemente.
Haldir se tensó al sentir la lengua contraria lamer sus labios y aun cuando esta empujaba sus labios, inmediatamente se separó de este, tomo una de sus manos y la giro realizando una llave.
─ Despacio senescal ─ este le sonrío en modo de disculpa siendo liberado del agarre.
─ No pensé que lo molestaría ─
─ Nunca dije que me molesto, solo que vaya despacio ─ se acercó al Senescal logrando ponerlo nervioso, cosa que disfruto aún más. ─ No hay porqué apresurar las cosas ─ susurro cerca del oído del humano para seguir con su camino, Oh Faramir estaba como piedra ¿Dónde estaba el frio y distante capitán? Giro mirándolo avanzar, no importaba qué, no lo dejaría ir y esta nueva faceta le encantaba, corrió tras el elfo con una gran sonrisa, lo tenía cerca de él, ¿qué más podía desear?
**
La cocina real era todo un revuelo, las cocineras iban y venia enfrascada en sus deberes, la comida debía lista para cena. Tan concentradas estaban que no se dieron cuenta del ingreso de una intrusa.
─Lleven eso, es para el invitado─ Se acercó jefa de cocina con una sonrisa tratando de pasar desaperciba.
─¿Y el plato de nuestro consorte? ─ Esta la vio desconfiada. ─ Soy nueva, me trajeron ya que me dijeron que necesitaría más manos─ Sonrió lo más que pudo.
─Oh en tal caso, puedes ir llevándola, es el plato de allá ─ La muchacha sonrió satisfecha, su tío la felicitaría por su buena actuación. Salió con el plato y de entre sus ropas saco el pequeño frasco ¿Debía verterlo todo? Quizás lo notaria, mordió su labio inferior, no había tiempo para debatirse, hecho medio frasco y metió el veneno nuevamente entre sus ropas, coloco la comida en el lugar del consorte y corrió fuera, ahora debía seguir con el plan.
**
─Valla, valla que gran banquete es este Aragorn─ Alago el señor de Lórien.
─Para nuestros invitados siempre lo mejor, por favor pasen y siéntense ─ Todos los invitados se sentaron en la gran mesa junto a los flameantes Reyes de Gondor. ─Lord Elrond, realmente le agradecemos que haya venido, sabemos que aún falta un mes para el parto, pero no habíamos hecho ningún chequeo a nuestro bebé─
─Lady Galadriel fue muy específica, aparte de que no puedo culparte de todo Aragorn, no estabas destinado a mi Arwen─
─En el corazón no se manda─ Acoto Celeborn.
─Disfruten de esta comida por favor─ Todos comenzaron a comer sus respectivos platos entre una charla amena de la situación en Lórien y Rivendell, la situación política y social. Aragorn se percató del silencio por proveniente de su consorte y trato de incluirlo en la charla, más cuando este abría la boca para responder una fuerte tos lo ataco. ─Legolas─ El rostro del elfo se tornaba de un tono pálido muy preocupante. El consorte cayo de al suelo ante la estupefacción de los presentes.
─¡Alteza! ─ El grito de Faramir los regreso a la realidad, Aragorn corrió al lado de su amado que comenzaba a retorcerse de dolor.
─¡Legolas! ¡Amor Mío!─ El aludido se retorcía mientras se sujetaba con fuerza su prominente vientre.
─Permíteme Aragorn ─ Elrond sujeto ale elfo mientras este jadeaba en sus brazos. Cogió la comida mientras la olía. ─ ¡Lo han envenenado!─ Grito con furia. ─ Llévalo a sus aposentos Aragorn, tráiganme agua tibia Athelas y hoja del Rey─ Aragorn cargo a su amado dirigiéndose a su recamara. Haldir salió junto con el Senescal por las Athelas y las hojas del Rey. Celeborn corrió al lado de Elrond ayudándolo.
El pobre consorte no dejaba de encogerse de dolor, la fiebre le había subido y sudaba copiosamente. Aragorn sostenía con firmeza la pálida mano de su amado, cogio un trapo y seco el rostro de este.
Elrond aplicaba su mejor conocimiento y machacando las Athelas con la hoja del Rey y recitando en quenya, le dio de beber un brebaje. Lo calmo por un momento más la convulsiones regresaron al elfo.
─No funciona ─ Se mordió el labio inferior mientras repasaba las propiedades de cada hoja ─ Faramir, ¿Crece en esta zona la hierba Aranel? Tiene forma de estrella─
─Si, creo que vi unas en el jardín principal─
─Tráelas de inmediato─ Su ceño se fruncía más con los minutos, Machaco nuevamente las hojas agregando la de forma de estrella. ─ Aragorn, Gandalf me comento el ritual que hicieron ambos, si los Valar los escucharon sus vidas están atadas, necesito una gota de tu sangre─ Sin tiempo a pensar, sacando la daga de su cinto, Aragorn se cortó dejando caer su sangre sobre el brebaje. ─ Que los Valar aguarden su partida a Valinor y que Elbereth nos escuche─
Elrond dio de beber aquel contenido esperando que diera los resultados deseados, la vida de Legolas y el heredero estaba en juego.
**
A lo lejos, montados en caballos Lord Canwesst y su sobrina celebraban su pronta huida del castillo y pronto celebraría la muerte del elfo.
─Pronto dejaras de existir en este mundo elfo─ Y con una sonrisa de satisfacción comenzó su cabalgata.