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Mellon nin por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Despues de unas pequeñas vecaciones heme de regreso!

Y qué regreso! LES TRAIGO DRAMA!

La felicidad no puede durar mucho, si no luego no la aprecian

<3

 

 

Ambos elfos estaban parados delante de las amplias puertas de la alcoba real, Celeborn se acercó a tocar siendo frenado por Thranduil.

 

 

–No ahora Celeborn, Legolas debe descansar–

 

 

–Que se lo digamos hoy o mañana no cambiará su actuar Thranduil. ¿No crees que ya ha vivido demasiado tiempo engañado? Quiero a mi hijo– Y si esperar respuesta ingreso seguido de un nervioso Thranduil, Aragorn había salido y llevado consigo a los dos herederos para que los bañen, Legolas aun debía reposar.

 

 

–Lord Celeborn, Ada un gusto tenerlos aquí, pero si no fuera mucho pedir Lord, deseo hablar con mi Ada a solas –

 

 

–Legolas…– Murmuro Thranduil.

 

 

–No quiero ser una molestia, pero creo que es necesaria mi presencia en esta charla–

 

 

– ¿Qué? –   Pregunto algo extrañado por la forma en la actuaban estos. Algo incómodo se dirigió a su padre –Siento que todo esto haya ocurrido de esta manera Ada, no quise contártelo y es solo mi error, no el de Aragorn, por favor no lo culpes de esta situación, sin embargo me extraña que nunca me hayas dicho nada acerca de este raro don–

 

 

–Sobre eso es que tenemos que hablar Legolas– Respondió Celeborn sonriéndole– El don de los iluminados  se transfiere de generación a generación a través del elfo iluminado – Legolas frunció el ceño Thranduil no dejaba de ver el suelo mientras apretaba la mandíbula.

 

 

– ¿Qué quiere decir Lord Celeborn? – Ambos compartieron una mirada rápida. – ¿Ada por qué agachas la mirada? –

 

 

–Normalmente es muy difícil saber quién de todos los Eldar ha sido iluminado por los Valar, es muy poco común que dos elfos del mismo sexo se unan, sin embargo estos casos suelen ocurrir y solo una porción son elfos iluminados, pueden concebir y  tener una familia. El elfo que nazca de esta unión portara el mismo don que su madre y la podrá transmitir si es que llega a quedar embarazado y así el ciclo se repetirá – Legolas abría los ojos con sorpresa mientras procesaba la información. Un don que se transmitía de generación en generación a través del elfo “madre”.

 

 

–¿Ada? – Llamo a penas, casi un susurro al darse cuenta de la realidad, sintió todo a su alrededor pesado, la sorpresa se atenuaba en cada rasgo de su rostro. El aludido levanto la mirada topándose con la del menor, Legolas temblaba mientras Thranduil deseaba que se lo tragase la tierra. El joven lo veía directamente– ¿Qué significan esas palabras? – El miedo al rechazo se agitaba en las orbes del monarca– ¿Todo este tiempo al que le hablaba a mi supuesta nanet fue mentira? –

 

 

–Legolas, las cosas…yo–

 

 

– Me mentiste –

 

 

–Legolas…–Thranduil lo miraba sin saber que decir, el gran monarca estaba en nada.

 

 

– ¿Por qué Ada? ¿Quién es mi padre?– Ambos mayores cruzaron miradas, Legolas miro con asombro al Lord de Lórien– ¿Lord Celeborn? –Su rostro cada vez se llenaba de más confusión.

 

 

–Es una muy larga historia Legolas, no te enojes con tu nanet, lo único que deseaba era tu bienestar–

 

 

–¿Ustedes….? Usted lo sabía, todo este tiempo y me trato como un desconocido –Sentenció mirando al Teleri

 

 

–Yo, Legolas yo tampoco lo sabía, acabo de descubrirlo hoy, aunque algo dentro de mí me decía que tenías algo especial–

 

 

–Entonces nos mintió a ambos, todo este tiempo–

 

 

– Somos tus padres Legolas– Celeborn le sonrió mientras se acercaba a su lado– Lamento el no haber podido estar a tu lado todo este tiempo, no sabes cuánto me arrepiento el no haber estado para ti– Los ojos del consorte seguían perdidos en las sabanas de su amplia cama mientras el mayor trataba de acariciar su mano– Ion nin– A pesar de esa sonrisa en el rostro del Lord, sus ojos lloraban, lloraban de alegría. Legolas era un remolino de sentimientos, un ardor se instaló en su garganta, estaba enojado, tanto que la noticia no le había desagradado pero, era algo que se esperaba, todos esos días que lloraba a su madre, ¡Fue todo un engaño! Tenía razones para estar molesto.

 

 

–Lord, por favor déjenos solos–Celeborn borró todo rastro de alegría.

 

 

–Legolas tu Ada–

 

 

–¡No lo diga! – Subió su tono de voz– ¿Qué esperaban? ¿Qué corriera a abrazarlos? Me mentiste de la peor manera, fuiste testigo de todo lo que sufrí al no tener a mi Nanet y vienen a decirme que a quien creí mi Ada por tanto tiempo no lo es y que el verdadero es un Lord que apenas vi en mi vida unas cuantas veces, esto es muy difícil de procesar para mí–

 

 

–Legolas, ion nin– Thranduil lo miraba con culpa. – Lo siento tanto– Este negó.

 

 

–Solo déjenme solo–

 

 

–Legolas yo–

 

 

– ¡Que me dejen solo! – Grito, inmediatamente las puertas fueron abiertas revelando a un preocupado Aragorn. –Que se vayan Aragorn– Pidió con la voz rota, el aludido algo confundió miro a los mayores, Celeborn tenía un semblante triste mientras que el monarca lloraba silenciosamente, acto que sorprendió al Rey de Gondor.

 

 

–Lo siento tanto Legolas, lo hice para protegerte, no quise nada más que tu bienestar, todo lo que hice fue por ti hijo mío– 

 

 

–Me mentiste Ada…¿Nanet? Ya ni se cómo llamarte– El consorte también lloraba con amargura – No quiero verlos a ninguno, no ahora, por favor retírense– Con el corazón en la mano Thranduil fue el primero en salir.

 

 

–Legolas no seas injusto con él, hizo todo por ti, no sabes todo lo que paso– Seguido este corrió tras el Rey elfo.

 

 

Aragorn se sentía perdido en todo, pero al oír el llanto de su amado no dudo en ir a su lado y abrazarlo, cuando se calmara preguntaría el porqué de tanto problema.

 

 

**

 

 

Thranduil hacia caso omiso a los llamados de Celeborn, avanzaba a paso raudo entre las estancias del palacio mientras con furia limpiaba las lágrimas de su rostro.

 

 

–Thranduil por favor – Logro alcanzar al Rey y tiro del brazo de este, más al tratar de girarlo el puño de este impacto contra la mejilla teleri.

 

 

–Esto es tu culpa, mi hijo me odia por tu culpa, siempre eres tú el origen de todos mis problemas, siempre que tu estas algo tiene que pasar Celeborn, siempre – El nombrado tomo los brazos del monarca evitando otro golpe.

 

 

–El está procesando toda este información Thranduil, él no te odia–

 

 

–Suéltame Celeborn, no quiero verte, todos mis males siempre provienen de ti. Déjame y regresa con tu esposa, a donde perteneces– Tiro de sus manos mientras pronunciaba estas palabras, más Celeborn se negaba a soltarlo. –Suéltame maldito Teleri–

 

 

–No te volveré soltar, no te dejare ir, no de nuevo – Tiro de las aristócratas manos  para besar al propietario de estas. Thranduil se removía y en respuesta Celeborn se pegaba aún más logrando arrinconarlo contra la pared. – Te amo Thranduil, como no te imaginas y a pesar de todo este tiempo te sigo amando incluso con mayor intensidad, no me pidas que me marche porque no lo haré, ahora que te tengo frente a mí no cometeré los mismos errores de antaño, me aferrare a este amor con todo lo que tengo, no me importa cuánto tiempo me tome, mi corazón ya tomó la decisión de amarte no puedo frenarlo y no lo hare, te recuperare a ti y a Legolas así me tome toda la vida– No esperó respuesta, se abalanzo contra los labios contrarios, los acarició con los propios con lentitud, tratando de transferir aquello que su corazón gritaba, el forcejeo por parte del monarca iba mermando, las manos del Teleri ascendían hasta acunar el fino rostro contrario y fugazmente abrió los ojos topándose con los cerrados de Thranduil, presiono los labios contrarios y los delineo con la lengua, Thranduil entre abrió su boca para reclamar, más fue frenado por la invasión contraria.

 

 

No había vuelta atrás los antes inertes brazos del monarca comenzaron a subir por los brazos del teleri, poco a poco afianzando su agarre hasta llegar al cuello de este y abrazarlo atrayéndolo aún más profundizando el beso.   Perdieron la noción del tiempo, solo eran ellos. Celeborn limpió las lágrimas secas del rostro de contrario con suma delicadeza, como si del más fino cristal se tratara. Beso los parpados para luego descender a las mejillas, beso la fina nariz y por último los sublimes labios del monarca.  Ambas orbes se encontraron, ambas se apreciaron en silencio, ambas acallando sus sentimientos.

 

 

El primero en desviar la mirada fue Thranduil, más no se alejó.

 

 

 –No sé qué pretendes Celeborn, pero ¿no crees que ya es demasiado tarde? –

 

 

–No lo es, no me cansare de repetírtelo Thranduil, te amo como sé que tú lo haces, te amo que puedo renunciar a todo y seguirte más allá de los mares, así trates de alejarte te encontraré e iré tras tuyo– Tomo el rostro entre sus manos– Paremos ya de hacernos tanto daño Thranduil, no logramos nada con ello, solo acrecentar las heridas–

 

 

–Celeborn entiende que ya–

 

 

–No es tarde para nosotros, no para lo que sentimos, ¿Por qué te sigues negando? Si sientes lo mismo– Thranduil guardo silencio – Thranduil–

 

 

Aprovechando el descuido del teleri, el monarca logro zafarse del agarre.

 

 

–Primero resolvamos este problema con Legolas, mi…nuest– Freno mientras mordía sus labios.

 

 

–Nuestro hijo es primero–Completo Celeborn mientras la elegante figura del monarca se perdía entre tantas puertas. Esbozó una sonrisa, Thranduil le había correspondido, podía recuperar a su gran amor y no descansaría hasta lograrlo.

 

 

 

**

 

 

 

Aragorn posaba el vaso con agua sobre la pequeña mesa que yacía cerca a la cama que compartían, Legolas hacía tiempo había dejado de llorar pero mantenía la mirada perdida.

 

 

–Amor mío, ¿Me contaras que fue lo que paso? Tu padre se fue llorando Legolas–

 

 

–No es mi padre–

 

 

–¿Qué? –Preguntó incrédulo  – ¿Qué quieres decir meleth? –

 

 

–Este don que llevo, me lo heredo mi “madre”, un don que pasa de iluminado a iluminado, ¿lo entiendes? –No tenía que tener dos dedos de frente para entenderlo, Aragorn acaricio las manos contrarias.

 

 

–¿y eso es tan malo como para tratarlo de esa manera? –

 

 

–¡Me mintió Aragorn! Toda mi vida me mintió tan descaradamente y yo llorándole a una tumba vacía– Aragorn se sentó a su lado mientras lo atraía a su pecho y comenzaba a acariciar su espalda.

 

 

–¿Les dejaste dar explicaciones? –

 

 

–Lord Celeborn es–

 

 

–Tu verdadero padre, me percate de ello amor, pero creo que quizás fuiste demasiado duro– Legolas abrió la boca para protestar– ¿Conoces sus motivos? –

 

 

–No–

 

 

–Te apresuraste mi amor, sé que esto debe ser algo muy difícil para ti, pero ponte en el lugar de ellos, no dudo de lo difícil que debió haber sido para Thranduil el no poder tratarte como una Nanet y de seguro sus motivos fueron grandes Legolas–

 

 

–Me dolió tanto que me mintiera, Aragorn, exploté– Confesó mientras se aferraba al pecho de su esposo.

 

 

–Y no te culpo por ello, fue algo  muy delicado– Acuno el rostro de su amado– Debes hablar con ellos, escucha su versión de la historia y solo entonces los podrás juzgar, trata de ponerte en su lugar amor, harías lo que sea por nuestros hijos yo haría lo que sea por ustedes. Prométemelo–

 

 

–Está bien, pero que se calmen las cosas, ahora mismo no me siento capaz de hacerlo–             Recibió un beso de su amado.

 

 

–No te presiono amor, piénsalo bien. Pero ahora es hora de alimentar a nuestros hijos – Una criada ingreso con los biberones mientras dos más la seguían con los príncipes en brazos,  que, al llegar a la caga fueron a cogidos por sus padres quienes no dejaban de verlos con amor infinito. Aragorn le entrego el biberón al elfo para que se lo diese de tomar al mayor, Lasgalen era tan tranquilo en los brazos de su Nanet. Eldarion por lo contrario no dejaba de removerse en los brazos de su padre, solo quedándose quieto al recibir alimento.

 

 

Ambos príncipes eran mellizos, con unos tres minutos de diferencia, Lasgalen era el mayor; su cabellera parecía que sería rubia y lacia como su Nanet, picudas orejas, tez más oscura que la de su madre pero no como la de su padre, Eldarion ostentaba una casi imperceptible mata de cabellos marrones  quizás lacios como su Nanet, tez clara casi como la de madre, sus orejas a diferencia de Lasgalen no eran picudas y sus rasgos eran menos delicados pero no mas finos.

 

 

Después de mecerlos hasta hacerlos dormir y llevarlo a la cuna que quedaba al lado de la amplia cama ambos, agotados decidieron que lo mejor sería descansar,  Legolas se recostó es el amplio pecho de su amado y cayo rendido ante las caricias que este le ofrecía. Por ese día, había sido suficiente. 

Notas finales:

Thranduil mi vida, ven que yo te apapacho (*3*)

 

¿A que no se lo esperaban eh?

Pero vamos, Legolas tiene derecho a sentirse engañado :/

 

Proximo cap veremos a nuestro Capitan favorito ;)

 

 

Cada que dejas Thranduil rememora el beso con Celeborn


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