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Mellon nin por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Hey!

Aqui volviendo con una Nueva actualización y desde ya nos acercamos al final de esta hermosa historia <3

 

La algarabía era palpable en todo el reino.

 

Las personas no dejaban de hablar de la próxima festividad. Y es que Gondor iba a celebrar el quinto año de los herederos y su presentación oficial ante los reinos como sucesores de la corona, muchos reinos ya habían confirmado su asistencia a tan importante evento.

 

 

En el palacio las cosas no iban más tranquilas, cada sirviente se hallaba sumamente ocupado y ni que decir de sus majestades, todo recaía sobre sus hombros y su cansancio no era solo el físico si no también el mental. Un muy despeinado Legolas corría tras un ya más grandecito Eldarion que se negaba a ponerse su túnica, mientras Lasgalen esperaba tranquilamente sobre la mullida cama real completamente vestido.

 

 

–Eldarion ya es suficiente, te pondré la túnica y no te la sacarás–

 

–¡No quiedo! – Chillo con su aguda e infantil voz, Legolas respiro profundo mientras rogaba a los Valar paciencia.  

 

 

–Nanet…¿Estas molesto? –La grácil voz de su hijo mayor lo hizo voltear en dirección de este.

 

 

–No mi amor, solo que se nos hace tarde y tu hermano no me deja vestirlo, hoy deben estar muy lindos, vendrán muchas personas importantes– Contesto mientras acariciaba los ondulados y rubios cabellos de su pequeño. –Vendrán sus abuelos de visita–

 

 

–Eldarion, ya escuchaste a Nanet, vendrán los abuelos–El aludido volteo hacia su hermano y con tierno puchero se resignó caminando hasta su Nanet.

 

 

–Nanet– Llamo mientras levantaba las manos y se dejaba vestir.

 

 

–Al fin, gracias Lasgalen–Beso ambas frentes– Quédense quietos, iré a vestirme y luego iremos con su Ada–

 

 

–¡Ada! – Canturrearon felices al unísono.

 

 

Cinco años había pasado ya , cinco años de completa paz y felicidad para la familia real, cada momento había sido único e inolvidable, Legolas no podía estar más feliz, recuerda que la primera palabra de Lasgalen fue Nanet, fue el primero en hablar más no en caminar, Eldarion con su primer año se negaba a ser cargado y prefería caminar, aunque al primer paso terminase en el suelo. La celebración de su primer año de vida fue muy privada pero no menos divertida, incluso días después su Ada le confeso que las cosas iba mejor con su Nanet, ya no lo insultaba cada que lo veía y podía decirse que aceptaba  las muestras de cariño. Al año siguiente Faramir declaro su amor por el capitán de Lórien abiertamente, hecho que ya todos sabían, mas no confirmaron su más que obvia relación, lamentablemente una a distancia ya que Haldir seguía con sus labores de capitán de Lórien.

 

 

Se colocó la corona y acomodo su cinto, se miró al espejo una vez más, contento con el reflejo que veía. Una túnica de mangas largas de colores vivos y bordados de oro, su larga capa azul rey sus largas hebras peinadas hacia atrás pulcramente peinadas y la fina corona. La primavera estaba llegando a su fin y por precaución abrigo a sus pequeños retoños.

 

 

–Es hora de ir con su Ada, ya saben deben portarse bien–

 

 

–¿No podemod jugad? – Cuestiono Eldarion con un puchero.

 

 

–No mi amor, ensuciaras tu ropa, si no me obedeces no habrá torta–

 

 

–¡Todta!–

 

 

Tomo a cada uno de la mano y salió de la alcoba rumbo al despacho de su esposo, estaba seguro que ahí lo encontraría.

 

 

 Nadie podía resistirse a detenerse un momento para apreciar a los hijos del rey, era por demás hermosos y adorables, se había ganado a pulso el cariño y respeto de cada uno de los sirvientes y guardias.

 

 

–¡Ada! –Llamo Eldarion cuando llegaron a la puerta del despacho de Aragorn, el guardia les hizo una reverencia y llamo a la puerta.

 

 

–Majestad, su Alteza y los príncipes están aquí– Inmediatamente las puertas fueron abiertas revelando al gran Rey Elessar.

 

 

–Mis campeones– Ambos soltaron la mano de su Nanet y corrieron hacia las extendidas de su Ada quien los beso y cargo en cada uno de sus brazos. –Mi hermoso sol, estas tan radiante– Se acercó al elfo besándolo.

 

 

–Mi Rey, casi es hora de la celebración y usted aún sigue trabajando–

 

 

–Perdí la noción del tiempo entre tantos papeles meleth, pero ahora que están aquí no hay nada más importante que ustedes–

 

 

–Aragorn– Llamo con una sonrisa– Mi humano olvidadizo, ¿Seguro que ya estás listo? –Pregunto dándole una rápida mirada.

 

 

–¿Debo cambiarme? – Legolas lo miro dando a entender lo indiscutible– Ve al gran salón, pronto los alcanzaré, Faramir está dentro le diré que te acompañe–

 

 

–¿Me estas poniendo escolta? –

 

 

–Solo díselo meleth, nos vemos en un momento– Refunfuñando Legolas se asomó al despacho, Faramir se encontraba en el umbral sonriéndole. –¿Lo oíste? – Ese asintió –Entonces solo vamos Faramir–

 

 

–Fadamir– Repitió en pequeño Eldarion mientras estiraba sus manos hacia el senescal, este miro al elfo esperando el permiso para cargar al príncipe, permiso que le  fue concebido.

 

 

Grande fue su sorpresa al encontrarse con el monarca del bosque negro esperándolo.

 

 

–Ada, llegaste antes que todos– Saludo mientras se acercaba a su progenitor.

 

 

Debido a las constantes “peleas” de sus padres, Thranduil le había pedido que le dijese Ada en vez de Nanet, puesto que no podía ir llamándolo de esa manera en frente del resto, su reino no conocía la verdad y de momento no pensaba decirla, Legolas acepto este hecho, más le pidió que pensara el si quería mantener la mentira por más tiempo.

 

 

–Legolas–Extendió las manos para recibirlo y plantar un fugaz beso en la cabeza de este. Faramir bajo al joven príncipe quien corrió hacia su abuelo. Lasgalen al ver a su hermano correr soltó la mano de su Nanet para abrazarse a la túnica del Rey elfo.

 

 

–¡Abuelo! – Thranduil se agacho y beso las frentes de sus nietos

 

 

–Las dos estrellas más hermosas han venido a saludarme–Estos rieron mientras besaban la mejilla de su abuelo. –No veo a tu Esposo–

 

 

–Ada–Llamo Legolas ya sabiendo las intenciones de su padre. –Está en camino, tu sabes lo pesado que son los deberes reales– Antes de que el monarca dijera más, las puertas principales fueron abiertas mientras los guardias anunciaban la entrada del señor de Lórien.

 

 

–¡Lasgalen! ¡Eldarion! – Llamo a viva voz mientras los nombrados corrían hacia su otro abuelo, quien los cargo en cada brazo y dio unas cuantas vueltas haciéndolos reir. Haldir se mantenía estoico tras su señor que podía ser muy efusivo algunas veces. –¿Cómo han estado los elfitos más hermosos de toda Arda? –

 

 

–¡Bien! – Respondieron con alegría. Aun con los pequeños en brazos avanzo hasta el consorte de Gondor.

 

 

–Me alegra ver lo bien que estas Legolas–

 

 

–Igualmente, Ada– Dejo a los niños en el suelo y avanzo para posar una mano en el hombro de este. Legolas negó con la cabeza y se acercó  a abrazarlo. Se separaron con una gran sonrisa.

 

 

–Que dicha es la que tengo al poder volver a verlo, gran Rey elfo, ignoro todas mis cartas–

 

 

–Habrá sido quizás que nunca llegaron a mi reino lord,  sabe que el bosque negro no es un lugar tan calmo como Lothlorie–

 

 

–Por favor no vayan a empezar con sus indirectas ahora, podrían hacerlo mas simple y  ahorrarse tanto parloteo–

 

 

–¿Y qué sugieres Legolas?, ¡Tu Nanet me evade cuanto puede! –

 

 

–Podrían decirse cuanto se quieren, quizás ya casarse y dejar de estar dando estos teatros, que déjenme decirles, nadie se lo cree–

 

 

–¡Legolas! –

 

 

–Es la verdad Nanet, ¿Por qué no aceptas ya que aun, a pesar de todo lo que ocurrió, lo amas? –

 

 

–No sé de qué hablan–

 

 

**

 

 

–Haldir– Faramir se acercó a su capitán con una sonrisa – ¿Sera que mis ojos me engañan o cada vez lo que lo veo me enamoro más? –

 

 

–Pareciese que no puede vivir lejos de mi senescal–

 

 

–¿Quién dijo que podía? – Sin esperar más beso al elfo con calma, eran pareja, aunque ninguno de los dos lo haya dicho, internamente lo sabían.

 

 

La voz de Aragorn los hizo separarse y después de un breve regaño por parte del Rey elfo se dirigieron al jardín donde yacía el árbol blanco, puesto que ya todo estaba listo para celebrar tan importante día.

 

 

Una gran torta en el centro la familia real, al frente de todos con los reyes dando las palabras de inicio y los demás reyes oyendo atentamente. Una vez finalizada la ceremonia estos pasaron al frente para desear  suerte y salud a la gran familia real así como dar un pequeño obsequio a los príncipes. Durante la fiesta Lord Elrond se acercó a su hijo y nietos disculpándose por la tardanza, detrás de él iba Arwen pulcramente vestida y Lindir con un regalo en manos, tras ellos Lady Galadriel les sonreía.

 

 

–Mis felicitaciones a la gran familia– Miro a ambos reyes para luego ver a lo pequeños. –Tengan este regalo príncipes–

 

 

–Ada…–Lasgalen se acercó a su padre – ¿Quién es? –

 

 

–Ella es su tia, Lady Arwen Undómiel, la estrella de la tarde– La elfa sonrió por la grata presentación.  Más confiados los príncipes se acercaron a ella, Legolas llego junto a su esposo, la sorpresa fue notable en su rostro, mas, rápidamente se apresuró a saludar cortésmente.   

 

 

–Lady Arwen, es una grata sorpresa tenerla aquí–

 

 

–Tenía que conocer a mis sobrinos, son hermosos, felicitaciones, te vez bien Legolas –

 

 

–Gracias, usted también se ve hermosa como siempre– 

 

 

La noche paso tranquila, una vez cansados ambos príncipes fueron llevados a su cuarto.  No obstante la fiesta aún continuaba para los mayores. El monarca de Mirkwood hacía gala de su buen gusto en vinos así como también su resistencia a este, otro caso era el pobre teleri, que con una botella estaba más que borracho y no dejaba de balbucear incoherencia  pero todas con el nombre de Thranduil de por medio. Faramir era otro que también se había pasado de copas y no dejaba de manosear al capitán galadhrim ganándose más de una vez, sonoros manotazos.

 

A pesar de la insistencia de Aragorn, la mayoría de invitados partió esa misma noche alegando el gran trabajo que les esperaba en sus respectivos reinos, ya que habían ciertos problemas en las fronteras con grupos de exiliados.

 

 

Pasada la media noche                 Faramir y Haldir habían desaparecido, mientras un muy molesto Thranduil cargaba a un borracho Celeborn, a Elrond, Arwen, Galadriel y Lindir se les dio una habitación individual, dando con ello por concluida la celebración. Totalmente exhaustos ambos reyes ni bien tocaron su cama cayeron rendidos.

 

 

Cosa que no pasó con el fogoso Faramir y el travieso Haldir. 

 

 

Faramir besaba cada parte de la piel expuesta del pecho del capitán, sus manos se terminaban de deshacer de la ropa que lo privaba de aquel cuerpo,  Haldir soltaba pequeños suspiros mientras delineaba los músculos de la espalda del senescal, este se alejó un poco del elfo apreciando el cuerpo de este, acaricio las cicatrices que se extendían en el pecho del galadhrim, marcas que le parecían fascinantes, Haldir ante este descuido cambio de posición quedando sobre el senescal, deslizo sus manos por el pecho de este bajando por la pelvis deshaciéndose de los pantalones dejando a la vista la hombría del senescal, con una sonrisilla en los labios sus juguetonas manos acariciaron el miembro con lentitud, una jadeo escapo de los labios del senescal, satisfecho, se dedicó a besar el cuello contrario dejando pequeñas mordidas, la melena plateada caía sobre el rostro del senescal, este estaba encantado con las atenciones del elfo,  arqueo la espalda cuando sintió la lengua contraria acariciar su miembro, se forzó a levantar la cabeza y ver tan excitante espectáculo, el movimiento de cabeza y esos ojos que lo hipnotizaban, armándose de voluntad tomo la cabeza del elfo atrayéndolo en un demandante beso deshaciéndose en el proceso de los fastidioso pantalones del contrario, acaricio la erección de este logrando oír un pesado jadeo.  Lamio y mordisqueo cuanta piel encontraba mientras lo masturbaba, en un descuido termino con el capitán sobre él, con ambos miembros rozándose. Faramir dirigió ambas manos a los redondos glúteos del capitán amansándolos, Haldir sonrió ante la acción y después de chupar dos dedos los dirigió a su entrada autodilatándose.

 

 

–Ah, sabes senescal– Casi gimió en la oreja de este– Me encanta cabalgar– Cogiendo el miembro contrario lo dirigió a su ya dilatada entrada.

 

 

–Cabalga todo lo que desees mi capitán– Embistió logrando penetrar al elfo y sacarle un gemido que jamás olvidaría–Cabalga para mí–

 

 

–Ah…Faramir–

 

 

–Haldir, mi preciado capitán, hm… ¿sabes cuánto ansié esto? – El contrario negó con la cabeza mientras subía y baja – Más de cinco años–

 

 

–Se…Senescal pervertido– Se acercó a besar los labios contrarios.

 

 

–Te amo Haldir, ah, no sabes cuánto lo hago y puedo decirte ahora con total seguridad que lo hago–

 

 

–Oh…gran momento hm, para confesarte Faramir…–Lo volvió a besar– Estos años has logrado con…ah ahí….–Paro brevemente para tomar aire– Me has conquistado, tu mortal. Oh..hmm…AH, puedo decir que también te amo. Faramir– Dando un rápido giro Faramir quedo sobre el elfo embistiéndolo con fuerza logrando sacarle sonoros gemidos.

 

 

–Te amo–

 

 

Perdieron la noción del tiempo, culminado solo cuando sus cuerpos yacían rendidos y con un último beso se dejaron  vencer por el sueño.

 

 

**

 

 

Thranduil estaba harto de oír los lloriqueos del Teleri, el pobre Lord no hacía más que pedirle perdón en medio de un ensordecedor llanto,  cansado se levantó de la cama y abrió la puerta, arrodillado en el suelo yacía el gran señor de Lórien cual cachorro abandonado.

 

 

– ¿Puedes callarte? –

 

 

–Thranduil–Comenzó a llorar – Perdóname, por favor perdóname perdonae, yo fui quien cometio muhos errores, pe…pero estoy arrepentidho y y nunca he dejado de amarte, perdóname por favor– Entre tanto balbuceo las palabras apenas eran entendibles– No me odies, si tú me odias ya no quedara nada de mi corazón, se…se hará añicos y ni polvo quedara, no podré seguir viviendo aquí, Thranduil no quiero partir sin haberte recuperado–

 

 

–¿Partir? – Cuestiono prestándole atención –¿A qué te refieres con partir? – Este lo miro, paro su dramático llanto, el pobre se tambaleaba de atrás hacia delante.

 

 

–Partir–

 

 

–¡Celeborn! O hablas ahora o te quedarás aquí afuera–

 

 

–Hace, hip, je– La fruncida mirada de Thranduil le hizo borrar la pequeña sonrisa–  Hace unos años atrás, hippp– Los ojos se le cerraban– Iba a…a los puertos grises de visita, mi comitivah era poca y Haldir se había negado a acompañarme, durante ese viaje…ah durante ese viaje fuimos emboscados–

 

 

–¿Y? – Celeborn le sonrió para luego intentar pararse.

 

 

–No tienes…no es algo importante, no...no– Antes de que se desplome al suelo Thranduil logro alcanzarlo, su cuerpo se tensó mientras fruncía aun más las cejas denotando su molestia.

 

 

–¿con que descaro te atreves a presentarte frente a mí bruja? –

 

 

–Con ese llanto es imposible conciliar el sueño– Salió mostrándose ante el rey elfo. Thranduil hizo el ademan de entregarle el cuerpo del lord– Oh no, él es su problema–

 

 

–Para qué viniste–

 

 

–No pude evitar oir su conversación, parece que Celeborn no le conto sobre su enfermedad–

 

 

–No es mi problema, vete de aquí Noldor–

 

 

–Una flecha negra le impacto en el corazón– Thranduil freno su avance– Querían matarlo, la información era que yo iría a los puertos grises, este rumor llego a Mordor y queriendo deshacerse de mi emboscaron la comitiva. Celeborn agonizaba cuando llego a Lórien, su estado de por si era débil, con aquella flecha todo fue peor, el pobre se estaba muriendo, no fue algo agradable de ver. Ni Elrond pudo hacer algo en contra del veneno, era magia oscura pura. Aunque lo mandásemos a Valinor no llegaría a vivir, por lo que decidimos usar magia. Mi magia es lo que lo mantiene con tanta vitalidad, si fuera por el estaría postrado en una cama. –

 

 

–Nadie se enteró de esto–

 

 

–Nos encargamos de que ningún rumor se corrieran, ni siquiera los mismos habitantes de Lórien lo saben. –

 

 

–Conseguiste lo que querías, lo ataste a ti–Ella negó – ¿Por qué me cuentas eso ahora? –

 

 

–La era de los Eldar está llegando a su fin, yo en cualquier momento partiré a Tierras imperecederas, cuando eso ocurra y Celeborn no esté a mi lado, morirá–

 

 

–Partan juntos entonces–

 

 

–No lo entiendes, está atado a estas tierras más que nunca, a ti y a su nueva familia, él no se irá– Si las miradas mataran Galadriel estaría en serios problemas– Es hora de que la magia que lo fortalece no provenga de mí, es sumamente agotador, este es el momento que tanto deseaste Thranduil, si estás dispuesto a ello solo comunícate con Gandalf, de lo contrario no le des más esperanzas, solo apresuraras su muerte– Y tan rápido como llego se fue.

 

 

–Maldita Noldor– Cerró con fuerza la puerta y dejo el cuerpo de Celeborn sobre la cama, solo había una forma de confirmar si lo que decía la Noldor era real, con cautela desabrocho  la túnica, era sorprenderte la manera en que sus manos temblaban, estaban frías, la piel del teleri se sentía tan caliente a diferencia suya,  deslizo a un costado la tela revelando el pecho, se mordió con fuerza el labio al verlo, desentonando con la pulcra y tersa piel, justo a la altura del corazón, una cicatriz se visualizaba, sumamente oscura al centro y amoratada al contorno, honda y magullada. –Teleri idiota–

 

 Murmuro mientras silenciosas lágrimas surcaban su rostro. Le deseo muchas cosas, pero nunca la muerte, había oído lo que ocurría cuando una flecha negra impactaba contra alguien, supo lo que le ocurrió al enano y lo afortunado que fue, pero en un elfo, un ser de luz, una flecha de Mordor era la muerte segura después de un sinuoso sufrimiento. Se permitió, después de tanto tiempo acariciar el rostro del Teleri, delineo las líneas de expresión que surcaban su rostro denotando su edad y conocimiento, acaricio los resecos labios que muchas veces beso con desesperación,  deslizo su mano bajando por el cuello, acariciando el pecho hasta llegar a aquella cicatriz. Se agacho besándola, deseando que no estuviese ahí.  Dejo escapar un largo y pesado suspiro, hace tanto que no sentía su corazón ser oprimido de esa manera, aprecio el rostro apacible del Lord y entonces temió, temió perderlo y nunca más poder oír su voz, temió nunca más poder ver su sonrisa, nunca más perderse en su mirada,  le aterro la idea de que algún día lo vería postrado en un ataúd, frio y sin vida, siendo enterrado bajo tierra o inmortalizado en plata. No, se negaba ante esa idea, Celeborn no podía morir, porque entonces una parte de él moriría, se iría con el señor de Lórien. 

 

 

Completamente sobrecogido, Thranduil beso los labios del Teleri, primero calmadamente para después volverse uno más demandante mezclándose con sus lágrimas. Entonces comprendió lo que se negaba a aceptar. Amaba al Teleri. A pesar de todo el daño que se hicieron, lo amaba y la sola idea de perderlo lo destrozaba. El gran Rey Elfo en su terquedad había querido negar lo innegable y ahora le estaban mostrando lo que podría perder si seguía con ello.

 

 

Esa noche Thranduil, el gran monarca del bosque negro dejo que los sentimientos lo abrumaran, se permitió llorar silenciosamente y sobre todo acoger aquel sentimiento que tanto se negaba a aceptar.

 

 

El amor.

 

 

Su amor hacia Celeborn, aquel que por más que se había empeñado en destruir, en enterrar en lo más profundo de su corazón,  seguía en pie, erguido como la primera vez que afloro, dispuesto a resurgir y florecer de nuevo.

 

 

Ya nada se interponía.

 

 

Thranduil cerró la túnica del Lord con delicadeza, subió a la cama y se recostó sobre el pecho de este, dejando suaves caricias, teniendo como conciliador de sueño la calmada reparación del mayor. Abrazando el cuerpo contrario durmió, espantando los malos pensamientos, lo tenía a su lado y no iba a dejar que se fuera de este.

 

Notas finales:

 

Al fin *da saltitos*

Thranduil acepto que ama a Celeborn, YEAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

7u7 Ay Faramir y Haldir que hermosos (?)

Cositas preciosas Lasgalen y Eldarion, mis principes los amo <3

A que no se esperaban a Arwen y a Galadriel 7u7 al menos acá la querrán un poco.

 

Cada que dejas un review Lasgalen y Eldarion llaman "abuela"

a Thranduil 


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