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Mellon nin por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Pues, no hay excusas para el retaso de esta actualizacíon, pero es que no quiero que se acabe T-T le tengo tanto cariño a este fic <3

 

Pero bueno, les dejo este cap y como sera largo lo dividi en dos.

Disfruten 

 

:v no se olviden de Pasarse por Meleth Nin para saber el pasado de nuestros Reyes elfos <3

 

 

 

 

 

Gondor estaba en movimiento, el aviso ya había sido dado, después de una semana de la confirmación del amotinamiento en Osgiliath los soldados había comenzado las preparaciones, partirían al salir el sol, el traidor que osaba irrumpir la tranquilidad del gran Reino debía morir.

 

 

Faramir se había recuperado notablemente con ayuda de las infusiones que Lord Elrond preparaba, Haldir no dejaba de cuidarlo junto a la pequeña Nallüa, la noticia de su boda había sido una alegría entre todo el alboroto de los preparativos para la batalla.

 

 

Aragorn junto a los estrategas trazaban el plan que los llevaría a la victoria mientras Legolas, como el mejor arquero de Arda enseñaba a los arqueros del reino, Thranduil y Celeborn se enfrascaron en una pequeña discusión de quien iría a batalla resultando ganador el monarca de Mirkwood. Iría a luchar como el gran Rey que era y en representación de su reino.

 

 

Todos yacían ocupados, la mañana pronto llegaría y con ella el comienzo de la batalla.

 

 

 

**

 

 

–No me contradigas Legolas, ¡no iras!–

 

 

–¡No puedes prohibirme nada Aragorn!–

 

 

–Puedo y lo hare de ser necesario, no iras a luchar, no esta vez–                        

 

 

–¡Oh por favor!, no te pongas en ese plan tuyo–  Los gritos de los reyes se escuchaba incluso fuera de la habitación real, los pequeños príncipes que yacían dormidos en el cuarto continuo asomaron sus cabecitas tras la pared viendo a sus padres discutir.

 

 

–Legolas, por favor, no puedes ir, sería irresponsable que fueras–

 

 

–Aragorn, vencí a un olifante llevando a nuestros mellizos en mi interior–

 

 

–Por suerte no se lastimaron, ¡Cómo te hago entender que van tras de ti! Buscaran dañarte–

 

 

–¡Puedo defenderme, hablas con un elfo sinda, un guerrero, no me pidas que me queda cuando los míos pelean, porque no lo hare!–   

 

 

–¡Legolas! – Grito molesto Aragorn al ver la necedad de su pareja.

 

 

–¡Ada! – Ambos pequeños corrieron asustados ante tan estruendosos gritos, parándose en medio de los mayores. – No peleen– Pidieron con ojos brillosos acto que encogeció los corazones de sus padres disipando todo el enojo anterior.

 

 

–Lasgalen, Eldarion– Llamo Aragorn a sus hijos – No se preocupen, solo hablaba con su Naneth– Justo cuando Legolas abrió los labios la puerta fue abierta abruptamente revelando la imponente figura del Monarca de Mirkwood seguido del Lord de Lórien y el de Rivendell.

 

 

–¿Qué está sucediendo aquí? Los gritos se escuchan hasta nuestras habitaciones – Regaño con enojo Thranduil.

 

 

–Mi señor Thranduil, permítame explicárselo–  Miro a sus hijos con dulzura. – Vayan a dormir–  Estos algos inseguros obedecieron a su Ada. Una vez solos  Aragorn se dirigió a su suegro.

 

 

–Antes que nada, ¿Cómo pueden resolver sus problemas frente a sus hijos? – Celeborn poso una mano sobre el hombro del monarca.

 

 

–Otro día asegúrense de que ellos no estén–  Hablo Celeborn con más calma.

 

 

–Lamentamos ello–

 

 

–Expliquen a que se debe todo esto, Estel– Llamo Elrond a su hijo adoptivo.

 

 

–Esto inicio porque le dije a Legolas que no debía ir a la batalla mañana–

 

 

–Esto no es necesario, soy un gran guerrero, puedo defenderme en batalla, luche contra las fuerzas de la sombra– Aragorn frunció el ceño.

 

 

–Estas embarazado, no puedo arriesgarme de esta manera, no puedo arriesgarlos–  Rápidamente la mirada de los mayores se posó sobre la del consorte.

 

 

–Luche con mis hijos en mi vientre, esta vez no tiene por qué ser diferente–

 

 

–Legolas, ¿Es cierto lo que dice Aragorn? –

 

 

–Si Ada, estoy embarazado–

 

 

–Lord Celeborn, Rey Thranduil, Ada, entiendan que vamos a luchar contra un enemigo que tiene la mira en Legolas, ira tras él en todo momento, sé que es un gran guerrero, como camarada lo respeto y desearía que me preste su fuerza, pero como su esposo no puedo –

 

 

–Ion nin– Llama Thranduil a su hijo – ¿Realmente estas en estado? –

 

 

–Lo estoy Naneth, no quería darles la noticia de esta manera– Miró con enojo a su esposo. Los mayores sonrieron y llegaron a su lado preguntándole el cómo estaba y si había sentido algún malestar. –Estoy bien, no tienen que preocuparse por ello–

 

 

–No quisiera que creas que deseo darle la razón a Estel, pero la tiene, puedes sufrir una amenaza de aborto, los Valar cuidaron a tus hijos la primera vez, pero es mejor no tentar a la muerte Legolas, como sanador que soy, te aconsejo que no participes de esta batalla– Aragorn miro con agradecimiento a su Ada.

 

 

–Sé cuánto ansías luchar Legolas, pero debes ver que ahora otro ser depende de ti y si, quizá no ocurra nada como también pueda que sí, mi pequeño hijo, por favor –

 

 

–Celeborn tiene razón, no puedes exponerte Legolas, yo me quedare contigo atrás con los refuerzos, más no entraremos en combate, creo que es una solución que conviene a todos– Legolas le sonríe a su Naneth, iría con la campaña, más no combatiría, aunque ello dañaba su orgullo de guerrero lo entendía.

 

 

–De acuerdo–  Contesto Aragorn – Si usted estará a su lado me siento más tranquilo–

 

 

–Entonces este problema queda resuelto, si no fuera mucha molestia desearía revisarte Legolas– Hablo Elrond con amabilidad. Legolas asintió y se recostó en la amplia cama, desabrocho la túnica revelando su vientre.  No queriendo incomodar, Celeborn y Thranduil fueron a ver a sus nietos dejando a los reyes con Elrond.  –Llevas cinco meses de embarazo y esta vez, si será solo un bebé– La pareja rio ante el comentario.

 

 

–Gracias Lord Elrond–

 

 

–Ni lo menciones Legolas, es mi nieto el que va en tu interior– Los miro a ambos con detenimiento. – Sabes que Estel realmente te ama – El elfo alzo la mirada – Solo desea lo mejor para ti y para sus hijos–

 

 

Y deseándoles una buena noche se despidió de la pareja seguido de los padres del consorte. Aragorn fue a ver a sus hijos, estos yacían dormidos plácidamente. Regreso a la habitación comenzando a desvestirse, ninguno hablaba. Tomando una toalla entro a la ducha.

 

 

Legolas seguía sentado en la cama mirando cada acto de su esposo hasta que este se perdió tras la puerta del baño. Se permitió soltar todo el aire retenido. No le gustaba aquella situación.

 

 

No se percató del tiempo, no hasta que sintió a su amado sentarse al lado suyo comenzando a retirar las sabanas.  Legolas estiro la mano hasta toparla con la de Aragorn. Escucho un pesado suspiro y luego su mano fue apresada por la del rey para luego besarla.

 

 

–Sabes lo mucho que te amo Legolas, solo deseo protegerte amor mío, moriría si algo te sucediese–

 

 

–¿Y tú crees que yo podría vivir tranquilo si algo te pasara? – Alzo el rostro contrario mientras lo acariciaba – Mi vida está conectada a la tuya Aragorn, no puedo vivir sin ti–

 

 

–Solo esta vez te estoy pidiendo que no pelees, no porque no confié ni crea en ti, si no que temo por la vida de nuestro bebé–

 

 

–Está bien, no peleare al frente. Me quedare atrás con mi Naneth, pero iré contigo, si llegase a sentir que algo te sucedió partiré en tu encuentro Aragorn–

 

 

–Te aseguro que ello no sucederá – Beso en la frente a su elfo para luego abrazarlo y por fin, descansar.

 

 

 

**

 

 

Los preparativos estaban listos. El Rey Elessar completamente armado montado en su caballo y junto a él, su consorte, detrás en su corcel Thranduil se despedía de Celeborn. Haldir Y Faramir irían a la batalla, pero dada las heridas del senescal se quedaría atrás junto a Legolas.

 

 

– Este día mis estimados camaradas, venceremos a quien osa ir en contra de nuestra paz.  Aquel que atento al consorte de este reino y sus príncipes, este día será derrotado –  El grito de furor de los soldados de Gondor se oyó. –¡Hoy lucharemos y venceremos!–

 

 

–Por el Rey– Grito Faramir para seguidamente oírse el coro de los soldados.

 

 

A la cabeza de las tropas, ambos reyes comenzaron a avanzar, seguidos Faramir Haldir se encontraban vigilando que todo este bien.

 

 

–Cuídate meleth– Celeborn aún se aferra a la mano del monarca, este viendo que era dejado atrás se agacho besándolo.

 

 

–Regresaremos más pronto de lo que crees–  Le sonrió fugazmente para partir raudo.

 

 

Los Gondorianos lanzaban flores al camino de sus reyes, deseando su pronto regreso y su victoria, rezarían a Mandos por ello.

 

 

Celeborn, desde el gran pico del reino veía el ejército partir, rezo a los Valar por la seguridad de cada uno de ellos. Con una última mirada regreso a dentro con sus nietos y la pequeña de Haldir.

 

 

–Ellos regresaran Celeborn–

 

 

–Sé que regresaran Elrond, solo, deseo su bienestar–

 

 

 

**

 

 

 

–Así que nos darán un ataque frontal, pareciese que al Rey no le importa arriesgar todo– Comento de forma burlesca el ex-Lord al enterarse de las nuevas noticias– Lo esperaremos con todo nuestro arsenal preparado, no tendrá idea de qué lo atacó– Soltó una macabra carcajada– Zummbul, ya sabes que hacer–

 

 

El mago asintió y salió de la tienda de Canwesst, llamo a un grupo de rebeldes guiándolos hasta la campaña misma, una vez dentro les dio de beber un extraño brebaje, pronto los  rebeldes comenzaron a retorcerse en el suelo en gritos de desesperación, una espesa nube verdosa los envolvió. Las siluetas antes humanas, ahora mostraban a unos monstruos.

 

 

–Id a por el Rey Elessar, traedme su cabeza– Gruñidos era lo único que salían de aquellos seres – ¡Iros! –

 

 

Raudo y veloces obedecieron partiendo entre la oscuridad de la noche que se avecinaba.

 

 

**

 

 

–Le aseguro majestad, que esta estrategia funcionará–  Hablo completamente confiado Faramir.

 

 

El ejército de Gondor había parado a un kilómetro de las tierras de Osgiliath, habían tomado este acto como precaución antes de adentrarse en tierras, ahora, enemigas.  En una pequeña tienda improvisada, Aragorn, Legolas, Haldir y Thranduil escuchaban atentamente las estrategias del senescal.

 

 

–Si moviliza al ejército entero en un solo ataque será contraproducente. – Hablo Thranduil –  Dividámoslo a 2 000 hombres por cabeza– Apunto su localización en el mapa – Entonces, Aragorn ira a la cabeza junto con Haldir, yo iré por el lado este  – Guio su recorrido en el mapa – Y Faramir por el oeste– Volvió a trazar el recorrido– Legolas se quedara en este punto junto a 3 000 hombres, cuando la señal suene se unirá a nosotros–

 

 

–Creí que Legolas no participaría–

 

–Y no lo hará, será la moral de esos 4000 hombres de refuerzo–  Legolas le sonrió a su Naneth.

 

 

–Confiare en su estrategia y experiencia mi señor elfo– Tanto Thranduil, Legolas y Haldir giraron en una misma dirección.

 

 

–Algo está ocurriendo– Cual premonición un soldado ingreso agitado.

 

 

–Nos atacan– Los presentes en la estancia cogieron sus respectivas armas, escucharon los gritos de sus hombres junto a un sonoro gruñido.

 

 

Salieron de la tienda, justo frente a ellos una bestia peluda, de ojos rojos y grandes colmillos les gruñía.

 

 

–¿Qué clase de monstruo es este? –  Cuestionó Haldir.

 

 

–Lo descubriremos después de matarlo– Aragorn se lanzó a luchar contra aquel ser. Thranduil escucho otro a unos cuantos metros, sin esperar corrió a atacarlo, Haldir hizo lo mismo y Faramir, para cuando se dieron cuenta estaban completamente rodeados de aquellas bestias. Estas habían ignorado a sus soldados e iban a por ellos.

 

 

–¡Atáquenlos hijos de Gondor!  – Grito Aragorn con fuerza. Entre la aguerrida lucha, poco a poco se fueron alejando, parecía que ningún arma podía contra aquellos seres.

 

 

Legolas, diestro con el arco, atacaba a los puntos vitales, pero pareciese como si no existieran. Había perdió de vista a Aragorn, cuando lo busco, el temor se impreso en sus bellos ojos. Estaba rodeado por aquellas criaturas, mira al resto, cada uno estaba enfrascado en su propia lucha. Cogiendo una lanza, corrió desesperadamente, no pensó, solo actuó, salto sobre la bestia clavándole la lanza en la cabeza logrando atravesarlo.  La bestia cayó inerte en un sonido sordo, ¡había derrumbado a uno de los monstruos! Sin detenerse a celebrar cogió cuantas lanzas pudo.

 

 

–¡Aragorn! – Grito mientras le lanzaba una a su esposo, este logro cogerla y atravesar la cabeza  de su contrincante.

 

 

Espalda a espalda, atacaron y mataron al grupo que había comenzado a rodearlos.  

 

 

–Meleth, eso fue muy arriesgado, saltar así sobre uno de esos– Fue callado por los labios del consorte.

 

 

–De nada, amor mío–Le dio la  espalda y salió a por las lanzas restantes para los demás que aun continuaban sus peleas. Aragorn sonrió levemente al ver a su elfo en acción. Saco la lanza del cráneo de uno que se encontraba cerca y corrió a ayudar a Faramir.

 

 

El senescal había esquivado cuantos golpes pudo, las garras lo habían alcanzado y desgarrado parte de sus ropas de la espalda y dejado grandes marcas en la espalda. Estaba aun débil y esta lucha lo estaba desgastando. Con un gran grito de guerra, Aragorn se abalanzó contra la criatura, forcejeo unos minutos para luego clavar la lanza y darle por fin muerte.

 

 

 

 

+

 

 

El ataque había cesado,  lamentablemente entre las filas del ejército habían bajas, más habían conseguido la victoria.  Por suerte Faramir no había sido herido de gravedad a no ser de pequeños regaños, Haldir haia acudido a ayudarlo. Legolas se encontraba con su Naneth.

 

 

–Estas bestias son obras del brujo que trabaja para Canwesst–  Afirmo Faramir.

 

 

V¿Cómo sabes eso? –

 

 

–Estas bestiasn ignoraron a todo el ejercito y vinieron solo tras de usted, seguían ordenes majestad. –

 

 

–¡Recogan todas las campañas, partiremos al prmer rayo de sol! – Ordenó Aragorn molesto, quizás y el brujo suponía una amenaza mayor de la que esperaba.

 

 

 

**

 

 

–¡No puede ser verdad! – Grito con gran coraje mientras lanzaba lejos la taza con vino – Dime que mientes Zummbul–

 

 

–No miento,  es lo que me susurran las voces–

 

 

–No puede ser verdad, solo creeré cuando lo vea con mis propios ojos, entonces lo asesinare con mis propias manos para evitar errores–

 

 

–Como desee–

 

 

Canwesst salio completamente furioso , había ido a pedir la ubicación y el número de enemigos, pero no esperaba toparse con la respuesta de que el Rey y el Consorte se hallaban cerca.

 

 

 

–Preparence para un ataque, cuando el día empiece saldremos a tomar Minas Tirith  – Grito con fuerza obtenien respuesta inmediata. – Maten a todos y tráiganme a los elfos con vida, yo mismo les dare muerte– 

Notas finales:

Lo dejo en lo mejor <3

a esperar otra semana -Elbereth mediante- estaré actualizando.

Namaire


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