Con la venia de sus señores, Haldir se mudó a Gondor al lado de sus esposo y su hermosa hija y es que la paternidad tenia a ambos embelesados, Nallüa era la luz de sus ojos.
Claro que Faramir seguía sus ocupaciones como Senescal pero Aragorn le concedía permisos para ausentarse.
Haldir pasaba la mayor parte del tiempo con Legolas, ambos elfos se apoyaban en lo que respecta el cuidado de los pequeños, sobre todo el sindar que, con su mayor experiencia ayudaba al galadhrim.
Eldarion y Lasgalen adoraban a la pequeña Nallüa, procuraban estar siempre de Haldir para poder ver a la pequeña elfa, sobre todo Lasgalen que cuidaba muy bien de la pequeña.
Celeborn había partido a Lothlorie, según Thranduil le había comentado a su hijo, el divorcio de los señores de Lothlorie seria anunciado en poco tiempo, Galadriel no se había opuesto en ningún momento, de hecho había aceptado y ella se ofreció a dar el anuncio, para Legolas fue una gran noticia, pues significaba que sus padres podrían estar juntos.
El reino disfrutaba de paz, verdadera y prospera paz.
─Eldarion, ven aquí ─
─¡No! ─
─Te estoy diciendo que vengas aquí ahora mismo ─
─No quiero ─
─¡Eldarion Aragorn! ─ Regaño Legolas al ver que su hijo en vez de bajar, seguía trepando el árbol. Haldir miraba divertido la escena mientras alimentaba a su pequeña, con cuidado acaricio la mata de cabello marrón, Lasgalen a su lado miraba atentamente a su Naneth. ─O bajas ahora o iré a llamar a tu Ada ─
─¡Naneth! ─ Chillo el infante desde lo alto haciendo pucheros.
─Naneth nada, baja ahora mismo Eldarion─ Legolas llevo una mano a su cintura usándola como apoyo, con sus ya notable doce meses y el pronto nacimiento de su tercer hijo, el pobre estaba más que cansado. Haldir limpio la boca de la pequeña, la tomo en brazos y camino hacia el origen del alboroto, sin embargo fue Lasgalen quien se le adelanto.
─Eldarion, Naneth se pondrá mal si no bajas ─ Alzo su manito ─ Ven, vamos a jugar ─ Inmediatamente el pelimarron descendió del árbol tomando la mano de su hermano se fueron al jardín a jugar.
─¡Paciencia! ─ Legolas volvió a sentarse mientras observaba a sus pequeños correr, Haldir mecía a su hija quien bostezaba dando indicios de quedarse dormida.
─Lo bueno es que Lasgalen te ayuda ─
─Eldarion le hace más caso a Lasgalen que a mí y a su Ada ─ Legolas se removía inquieto ─La cintura me duele ─ Comentó mientras se sentaba de lado, respiro para liberar lentamente el aire y palpaba su vientre.
─Sería mejor si fueras a descansar ─
─Estoy cansado de estar en cama todo el día, ¿Se durmió? ─
─Si ─ Haldir se sentó al lado de Legolas.
─Sé que estamos en primavera, pero será mejor que la cubras ─ El galadhrim asintió y con la manta que había traído tapo a su pequeña. ─Es muy hermosa ─
─Faramir la adora ─ Haldir miraba con devoción a su niña.
─Tener un hijo es lo mejor que te puede pasar, Haldir, disfruta estos meses, la sensación de tener un bebe es tan fugaz ─
─Ya tiene siete meses, ha pasado tan rápido el tiempo ─
─ Esta tan grande ─ La pequeña arrugaba el ceño, Haldir alarmado palpo al bebe buscando algún indicio de su malestar, Legolas rio al verlo.
─ Solo esta soñando ─
─ Ah, no puedo, cuando la veo hacer algún gesto me preocupo, nunca he sido bueno con los niños ─
─Esas cosas no se enseñan Haldir, uno mismo lo tiene que aprender, tienes un largo camino aun ─
─Sí, tengo mucho que aprender, es como un sueño ─
─ Vívelo mellon, aprovecha esta oportunidad ─
Un llanto llamo la atención de los mayores quienes giraron automáticamente hacia los mellizos. Eldarion yacía en el piso llorando mientras Lasgalen, sin saber que hacer sollozaba.
Legolas avanzo tan rápido como pudo hacia los pequeños, sin duda su pronunciado vientre le complicaba su caminar y más aun el agacharse para ayudar a su hijo.
─Levántate mi niño, Lasgalen no llores, no pasa nada, vamos Eldarion ─ Su corazón dolía cada que escuchaba el llanto de su niño por lo que con sumo cuidado intento inclinarse.
Gran error.
Un jadeo abandono sus labios, sintió la humedad bajar por sus piernas y el inconfundible dolor de una contracción.
Haldir se levantó y corrió hasta el consorte, ambos príncipes dejaron de llorar al ver que su Nanet jadeaba y se llevaba las manos al vientre.
─¡Guardias! ─ Grito Haldir al no poder ayudar a Legolas, estos corrieron ante el grito y al ver la situación levantaron con cuidado al consorte del reino. ─ Llévenlo a su recamara ─
─T-Tio Haldid mi…mi Naneth ─
─Tranquilos, su Naneth estará bien ─ Una cortesana llego hasta el capitán y se llevó a los niños, Haldir con Nallüa en brazos salió en busca de un sanador.
**
Aragorn regresaba a Minas Tirith después de una breve reunión que tuvo con los elfos asentados en Ithilien. Faramir a su lado cabalgaba entusiasmado pues regresaba con un presente para su pequeña hija, un obsequio por parte de los elfos.
─Te veo feliz amigo mío ─
─Extraño a mi hija ─
─Oh la paternidad Faramir, es lo más hermoso ─ El aludido sonrió ─ Pero debes saber, que en cuanto sepan que te tienen, no dudaran en usar sus encantos para convencerte de cualquier cosa ─
─Habla la experiencia ─
─Culpable soy ─
Ambos rieron al unisono y es que Aragorn ayudaba a Faramir en lo que podía, sobre todo cuando lo veía llegar con notables ojeras después de una noche en vela gracias a su pequeña hija.
Pero la felicidad era sin duda genuina.
**
Al llegar al palacio Aragorn corrió a los jardines en busca de su familia, sin embargo todo estaba en un inusual e inquietante silencio, regreso a la sala topándose con Faramir quien también buscaba a su esposo e hija.
─No están en el jardín principal ─ Comento Aragorn. ─ Tampoco encontré a alguna cortesana ─
─Tampoco en el de atrás, quizás subieron a ─ Sin embargo calló cuando vio pasar a unos sanadores quienes llevaban toallas ensangrentadas. Aragorn al ver el rostro de horror del senescal giro. Su cuerpo se movió por inercia corriendo escaleras arriba a su alcoba, Faramir de cerca lo seguía.
Los guardias que custodiaban la puerta se inclinaron ante su rey dándole permiso, Aragorn abrió la puerta de par en par.
─Legolas ─
Su amado se hallaba en cama, ligeramente pálido y con el semblante cansado, sus hijos al lado de su naneth corrieron a recibirlo. Faramir corrió hacia su esposo que se había encontrado al lado del consorte. Aragorn entonces reparo en aquel bulto que yacia entre los brazos de su esposo.
─¡Ada! ¡Ada! ─ Gritaba Eldarion con euforia levantando sus brazos, sin embargo el rey beso la frente de sus hijos y se apresuró para llegar al lado de su amado. Este le sonrió para luego aceptar el beso que este le entregaba.
─Meleth ─Murmuro mientras miraba al pequeño ser.
─Es nuestra hija ─ Aragorn lo miro entusiasmado ─ Es una niña ─ El aludido beso la mano de su elfo con devoción mientras admiraba a la pequeña que agitaba sus manitos.
─Nuestra princesa ─
**
La voz se había corrido por todos los reinos.
El gran Reino de Gondor y Arnor ahora recibía la llegada de la tercera hija de los gloriosos reyes, una hermosa fémina después de dos varones.
Y es que los reyes no se imaginaron tener a todos sus allegados en su sala en tan solo una semana de dada la noticia.
Thranduil estaba encantado con la pequeña, tanto él como Celeborn pasaban la mayor parte del día con la pequeña, mimándola y cuidándola.
Para Legolas era una alegría ver lo bien que se llevaban su padres, hasta podía intuir que cierta relación empezaba a aflorar en ellos.
Gimli llego con exuberantes regalos para los niños y joyas para los reyes y la princesa, Elrond, Lindir, los gemelos Elladan y Elrohir y Arwen también se presentaron en el reino con pequeños detalles para la familia real, los hobbits no pudieron viajar pero Gandalf se encargó de llevar las felicitaciones de estos.
Ya en la noche, se celebró una gran cena en honor de la princesa.
─Es realmente un honor tenerlos a todos presentes en el reino, todos son siempre bienvenidos, pues son parte de nuestra familia ─ Aragorn hablo a la cabeza de la gran mesa, Legolas se levantó con la pequeña en brazos llegando hasta el lado de su esposo.
─Ada, Naneth, Lord Elrond, mis preciosos hijos y todos mis más queridos amigos, gracias por estas aquí compartiendo nuestra felicidad ─
─Ante ustedes la nueva miembro de la familia, Melian Arentiel─
Los presentes aplaudieron a la princesa con gran furor y alegría.
Las cortesanas corrieron la voz y la buena nueva llego hasta el reino que esperaba ansioso.
Ahora tenían como llamar a su princesa.
Melian.
**
Los niños descansaban, la noche estaba avanzada y los presentes festejaban.
El gran reino estaba de fiesta.
Thranduil y Celeborn se mostraban cariñosos, el primero aceptaba los besos que le impartía el teleri sin golpes de por medio, más allá Gimli bailaba con maestría, Elrond siendo retado por el enano jalo a Lindir y ambos elfos comenzaron a bailar, Arwen junto con los gemelos aplaudían alentando a su Ada y a un muy sonrojado Lindir que no sabía bien que hacer y solo se dejaba guiar por su señor, no paso mucho para que los gemelos se uniesen al baile, Arwen reía ante tal espectáculo. Faramir y Haldir también disfrutaban de aquella celebración y después de mucho insistir, el senescal termino arrastrando al galadhrim consigo.
─Faramir ─
─Sh, solo muévete amor mio ─
Aragorn y Gandalf charlaban mientras miraban con gracia al resto de los presentes, no paso mucho para que Legolas regresara después de haber arropado a la pequeña Melian.
─¿Será que mi Rey bailaría conmigo? ─
─Contigo hoy y siempre mi amado ─ Beso la mano del elfo sin despejar su mirada de las orbes contrarias, entrelazando ambas manos se unieron al baile, Aragorn deslizo sus manos alrededor de su elfo y comenzaron a danzar. Gimli animaba a los reyes con fuertes aplausos, Gandalf camino hasta los padres del consorte, Celeborn tiraba de la mano del monarca que se mostraba reacio a unirse a aquel baile, el mago busco la mirada al hijo del rey este entendiendo el dilema se acercó a donde se hallaban sus padres y sin aviso jalo de la mano a su naneth atrayéndolo a centro de la jarana, Celeborn le sonrió a su hijo y tomando las manos del sinda comenzó a bailar.
Gandalf fumo su pipa sonriendo la ver la alegría que destilaba aquella escena, después de tanto tiempo, tantas dificultades, problemas, habían podido superar cada una de las cosas que se interponían entre sus caminos, algunos ya disfrutando de su amor, otros comenzando, unos retomando lo olvidado y quienes aún esperaban el amor.
Quien hubiese pensado que sería testigo de tantas historias de amor.
─¡Hey Gandalf! ─ Escucho la voz de Aragorn, expulso la el humo de sus pulmones con lentitud.
─Ya voy mellon ─
Ahora todos bailaban, brincaban y reían, la felicidad había llegado a cada uno de ellos.
Había mucho que vivir, mucho que contar.
Se contaría por mucho tiempo la historia de amor del heredero del reino unido de Gondor y Arnor con el heredero del Reino de Mirkwood.
Y es que esta historia aún no termina.