Los Planetas en torno de Uzumaki Naruto.
By: Dulzurabeloved
— Capitulo 2—
Naruto Namikaze se sentía bastante hastiado de la situación desde hace rato, no importaba si se cubría las orejas con una almohada, incluso valía madre si cerraba la puerta o se ponía audífonos, la música estruendosa de todos modos se colaba a sus oídos. Había intentado de todo sin resultados y sólo le habían sacado más venas en la frente de tanta frustración ya que odiaba que sus tías borrachas vinieran a escuchar canciones de Jenny Rivera y a embriagarse tanto que terminaban tiradas en todos lados que parecía que la tercera guerra mundial había pasado por ahí dejando a tanto muerto botado a lo ancho de toda la sala y parte del baño. Si, Naruto odiaba que la abuela Tsunade, trajera consigo más alcohol que Al Capone en sus tiempos como traficante, la mujer gustaba de apostar y beber hasta el agua de los jarrones, como sino fuera poco, se ponía de acuerdo con sus tías para ponerse como una cuba, cantando y bebiendo como barril sin fondo escuchando las típicas canciones de mujeres despechadas donde soltaban blasfemias contra los hombre ingratos e infieles, que según había escuchado, pasaron por sus vidas.
Que lamentable su patética vida, tener que soportar la resonante música que rebotaba en las ventanas. ¡Con todo y que estaba encerrado en su habitación!. Y como si fuera poco, tenia que soportar sin rechistar que sus pobres mejillas fueran pellizcadas con tanto esmero que le dejaban cinco centímetros más de piel, detestaba que pasara eso, y más que su abuela lo apretujara con una fuerza descomunal haciéndole tronar todos sus huesos. Y es que la mujer voluptuosa terminaba hundiendo el rostro de Naruto entre sus enormes pechos al grado de asfixiarlo.
Cansado y viendo que las mujeres que yacían en su sala estaban más ebria que " el esposo de Angela"* después de llegar de la taberna cantando desvergonzado, las mujeres regadas por ahí llamándolo casi en ingles de tan trabada que tenían la lengua por ingerir tanto alcohol y su abuela recostada con Ton-Ton sobre su regazo desparramada en el estomago de la rubia como si fuera la gran cosa, mientras por otro lado Tsunade abrazaba unas cuantas botellas de sake murmurando cosas tontas y torpes en enredo de lengua, la mujer estaba totalmente inconsciente con tanto alcohol encima que termino por noquearla. Suspiro saliéndole un tic en la ceja, aun se preguntaba como es que llevaba más de 50 años casada con su abuelo Jiraiya (un pervertido sin remedio), ambos hacían una extraña combinación e increíblemente se llevaban de maravilla, no había conocido una pareja tan enamorada después de tanto tiempo juntos. En fin tenia que salir huyendo despavorido, necesitaba urgente aire limpio y salir a despejar su frustrada cabeza, pero por sobre todo para no ver el estado tan patético de las mujeres a diferencia de cuando llegaron.
A tropezones Naruto pudo salir de su casa ya que una de sus tías estaba tirada casi en la entrada. Al salir de la casa por fin y viéndose fuera de toda la locura que se desenvolvía adentro se sentó en una barra de concreto que separaba su enorme jardín de la banqueta. Suspiro. Que problemático era todo eso.
La noche tenia un cielo estrellado y un viendo agradable que le hizo sonreír encantado, pero poco le duro el gusto al ver al imbécil engreído que era su vecino y compañero de clases el cual le caia realmente mal, el hombre era un estirado, siempre cargaba con una cara de estriñido total que hasta parecía que le habían metido un hierro caliente en el culo remachado con cemento. Sasuke Uchiha se creía la gran cosa y no llegaba ni a cagada, bufo frustrado, al ver salir al azabache del jardín de su casa abrochando la sudadera negra, junto a un conjunto deportivo poniéndose los audífonos, rodo los ojos exasperado. Naruto le vio acercarse cada vez más hasta donde él yacía sentado disfrutando del agradable panorama.
Fue entonces que Sasuke Uchiha sin darse cuenta levanto la mirada y se topo con unos hermosos ojos azules brillantes y curiosos parando de tajo su intento por empezar a correr, sus ojos negros indagantes y sin ningún tipo de emoción brillaron bajo la luz de la luna al notar la presencia de aquel revoltoso chico que estaba en su misma clase, aquel rubio tonto y bastante sincero que admiraba en secreto pero que le caia más mal que la carne de puerco en la noche, Naruto Uzumaki el centro de sus desvaríos, la patada en el culo, la muela que jode su existencia, un verdadero cadillo entre las pelotas, si, eso era aquel chico con ojos como el cielo, aquel sujeto que le importaba poco menos que una pelusa, Sasuke sabia que él y Naruto no se toleraban mutuamente. Pero él era cortes y sobre todo cabelloso, ¿no?. Así que como tal debía demostrarlo.
—Buenas noches, Uzumaki— parafraseó inclinando la cabeza en forma de saludo.
— Buenas noches, Uchiha— murmuró el rubio, empezando a mecer sus pies despreocupado posando su mirada hacia el frente.
—¿Qué haces afuera?— el azabache se animo a preguntar caminando un poco hasta pararse a un lado del chico metiendo ambas manos a los bolsillos de su pans. No es que le importara.
— Necesitaba tomar aire— suspiro hastiado y le vio al sujeto junto a él sacar un cigarrillo prendiendolo al instante, la tenue lumbre del encendedor le dio un toque bastante místico y atractivo resaltando el perfil perfecto y varonil del azabache, Naruto logro admirarle sin querer. Era como si la presencia de aquel chico lo hipnotizara atrayendo sus ojos como imán sin poder despegar su mirada ni un momento —¿Y tú?— se aventuró a soltar, y a su mente llegaron muchas tonterías que prefirió desechar negó con la cabeza apartando de inmediato sus azules ojos del azabache sacando la idea de que Sasuke lucia bastante lindo, de seguro que si le escuchaba lo insultaba o en el peor de los casos le molia a golpes.
—Salí a correr, me aburre estar en casa solo — Sasuke le dio una calada a su cigarrillo, la noche era agradable y fresca se sentía curiosamente tranquila, sonrió casi sin mover los labios con el cigarro entre los dedos— ¿Te molestaría que me sentase?—al terminar la frase, sus negras iris viajaron por todo el cuerpo de Naruto lento y despacio casi como si le acariciara con la mirada, el blondo tenia un cuerpo menudo y pequeño, lo había visto un par de veces sin ropa gracias a que se cambiaban en los vestidores, era gracias a eso que pudo contemplar el cuerpecillo sentado junta él infinidad de veces en las que sus ojos se perdían en la tostada piel del chico,la mayoría del tiempo se sorprendía así mismo contemplando con verdadero descaro como Naruto se quitaba lentamente la ropa, con una delicadeza impropia de él, siempre procurando que el de ojos azules no se diera cuenta, parecía que su presencia era invisible prácticamente para el de marcas en las mejillas. Lo cual agradecía infinitamente. Con gran sorpresa vio como su enemigo negaba moviendo sus rubios cabellos que ante sus ojos le dio un toque angelical, de pronto le entraron unas enorme ganas de acariciar esas hebras cual hilo de oro. ¿Serian tan suaves como se veían?, ¿Qué se sentiría tocarlo?. Se mordió el labio y desvió la mirada dándole otra profunda calada de cigarrillo— entonces, ¿puedo?— después de un periodo de silencio donde cada uno estaba perdido en sus pensamientos Sasuke dijo con la voz mas ronca que jamás le había escuchado Naruto quien abrió los ojos sorprendido y sonrojado con apenas un toque carmín, ladeó la cabeza con un enorme signo de interrogación en sus iris azules.
— ¿Puedes qué?— pregunto desorientado y Sasuke se dio cuenta que quizá su tono de voz no fue lo suficientemente alto como para llegar a los oídos de Naruto. Solía pasarle con frecuencia cuando estaba nervioso o cuando casi no quería abrir la boca para hablar. Pero no es que Naruto no le haya escuchado, claro que no, si que lo había escuchado perfectamente, pero estaba tan ocupado embelesado observando el bien formado cuerpo de Sasuke, el perfecto rostro que traía como locas a la mayoría de las féminas, algunas personas contaban con una suerte incomparable que un pinchazo de envidia lo invadió por completo, no podía creer que ese engreído contara con tan buen cuerpo y físico, lo odiaba, odiaba todo de él, el sentimiento provoco que arrugara los labios bastante molesto, a veces se preguntaba quien había sido tan cruel con su persona, ¿Qué era lo que le había echo para que la vida lo tratara así?, si algunos como Sasuke lo tenían todo sin mover un puto dedo. Y eso era lo que mas le emputaba, provocando un inmenso resentimiento por el mundo.
Fue sacado nuevamente de sus cavilaciones por la ronca voz del azabache que se escucho suave provocándole un escalofrío que termino en la punta del pie.
—Sentarme junto a ti— contesto serio tirando el cigarro casi por completo consumido, su interlocutor solo asintió casi sin ganas dándole su aprobación, piso con su pie la colilla del tabaco y de paso sentándose junto a Naruto.
—Fumar hace daño, ¿Sabías?— acotó frunciendo los labios, solo por decir algo, por que si se ponía a pensar Sasuke y él jamás se hablaban, así que como tal no tenían un tema de conversación.
— Lo sé, pero me gusta su sabor— le miro sonriendo de lado y Naruto se sorprendió realmente que no lo insultara.
El blondo le acompañó en un rictus similar— Pues a mi no, tiene un sabor amargo y horrible, ademas de que te da cáncer ya sea en la lengua o en los pulmones, aprecio demasiado mi vida— argumento recargandose en sus dos manos echando la cabeza hacia un lado viendo el hermoso panorama que le regalaba el cielo estrellado.
—Realmente es un gusto adquirido — suspiro— un amigo me ofreció uno, lo acepte y aquí me ves de vez en cuando me fumo uno— se llevo una mano a la cabeza despeinandose el cabello en forma despreocupada, sino importaba que hiciera ese desgraciado, siempre terminaba teniendo ese toque engreído que tanto le molestaba a Naruto.
—Bueno cada quien con sus manías y vicios— levanto los hombros en señal de "me importa un carajo" y Sasuke se permitió sonreír de lado altanero.
— ¿Y tú no tienes manías, ni vicios?-
—Tengo más bien un hobby, dibujar mangas, y una manía— se sonrojo por confesar— ya sabes, eso de comer demasiado ramen.
—¿Ramen? — alzó una ceja divertida el azabache —pues yo tengo una manía con los tomates, puedo comérmelos como si fueran frutas.
— ¿En serio?—Sasuke solo asintió como respuesta a Naruto— bueno el ramen, son fideos instantáneos, se podría decir que es de lo único que no me aburro— se rasco la nariz de forma chistosa y Sasuke no pudo evitar soltar una diminuta carcajada que sorprendió a Naruto quien poso sus enormes ojos sobre él.— vaya y sabes reír, yo pensé que eras un subnormal que siempre tenia la cara de estriñido carente de expresión —confeso inocente pero también con la intención de molestar al de ojos ónice.
Sasuke frunció el entrecejo algo cabreado, él jamás se había distinguido por tener un carácter calmado más bien el azabache terminaba explotando fácilmente, un carácter que muchas veces lo metía en problemas de los cuales era sacado por Neji— vaya, pues, yo también pensé que tu cara de retrasado era por que te faltaba oxigenación en el cerebro— soltó con saña y veneno.
—¡¿Qué dijiste, bastardo?!— Naruto empuñó una mano de forma amenazadora gritando en el acto indignado.
— ¡Tu empezaste Uzumaki!—le culpo el bruno frunciendo aun más el entrecejo siseando con rencor.
—Bastardo.—
—Idiota.—
—Imbécil.—
—Subnormal.—
—Retrasado.—
—Patan con SP.—
—Estúpido maricón.—
—¡Ja! Ya quisieras Uchiha— sonrió socarrón— yo no soy el que esta todo el día con SP.
— ¿Disculpa?, ¿Pero cuando estabas bebé no te caíste de cabeza?— pregunto ya muy molesto Sasuke, ¿Es que el imbécil frente a él no podía quedarse callado sin molestarle?, claro, la estaban pasando bien, pero no, ¿Verdad?, tenia que arruinarlo abriendo su estúpida bocaza.— Di algo más inteligente— sonrió hipocritamente en una mueca desencajada— bueno no puedo pedirte eso, la tintura y el peroxido te mata las neuronas. Ya sabes, por eso de que los rubios son tontos
—¡¿Qué dijiste, bastardo?!— Naruto se levanto de un salto enfrentándose amenazadoramente con el puño en alto acercándose hasta quedar a menos de cinco centímetros de Sasuke.
—Lo que escuchaste teñido— el zabache sin inmutarse sonrió de lado con prepotencia cabriando más al voluble rubio frente a él.
— ¡Ya quisieras, nenita, mi cabello es rubio natural!—
— Claro, claro Uzumaki— Sasuke se levanto cansado de la perorata que estaba llevando el blondo. Pero al hacerlo tan rápido le dio un ataque de vértigo haciéndole marear, le estaba dando vueltas todo, así que cuando sintió que se iba a caer manoteo para poder sostenerse de algo sentía que sino lo hacia terminaría desplomandose en el suelo.
De repente, todo paso muy rápido, un grito, todo negro, y cuando su vista volvió se dio cuenta que su mano estaba firmemente sostenida del trasero del rubio y su cuerpo ligeramente inclinado, tanto así que su boca quedo a escasos centímetros de la oreja de Naruto . Este estaba tan sonrojado que su rostro era de un rojo granate y sus ojos tan abiertos que se podía ver más el color azul de sus iris. Sasuke estaba que no se la creía, quería que la tierra se lo tragase, estaba en shock y no podía mover la mano de donde la tenia, cuando sintió que se iba a caer solo trato desesperadamente de conseguir de donde agarrarse para no terminar de bruces en el suelo, pero nunca creyó que su mano terminaría en uno de los glúteos de Naruto, el cual estaba en shock al igual que él.
Cuando la impresión se le paso Sasuke sonrió de lado de forma sensual y se dio el lujo de darle un delicioso apreton a las bien redondeadas nalgas de Naruto. Por el puro placer de molestarle a forma de venganza— ¡Vaya!, tienes un trasero firme— su voz salio demasiado intima y ronca, que hasta a él mismo lo descolocó.
— ¡¡Pervertido!!— Naruto chillo exageradamente y lo empujo haciéndolo trastabillar, corriendo hacia su casa tropezando un par de veces en el camino.
No, no, no puede ser, que alguien le diga que lo que acababa de pasar con el imbécil de Sasuke había sido producto de su imaginación. Naruto estaba aterrado, y sin voltear atrás cerro la puerta de su casa ignorando a los cuerpos regados por todas partes, subiendo de inmediato a su habitación encerrandose, ¿Qué demonios había sido todo eso?...
Continuara...