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Mientras no tengamos rostro por XIVA

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!! Debo decir que me retrase por un dia (En mi país aun es 22 de Septiembre) por cuestiones de tiempo… Pero para compensarles, debo decirles que el capitulo salio largo y tiene una adicion especial con saborcito a lime… Asi que espero que lo disfruten y que al finalizar me comenten como les pareció ¿Ok?

Duodécima Parte: Inicio de una decisión

 

 

El tiempo pasaba caprichoso, algunos días pasaban rápido y otros días pasaban lentos, en específico los días de esta semana se habían y transcurrirían lentamente, y todo se debía a que Shinobu se separaría de su esposo… Pero dicha separación se debía a un viaje que realizaría Miyagi… ¿Cómo haría un viaje padeciendo del trastorno que le impide hacer una vida normal?... Bueno todo se facilita cuando tienes el dinero suficiente para poder realizar tu trabajo sin necesidad de compartir medio de transporte con el pueblo.

Miyagi solo viajaba a lugares cercanos por tierra, ya que así controlaba la cantidad de personas con las que viajaba, es decir solo su chofer de confianza y en ocasiones a alguien de su familia, por lo general su hermano mayor… En esta ocasión viajaba solo en una camioneta con vidrios polarizados a un distrito que estaba a 4 horas por carretera de Tokio, por ende hizo dicho viaje en la madrugada de un sábado, y esa noche después de prepararse para el viaje en la oscuridad como era previsible, Miyagi se despidió de u somnoliento Shinobu con besos en sus labios y promesas de que lo llamaría todos los días, y el chico sintió su ausencia esa misma mañana, dejándolo melancólico, porque estaría solo por toda esa semana. Entonces todos los días sin su esposo transcurrieron con una lentitud torturadora, haciendo que el chico buscara formas de distracción, en especial después de cada una de las tres llamadas diarias que recibía de su esposo, y que exacerbaba el anhelo del chico por tener a su lado a su esposo.

 

Producto de esa ansiedad fue verse con su madre con más frecuencia en esos días, sino es que fuera en un restaurante, era viéndose en su casa (Con previo conocimiento de su esposo que permanecía serio con el tema) y las conversaciones entre ellos lograban alejar dicha ansiedad pero atraían mas pensamientos sobre su rol como esposo, dándose cuenta que se estaba volviendo más dependiente de su esposo. El jueves de esa semana su madre le llego con una noticia que lo trajo de vuelta a una realidad de la que él estuvo alejado por mucho tiempo, y era que su familia siguió su vida aunque el ya no formara parte de ella, y esa reflexión se materializo cuando recibió en sus manos la invitación de la boda de su hermana con el heredero de la familia Yagami, el cual aunque no era por así decirlo un Miyagi, estaba respaldado por una solida económica familiar conformada por empresas de gran diversidad industrial, y Risako debería estar muy contenta de haber cazado semejante pez gordo, aun mas por la situación precaria en la que estaba su familia, e intuía que todos los gastos de la boda fueron pagados por la familia del novio, y sabia que con probabilidad, ella no escatimo en sus gastos, ya la escuchaba excusarse con algo similar a un “De todas maneras yo iba a tener acceso a ese dinero al casarme con mi esposo”, y eso le daba trazos de desilusión al chico.

Pero aparte de eso, Shinobu creyó que podría bien ser una broma, porque Risako y el no eran precisamente cercanos, y pues el había concluido que no recibiría una invitación, y más si se hubo enterado que él estuvo invitando a su casa a su madre y no a ella, pero la mujer mayor descarto esa inquietud:

-              Shinobu ¿Cuándo entenderás que ella es aun tu hermana? Eso no cambiara nunca y ella te quiere en este día tan importante… ¿Acaso no crees que ella merece un poco de interés de tu parte?... ¡Tienes que apoyar a tu hermana en este día!

El chico sabía que su madre tenía razón en eso… Sin importar si se hubiesen llevado bien o no ella era su hermana y debía apoyarla en ese día tan importante, y no tenia ninguna razón de peso para negarse, y así tal cual se lo comento a su esposo, el cual permaneció demasiado callado en esa llamada telefónica, pero accediendo al final, reconociendo que no podía negarse y que era su deber de hermano asistir a la boda, si él lo consideraba así, pero no estaba de mas hacer su ya acostumbrado recorderis que siempre surgía cuando se hacía alusión a Risako:

-              Es tu hermana, pero cuidado con darle mucha libertad a ella para que entre en tu vida.

Shinobu sentía su corazón constreñirse en cada oportunidad que él hacia una alusión de esa naturaleza sobre su hermana, con ninguna intención de disimular su desprecio por ella, e incluso atosigándole para que el mantuviera, algo forzosamente, su distancia con ella, y por otro lado estaba su madre, tal vez buscando que su hijo no se desprendiera del vinculo familiar que el reconocía (Pero negaba superficialmente) nunca buscaron cultivar con él. El joven ciertamente se sentía abatido, pero… Aunque ahora apreciara mucho la presencia de su madre actualmente, en el fondo las palabras de Miyagi tenían mayor retención en su mente, porque… ¿Quién fue el primero en reconocer en el algo más que un simple muchachito?

Por otro lado la ausencia de Miyagi, aunque sea sentir su presencia al lado suyo en la cama, había hecho que, involuntariamente, buscara con más frecuencia a su madre, y entonces se dio cuenta que el aun se comportaba como un chiquillo, dependiendo de una figura mayor, buscando la aceptación de alguien con más edad que él, y la aparición de su esposo desnudó esa faceta que él no había visto en si mismo anteriormente. Tal vez esa revelación fue la que lo impulso a aceptar ir a dicha boda, tal vez en su resolución de demostrarle a Miyagi que el podía reconectarse con su familia y permanecer independiente de ellos, y de paso ser capaz de tomar decisiones… Aunque por algunas clausulas del pre-acuerdo matrimonial no pudiera hacerlos, lo podría lograr indirectamente si tenía la precaución suficiente para no ser tan obvio.

Así fue que en la semana que no estuvo su esposo con él, Shinobu compartía tiempo con su madre y la acompañaba a comer o tomar el té, además que compartir con ella detalles de la boda de Risako que tal como lo había intuido, estaba literalmente “botando la casa por la ventana” y su prometido no escatimaba en los gastos de su caprichosa y dominante hermana, algo que el chico veía era celebrado por su madre, pero igual no podía pedirle otra actitud. Y por las noches Miyagi le hablaba por celular, para darle las buenas noches… El mayor habia suavizado el tono a cuando recién se había ido a ese viaje, a veces le recitaba poemas, en otras solo le daba reflexiones, diciéndole que si él quisiera, cuando se graduara, podría trabajar con él (Había sido cuidadoso en decirlo de esa forma y no “para el”) y entonces el podría acompañarlo a los viajes de negocio cuando se dieran. Y fue cuando en una noche Miyagi le confesó que aun recordaba esa noche cuando habían compartido esa intimidad de pareja y que lo extrañaba mucho… No parecía estar ebrio, sin embargo, Shinobu no entendía que fue lo que llevo al mayor a decir esas cosas tan vergonzosas, pero que en su corazón el compartía, y después de asegurarle que cuando llegara el estaría feliz de volver a profesar los gestos de esas noches con el de nuevo y recibió de los labios de Yoh la promesa de que el le iba a compensar del tiempo que se mantuvieron lejos, una promesa que el chico intuía, llevaba implícitamente una referencia corporal, lo que avergonzó y tuvo al chico en vela, imaginándose dicho acercamiento con su esposo, hasta donde su imaginación le daba.

 

*******

 

Y finalmente llego el día de la boda, en la cual Shinobu llevo el mismo traje que uso cuando firmo el acuerdo prematrimonial, y asistió a la ceremonia ubicado en un lugar un tanto alejado de los núcleos familiares, pero él prefería parecer mas como un amigo de la familia más que un hijo poco relacionado de los Takatsuki, pero ahora viviendo desde otro punto de vista una ceremonia matrimonial le hizo comparar lo bizarra que fue su propia boda.

Y cuando asistió a la recepción, solo podía decir que todos los detalles que su madre le había mencionado sobre la boda de su hermana se habían quedado muy cortas, pues se había llevado a cabo en el muy tradicional Hotel Imperial de Tokio, donde el salón destinado para las bodas había sido detalladamente decorado como para declarar con ahínco que no se trataba de una boda sencilla, y eso calaba totalmente con la personalidad de Risako, ya que aseguraba para sí mismo el hijo más joven de los Takatsuki, ella se había encargado hasta de los más pequeños detalles, incluso noto que algunas cosas las había casi calcado de su propia boda. Y después de entregar su correspondiente Shūgi-bukuro que contenía sus respectivos shinsatsu con una cantidad más que generosa, se dispuso a ir a su correspondiente mesa y se sorprendió al ver que no había quedado en la mesa donde departían sus padres y los padres y hermanos del novio, que por tradición deberían haber estado ubicados cerca de la puerta de servicio como muestra de humildad, sino que estaba al lado de la mesa central que era la de los novios… No, el fue ubicado en una de las mesas más apartadas al lado de unos parientes lejanos del novio los cuales por lo que pudo comprender al hablar con él, vivían en China y que tenían mayor contacto con los padres de su cuñado que con el novio, y por ende comprendió con desilusión que fue ubicado a último momento en donde hubiera un cupo libre, a pesar que su madre le había asegurado que Risako estaba contando con su presencia desde el principio, y vio como a pesar del acercamiento, su madre aun persistía en aminorar esos desplantes de su hermana hacia él, que el recordaba que siempre había sucedido, entonces decidió que apenas pasara la mitad de la celebración se retiraría de allí y se iría a su hogar donde ciertamente se sentía mucho mas cómodo y tal vez llamaría a su esposo para contarle como le había ido y tal vez prolongar su conversación si se daba la oportunidad hasta quedarse dormido, y esa idea le sonaba mucho más seductora que estar allí solitario y sintiéndose tonto por haber confiado demasiado en lo que su madre le había dicho… Fue cuando precisamente su progenitora se había acercado, con una mirada algo avergonzada al percatarse de que el se había dado cuenta de que ella no había sido precisamente honesta, y trato de disculparse:

-              Hijo… En serio no pensé que Risako te ubicara aquí y no en nuestra mesa, ella dijo que haría lo posible por ubicarte allá… Pero no te molestes por eso

-              No madre al contrario… Conocí a unas personas muy amables y aquí no se escuchan tanto las conversaciones de los familiares del novio que por lo que veo son muy numerosos… Entiendo que le fue difícil ubicarme, incluso si se supone que ella me tenía contado entre los invitados.

-              ¡Shinobu! ¡No trates de insinuar que tu hermana te puso aquí a propósito!

-              No insinuó nada, después de todo solo hace pocos días recibí la invitación, yo comprendo que esfuerzo implica organizar una boda y sé que Risako se esforzó mucho y detalles como estos pudieron haber escapado a su control.

-              Shinobu… En serio me alegra que estés en la boda de tu hermana

-              Es lo menos que podría hacer, después de todo ella asistió a mi boda

-              ¡Ese no es el punto!... Hijo yo en verdad quisiera que ustedes se volvieran más cercanos, ahora que ya están casados comprenderán la importancia de la unión de la familia, y que la fortaleza de un grupo familiar radica en la unión… ¿No es así querido?

Entonces apareció el padre de Shinobu, el señor Seiijuro, el cual aparentemente no estaba muy entusiasmado por acercarse a esa mesa:

-              Querida, tu hija te necesita… ¡Oh Shinobu! No sabía que habías sido invitado

Inmediatamente había recibido un codazo de su esposa, mientras la mirada del chico se centró en ese fugaz momento comprendiendo que su madre había maquillado la realidad para él, mientras que para el resto de su familia el no existía en absoluto, y no pudo evitar soltar una amarga sonrisa:

-              Si, al parecer fui invitado a última hora

La madre abrió sus ojos como queriendo reprender a Shinobu, sin embargo no fue capaz, viendo que ahora ya era muy obvio que él no había sido invitado tal como su madre había asegurado, pero para no hacer el momento más tenso decidió cambiar el tema de forma olímpica:

-              Querido, nuestro hijo iba a comentarme sobre cómo le estaba yendo en su matrimonio ¿Si recuerdas que nuestro hijo está casado con un Miyagi?

El hombre la vio con algo de confusión, hasta que cayó aparentemente en cuenta de lo que su esposa hablaba entre líneas: Que Shinobu se había casado a la fuerza por protegerlos a ellos, y este ni siquiera había intentado saber de él desde la boda, como si ya no le importara, y entonces asintiendo de forma disimulada procedió a excusarse, de la forma a la que Shinobu ya estaba acostumbrado:

-              Como veras hijo, desde que me he asociado con la familia política de tu hermana he adquirido muchas responsabilidades, ya sabes manejo un capital que no es mío, por eso debo tener más cuidado y eso me ha devengado mucho tiempo, por eso no he podido llamarte… Pero cuéntame… ¿Cómo has estado? ¿Te ha tratado bien tu esposo? ¿Podrás soportar hasta cuando llegue el tiempo de gracia para que puedas divorciarte sin problemas?

Shinobu se lo quedo mirando con desilusión, viendo como se esforzaba en mostrar un interés genuino que le salía tan artificial, pero él no había crecido como un resentido, simplemente suspiro y con el respeto que siempre le dedico le contesto de forma cordial:

-              Gracias por preguntar padre… He estado bien, mi esposo me ha tratado bien y por ahora no pienso de mi matrimonio en esos términos, porque he sido atendido con mucho cariño en muchos sentidos y por ahora puedo decirte que soy feliz a su lado.

El hombre maduro se lo quedo viendo como si esperara que su hijo de un momento a otro le saliera con una broma asegurando que todo lo que dijo no fue en serio, pero divago en la mirada de su hijo y no noto en ella ningún rastro de mentira, aunque el chico intuyo que el hombre estando tan centrado en sus ideas, seguramente prefirió pensar que Shinobu estaba diciendo como obligación protocolaria al ser miembro de una familia de elite que cuida en demasía su imagen pública, y el chico no estaba muy lejos de esa realidad, el hombre luego sonrió algo relajado para no seguir tocando ese tema:

-              Me alegra… Bueno… Menos mal estas aquí acompañando a tu hermana en este día tan importante… ¿Ya la has saludado?

El chico iba a responder a su pregunta cuando una estructura amplia de color hueso satinado salpicado de millones de cristales se había hecho paso entre las mesas para llegar junto a ellos, mientras una voz molesta se dejo oír:

-              ¿Qué hacen por aquí lejos?... ¿Papa no te ha dicho? ¡Mama, te estaba buscand-…!...

Entonces su voz se quedo en silencio sin finalizar su frase cuando se encontró con la mirada de su hermano, casi como confundida por su presencia, se quedo mirándolo por un momento hasta que al parecer segundos después de haber cruzado fugazmente su mirada con la de su madre, reacciono de forma imprevista:

-              ¡Shinobu-kun! ¡Me alegra verte en mi boda! ¿Cómo la estas pasando?

El chico casi se queda de piedra al ser abrazado por su hermana que lo estrujaba de forma dramática, cosa que nunca, es decir JAMAS había sucedido antes… De hecho la relación de hermanos entre Shinobu y Risako era muy distante, nunca se habían llevado bien, al contrario la mujer siempre había dispuesto estar lo más separada de su hermano menos, diciendo “Que el chico tenia mentalidad de perdedor y que a ella no le iban los perdedores”… Por eso el hecho que ahora ella celebrara su presencia en la boda sonaba muy bizarro:

-              He conocido a los señores Usui que han sido muy amables conmigo aun cuando no conozco a muchos aquí.

-              Pero por que estas tan lejos, ¿Acaso no estás en nuestra mesa?

Cuando su pregunta fue respondida con un silencio el rostro de la novia se transfiguro en una mueca de disgusto:

-              ¡Ya sabía que no debí confiar esa tarea a Mikami-san!... ¡Perdóname hermanito! Fue error de la organizadora de la boda… Seguro fue porque como no me confirmaste antes, estaba casi segura que no vendrías.

Shinobu notó como el rostro de su madre se había tensado mientras su padre se había escurrido de esa situación yendo disimuladamente al bar, seguramente para disponer de otro vaso de whisky escocés con hielo, como a él le gusta beber para relajarse, y el chico luego vio a su hermana representando a la perfección su papel de hermana enfadada mientras quería señalar a otra persona de ese error, y también pensó en recordarle a su querida hermana que su invitación le había llegado apenas unos poco días atrás, pero no quiso dañar el momento, así que solo pudo disimular tal como lo hacía su familia:

-              He compartido una buena conversación con mis compañeros de mesa, han sido tan amables… Así que no te preocupes querida hermanita, por hoy solo importa que tú seas dichosa en tu día ¿No es así?

Y tanto ella como el soltaron una carcajada compartida que sonaría a júbilo si no fuera por las notas hipócritas subyacentes, pero que ambos modelaban para no arruinar un momento así por el honor familiar:

-              Ay hermanito… ¿Cómo te va en tu vida de casado? Supe por mama que te encuentras con frecuencia con ella… Quiero que nos veamos para almorzar un día de estos, para que me cuentes como te va con tu misterioso esposo.

Shinobu casi no responde, algo en el tono que ella empleaba indicaba que estaba al tanto de las visitas de su madre, y muy seguramente ella sabía de la visita que su progenitora le habia hecho a su casa… Casi podía sentir el reproche velado, pero entonces se recordó la posición estricta de su esposo con respecto a su hermana:

-              Que te puedo decir… Mi mama me llama con frecuencia y yo le pongo al tanto de mi vida, por eso hemos compartido mucho tiempo… Nos hemos acercado, más de lo que lo hemos hecho hasta ahora, así que estoy feliz ¿Cierto madre?

La señora Takatsuki asintió algo nerviosa, notando como su hijo respondía indirectamente a la falta de interés de su hermana por acercarse a él, sabiendo que si Risako decidía hacer alguna acusación directa, Shinobu sería capaz de responderle en un tono peor, así que decidió intervenir:

-              Risako querida… ¿A dónde iras de luna de miel?

-              Bueno… Kenta-kun aun tiene que lidiar con algunos negocios en la empresa familiar y le es imposible viajar en estos momentos… Pero… Apenas podamos, iremos a Venecia… ¿Tu a donde fuiste de Luna de Miel Shinobu-kun? Mi mama no me conto de eso.

Shinobu disimuladamente le soltó a su madre una inquisidora mirada que fue muy breve para después contestar:

-              Pues pasa lo mismo que con tu esposo… Es un hombre muy ocupado así que no pudimos viajar… pero en caso de que se presente la oportunidad… La verdad a cualquier lugar sería ideal… Creo que ir a un onsen como el que hay en Kozuchi no Yado Tsurukame Daikichi, en Nikko, la que está en el rio Kinugawa… He oído buenas referencias de ese lugar y podría ser interesante.

-              ¿En serio?... Yo pensé que ahora con semejante esposo tan importante podrías darte el lujo de ir al ryokan más lujoso si quisieras hacer un viaje a nivel local y no a uno de precio intermedio… ¿No crees?

-              ¿Perdón que dijiste?

Shinobu no quería ser suspicaz pero juraría que su hermana se estaba refiriendo a su esposo como si supiera exactamente quién era el, afino aun mas sus oídos para determinar el mínimo trazo de mentiras en la respuesta que ella pudiera darle y sus ojos para descubrir cualquier gesto que delatara mentira, la mujer solo se encogió de hombros logrando responder rápidamente:

-              Pues como es un Miyagi fácilmente podrías darte el lujo de ir a donde quisieras es mas podrías hacer el viaje tu solo ya que tu esposo no podría, y empezar a conocer el mundo…

-              Pero entonces… Ya no sería un viaje de luna de miel ¿No?

-              ¡Tienes razón!... Pero bueno… Que más puedo decir… Me alegra que estés aquí en mi boda… Agasájate y disfruta del resto de la celebración… Mama ¿Podrías acompañarme un momento?

Y con una amplia sonrisa se dispuso a ir a su mesa mientras era seguida por su padre que habia retornado solo cuando Risako se había alejado de esa mesa, mientras que la madre solo volteo a verlo furtivamente con una mirada culposa y se encamino tras los pasos de su hija mayor y esposo, dejando a Shinobu algo confundido con el intercambio con su hermana, y pensó en eso hasta finalizar la velada donde cada invitado tenía que dejar un sobre con la selección de recuerdos que había de la boda… Shinobu se encontraba haciendo la fila, regañándose por no haber decidido irse antes cuando un brazo lo tomo y se lo llevo a un lugar más apartado, para luego darse cuenta de que era su hermana, la cual como era esperarse de ella se había cambiado 3 veces de atuendo, ahora vestía un cómodo vestido de corte imperio que le llegaba a las rodillas y con unos tacones mucho más bajos que los que uso con el vestido de novia, además se había soltado el cabello.

La mujer no dejaba de sonreír, algo que incomodaba a Shinobu porque ella no acostumbraba a hacerlo y menos en presencia de él, pero con un gesto de amabilidad inédito en ella lo abrazo con una calidez que se le antojaba estudiada mientras decía:

-              ¡Gracias por asistir a mi boda!... Espero que la hayas pasado bien.

-              Uhm… Gracias a ti por invitarme… Sé que tuviste que trabajar por ubicarme en una mesa… pero disfrute de la ceremonia y te felicito por la organización que planeaste.

-              Oh… Tu sabes cómo me gustan los eventos… ¡Nunca voy por lo sencillo! ¡Ya me conoces!

-              Si… Sé cómo es que te gustan las cosas

-              Oye Shinobu-kun… ¿Aun te prohíben revelar el nombre de tu esposo?

El chico se confundió ante esa pregunta… Lo que podría indicar que Risako estaba al tanto de la clausula de silencio que debía guardar con respecto a la revelación de información de la familia Miyagi:

-              Los Miyagi son muy estrictos… Aun la clausula de confidencialidad está vigente así que no puedo revelar nada al respecto.

-              Lo sabía… Oh bueno… Eso no impide que no veamos… Vayamos a almorzar la próxima semana el jueves… Y así podremos hablar con tranquilidad… Además iría mama para que podamos compartir en familia ¿No?

Shinobu no supo reaccionar rápido, su hermana prácticamente había decidido por él para un encuentro a almorzar sin preguntarle primero, y tal vez eso era a lo que más había temido en toda la noche:

-              Lo siento Risako… Aun no sé si pueda ese día…

-              Claro que estas libre, mama ya me conto que habría una semana dedicada a la cultura en la Universidad así que las clases se reanudaran después de esta, y eso te da tiempo para dedicarnos una tarde de tu vida ¿No?... O es que… ¿Tu esposo no te deja salir con tu familia?

El tonito que uso ella le irrito de sobremanera y casi en desafío le contesto altivamente:

-              Claro que no se trata de eso Risako… Pero aun no te puedo confirmar si puedo reunirme contigo la próxima semana… Estoy por comenzar mis prácticas en una empresa de los Miyagi… Así que-

-              ¡No, no no no!… No reuniremos los tres… Si no lo hago así seguro jamás lo haremos… Además quiero que me cuentes de tu fabulosa vida de casado y quiero aprender de ti… ¡Vamos Shinobu-kun! ¿Qué no quieres compartir tiempo conmigo y mama?

El chico noto el tono manipulador de su hermana… Pero era cierto ¿Acaso no quería compartir tiempo con ella por falta de química o por sugerencia de su esposo?... Risako se veía especialmente insistente con esa reunión, sabía que detrás de eso estaba su madre… pero… ¿Era momento para ser suspicaz y paranoico? ¿Debía obedecer a su esposo de forma ciega? ¿Dónde estaba la autonomía de sus decisiones?... Una arrogancia personal creció de repente en su corazón, diciéndole que él podía manejar la información que le suelte a su hermana durante ese almuerzo, mientras que también editaría los detalles que exponga hacia su esposo… No estaba haciendo nada malo así que decirle sobre la reunión seria someterlo a un disgusto que no le hacía bien a ninguno de los dos además ¿Cómo podría afectarlo un encuentro casual y corto con su hermana? ¡No irían a hacer nada malo!... Y se auto infundió de orgullo lo que lo hizo aceptar dicha invitación:

-              Claro que compartiré tiempo ustedes… Entonces almorcemos juntos la próxima semana…

-              ¡Perfecto!... Yo sabía que aceptarías… Tú siempre has sido tan bueno…

No quiso pensar en esas palabras como burlas veladas… Tampoco quiso recordarse que cuando su esposo se entere de esa reunión por su cuenta se metería en problemas… Pero… El no estaba haciendo nada malo… Solo tenía que ser discreto, así que solo termino de abrazar a su hermana y se despidió de su familia para encaminarse a la salida, sin haber solicitado su recuerdo de la boda de su hermana.

 

***********

 

Shinobu ciertamente estuvo muy confundido mientras estaba yendo rumbo a su hogar, no pudo leer con certeza a su hermana, sentía por instinto que ella no sentía realmente lo que ella le expresó, el hubiera pensando que al estar feliz por el evento en el que ella era la protagonista, Risako no relajaba su personalidad ni siquiera en esos momentos, pero si al menos disimulo mejor su tóxica esencia, hasta incluso llegar casi parecer como una persona simpática por naturaleza... Shinobu dejaría el trato con su hermana hasta ahí de no ser por la insistencia de su madre en acercarlos, como si quisiera cambiar la pésima relación que han tenido desde niños, seguro ella apela a que la relación que ella misma había llevado con su hijo había cambiado, y sólo era cuestión de voluntad que debía inspirarse casi a la fuerza.

Estaba seguro que a su esposo no le gustará mucho la noticia de que Shinobu iría a comer con su madre y su hermana, y por otro lado debía defender su autonomía y la libertad de salir con su familia sin pedir permiso a Miyagi... Sólo tenía que cuidar la información que le dijera a alguien altamente peligroso como ha sido tildada su hermana. Si lo llega a hacer con cuidado, podría decir que el cumplió su cometido como hermano y dejar las cosas así además de solicitarle a su madre que ya no lo presione para encontrarse con alguien con quien a pesar de compartir progenitores, no tenían cariño verdadero alguno y se mantendría firme aunque eso implique que su madre se enoje... Tenía que evitar cualquier problema con su esposo... Y pensando precisamente en el mayor, el chico ya empezaba planear la llamada que le haría a su esposo, omitiendo obviamente los detalles de su encuentro con su hermana y que iría a un almuerzo con ella y su madre la semana siguiente... No quería mentirle a su esposo pero, sabía que era lo más prudente en esa situación y además sentía que ok faltaba a su anhelo de independencia... Además sólo sería en esa ocasión, ya no tendría que ocultarle nada más a su esposo y dedicarle su total atención.

Llego entregándole su abrigo a la ama de llaves que lo recibía con amabilidad pero algo sonriente y el chico no capto bien ese gesto, y sin detenerse sólo visualizaba cambiarse a su abrigado pijama tras una ducha caliente y relajante y luego de acomodaría sobre su cómodo colchón debajo de sus suaves sábanas y apoyaría su cabeza en esas mullidas almohadas y procedería a llamar a su esposo, el cual seguramente no estará muy interesado en conocer los detalles de la boda de su cuñada y luego ellos hablarían de ellos, de lo mucho que se extrañan, lo mucho que él quisiera que estuviera Yoh al lado de él y sentir su presencia debajo también de esas sábanas, tal vez repetir lo que ellos ya habían compartido íntimamente y posiblemente ir más allá... Shinobu sólo podía sonreír al imaginarse ese diálogo mentalmente y las posibles respuestas del mayor mientras se quitaba la ropa y luego procedía a entrar en la cabina de la ducha.

Ya envuelto en su pijama abrió la puerta de su habitación oscura y no fue que acabo de traspasar el umbral cuando la voz de su esposo resonó desde el fondo:

-           Bienvenido Shinobu-chin

Solo con esas palabras el chico no supo como paso, pero como si su cuerpo tuviera mente propia de acerco corriendo hacia donde intuía era la fuente de la voz y aún en la oscuridad... Con la obvia consecuencia de tropezar con lo que parecía  ser una silla o una mesa y caer de bruces sobre el suelo de manera estrepitosa haciéndole gemir de dolor porque se había golpeado la pantorrilla derecha... Fue cuando sintió un par de fuertes manos levantarlo fácilmente del suelo mientras su esposo preocupado se cercioraba de que no se hubiera hecho daño, tanteándole su cuerpo, el chico sólo pudo mencionar que le dolía la pantorrilla pero que no era grave, sin embargo su esposo lo sentaba en la cama ya que estaban al lado de ella (Y como ya el chico estaba acostumbrado Miyagi se ubicaba en la oscuridad como si tuviera los sentidos de un murciélago en una cueva subterránea), y tomando la pierna magullada procedió a levantar un poco el dobladillo de la prenda suelta y destapo la piel para hacer una inspección táctil acariciando la curvatura de la pantorrilla mientras murmuraba con una voz suave:

-              No esperaba que nuestro encuentro después de tantas noches sin dormir juntos produjera este accidente…

-              Yoh-san… Yo fui el imprudente que no razono que estaba en una habitación oscura y solo corrí para…- Entonces el muchacho cayó en cuenta de que lo que estaba diciendo sin pensar era una señal evidente de lo que su esposo despertaba en él y se avergonzó en demasía – Para… Yo tuve la culpa…

El mayor detuvo sus dedos al oír la voz temblorosa de su joven esposo, y luego susurrando con voz suave se dirigió a él:

-              Yo también te extrañe mi amado Shinobu-chin… No podía esperar para estar contigo otra vez y volver a tenerte entre mis brazos

Y entonces el chico se vio rodado en un cálido abrazo que el casi al instante correspondió con intensidad respondiéndole con un tímido “Yo también te extrañe” mientras escondía su rostro en la curva del cuello y el amplio hombro de Miyagi y se deleitaba con ese aroma varonil de su esposo, que al parecer se había bañado, la piel del cuello estaba tersa como recién afeitado y olía a loción para después del afeitado que el asociaba con el aroma a Old Spice, y también sintió que llevaba una pijama delgada ya que una camisa tendría el cuello almidonado, como a él le gusta… Shinobu se sintió emocionada de tener esa presencia que ahora reconocia como importante para él, y más cuando estaba teniendo sentimientos de desilusión y otros tantos de culpa.

Unas manos gigantes enmarcaron la suave quijada del chico y unos labios volvieron a apoderarse de los del dueño de ese aniñado rostro, desfogando la pasión acumulada de esos días de estar separados, una pasión que Shinobu correspondió con todo su ímpetu y que Miyagi acogió con complacencia al ver recompensado esas probablemente, noches de abstinencia para explorar esa suave piel de aroma exquisito y sabor suave, la cual era ofrecida a él sin ningún impedimento… Y pronto el beso se torno lujurioso, deseoso y afanado… El chico no se dio cuenta al estar abrumado por esas sensaciones mientras su esposo desabotonaba con maestría los botones frontales de su pijama y luego se posesionaba de su cuello dejando trazos dolorosos producto de chupones lascivos y que despertaban en el breves suspiros de esos núbiles labios y jadeos contenidos en el hombre… Unos dedos largos acariciaron el torso magro del jovencito y se centraron en las tetillas que con lo estimulado que estaba el chico estaban erguidos tiernamente, y pronto ante la sorpresa de Shinobu unos labios se apretaron sobre el pezón izquierdo y succionaron con fuerza arrancándole un gemido indecente mientras el chico se apretaba al cuello de el, sin darse cuenta de lo rápido que estaba escalando la situación, y era como si no quisiera contenerse tampoco, así que sin planearlo dio rienda suelta a la expresión vocal de lo que su esposo suministraba con su boca, lengua y manos… Y los dedos viajaron hacia el sur, delineando la suavidad del contorno de su vientre en línea recta debajo del ombligo, esa piel casi lampiña mientras un suave surco de vellos indicaba el camino hacia su centro comparable a la vellosidad de un durazno convirtiéndose eventualmente en una casi lampiña sedosa mata púbica… Era envidiable para una chica tener esos rasgos tan adorables y eso aparentemente enloquecía a Miyagi que se ocupaba del otro pezón con su lengua aleteando sobre la punta hinchada de tanto ser succionada y lamida con más ahínco aumentando el éxtasis en ese chico virginal.

Y era apenas obvio que al ser víctima de semejantes muestras de sensualidad acumuladas por abstinencia, el inexperto joven había logrado una erección en tiempo record que se manifestó con obviedad al tener un pantalón de tela delgada y amplia para dormir con comodidad, y para evitar más su sufrimiento, el mayor tuvo la piedad de tomar con delicadeza ese miembro deseoso y sacarlo de su encierro, y solo el choque térmico hizo que esa zona hipersensible emitiera sensaciones maravillosas al chico que no pudo controlar un sexy gemido y restregar su trasero contra el colchón de forma voluptuosa, algo que no paso desapercibido por Yoh:

-       Esto quiere decir que me extrañaste mucho… ¿Cierto?

El chico no respondió porque estaba avergonzado por su actuar, si se viera a si mismo no se reconocería, pero de todas formas no se sentía mal de expresar esa faceta escondida de él, y fue cuando los dedos hábiles de su esposo recorrieron el tronco del miembro desde la base hasta el glande, humedeciéndose con algunas gotas de liquido que brotaban del orificio, haciéndolo más resbaladizo, y eso complacía aun mas al veterano:

-       No importa… Tu cuerpo responde por su boca… Acaso… ¿Te has tocado pensando en mi en esas noches después de hablar por teléfono?

Pero la respuesta del chico lo sorprendió:

-              Yo… No… Lo hago… Así.

Los gemiditos del jovencito invadían los oídos de Miyagi que iban con el ritmo que el ponía para estimular el erecto pene que tenía en su mano, y comprendió que el chico era tan virginal que no tenía las intenciones de masturbarse sin la presencia del objeto de sus deseos… Y eso infla el ego de cualquier hombre:

-              Ya veo… Solo estabas esperando por mí… Entonces… ¿Te gusta lo que estoy haciendo?

-              … -

El silencio del chico se filtraba a pesar de los sonoros suspiros que salían de la boca del muchacho que al parecer prefería expresarse con sonidos que con palabras, pero eso no era lo que quería Miyagi, así haciendo una pausa, procedió a bajarle los pantalones junto con el bóxer hasta los tobillos sin dejar de estar arrodillado frente a él y le separo las rodilla de modo que el chico se expusiera frente a él de forma indecente aunque fuera en la oscuridad, algo que conmovió al chico que no sabía qué era lo que buscaba su esposo mayor hasta que lo sintió volver a tomar su miembro esta vez masajeando sus testículos con la palma de la otra mano, tanteando la suavidad de la piel que el chico tenía en todas las regiones de su cuerpo, era como si los músculos del chico hubiesen sido forrados con satín, y Miyagi aparentemente estaba enloqueciendo con tener a su lindo esposo abierto de piernas gimiendo mientras lo masturbaba y prosiguió con su lujurioso interrogatorio:

-              Dímelo… ¿Te gusta lo que estoy haciendo?

-              … Si…

-              ¿Quieres que pare?

-              … No…

-              Llámame como tú me llamas… Dilo con esa vocecita que tienes cuando te hago sentir bien

-              Yoh-san… No pares… Por favor.

Sus gemidos aumentaban cuando la presión de los dedos de Miyagi aumentaban igualmente, y entonces Miyagi le susurro al oído:

-              ¿Quieres que te haga venir?

-              … Si… Por favor Yoh-san

El hombre soltó una suave risa al ver a su esposo justo al borde de la locura se inclino sobre su regazo irguiendo aun más el miembro del chico y ante la aterrada sensación del joven, deslizo la lengua sobre la cabeza de este saboreando por fin el verdadero sabor del menor y luego abrió su boca para cerrar los labios sobre el glande para luego succionarlo, haciendo que Shinobu se deshiciera en gemidos.

 

Nunca lo hubiera pronosticado, había oído sobre ese acto anteriormente cuando pillaba fragmentos de conversaciones indecentes que hacían sus compañeros de universidad cuando hablaban de lo que sus novias les hacían o algunos que contrataban servicios especiales… Esto era lo que decían emocionados que los hacían sentir como si estuvieran en el paraíso… Y no se equivocaban, porque eso efectivamente se sentía maravilloso, sentir la calidez de la húmeda boca de su esposo apretar y succionar su delicado y sobreexcitado que multiplicaba las sensaciones ahora que no podía sino detallar con sus sentidos lo que su esposo le hacía con gusto, y Shinobu no podía sino abandonarse a ese placer que abrumaba rápidamente sus sentidos.

Miyagi alternaba el uso de su boca con su mano experta endureciendo aun mas su pene que estaba acercándose peligrosamente a ese clímax, y el chico sentía que en la oscuridad que había frente a sus ojos empezaba a florecer puntos de colores que se dispersaban frente a sus retinas, relampagueando con una frecuencia cada vez mayor acercándose a esa sensación de hormigueo que empezaba desde su miembro a filtrarse por todo su cuerpo hasta que finalmente exploto en todo sentido, su vista se nublo con un flash luminoso que lo cegó mientras que su garganta expedía un último gemido para luego exhalar agitadamente mientras su pelvis desvanecía sus movimientos contenidos, sus manos se entumecieron y sus brazos se debilitaron haciendo que su espalda cayera sobre el colchón, todas esas sensaciones aun más poderosas que las que había sentido cuando su esposo le había dado esos suministros sensoriales anteriormente.

Luego vagamente sintió a su esposo levantarse de donde estuvo arrodillado para dirigirse al que el suponía el baño mientras él se quedaba allí recuperándose de ese aun más brutal asalto a sus sentidos de lo que había tenido anteriormente, llenando su mente de comparaciones con sus anteriores experiencias y recordando vagamente sobre lo que sus compañeros llamaban “sexo oral”, y el chico después de divagar sobre el acto y la sensación que había percibido, a tientas se busco la ropa interior en los tobillos para ponérselos de nuevo y accidentalmente se palpo su vientre pero no sintió ninguna evidencia de su orgasmo, dándose cuenta que no había quedado en su piel, recordando que su miembro estuvo todo el tiempo cubierto por la boca de Miyagi, y cayendo en cuenta de lo que significaba se impresiono al racionalizar que su esposo se había quedado con su semen dentro de la boca… No sabía que eso se podía hacer pensaba que era algo que se desechaba si no tenia como función final la reproducción… Pero… Miyagi bien pudo haber ido al baño para escupir lo que el eyaculo lo que consideraría lo más obvio.

Cuando el chico estaba de nuevo enfundado en su pijama, Miyagi retorno a su lado el cual abrazo a su joven esposo y lo mimo con besos en sus mejillas, el chico respondía con agrado a esos gestos hasta que le pregunto:

-       Miyagi… ¿Por qué hiciste eso?

-       ¿Hacer qué?... Ah… ¿Te refieres a hacértelo con la boca?

El tono desenfadado le provoco vergüenza al inexperto joven:

-       S-Si… Es que pensé que podría darte asco poner tu boca en ese lugar

-              ¿Por qué dices eso?... Todo tu ser sabe tan bien… Hasta tu esencia sabe tan bien que no podía creer que llegaras a tener ese sabor.

El chico quedo frio al escuchar eso… Porque eso implicaba que…

-              Yoh-san… ¿Acaso te tragaste eso?

-              Claro… Todo lo que provenga de ti lo recibo con placer

-              E-En serio… No debiste hacer eso… Esta sucio y-

-              Nada que provenga de ti es sucio… Al contrario atesoro cada gesto, palabra y recuerdo que des… Y ahora atesorare tu sabor en mi paladar y nunca lo olvidare.

Ante tales cursis y vergonzosas palabras el chico solo pudo quedarse en silencio, pero sabía que su rostro volvía a calentarse automáticamente, sin saber cómo reaccionar ante tales declaraciones… Solo podía aceptar que su esposo tenía una forma de demostrar devoción de una forma muy diciente, y solo pudo responder al abrazo que le daba su esposo, entonces el chico pregunto:

-              ¿Quieres que te compense por lo que hiciste?... Me encantaría hacerlo

-              No hace falta… Ya te enseñare yo como podremos hacerte más participe de esta clase de actividades si quieres ponerlo así… Por ahora estoy contento de que disfrutes de lo que hago, y que cada vez podamos hacer mas… Cosas

-              ¡Yoh-san que cosas dices!

Ambos rieron, pero para el chico le quedo claro que su esposo se encargo de el mismo estando en el baño… Así el chico se dio cuenta de que hasta ahora el único que disfrutaba completamente había sido él, y se prometió buscar la forma de resarcir ese desbalance, procurando ser un mejor esposo, y fue cuando su esposo le pregunto:

-              ¿Cómo te fue en la boda de tu hermana?

Shinobu ahora recordaba el pequeño detalle del futuro encuentro con ella, sintiendo la culpa aflorando en su interior, pero trato de disimularlo:

-              Bien… Fue una boda extravagante que era lo que debía esperar de ella… Por ahora no ira de luna de miel… Pero la veo feliz, y para mí eso es suficiente.

-              Ojala y ella sea feliz en su matrimonio… Pero bueno si dedica todo su tiempo enteramente a su esposo sería lo ideal.

-              Pues seguro que seguirá viéndose con mi madre, después de todo ellas son muy unidas.

-              Siempre y cuando lo hagan ellas a solas si quieren… Tú sabes que no puedo prohibirte verte con nadie… No soy un tirano que decide con quien te ves… Pero después de lo sucedido con nuestra boda, prefiero a tu hermana a distancia… Confío en tu criterio en caso de que se vuelvan a ver y sopeses si la presencia de ella es tan necesaria en tu vida como la de tu madre… Después de todo ella nunca te trato con el amor que una hermana debería dar a su hermano… Solo quiero que pienses en eso… ¿Lo prometes?

Shinobu sintió la gravedad de esas palabras, era como si le estuviera advirtiendo sobre su reunión con ella, y la verdad es que aunque estuvo confundido durante la boda sobre la actitud ambivalente de su hermana hacia él, su esposo despejo el panorama, dándose cuenta de que en realidad su hermana había fingido esa amabilidad con el solo por quedar bien, por aparecer la buena hermana… Pero su frivolidad estaba latente debajo de esa sonrisa estudiada… Shinobu quería confesarle ahí mismo que solo vería a su hermana en esa tarde para después alejarse definitivamente… Pero no quería arruinar el momento de sosiego que tenían tras estar íntimamente, decidió callar aunque en el fondo no le gustara… Sabía que guardar secretos era lo peor que podía hacer con personajes que podrían usar eso en su contra, pero después de todo Miyagi le estaba dando la autonomía para decidir qué hacer, y eso incluía el como manejaba las cosas con respecto a eso… Después de todo solo la vería esa tarde y después evitaría tener cualquier otro futuro encuentro, por más que su madre intercediera por una unión que ahora veía como infructuosa, así que con más determinación le respondió:

-       Miyagi yo pensare con mucho cuidado lo que me dices… No te defraudare.

Y se inclino buscando los labios de su esposo para dejar en ellos un fugaz pero amoroso beso para luego acomodarse junto a él en la cama y dispuestos a dormir de nuevo como esposos después de compartir intimidad, y el chico sabía que su esposo estaba complacido con la respuesta que él le había dado; el menor se acomodo en el pecho de su esposo y se dispusieron a descansar pacíficamente.

Shinobu no pensaría en esa reunión por esa noche, por ahora esta dichoso de cómo su esposo había vuelto a su lado, y más dispuesto a estar con él, pero… ¿Estaría bien lo que planeaba hacer? Se sabe que cuando haces planes a escondidas las cosas podrían salir mal y salirse de control, Shinobu tiene buenas intenciones ¿Sera eso suficiente para no desencadenar futuros eventos que podrían alterar esa paz en la que están inmersos esta pareja?... El tiempo dirá si el tomo una buena decisión.

Notas finales:

Bueno… Hubo otro acercamiento intimo… A veces solo falta poner un poco de tiempo entre momentos sensuales y se intensifican un poco mas… Quien que pasara en el próximo acercamiento sexual… Bueno ahora pudimos ver lo simpatica que Risako… Y como su madre se empeña en taparle todo… Pero bueno Shinobu tiene que seguir ese instinto porque tiene la buena intención de ser un buen hermano pero… Miyagi no cree en que su hermana cambie con el matrimonio y se convierta en una buena hermana de la noche a la mañana… Pero es muy misterioso ver como Miyagi insiste en no tener que ver con Risako, menos a través de su esposo aunque estos sean hermanos… ¿Qué hara Shinobu-chin?

 

Agrdezco a mis fieles lectoras/comentadoras: okajara chan, Maria-sama, kaorikusama, Una linda Anoncita (Anonima), Vi Vi y Aqua Marie Paula… A todas ustedes gracias por comentar en este capitulo, pensé que ese cpaitulo habia aburrido a mis lectoras y las habia hecho huir, pero me alegra que aun sigan conmigo, y espero que este capitulo larguito compense el dia de retraso que tuve… Tambien agradezco a mis lectores fantasma, ojala y algunos se aparezcan en los comentarios jeje… Si no que al menos permanezcan en la historia.


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