Decima tercera Parte: Despertar inicial.
La vuelta de su esposo fue algo renovador para Shinobu, estar a su lado le amenizaba las noches, que aunque no precisamente se enfocaban en lides de la pasión eran reconfortantes para el alma y ese era su único alivio mientras la fecha de esa nefasta reunión se acercaba vertiginosamente hasta llegar anunciando momentos inesperados para ese jovencito.
Shinobu se arreglaba con mucho desanimo, mirando de forma aburrida el espejo mientras se abotonaba su camisa, de un momento a otro un zumbido resonó de su teléfono celular anunciando un mensaje que al abrir confirmo con desazón: era de su hermana que le mandaba la dirección del restaurante que muy seguramente era uno de los más costosos de alguna de las zonas hip de Tokio y la hora de encuentro... De ninguna forma estaba saltando de emoción, al contrario, no lo quería reconocer pero se había estado envenenando contra ellas, y su ánimo había estado sombrío tal y como se lo menciono su esposo... Ese era otro detalle, el omitirle a su esposo era como sí lo estuviera traicionando... Pero estaba recordándose de que sí bien el había aceptado reunirse con ellas sería para definir si darle una oportunidad a reencontrar una nueva dinámica con su familia o si ya era hora de terminar el vínculo aunque hubiese avanzado con su madre... Y si resultaba este último le contaría todo a su esposo y aceptaría las consecuencias de lo que implicaba el haberle escondido eso... Pero si resultaba ser el primer escenario... Pasaría tiempo para trabajar en mejorar la imagen que su esposo tiene de su familia, antes de que el llegue a aceptar aunque sea un poco la presencia de su madre y su hermana cerca de el... Ese escenario sería más complicado y propenso a malos entendidos, pero si tuviera un buen término Shinobu sería feliz teniendo su esposo y su familia conviviendo en paz.... Y sólo pensar en su esposo más allá de la fecha del periodo de gracia le entusiasmaba, algo que lo ahora contemplaba como un hecho y que lo ilusionaba aún si su ya disminuido espíritu racional le apuntaba a que debía ser más cauto con esas fantasías, ahora esa voz en la que el siempre se apoyaba era ignorada por su parte emocional.
Al subir a su auto le dio la dirección de un centro comercial cercano al restaurante, le dijo que quería ir a pasar una tarde para él y que lo llamaría para que lo recogiera, lo que implícitamente quería decir que quería estar sólo, y el hombre simplemente asintió y lo llevo y después de despedirse Shinobu entro en el edificio y empezó a hacer tiempo adentro, miro una tienda donde habían unos accesorios que le llamaron la atención, eran unas velas aromatizadas para tener en el baño, de hecho después de esa reunión se daría un muy necesitado bañó caliente se perfumaría y esperaría por su esposo, dependiendo de cual fuera el resultado de la reunión, desquitaría su tensión poniendo en práctica lo que había aprendido de esos vídeos indecentes que él había tomado como material educativo.
Se tuvo que componer cuando se dirigía al café donde quedo de verse con ellas, no más la idea de recordar lo que había visto en su laptop hace un par de días le sonrojaba, tuvo que luchar para borrar ese carmesí de sus mejillas y ahora a enfrentar a esa realidad que quería evitar más no podía y por eso fue que contra su política personal de ser puntual se había retrasado 10 minutos, apenas entro en el recinto diviso al par de mujeres conversando entre ellas, ambas elegantemente ataviadas... La mayor noto a Shinobu en la entrada y lo saludo dándole pie al joven para acercarse a paso lento, hasta llegar a la mesa y donde estaban el par de féminas con sonrisas notorias pero con un aura tensa subyacente, Shinobu sólo sonrió levemente mientras saludaba cortésmente a sus familiares pero notablemente más distante y la madre de él lo noto porque no pudo evitar fruncir sutilmente el ceño ante el pero Risako sólo sonreía con desparpajo estudiado, es más para Shinobu era como si estuviera posando coquetamente hacia alguien que estaba en el fondo del café que estaba a sus espaldas, y el chico no tenía la intención de voltearse para corroborarlo así que se quedo con la duda y simplemente se sentó dejando el paquete que había comprado a su lado y fue cuando Risako tomó el paquete con entusiasmo:
- ¡No te debiste haber tomado la molestia Shinobu-kun!
- ¿Perdón?
El chico se quedo confundido y ella al parecer también así que aclaró la razón de su reacción:
- Pues fuiste tan amable de traerme este detalle ¿Cierto?
Shinobu se quedo de una sola pieza, y vio de reojo a su madre la cual le lanzaba una mirada típica de madre que te ordenaba que sigas con la corriente, y el chico con un suspiro pesado murmuro:
- Uhm pues bueno... ¿Te gusta?
- Pues... Está bien... Gracias
Y su sonrisa apareció en su rostro, el que hace cuando pretende ser amable, Shinobu sonrió de forma tensa pero empezaba a llenarse de frustración viendo que la reunión empezaba con el pie izquierdo y ya sentía que sólo era cuestión de tiempo para que colapsara la situación, así que simplemente asintió y se volteó para llamar al mesero que se acerco para pedirle un te verde y nada más porque la verdad no quería prolongar más la visita pidiendo galletas o bizcochos para acompañar y después se quedo viéndolas sin la mínima intención de iniciar la conversación, así que la progenitora de ambos jóvenes intentó distensiónar el momento:
- ¿Cómo has estado Shinobu-kun? ¿Cómo te va en tu matrimonio?
- Que te puedo decir... Me está yendo muy bien... Gracias por preguntar madre.
Una respuesta muy escueta que no fue inquirida adicionalmente por sus interlocutoras así que la mujer mayor prosiguió con la conversación:
- ¿Como te ha ido en la universidad?
- Bien madre, mañana nuestro grupo de ciencias económicas organizara una venta de postres para participar en la semana de la cultura que se celebra en la universidad. Si quieres pásate y nos ayudas comparándote un Mousse de chocolate, seguro que te gustara
- Ay querido ya sabes cuál es mi debilidad y sabes que debo cuidar ni figura... Pero iré en cuanto pueda... De pronto mi querida Risako me acompaña ¿no?
La mujer más joven que al parecer estaba distraída con algo que estaba detrás de Shinobu se despabilo al sentir que su madre se dirigía a ella y trato de responder con rapidez:
- Ah sí claro, lo que dijo mama
El joven asintió algo incómodo pero luego se alivió cuando llegó el mesero con la taza de té que había pedido y se iba a disponer a beber cuando su hermana comenzó a hablar:
- Ne... Shinobu-kun... Imagínate que pienso redecorar la casa familiar de Kenta-kun pero no quiero contratar un diseñador, son muy costosos y todo que muy impersonal... Y entonces recordé que mama me comento que en tu casa hay unas vasijas de la dinastía Ming preciosas y pues quería preguntarte en donde las compro tu esposo porque estoy segura que irían bien con lo que tengo en mente para el recibidor de la mansión por que por ser así de monumental se presta para decorarla como para detener la respiración... Hablando de eso... Deberías invitarme a tu casa ¿No? Después de todo mi mama ya conoce tu casa y yo nunca he sido invitada ni una sola vez.
Shinobu apenas logró arquear sus cejas viendo como su hermana paso de planes de decoración luego a una actitud de petición y finalizo con un reclamo, una habilidad filial domada en una sola intervención, habilidad con la que el aún tenía problemas para lidiar, apenas y vio a su madre la cual tenía la boca abierta de la sorpresa tal como él, y entonces supo que su instinto le había avisado correctamente sobre la actitud que debía asumir para el encuentro y no tuvo que pensar más:
- ¡Vaya! Para no haberme invitado a tu boda siendo tu hermano, si que tienes agallas para exigirme eso ¿No?
Y era el turno de Risako de estar sorprendida, tal vez porque no se esperaba que Shinobu le contestara de forma agresiva, ni su madre tampoco, y entonces persistió en su papel de ofendida:
- Pero fuiste invitado de todas formas ¿no? Así que no te quejes, comiste y bebiste a tu antojo.
- Cierto y te deje un muy buen regalo... ¡Ah! Claro departí con unos familiares lejanos de tu esposo en vez de estar en la mesa familiar... Y te recuerdo que tú estuviste en mi boda como mi hermana y no una invitada a último momento... Así que tu reclamo como que no tiene fundamento.
- Pero bueno... Acepto que me excedí... Pero sé que tu eres alguien muy noble... Ahora se nos puede dar una nueva oportunidad para acercarnos como familia, lo hiciste con mama... ¿por qué no hacerlo conmigo?
- Mama fue la que se acerco... Ella tomó la iniciativa... En cambio tú sólo exiges la oportunidad... Y así no funcionan las cosas Risako
- Ah... Ahora que estas casado con el gran Miyagi Yoh deben ser los demás quienes deben acercarse a ti ¿Eh?... Que arrogante te has vuelto hermanito.
Y el peor temor de Shinobu se hizo realidad... El que Risako se enterara de quien era su esposo, y por inercia volteó a ver a su madre la cual no salía de la estupefacción al ver como su hija le soltaba esa información tan a la ligera y luego la vergüenza la hizo bajar la mirada al notar la de su hijo llena de ira:
- Madre... Te había pedido discreción... ¿Cómo pudiste traicionarme así?
La mujer al ver a su hijo así reacciono:
- ¡No sé cómo sucedió! Nunca fue mi intención haber soltado esa delicada información... ¡Hijo perdóname!
Pero Risako apenas bufo con desdén al ver a su madre suplicándole al perdedor de su hermano:
- ¡Ay mama por favor! ¿Por qué le súplicas a ese niñito? ¿Es que es un pecado tan grave el que me hayas contado una información tan básica como lo es la identidad de mi cuñado?... ¿Y a ti porque te afecta?... ¿Ahora es que te avergüenzas de ser esposo de ese hombre?
Shinobu inspiro profundamente aire para calmarse y lanzarse contra su hermana, apenas pudo hablar sin gritar lo hizo:
- Para estar tan informada sí que tienes la información muy incompleta... ¿O acaso no recuerdas el acuerdo que firme?... Seguro a mi madre se le olvidó informarte o recordarte... Pero bueno te puedo decir que se supone que la identidad de mi esposo no debía saberse por fuera del círculo familiar... Pero gracias a ustedes... Ya no es así... Especialmente por ciertas involucradas.
- ¡No se dé que estás hablando!... Más bien… ¿En serio me crees tan crédula? ¿No será que te da pena porque se trata de un señor mucho mayor que tú? ¿O será porque quieres dártelas de misterioso guardando una información tan básica?
El chico al escuchar eso apenas sacudió su cabeza al ver lo inverosímil de su hermana, sabía que toda esa pantomima había llegado a su fin:
- Mira Risako... Me encantaría discutir contigo tus alocadas teorías pero aquí sólo hay un hecho... ¿Quieres saber porque la familia Miyagi incluyendo a mi esposo, te detestan tanto? ¿Sabes porque no has sido invitada a mi casa, aún cuando sólo por el hecho de ser una pésima hermana es razón suficiente?
El rostro de su hermana no tenía precio, con la mandíbula desencajada del asombro al ver como su acostumbrado callado hermano le increpaba de vuelta a sus reclamos y entonces Shinobu sólo tenía que argumentar lo que le informaba:
- Los Miyagi no pueden confiar en ti porque no puedes tener la maldita boca cerrada... De hecho, muy amablemente mi cuñado me informo que quien filtró el dato de que me casaba con un miembro de la familia Miyagi a la prensa fuiste tú al no poder evitar ese maldito ego que tienes arruinando las cosas y comentarle a tu amiguita periodista algo que sabías perfectamente no debías mencionar por las políticas estrictas de confidencialidad de ellos... ¡Pero no!... Tenías que meter la pata y tuvo mi esposo que arreglar las cosas y sacarme a mí de ese asunto que nada tuve que ver... Pero créeme que por eso te tienen por el ser menos confiable del mundo... Así que lo lamento “Querida hermanita”, ya que mi deber como esposo es cumplir a cabalidad las exigencias de los Miyagi y tengo que recordarles que fueron ustedes quienes me forzaron a estar en esa situación... Pues bien aclaradas las cosas, entenderás que no puedo hablarte tan libremente de mi matrimonio, no puedes ir en calidad de invitada a mi casa y – Volviéndose para ver a su madre- Lo lamento madre pero obligarme a acercarme a Risako no funcionara y sí eso significa que nos distanciemos pues no hay más remedio- Levantándose de forma airada ente las absortas damas que tenían la boca abierta sin saber cómo articular palabra alguna Shinobu se inclina y toma de nuevo el paquete que estaba al lado de Risako:
- Perdón pero había comprado esto para mi casa, la próxima vez ten la delicadeza de esperar a que te ofrezcan el obsequio en vez de autoregalarte las cosas así que con permiso me llevo esto... Ahora… ¡Adiós!
Y sin más palabras ante las atónitas mujeres el chico se retiró con su paquete dejando el té que había pedido casi intacto para luego voltearse y dirigirse a la salida siendo objetó de las miradas de algunos comensales lo que indicaba que muy probablemente había alzado la voz de mas, algo que le pasaba siempre que el perdía la compostura. Se dirigió con largas zancadas a la puerta del local percibiendo la voz de su madre llamándolo, suponiendo que tal vez le había hecho sentir mal y que ahora probablemente trataba de arreglar la situación o a lo mejor sólo quería aparentar para no quedar tan mal, el ya daba por hecho que no se alejaría de su hija favorita así que pensando así hacia que él no se sintiera tan mal con irse de esa forma, así que no volteo a mirar atrás y prosiguió atravesando el centro comercial y llegar a la plaza para luego desplomarse en una banca para recuperar el aliento... No se sentía mal, sólo un poco por su madre, pero el ver que ella en realidad sólo buscaba un acercamiento superficial y todas las bellas palabras que le dio a él en su boda sólo fueron un contentillo para que ella pudiera alimentar su ego altruista... Pero ahora comprendía a su esposo, el sabía que pasaría eso y le dolía ver que su propia familia no lo contemplaban como parte de ella; sacudió su cabeza con desilusión pero ese día había despertado con una voz en su mente que le hizo aterrizar de esa ilusión de complementar su matrimonio con un acercamiento familiar que resulto ser pasajera.
Sacó el teléfono celular y marco al chofer para que lo recogiera y así fue su tarde mientras se decidía si mencionar a su esposo sobre su encuentro con su hermana.
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La llegada de Miyagi era esperada en especial por un descorazonado Shinobu, el cual tuvo que apagar el celular cuando su madre empezó a acosarlo con llamadas... Para cuándo volvió a encenderlo ya tarde en la noche, noto que habían llamadas perdidas de su esposo y un mensaje de vi en la que el mayor le decía que sí tenía algún problema que esperaba poder hablar con el en la noche, pudiera haber sonado frío pero Shinobu detecto la preocupación en esas palabras... Y era como sí su esposo intuyera lo que había pasado, era muy posible que lo hubiese hecho seguir sin su conocimiento y que supiera que se había encontrado con su hermana, pero si fue así ya no importaba de todas formas por que había tomado la decisión de alejarse de su familia, muy a pesar de su madre que había hecho el intento de acercarse, pero su costumbre de poner a Risako por encima de todo no permitía que sus esfuerzos fueran más allá que un formalismo, nada que fuera duradero y real y que no fuera más que una buena intención, y le dolía por ella... Pero ahora debía pensar en su esposo, y debía cumplir sus labores conyugales, por eso había decidido contarle a su esposo que se había reunido con Risako... Le haría entender que si bien tenia obligaciones por cuenta del acuerdo prenupcial, y la naturaleza inherente de esa unión en la cual el tenía una posición más vulnerable, el también debía alimentar su autonomía pues tenía la edad de tomar sus decisiones y tenía que construir su carácter, Miyagi debía comprender que no lo hizo por capricho o rebeldía contra él, sino porque tenía derecho a construir vínculos con su familia, que él no podía prohibirle hacerlo, y que si el decidió ya no tener nada que ver con su familia es por decisión propia... Se sentía ansioso, porque sabía que Miyagi lo iba a tomar bien esa reunión que el tuvo por su cuenta, pero había sido su decisión.
Miyagi llego a la oscuridad de la habitación donde Shinobu le saludo con afabilidad, él le saludo cariñoso pero algo distraído, su beso no duraba lo que había durado en noches anteriores, el joven empezó a preguntarle por su día, a lo cual el mayor contestaba casual, pero se sentía un poco la distancia, el chico opto por acercarse a el hombre al tomarle la mano, acariciar el largo de su brazo, apoyar su cabeza en el hombro de él mientras estaban sentados en la cama pero Miyagi no parecía querer ceder en los gestos cariñosos de su joven esposo, pero no rehuía de ellos, sólo parecía querer hablar... Y así pasaron unos minutos hasta que Shinobu decidió abordar el tema que le causaba ansiedad:
- Yoh-san... Quisiera hablarte de algo... Ya que estamos ampliando nuestra comunicación... Es algo que tengo que contarte...
El hombre permaneció en silencio, un aura grave empezó a invadir la habitación y la voz del chico empezó a titubear un poco:
- Uhm... Yo... Hoy me reuní con mi hermana y mi madre en un café... Sé que me lo vas a reprochar pero... Quiero que te quede claro que escuche atentamente a las palabras que me dijiste sobre analizar si tratar de acercarme a ellas valía la pena... Hoy te puedo decir que esa reunión me corroboro que las cosas no habían cambiado realmente, lo lamento por mi madre porque ella tuvo un poco de iniciativa... Pero Risako está en otra liga... Y pues ya decidí no volver a tener que ver con ella... Pero si mi madre elige ponerse de parte de su hija... La decisión va para ella también... Eso es lo que decidí.
Miyagi no respondió inmediatamente pero se puso tenso, Shinobu lo comprobó al sentir los músculos de su brazo rígidos... El mayor se levantó de forma un tanto acelerada y al parecer permaneció frente a él aunque el chico no sabía si sí le daba la espalda o si estaba mirando hacia él y entonces su voz retumbo:
- Bien al parecer tuviste que hacerlo cuando yo te pedí que no te acercarás a tu hermana que sólo trae problemas…
- Pero te recuerdo que yo puedo tomar mis decisiones... Puedo elegir acercarme a mi hermana y no causar estragos con las cláusulas prematrimoniales... No soy un idiota ¿Cierto?... Pues bien... Le aclare que había cláusulas de confidencialidad en mi contrato prenupcial y bueno digamos que ella tendrá que aceptar mi decisión cuando no se ha esforzado en lo más mínimo para acercarse a mi... Y apreciaría que me consideres como tu esposo y no como tu hijo.
- Entonces para ti el hecho de que me preocupe por ti y que quiera que no te metas en problemas es como una forma de asediarte ¿Cierto?
- Me tratas como a un mocoso, como si fuera un niño que se va dejar engatusar por sus mayores... Siento como si no confiaras en mí.
- Como puedo confiar más libremente en ti si te reúnes con tu hermana, si lo hiciste sin habérmelo dicho.
- ¿Es que acaso tengo que pedirte permiso para reunirme con mi familia? ¿Tengo que recordarte que solías monitorear las conversaciones telefónicas que tenía con mi madre?
- Tú sabes bien porque tuve que hacerlo... Y por lo visto ahora que trató de confiar en ti, te da por ocultarme cosas.
- ¡No te concernía lo que iba a tratar con MI FAMILIA!
- ¡¿Como que no me concierne!? El tema iba a ser nuestro matrimonio, acabas de mencionarlo... Eso quiere decir que si que tenía que ver con este matrimonio por ende ¡IBAN A HABLAR DE NOSOTROS!
Shinobu no pensó que Miyagi se iba a poner así tan a la defensiva, lo sintió pasearse frente a él en círculos como tratando de menguar su ira y lo sentía manotear al aire como teniendo un debate en su interior, definitivamente no había sido una buena idea pero de alguna forma sentía que él iba a sentirse culpable... Y si afloraba ese sentimiento de culpa después seguramente su esposo se hubiera enojado aún más y probablemente ventilaría aún más su sentimiento de traición, así que Shinobu sólo permaneció en silencio más sin embargo estaba dispuesto a defender su posición de tomar sus decisiones so pena de discutir con su esposo, además tendrá que hacer gestiones para que esta discusión no se filtrara al resto de la familia y en especial ese detalle que no había contemplado previamente, su querido cuñado.
Miyagi se detuvo de repente, pero su aura de había oscurecido, incluso ennegreció aún más la oscuridad que los envolvía, y definitivamente eso era signo de que las cosas no habían mejorado y que no era un asunto de sólo ventilarlo para después calmarse... Miyagi tenía aparentemente más cosas que decir:
- Debí haberle creído a mi hermano cuando me advirtió que ibas a reunirte con tu hermana... Esa fisgona... Esa... Mujer...
Shinobu quedo frío ante lo mencionado por su esposo, y sobretodo que su cuñado no se había distanciado como él creía, es más, había estado intrigando contra él y el vio una vez más una muestra de su ingenuidad al creer que ese hombre lo dejaría en paz y el mismo le había proveído con una excusa para ser acusado... Ahora se sentía agobiado:
- Entonces... ¿Tu hermano sigue monitoreándome?
- No pretendas hacerte la víctima Shinobu ahora, yo confiaba en tu criterio pero he visto que aún sigues siendo un niño.
- ¡Hah! ¿Ahora soy un niño? ¿Ahora pretendes que me quede callado si me están siguiendo sin mi autorización? ¿Y tú lo sigues permitiendo? ¿Dónde está ese hombre que me había prometido que no habría más seguimientos por parte de tu hermano?
- Pues está muy desilusionado de enterarse de que te reunías con esa persona por mi hermano y no por ti…
- Yo aun no entiendo porque esa animadversión hacia mi hermana… Si sé que es una vanidosa e imprudente… Pero… ¿Por qué tanto odio hacia ella?
Miyagi se acerco hacia Shinobu tanto que el chico pudo sentir el calor de su cuerpo frente a él y entonces una voz profunda resonó en sus oídos:
- Podrá ser tu hermana… Pero no sabes los alcances que tiene esa mujer… Cosas que tu desconoces… O tal vez lo sabes pero prefieres mirar a otro lado como haces con tu madre… Prefieres ser tan acomodado que no te importa nada con tal de que te den un poquito de atención y cariño…
- ¡Eres un idiota! ¡Yo no soy así!
- Si y yo que pensaba que solo lo hacías por ingenuo… Pero no… Si quisiste mantenerte callado de que te ibas a ver con ella, sabiendo lo que pienso de tu hermana, eso indica que perfectamente lo hiciste a consciencia pero si ahora me lo confiesas es definitivamente porque la dichosa reunión no fue como tú querías y ahora te las quieres dar de sincero pero no me trago ni por un momento tu pose de niño bueno.
No hubo más que decir, Shinobu simplemente alargo los brazos y sus manos cerrados en puños para estrellarlos contra el amplio pecho del mayor que el chico sabia estaba expuesto frente a él, golpeando cualquiera que fuera la parte del cuerpo de ese hombre que alcanzara, gritándole mil improperios a su esposo el cual no reacciono hasta que aparentemente el joven logro impactarle en el rostro, porque sintió que el hombre retrocedió lanzando un quejido de dolor, lo que hizo que Shinobu se detuviera, y fue cuando ese hombre luego de quedarse quieto por unos segundos sin decir nada después del golpe, inmediatamente le salto al chico con todo su volumen corporal tumbándolo al suelo, dejándolo totalmente desorientado al verse aprisionado… Intento gritar algo pero unas manos bruscas tomaron su rostro tanto que sus dedos apretaron sus mejillas enterrándose en ellas y fue cuando una boca violentamente se apodero de la otra pequeña y suave… Fue un beso rudo, se involucro una lengua que logro una brusca intromisión en la boca de un Shinobu que no sabía cómo reaccionar ante este tipo de ataque… Miyagi siempre había sido dulce y pasional con el… Pero ahora… Sabía que estaba desquitando su rabia con el… Pero… No pensó que sería así… Trato de empujarlo lejos pero no pudo… Sus manos nada pudieron hacer contra la fuerza de su esposo que no tuvo reparos en besarlo a la fuerza… Mas sin embargo… En la adrenalina del momento, en donde afloraron tantos sentimientos intensos de rabia, ira, desilusión, vergüenza se dio paso a esa sensación de deseo, Shinobu no supo en qué momento su boca dejo de resistirse y acepto el ritmo frenético que estaba imponiendo los labios, dientes y lengua de su marido, tanto que estaba seguro que su boca estaba muy hinchada pero en el fondo no se quejaba, es más le estaba gustando sentir a su esposo dominarlo, sentir esa mano toscamente aferrarse a su cabello y apretar entre sus dedos considerablemente sus mechones para sostener su cabeza forzadamente para luego asaltar de nuevo su boca desde otro ángulo, penetrándola salvajemente, y el pobre joven no sabía cómo resistir a ese embate, solo podía intentar aferrarse a él de los hombros para luego sostener la parte trasera de su cabeza pero sorpresivamente, Yoh con su manos bruscamente alejaba las manos de Shinobu de su cuerpo como si no quisiese que lo tocara, el chico se sintió confundido y muy sugestionado con esa actitud de Miyagi, sintió aun mas su energía varonil atacarlo, pero no se sentía ofendido… Era como si la rabia del momento hubiera encendido un fuego en su cuerpo… Pero era un fuego diferente, el chico sintió que su erección se apretaba en su ropa interior y de pronto rememoro las caricias y la boca de su esposo en su miembro y eso inflamo aun más su libido… Quería que su esposo lo tomara allí mismo… Pero en un momento inesperado el mayor se separo rudamente de él incluso empujándolo, se levanto y fue cuando en la oscuridad el chico escucho la ropa de él rozarse con su piel, y el tintineo de su cinturón, el joven empezó a sentir su corazón latiendo agitadamente al igual que su respiración, estaba imaginándose a su esposo listo para hacer con él lo que quería, podría sonar a que iba estar a punto de ser forzado, pero Shinobu no lo sentía así… Es más, lo deseaba… Quería sentir el cuerpo desnudo de su esposo sobre el, y temblar bajo si pasión… El mismo empezó a temblar y fue cuando una mano se aferro a su cabeza, asió sus cabellos y lo halo hacia el frente mientras su esposo le ordeno con un rugido:
- ¡DE RODILLAS!
El chico abrió sus ojos, no lo sentía ni dulce ni amoroso… Era una orden que sonaba a desespero, a lujuria… A rabia… Él lo hizo torpemente más por la presión que le hacia su esposo a su cabeza y se puso de rodillas, y luego la voz volvió a rugir, aunque sonaba más a un siseo, de nuevo gélidamente:
- ¡ABRE LA BOCA!
- Pe-Pero…!-
- ¡QUE LA ABRAS!!!!
El joven no pudo mas ante la presión de ese desconocido esposo, abrió su boca lentamente y sintió como Miyagi le introdujo dos dedos dentro de forma repentina y violenta, forzándolo a abrirla mas mientras embestía con sus dedos profundamente hasta hacerle dar una leve arcada, el joven se sintió ahora si tan absorto ante el impacto de sentir a ese hombre con el que había compartido sus noches de forma tan distinta, y es un hecho que para alguien que aun no había experimentado mucho de su sexualidad era una sensación bastante abrupta… Yoh volvió a gruñir:
- ¡Mantenla abierta!
Y fue cuando además de la mano que aferraba con agarre de hierro sus cabellos la otra mano agarro su mandíbula y entonces sucedió… Sintió algo caliente enterrarse en la profundidad de su boca, era algo largo, grueso y muy duro… Y el joven Takatsuki sabía muy bien que era… Unas lagrimas invadieron sus ojos al tratar de controlar las arcadas que producía el miembro de su esposo internarse dentro su cavidad bucal, apenas podía controlar su respiración y sentía que si no retiraba esa cosa se moriría ahogado… Lo peor fue cuando empezaron las embestidas del falo, al principio solo internaba la mitad del miembro y el chico no sabía qué hacer, solo atino a quedarse quieto sin intentar nada extraño so pena de que su esposo decidiera hacerle daño viendo que el tenia la capacidad física para hacerlo y tal vez hacer algo peor, solo se quedo de rodillas mientras su marido le follaba la boca sin contemplación en medio de jadeos y gruñidos que jamás había escuchado salir de su boca… Fue cuando Miyagi con voz trémula le ordeno:
- Relaja tu garganta… Voy a ir más profundo.
Sin que pudiera replicar, el pene de Miyagi entro aun más a fondo, llego a su garganta, tanto que Shinobu sintió una poderosa arcada que le forzó a retirar el miembro erecto de su boca para luego toser violentamente mientras saliva espesa se escurría de su boca, entonces el agarre de ambas manos volvieron a aferrarse a él con más fuerza que antes mientras el mayor con notorio enojo le rugía:
- ¡Te dije que relajaras la garganta!
- ¡No más Yoh-san!
- ¡No me llames así! ¡Soy Miyagi-sama para ti!!!
Y entonces Shinobu sintió de nuevo la invasión del miembro caliente dentro de su boca y volvió a llegar a su garganta, y otra vez y otra vez… Penetrando con ahincó en su boca al ritmo de las caderas del hombre, follando a lo loco hasta su garganta, en algún momento las lagrimas de Shinobu caían de sus ojos por causa del forzado control que hacía para no vomitar por acción de las arcadas que producía el acto de irrumatio que hacia su esposo en el, pero después de un par de embestidas su garganta cedió los embates y permitía que se deslizara con más facilidad… Y entonces el ritmo de Miyagi aumento al igual que sus jadeos y unos cuantos gemidos/gruñidos contenidos hasta que sintió a su esposo susurrar en medio de sus embestidas:
- Ikisō
El ritmo aumentó aun más, sintiendo como pretendía ingresar con más rabia dentro de él y fue cuando ante el asombro del joven un liquido caliente, espeso y de sabor extraño que tiraba a salado invadió su cavidad bucal, mientras de las manos de su esposo y el miembro que pulsaba mientras eyaculaba le forzaban a no retirarse tan pronto… No… Shinobu no pudo más que tragar el liquido producto del orgasmo de su esposo dentro de su boca, lo hizo lo mejor que pudo porque apenas Miyagi retiro el miembro de forma repentina, el chico tuvo la libertad de toser ahora para aliviar su laringe que fue violentado de esa forma; algunos hilos de saliva espesa mezcladas con semen se escurrieron de sus comisuras mientras el joven tosía, abandonado de su esposo, de rodillas y en un estado patético… Shinobu sentía que tal acto había raspado su paladar y la parte trasera de su garganta, y estaba seguro que al otro día este se resentiría… Y por otro lado, se sentía ofendido, con rabia y humillado, el enojo de la causa de la discusión que inicio eso, mas la rabia de saberse monitoreado unido a que lo habían forzado a hacer ese acto cuando durante su acercamiento intimo Miyagi le había hecho entender que él nunca le haría algo en contra de su voluntad…Y ahora veía con mas notoriedad como la diferencia física entre ellos era una desventaja y lo dejaba muy vulnerable a otro ataque… El joven se sintió asustado, ahora no tenía a quien recurrir para hablar de eso, si su esposo decidiera castigarlo de una forma más extrema podría hacerlo sin ninguna contemplación… Además sintió que su esposo a pesar de la violencia, había disfrutado de ese acto… No le horrorizo del todo ¿Por qué? Se sentía mal de la cabeza porque no había rechazado enteramente lo que su esposo le había forzado a hacer, por más que su raciocinio le gritaba que había sido víctima de abuso por parte de su marido, pero no podía evitar seguir atado a Miyagi… Entonces sintió a su esposo componerse pues parecía arreglar sus pantalones con afán, luego paso de largo al joven que seguía de rodillas y antes de desaparecer solo susurro:
- Dormiré en el cuarto de huéspedes
Luego ya no lo sintió más… Shinobu pudo temblar con los nervios en crisis, se levanto del suelo mientras se limpiaba los labios de la humedad producto del acto, se dirigió al baño donde por inercia busco una toalla y se lavo la cara… Luego se dio una ducha rápida para luego ponerse la ropa de dormir y acto seguido arroparse con las sabanas mientras trataba de dormitarse… Pero su mente divagaba entre tantas cosas… Finalmente comprendió que se había ilusionado bastante con lo que ocurría en su vida, pensaba poder confiar en su esposo, pero a la menor equivocación de su parte, no dudo en abusar de él, porque eso había sido un acto de abuso… Y su familia no dejaría de ser lo que son… El chico entonces por fin dio rienda suelta a sus emociones y empezó a sollozar en silencio, agradeció no haberlo hecho frente a ese hombre… Pero lo que más le dolía era que se sentía más solo que nunca, su ilusión de saberse valorado se había derrumbado totalmente, se abrazo a si mismo… Concientizándose que solo podía contar consigo mismo, que no podía depender emocionalmente de nadie, y lo más terrible era que no podía negar que se había enamorado de su esposo… ¿Podría dejar de amarlo después de lo que hizo? No parecía posible a esas alturas, solo podía regañarse porque había visto su vida desde el cristal equivocado, algo que no correspondía a su realidad, su familia nunca lo apreciaría, y solo era cuestión de tiempo para que Miyagi se mostrara como en realidad era, y que evidenciara el desprecio que él en realidad sentía por él tanto como por su familia… Se limpio las lágrimas… Debía ser más cauto, ahora que ya nada lo unía a su familia el ya no tendría más elementos para prohibirle nada, por tanto el solo debía portarse bien mientras no implicara un acercamiento físico, solo se ajustaría a los parámetros básicos para proseguir con la boda para finalmente apenas pasara un día del tiempo de gracia, solicitar el divorcio… ¿Por qué no hacerlo de una vez?... No era capaz de dejar a su familia en la ruina, el no era como ellos y para bien o para mal eran su sangre, así que solo se infundio algo de valor… Desde mañana aterrizaría su corazón, ya no se dejaría ir por las palabras o gestos aparentemente cariñosos que tendría su esposo en el futuro, porque muy probablemente el consideraría que lo que sucedió fue por culpa de él… Ya no se dejaría llevar con facilidad, era algo que se prometía pero… ¿Lo cumpliría? ¿Sería capaz de divorciarse de Miyagi apenas pasara el tiempo de gracia? ¿Soportaría otro acto abusivo como el que sucedió esa noche?... Debía pensar muchas cosas, pero ahora se sentía tan agotado emocional y físicamente, divagaba entre sus planes a seguir antes de sentir sus parpados pesados e invadirlos de sueño hasta que se durmió… Pero ciertamente el chico esa noche no descansaría.