Vigésima Cuarta parte: Cuando la soledad acompaña al alma
La mirada de Shinobu estaba totalmente fija en la figura que se había aparecido al voltear la esquina tropezándose con esta… Y una mirada muy sorprendida se evidencio como un acto reflejo a la mirada de él, aunque más que de sorpresa era una de conmoción, su mente casi forma un corto circuito, por que las implicaciones de la aparición de esta persona en ese momento donde Yamada le estaba precisamente le estaba diciendo que la persona que lo acosaba estaba cerca de él… ¿Qué mas podría pensar si ve a su hermana frente a él?... Y por unos segundos ninguno de los dos dijo nada solo se vieron a los ojos de forma incrédula de que la persona que estaba al frente era su hermano o hermana, y solo fue Shinobu quien reacciono por fuerza a romper con ese intercambio de miradas:
- ¿Qué haces aquí… Risako?
La mirada de la mujer cambio a uno de asombro a uno más calmado, y para disimular dicha sorpresa, sonrió con un ligero tinte de desdén, algo característico de ella, y azotando un poco su cabello para acomodarlo de forma altiva respondió con una voz sorprendentemente calmada:
- ¡Hermanito que sorpresa encontrarte por aquí! ¿No deberías estar haciendo tus prácticas en la empresa de tu esposo?
Shinobu arqueo sus cejas con incredulidad… ¿Así que ahora era la que interrogaba?... ¡No! ¡Eso no iba a pasar!... Así que con disimulo se inclino para recoger el celular que había dejado caer y acercándolo a su rostro, escuchando levemente la voz amortiguada de Yamada llamándolo con insistencia y preocupación dijo en un tono tenso pero que quiso hacer pasar como calmado:
- Hablamos después.
Luego de colgar, despejo su garganta para luego volver a verla a los ojos, esta vez con decisión y prosiguió:
- Esta no es tu zona Risako… Estas muy lejos de Ginza o de Omotesando ¿No crees?... Esta es una zona de oficinas y no hay almacenes de lujo por aquí.
La chica rompió la mirada del chico echando la cabeza hacia atrás para reír del cómico comentario de su hermano menor:
- ¡Oh! ¡Jajajajaja! ¡Qué ocurrente eres hermanito!... Vine a hacerme cargo de unos asuntos de mi esposo que tiene una de sus oficinas cerca de aquí y pues estaba algo perdida… ¿No soy muy torpe?... En fin… ¿Y qué haces tú por aquí?
Shinobu sopeso la información que su hermana daba de forma tan casual, como si fuera lo más normal que ella se encargue de hacer favores a otra persona que no sea ella, incluso su esposo… ¿Acaso esperaba que creyera esa excusa?... Pero sabía muy bien que no podía destapar el hecho de que sabia más cosas de ella en las últimos días que en casi toda una vida viviendo con ella, porque por más que hubiese convivido con ella había encontrado más honestidad en su familia política incluyendo a su cuñado que en su propia familia, así que no se le hacía raro que ella pudiera intentar ocultar sus verdaderas intenciones, así que se procuro rápidamente responderle sin dar mucho detalle, ya que si le respondía directamente no sabría como ella iba a responder o reaccionar:
- Bueno es que trabajo aquí en este edificio… Aquí hago mi pasantía.
No le iba a negar esa información porque estaba seguro que ella ya lo sabía, y si llegaba a mentirle la pondría en sobre aviso, el secreto era decirle hechos verdaderos dependiendo de lo que ella preguntara pero sin dar detalles importantes, aparentando así estar ajeno a su situación; la mujer echó un rápido vistazo al edificio para luego arquear sus cejas, de forma confusa, fuera actuado o no, para responder de forma consecuente con su gesto:
- Pero Shinobu-kun… ¿No deberías hacer la pasantía en una de las empresas de tu esposo?... Seguro así conseguirías las mejores condiciones para hacer las pasantías en todo Japón e incluso estarías trabajando directamente como un directivo… ¿No te ahorrarías así años de carrera laboral para obtenerlo?
Era de esperarse que su hermana siempre usara su lógica para ver situaciones para sacarles ventaja, era parte de su naturaleza, algo que podría ser muy práctico para alguien manipulador y facilista como ella que no ocultaba su tonito burlón al señalar sutilmente su falta de practicidad… Pero el estaba hecho de un material diferente:
- Al contrario de lo que tu harías… Yo quiero ser alguien por mi cuenta y no gracias a mi apellido de casado o mi familia… Soy alguien muy capaz y es tan así que he conseguido unas muy buenas condiciones para trabajar mi pasantía en esta empresa por mis meritos… Así cuando desempeñe un cargo directivo sea en las empresas Miyagi o en cualquier otra compañía, yo estaría allí por mis capacidades totalmente comprobadas para cualquier directos de RRHH que haya en este país o incluso en cualquier multinacional si decidiera irme a trabajar en otro país… Así que estoy contento aquí.
Y si, tenía que responderle con firmeza, señalándole también sutilmente que el si estaba dispuesto a trabajar duro y demostrar que podría vivir por su propias capacidades y no por el dinero de su propia familia o su familia política, algo que ella en su vida lograría, pero ella no parecía estar contrariada por ese señalamiento, al contrario, orondamente se volvió a sacudir su cabello y responder ahora con apatía:
- Siempre te gusta hacerte la vida más difícil, por más que los atajos se te aparezcan al frente, siempre elegirás el camino más largo y tortuoso.
- Sí, siempre elegiré el camino mas largo, pero el que me guie al destino solido como persona, las rutas fáciles siempre tienen tantas variables que su estabilidad es muy riesgosa, y pronto tendrías que trabajar el doble que si lo hubieses hecho de manera correcta desde el principio… ¿Si me entiendes?
Los ojos de Risako se encendieron brevemente con ira al saberse sermoneada por su hermano más pequeño, pero pronto cambio de actitud y de tema:
- ¿Sabes? Ya que hablamos de formas correctas, mi mama me ha comentado que no le has vuelto a llamar… ¿Acaso ya te olvidaste de ella?... Una actitud muy inmadura viniendo de alguien que le dice a los demás como deben vivir sus vidas ¿Ne?
Shinobu sintió una irritación subir por su esófago, truncando las palabras que iba a emitir producto de la ira… ¿Quién se creía esa… Mujer?... ¿Acaso ella viene a reprocharle por el mal comportamiento que ha tenido su familia?... No gustaba mucho de recordarle a los demás sus errores, solo cuando la persona en frente suya ha sido insistente, incluido su esposo, así que tuvo que sacar su lado diplomático aunque estaba algo difícil de sacarlo con la presencia de su hermana allí:
- Ah sí… Hablas de un padre que nunca en su vida se preocupo por mi bienestar y solo me noto cuando quiso salvar su pellejo… Una hermana que sabiendo las políticas de privacidad de los Miyagi va de chismosa con una periodista a dar información que nadie autorizo a liberar, y esos dos que menciono en la vida me han integrado a la familia o me consideraron parte de ella… Mi madre aunque cometió varios errores ha intentado enmendarlos, precisamente por no cortar comunicación con ella de forma definitiva es que me he alejado por que fue algo delicado lo que hizo y quiero que el tiempo diluya un poco la animadversión que tienen los Miyagi contra ella… Y tú estuviste involucrada en todo, y ni disculpas he recibido de ti… Así que es muy desvergonzado de tu parte venirme a mí a decirme que debo ser correcto con mi familia cuando ustedes han sido los más indiferentes conmigo y solo me usaron como tabla de salvavidas para salir airosos de una sarta de errores que ustedes cometieron y de los cuales tienen que hacerse responsables… No voy a aceptar que tú me vengas con esa fachada decencia cuando tú en eso dejas mucho, pero mucho que desear… Le explique a mi madre del porque me alejo de ella, y esas explicaciones solo le conciernen a ella y ella es lo suficientemente inteligente para entenderlas, pero esas no se acogen a ustedes, no me interesa que opinan al respecto, y si no les importa mejor, así ha sido toda la vida, por tanto dejemos las cosas así, sigue por tu camino a lo que tengas que hacer… Yo no tengo nada que ver contigo ni tu conmigo… ¡Adiós!
Risako apenas pudo abrir un poco la boca cuando Shinobu procedió rápidamente a irse de allí, porque sabía que si ella seguía provocándolo él iba a cometer una imprudencia… Nunca pondría una fachada de hipocresía solo para sonsacarle información a ella, mucho menos siendo ella una zorra astuta que se sabía de sobra esas artimañas y sospecharía mucho al verlo tan conciliador… Prefería alejarse de esa bruja, para él en el fondo le sería muy fácil desconocerla en el futuro como hermana, y mas con lo que recientemente había descubierto… Ese sería un plan sencillo de no ser porque la mujer murmuro, de forma suficientemente clara, con un tonito lleno de desdén:
- Que resentido resulto ser Shinobu-kun
El chico tenia los nervios de punta, sintió sus dientes apretarse, sus manos cerrarse en puños tan apretados que sus nudillos estaban pálidos y unas enormes ganas de darle una cachetada tan grande como todos los daños que esa mujer había provocado a él y a sus seres amados… Se volteo para encararla sin disimular totalmente la rabia que irradiaba en su mirada, ella lo miraba con burla, sabiendo que la había escuchado, mofándose de su reacción y sabedora de que el chico había mordido el anzuelo en espera de que el liberaría algo de alguna información que ella pudiera utilizar para su beneficio, solo tendría que aguantar por unos minutos un mal momento y luego desaparecería… Si pero…
- Risako… En vista de que siempre seguirás viéndote con una imagen intachable, que siempre haces las cosas bien… Te pregunto… Cómo es posible que sabiendo todo el protocolo de los Miyagi incluso antes de saber que yo era el escogido por Miyagi Yoh, que él me eligiera a mí de una lista larga de candidatas… Como es posible de que tu habiendo solicitado un miai con los Miyagi el cual es bastante absurdo por parte de nuestro padre que se que fue el artífice de tamaña idea... Sí ustedes mandaron la solicitud, estaban totalmente al tanto de los protocolos de privacidad que exige la familia Miyagi... Si ya ustedes lo sabían... No entiendo cómo es que cometiste semejante estupidez y peor... Ganarte la desconfianza de los Miyagi si tantas ganas tenías de pertenecer a ellos... Son mencionar que me ocultaron el hecho de que habías intentado postularte como prometida...
El rostro de Risako no se inmuto a primera vista... Pero Shinobu vio un vestigio de inquietud en sus ojos, algo que se esfumó rápidamente para cambiarlo por un gesto neutro aunque su voz sonaba distante:
- Eso sucedió hace mucho tiempo... ¿Quién te contó eso?
- Yamada me lo menciono recientemente... Y es curioso porque según el apareciste en un registro de ingreso pero no hay descripción del asunto lo cual es bastante raro aunque es posible que el archivo al renovar el siguiente año pudo haber borrado algunos archivos... Aún así no deja de ser curioso que ya hubiesen intentado unirse a la familia antes de la solicitud de los Miyagi de mi mano...
- Si... ¿Y nadie más te comento al respecto?
La intención de Risako resulto obvia... Preguntar por quienes más estaban al tanto, pero la pregunta de Shinobu seguía sin ser respondida, debía mantenerse firme en buscar esa repuesta:
- Risako te hice yo la pregunta... ¿Porqué me ocultarías tal información de mi? ¿Por qué cometiste ese error tan monumental?
La mujer desvió su mirada, notando que Shinobu no estaba cayendo en sus cambios de tema, debía responder, pero... Respondería con honestidad y casi sin subir la mirada respondería tratando de sonar digna aunque no muy dispuesta a responder a su hermano:
- ¿Qué caso tenía? ¿Para qué contarte sobre eso? ¿De qué hubiese servido contarte que yo había sido postulada para ser prometida del hijo menor de la familia que habíamos intentado destruir pero que después nos humillo? ¿Qué hubieses hecho si lo hubieses sabido? De igual forma no te hubieses podido negar
- ¡Yo me negué! Ustedes fueron los que me obligaron a casarme así que nunca fue mi decisión.
- ¡Tenías que casarte para salvar a la familia! ¡Era tu deber!
- ¡Era su responsabilidad! Mi padre pudo haber negociado con cuotas, con terrenos que se aún mantiene en secreto... El pudo haber salvado a la familia porque le correspondía a él hacerlo
- ¿Y ser humillados y quedarnos sin nada? ¿Caer en la pobreza más absoluta?... ¿Así piensas que la familia debía terminar?... No entiendo de que reniegas tanto si todos salimos ganando, y tú ahora vives en esplendor y famoso al juzgar por cómo te exhibías en ese evento en el que hace poco estuviste... No sé de qué te quejas tanto...
- ... Si tienes razón... En el sentido de que salimos ganando, ahora gastas a manos llenas la fortuna de tu esposo, mi padre ahora está tomando decisiones con las empresas Yagami, y yo encontré al amor de mi vida y es el hombre en el que confió plenamente y el que me brinda la seguridad que nunca he sentido en mi vida... Así que en eso te doy la razón.
Eso último lo dijo con un tono acentuado para aclararle que a pesar de todo y de la intención de su familia para que hubiese salido sacrificado el salió victorioso con un gran hombre a su lado... Se lo dijo para herirle en su orgullo para recordarle que el obtuvo lo que ella no pudo conseguir ni con trucos sucios y notó el desprecio con el que ella lo miro después de escuchar esa declaración. Entonces la mujer levanto su muñeca para revisar la hora de su lujoso reloj Bvlgary y haciendo un exagerado gesto de apuro dijo en un tono consecuente con su rostro:
- me encantaría quedarme aquí para ser sometida a tus juicios pero ya me tengo que ir a mi casa porque quede con mi madre de buscarle algo para ella y ya se me hizo tarde... Así que me despido... Que te siga yendo genial como te está yendo en tu vida... Sólo recuerda que esa suerte de la que disfrutas ahora se puede revertir... Nada dura para siempre hermanito... ¡Bye!
Shinobu no salía de su asombro, al escuchar la desfachatez de su hermana, pero al mismo tiempo no quiso darle el gusto de tener la última palabra y le resalto precisamente la incoherencia de la que aparentemente su hermana no había notado:
- ¡Claro! Pero... ¿No venías a hacer un encargo de tu esposo por este sector?... Por aquí no hay tiendas para comprarle algo a mi madre.
El gesto absorto de Risako duro unos segundos hasta que se compuso rápidamente y como buena hija de su padre trato de escapar con disimulo:
- Eso quise decir, apenas termine de hacer ese asunto de mi esposo yo iré a buscar lo que me pidió mi mama que le comprara... Ya sabes, siempre estoy dispuesta a complacerla, porque somos tan cercanas.
Shinobu sintió que su paciencia estaba tan disminuida, hasta el punto de estar colgando de un fino hilo, estaba al punto de gritarle en su cara lo zorra, manipuladora, baja que en realidad era pero se recordaba a gritos que no debía hacerle obvio que sabía perfectamente que ella era su acosadora... No... Debía acudir a su prudencia aunque esta estuviera un poco más lejos de su alcance:
- Me alegra saber que aún compartas tiempo con nuestra madre... Pensé que estaría sola con tus múltiples compromisos sociales.
- Para que veas que siempre saco tiempo para mi madre, al contrario de otros que sólo quieren tenerla lejos.
- Pues ya era hora de que te preocupes por alguien más aparte de ti misma... Espero que seas igual de pendiente con tu esposo.
- ¿Qué estas insinuando? Si tienes algo que decirme ¡Dilo de una vez!
Shinobu estuvo muy tentado, a soltarle que no se le había escapado que ella muy descarada estaba coqueteándole a un tipo en el café donde se reunieron por última vez, se percató de eso cuando salió y vio a un joven que estaba justo detrás donde él estaba sentado, por lo que entendía el porqué Risako le hacía ojitos de pretendida forma disimulada hacia ese lado... Y sin saber si hubiese llegado a algo más con ese u algún otro tipo... Ahora no podía asegurar que su hermana era una mujer casada con un comportamiento intachable... Pero otra vez se contuvo de decir algo comprometedor, sólo le sonrió de forma arrogante a esa mujer que tenía un gesto altivo con él, seguramente convencida de que Shinobu no tenía idea de quién era ella y sólo le respondió:
- si tienes tu consciencia tranquila no tienes por qué reaccionar así... Si tu estas tan segura de completarte como una esposa dedicada a su matrimonio y una excelente persona con sus congéneres... Poco te debería importar la opinión que yo pueda tener o alguien más... Si no es una muestra fehaciente de tu inseguridad. ¿No crees hermanita?
La mujer torció su boca con desdén al sentir el tono ácido que desplegó Shinobu y para distanciarse de ese agrio encuentro comento ya con un tono indiferente:
- Tienes mucha razón Shinobu-kun... Me importa muy poco lo que pienses de mí.
El chico decidió complacer a Risako alejándose el también en el sentido contrario contestándole también con la misma indiferencia aunque pronto su tono adquiriría un matiz de advertencia:
- El sentimiento es mutuo... Sólo te pediría como familia que soy de ti... Que te dediques a tu matrimonio, busca formar una familia y concéntrate en el camino que has trazado con los Yagami... Tienes suerte de que pudieras conseguir ese prometido que puede darte el estilo de vida al que estas acostumbrada... No te busques lo que no se te ha perdido porque esa suerte podría terminar de forma abrupta... Es lo más que puedo recomendarte, con las mejores intenciones... Sólo espero que aunque sea aceptes mis palabras... A pesar de todo... Espero escuchar de ti que eres feliz con tu familia... Adiós Risako.
La mujer lo miro desconcertada con las palabras que le dedicó su hermano... Hubo un rastro de inquietud en sus irises, que luego desapareció al ella desviar su mirada y darse vuelta para continuar su camino sin dedicarle una mirada de nuevo ni una despedida... El chico contuvo su respiración y emulando a su hermana prosiguió su camino sin voltear a verla y siguió con su paso aún más acelerado para dirigirse a la vía principal donde en cuestión de momentos y suerte logro detener a uno de esos automóviles amarillos con su letrero rojo anunciando que estaba libre y apenas el conductor abrió automáticamente la puerta el chico no se demoró en entrar raudamente para luego exhalar profusamente y recuperar su respiración pero estaba muy agitado... Pronto el chico sintió un nudo en la garganta que se acrecentó y luego una lágrimas que inevitablemente rodaron por sus mejillas... Aunque la posibilidad estuviese ahí, tenía la esperanza de que resultara siendo alguien que él no conocía... ¿Porqué tuvo que haber sido su hermana? Incluso en el fondo esperaba que todo fuera una maldita coincidencia y que lo que su hermana dijo fuera verdad... Si, quería creer eso pero... La evidencia era persuasiva y contra sus deseos sabía que su hermana era capaz de hacer todo eso... Años de desilusiones con su hermana le decían que era una probabilidad cercana a la realidad.
El chico se sobresaltó cuando el conductor le preguntó si estaba bien, lo hacía más para poner en marcha su carrera más que genuino interés por su deprimido semblante, pero Shinobu componiéndose en segundos y rápidamente secándose las lágrimas con el dorso de su mano le dio al hombre la dirección que Yamada le había enviado y se dirigió a encontrarse con él.
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En la mesa de una cafetería que tenía muchos comensales esperaba Shinobu mientras Yamada traía dos envases con café latte, el chico permaneció inquieto viendo la gente pasar a través del ventanal del local, observando si de pronto reconocía a su hermana en las esquinas pobladas de personas... Sentía que estaba siendo perseguido, una paranoia se había apoderado de él, angustiado por que su hermana buscara su perdición... Y su tren de pensamiento fue interrumpido cuando una taza de cartón humeante fue puesta frente a él, para luego reanimarse con la bebida caliente... Yamada por su lado sólo contemplo la superficie de la bebida esperando a que su “joven amo” se decidiera a hablar sobre lo que sucedió, y a guardar las inquietudes que había sentido al Shinobu haber cortado la llamada tan repentinamente justo después de haberle revelado que su acosador estaba justo al lado de el... El chico ciertamente estaba muy ansioso y deprimido, sin mencionar suspicaz con su entorno... Eso significaba que probablemente descubrió quien era aquel que lo estaba acosando y por el semblante del chico, deducía que era alguien que él conocía y que dicha sorpresa fue muy ingrata.
Cuando hubo pasado unos minutos en silencio, Shinobu por fin rompió el silencio:
- Me encontré con mi hermana Risako cuando me dijiste que la persona que tenía ese celular estaba persiguiéndome... Justo cuando me dijiste que esa persona estaba cerca a donde yo estaba, ella se aparece frente a mi... ¿Sería un gran pecado si llegó a creer que mi hermana es la que ha estado detrás de esos mensajes? Dime Yamada... ¿Es lo que aparenta ser o sólo una horrible coincidencia?
El hombre contemplo a los afligidos rasgos de Shinobu en silencio, más que nada por desconcierto, porque entonces el chico estaba dándole la identidad del personaje que estaba en la misma posición que estaba en ese momento la hermana de él. Lanzo un suspiro para luego comenzar a dar su opinión:
- Quisiera decirle que podría ser una terrible coincidencia pero... Mi instinto me dice que esa persona tiene grandes probabilidades para ser esa persona que le está mandando esos horribles mensajes... En estos casos hay que aplicar la fría lógica... ¿Ella tiene un motivo para hacerle eso a usted que es su hermano? ¿Ella le dio una buena y convincente razón para haber estado precisamente en ese lugar?... ¿Usted le dio a entender que sospecha de ella?...
- Dijo que estaba por allí haciéndole un favor a su esposo, lo cual es una vil mentira porque ella nunca se prestaría a hacerle favores a nadie... Y... No... Yo no le di ninguna información aunque me mostré desconfiado con ella, pero no creo que ella sospeche que yo sé lo que ella está haciendo... Tuve mucha rabia y aunque ganas no me faltaron de gritarle en su cara lo... Bajá que es... Pero... Sabía que no podía hacer una confrontación en ese momento... Y al ponerme en evidencia ella buscaría otras tácticas para amedrentarme, quizás llegando a niveles de intimidación física... Ahora la creo capaz de contratar matones para asustarme.
- La verdad no conozco a Yagami-san... Pero si es tan astuta para hacer todo esto... No creo que busque un escenario para ponerlo de víctima a usted, Miyagi-sama lo cuidaría y más reforzaría su matrimonio... No, buscara la forma de mellar su confianza en el... Yo creo que tomó la mejor decisión al no confrontarla, porque así podremos buscar evidencias para probar que ella la esta acosando y así podríamos ponerle una orden de caución, así terminaría el acoso, porque de esa forma podríamos obligar a las autoridades a vigilarla y teniendo en cuenta que mantener el nombre de la familia lejos de los pasquines judiciales o ensuciarlos con acusaciones es lo que menos espera una familia de alcurnia, así que forzosamente mantendrán a raya a esa persona.
- No sabes cuánta rabia me dio... Y cuánta decepción... Aún me cuesta entender las causas por las que me sigue atormentando incluso cuando es ya una señora casada con una vida propia... Sin embargo, me sorprendo de que es tan caradura de venir a sermonearme cuando ella es la menos indicada para hacerlo... Yamada... ¿Tú crees que podremos detener su acoso?... Porque estoy seguro que en el siguiente mensaje soy capaz de contestarle que se quien es, que la voy a denunciar y que se atenga a las consecuencias... Además de darle su merecida insultada...
- Hay que tener paciencia... Es probable que al verle desconfiado no actuara pronto, porque si envía otro mensaje en estos días, intuirá que usted podría relacionar su encuentro con otra arremetida agresiva anónima... Si es lo suficientemente inteligente, no hará nada y dejara pasar el tiempo... Y ahora que prácticamente está convencido de esto... ¿Le contara a Miyagi-sama sobre el involucramiento de su hermana en esta desafortunado asunto?
Shinobu se quedo silencioso, el ánimo que antes estaba más elevado producto de la rabia se tornó gris al mencionar a su esposo y con un suspiro pesado contesto:
- El me reafirmo que era mi asunto... Que el ya no tenía que ver con esto porque yo no quise involucrarlo... Supongo que se enojara si llegó a hacer mención respecto a este asunto... No me dejara ni pronunciar una sílaba... Si le llegó a informar que mi hermana presuntamente está involucrada... Se desataría un infierno... Y es posible que desatemos un conflicto no sólo con mi familia sino con los Yagami con quien los Miyagi tienen una relación más que cordial, incluso con Risako perteneciendo a ella... Supongo que tendré que seguir manejando esto por mi cuenta aunque quiera contarle a mi esposo como me ha afectado todo esto... Yamada... ¿Cree que en realidad Miyagi me está probando para ver si yo sigo ocultándole información o que yo me decida a contarle lo que me sucede? ¿O en verdad el ya se excluyo de discutir y opinar sobre lo que me sucede?... Me dolió mucho su rechazo, yo no quería más que ayudarlo a sobreponerse a su trauma, no quise que se afectará por mí... Y él sigue pensando que sólo lo hice por mi orgullo... Aunque si hubo un poco de eso... Yo sólo quise que el diera lo mejor de sí en las terapias... Y ahora hasta suspendió las terapias... ¿Cuándo me perdonara Yoh-san, Yamada?
El hombre de anteojos quien se estaba terminando su bebida lo miro con comprensión y luego de sacar su celular para revisar un mensaje que recién le había llegado, soltó una leve sonrisa y luego con un tono más animado lo consoló:
- Miyagi-san... Estoy más que seguro que Miyagi-sama lo extraña y mucho... En estos días que ha estado lejos de usted no ha dejado de encomendarme que lo cuide y que lo ayude con todo lo que usted necesita, incluyendo sobre lo de ese asunto como lo llama el... Me ha preguntado cómo ha estado usted, que si ha comido bien... Puedo dar de de su preocupación aunque este enfadado con usted.
El chico no pudo evitar hacer un mohín enfurruñado a su interlocutor, mirando de soslayo para voltear la mirada:
- Si tanto me extraña y está pendiente de mi, una llamada corta lo le hubiese hecho daño, aunque sea que sea para decir sólo un “Hola”... Al contrario me parece que cuando está en posición de portarse así es increíblemente intransigente... Y tiene la desfachatez de que a mí me ha acusado de serlo cuando él estaba en la posición que tengo ahora... Típico de el de cambiar las reglas de juego.
Yamada sonrió un poco disimuladamente, seguramente porque interpretaba la queja del jovencito como un berrinche enfurruñado, podía notar que el que su esposo lo ignorase le afectaba, así que busco consolar al chico con un tono de voz calmada:
- No debe ser tan duro con Miyagi-sama... Recuerde que con respecto a las demostraciones de confianza, el amo es muy rígido... Pero su preocupación por usted es verdadero... Si no fuera así, el no enviaría instrucciones para seguirlos al pie de la letra que lo involucran a usted... Confírmelos por favor. No se preocupe, no es mi celular personal así que puede leer con confianza.
A continuación Yamada le hizo entrega a Shinobu de su celular el cual en su pantalla estaba abierto en la aplicación de mensajes recibidos... Y allí estaba DISPLAY en un mensaje enviado por el esposo del más joven:
<Yamada, hoy Shinobu-chin saldrá temprano, asegúrate de avisarle al chofer para que lo recoja a la hora indicada ya que la última vez mi esposo tuvo que esperar 20 minutos. Avisa en la casa que le preparen una cena ligera ya que en los días que sale temprano acostumbra a comer un bocadillo en un puesto de takoyaki y seguramente no se acordó de avisar al cocinero de la casa, entonces el no llegara tan hambriento, te llamo en una hora para que me des el reporte de lo que ha hecho Shinobu-chin hoy.>
El jovencito abrió sus ojos con sorpresa al leer como su esposo estaba al tanto de su itinerario diario y de sus hábitos... Nunca imagino que su esposo tuviera tan presente sus horarios, no sabía que pensar al descubrir esa faceta tan atenta que tenía su esposo a espaldas de él, esos detalles que hacían derretir su corazón y sentirse menos ignorado. Miro con desconcierto a Yamada quien le alentó a que leyera más mensajes y retrocediendo, Shinobu descubría las instrucciones que daba Yoh para que el ritmo de vida de su pequeño esposo no se afectara con su lejanía, instrucciones de incluso el menú de desayuno y cenas sabiendo de antemano que Shinobu estaría distraído por su ausencia como para pensar en eso, de cómo le preguntaba a Yamada si veía a su “Shinobu-chin” muy deprimido, que si era así, que buscará formas de distraerlo para que no se sintiera sólo, detalles y más detalles de sus instrucciones, dirigidas totalmente a cuidar al chico en la distancia, aunque no buscara ningún contacto directo como llamarlo, seguramente para insistir en su posición ofendida, pero en ningún sentido indiferente ni ajeno a lo que sucediera con su esposo... No pudo evitar soltar un suspiro que terminó en una leve sonrisa, se sentía amado... De forma lejana pero presente en la mente de su esposo, pero luego el mohín enfurruñado retornó pero con menos intensidad:
- Ojalá el pudiera dejar ese enojo a un lado y decirme personalmente que me extraña... Debería entender mi posición que sólo buscaba protegerlo a el... Pero el sólo lo ve como un capricho mío de demostrarle que soy autosuficiente y que puedo cuidarme sólo... Si el supiera que estoy tan perdido sin el...
- Miyagi-san... Todo comienza con una conversación... Sí ustedes hablan seriamente sobre esto podrán esclarecer sus posiciones y podrán acordar compromisos para el futuro... Y si negocian bien, podrían incluso abordar el tema de las terapias... Yo personalmente estoy apoyándolo porque nada sería mejor que Miyagi-sama pudiera tener una vida normal y explotara al máximo sus capacidades sin estar detrás de un monitor, micrófono o línea telefónica... Y usted es el que ha logrado esos avances y le puedo asegurar que Miyagi-sama quiere hacerlo porque lo ama a usted.
- ¿Yamada, usted cree que Yoh-san si quiere rehabilitarse?
- Por usted lo está haciendo... Pero es alguien que tiene muchas capas complejas... Sólo le puedo decir que debe tener paciencia... Y que tenga perseverancia... Y finalmente debe tener cuidado porque aunque sea un hombre de decisiones firmes es un hombre sensible, y debe manejar muy bien el tema de la confianza con el... Si usted es sincero con él, la confianza que él le tenga afectara las decisiones que tome con respecto a su matrimonio... Pero su tolerancia en ese tema suele ser muy sensitiva, así que el castiga cualquier falta a la credibilidad que usted pueda proyectar… Y le digo por experiencia propia que el pareciera que tiene un detector de mentiras instalado en su cabeza… Señor… Yo le recomiendo seguir siendo sincero con Miyagi-sama, y permanecer a su lado aunque el tome decisiones o diga cosas muy arbitrarias… Sé que lo que le estoy diciendo es como decirle que debe resignarse y que es tomar una posición conformista… Pero, se que si sabe llevar a Miyagi-sama podría obtener lo que usted desea… Podría hacer que el señor vuelva a retomar las terapias… Pero deberá tragar muchas frustraciones y decepciones… Después de todo él es quien tiene la posición más ventajosa en el matrimonio.
Shinobu asiente meditando en lo que decía el hombre de anteojos, sin embargo en su interior no podía estar más en desacuerdo, porque iba en contra de su más básica esencia… El siempre decía su opinión, discutía si no estaba de acuerdo… Reconocía que manejo mal la situación del acosador con él, pero eso no quiere decir que para congraciarse con su esposo el tendría que dejarse humillar o aceptar sin chistar cuando el mayor tomara ventaja de la situación poniéndolo en posiciones que lo hicieran sentirse humillado o en otro caso, disminuido… El mismo se lo había dicho, el no era como una “esposa trofeo”, el tenia una voz y un criterio, si él se equivocaba lo aceptaría, pero no permitiría que nadie, incluso el hombre que el ama le hicieran sentirse menos, por lo menos no de nuevo… Miro a Yamada el cual había terminado su café mientras que el apenas había dado unos sorbos, miro a Yamada dispuesto a aclararle su posición:
- Le agradezco su ayuda y su colaboración con respecto a este asunto… Usted conoce a mi esposo por más tiempo que yo y sé que puede anticipar el comportamiento de él dependiendo de las circunstancias… Pero… Si Miyagi me eligió a mí, habiendo estudiado detalladamente sobre mi vida y sobre mí, el debe saber desde siempre que si algo no me gusta se lo hare saber… Si me ama como le gusta hacérmelo saber, debe aceptar mi personalidad y aceptar mis decisiones… Y si me equivoco sabe que puedo aprender con el… Yo ahora entendí que no debo esconderle información que sea sensible para él, con respecto a la confianza que él pueda tenerme, pero… También he definido desde el principio de mi matrimonio que no dejaría hacerme sentir como la parte vulnerable de este matrimonio al permitir que mi esposo tome ventaja de su posición… Lo permití una vez y el tuvo que pedirme disculpas… Y nosotros ya tenemos un acuerdo de que eso no volverá a suceder… Entiendo que quiera aconsejarme… Pero… Estamos en posiciones diferentes… Y aunque agradezco su interés, no puedo compartir su visión totalmente, porque estando en un matrimonio donde ambos tenemos derechos y deberes, yo seguiré luchando por lo que es mejor para nosotros y ahora menos que nunca callare cuando veo que algo tiene que mejorarse y cuando no esté de acuerdo con una de sus arbitrariedades… Pero comparto con usted que debo ser sincero, y primero tendré que explorar si mi esposo quiere seguir distanciado del tema de mi acoso, si después de haberlo discutido con él al fin el quiere seguir empecinado en no saber nada al respecto, no tendré más remedio que seguir adelante con el plan de terminarlo sin su ayuda… De todas formas debo reconocer que sin su ayuda no sabría que hacer ni a donde ir, y el rechazo de Yoh-san hubiese sido mucho más duro.
Yamada a pesar de que Shinobu le dijo de forma diplomática pero firme que no se sometería a Miyagi para hacer más llevadero el matrimonio, sonrió levemente tomando en conocimiento que Shinobu le agradecía sinceramente su ayuda… Y en el fondo lo hacía porque encontraba en el chico alguien valioso y perfecto como pareja para su jefe, y simplemente espero en silencio a que Shinobu terminara su café el cual atrajo su atención de repente, y así estuvieron unos momentos hasta que decidieron irse del local y dirigirse a la calle a donde Yamada previamente había llamado al chofer para que recogiera al muchacho, y después de una breve despedida donde el hombre le recordó que Miyagi retornaría en un par de días y que lo mantendría informado de cualquier detalle inesperado, ambos se separaron, dejando a un Shinobu tan sumido en sus pensamientos que no noto hasta cuando el chofer abrió la puerta para que el chico pudiera entrar a la mansión, y el chico con un suspiro pesado bajo de su asiento y agradecer al empleado para subir por las escalinatas de su hogar e ingresar a su casa.
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Esa noche aparentaba ser muy larga para Shinobu, aparte de sentirse más solo que nunca, aunque tal como había anticipado por el mensaje que le había mostrado Yamada, efectivamente noto que las instrucciones dejadas por el mayor a Yamada fueron seguidas al pie de la letra además del aumento de atención que tenían los empleados que trabajaban en su casa para con él, como si hubiesen sido instruidos por Yoh para atender a Shinobu y percatarse de sus necesidades y saciarlas, además parecían más conscientes de la soledad del chico por lo que de forma respetuosa lo invitaron a hacerle compañía, sabiendo que el chico no tenia amistades para pasar el tiempo… Terminaron jugando el, el ama de llaves, el jardinero y el mayordomo un juego de Monopoly que Yoh había traído de Estados Unidos… Shinobu tuvo que hacer gran parte de la traducción de lo que tenían que hacer y además ser el guía ya que Shinobu ya había jugado ese juego varias veces… El tiempo que duraron fue bastante entretenido, y el chico se olvido por un tiempo de sus preocupaciones, mientras reía con las ocurrencias de sus compañeros de juego que alejándose de la postura que debían tener en el trabajo, ya en un ambiente relajado eran diferentes y más relajados, aunque el mayordomo aun retenía un poco su rigidez… De todas formas aunque Shinobu fue el que gano, el joven reconoció que el ama de llaves tenia gran talento para el juego sorprendiéndolo en más de una ocasión… Y aunque quisiera seguir jugando todos decidieron que al terminar el juego ya que debían levantarse muy temprano al siguiente día para empezar sus labores diarias, así que Shinobu se tuvo que conformar con irse a dormir cerca de la media noche, cansado pero sin tener sueño, porque apenas entro en su habitación ya preparado para dormir, los pensamientos que lo esclavizaban aparecieron en su mente irremediablemente… Y con pesar se acerco a la cama para buscar poder conciliar el sueño y poder descansar mentalmente, y físicamente… Pero… El revivir el encuentro con su hermana, las palabras duras que le dio Yoh… Las lágrimas irremediablemente llegaron a sus ojos y un suave sollozo invadió su pecho, porque la ausencia de su esposo estaba sobrellevando sus emociones… Lo extrañaba demasiado, y más porque el mayor podía ser tan impredecible, no sabía si esas serian sus noches de ahora en adelante… Y pronto un miedo se estaba apoderando de él… ¿Terminara su matrimonio de esa forma?... Sentía que en cualquier momento Yoh podría decidir que lo mejor era la separación y a eso le seguía un divorcio… Y para Shinobu eso era algo horrorizante… Además… ¿Qué debía hacer con respecto a su hermana?... ¿Cómo le tocaría el tema a Miyagi?... Sentía un nudo en la garganta, porque extrañaba la tranquilidad que le brindaba su esposo… ¿Estaría extrañándolo en esos momentos?... Shinobu suspiro pesadamente esperando a que la corriente de sentimientos abatidos pasara… Pero era difícil cuando su mente instantáneamente empezaba a proyectar sensaciones conocidas… Escenas recreadas a partir de la memoria… No importaba que no tuviera un rostro para rememorar… Solo podía enfocarse en la memoria auditiva, y recordar la grave voz de Yoh, las palabras de aliento o el tono enfadado cuando se molestaba o lo melodiosa que resultaba al reír… O lo estremecedor que era cuando susurraba al lado de su oído… Cuando decía el mote que él había inventado, “Shinobu-chin”, que se oía tan adorable cuando él lo llamaba así… Y luego el olor de él emanaba… No era solo la colonia costosa que siempre usaba y que le sentaba tan bien… Era el aroma que el despedía y que subyacía debajo de la colonia… Un aroma que permanecía en la almohada donde el descansaba y que el cómo habito terminaba disfrutándolo cuando empezaba a despertarse… Y luego el sabor de sus besos y de su piel… Ese sabor indescriptible que percibía cuando él sentía la lengua de su esposo invadir su boca, incluso aun tenía en su memoria el sabor de su semen cuando voluntariamente inicio la felación en esa ocasión… Y por ultimo su cálido tacto… Sus manos enormes acariciándolo dejando rastros de tibieza en su piel, o la humedad de sus labios y lengua dejar igualmente rastros mojados por cada lugar donde besaba y lamia… Sus dedos largos y gruesos acariciando sus cabellos, su rostro en la oscuridad, masturbarlo con habilidad o la inmejorable sensación de sentirse invadido por el gran miembro de él, donde se sentía que lo abría de una forma que no pensaba que podría experimentar antes… Y entonces la deliciosa sensación de la fricción de esa longitud removerse dentro de él, adquiriendo mayor velocidad y más profundidad si era posible… Y entonces, esa calidez que lo invadía cuando Yoh se venía dentro de él… No podía dejar de pensar en esos orgasmos que ese hombre le producía.
Entonces noto con sorpresa que estaba teniendo una erección de tan solo pensar en su esposo… Nunca antes había tenido la abrumadora necesidad de calmar ese anhelo… Entonces como un autómata, se levanto y se dirigió al vestidor que compartía con su esposo y se dispuso a buscar algo que le sirviera para su deseo en el armario… Paso primero por los cajones en búsqueda de la ropa interior de su esposo… Pero luego de pensarlo paso a los armarios y busco las camisas que estaban pulcramente ordenadas en los interminables colgadores, tomo una de esas camisas que estaba impecablemente planchada y la acerco a su rostro, percibiendo el aroma limpio que emanaba… Sentía que no era suficiente así que se dirigió a uno de los estantes donde su esposo guardaba sus lociones y colonias y de entre la amplia colección de frascos que tenía su marido… Y usando su olfato encontró la botella de la colonia que tanto le había percibido a su esposo: Terre d’Hermes, su aroma amaderado complementaba muy bien con el aroma esencial de su esposo dándole una distinción inolvidable, y aunque faltaba la base principal… Con esa fragancia era suficiente… Así que le aplico una generosa cantidad a la camisa, luego se desnudo completamente y se coloco la camisa que le quedaba inmensa y le llegaba hasta sus muslos y envuelto en la prenda retorno a la cama matrimonial en donde busco en la mesa de noche el frasco de lubricante y una caja de pañuelos desechables, y se acostó boca arriba con la camisa desabrochada y totalmente abierta dejando expuesto todo su frente y comenzó a acariciarse con sus manos embadurnados en ese gel frio en su ingle, luego cerró los ojos aunque de por si la habitación estaba en completa oscuridad y comenzó a divagar en sus recuerdos sexuales para mantener la erección que se empezaba a menguar… Luego sus resbaladizos dedos comenzaron a tomar delicadamente su longitud, Shinobu solo recordaba como su esposo tomaba su pene para acariciarlo y estimularlo… Pronto deslizo sus dedos por su abdomen hasta llegar a su pecho para comenzar a acariciar una de sus tetillas, y pronto su respiración entrecortada emanaba cortos suspiros mientras su mente trabajaba duro en recrear el tacto de Miyagi en su cuerpo gatillado con el aroma que envolvía su cuerpo con la camisa perfumada… Pronto su mano encerraba la base de su miembro y se deslizaba con ritmo a lo largo y luego frotaba con suavidad el glande para estimularse aun mas mientras los dedos de su otra mano ya estaban pellizcando con vehemencia el pezón que estaba tieso… Pero sentía que no era suficiente, quería algo más… Se puso de rodillas sobre la cama, apoyando su mejilla encima de la almohada y mientras se masturbaba con ansiedad tratando de no perder el ritmo, llevo los dedos que estaban encargándose de su pezón hacia su trasero pero por atrás, los deslizo en medio de sus nalgas y a tientas busco el hoyo fruncido que se escondía en medio de ellos, y con solo ese tacto frio lo sintió estremecerse, y le hizo emitir un jadeo sintiendo que iba por buen camino; luego de aplicar una generosa cantidad del gel en sus dedos la esparció encima de su entrada y fricciono sus dígitos encima del obstinadamente cerrado agujero, pero con cada fricción parecía ablandarse gradualmente a medida que las sensaciones en su miembro empezaban a amplificarse por la expectativa de ser penetrado, seguramente estaba acondicionado debido a su rol sexual en su matrimonio.
Aumento el ritmo de su mano concentrándose en el glande y el frenillo y entonces reunió el coraje para insertar el dedo medio hasta el primer nudillo… Luego lo adentro poco a poco con cuidado hasta enterrarlo totalmente percatándose que definitivamente sentía mucho más si eran los dedos de su esposo que al menos duplicaban en tamaño sus dedos porque inevitablemente la primera inserción dolía más si era con Yoh… Simulo con cuidado el ritmo de penetración con su dedo mientras no descuidaba su pene, y entonces ese calorcito tan buscado empezó a emanar de su ano, sabiendo que empezaba a estimularse, así que sin prisa adentro el dedo índice sintiendo como era recibido con cierta presión y un dolorcillo que pronto paso, lo que indicaba que estaba dilatándose correctamente… Y empezó a aumentar el ritmo sintiendo que la resistencia empezaba a disminuir… Pronto su respiración estaba agitándose dejando salir unos suaves gemidos, sentía que estaba llegando al clímax… Pronto inserto el dedo anular con cierta facilidad ya que sus paredes al parecer habían perdido la resistencia y aceptaban gustosos la nueva incorporación, y Shinobu emitió esta vez un gemido más sonoro y comenzó de nuevo el proceso de vaivén… Luego trato de girar los dedos para abarcar mas dentro de él y buscar su próstata que sabía era el que le provocaría un orgasmo satisfactorio, y mientras mantenía forzosamente el ritmo de su masturbación… No fue una tarea muy fácil pero después de unos momentos, al buscar a tientas entre sus paredes internas, ubico con la yema de su índice una zona pequeñita convexa que le hizo emitir un gemido fuerte mientras arqueaba la cabeza hacia atrás con la frente sudorosa, y entonces tratando de arquear su espalda para alargar aun mas su brazo para enterrar sus dedos aun mas, froto con mas ahínco en esa zona sintiendo como su ano comenzaba a convulsionar haciendo algo parecido a una succión en sus dedos, mientras la mente de Shinobu imaginaba con delirio que era el miembro de su esposo en un tamaño más reducido que disfrutaría con frenesí como él le chupaba desde adentro si el estuviese con él en esos momentos… Pronto su pene comenzaba a engordarse aun más y sus testículos comenzaban a pegarse a la base de su pene indicando que pronto se vendría, y el calor que emanaba desde adentro se esparció hasta su pene que se había endurecido de tal forma que podría perforar el colchón… Sus caderas llevaban el ritmo que el mismo se imponía mientras gemía incontrolablemente el nombre de su esposo de forma suplicante: “¡¡Mas, Yoh-san!!... ¡Ngh¡… ¡Házmelo más duro!!... ¡Ahh!” Y pronto el mismo seguía sus propias instrucciones y arreciaba contra su entrada y con su otra mano aceleraba el ritmo aprisionando con más fuerza su miembro… Pronto su mente obnubilo los sentido al sentirse envuelto en la poderosa sensación de la liberación, donde los dedos presionaron certeramente el nódulo de terminaciones nerviosas que provocaron la eyaculación de Shinobu de forma copiosa sobre el colchón mientras deslizaba con agilidad sus dedos sobre su longitud apuntando hacia sus piernas, mientras ayudado con el movimiento de sus caderas, sus dedos lograron estimular la próstata para hacerlo venirse de forma prodigiosa pero por la posición que estaba su rostro estaba enterrado entre las almohadas mitigando su prolongado gemido mientras su trasero estaba en el aire con sus dedos enterrados en su ano… Y si había sido un orgasmo poderoso que le hizo desplomarse sobre el colchón sin importarle si al aterrizar sobre la superficie se ensuciara con el semen que había expulsado, y luego de recuperarse, la mente ya despejada de la bruma de la lujuria le trajo la realidad a sus sentidos… Estaba solo, su esposo se había alejado de él, y se había saciado de forma sucia con su recuerdo, manchando su recuerdo… Por eso nunca osaba a masturbarse pensando en él, porque seguramente una fibra mojigata de él que se negaba a desaparecer aun cuando él hubiese comenzado su vida sexual le obligaba a sentirse mal si usaba a su esposo como inspiración para practicar el onanismo… Y entonces sintiéndose como si hubiese cometido el peor pecado de todos, con la vergüenza invadiendo su mente comenzó a sollozar con los ojos repletos de lágrimas… Pero esos sollozos podría ser más el desahogo de su soledad más que la vergüenza por haberse masturbado que él creía en esos momentos… Era la ausencia de su esposo lo que le dolía, y la posibilidad de perderlo… ¿Cuándo Miyagi llegara lo volverá a rechazar?... Pronto sus lagrimas dejaron de caer, sintiéndose ahora peor de agotado pero con el alma más ligera, tomo los pañuelos desechables para comenzar a limpiarse por donde se había ensuciado, y tratar de retirar la sustancia pegajosa que había en la tela de la colcha; luego dejándose la camisa de Yoh encima, porque así creía que con el aroma se ayudaría para dormir esa noche, se durmió en su lado con solo la sabana, y sorpresivamente pudo conciliar el sueño aunque algunas lagrimas se filtraron de sus ojos cerrados después de dormirse, y con una dulce suplica murmuro dormido: “Yoh-san” en medio del silencio de la amplia habitación.