El siguiente día fue un despertar algo confuso… Shinobu abrió sus ojos cuando la luz penetro su habitación, su cuerpo algo entumecido por la actividad nocturna en la que había estado involucrado la noche anterior, sobretodo la creciente irritación que surgía en medio de sus glúteos y el dolor agudo en sus caderas… Solo pudo murmurar adolorido un improperio dirigido a Miyagi por haber sido menos considerado… Pero… Él lo había deseado también, especialmente al apurar el momento sin que dejara al mayor dedicarle tiempo a su preparación, así que si él lo había anhelado y mucho... Así que no podía imputarle mucha culpa a su esposo si es que el también había añorado reanudar su vida marital… Y era de esperar que se hubiese desquitado de esa forma con el… Dándole con todas las fuerzas que tenia… Y lo sabía porque después de limpiar todo se recostó a su lado y pasándole el brazo para atraerlo se quedo casi inmediatamente dormido… Shinobu solo se quedo un rato mas reflexionando sobre lo que el aun sentía, que distaba de la euforia que siempre le embargaba después de haber compartido intimidad con su esposo, el hombre que ama… Esa desazón permanecía con él, no fue un despertar jubiloso, que debería ser la sensación que debería tener después de haberse reconciliado con aquel a quien extrañaba… Y ahora sentía que le costaría mucho volver a encontrarse con Miyagi el cual muy seguramente esperara otra sesión de intimidad conyugal esa noche, si no tenia ningún percance laboral… Y honestamente esperaba que se diera el caso.
Por ahora solo podía removerse lentamente debido a lo adolorido que estaba, volteo a ver al lugar donde había descansando su esposo, y allí reposaba una hoja pulcramente doblada por la mitad, y Shinobu recordó la rutina aparentemente ya olvidada de Miyagi de dejarle notas y poemas… Todo en coincidencia con el estrés emocional al que se empezó a someter por entonces al mayor… ¿La galantería de Miyagi solo residía en las notas y en las palabras enamoradas al momento de la seducción?... Shinobu se desencanto ligeramente con esa pregunta surgida en su cabeza, abrió la nota que aguardaba por ser abierta y allí encontró la letra de su esposo, era una nota escueta:
<<Shinobu-chin: Buenos días, espero que hayas despertado listo para iniciar un nuevo día. Me alegra profundamente que hayamos vuelto a estar juntos, porque no sabes lo mucho que te he extrañado. Sabes que te amo y sé que podremos solucionar nuestros problemas. No sabes lo entusiasmado que estoy de saber que podremos querernos de nuevo sin incomodidad… No puedo creer lo sexy y libidinoso que estuviste ayer, me has mostrado una faceta tuya inolvidable… Te amo Shinobu-chin, cuídate mucho. Besos.
We pardon to the extent that we love.>>
Normalmente ese mensaje le habría hecho palpitar su corazón pero… Ya no era la misma sensación… Porque aparentemente, el único que se sentía satisfecho con lo acontecido la noche anterior fue Miyagi… El chico sintió algo de inconformismo… Porque de alguna forma el mayor le indicaba que el hecho de que él hubiese sido quien dio el primer paso, era lo que debía ser… No podía negar que si fue él quien se equivoco, pero… La reconciliación pareció ser más conveniente que en verdad buscado por ambos… Como si se conformaran por cómo sucedieron las cosas y hubiesen aceptado el resultado y ahora lo tomaran como debió haber terminado la separación… Pero la voz interna de Shinobu aun se negaba a callarse… Recordó las palabras de su suegra, pidiéndole que tuviera paciencia, pero más que eso parecía decirle que tuviera resignación… Ahora entendía el porqué a los Miyagi les desagradaba a las personas que no tenían filtro en sus bocas y en sus actos, que fueran impulsivos… Porque les era más difícil controlar a alguien que expresaba sus emociones de forma vocal que una persona que estaba dispuesta a callar prudentemente, sea para mantener la compostura y/o para no agraviar a la familia… Luego recordó como su esposo en un momento comento de cómo todo lo que le sucedía podría afectar a la imagen de los Miyagi… Pronto un aura depresiva lo envolvió… Y debía estar feliz de que su esposo aun estuviera dispuesto a estar a su lado ¿Cierto?... Más bien era como si fuera algo que se tenía que hacer, casi como una obligación… La sensación era muy diferente y entonces la frase en ingles de ese mensaje le calaba “Perdonar en la medida de lo que uno ama”… No era muy prometedor si hacía caso a lo que sentía en esos momentos.
De repente sonó el ringtone de su celular y Shinobu soltó un mohín cuando leyó que el identificador anunciaba que se trataba de su esposo, algo que lo confundía porque había supuesto que no le llamaría en la mañana... De cualquier forma contesto la llamada:
- Yoh-san buenos días.
- Buenos días Shinobu-chin... ¿Cómo amaneciste hoy?
- Bueno... Muy adolorido... Gracias a cierta persona
- ¡Ja ja ja!... No me culpes por eso... Ayer estuviste muy exigente, y yo sólo cumplí con tus órdenes... Te dije que iba a doler.
- Pero debiste haber mitigado tú... Pasión...
- Entiéndeme, tú nunca habías sido así de libidinoso, expresándote de esa forma... No puedes culparme de eso.
- ¡Por favor no me recuerdes eso! ¡Es demasiado vergonzoso!
- Lo lamento querido esposo, para mi será imposible olvidar lo que tus hermosos labios decían en ese tono tan seductor... Fue para mí imposible resistirme a demostrarte mi amor... Hace muchas noches que no lo hacía.
- Si demostrar tu amor... Aún así quien sufre las consecuencias soy yo.
- No sueles quejarte así... ¿Estás bien?
Shinobu se estaba dando cuenta de que estaba dejando salir la frustración que sentía en esos momentos, y sabía que debía distraer sus sentimientos para que Miyagi no descubriera eso:
- Si estoy bien... Había hablado con Chiyo-san y me dijo que no has hablado con ella... Deberías hacerlo... No es bueno que no le contestes las llamadas.
- Si tienes razón... Ella debe estar preocupada por nuestra pelea... Le contare de nuestra reconciliación.
El corazón de Shinobu se contrajo, porque él no había sentido lo que había sucedido en la noche como una reconciliación, pero no iba a decirle eso a Yoh:
- Díselo... Se aliviará al saberlo. Bueno ya tengo que prepararme para irme a la oficina... Nos vemos en la noche ¿Sí?
- Muy bien... Entonces que tengas un buen día. Te amo Shinobu-chin.
- Nos vemos en la noche Yoh-san. Te mando besos. Cuídate.
El joven no fue capaz de contestar a su te amo, no porque no lo sintiera, pero es que sentía que si se lo decía su voz temblaría... Y entonces Miyagi empezaría un interrogatorio y sabiendo lo suspicaz que era él, no tenía las fuerzas para lidiar con eso ahora, aunque se sintió mal por haberle mentido para cortar la llamada... Así que para ser coherente con su coartada, no fuera que alguien de la casa lo desmintiera, procedió a arreglarse para ir a la oficina aunque en verdad sólo tenía que ir después de mediodía. Aún así con algo de torpeza se dirigió al baño, tambaleándose un poco debido a la incómoda y algo dolorosa sensación que sentía al caminar casi imitando a un pato.
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Shinobu se encontraba en la oficina revisando un contrato laboral que le había encargado su jefe, el cual había tenido una reunión urgente con otros directores de área; justo como había planificado ese día, salió de su hogar temprano pero se dirigió primero a las inmediaciones donde se quedo en una plazoleta mientras bebía un cappuccino, más que nada porque aumento voluntariamente su dosis matutina de cafeína con su adecuada dosis de derivados lácteos acompañándolo. Mientras bebía y veía a las personas pasar, dejando su mente divagando sobre sus sentimientos apagados con respecto a su reconciliación, fue cuando sintió que su celular vibrar, y sin preocupación reviso notando que se trataba de un mensaje... Y entonces noto que provenía de un número desconocido, lo que prendió las alarmas internas del chico, el cual dudo mucho en abrir el mensaje, nervioso de encontrar palabras hostiles hacia el representado por el rostro de su hermana... Su pecho se empezó a agitar... Y luego de un momento decidiendo sí leerlo o no, su dedo finalmente abrió la pantalla de mensajes... Lo único que encontró fue un mensaje muy corto:
<< Los encuentros se dan por alguna razón, sea quien fuere quien los determine, si en realidad nuestras vidas ya están definidas, el conocer a personas nuevas nos trae nuevas oportunidades para dirigir nuestra vida a innumerables direcciones, y si nos quedamos con algunas de las que conocemos a lo largo de nuestras vidas, dejaran su impacto hasta el final de nuestros días. Valora a las personas que aparecen para traerte nuevas perspectivas, nuevos caminos, posiblemente esa persona que puedas ignorar, te brinde alternativas en algún momento posterior… Aunque podrían llevarte a lugares no deseados… Todo depende de tu criterio, pero no deseches la oportunidad de ampliar tus horizontes. Saludos>>
Shinobu quedo muy confundido... El mensaje así de informal no revelaba ninguna intención ulterior, y el tono llegaba a neutral... No parecía provenir del mismo remitente que los otros mensajes, pero era desconcertante recibir mensajes así de extraños... Como sí jugarán con el... No negaba que sospechaba que era mucha coincidencia que confluyeran al tiempo los mensajes acosadores con este nuevo mensaje, incluso podría ser un intento de distracción, pero no era lógico, era más que obvio que él estaría prevenido con cualquier mensaje de remitente anónimo, ya buscaría a Yamada para que le ayudará a investigar a ese número.
Dejo de divagar en sus preocupaciones y decidió seguir con sus tareas, empeñado en despejarse de ese drama, y lo estaba logrando cuando sintió una presencia justo en frente de su escritorio y al levantar la mirada se enfrenta a la sonrisa arrogante de Nakahara, y para incomodidad de Shinobu venía expresamente a visitarlo a él; el chico lanzo un suspiro pesado sin intención de disimularlo y con apenas paciencia lo saludo como quien saluda un compañero de trabajo con el cual apenas se habla, y hablo con poco entusiasmo:
- Buenas tardes Nakahara ¿En qué le puedo ayudar?
- Me podrías ayudar en mucho pero por ahora sólo vengo para recoger unos recibos de gastos hechos a nombre de la empresa para iniciar su contabilización en los estados de este mes, recuerda que está cerca la fecha de corte.
- Cierto... Pero el documento que reúne esa información ya fue remitido esta mañana a su departamento y fue recibido por la secretaria del área de Finanzas... Así que vino a RRHH en vano... Pero supongo que tiene alguna otra razón para venir ¿Cierto?
- ¡Wow! ¡Eres muy listo!... Me atrapaste... En realidad vine para hacerte una pequeña visita.
- Y yo estoy trabajando y mientras estoy en horarios de oficina y no en mi hora de almuerzo no tengo tiempo para charlar con compañeros menos con empleados de otras áreas... Así que le sugiero que vuelva a su oficina y no pierda el tiempo.
- ¡Ouch! ¡Tan frío como siempre!... ¿Por que eres tan prevenido conmigo?
- Porque usted es muy confianzudo cuando apenas cruzamos palabra... Y debo recordarle que estoy casado.
- ¿Y qué hay con eso? Estas casado, no eres un prisionero cautivo... A menos que tu esposo sea-
- No querrás terminar con lo que vas a decir… ¿Entendido?
El hombre fue interrumpido a mitad de su frase, y al ver la mirada y la advertencia que había en Shinobu tuvo que borrar la sonrisa que tenia y cambiarlo a un gesto más serio, aunque sorpresivamente no le evito la mirada al chico quien tenía esa habilidad de lanzar una mirada que amedrentaba a las personas cuando estaba más enojado de lo normal… A pesar de todo Shinobu reconocía que Nakahara no era un asustadizo.
El hombre solo se encogió de hombros con un gesto de rendición y le guiña un ojo para darse la vuelta pero antes de alejarse totalmente se voltea y le dice:
- ¿Sabes? Me parece que eres un hombre que tiene la madurez suficiente para abrirte a nuevas perspectivas… Espero que pronto te liberes y veas que no todos tenemos malas intenciones contigo.
El jovencito se quedo confundido… Esas palabras eras muy similares a… Pero si debía reconocer que ese mensaje tenía algo no amenazador… Y sin embargo tenía una paranoia hacia toda clase de mensajes anónimos que le llegaban a él… Se quedo mirando a la entrada del área de RRHH por un momento para volver a revisar sus documentos, aunque su atención estaba un tanto distraída, porque era inevitable que eso se quedaría en su mente hasta no aclarar si fue una coincidencia o si era signo de la aparición de un nuevo prospecto de acosador.
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En la noche Shinobu llegaba a su casa un tanto cansado, más bien por haberse dedicado a pensar toda la noche sobre la probable nueva fuente de mensajes que parecían tener otro objetivo… Apenas se tomo un descanso llamo a Yamada y le explico sobre la novedad que recientemente había acontecido, lo cual dio parte de curiosidad y suspicacia al hombre, porque ciertamente era algo muy curioso y extraño… Según Yamada debían esperar por un nuevo mensaje para revisar si provendría del mismo número para rastrear el origen de ambos números… Por ahora solo podía investigar ese número para ver si terminaba siendo similar al de los otros mensajes, así Shinobu pudo sentir algo más de comodidad, sabiendo que sea quien fuere el nuevo o ¿El mismo? Acosador, seria identificado, y eso le daba más alivio… Siempre es bueno confiar en la ayuda de alguien efectivo como Yamada… Y después de eso trato de despejarse de esas preocupaciones, y decidió después de salir de la oficina ir a un sitio al que nunca en su vida hubiese ido si no fuese porque que fuera estrictamente necesario: a comprar algo para él, invertir en el… Y por ende uso la tarjeta que su esposo le había dado y que tenía normalmente guardada… Y se dirigió a Harajuku para hacer lo que su hermana hacia cuando estaba de mal humor y también de buen humor… Ir de compras… Y no se equivoco, al merodear por ese vistoso lugar decidiéndose por que comprar, siguiendo la hipótesis de que al comprar algo sus niveles de estrés disminuirían y le darían una tranquilidad momentánea pero que para él en esos momentos le hacía mucha falta, así que buscando en los almacenes, y sabiendo que había ido a uno de los lugares mas clichés para saciar sus urgencias personales… Al fin se decidió por comprar algunos libros, y por eso se dirigió a ese edificio de 8 pisos que revestía la famosa tienda Marimo Books, y se dispuso a mirar en los estantes llenas de títulos que podrían captar su atención… Y después de algún tiempo revisando la zona de literatura y de libros de arte, finalmente se decidió por comprar antologías de poesía tradicional japonesa, una antología de prosa clásica japonesa y aunque a primer vistazo no muy convencido termino comprando un titulo que recopilaba algunos trabajos de Saikaku Ihara llamado “La vida de una mujer amorosa”, que aunque era tratado como relatos eróticos, sentía que las desventuras románticas de la protagonista podrían ofrecer algún alivio a las suyas propias, porque se había percatado de que desafortunadamente la relación con Miyagi no estaba yendo en verdad bien, y si no había una conversación a profundidad de lo que sucedió, temía que aquella fisura se prolongaría y crecería haciendo mella en su matrimonio… También compro un Artbook, dedicado al arte de América, y para terminar, había comprado una novela que había captado su atención: Era una novela del gran escritor Usami Akihiko, y no era una de las recientes… Leyendo la sinopsis, la novela trataba de cómo un joven protagonista se reponía de una tragedia y vencía las adversidades que se le aparecían en el camino… Algo inusual en ese autor, que sin ser el favorito de Shinobu, le reconocía que tenía una sensibilidad exquisita al dibujar con palabras sus historias, sobre todo las románticas.
Luego sintiéndose saciado por el impulso de compra se dirigió a su hogar yendo en taxi como ya se estaba acostumbrando a hacer cuando en realidad quería sentirse más libre que usando el chofer que le habían asignado… Y ahora estaba allí cruzando el umbral, y cuando el mayordomo hizo ademan de querer recibir los paquetes con los libros comprados, Shinobu se negó, aduciendo que iba a ojear los libros en su habitación hasta que llegara su esposo el cual, anunciado por el empleado, no había llegado aun, algo que había aliviado al chico, quien finalmente se fue a su habitación para ponerse las prendas para dormir y finalmente revisar los títulos que había comprado.
Debía reconocer que lo que había comprado parecía sostenerse ante las casi inexistentes razones por las cuales había comprado esos libros, que incluso ahora no entendía porque lo había hecho… Solo esperaba que dichas urgencias no volvieran a repetirse… Por ahora se encontraba disfrutando del libro de relatos eróticos, los cuales tenía ese estilo antiguo refinado, cuando las luces de su habitación se apagaron, indicando que Miyagi ya estaba en la propiedad… Suspirando pesadamente y en la oscuridad procedió a arreglar sus libros y los dejo en el suelo al lado de la cama, ya que sabía que no había lugar suficiente para ubicar sus libros allí… Aunque el libro que estaba leyendo fue guardado a tientas en el cajón de su mesa de noche, y ya finalmente ubicado debajo de sus sabanas espero a que el mayor hiciera acto de presencia el cual llego desde el baño ya preparado para dormir… Miyagi le saludo con cariño se sentó en la cama y le dio un amoroso beso a Shinobu quien correspondió con cariño… Luego sintió al mayor meterse debajo de las sabanas y luego empezó la conversación rutinaria, que era más bien para saber qué cosas interesantes habían sucedido en el día para cada quien.
Shinobu sabía ahora más que nunca que no debía callar al respecto de los nuevos mensajes… Había aprendido la lección de una forma amarga… Así que debía tomar la mejor oportunidad para aproximarse al tema de la forma más casual posible, y recordarle que tenía a su respaldo la eficiencia de Yamada… Aparentemente Miyagi se había relajado mas con ese tema sabiendo que su fiel mano derecha estaba ayudándole.
Miyagi se había recostado un poco contra él, posiblemente para compartir algo de calor humano, no sabía si lo estaba mirando en la oscuridad, pero sentía que el tenia los ojos fijos en él, y de alguna forma eso lo ponía tenso, como si lograra identificar que algo pasaba con él:
- Shinobu-chin ¿Paso algo que quieras comentarme?
Ahora el chico consideraba que era el momento para abordar otro incómodo detalle sobre los nuevos mensajes, pero al menos sabía que al mencionárselo su esposo no aduciría omisión de información y entonces con cautela comento:
- Bueno con respecto a ese tema... Bueno Yamada me está ayudando activamente ahora que hay nuevos mensajes.
- ¿Acaso persiste el acoso con mensajes?
- Bueno... Sólo me ha llegado uno hoy, y al parecer no es del mismo remitente porque tiene un tono distinto.
- ¿Son mensajes amenazadores?
- No... Son más bien... Reflexivos... No sé, tienen otra sensación... Pero es demasiado coincidencial con los otros mensajes que si son problemáticos... Pero ya estoy encargando me de eso con la ayuda de Yamada... Él es quien me saca de problemas.
Inicialmente no quiso decirlo en un tono tan considerado en referencia a Yamada, pero noto que Miyagi sólo había tocado el tema por compromiso, o más bien como para recordarle el tema que ya les había traído problemas y que aún estaba vigente el compromiso de Shinobu de no reservarse nada... Por eso hizo énfasis en Yamada, además su esposo lo había puesto a su disposición y era verdad que el hombre era el único que le estaba ayudando con eso, y lo estaba haciendo muy bien, así que no era ninguna mentira... Y pronto sintió a su esposo tensarse con eso y espero a la reacción de Miyagi:
- Cualquiera que te oyera pensaría que estas increíblemente feliz con Yamada.
- El me ha prestado una colaboración increíble, sin el hoy no tendría sospechosos ni sabría por donde comenzar.
- Si... Supongo que si no hubiese sido por tu interés en hacer las cosas por tu cuenta en estos momentos sería yo quien te estuviera ayudando.
Shinobu ahí sintió el desquite de su esposo que aún estaba resentido con el... Y en el fondo sabía que esa reconciliación sólo fue un contentillo para luego poder dar paso a saciar su lujuria que había estado estancada en esos días... Si es que no le hubiese dado por buscar a un muchachito al cual vendarle los ojos para luego hacer con él lo que quisiera... Después de haber visto varias facetas oscuras de él, y su rudeza en la cama cuando las cosas no salen como él quisiera, y no aún con las terapias que había hecho, Shinobu aún con dudas lo creía muy capaz.
Entonces sin dejar que la rabia lo delatara dijo en el tono lo más neutro posible pero lo que terminaría diciendo no lo era en absoluto:
- Menos mal que ya nos habíamos pedido disculpas, cualquiera creería que aún me sigues restregando en la cara mi error aún cuando habíamos quedados a paz.
Miyagi se quedo en silencio, Shinobu se quedo tenso esperando a que justificara su comentario... Más sin embargo:
- ¡tienes razón Shinobu-chin! No es momento para sacar a relucir errores del pasado... Te pido disculpas.
No le sintió alarma en la voz a Miyagi, y es que desde que presenció su forma de reaccionar ante ciertas circunstancias, sabía que él podía elegir palabras que pudieran ser convenientes, pero aún con la gentileza con la que dijo eso, no sentía que pudieran aliviar su molestia pero decidió jugar a lo mismo y aparentar que todo estaba bien:
- Todo olvidado Yoh-san... Ya no discutamos.
- Si prefiero disfrutar de tu compañía en paz... Y cuéntame ¿Qué más hiciste hoy?
Shinobu accedió a contarle sobre su paseo por Harajuku y los libros que había comprado... Inconscientemente prolongo la omisión de Nakahara y de cómo intentaba flirtear con el... Seguro omitir cosas que te amenazaban podría ser racional que tu esposo se enojará por hacerlo... Pero... Comentarle que alguien te coquetea en el trabajo ¿Es prudente hacerlo?... Podría causar de nuevo escozor y hasta Miyagi podría tomar represalias contra ese muchacho imprudente... Lo mejor que puede hacer es mantener alejado a ese personaje, y hacer de cuenta de que no pasa nada preocupante, porque estaba 100% seguro que no iba a suceder algo con Nakahara, así que sólo le comenta sobre lo que compró y en especial sobre las antologías literarias y la novela de Usami-sensei sabiendo el interés que tenía su esposo por la poesía... Mientras el comentaba animosamente sentía como su esposo le pasaba el brazo por sus hombros y le daba esporádicos besos en la frente, transmitiendo la idea de ser afectuoso con su pequeño esposo consintiéndolo, y el chico no iba a negarse si mantenían ese nivel... Sin embargo poco a poco notaba como Miyagi daba besos en el cuello de él y sus caricias se centraban en su pecho como repasando por encima de las tetillas en búsqueda de excitarlas... Pero Shinobu detuvo la mano de Miyagi para que dejara de acariciarle de esa forma, lo que causo la curiosidad del mayor:
- ¿Pasa algo Shinobu-chin?
- No, sólo que... Estoy muy cansado y estoy que caigo del sueño...
- ¿Te están poniendo a trabajar mucho en la oficina?
- A mí me gusta mucho mi trabajo y no tengo ningún inconveniente en la oficina... No se trata de eso... Es que han pasado varios días en el que me sometí a ese estrés emocional y eso me ha desgastado... No he podido descansar adecuadamente por eso sé que mi cuerpo no responderá adecuadamente aunque quisiera... Perdón Yoh-san.
Miyagi al parecer había accedido a las disculpas de Shinobu, así que sólo lo abrazo y recibió un beso suave en la mejilla mineras como quien arrulla a un bebe susurro:
- No te preocupes Shinobu-chin... Yo entiendo... Descansa.
- Buenas noches Yoh-san
Shinobu se inclina y a tientas busca la mejilla de Miyagi para depositar un corto besito para luego darse la vuelta y tratar de conciliar el sueño, sintiendo como su esposo se acomodaba tras lanzar un pesado suspiro y espera a que se quede dormido... Para el chico fue un shock darse cuenta de que había sido la primera vez que se había negado a hacer el amor con su esposo, y la sensación fue mixta, era de alivio porque no se sentía compenetrado con el aura romántica que quería aprovechar su esposo, pero por otro lado estaba consciente de que aún tenía ciertos sentimientos negativos hacia su marido... Eso era algo en el que debía trabajar, a lo mejor debía hablar con el terapeuta para contrarrestar esos sentimientos negativos... Tal vez era hora de hacerlo antes de que llegara afectar aún más su matrimonio. Así que tratando de aliviar su mente, se dispuso a dormir y lo logro después de un momento largo.
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No paso desapercibido por Miyagi que Shinobu estaba distante… Y el chico presentía que el mayor pronto empezaría a cuestionarle… No fue solo en esa noche, la distancia se fue acrecentando casi imperceptiblemente, trato de disimularlo en los días subsiguientes, mas sin embargo sentía que su esposo era demasiado suspicaz y en cualquier momento llamaría su atención con el ese asunto… Así que pensó en iniciar un corto curso del estilo “aceptar errores y perdonar” con el terapeuta que hasta ahora los había atendido en cada sesión que habían tenido… Pero lo que quería tratar era información muy sensible, y sabiendo que si Miyagi se enterara e interrogara al especialista para que le dijera sobre que son las sesiones, y teniendo en cuenta que el hombre ya ha trabajado para la familia Miyagi, las probabilidades de que la reserva de “médico-paciente” no tiene probabilidades de permanecer privada… Así que tendría que consultar a un especialista independiente, y con Miyagi probablemente siguiendo sus pasos sería algo difícil de lograr… ¿Cómo podría camuflar su terapia en algo menos conflictivo?... Tendría que planificarlo bien si no quería traer más problemas con su esposo quien ahora parecía más sensible que cuando terminaba las terapias… Y si, seguramente intuía que Shinobu aun permanecía enfadado por algo, y podría sospechar de las razones.
Habían pasado varios días en el que Shinobu había estado poniendo excusas para evitar tener intimidad con su marido, y cada vez se le complicaba mas buscar una razón que convenciera a un cada vez mas suspicaz esposo, ya no tenía mucho tiempo… Pero… Si solo le daba el contentillo de ponerse íntimo con el mayor sabía que debía estar involucrado emocionalmente y no solo físicamente… Miyagi se daría cuenta si él no llega a tener una erección mientras es embestido… Algo que ya se ha vuelto general cuando ellos tienen intimidad, algo que en ocasiones Miyagi apreciaba enormemente, y era que Shinobu podía venirse con tan solo las embestidas de su esposo sin necesidad de atender su propio miembro simultáneamente… Si llegaba a hacer eso, ya sería algo inusual y Miyagi sabría (Eso es lo más curioso, a pesar de la oscuridad Miyagi parecía contemplarlo en esos fogosos momentos como si lo hicieran a plena luz del día y podía mencionarle detalles visuales que lo avergonzaban y lo sombraban) si algo le pasa, y esa era la razón principal por la que lo había estado evitando, aducía que estaba “sin ganas” porque se sentía cansado emocionalmente con lo que averiguaba de su acosador y que sumado a su trabajo terminaba “terriblemente cansado”, pero al día siguiente que había dado esa excusa, su jefe le había reprochado que un superior de él estaba preocupado si le estaba dando poco descanso a los practicantes, y le inquirió si él había estado dando esa impresión a lo que Shinobu tuvo que convencer con todo el arsenal que tenía a su jefe de que había sido un malentendido y que él estaba supremamente feliz de trabajar con ellos, logrando disuadir a su jefe de persistir en el tema… Pronto se enteraría que los alcances de Miyagi llegaban a esa empresa, muy al contrario de lo que creyó cuando eligió esa compañía precisamente por la independencia que él podría tener de las influencias de su esposo… Pero para esas alturas ya se había acomodado a la dinámica del departamento de RRHH, por tanto ya se le hacia fútil desertar a esas alturas para conseguir otra empresa… Además le había cogido cariño a su jefe y compañeros… Incluso las incursiones de Nakahara le daban vitalidad a su permanencia en esas oficinas… Así que permanecería allí hasta finalizar, e incluso su jefe le indico que había altas probabilidades de que el ingresara a la empresa como empleado de planta, algo que no disgustaba a Shinobu, quien buscaba hacerse a un nombre por sus meritos y no por el apellido que ahora ostentaba.
Había buscado ayuda de forma online sobre tratamientos son respecto a guardar resentimientos y no perdonar ni olvidar agravios que podrían mellar un matrimonio… Básicamente eso era orientación matrimonial… Y eso se debía hacer con la pareja… Sabía que debían tratarlo pero… Miyagi ya logro zafarse de reiniciar las terapias previas… ¿Cómo pensar que el iniciaría otra terapia matrimonial? A veces se preguntaba si no es que se estaba volviendo dependiente de esa asesoría medica y psiquiátrica para resolver asuntos entre su esposo y el, tal vez ya venía siendo momento de seguir su propio instinto y resolver las cosas, fortalecerse por sus medios, pero… Ya había tomado determinaciones por su cuenta y habían sido erróneas… ¿A quién debería recurrir?... Pensó en Chiyo-san pero entonces reflexiono al respecto… La ultima vez ella abogo por su hijo, a fin de cuentas es su sangre y extraoficialmente su hijo preferido, ella le había aconsejado a que diera el primer paso, en base a que él fue el agraviante, mas ahora reconocía que no tomo mucho en cuenta su posición ni pensó en su situación, siendo más parcial hacia su hijo obviamente, y eso le dolió… Pero era una realidad, no se iba a oponer a su propio hijo por su yerno que provenía de una familia que le había hecho pasar tragos amargos… No se necesitaba dos dedos de frente para concluir en base al sentido común que ella propiciaría su reconciliación dando ese empujoncito a Shinobu… Por tanto su confianza en ella ahora estaba cubierta con un velo de intranquilidad, porque siempre se inclinara por su esposo, a pesar de ser muy razonable… Así que sabía que estaba solo en eso, y por ende por ahora, solo buscaría la solución a resolver su molestia inherente y no quería que eso terminara por explotársele en el rostro.
Y hablando de su suegra, en esa mañana había recibido la llamada de la mujer preguntándole con interés, porque si algo debía reconocerle a la matriarca Miyagi, es que su interés nunca fue fingido, y que a pesar de su incipiente cuestionamiento, ella le había mostrado que era una persona confiable y con un buen juicio y seria también injusto cuestionarla por solo querer lo mejor para su hijo y propiciarle la menor cantidad de momentos negativos para él, y el permanecer en esa separación era causa de eso, así que le respondió como siempre acostumbraba, pero eso sí, un poco de cuidado nunca la ha hecho algo malo a alguien.
Chiyo-san parecía muy feliz de que las cosas resultaran bien a su entender, Shinobu no la contradijo, pero en el fondo se sentía algo desilusionado con ella, por tanto no estuvo muy entusiasmado con la invitación que ella le dio… Pero no podía desairarla, aunque él se estuviera llenando de malos pensamientos contra ella, sabía que debían ser sugestiones y que era más necesario poner en práctica la paciencia, porque la paranoia se estaba filtrando a otros ámbitos de su vida, por ende decidió dejarse influenciar por ese pesimismo, y recordarse que Chiyo-san había mostrado un verdadero afecto hacia el… No podía dejar de lado esos momentos en el que ella lo apoyo y eso debía ser suficiente.
Cuando la llamada termino se sentía aun inquieto pero a la larga algo mas confortado, porque la madre de su esposo siempre le hacía sentir mejor, y elevaba su espíritu mucho más para proseguir con su día y ese día fue uno especialmente tranquilo… Hasta que Nakahara lo intercepto justo antes de irse a almorzar a la cafetería del edificio… No era la primera vez que el hombre lo buscaba para almorzar, y no fue la primera que Shinobu lo rechazaba pero en esta ocasión ese incansable hombre tenía una actitud distinta:
- ¿Por qué me rechazas de esa forma tan cruel?... ¿Acaso te he hecho algo malo de lo que no me haya dado cuenta?
El chico sintió en su voz algo de tristeza, como si su interés por él fuera genuino… Sin embargo debía ser claro con él, aunque no le daría detalles más íntimos de porque evitaba encontrarse con hombres mientras alguien le seguía los pasos:
- Lamento si alguna veces resulto demasiado frio hacia usted… Pero tal como se lo he dicho en cada oportunidad que usted solicita de mi compañía, yo estoy casado y amo a mi esposo, por eso le debo mucho respeto… Además creo que usted ya está enterado de que no es precisamente un matrimonio de bajo perfil… Y no quiero sonar arrogante ni engreído con esto… Pero si ya sabe cuál es el apellido que adquirí al casarme, debe intuir que es un apellido reconocido, y que los medios de comunicación tienden a orbitar cerca de los miembros de una familia reconocida… Por tanto ya estoy bajo escrutinio, y entenderá usted que no puedo permitirme una vida normal como usted quisiera… Pero las apariencias son lo de menos, amo a mi esposo y no tengo intención de crear malos entendidos que pudieran poner en entredicho mi forma de actuar y lo afectara de alguna forma a él… Siempre hay personas que buscan oportunidades para dejar mal parados a personajes que por una u otra razón son reconocidos… Si me comprendió, entenderá que no puedo salir con usted ni siquiera como muestra de una amistad… Y yo no lo cumplo por obligación… Yo no tengo ningún problema con cumplirlo… Puede opinar sobre mí como usted desee, puede tener el peor calificativo hacia mí por ser tan intransigente al respecto… De hecho si fueran otras las circunstancias, sería posible que fuéramos amigos, porque a pesar de su forma frívola de ser, percibo que te preocupas por tus amigos y no eres mala persona… Pero supongo que encontraras a alguien que encantado querría hacerte compañía… Lamento ser así de directo, pero creo que es mejor si soy claro de una vez.
Fue muy inclemente haber sido así… Pero Shinobu debía asegurarse de no tener más problemas o al menos problemas potenciales con su matrimonio, y en verdad lamentaba ser alguien tan descorazonado; noto la mirada momentáneamente triste de Nahakara, el cual agacho su rostro, pareciendo acongojado por haber sido prácticamente rechazado de tajo antes de siquiera haber intentado algo… Pero… De repente sube su rostro, pero ya no estaba la tristeza que tuvo unos segundos antes, ahora había seriedad, algo que muy rara vez había visto en la postura general de Keigo, y entonces su voz sonó de forma directa y sin el tono juguetón que siempre empleaba:
- Entiendo tu posición… No soy ajeno a la idea de cuidar las apariencias como tú lo estás haciendo… Si tu búsqueda de mantener una imagen virtuosa y digna de pertenecer a una familia de elite es tu prioridad en estos momentos, yo no soy quien para criticarte eso… De hecho encuentro asombroso que des tanto de ti para ser alguien tan perfecto… Eres un trabajador incansable que quiere demostrar su valía a toda costa, logrando salir adelante sin necesidad de usar las conexiones y las ventajas que otros en tu posición muy fácilmente aprovecharían… Además aunque seguramente te lo niegues… Eres muy atractivo… Transmites esa sensibilidad aunque seas de carácter firme, que se busca en una pareja, y últimamente has estado llamando la atención de las chicas de la oficina… Pero pareciera que es como un descubrimiento sorpresivo para ellas por eso no se atreven a declarársete… Yo desde que te vi tuve en claro que eras alguien inalcanzable, no solo por ser esposo de alguien de elite, sino porque tú mismo has impuesto la barrera en honor a tu estado civil, una barrera que percibí como voluntaria… Pero… Mi interés en ti va mas allá de incluso admitir que estas lejos de mis posibilidades, y sé que estás viviendo lo genial de los primeros años de un matrimonio, y que maravillosamente puedes disfrutar ya que nosotros, los que por lo general no teníamos derecho a casarnos con nuestras parejas, ahora podemos hacerlo sin vergüenza… Sin embargo… Para ser un jovencito casado hace poco tiempo, no reconozco en ti esa lozanía y ese semblante que un enamorado recién casado luciría… Tu aura y tus ojos… Transmiten una tristeza tan sutil casi imperceptible… Sé que no eres completamente feliz… Porque estoy seguro que si tu esposo te amara, no te sometería a todo ese tipo de restricciones y protocolos, porque si no estoy mal, él es quien da las órdenes, por tanto el podría cambiar las cosas solo para tenerte feliz y cómodo, no que tú te tengas que adaptar a ese estilo de vida a las malas, si él te amara, te aceptaría tal como tú eres… Por eso crees que tu negación a conocer a alguien mas incluso solo como amigos es voluntaria cuando en realidad es hecha por miedo, porque temes que si lo arruinas, perderás a tu esposo que es una persona tan estricta pero al cual quieres e idolatras… El brillo de tus ojos se ha apagado mucho más últimamente… Puede que no te des cuenta pero… Yo lo veo como un libro abierto… Yo no tengo miedo de admitir que he sido muy superficial con mi actitud en esta empresa, y que no he sido serio con ninguna pareja que me han conocido en todo el tiempo que he trabajado aquí… Pero si me he enamorado, si he dado todo de mí por esa persona y he sido traicionado y he sido dejado a un lado… Pero cuando voy en serio, casi nadie conoce esa faceta… Me hubiese gustado mostrártela a ti… Estoy seguro que te sorprenderías, y te darías cuenta lo diferente que es cuando en verdad te aman.
Shinobu quedo estupefacto al oír a ese interlocutor, quien generalmente era de hablar fácil y casual siendo tan serio y dando conceptos tan concisos y analizados… Pero… Muchas de las cosas que dijo lo enfadaron:
- Tú no tienes idea de lo que estás hablando… ¿Crees que por darme ese análisis rebuscado sabes cómo me siento yo? ¿Acaso has tenido la oportunidad de conocer a mi esposo?... ¡No lo conoces! ¡Ni me conoces tan bien como alardeas!
- Al contrario querido Takatsuki-san… Puede que no conozca a tu hermano personalmente, pero si he tenido conocimiento de aspectos de su vida antes de que empezara a alejarse de los medios de comunicación… Mi hermano estudio con él en Inglaterra, es mas él fue tutor de mi hermano en sus estudios, y creo que en ese sentido si puedo decir que lo conozco.
Shinobu casi se queda sin habla… ¿Acaso el mundo podía ser tan pequeño?, sin embargo no podía permitir que Nakahara siguiera alardeando de que lo conocía tanto como él:
- Eso no dice nada, además, Miyagi Yoh ha cambiado mucho desde que salió de la universidad.
- Es cierto, de hecho el no supo nada después del escándalo que hubo en la universidad donde él estuvo involucrado con una estudiante de un curso superior… Pero cuando escuche su nombre en los periódicos como el nuevo salvador de la familia Miyagi me llamo mucho la atención… Sus movidas financieras son incluso casos de estudio en las universidades de aquí… Y entonces me entero que se ha casado, y no solo eso, que se caso con el único hijo varón de la familia Takatsuki, la misma familia que había humillado a los Miyagi anteriormente y que ahora los papeles se habían reversado… Puedes decir lo que quieras, pero ese matrimonio me huele a revancha, y te están ilusionando Takatsuki.
- ¡USTED NO SABE NADA!... No sé como tiene la cara de decir tantas cosas sin siquiera saber cómo es que sucedieron… Mire Nakahara, uno opina de algo si tiene idea de cómo es que pasaron los sucesos o está involucrado al menos, no se tome la libertad que yo no le he brindado… Y será mejor que se vaya, porque mi paciencia con usted se está acabando.
El hombre le sostuvo la mirada que ahora tenía Shinobu, inundada de ira y desprecio… Pero también en el fondo de miedo… Porque había sido un temor que estaba subyacente, muy pero muy en las profundidades de su subconsciente, y que ahora empezaban a filtrarse a su consciente… Ese hombre estaba apuntando a detalles concisos que él había tratado de tapar con los actos amorosos de su esposo… pero… Si estuviese enamorado no debería tener esos miedos ¿Cierto?... Pero estaba seguro de su amor por Miyagi… Aunque… Si sentía que su esposo hacía pasar por grandes sacrificios algo que debería ser básico en una relación y habría agrandado dar detalles de su pasado por ejemplo para hacerlos ver como verdaderas muestras de confianza… Muchas veces tuvo que aceptar ciertas posiciones de su esposo como algo sin discusión… Algo en Nakahara le indicaba que lo que él decía podría ser cierto… ¿O es solo sugestión y paranoia?... Shinobu continuo arremetiendo con su mirada para que la presencia de ese hombre desapareciera, y Nakahara aparentemente acepto que había iniciado una discusión que lo que hizo fue causar más rechazo de Shinobu hacia él y sin decir nada más se empezó a retirar hasta perderse en el pasillo, y solo hasta entonces suspiro pesadamente para sacar esas sensaciones negativas de su cuerpo… Y trato de despejarse de lo que había discutido con ese hombre… Algo le causaba escalofríos y era con la familiaridad con la que él se comportaba con él, como si lo conociera de hace mucho y eso le llevaba por una ruta de pensamiento que le indicaba que ese hombre podría estar vigilándolo desde hacía un tiempo… pero si llegaba a ahondar en esos pensamientos le traía recuerdos de ciertos mensajes que quería olvidar… Sentía que lo estaban aprisionando… Tanta fue la intensidad de esa emoción que el hambre se le fue y en vez de irse a almorzar en la cafetería como tenía planeado, salió del edificio, pues sentía que su humor iba a empeorar mas si entraba en contacto con alguien que de pronto demostrara preocupación por su visiblemente sombrío estado anímico, y de forma furtiva se alejo del edificio para respirar con más tranquilidad… Y encontrar un poco de paz en su turbulento corazón, pero si estaba con esa opresión en su corazón… Tenía una especie de mal presentimiento.
Al voltear en la esquina siente que su teléfono celular comienza a sonar, estaba recibiendo una llamada y al revisar el identificador, nota con algo de sorpresa y algo aliviado que se trataba de su esposo, a lo cual contesta sin dar más espera, con un tono de ilusión, más bien de expectativa porque en verdad el esperaba a que su esposo, con algún gesto cariñoso borrara la duda que Nakahara había sembrado en su determinación:
- Yoh-san ¡Que sorpresa!...
- ¿Cómo estás?... ¿Puedes hablar?
Shinobu sintió el tono tenso de su esposo… Algo que lo lleno de desesperación… ¿Acaso no podría tener sosiego ese día?... Y trato de responder con la mayor tranquilidad:
- No te preocupes Miyagi, ahora estoy en mi hora de descanso… ¿Pasa algo? Te escucho tenso.
- Shinobu… Eso es lo que te quiero preguntar… ¿Te sientes mal conmigo?
La pregunta resonó muy preocupante, y más porque Shinobu no creyó que Miyagi comenzara a preguntar sobre eso tan pronto y trato de disimular, obviamente:
- La verdad no entiendo él porque me preguntas eso…
- ¿En serio vas a seguir ocultándome cosas Shinobu?... ¿Ya no te había quedado claro que esa actitud es la que daña la armonía de nuestro matrimonio?
Shinobu sintió que su cuerpo empezaba a temblar sin que él lo pudiera evitar… Una reacción que nunca espero tener al escuchar a su esposo medio enojado… Nunca había sucedido… Y ahora…:
- De nuevo te repito… ¿De qué estás hablando?
- Dime Shinobu… ¿Tu no estuviste consultando con psicólogos para tratar problemas matrimoniales?... Específicamente sobre falta de interés por tener intimidad con el conyugue o problemas por el estilo… ¿Estoy equivocado?
La mente de Shinobu empezó a divagar sobre como su esposo se enteraría de su búsqueda que había intentado hacerla de la forma más discreta posible… Eso fue hasta que recordó cierta consulta online que había enviado a un especialista en psiquiatría que a través de búsqueda en internet, había encontrado buenas recomendaciones… Pero… ¿Cómo es que…?
- ¿Se te hace conocido el nombre Miyamoto Gendoh?... Ahora si te viene a la memoria… ¿Cierto?
Y ahí estaba su respuesta… Era ese mismo especialista… Precisamente para poder estar en contacto con la asesoría de ese doctor tenía que poner sus datos a través de la página de la clínica donde trabajaba el psiquiatra, incluyendo su número de seguro social para recibir la asesoría que necesitaba… Y entonces… ¿Cómo es que se entero de que había consultado con ese medico?... Y de nuevo como si Miyagi le leyera la mente le contesto con algo de amargura en su voz:
- ¿Acaso no sabías que el doctor Miyamoto ha sido un medico asociado a nuestra familia desde hace mucho tiempo?... El mismo me llamo para preguntarme si estaba al tanto de los problemas que tú tenías… No sabes lo desconcertado que estuve al oír eso… ¿Acaso tienes problemas conmigo? ¿No se supone que nos comprometimos a hablar todo lo que nos suceda por el bien de nuestro matrimonio?
El tono de voz en esa última pregunta le resulto triste… Seguramente dolido de enterarse de que su esposo estaba manifestando dudas sobre el matrimonio, para Shinobu estaba ahí de nuevo esa visión totalitarista de Yoh, donde si estabas dudando de un aspecto de la dinámica de ese matrimonio, era equivalente a dudar de todos los aspectos del matrimonio que tenían… Y sabía que se avecinaba para él, y sintió su cuerpo temblar ante la expectativa de la reacción de su marido:
- ¿Creías que no me iba a enterar?... No entiendo nada de esto ¿Me podrías explicar?
- ¿Me dejaras explicarte esta vez? ¿O solo asumirás que lo sabes todo y me volverás a castigar sin que yo pueda decir algo al respecto?
- ¡No intentes victimizarte!... Tienes mucho que explicar Shinobu… Pero lo harás esta noche… Te esperare para hablar… No va a ser una cena, así que hazlo previamente afuera… Hablaremos sin distracciones, iremos al grano y directamente… Hoy me vas a tener que aclarar muchas cosas antes de que nuestros problemas se empiecen a exhibir por fuera de nuestra voluntad… Esto nos concierne solo a los dos… Espero que ahora si solucionemos de una buena vez lo que está sucediendo… Te espero esta noche.
Sin darle tiempo para seguir hablando le cuelga, dejando el sinsabor en el joven, el cual sentía que ahora había dado dos pasos atrás en su matrimonio… Y esa noche, Miyagi no iba a estar de mucho humor… Ahora que empezaba a conocer el lado terrible de su esposo, el cual ahora mostraba ser tan difícil de complacer, complicado para satisfacer, un hombre problemático… La idealización del esposo comprensivo y ávido de enamorarlo se estaba diluyendo con cada faceta nueva que el mostraba… Se sentía decepcionado… ¡No puede pensar eso!... Shinobu se recuerda que debe tener paciencia si quería que ese matrimonio funcionara… Debía trabajar por la relación… Pero… ¿Eso implicaba que debía guardarse para él sus frustraciones porque si los ventilaba, crearía un problema con su esposo que al parecer se estaba acostumbrando a acallar cualquier inconformidad de Shinobu… ¿Acaso esa era la verdadera posición que tenía el mayor con respecto al manejo de los conflictos entre ellos?... No podía negar que empezaba a ver un panorama poco atractivo para el… Y de nuevo su fuero interno se rebelaba, gritándole que si empezaba a dar más concesiones, muy pronto seria un reprimido… Nunca debía doblegar su ímpetu, ni callarse para evitarse problemas… Y tal vez ya era hora de decirle a su esposo lo que le pasaba desde la supuesta reconciliación, a menos que para él una buena sesión de sexo equivalía a una reconciliación.
Tal vez ya era momento también de vislumbrar un futuro más incierto… ¿Seria que ya no tenía cabida en ese matrimonio?... El haría parte de los Miyagi siempre y cuando permaneciera callado… Posiblemente el que Miyagi le hubiese dicho que le encantaba que el mantuviera su personalidad solo había sido un distractor… En el fondo le gustaba que las cosas salieran a su modo… Y aun así seguía sin comprender el porqué lo eligió si sabía que su personalidad iba en contravía a la de el… No entendía porque se caso con el si sabía que su rebeldía iba a ser un problema futuro… ¿Seria que quería demostrarse a sí mismo que podía domar a alguien como él?... Si eso era así… Tal vez sería mejor divorciarse de él y su familia… Ya no tenía que preocuparse de su familia de todas formas ya que ya tenían una tabla salvavidas, así que solo estaría el… No sabía si podría apelar a la ayuda de su suegra… Y si seguía pensando en ese futuro tan negro se deprimiría, cuando debía preparar su defensa ante su esposo, porque esa noche iba a haber un juicio.
Mientras empezaba a contemplar lo que haría, sintió un zumbido proveniente de su celular, el cual causo curiosidad en el chico y reviso el celular, de pronto con la esperanza de que fuera su esposo, que a lo mejor en un tono menos displicente que el que había usado con el… Y no era el… Era de nuevo ese número desconocido, el cual curiosamente no había sido cambiado y había enviado un mensaje de texto que Shinobu leyó con algo de cautela:
<< Es duro cuando alguien especial comienza a ignorarte, pero es más difícil cuando tienes que fingir que no te importa… Peor es saber que tal actitud se deba a concepciones erróneas de su vida… No hay nada más triste en la vida que creer que no estás solo y darte cuenta de que es así, porque lo que crees es la persona que debe ser la razón de tu alegría en realidad te lo está robando… Cuento los minutos para que te des cuenta de lo infeliz que en realidad eres… Eres una persona increíble, a pesar de tu mal carácter, y como quisiera poder acercarme a ti y hacerte ver quién eres… Ojala usaras esa tozudez tuya para recibir buenas influencias y que las recibas con agrado y no te empecines en visiones confusas y te liberes de ataduras que amarran tu espíritu… Con este mensaje espero llegar a ti y hacerte reflexionar… Espero pronto ver que has cambiado de rumbo y que busques tu felicidad. >>
Ese mensaje fue algo que lo dejo sin aliento… No era Miyagi… Eso dolía, porque esa forma de expresarse estaba ausente de cómo Miyagi se había acercado a él… No era de este nuevo acosador… Un acosador que tenía una vibra tan esperanzadora… Ya Miyagi ni le enviaba poemas como hacia al principio… Era notoria la disminución de agasajarlo con detalles que antes eran más sutiles… Todo cambio a raíz de un error de él, cualquiera que fuera, era como si con cada equivocación, real o percibida por él, le perdiera cada vez más el respeto como su digno conyugue… Era triste darse cuenta de eso… Y más con la reflexión originada por quien le enviaba esos mensajes… Tenía sus sospechas de quien era pero para despejar esa duda, en ese mismo momento le marco a Yamada y con rapidez le pidió el favor:
- Yamada, de nuevo recibí un mensaje de ese número… ¿Cuánto tiempo tardarías en averiguar de quien se trata?
Yamada apenas pudo digerir la solicitud de Shinobu para contestar con suficiente confianza:
- Si hago la consulta vía telefónica… Me demoraría cerca de 10 minutos.
- Perfecto, quiero tener esa información en ese tiempo, creo que como es el mismo número de la otra vez, podrá ser rastreable.
- Yo le informare si efectivamente se trata de un usuario fijo o si se trata de una línea desechable.
- Muy bien… Creo que ya tiene el numero en cuestión por tanto no necesitara que se lo reenvié… Esperare su llamada… Le agradezco su ayuda inmediata.
- En seguida señor.
Y apenas colgó, Shinobu se empezó a sentir nervioso… Tenía un sospechoso… Pero ahora no quería perder más tiempo, además, si se dedicaba a eso se distraería de lo que había sucedido momentos antes, así que la espera lo tenía paseándose alrededor del edificio de su oficina, esperando que los minutos transcurrieran de forma más rápida… Y pronto, Yamada estaba llamando, con la puntualidad de un caballero inglés, para dar su informe:
- Señor ya tengo la información que me solicito.
- ¿Eso quiere decir que si hay un usuario de ese número?
- Efectivamente… Se trata del señor Nakahara Keigo… Es una línea relativamente nueva que habría sido comprada en un local relativamente pequeño y lejano de la oficina, aunque es extraño porque el ya tiene otro numero activo… No sé si habría comprado esa nueva línea precisamente para enviar esos mensajes… Aunque no tendría sentido hacerse visible con una línea nueva cuando pudo haberle enviado esos mensajes desde su número regular habiendo sido posible su rastreo… La verdad me resulta algo confuso… No sé si esta información es lo que usted necesitaba.
Shinobu lanzo un suspiro… No sabía si era de alivio o de pesadez… Miro al cielo de la tarde confirmando que ese día iba a ser muy largo… Y luego le respondió a Yamada:
- Si… Ahora que se quién es él quien me envía esos mensajes… Creo que tengo que hablar con él y evitar más acosos… Al menos puedo enfocarme en eso… Yamada, como siempre muchas gracias por tu ayuda… No sabría que hacer sin tu ayuda.
- Siempre estoy a sus ordenes señor.
Shinobu suspiro al colgar… Entonces con un paso más definido avanzo para entrar de nuevo al edificio… Porque ya era hora de evitar más mensajes que podrían complicar más su situación y en esta ocasión debería ser aun más firme de lo que ya había sido anteriormente… Y cuando se enfocaba en ese propósito suena de nuevo ese zumbido conocido, queriendo decir que era un nuevo mensaje de texto, entonces lo reviso, intuyendo que a lo mejor Nakahara iba a tratar de convencerlo de algo mas, aunque sus mensajes no eran del todo nefastas… Y fue cuando lo leyó:
<< ¿Problemas en el paraíso?... Al parecer ya te estás percatando de que no encajas en la vida de Miyagi Yoh… Deberías ya darte por vencido, no sería bueno que terminaras mas destrozado, no conoces como es Miyagi-san, y créeme, el puede ser muy cruel cuando se lo propone… Hazte un favor y ya desaparécete de su vida, evitaras que te rompan más el corazón, el queda sin con quien desquitarse y se lo dejaras a alguien que si puede manejar su carácter… Eres joven, podrás encontrar a alguien más, a lo mejor encuentras a una buena mujer y tener hijos, o encontrar a un hombre dulce que te ame con toda su alma y sea capaz de hacer todo por ti… Es mejor que alguien que está contigo por una venganza. Espero que tomes la decisión correcta pronto.>>
Y así entonces al digerir ese mensaje, con tintes burlones y que de forma cobarde le incitaba a alejarse de su esposo, inflamo la ira de Shinobu… Pero casi sin pensarlo volvió a llamar a Yamada, esta vez su voz estaba muy tenso a la hora de solicitar de nuevo la ayuda del hombre:
- Yamada, de nuevo soy yo… Acabo de recibir un nuevo mensaje, y es desde el numero que nos proveyó Okamoto, y al que le hicieron la triangulación… ¿Hay posibilidad de hacer una nueva triangulación en estos momentos?... Entre más rápido ubique ese número más rápido podre actuar… Estoy cansando de todo y quiero terminar con todo esto, si es posible hoy mismo.
- Señor hare lo que pueda, espero que mi amigo pueda colaborarme pidiéndole el favor vía telefónica. Aunque es posible que no acepte…
- ¡Convénzalo!... Si es posible ofrézcale dinero… Cualquier cosa… Pero quiero saber donde esta ese número en estos momentos.
- Recuerde señor que primero debe estar emitiendo alguna señal para ubicarlo, primero hay que confirmar eso.
- ¡Solo haga lo que tenga que hacer!... De nuevo empezó este cobarde a acosarme y al parecer está de nuevo siguiéndome… ¡Yamada por favor, ayúdeme con esto!
- Tratare de hacer lo mejor que pueda. Espere mi llamada.
Al colgar Shinobu sintió su respiración agitada… Justo cuando estaba hablando, vio como Nakahara salía del edificio y se disponía a entrar a un pequeño café junto a una compañera de trabajo con la que al parecer estaba hablando muy amenamente y entraron al pequeño local… Shinobu sentía sus sienes palpitar con angustia… No creía que fuera Nakahara, lo veía allí en una postura muy relajada como para dedicarse a acosarlo… Sus palabras para con él nunca fueron percibidas con esa crueldad con la que se dirigían a él esos mensajes… No… Eran diferentes y tenían objetivos diferentes… Y entonces sin haberse percatado de cuánto tiempo había pasado, recibió una llamada, y confirmo en el identificador que era Yamada y contesto en ese instante:
- Yamada dame buenas noticias.
- Mi amigo estaba en la sección de seguimiento en estos momentos… Lo convencí y acepto ayudarme por esta última vez… Tiene suerte de que ese número estuviera aun activo por un poco de tiempo, porque al parecer se estaba comunicando con alguien… Y logramos triangular su posición antes de que colgara porque ya estaba terminando la conversación... No logramos ubicar la posición exacta pero si el distrito donde estaba… Esa persona estaba ubicada en el sector de Aoyama… No sé si le es de ayuda ese dato.
Shinobu quedo sin aliento, logro ver como Nakahara salía con su acompañante del café para volver a entrar al edificio, mientras charlaban entre sonrisas… Y en ningún momento vio a Nakahara tomar su celular, al contrario solo puso su atención en la joven mujer que era su interlocutora… Y luego su mente por fin se conecto con su realidad y logro contestar a Yamada que estaba algo preocupado por qué no recibía respuesta de Shinobu:
- Yamada… Hoy me has sido de muchísima ayuda… No sé como agradecerte esta colaboración… También quiero que le agradezcas a tu amigo… SI hay algo que sabes que le gusta se lo enviare…
- Señor yo solo cumplo con mi trabajo… Yo le enviare algo a su nombre, yo me encargo de eso.
- Yamada… Si hay algún favor que quiera pedirme, dígamelo y si esta a mi alcance se lo hare.
- No hace falta señor… Solo cuidar de la persona más importante de Miyagi-sama es lo más importante… Tome una decisión con tranquilidad, no actúe por impulso y siempre contemple las consecuencias de lo que vaya a decidir señor.
- Lo tomare en cuenta… Gracias de nuevo.
Luego Shinobu colgó… Y entonces abriendo el teclado de su teléfono celular marco el número que había mandado a triangular, y la llamada entro dejando sonar por varias veces, y justo cuando estaba por entrar a buzón de correo de voz se escucho como alguien abría la comunicación pero no hablaba por el auricular… Solo se oía sonido ambiente, y al parecer estaba cerca de una calle… Quien fuera que hubiese contestado se estaba quedando a la expectativa de quien había sido el que le marcaba a ese número y entonces, reuniendo coraje de su interior Shinobu, casi sin pensarlo dijo en un tono de voz enérgico y firme:
- ¡Ya contesta Risako!... Sé que eres tu quien me está mandando esos mensajes… Deja de ser una cobarde y hablemos cara a cara… Dime de frente todo lo que quieres decirme y no te escondas detrás de estúpidos mensajes mandados desde líneas telefónicas desechables ni investigadores a quienes contratas para mandarme a seguir… ¡YA DEJA DE ESCONDERTE!
Hubo un prolongado silencio, si no fuese quien él decía que era quien estaba al otro lado de la línea, era fácil que esa persona negara que era quien se le acusaba… Pero ese silencio, con cada segundo le otorgaba la razón… Pero Shinobu sostuvo ese teléfono para escuchar el mínimo susurro, y no iba a colgar bajo ningún pretexto… Y entonces:
- ¡Vaya hermanito! Pensé que demorarías más tiempo en descubrir que se trataba de mí… Incluso llegue a pensar que nunca lo descubrirías.
- Al contrario, el que siempre me subestimaras hizo más fácil las cosas… Dejaste demasiadas pistas como para saber que eras tú… No eres tan lista como crees, dejando hasta testigos… Y la verdad no sé porque te tomaste tantos problemas para acosarme por medio de mensajes cobardes… ¿Qué es lo que pretendes?
- Bueno… Ya no tiene sentido esconderme más… A lo mejor ya es hora de que te despierte de una vez de esa fantasía en la que vives… Tengo mucho que contarte y sobre todo, revelaciones sobre tu esposo.
- Después de tantas mentiras dichas en mi cara… ¿Cómo esperas que te crea?... Te creo hasta capaz de secuestrarme y desaparecerme… Tú ya tienes tu vida hecha… ¿Por qué quieres arruinarme la mía?
- Tu vida es robada ¿Sabes?... Pero esto que te tengo que contar debe ser en persona… Y no te preocupes por esos temores que tienes hacia mí… Después de lo que te vas a enterar, no necesitare tomar más medidas.
- Muy bien… Sé que estas en Aoyama… ¿Incluso estas coordinando un seguimiento contra mí mientras estas de compras en las tiendas de lujo de ese distrito? Eso es tan de ti…
- Que puedo decir… Al parecer si te subestime… Me tienes siguiéndome, yo que creía que nunca te darías cuenta-
- ¡Ya basta de estupideces!... Nos veremos en Café & Meal MUJI para cenar en tres horas, comeremos y me contaras todo lo que tengas escondido, y me dirás el propósito de tu acoso y tus malas intenciones… Después yo decidiré si creerte o no… Y por supuesto, eso significa que después de este día no quiero volver a ver tu cara en mi vida, te querré lejos de mi y de mi vida y si vuelves a intentar algo así, te pondré una orden de caución y llamare a un pasquín de chismes para revelar detalles de tu vida libertina antes de convertirte en la señora Yagami, y créeme que tengo evidencia… Así que no intentes hacer nada extraño ¿Entendido Risako?
Al otro lado de la línea la mujer se rio de forma irónica, al parecer la actitud de Shinobu le causaba mucha gracia_
- ¡Wow hermanito!… Creo que estar con Miyagi Yoh te ha hecho mandón… Me interesa que te enteres de todo de todas formas… Yo también quiero liberarme de sus presiones.
- ¿A qué te refieres Risako?
- Ya lo sabrás en tres horas… En Café & Meal MUJI ¿Cierto?... Estaré allí… Nos vemos Shinobu-chin.
Y colgó, dejando al joven helado… ¿Lo había llamado Shinobu-chin?... ¿Miyagi le presionaba? ¿A ella?... Su mente estaba en un torbellino de dudas y especulaciones… ¿Qué estaba sucediendo en verdad? ¿Revelaciones de su esposo?... Pronto se sintió mareado y se tuvo que apoyar en la pared… Pronto su vida cambiaria de forma radical, lo presentía… Y lo peor es que sabía que no se iba a enterar de algo bueno.