CAP. 1
EVOLUCIÓN Y GUERRA
Pasaron miles de años luego de la fatídica visita de la Diosa y todo cambio, evoluciono.
Vampiros y Licántropos luego de aquel día despertaron y como la Diosa dijera, no recordaban nada de su pasado como Bersereks y Ahrens o de Dünyan. Lo único en sus mentes era un intenso odio los unos por los otros.
El odio como había sido decretado era ahora lo que guiaba sus destinos. Sin embargo al no recordar nada se despidieron en esa ocasión sin pelear mas.
Ambas razas decidieron emprender un viaje por la Tierra y conocer aquel planeta que sería su hogar. Debido a sus habilidades sobre naturales, aun vigentes, no les tomo mucho tiempo conocer la Tierra y a sus primitivos habitantes.
Los licántropos decidieron instalarse en una gran Isla rodeada de océano y con grandes terrenos boscosos, ahí formaron su hogar con la mente fija en un objetivo. Destruir a los Vampiros. Ninguno sabía a ciencia cierta el por qué de ese odio que sentían por ellos pero decidieron no cuestionarlo. Si eso era lo que sentían debía ser correcto. Entrenaron duro y adquirieron conocimiento de sus habilidades y debilidades. También demostraron su inteligencia y transformaron su entorno haciendo más cómoda su estancia.
Los vampiros no se quedaron atrás, en vista de que podían cortar distancias gracias a su habilidad para volar, se instalaron en una vasta meseta localizada estratégicamente. La razón era obvia, lo único en su mente era destruir a los Licántropos y creyeron que ese lugar era bueno para asentarse y planear su plan de ataque. Igual que sus enemigos, no se cuestionaron el odio que sentían y dejaron que este dictara sus acciones. Como corresponde también entrenaron e identificaron sus habilidades y debilidades. Su inteligencia tampoco fue cuestionada cuando, como hicieran Licántropos, crearon comodidad para su permanencia en la meseta.
Los años pasaron y mientras a su alrededor todo evolucionaba de manera extrañamente sorprendente. Licántropos y Vampiros parecían no notarlo, solo vivían para odiarse.
Sin embargo algo cambio su percepción del mundo en que vivían. Un día se encontraron con un interesante descubrimiento, seres aun primitivos pero inteligentes habían aparecido en la tierra. Estos eran diferentes de los animales comunes que servían de alimento para ambas razas. Estos seres caminaban en dos piernas como ellos y aunque no eran tan inteligentes había cierto ingenio, cierta perspicacia que se transformo en intelecto cuando estos seres mostraron la capacidad de hablar y comunicarse con Licántropos y Vampiros.
Ambas razas vieron un beneficio en esta nueva raza inteligente, aunque inferior, a quienes llamaron Humanos. Sobre todo porque los humanos les temían, al mismo tiempo que los adoraban. En algunos asentamientos humanos, veían a los Vampiros como dioses y a los licántropos como demonios, en otros era al revés, pero siempre la constancia era que eran divinos y dignos de veneración y respeto.
Esta nueva raza, los Humanos serían aprovechados por ambos bandos de manera diferente. Los vampiros dejaron de cazar animales y se alimentaron de humanos al reconocer que su sangre era mucho más deliciosa y los saciaba mejor.
Entre tanto los licántropos los hicieron sus súbditos. Les enseñaron lo que sabían y pronto tuvieron ayudantes útiles y que les facilitaban las tareas dándole más tiempo para la estrategia contra los vampiros.
Muchos más años pasaron y tanto la meseta de los Vampiros como la Isla de los Licántropos prosperaron. Ambas razas formaron poderosas naciones a las que llamaron Valakya y Lloegr. Los Humanos, quienes siguieron evolucionando, ya no les veían como dioses pero seguían respetándoles y ahora les veían como Lideres que les guiaban.
Por supuesto ambas razas tuvieron que inventar una historia que contar a los Humanos cuando estos comenzaron a hacer preguntas. No podían demostrar su ignorancia ante el tema de su propio origen. Eso demostraría debilidad e inferioridad ante los Humanos y eso era inadmisible, especialmente para los Vampiros quienes solo veían a los Humanos como juguetes que les entretenían y les servían para luego utilizarlos como comida.
Así se creó el Thalmut, un compendio de la historia que inventaron Licántropos y Vampiros.
Con el Thalmut creado y “satisfechas” las dudas de los Humanos, ambas razas siguieron desarrollando sus habilidades.
Con los años, los vampiros aprendieron a camuflarse con los Humanos, con miles de años de entrenamiento aprendieron a ocultar sus alas y aprendieron a controlar su sed y su odio, haciendo que sus ojos de un rojo brillante se tornasen mas “humanos” adquiriendo colores como azul, gris y verde. Igualmente aprendieron a alargar sus colmillos solo cuando lo necesitaran. De hecho, luego de un tiempo, su apariencia era casi humana, solo la pálida piel les delataba.
Los licántropos no podían cambiar su apariencia y camuflarse pero aprendieron también a dominar su odio, dominar a la bestia.
No obstante a pesar de todos estos sucesos excepcionales. El odio seguía presente, arraigado y jamás olvidado. Aguardando paciente como una bestia sigilosa que espera atacar.
Como era de esperarse no mucho después la bestia del odio surgió intempestiva y agresivamente.
Una gran guerra detono en la Tierra.
Vampiros y Licántropos dejaron fluir el odio que habían aprendido a controlar y mostraron su peor cara a los humanos que se vieron arrastrados en ese cruenta Guerra. Ambos bandos querían destruirse pero también querían el poder, demostrar su supremacía.
Siglos lucharon, la crueldad y la vileza azotaron la Tierra bañándola en sangre. Se perdieron innumerables vidas en ambos bandos y ninguno se alzó con la victoria realmente. Ambos tuvieron más perdidas que triunfos. Perdieron hermanos, amigos y eso mermo a muchos.
Pero en ninguna batalla se perdieron tantas vidas como en la “Batalla de la luna roja”
Ese día la luna roja brillaba con más intensidad que otras ocasiones, el intenso tono rojo que cubría el astro era más fuerte mientras alumbraba la feroz y salvaje batalla que se desarrollaba a sus pies.
Brutalidad y sadismo se notaban en cada estocada de la espada, en cada zarpazo, en cada movimiento que realizaban Vampiros y Licántropos. El odio y la maldad fluían tanto como la sangre ese día.
- ¡¡¡Padre!!!- se escucho un potente grito en medio del bullicio de la lucha.
Los vampiros dejaron de pelear unos instantes al escuchar a su príncipe gritar y de inmediato buscaron al Rey. Con impacto vieron a su poderoso líder caer. El Alpha, líder de los Licántropos arranco de un tajo la cabeza del Rey vampiro.
Los licántropos vitorearon a su líder pero el gusto no les duro mucho. Un vampiro experimentado, fuerte y rabioso por la muerte de su Rey sorprendió al líder de los Licántropos y de un movimiento decapito con su espada la cabeza del Alpha.
Esta vez fueron los licántropos quienes vieron caer impactados a su potente líder.
- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡Padre!!-
Y esta vez era el hijo del Alpha quien gritaba.
La Batalla de la Luna Roja. Infame cruzada sangrienta y cruel, que solo dejo sufrimiento y dolor en el corazón de muchos, incluyendo los siguientes líderes de ambos bandos. Aunque tal vez sería al mismo tiempo el principio de la salvación de ambas razas.