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LA DIOSA DEL DESTINO por Sakura chi

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo!

 

Actualice rapido!! Se lo aungustioso que es esperar...

 

Sin más, Disfruten de la lectura.

¿Cómo comenzó todo?

 

 

Los rayos del sol comenzaban a iluminar aquella pequeña villa, se comenzaba a escuchar el ruido de los animales, las personas ya están comenzando a hacer sus actividades diarias, la villa estaba situada en medio de ese gran bosque rodeada de árboles, cuatro caminos, los cuatro con distintas direcciones, de ellos se comenzaba a ver salir personas, comerciantes, viajeros, visitantes… todos buscando algo, ya sea que necesiten o simplemente quieran tener. La villa no era una de lujo, era bastante modesta, no le faltaba nada, había un pequeño mercado para personas que no podía cultivar, llegaban a comprar vegetales, frutas, todo lo que necesitaban, había un panadero el cual realizaba un excelente pan, tenía todas las posibilidades de salir de esa villa e ir a una mejor, una donde ganaría más, pero se negaba a hacerlo, pensaba que si realmente se iba de ahí, que iba a pasar con todos aquellos que compraban su pan, llegaría otro panadero y les ofrecería lo que desearan, pero se preguntaba ¿acaso a todos les gustara ese pan? Él era feliz ahí, la diosa del destino lo condujo a ese lugar cuando era joven, todos en la villa agradecían que la diosa del destino los llevara ahí, todos eran felices, todos y cada uno de ellos eran realmente felices.

 

La habitación era grande, estaban cerradas las cortinas pero aun así los juguetones rayos del sol se las ingeniaron para poder entrar, nadie que viera aquella habitación creería a quien pertenecía, era de lo más sencilla, una cama extensa en medio, un par de sillas aun lado, un ropero era lo único que no era del tamaño normal, nadie creería que dos personas compartían aquella habitación. Estaban ahí aun acostados en esa cama, uno de sus ocupantes aun dormía el otro ya tenían varios minutos de haber despertado, sabía muy bien que día era hoy, había pasado exactamente una semana y era su día, iba a visitar el bosque, lentamente se va levantando de la cama de manera de poder no despertar a quien aún dormía, se acercó a una pequeña mesa donde había un ancho deposito como un plato, un jarrón con agua adentro, lavo su rostro y lo seco. Se dirigió al ropero, lo abrió y escogió su ropa, sabia a perfección que tenía que usar tonos oscuros iba al bosque por lo que aunque no quisiera se ensuciaría y no quería causar más molestias. Toda la semana la había pasado con mucho trabajo, su posición le demandaba tiempo, pero siempre realizaba lo imposible por tener espacio para salir. Termino de acomodarse la ropa, se disponía a poner una pequeña daga en su cinturón y su bolsa, esa bolsa en la que siempre traía algo, de repente escucho:

Ya te vas, no ¿vas a desayunar?— sabía de quien era esa voz por lo que solo se atrevió a ver sobre su hombro

Buenos días, sabes muy bien que no desayuno aquí cuando voy al bosque— se limitó a decir, siempre pasaba lo mismo, era una rutina, siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta.

— ¡Oh! Eso ya lo sé… creí que ahora si lo harías, algún día, desayunaras aquí ¡lo sé!— Nunca se cansaba de lo mismo, le encontraba divertido hacerlo siempre, se levanta de la cama y se coloca delante de él, le gustaba hacer eso, era feliz.

Sabes quizás algún día la diosa del destino decida que lo haga- embozo una hermosa sonrisa y se acercó a quien tenía enfrente rápidamente dio en pequeño beso, apenas y se rozaron sus labios, hasta hace poco él se tomaba el atrevimiento de hacerlo, no lo detestaba es solo que no estaba acostumbrado a ese contacto. Sus mejillas se tiñeron de rojo, eso era lo único que no le gusta, sentirse vulnerable.

Ahí estaban los dos en la entrada de la casa, se disponía ya a estar de camino cuando sintió que lo detenían, se dio la vuelta asustado, recibió un beso, era mucho más intenso que el anterior, fue soltado

– Ten cuidado, no tardes y te estaré esperando —Fueron sus palabras con esa sonrisa radiante, se limitó a asentir con su cabeza y partir. Subía por esa media colina, ya estando arriba dio vuelta y le vio aun en la puerta sonriéndole, era feliz, ambos lo eran.

 

Otra vez aquí amigo mío, siempre coloco mi mano en ti, siempre lo hago siempre lo hare, gracias por recibirme otra vez… Durante la semana alguien me pregunto si era feliz, mi respuesta fue un rotundo SI, pero me volvió a preguntar

¿si eres feliz porque siempre vas al bosque? ¿Acaso huyes de algo? —Las preguntas no tuvieron ningún afecto sobre mí, YO voy al bosque porque me gusta estar ahí, no huyo de nada, soy feliz, muy feliz.

Comencé a venir al bosque porque aún no podía creer mi felicidad, me siento bien aquí… hoy cuando desperté recordé muchas cosas cuando era niño, recordé cuando salía a jugar con los demás niños, era divertido, esos habían sido mis mejores años.

Si pidieran que relatara mi vida, creo que comenzaría cuando tenía 10 años, en el día en que presentaron a mi prometida. Recuerdo que la conocí antes, jugábamos juntos, para ser niña se comportaba como niño, no le importaba ensuciarse incluso pelearse, aun no podía creer que ella fuera así, era muy linda parecía muñeca, su tez blanca, su cabello negro hasta la altura de los hombros, nadie creería que ella fuera a jugar de esa manera, recién se había mudado a la villa, su padre era un gran comerciante, tenía negocios con muchas ciudades, pero había llegado a vivir ahí, el día que me la presentaron como mi prometida me sorprendí, no pensé que mi padre insistiera con eso otra vez, hace 3 años atrás pretendió comprometerme con una niña mayor que yo, recuerdo que ese día no dormí en casa, mi padre se enfureció mucho, pero ahora tres años después vuelve atraer a una niña para esto, recuerdo que sus palabras fueron:

Yo sé que has estado jugando con ella, así que no vengas en que no tienes nada en común con ella— estaba totalmente derrotado, no había forma de decirle nada, ella me miraba con sus ojos a punto de llorar, no supe que hacer me tense, ella me miro y me dijo:

No te preocupes, sé que no estas a favor de las cosas arregladas, pero sabes algo… solo tú puedes romper este compromiso, como lo harás solo enamórate… —

¿Enamorarme? Era la primera vez que escuche que yo tenía que hacer eso, siempre habían dicho que si yo me casaba iba a hacer por conveniencia nunca por amor, pero acaso mis padres no se aman, se amaban antes de que se casaran… mi madre me dijo una vez:

quizás con el tiempo la ames, pero… —dijo ella:

quien sabe lo que la diosa del destino tiene para ti… —acaso mi madre no amaba a mi padre, será que después de casados nació el amor entre ellos, no lo sé, nosotros no somos una familia común, haber nacido en cuna de oro no es grato, tu vida está regida por normas y reglas, haz esto, haz aquello, eso no lo debes hacer, eso no es propio de alguien como tú, pero ¿por qué nací en esta época?, había leído que anteriormente no existían reyes, todo aquel que busca conocimiento de algo es tachado de hereje, mi padre el Rey llevaba una buena relación con supuestos hechiceros, con gitanos, aquel acto nos hizo una abominación delante de los ojos de los reinos vecinos, cortaron toda comunicación con nosotros, el comercio había parado, estábamos en la ruina, la diosa del destino nos había abandonado… Poco tiempo después uno de los reinos vecinos había sido derrotado, nos asustamos, ¿Quiénes eran? ¿Qué querían? ¿Acaso nos atacarían?

La diosa del destino nos sonreía de nuevo, el nuevo Rey nos ayudó a salir otra vez adelante, él no era un tirano, él era un Rey bueno, su reino lo quiere nuestro reino le respeta, entonces ¿por qué la diosa no sonreía para mí? Estaba comprometido con alguien que no significaba nada para mí, ¿Por qué la diosa no me ayuda? No era que a esa niña le odiara, es solo que no quería, mi vida amarrada a alguien que no conozco era imposible,

¡Eres el príncipe! No puedes ir por ahí diciendo que nunca te casaras, eres el heredero de la corona o ¿acaso quieres que tus hermanos sean los herederos? —

Eran las palabras de mi padre, había logrado con dificultad que a mis hermanos estas absurdas leyes no les afectaran, ellos debían ser libres de hacer lo que quisieran, yo era el mayor, yo debía de protegerles, yo sacrificaría mi felicidad por la de ellos, si ellos eran felices, yo lo sería. Mi prometida había dicho que solo yo podía romper el compromiso, había indagado sobre eso y encontré que era posible, siempre y cuando yo me enamore de alguien, pero de quien iba a enamorarme, a las mujeres simplemente les parecía atractivo, pero cuando conocía de mi salían corriendo, me llamaban tirano, gracias a ellas me gane el apodo príncipe tirano, así era conocido, era gracioso solo no las entendía, eso causo en mí que siempre anduviera molesto, mi compromiso aún seguía en pie ya habían pasado un par de años, nuestros padres hacía de todo por oficializar dicha boda, si algo debo agradecer es que ella trataba por todos los medios conmigo retrasarla, ella no quería casarse conmigo, ella ya había encontrado el amor, ella quien en son de broma había dicho una profecía sobre mí, había encontrado el amor, se veía que era feliz ¿pero es feliz ahora? Si lo es, es muy feliz, atravesó muchas circunstancias pero era feliz y lo seguirá siendo por mucho tiempo, la diosa del destino le sonrió. Estaba comenzando a aceptar dicho compromiso, teníamos el plan elaborado, nos casaríamos y yo la sacaría, iba a ser yo el tirano de manera tal que ella no se viera afectada, lo habíamos decidido después de mucho discutirlo. Teníamos la fecha, al cumplir los 17 aceptaríamos la fecha de la boda… pero el destino no quiso que fuera así, quizás la diosa no quería que termináramos mal, ¿acaso la diosa nos protegió de algo? Creo que sí, nos protegió… nos abrió el camino para nuestro nuevo rumbo, para nuestra nueva vida. Nuestra vida seguía su rumbo, tenía tantos tutores que me molestaba estar encerrado siempre, era un privilegio decían, a nadie se la da esta oportunidad decían es el privilegio del príncipe, príncipe aquí, príncipe allá, estaba harto de lo mismo, quería escapar.

Joven príncipe, joven Souichi, por favor entre debe de estudiar—

Siempre gritaban lo mismo acaso no notaban que quería ser libre, ya basta yo ¡no quiero ser Rey! Solo paseaba alrededor de la villa había pasado un tiempo desde el incidente del bosque, la vez que entre en él, estaba huyendo, la muerte de mi madre me había causado tanto dolor, quería escapar de la realidad, llegue a desear morir. Mi padre con un dolor más grande que el mío me consolaba, fue difícil para él, lo fue para todos, mis hermanos sufrían, la pequeña Tanako fue la única a la que no le afecto tanto, la envidie, no sabía lo que estaba pasando, después de eso mi padre decidió mandarlos lejos de ahí, ellos no tenían ninguna responsabilidad para con el reino, yo había asumido esa responsabilidad por ellos, el bosque me aterra, lo hará pensaba, años habían pasado ya había cumplido los 15 años, el Rey vecino iba a realizar un baile para su pequeño hijo, el motivo… compromiso habían encontrado a una joven dama refinada, digna de ser esposa de un príncipe, mi padre insistió en que le acompañara, recuerdo que lo primero que le dije fue:

para que ir si él no vino al baile de compromiso que ofreciste para mí, no veo necesario que vaya yo… —

Mi padre serio me observaba sus palabras me dejaron helado

Eso hijo mío no quiere decir que nosotros haremos lo mismo, ellos se disculparon con nosotros por eso, no seas caprichoso, vamos a ir y ¡punto!—

 Mi padre era sereno, muy calmado pero cuando daba una orden, en verdad asustaba, el que ellos no vinieran cuando mi padre les invito era el pretexto, la verdad era que no quería atravesar el bosque, no quería pasar por ahí, no lo deseaba, pero tenía que ir, mi padre lo ordeno. Recuerdo cuando íbamos primero cambien mi vestimenta jamás en mi sano juicio vestiría de amarillo, mi traje todo blanco, y por primera vez decidí a partir de entonces solo hacer un pequeño agarre en mi cabello, lo había dejado crecer, me gusta, quería que todos lo vieran. Agradecía  mucho que mi padre decidiera que fuéramos, en carro, odiaría ir a caballo, no sabiendo que el viaje seria largo a través del bosque, llevamos horas dentro, moría de sueño, ya iba cansado, mi padre se había quedado dormido a los minutos de haber comenzado el viaje, en parte lo agradezco, no sé porque me sentía tranquilo, esperaba con ansias llegar a donde íbamos, aun no sabía porque tanta ansiedad por llegar, quería que los caballos corrieran, quería llegar pronto… No sabía en ese entonces que la diosa del destino ya estaba comenzando a girarse y colocarse adelante de mí… No lo supe hasta mucho tiempo después… Ese día a mi vida se presentó un nuevo camino, camino que cambiaría por completo mi existencia…pero ¿acaso estaba preparado para lo que ocurriría? La verdad, no, ni aunque me lo hubieran dicho, aquello iba a hacer un gran shock para mi…

 

Notas finales:

¿Qué les parecio?

 

Review del proximo capitulo:

...déjame presentarme, mi nombre es Tetsuhiro Morinaga…

Embozo una sonrisa, en verdad estaba poniéndome nervioso, irradiaba una luz cegadora, una luz tan inocente… me sonroje por primera vez… 

chan, chan, channnnnnn



Fin del Review....

Nos leemos entre martes y miercoles... Bye!


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