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Momentos fugaces (Albafica de Piscis) por NeferetteRoju

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Notas del capitulo:

Hola queridos lectores, antes que nada si estás aquí ya habiendo leído alguno de los capítulos anteriores dejame disculparme por estos 4 meses de inactividad en este fic y gracias por pasarte de nuevo por acá :v tuve bloqueo de inspiración y esas cosas q ya saben, bueno pues por fin he concluído esta historia la cual no podía dejar sin final y mucho menos dejar a mi esponjocito sin su pececillo, ojala sea de su agrado, sus reviews son bien recibidos buenos o malos no importa y gracias por esperar, ahora sí disfruten el cap.

Cap. 5

Amanecía en el santuario y el caballero de Piscis comenzaba su labor, había pasado una semana en la cual la mayor parte de su pensamiento se dedicaba a Shion de Aries pues ya hace mes y medio desde aquel imprevisto que mantuvo con él; se sentía inseguro para acercarse aunque ya había determinado que sí, Shion lo atrae y bastante pero, qué podría decirle al respecto, en todo este tiempo no volvió a toparse seriamente con Shion y por ende a tocar el tema, no sabría cómo comenzar, qué decirle, “Hola Shion, quiero decirte que me gustas mucho pero ya he estado con otros cuatro antes de ti”. Con pensamiento tan absurdo Albafica se echó las manos en la cara cubriéndose para contener su vergüenza y no era para menos su preocupación pues sus compañeros prácticamente tuvieron el descaro de robar el tónico en sus narices, sin embargo se le hacía raro que no hubiera sido el mismo Shion quien ya hubiese confrontado la situación recriminando a los otros por tomar del tónico sin su permiso o yendo con el mismo Albafica a aclarar las cosas de una buena vez, pero no, al parecer Shion actuaba como si nada y eso era muy intrigante para Albafica quien apenas había logrado reafirmar sus sentimientos por él.

La mañana era plena estando solo en su templo como de costumbre, de pronto una presencia se posó frente a la entrada esperando la autorización de Fica para cruzarlo.

–Buenos días Albafica, necesito ir a la cámara del patriarca, me permites.

–Buenos días Dégel, adelante.

Acuario pasó sin más apresurándose y Fica se quedó nuevamente esbozando en sus pensamientos.

///

Transcurrieron aproximadamente 30 minutos cuando el caballero de Acuario volvió a entrar a Piscis, iba a pasar de largo nuevamente pero pudo notar a Fica algo pensativo.

– ¿Qué es lo que te ocurre Albafica, hay algo en lo que pueda ayudarte?

– ¡¿Hm?! Ah no es nada, se sonrojó un poquito.

– ¿Estás seguro? Recuerda que somos amigo así que puedes contar conmigo para lo que sea.

–ahhh, suspiró. –Es que necesito hablar con Shion de algo importante pero no me atrevo a acercármele, me siento inseguro, no quisiera tratar cosas que a lo mejor son solo ideas mías pero hasta que no hable con él no podré saber sus sentimientos.

–Y por qué no te sientes seguro.

–Porque siempre he sido yo el que lo ha rechazado. Desde un principio fue él quien mostró interés por mí y aunque eso me alegraba no hacía más que declinar su compañía por miedo a dañarlo. Aquella madrugada en la que regresé de la Isla de los Curanderos él esperó por mí, el realmente deseaba que nada me hubiera pasado y cuando me vio yo pude notar el alivio en su mirada, eso me hizo sentir vivo, me hizo recordar que yo también soy una persona…, ahora… quisiera decirle lo mucho que lo aprecio pero… no sé cómo.

–Claro que eres una persona, una que al igual que todos merece vivir de la mejor manera aun cuando nosotros como caballeros de Atenea estemos sujetos a ciertos deberes, pero nadie dice que no podamos convivir, tener amistades o amar.

–Lo sé pero en mi caso es aún más complicado. Dijo escondiendo su rostro tras sus rodillas que abraza en el momento.

–Opino que deberías decírselo en cuanto encuentres un momento de tranquilidad contigo mismo, es decir que no desaproveches un instante de confianza que logres tener.

–Gracias Degel, aunque también quiero disculparme con todos ustedes pues al igual que con Shion suelo ser muy distante e indiferente.

–No te preocupes, de todas formas creo que a estas alturas ya sobrepasamos esa indiferencia. Dijo sonriendo sutilmente.

Albafica se sonrojo un poco y de manera apenada prosiguió. –Hablando de eso, la verdad es que eso también es algo que me incomoda respecto a lo de Shion…, es que… ¡no es posible que no se haya dado cuenta de todo aquello! Siento que lo he decepcionado profundamente y… y que por eso ya no ha mostrado interés en mí, no soy lo que esperaba, tal vez ya no le gusto.

–Oye no te agobies de esa manera, discúlpame pero debo decirte que todos aquí hemos tenido nuestros deslices y yo creo que Shion no es la excepción así que no le coloques el título de castidad y fidelidad porque seguramente no lo es.

–Lo sé, pero de todas formas creo que me descontrolé demasiado, no creo que sea bueno que la persona que te gusta y que además se muestra muy tranquila de repente se acuesta con varios de tus compañeros.

– ¿Varios? O sea otros además de Kardia y yo.

Albafica se sorprendió un poco de la pregunta y mirándolo fijo trató de hacerle entender que sí. Degel se acomodó sus anteojos reflexionando sobre la afirmación pues él no sabía que no solo había tenido aventuras con ellos dos.

–Vaya yo… no sabía…

–No te preocupes como caballero debo admitir mis acciones. Le dijo pero el acuariano por su parte se mantenía pensativo mirando hacia otro lado.

– ¿Degel?

Aun pensativo de repente se volvió a piscis –Dime una cosa, ¿entonces tú le pediste a todos ellos que estuvieran contigo? por la eficacia de ese tónico supongo.

– ¡¿HM!? ¿Por qué lo dices?

–Aquel día descubrí que Kardia llevaba ese frasquito justo antes de que saliera, le pregunté que qué haría y me dijo:

“ahhh, te seré sincero Degel, tú sabes que Albafica es un chico aislado del mundo y todas las cosas buenas de la vida y eso, ah… si yo estuviera en sus zapatos me sentiría tan triste y deprimido, no podría soportar esa vida; ayer tuve la fortuna de verlo y sabes que pasó, platiqué un buen rato con él y me di cuenta de todas las cosas que deseaba hacer pero que desafortunadamente tenía que desechar, así que le brindé mi apoyo pero esto tuvo un impacto tan fuerte en él que no pudo contenerse a querer que lo consolara así que le propuse esperar hasta hoy para aceptar o no su propuesta. Bueno creo que es evidente que pienso aceptarla pero quiero que quede claro que es por consideración a él, así que si te molesta mucho sabe de una vez que aceptaré las consecuencias”

Degel puso una cara seria. “Gracias por tu sinceridad, pero y que harás con el veneno, ¿si estás consciente de lo que te pasará o no?”

“Sí lo estoy pero mira esto, ¿sabes por qué se animó a pedírmelo? Porque gracias a Shion descubrió que este líquido salvará a cualquiera de una muerte segura a causa de su veneno”.

–Ahh, aunque estaba agradecido por su sinceridad debo admitir que sentí celos así que por eso le propuse acompañarlos también… sabía que esa idea lo incitaría hasta volverse loco y que difícilmente declinaría mi propuesta, así que realmente fue por eso que lo hicimos.

Albafica tenía una cara de incomprensión total que de inmediato refutó todo aquello.

– ¡¿QUÉ?! ¡Discúlpame pero yo jamás propuse ni convencí a nadie de hacer eso! ¡ellos fueron los que se aprovecharon de esta situación! Kardia, Dohko, Manigoldo, ellos solitos vinieron a mí y yo como estúpido caí en sus juegos. Decía alterado apretando los puños. –Agr de seguro Shion ya lo sabe y de sus propias bocas, ha de creer que soy la mayor puta y todo por culpa de esos desconsiderados egoístas.

–No te alteres Albafica; ah…, entonces todo eso que me dijo Kardia no fue más que una excusa, vaya…

–Degel yo… no quisiera que discutieras con Kardia por mi culpa, al final de cuentas yo fui el que permitió que todo continuara… lo siento.

–No es necesario Albafica, conozco lo suficiente a Kardia y pues aunque tuve sospechas de su argumento, al fin y al cabo lo que quería era tirarte como él dice comúnmente, pero sabes, lo que sí es verdad es que lo hacía a consideración tuya, el trató de ser empático y por eso quiso hacerlo, sin embargo, ¿tú no estás molesto por ello?

–Por supuesto que no, ahora eh ido comprendiendo que el orgullo no lo es todo y creo que he abierto más mi persona con todos ustedes así que la verdad no soy quién para ponerme a reclamarles cosas.

–Está bien Albafica, aun así debes hablar con Shion de alguna u otra manera, ánimo, no puede ser tan malo.

–Gracias Degel, dijo mientras asentía.

Degel regresó a su templo luego de terminar de charlar y darle su consejo a piscis.

***

Al día siguiente…

La frescura de la mañana alentaba a los guerreros a entrenar con sumo entusiasmo. Varios se encontraban en la arena de combate donde entrenaban arduamente y otros practicaban sus técnicas, era un día muy dinámico lleno de una energía muy positiva tanto que ocurriría lo que casi nunca se vio en aquel santuario; Albafica el guerrero de la doceava casa había hecho acto de presencia en el entrenamiento.

Los guerreros que se percataron de su presencia, la cual era muy difícil ignoran se quedaron observando curiosamente como aquel hermoso guerrero caminaba como buscando algo a su alrededor. Fica sabía bien que tenía todas las miradas encima pero trató de ignorar aquello dedicándose mejor a su objetivo, encontrar a Shion.

“Me pregunto dónde puede estar, me han dicho que estaba cerca de aquí”.

–Señor Albafica, ¿necesita algo? Preguntó uno de los guardias. Albafica guardó distancia con aquel guardia para preguntarle.

–Has visto a Shion de Aries.

–Sí, hace algunos momentos estaba entrenando con unos aprendices y luego se dirigió hacia aquellas columnas.

Fica volteó a ver las dichosas columnas. –Ya veo, gracias.

Se dirigió hacia donde le habían indicado encontrando a Shion quien reposaba y acomodaba las vendas en sus manos, fue entonces que con algo de timidez se hizo notar.

–Buen día Shion…

Shion lo miró y de inmediato desvió la mirada expresando un poco de incomodidad por lo cual Albafica también se incomodó.

–Albafica, qué te trae por aquí, dijo de forma serena.

–A… yo… yo necesito hablar contigo de algo.

Shion lo veía tranquilo y de igual manera contestó.

–Claro, te escucho.

–Mm ¿aquí?

–Sí, dijo extrañándose de la pregunta.

–A bueno. “No te pongas nervioso” pensó, tomó un poco de aire y comenzó. –Sssh… Shion yo… creo que te debo una explicación. Soltó sin más.

–Hem, mira Albafica no tienes por qué darla, en verdad, tú eres libre de hacer lo que quieras.

– ¿Significa eso que lo sabías?

Shion desvió la mirada de nuevo, parecía incómodo y asintió. –Si…

– ¡Y entonces por qué no hiciste nada! Tomaban el tónico en tus narices y no lo impediste aun a sabiendas de sus intenciones, dijo apretando los puños.

Esto despertó molestia en Shion.

– Desde cuándo los demás deben encargarse de ti ¡y más cuando nunca has permitido entrar a nadie en tu vida!

Fica bajo la mirada y relajó sus puños.

–To… todo era nuevo para mí…, dijo apenado.

–Por favor Albafica, siempre he tratado de respetar todo de ti, tu forma de ser, tu privacidad, tus preferencias respecto a estar solo, pero ahora parece que todo eso no eran más que las excusas de un niño inmaduro y egoísta.

Declaró el carnero hiriendo el orgullo de Albafica, lo que por supuesto hizo que por impulso este le diera una bofetada al guerrero de la primera casa.

– ¡Qué puedes saber tú de mi sufrimiento!

Shion no respondió como hubiera querido y solo se dignó a darle la espalda pero antes de irse volteó. –Es más, quieres la verdad ¿no?, pues déjame decirte que solo fuiste parte de una apuesta, un vil juego de bárbaros y lo que yo no puedo creer es que hayas caído repleto en esa farsa de querer encariñarse contigo, o al menos que de igual manera tú… solo querías que ellos… arg, hizo una mueca de enfado.

Fica se sorprendió al escuchar aquello y Shion sin terminar de hablar por el enojo comenzó a irse, pero en eso.

–Y qué hay de ti, tú también estuviste conmigo ese día, tú fuiste quien comenzó todo. Shion se volvió y fue bruscamente hasta el pisciano sosteniéndole de sus mejillas.

–Lo hice porque me gustas, siempre me has gustado y no, no hice nada porque estaba seguro de que te opondrías totalmente a ellos, juraba que no lograrían ponerte ni un solo dedo encima, porque tú no eres así, porque eso era lo que siempre decías, pero… no fue así, ¿qué esperabas que pensara?, al final es tu vida y tu cuerpo, y yo… yo no puedo reclamar algo que no es mío… terminó dando media vuelta e irse inmediatamente.

Albafica se quedó inmóvil procesando aquellas palabras duras pero llenas de verdad; realmente su actitud ante lo que pasó había sido de cierta forma hipócrita pues a pesar de saber que Shion le quería no pudo decir no a sus compañeros, solo se escondió tras su supuesta inexperiencia y su cruel soledad dejándose llevar por los instintos carnales y aunque pensaba corregir su error diciéndole la verdad no resultó más que evidenciar al verdadero Albafica, orgulloso e inmaduro.

Albafica se retiró inmediatamente, iba de prisa y tenía coraje pero al mismo tiempo las lágrimas amenazaban con destruir su imagen de caballero excepcional, nunca le habían recriminado por sus actitudes orgullosas y aunque estaba dispuesto a recibirlas aceptarlas sería lo más difícil.

Pronto recorrió toda la villa cruzando el campo de rosas para refugiarse en su casa; ya en la intimidad sus ojos dieron rienda suelta a ese líquido que trazaba líneas a través de sus mejillas; a pesar de todo el tiempo que llevaba viviendo en soledad, en que su corazón se resistía a caer en profunda depresión nunca había mostrado un signo de verdadero dolor, hoy sus temores y emociones estallaron dentro de aquel cuarto oscuro y frío, sus manos trataban de cesar el paso del agua que emanaba pero las palabras le venían de nuevo a la mente y golpeaban su pecho sintiéndose juzgado e impotente, así su llanto le acompañaría el resto de la mañana.

***

Casi anochecía y el santuario parecía no tener ni un alma, todo estaba calmo en lo que restaba de la tarde y Shion quien se encontraba en su templo permanecía pensativo por lo de la mañana con Albafica, jamás hubiera querido discutir con él sobre cosas tan personales, cosas que se supone ya eran comprendidas por ambos y que les permitía llevar a cabo una buena amistad, pero, aunque era triste Shion sabía que lo que le dijo era razonable y que no solo lo atacaba porque sí, de todas formas, algún día, tenía que darse cuenta de ello. Aun así lo que también angustiaba al guerrero era la relación que tendría con los demás caballeros, pensaba en razones para justificarlos pero después reflexionó mejor en lo que él ha hecho o no, pues desde siempre supo que a varios de sus compañeros les atraía Albafica incluso Manigoldo ya le había comentado por no decir advertido que algún día haría suyo al pisciano, no podría reclamarle nada a su sinceridad tan directa, por otro lado sabía que igual a Dohko siempre se le hizo muy guapo y que de ser posible le gustaría ser su amigo aunque fuera; Kardia, sabía que él también le traía ganas desde que lo veía recorrer el santuario con sus rosas y que cuando lo invitaba a jugar Fica siempre lo rechazaba y de alguna extraña manera eso incitaba más al escorpión pero luego conoció a Degel dejando de lado al guerrero de las rosas, de cierta forma no es como si lo hubieran engañado, eso ya lo entendía bien, sin embargo se sintió culpable por no haberles tirado el teatrito a los otros para que Albafica no accediera, pero por una parte desde el principio pensó que hacer aquello además de que hablar mal de sus compañeros sería una actitud baja, se mostraría muy autoritario y manipulador, creyendo que esto, así como es o creía que era, molestaría a Albafica en demasía.

///

Más tarde Shion se dirigía a la cámara del patriarca ya que le habían hecho llamar. Como sabemos, tenía que cruzar todos los templos para llegar hasta el patriarca, no pensó mucho en si se encontraba con los amantes de Albafica pues al fin de cuentas tenía que procurarlos tarde o temprano.

Justo iba a pisar en Cáncer y ahí irremediablemente se encontró con Manigoldo, quería pasar de largo pero el guardián de la cuarta casa comentó.

–Es la persona más hermosa sin lugar a dudas, es difícil no voltear a verlo…, no desearle… más aparte su nobleza lo embellece aún más, es casi perfecto, lástima que su destino le aparte de los demás, era tan…sencillo y puro hasta que corrompimos su persona, ah! demonios qué le hemos hecho al pobre Albafica.

Shion se detuvo y volteó hacia de dónde provenía la voz del guardián del templo de cáncer.

–Cuál era el objetivo de esto Manigoldo, que pretendían.

–Sé que parecemos las personas más cínicas por habernos aprovechado de un insignificante frasco, tan solo un trago y nuestras vidas estaban a salvo, pudimos acceder perfectamente en Albafica sin riesgo alguno, pero creo en el fondo consideramos estúpidamente conseguir conquistarlo o no lo sé, al menos yo tenía la vaga esperanza de que le gustara más que tú, pero no fue así y muy al contrario él se sintió mal, se sintió culpable, sabes… deberías reconsiderar su disculpa, él es muy torpe al momento de relacionarse con los demás, probablemente se frustro mucho al haber recibido una crítica proveniente de la persona que le gusta.

–Pero Albafica no es un premio, si tanto les importa porque lo hicieron mediante una vil apuesta.

–No lo tomaba tanto por la apuesta, ni siquiera creí que ellos se atreverían, mi objetivo era tenerlo y me alegré de haberlo logrado aún sabiendo que no conseguí quitarte de su cabeza pero luego descubrí que los demás también lo hicieron y prácticamente tuvieron el mismo resultado. Sin embargo no me sentí decepcionado de nada como hubiera sido probable pues nosotros lo provocamos nosotros tenemos nuestras propias consecuencias, Albafica no tiene más responsabilidad que aclarar las cosas contigo Shion, así que dale oportunidad de explicarse.

En ese momento otra voz se hizo presente en la conversación.

–Tiene razón, fue una actitud muy irresponsable, probablemente nos aprovechamos de su susceptibilidad no teniendo él más que la intención de convivir. Dijo Dohko.

Shion solo lo miró decepcionado y continuó con su paso, mientras que los otros ni siquiera se dirigieron la palabra pues optaron solo por continuar sus labores.

///



El guerrero de Aries llegó hasta la sala del patriarca, donde este lo recibió amablemente sin embargo, de inmediato el papa abordó el tema con Shion.

–Albafica no ha regresado desde la mañana, ¿sabes que le ha ocurrido?

–No lo sé señor.

–Bien, entonces ya que no sabemos lo que tiene porque no vas a su cabaña que está más allá del campo de rosas, es seguro que está ahí nunca va a otra parte y como tú eres su amigo creo que eres apropiado para escucharle ¿no es así?

–Sí señor, entonces partiré en un momento hacia allá.

–Recuerda que fuera del santuario puedes usar la teletransportación así no demorarás tanto, y por favor cuida de Albafica, él es una persona frágil aunque por fuera, intelectual y físicamente sea muy fuerte, su alma es tan delicada como las rosas que porta.

–Así lo haré señor.

Días antes esta encomienda le hubiese motivado, le hubiera hecho muy feliz tener un pretexto para acercarse a Albafica pero no, justo se lo han pedido el día en que ambos discutieron y que por lo tanto estaban enojados de las circunstancias del otro. Shion esperaba no importunar tanto al pisciano y de ser posible conseguiría explicarse con él.

Pronto apareció frente la puerta de la pequeña cabaña donde Albafica vivía, titubeó antes de tocar y ya cuando llamó no hubo respuesta, volvió a llamar y nuevamente nadie abrió, esperó unos minutos más pero no obtuvo respuesta así que no queriéndose preocupar demasiado decidió transportarse a dentro de la cabaña para averiguar si en verdad no había nadie o si Albafica simplemente no estaba de humor para atender.

Cuando apareció dentro de la cabaña inmediatamente se dio cuenta de que Fica no se encontraba, pensó en si regresar o esperarlo decidiendose por quedarse cuando pudo observar el buró que había a lado de la cama; no había muchos muebles, en realidad solo lo necesario para subsistir, un pequeño comedor, un par de sillas, un armario de tamaño mediano donde seguro guardaba toda su ropa, una comodita para utensilios de cocina básicos, un fogón y ya. El ariano pudo encontrar sobre la cómoda un quinqué y cerillos, lo acomodó en medio de la mesa para poder alumbrar aquella habitación y luego de asegurar la visión en el cuarto decidió inspeccionar las cosas de Albafica de la manera más cuidadosa posible. Por alguna razón le nacía una intensa curiosidad por ver sus pertenencias, tal vez creía que así podría conocer más sobre él, que podría acercarse de alguna manera al fisgonear en su pequeña vivienda.

Comenzó en el armario; descubrió que no era tanta ropa la que había allí, un par de cambios para lo cotidiano y dos de los sacos que los santos dorados usan en sus misiones. Agarró la manga de uno de ellos y alzándola con dos de sus dedos los cuales deslizaba para percatarse de la textura, la acercó a su nariz; Shion aspiró con suavidad para cerciorarse del exquisito olor a rosas que sabría que tendría.

En aquel momento la puerta de la cabaña se abrió de golpe sorprendiendo a Shion quien se apresuraba a soltar la prenda.

Albafica lo miró con interrogante pero a la vez le causó molestia, lo último que le faltaba, tener a la causa de sus pesares en su propia casa. De pronto apareció Kardia detrás de Fica acercándose a la entrada, parecía un poco alegre por no decir medio ebrio.

–Ah Shion, veo que también viniste a buscar a este cabezota.

Fica hizo una mueca de molestia y decidió ir hasta su cama y echarse sin más, pensaba que al mostrar indiferencia estos se irían y lo dejarían en paz. Al ver esto, Kardia hizo una seña a Shion para que ambos salieran y pudiera decirle algo.

–Shion, antes que nada quiero disculparme si es que te he ofendido; me percaté de que Albafica no estaba en su templo así que decidí venir a verlo pues Dégel me comentó lo sucedido y sentí la necesidad de explicarme con él y pues… lo convencí de salir, fuimos a un bar y hablamos.

–Y qué pasó.

–Pues, creo que al final pudimos entendernos y tratar de comenzar de nuevo, pero creo que el problema con él no es que nos disculpara sino, a mi parecer, a él le duele mucho el que tú lo veas mal, que pienses que no es una persona seria, tal vez deberías aclarar eso porque estoy seguro de que para ti Albafica es mucho más que eso que le dijiste.

–Kardia! Eso es una de las razonas por las que vine, sin embargo, por más que yo le quiera creo que es necesario que se dé cuenta de que necesita tomar decisiones de una manera más madura, no intento mostrarme como una persona perfectamente madura porque no lo soy pero creo que es algo que Albafica necesitaba enfrentar tarde o temprano, tal vez no fue de la manera ni en las circunstancias que hubiese deseado pero al final él es quién puede decidir aprender o no de esta experiencia.

–Ahh, suspiró. –está bien, hem, Dégel siempre me regaña por cosas similares, igual tengas razón Shion pero recuerda que Albafica a pesar de ser muy centrado en su labor no está acostumbrado a muchas de las cosas que te pueden parecer las más comunes, típicas y absurdas si así lo quieres ver, es esa parte la que debe reforzar cierto, pero creo que era obvio que se iba a equivocar la primera vez; ahh, bueno, creo que es mejor dejarlos solos para que platiquen como se debe, bueno, hasta pronto Shion y cuida bien de ese muchacho. Dijo retirándose del lugar, aunque de pronto paró y se volvió.

–¡ah Shion!, tú sabes que él no bebe pero yo puse alcohol en su jugo sin que se diera cuenta y tal vez esté un poco rarito, bueno ahora sí ya me voy, nos vemos.

///

Luego de que este se fuera Shion se quedó reflexionando en lo que volvía a intentar entrar a la cabaña, abrió la puerta y aun así decidió ser educado y tocó para ver cómo reaccionaba Albafica, sin embargo este no contestó por lo que Shion no tuvo más que entrar.

Cerró la puerta y con total temple sereno fue hasta donde estaba Albafica, se sentó con calma en la cama quedando en el frente y luego de un par de minutos en total silencio, habló.

–Cómo ya te imaginarás el patriarca está preocupado por ti ya que no sueles irte por tanto tiempo del santuario, al menos no es común en ti, bien ha sabido que lo que sea que tengas tiene que ver conmigo, él es muy astuto y observador y seguro me ha pedido venir contigo para que podamos arreglar nuestras diferencias y eso es algo que estoy dispuesto a hacer porque no me gustaría causarte más molestias… no me gusta ver que estás triste, así que… lo siento no debí hablarte así.

Fica que estaba acostado solo se acomodó de una manera en la que solo se aferraba más a la cama, las recientes palabras del ariano le habían producido algo de nerviosismo pues estaba pensando mucho para encontrar qué decir al respecto hasta que pudo poner en claro sus ideas comenzando a así.

–No Shion, he reflexionado muchas cosas y creo… que tienes razón, alguien como yo no puede darse el lujo de esconderse tras excusas, simplemente no actué responsablemente.

– ¡No! No es así, no son excusas, eres un humano como cualquier otro y no puedo exigirte tanto cuando yo mismo sé cómo son tus circunstancias, lo siento yo me equivoque al pedirte madurez cuando apenas has salido al mundo, en verdad lo siento no quería lastimarte además quiero que sepas que yo no pienso mal de ti, no me importa si has estado con otros, si lo que pasó fue malo o bueno no me queda más que aceptarte, yo te quiero tal y como eres y eso es más que suficiente para mí… Albafica… yo… te amo…

Albafica se incorporó mostrándose conmovido, sin embargo sus manos volvieron a retraerse junto a sus rodillas, bajó la cabeza y dijo. –pero aun así… me siento incómodo por lo que hice, no quiero que pienses que te tomo a la ligera porque sé que eso es lo que parece, pero de verdad yo también…

Shion lo miraba fijo, pero Albafica por nerviosismo no se atrevía a concluir lo que quería decirle.

–Yo… quiero que sepas que yo te tomo muy enserio, sé que me descontrolé pero mi intención no era jugar contigo; desde aquella vez en la que caminamos juntos hasta la entrada de los templos, me di cuenta de que siempre me has cuidado de alguna manera solo que no fue hasta ese día que me percaté de ello y me hice consciente, en verdad me sentí muy bien al saber que te preocupabas por mí y que de ser posible querías volverte más cercano a mí; eso… por alguna razón me motivaba y me hacía feliz… me gustas, me gustas mucho y quisiera que pudiéramos llevar una relación, claro si no te molesta mi actitud inmadura.

Shion fue hasta él y tomó su mentón. –Ya te lo dije Albafica te amo y no me importa lo que haya pasado ya, ambos podremos sobrellevar esta situación de una manera tranquila y entre esas cosas está el que yo respeto y respetaré tus formas, no debes afligirte tanto por esto, admito que sentí coraje pero fue debido a la circunstancia del momento, no puedo dejar que este rencor esté siempre entre nosotros, poco a poco lo desecharemos ¿entiendes? Así que de una vez te digo que quiero estar contigo de ahora en adelante y que siempre vas a contar conmigo para lo que sea, así que por favor deja que cuide de ti.

Dijo al acercarse para besar los labios del pisciano de una manera tierna; a Fica no le incomodó para nada esto y por el contrario cedía sin temor poco a poco hasta relajar su boca y dejar fluir el disfrute. Esto fue conmovedor para ambos que luego de pausar su beso solo se acariciaban el rostro, entonces en ese momento Albafica sugirió.

–Apenas ha anochecido, porque no te recuestas a mi lado un momento.

Shion solo sonrió y beso la frente de Fica, se quitó la armadura y así pudo acostarse justo a lado del pisciano lo cual los conllevó a quedarse dormidos durante la próxima hora.

///

Transcurrió una hora exactamente y como si se hubiese programado Albafica despertó de la siesta y con sutileza movió al ariano para despertarle.

–Vamos Shion, es hora de que volvamos al santuario. Decía entre susurros, Shion se tallaba sus ojos para despabilarse.

–Cuánto tiempo duramos dormidos. Preguntó.

–No te preocupes apenas pasó una hora pero aun así ya es tarde.

Ambos se apresuraron a tomar sus armaduras y a partir hacia el santuario.

–Albafica toma mi brazo.

– ¿Ah?

–Es para teletransportarnos hasta la entrada de los templos, así no demoraremos tanto.

–A sí, claro.

Fica tomó su brazo de forma temblorosa pero lo hizo pudiendo llegar más rápido a los templos. Ambos aparecieron justo donde aquella vez Shion le esperaba con preocupación. Esa vez fue la primera en que los dos cruzaban más de un par de palabras, la primera vez que caminaban juntos acompañándose; ese fue uno de los días más hermosos para Albafica.

///

Eran alrededor de las 9:30 de la noche cuando llegaron al templo de Aries el cual estaba protegido con una barrera mientras el guardián no se encontraba.

–Bien Albafica creo que es mejor que vayas a descansar.

–Si tienes razón, nos vemos mañana.

De esa manera el guardián de la doceava casa se dispuso a continuar su camino aunque de alguna manera sentía la necesidad de quedarse ahí, las cosas se habían tranquilizado en Shion y él y esta situación le hizo sentir como parte de Shion, es decir, como si no pudiera vivir sin él, una extraña sensación momentánea de no querer abandonarle, de no querer alejarse de él, sin embargo esto le producía un poco de inseguridad pues si a Shion le había parecido bien el que fuera a su templo para descansar seguro era por no querer incomodar pues después de todo Shion siempre será muy respetuoso con la privacidad de Albafica, el carnero no se propondría acaparar todo el tiempo de piscis, no lo obligaría a nada y está bien pero, el problema es que en este mismo momento Albafica deseaba que si lo hiciera…

–Albafica, comentó el carnero. El pisciano volteó con la esperanza de ser invitado a quedarse sin embargo escuchó.

–Te quiero… concluyó dedicándole una leve sonrisa, haciendo que Albafica solo partiera después de corresponder con otra sonrisa.

///

Era hora de dormir y ambos estaban ya recostados en sus camas, pasaron mucho tiempo pensando el uno en el otro, sus rostros brillaban ilusionados y relajados después de haber arreglado sus diferencias, sus esperanzas para ser plenos había vuelto por lo cual las ansias de verse nuevamente los conllevó a extrañarse uno con otro hasta que lograron conciliar el sueño.

///

La noche transcurría tranquila, nadie podría quejarse de pasar una mala velada pues todo estaba calmo con una temperatura ideal para tener un gran descanso. Todo esto se podía percibir en los aposentos de Aries pues yacía en él el cordero que estaba hundido en un gran sueño, sin embargo, poco después se sintió como un aire frio atravesó por aquella habitación e inmediatamente de él una presencia se introdujo. Era Albafica quien a la medianoche decidió bajar hasta donde estaba Shion con quien había deseado altamente quedarse.

El guardián de la primera recordó tras escuchar el paso de piscis por sus aposentos luego sería el ruido de la puerta fue entonces que Shion se incorporó rápidamente para ver lo que era y ahí estaba Albafica quieto y tímido como un niño castigado, parecía apenado pero luego dijo.

–Lamento despertarte Shion pero… yo quiero estar aquí… junto a ti ¿puedo?

Shion que aún tallaba sus ojos se sorprendió y después respondió.

–Por supuesto que sí Albafica, vamos entra o te resfriaras. Este entró. –Lo hubieras dicho antes así hubiéramos quedado de acuerdo.

–Es que no quería incomodarte.

–Claro que no me incomodas de hecho yo también quería que te quedaras pero pensé que preferirías estar solo por lo de tu sangre.

Albafica fue hasta la cama para recostarse a lado del carnero, también entendió inmediatamente que Shion no quería parecer ir demasiado rápido ya que antes lo hubiera rechazado pero ahora era diferente, de alguna manera Fica tenía la necesidad de quedarse junto al ariano por lo menos esta noche, así que sin pensarlo mucho se dio la vuelta colocándose encima de Shion quien solo llevaba unos pantalones de dormir; con timidez, el pisciano se atrevió a posar sus manos sobre el pecho de Shion comenzando a deslizarlas con sutileza y con una mirada suplicante respondió.

-Pues ya ves que ahora prefiero estar contigo... Shion ¿aún te queda de ese tónico?

Shion se sonrojó un poco al escuchar esa indirecta.

-Cla... claro, contestó al momento en que estiró su brazo hacia el buró que tenía junto a su cama, abrió la puertita y luego se incorporó para sacar el frasco. Fica solo lo miraba atento y sin prisa pero luego se volvió a recostar para quitarse su pantalón mientras Shion tomaba un trago de aquel tónico. No pasó desapercibido por el ariano pues al darse cuenta de esto sintió un agradable deseo de tocar al pisciano de una buena vez así que dejó el frasco y de inmediato se dirigió hacia Fica colocándole las manos en sus brazos, Fica volteó y mirándose fijamente dieron comienzo a su aventura.

Sus bocas comenzaron devorándose lentamente, las manos de Aries recorrían con delicadeza el torso blanco del pisciano quien comenzaba a dar pequeños gemidos entrecortados. Albafica también recorría la gran espalda de Shion con sus manos suaves, seguían besándose hasta que Shion quitó la camisa de Fica desnudándolo completamente.

Se encontraba entre sus piernas haciendo que Fica sintiera la gran parte palpitante de Shion por lo cual este comenzó a hacer pequeños movimientos para lograr estimularlo con los roces, también acariciaría los grandes muslos de Fica con gran entusiasmo, esto por supuesto fue muy excitante para el pisciano quien ahora daba gemidos más abiertos, echaba su cabeza hacia atrás exponiendo su cuello para que no tardara en ser degustado por su amante.

-Muero por tomarte, le susurró Shion mientras se ocupaba del cuello y luego de las tetillas. Toda su lengua pasaba por el pecho del peli celeste dejando los rastros húmedos que al final bajaban hasta el vientre como si quisiera indicar el camino. Ciertamente Shion bajó hasta el vientre depositando sutiles besos hasta que sus labios dieron el primer contacto con su miembro, esto hizo temblar a Fica provocándole un ligero escalofrío. Pronto tuvo nuevamente el honor de saborear aquella piel tan delicada de sabor peculiarmente agridulce pero no por ello desagradable sino al contrario exquisito.

-Ahh! Gemía piscis, sin embargo su mano pausó el trabajo del lemuriano. Shion se preguntaba qué es lo que hacía Fica o es que acaso no le había agradado.

-Déjame hacerlo a mí también, por favor. Susurró el pisciano mientras se colocaba encima de Shion quedando justo como los peces que representaban su constelación de manera que ambos tenían a su disposición la virilidad del otro.

Sus lenguas tocaron sus miembros inmediatamente dándose un placer increíble; después piscis cubriría totalmente la hombría de Shion mientras este se sumergía en aquella zona tan íntima de Albafica. Duraron degustándose como si el tiempo no pasara, entre los deleitantes gemidos de piscis que alardeaban con creces las habilidades del ariano.

-mmm, mmm, gemía aun con el miembro dentro de su boca; Shion ahora degustaba los testículos con delicadeza pero de igual manera estaba comenzando a sentir un exorbitante placer haciendo que este se viniera en la boca del pisciano mientras le sostenía fuertemente de las nalgas. Fica dejaba derramar aquel líquido sobre el vientre de Aries para luego volver a lamerlo; Shion respiraba con profundidad, luego se incorporaría para ponerse de rodillas al igual que Albafica que se volvía hacia Shion; quedaron de frente cuando se abalanzaron uno hacia el otro logrando estrecharse fuertemente mientras se besaban y se acariciaban durante aquel abrazo.

El momento finalizó cuando tuvieron la necesidad de recuperar el aire, se miraban fijamente para adivinar el momento a seguir; Shion lo tomó de la cintura y lo condujo hacia un lado para ambos dejarse caer, quedó justo encima y entre sus piernas las cuales abrió aún más para advertir que pronto se introduciría en la intimidad del pisciano. Volvió a besarle y susurró.

-¿Estás preparado?

Albafica tocó su mejilla y al acariciarle no hizo más que sonreír haciéndole saber que lo estaba, de manera que Shion se pegó más al cuerpo de Fica, tomó una posición cómoda para su cometido cuando al fin pudo comenzar a deslizarse dentro, lento, suave...

-ngh, gimió el peli celeste que trataba de relajar su cuerpo lo más que pudiera.

Con los brazos sobre el cuello de Shion esperaría pacientemente a que ese miembro entrara completamente.

El carnero movía sus caderas lentamente para tratar de acostumbrar a su amante y hacer que pronto se desvaneciera el malestar.

Seguían besándose como si no hubiese mañana, ambos expresaban frenéticamente la pasión que sentían el uno por el otro cuando aumentaron el ritmo significativamente.

-mmm, mmm... ah!, soltaba Albafica quien ya se había desinhibido por completo pues ahora acorralaría fuertemente con sus largas piernas el ancho torso de su amante el cual estaba propiciando embestidas más duras aun logrando arrancar más y más gemidos y sollozos de la tentadora boca del peli celeste.

-ahh! Ahhh!

Comenzaba a retorcerse que hasta logró arquearse por tan fascinante sensación. En ese instante Shion tuvo el impulso de tomarlo y alzarle hasta lograr sentárselo; ahora Fica estaba sobre él pero eso sí, sin dejar de acorralarlo con brazos y piernas. Ambos se movían de arriba hacia abajo al igual que ambos soltaban deliciosos gemidos, de vez en cuando sus lenguas se acariciaban intensificando aún más la experiencia mientras dejaban que las embestidas los hicieran llegar.

Albafica volvió a arquearse pues una sensación electrizante se apoderó de su cuerpo y le recorría toda la espalda; su rostro hacia atrás, su ojos cerrados y su boca entreabierta era la plena señal de delirio en el pisciano; subían y bajaban y aquellos roces intensos los hacían vibrar hasta que comenzaron a retorcerse en aquel mágico momento, sus cuerpos solo transpiraban la huella de la pasión y sus bocas nuevamente unidas gozaban aquel torbellino de éxtasis total.

-Ahhhh!

-Arghhh!

Gritaron al unísono cuando se vinieron. aries llenó a piscis y piscis se derramó en aries sin ningún tipo de inhibición pues en este momento la felicidad era la única emoción que guiaba a sus mentes. Se besaban dulcemente mientras sus cuerpos aligeraban la respiración hasta que luego de unos minutos se recostaron para permanecer juntos el resto de la noche, y así fue, no tardaron mucho en caer en un profundo sueño que como escena había inmortalizado la belleza de sus cuerpos desnudos, relucientes aun dentro de la oscuridad.

///

La luz ya iluminaba toda la habitación del primer templo, y los amantes quienes percibieron aquellos destellos que les acechaban los hicieron despertar en el momento oportuno.

Shion abrió los ojos primero y con una rápida observación de su entorno recordó exactamente la situación actual, se encontraba muy contento de descubrir a Albafica durmiendo en su mismo lecho, observaba su belleza y no podría describir todo lo que esa criatura le hacía sentir, para él este momento lleno de tranquilidad era sublime, sentía que en la noche anterior había entregado todo, su vida y su alma, sin embargo, no por esto se sentía vacío sino al contrario creía que había encontrado lo que faltaba en su vida, pues lo amaba demasiado.

El pisciano hizo movimientos dando señal de que había despertado, abrió sus ojos celestes y lo primero que vio fue el rostro sereno y bello de su amante, dedicó una sonrisa ya que también se sentía increíblemente feliz, luego solo murmuró.

-Buen día Shion.

-Buenos días. Contestó sonriendo -¿Cómo te sientes?

Albafica estiró los brazos, dio un bostezo y contestó. -Son demasiadas cosas las que siento ahora mismo pero ¿sabes?. En ese instante se abalanzó hacia los brazos de Shion y juntando su rostro con el de él dijo. -Te amo Shion… y quiero estar junto a tí de ahora en adelante.

Shion se conmocionó y con un brillo especial en los ojos respondió. -Yo también te amo Albafica y créeme que estaré muy feliz a tu lado, ya que es lo más que deseo en este momento.

Albafica se incorporó un poco y comentó. -Quiero que sepas que no me importa cómo afecte nuestra relación en nuestra labor como caballeros, ahora siempre te seré leal a tí como lo soy a Atenea y haré lo que sea más conveniente para ambos ¿está bien?

-Por supuesto Albafica... tenlo por seguro... nuestro amor no es obstáculo para la vigilia de nuestra diosa, no te preocupes, todo cursará con normalidad.

-Pero no puedes negar que estamos obligados a dar la vida por ella, y... eso es inevitable... pero no me gusta pensar al respecto ahora que te tengo.

-Lo sé Albafica, sé exactamente que al pertenecer a la orden ateniense nuestro destino se vuelve incierto, pero no podemos decaer por este tipo de preocupaciones, Albafica estamos juntos ahora y eso es lo más importante, además todo seguirá siendo normal en nuestra vida de guerreros; si algo llega a pasar créeme que estaré muy feliz de haber compartido parte de mi vida junto a tí, así que ya no pienses en eso, estamos juntos y eso es suficiente para mí. Concluyó mientras estrechaba a Albafica en sus brazos. Fica correspondió cálidamente y comentó por último. -Entonces que así sea, gracias Shion…

-¿Hm? por qué

-Porque me amas por eso. dijo cuando se abalanzó nuevamente para besarlo frenéticamente.

Shion sonreía pleno tras aquel beso. -Muy bien Albafica entonces hay que proseguir, nuestra labor nos espera.

-esta bien pero no olvides que te amo, nunca lo olvides! decía de una manera enérgicamente feliz.

De esa manera ambos caballeros regresaron a sus respectivos puestos siendo como siempre unos muy destacados guerreros que daban todo en batalla demostrando su entera fidelidad y devoción a su diosa; después, dentro de la oscuridad se entregaban en cuerpo y alma con desmesurada pasión la cual encaraba los sentimientos más profundos de sus seres demostrándose durante el resto de sus vidas cuán fiel y grande era la devoción que tenían el uno por el otro.

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer. =D 


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