Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Probador por Fullbuster

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha

 

 

 

Dos meses habían pasado desde mis “Vacaciones obligatorias” y por fin había vuelto al trabajo. Trabajar me distraía la mente y aunque seguía pensando en mi hermano de vez en cuando, también sabía que era algo innecesario, no volvería a verle y más tras haber pasado dos meses desde nuestro último encuentro. Él y yo ya no teníamos nada que decirnos.

 

Salí del despacho de mi superior tras dejar el informe de nuestra última misión y me fui al bar de siempre. Mi equipo debía estar allí esperándome y al entrar lo primero que vi fue a Naruto sentado en una silla con una cerveza sonriendo y gastando sus bromas mientras Gaara estaba a su lado mirándole con seriedad. Eran muy distintos esos dos pero parecían encajar perfectamente. Gaara era muy serio y Naruto era todo un bromista, nunca me habría imaginado lo bien que iban a congeniar.

 

Saludé a los presentes y me fui a pedir una cerveza a la barra. Al menos me la dejaron gratis, supongo que por lo que tenía últimamente con el nuevo camarero que había llegado a la base para encargarse del bar. Tampoco era nada importante, siempre dije que no podría olvidar a mi hermano pero al menos podía disfrutar del momento y desfogarme un rato. El camarero sonrió y me pasó la cerveza en cuanto yo le sonreí también.

 

- ¿Quedamos esta noche? – me preguntó en susurro al darme la cerveza.

 

- Ya veremos – le dije sonriendo girándome para marcharme hacia mi mesa mientras él sonreía también.

 

- Siempre tan misterioso y dominante. ¿Por qué siempre hacemos las cosas a tu modo?

 

- Si quieres estar conmigo ya sabes las normas.

 

- Lo sé, tú mandas y eliges hora y día.

 

- Perfecto. Ya me pensaré lo de esta noche, aún queda mucho día por delante.

 

Me fui a mi mesa aunque vi la mirada de desaprobación de Naruto, muchas veces habíamos hablado de este asunto, él no estaba de acuerdo con lo que hacía. Naruto decía que jamás podría olvidar a mi hermano y era verdad pero tampoco quería quedarme solo. Mi hermano no volvería, no iba a volver a estar con él ¿Qué hacía mal? Tenía que seguir con mi vida como mi hermano seguiría con la suya, tampoco es que tuviera nada serio con ese chico… sólo buenos ratos y nada más, alguna noche de sexo y ya está, no había nada de malo en eso.

 

- ¿Has quedado con él? – me preguntó Naruto en cuanto me senté.

 

- Aún no – le dije.

 

- ¿No lo estarás pensando?

 

- Naruto… agradezco tu opinión y lo sabes… pero ya sabes la mía, no quiero quedarme aquí perdiendo el tiempo, todos sabemos que no le amo, hasta él sabe que sólo le utilizo para el sexo. No he mentido a nadie, es un rato de placer.

 

- Sigo sin verlo, Sasuke. Deberías ir a ver a tu hermano.

 

- Mi hermano no quiere saber nada de mí, dejemos ya ese tema.

 

Terminé de tomarme la cerveza tranquilo. Todos disfrutábamos de la calma, de las bromas que nos contábamos pero enseguida vi como a Naruto se le cortaba la juerga que llevaba al observar al camarero acercarse hacia nosotros.

 

- Viene… lo que se supone que sea ese chico de ti – me dijo enfadado y sonreí al verle molesto, Naruto siempre estuvo a favor de mi hermano.

 

- Sólo un rollo pasajero – le dije susurrando para que el chico no se enterase.

 

Sentí su presencia tras de mí y me giré a mirarle aunque se notaba el malestar en la mesa, todos se habían callado y miraban con interés, hasta Temari y Shikamaru observaban la escena en silencio.

 

- Lamento interrumpirte Sasuke pero… acabo de terminar mi turno y me preguntaba si te apetecía que hicieramos algo juntos, podríamos ir por el centro comercial o algo.

 

Naruto me miraba y me indicaba con la cabeza que no aceptase pero me tenían tan harto con sus cosas que decidí que era hora de empezar a olvidar a mi hermano, de seguir con mi vida.

 

- Espérame fuera, salgo en cinco minutos – le dije y él sonrió contento marchándose.

 

- ¿Estás loco? – me gritó Naruto cuando se marchó el chico.

 

- No, mi hermano ha seguido con su vida y yo haré lo mismo. Deja ya el tema.

 

Me tomé la cerveza con rapidez y la dejé encima de la mesa vacía y me marché de allí. En cuanto salí a la calle me encontré con el camarero que me esperaba. Tuve que abrigarme y es que el invierno se acercaba, el frío ya estaba aquí en Washington. Me coloqué la chaqueta y me abrigué bien acercándome al chico.

 

- Vayamos a algún sitio que no haga este frío.

 

- Claro – me dijo sonriendo – donde quieras.

 

Acabé de copiloto en su coche y condujo fuera de la base hasta el centro comercial. Cuando entramos pude por fin quitarme la chaqueta, aquí ya no sentía ese maldito frío que se había levantado en estos últimos días.

 

- ¿Qué querías mirar? – le pregunté.

 

- En realidad me apetecía hacer algo diferente contigo.

 

- ¿Algo diferente? – pregunté sonriendo.

 

- Bueno… el sexo contigo es estupendo pero… quería hacer algo más de parejas.

 

- No somos una pareja – le dije.

 

- Ya… tampoco es que seas muy sutil diciendo las cosas.

 

- Soy sincero. Ya te dije que estaba enamorado de otra persona, entre nosotros no puede haber nada más excepto esto.

 

- Y frío.

 

- Pero te gusta el sexo conmigo, es suficiente – le dije caminando hacia una de las tiendas.

 

Entramos en la primera tienda y miré como mi acompañante observaba prendas y más prendas, yo me quedé paralizado al ver los probadores, toda la historia con mi hermano empezó en uno de Baltimore. Ahora estaba en Washington, a kilómetros de distancia del primer probador en el que tuve mi primera relación sexual pero mis recuerdos estaban demasiado cerca. No podía hacer mucho para quitar estos pensamientos.

 

- Toma, pruébate esto – me dijo el camarero dándome un pantalón vaquero.

 

- No me apetece – le dije y es que no había vuelto a entrar a un probador desde lo de mi hermano.

 

- Venga… hazme el favor, luego te dejaré hacer lo que quieras – me dijo.

 

- ¿Podré pedir lo que sea?

 

- Sí, haré lo que quieras.

 

- Dame ese pantalón – le dije quitándoselo de las manos y marchándome hacia el probador.

 

Hacía demasiado tiempo desde que entré a un probador y tuve que respirar hondo cuando corrí la cortina. Empecé a desvestirme y entonces sentí como alguien entraba en el probador y colocaba su mano en mi boca tapándola. Fui a quejarme pero sabía que era complicado que me soltase, así que con una llave que me habían enseñado me solté de su agarré y lo empotré contra la pared del probador. Creí que sería mi acompañante pero no, me sorprendí al ver a mi hermano.

 

- Veo que has aprendido a defenderte – me dijo sonriendo.

 

- ¿Qué estás haciendo aquí?

 

- Buscar al mentiroso de mi hermano. Necesitaba una explicación de por qué hiciste algo así.

 

- Era mi misión – le dije – buscaba unas armas químicas, tenía que encontrarlas y creíamos que estabas implicado junto a tu novia. Lamento haberte espiado y haberte hecho pasar por algo como esto, pero tenía que hacerlo, no sabía si eras culpable o no.

 

- Ya… eso me contaron y he tratado de entenderlo.

 

- Ahora que sabes tu respuesta puedes volver a casa con tu novia – le dije intentando llegar a mis pantalones para colocármelos.

 

- Será mi ex novia – me comentó – supongo que está enamorada de Yahiko como yo lo estoy de ti.

 

- Eres un mentiroso.

 

- No, eso lo haces tú muy bien. Te he buscado mucho tiempo Sasuke.

 

- No es cierto. Ya te dije donde estaba.

 

- Sí… en Washington ¿Sabes cuántas bases militares hay aquí? he estado semanas llamando a las bases y ninguna me quería dar la información de sus miembros.

 

- ¿Cómo me encontraste entonces?

 

- Llamé a los padres de Naruto, ellos hablan a menudo con sus hijos, sabían donde estaba trabajando y yo sabía que trabajabas con él, así que… aunque tardé en dar con la solución, al menos el teléfono de los padres de Naruto sale en el listín telefónico.

 

- Es increíble… - le dije algo molesto.

 

- Conmigo baja tu humor – me dijo enfadado – el que debería estar enfadado soy yo y sin embargo aquí estoy buscándote. Ni siquiera me has pedido perdón aún por tus mentiras...

 

No le dejé continuar hablando cuando uní mis labios a los suyos pese al temor que sentía al rechazo. Me tranquilicé sólo cuando él cogió mi cintura y me empotró con suavidad contra la pared profundizando el beso. Era increíble que me dejase controlar por él, sólo Itachi lo había conseguido, sólo a él le dejaba tomar el mando de la situación.

 

Sus manos bajaron a mi trasero apretándolo con fuerza y obligándome a abrir más la boca dándole completo permiso para jugar con mi lengua. Había deseado tanto tiempo a mi hermano y sé que no había sido sincero con él, jamás lo había sido, ocultaba mis sentimientos en lo más profundo de mi ser y por primera vez… quería ser sincero.

 

- Te he echado de menos – le dije y él se sorprendió.

 

- Yo también, aunque aún no te he perdonado por completo por lo que hiciste.

 

- Lo siento. No tuve más remedio.

 

- Voy a cobrarme lo que me hiciste. No se quedará así.

 

- Ya te he dicho que lo siento – le repetí.

 

- Y yo que me cobraré lo que hiciste… empezando por ahora mismo – comentó metiendo su mano dentro de mi ropa interior y acariciando mi miembro – además… tengo que recalcar lo que es mío, ya he mandado a ese tipo que te acompañaba a su casa.

 

- Espero que no hayas sido muy bruto con él.

 

- No… sólo le he dejado claro que eres completamente mío, de hecho ese sexy tatuaje sigue señalándome como tu propietario.

 

- Eres un egocéntrico.

 

- Lo sé… pero tú eres un orgulloso y eso habrá que bajártelo.

 

Itachi siempre había sido muy fogoso conmigo y hoy no fue diferente. Sentía en cada uno de sus besos la impaciencia que tenía por hacerme suyo de nuevo y en parte yo también deseaba ser suyo. Quería volver a estar con él. Desabroché su pantalón y aunque recordaba mi primera vez en aquel probador con mí hermano. La última vez mi madre estaba al otro lado y tuve que aguantar los gemidos, hoy ya no necesitaba callarme, no necesitaba aguantar los gemidos y no lo hice, dejé que metiera sus dedos lubricados con su propia saliva en mí.

 

Le vi colocarse mejor y acabó dándome la vuelta. Sonreí porque sabía el motivo, quería ver mi tatuaje y aunque lo rozó con sus dedos, supe que aún estaba buscando las marcas que me hice cuando traté de destrozar el tatuaje.

 

- Se te han ido al final – me dijo.

 

- Seguí curándome las heridas.

 

- Creí que te quedarían marcas.

 

- Al final parece que no fue tan grave.

 

- Me alegro, porque me gusta el regalo que me diste, me gusta tu tatuaje y sobre todo… me gusta saber que sigues siendo mío.

 

Entró en mí con suavidad pero no se detuvo hasta llegar al fondo. Me mordí el labio evitando quejarme por el dolor inicial, no estaba acostumbrado ya al miembro de mi hermano, era diferente al último chico con el que había estado. Cuando empezó a moverse de nuevo tardé un poco en acostumbrarme pero por otro lado sentía la felicidad de volver a estar con mi hermano.

 

Cada vez se movía más rápido dentro de mí mientras seguía con su mano dándome placer. Al final no aguanté más y me corrí en su mano intentando callar el gemido final. Mi hermano tampoco tardó mucho tiempo en correrse y cuando salió de mí nos quedamos unos segundos intentando calmarnos.

 

Tras aquello nos marchamos a tomar una cerveza juntos a una cafetería, teníamos mucho de lo que hablar. Me explicó todo lo que había pasado con detalles y yo le conté lo de la misión y todo lo que ocurrió durante ella. Al final lo que quedamos en claro es que Itachi había renunciado a su trabajo y se venía a vivir a Washington, deseaba estar conmigo y yo en parte también quería estar con él, deseaba y amaba a mi hermano. En las siguientes semanas mi hermano buscó trabajo en los institutos de la localidad y se vino a vivir conmigo, al menos todo parecía arreglarse y ya nadie se interpondría en nuestro amor. Empezábamos una nueva vida y esta vez nos encargaríamos de ser sinceros y sobre todo… de disfrutar nuestra relación, porque no volveríamos a escondernos jamás.

 

Fin


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).