Confío en ti... ¡en ella NO!
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Ambos saiyajin se recostaron en la roca, ya que el príncipe ya no soportaba más mantenerse de pie. Vegeta estaba a un lado de Goku, pasando su brazo por su cintura. Ese abrazo tan tierno y dulce les producía una sensación de seguridad, estar con el otro los hacía sentirse protegidos. No necesitaban nada más, ese contacto era más que suficiente para saber sus sentimientos.
_Kakaroto...
_¿Sí, Vegeta?
_Si supieras todas las cosas que pasan por mi mente cuando te veo..._dijo y empezó a reír un poco.
_¿Como qué cosas?_preguntó curioso.
_Como..._dijo y se sonrojó notoriamente_A veces siento la necesidad de abrazarte, besarte, estar a tu lado y no dejarte ir. Estar contigo siempre, apoyándote. Tú eres lo que necesito para vivir, y sin ti me siento roto, inútil, simple, idiota, sin gracia, vacío, hundido, fracasado, solo, deprimido, triste, decepcionado, sin ánimos, defraudado, inservible... No me interesa si me pasa algo, lo único que deseo es no perderte jamás..._dijo en voz baja, como contándole un secreto.
_Nunca me perderás, Vegeta, yo pienso permanecer contigo siempre, todo el tiempo que sea posible_le dijo con una sonrisa, para después acercarse y darle un beso en la frente.
_La vida no tiene sentido alguno. Naces, creces, te reproduces y mueres... Siempre es lo mismo... ¿Pero sabes una cosa? Al estar contigo siento que cada segundo es muy especial. Cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día... Contigo, se convierte en lo más especial e importante. Podría estar incluso en el lugar más horrible e inhóspito del universo, pero no me interesaría, siempre y cuando esté a tu lado...
_Así me siento yo a veces, y tengo miedo de decírtelo, porque no quiero que te alejes porque sientes que empiezo a ser un estorbo...
_Escúchame bien, TU JAMÁS SERÍAS UN ESTORBO PARA MI, al contrario, serías lo que me hiciera falta para existir...
_Te amo, Vegeta_dijo mientras lo abrazaba aún más fuerte, pero no tanto para evitar hacerle un daño.
_Yo también te amo, cabeza de alcornoque_dijo sonriendo, pero el mayor no pudo ver esa sonrisa.
Ambos, después de un rato, se quedaron dormidos. Escuchar los latidos y respiraciones del otro era como una hermosa canción de cuna, que les causaba una tranquilidad incomparable.
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La mañana llegó, y con ella los primeros rayos de sol. La luz del día acariciaba los rostros de estos dos enamorados, haciendo que despertaran.
_Vegeta... apaga el sol otro ratito_dijo mientras se cubría la cabeza con la sábana y se acurrucaba en el pecho del menor.
_Kakaroto, no seas holgazán y ya levantate_dijo en tono autoritario, mientras se sentaba. Le causaba un dolor, sin embargo, no quería que el otro se diera cuenta, no quería que se volviera a sentir culpable, por ello actuó normal.
_Ay..._dijo haciendo un puchero.
_No te quejes, tienes que ir a la escuela...
_¿Qué? ¿Pero por qué? Yo me quedaré en tu casa a cuidarte...
_Kakaroto, estaré bien, además no quiero perder clases, y tú irás y me traerás la tarea, ¿de acuerdo?_ mintió por una buena razón. A él le importaba un insecto ir a la escuela, pero quería que el otro tuviera lo mejor, así que no iba a hacer que otra vez pierda clases.
_Está bien, pero si siento tu ki raro, volveré lo más rápido posible_dijo viendolo serio, cosa que sorprendió un poco al otro.
_Sí, Kakaroto, ya sé eso_dijo en tono burlón, el mismo que había escuchado de los niños cuando le decían a sus padres "Sí, mamá".
Goku guardó todo aquello que usaron esa noche y después volteó a ver al príncipe, lo cargó en sus brazos y lo llevó volando a su casa, lo dejó en su habitación y se sentó a su lado, en la orilla de la cama.
_Vegeta, ¿puedo arreglarme aquí para ir a la escuela?_preguntó mientras lo tomaba de la mano.
_Claro que sí_dijo mientras cerraba los ojos.
_Vegeta, tú me dijiste que era un holgazán por querer dormirme, y ahora tú haces eso...
_La diferencia es que yo SI necesito descansar_dijo sin abrir los ojos.
Resignado, el de cabellos alborotados se metió a la ducha. Cuando salió, vestido con ropa del menor y que era de su talla (obviamente demasiado grande para Vegeta), lo pudo ver profundamente dormido, se acercó y posó sus labios contra los suyos. Se separó y sonrió cálidamente.
_Kakaroto, no tienes que esperar a que me duerma para poder besarme, sabes que puedes hacerlo cuando quieras_dijo mientras abría los ojos.
_Vegeta, ¡me asustaste! Creí que estabas dormido.
_Y eso hacía, pero desperté con tu beso_dijo riendo levemente. Había pasado ya suficiente tiempo en ese planeta, que lo que pasaba le recordaba a esas historias y cuentos de los que muchos hablan.
_Bueno, después de comer iré a la escuela. Luego vendré a verte_dijo sonriendo y salió de la habitación, para comer y después salir volando.
Llegando a la escuela, se dirigió a. su salón de clases, y se sentó en su banco correspondiente. Esperó unos segundos, pero para él fueron como horas. Dio un suspiro de pesadez.
_Se siente muy vacío sin Vegeta_dijo un poco triste. No lo demostró, pero aun tenía esa sensación de culpabilidad en el fondo se su ser.
_Hola, ¿me recuerdas? soy Raquel_dijo una chica que apareció de la nada a un lado de él. Aunque a decir verdad, había entrado por la puerta, pero el saiyajin no se había dado cuenta por estar pensando en su príncipe.
_¿Eh? Ah, sí, te recuerdo...
_Necesito que me acompañes a un salón desocupado de esta escuela, esque necesito bajar una silla, y está muy pesada, además está largo el camino y tú te ves muy fuerte_dijo mientras lo tocaba de los brazos, para sentir sus músculos.
_¿Ahora?_preguntó al escuchar el timbre.
_Mejor a la hora de salida, esque lo necesitaremos para la clase de mañana_dijo mientras salía.
Era obvio que esa chica estaba mintiendo y que tenía otras intenciones con Goku, pero por su inocencia no pudo percatarse de eso. El maestro entró al salón, y todos tomaron asiento rápidamente.
_Alumnos, hoy daremos un repaso de todo lo que hemos visto hasta ahora_dijo y luego vio el asiento vacío del centro_ Señor Son, ¿no sabe en dónde se encuentra el señor Saiyan? Ahora que recuerdo ustedes dos faltaron el viernes, espero que haya una buena justificación...
_Vegeta no puede venir, está gravemente herido y necesita reposo_dijo un poco triste.
_¿Pero qué le pasó?_preguntó un poco sorprendido.
_Prefiero no hablar de eso, el único que puede hacerlo es Vegeta, ¿no cree?
_Tiene razón... ¡En fin! Como ya les dije, hoy repasaremos todo lo que hemos visto, empezando por las ecuaciones...
El profesor explicaba, y los alumnos prestaban mucha atención, principalmente el chico de peinado en forma de palmera, su novio le dijo que no quería perderse clases, así que le diría absolutamente todo lo que hicieran ese día.
Así se pasaron las horas, hasta que la última clase del día finalizó. Tal como lo había dicho, tenía que ir con Raquel y ayudarla, por esa razón la estaba buscando, quería regresar lo más pronto posible a su hogar y cuidar de su pareja.
_"Me está buscando... Esto será más fácil de lo que pensé"_pensaba la chica castaña_Hola Goku, estoy aquí_dijo en voz alta y él se acercó.
_Podemos ir rápido, tengo prisa_dijo impaciente, pero con una sonrisa para no ser descortés.
_Sí, vamos_dijo.
Caminaron hasta llegar a esa aula en la que estuvieron Vegeta y él ese viernes, cuando se besaron toda la mañana hasta que sus labios imploraban descanso. El chico de cabellos alborotados entró y ella cerró con seguro la puerta. Goku se dio media vuelta y pudo ver en el rostro de la chica una expresión que jamás había visto, era lujuria. Se acercó más a él, mientras lentamente desabrochaba los botones de su blusa.
_¿Qué haces?_preguntó confundido mientras ella se acercaba más a él.
_Siempre me pareciste apuesto, quisiera poder ser tu primera vez..._dijo seductoramente.
El saiyajin, rápidamente, le sacó la vuelta y salió corriendo de ahí. No le importó si alguien pudiera verlo, emprendió vuelo en medio de la calle. No sabía por qué, pero una parte de él le decía que no debía quedarse ahí, y tenía razón, esa niña quería acercarse a él de la forma que únicamente Vegeta tendría derecho de hacer.
Después de volar en círculos, se detuvo para tranquilizarse un poco. Tenía que acomodar ideas en su mente.
_Tengo que decírcelo a Vegeta_murmuró. Vio a lo lejos la torre del Maestro Karin, realmente volaba a gran altura. Recordó algo que le ayudaría mucho en esta situación. Se acercó más y pudo ver a su Maestro ahí.
_Hola, Goku, ¿qué te trae por acá?_preguntó aquel gatito blanco.
_Maestro, ¿de casualidad no tiene semillas del ermitaño?
_Sí, tenemos varias, ¿acaso irás a pelear?
_No, esque mi pareja tuvo una pelea y resultó gravemente herido.
_Entiendo, toma_dijo mientras extendía su mano y le daba una semilla.
_Gracias_dijo alegre_¡Adiós!_dijo y se fue.
Estaba feliz, ahora su amado podría estar mejor, ya no estaría lastimado. Llegó y entró corriendo, delatando su alegría.
_Vegeta, Vegeta, Vegeta_decía una y otra vez.
_¿Qué quieres, Kakaroto?_dijo mientras quitaba las sábanas que lo cubrían y volteaba a verlo.
_Cómete esto_dijo mientras colocaba la semilla en su boca y sonreía.
No sabía qué demonios era esa cosa, pero no dudo en comerla, sabía que el otro jamás sería capaz de dañarlo o darle algo que fuera malo. Se sorprendió al sentir cómo sus heridas, en segundos, desaparecían. Podía moverse y ya no sentía dolor alguno. Se puso de pie rápidamente y caminó un poco por la habitación.
_Kakaroto, ¿qué clase de medicina era esa?
_Era una semilla del ermitaño. Te la traje porque quería que estuvieras mejor_dijo con una sonrisa.
_Kakaroto, luces preocupado, ¿qué ocurrió?_dijo. Tal vez no era muy obvio, pero su pareja no estaba del todo feliz, cosa que era alarmante en él.
_¿Conoces a Raquel? Es la chica de cabello castaño y ojos verdes.
_Sí, sé quién es, ¿qué ocurre con ella?
_Ella me pidió ayuda para cargar un banco a la hora de salida, fuimos a un salón desocupado porque dijo que ahí se encontraba, entonces cerró la puerta y se me acercó mucho, supongo que quería desvestirse porque se estaba desabrochando la blusa, me dijo que quería ser mi primera vez, así que me fui corriendo de ahí.
_QUE ESA MALDITA HUMANA HIZO ¿QU…?_gritó molesto. Tan fuerte se escuchó su voz, que algunas aves salieron volando.
_Vegeta, tranquilízate un poco, después de todo yo te amo a ti_dijo viendo sus ojos. El menor se acercó a él y lo abrazó.
_Lo sé, Kakaroto, lo sé...
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El martes llegó. La tarde anterior se la pasaron hablando, tonteando y besándose, aunque principalmente besándose. Tuvieron que ir a la escuela. Para el príncipe ya no era tan malo, de hecho, hasta le gustaba ir. Había aprendido muchas cosas, además de que así se organizaba mejor para su entrenamiento. Estaban caminando por los pasillos del cuarto piso, aun no empezarían las clases, faltaba mucho aún, pero querían estar juntos. Apareció frente a ellos una chica a la cual no querían ver. Goku se colocó detrás de Vegeta, como intentando refugiarse.
_Goku, por favor, realmente quiero ser tu primera vez, te lo digo en serio_dijo ignorando la presencia y mirada asesina del príncipe.
_Maldita humana, ¿cómo demonios te atreves a hablarle así a Kakaroto?_preguntó con una venita sobresaltada en su frente.
_Y tú, ¿quién te crees que eres como para meterte en una conversación que no es de tu incumbencia?_preguntó con cierto reclamo.
_¿Que quién me creo que soy? Humana insolente, YO SOY LA PAREJA DE KAKAROTO_dijo ya fastidiado. Ella, por momentos se quedó inmóvil, intentando comprender lo dicho. Reaccionó. No se dejaría vencer tan fácil.
_Ay, Veggie, no te hagas ilusiones, después de todo, si algún día llegasen a casarse, no podrían tener hijos... En cambio YO SI le puedo dar hijos a Goku...
_Humana, ¿estás tan segura de eso?
_Completamente...
_Humana estúpida_dijo riendo, mientras empezaba a caminar tomado de la mano de Goku_Aléjate de él si no quieres que te elimine_dijo mientras formaba una pequeña esfera de energía en su mano, para después desaparecerla al ver el rostro lleno de susto de aquella chica.
Ese día no tuvo muchas novedades. Estaban en plena clase de biología, fueron al laboratorio para usar los microscopios y así comprender el proceso molécular. Vegeta y Goku trabajaban juntos, observaban una pequeña hoja a través de ese objeto científico, observaban los estomas y esas partes pequeñísimas.
_Kakaroto...
_¿Si, Vegeta?
_Iniciaste un proceso bioquímico en mi hipotálamo, causando segregación de dopamina_dijo riéndose, cosa que sorprendió a muchos de los que estaban cerca.
_¿Qué?_preguntó confundido, no entendió absolutamente nada.
_Estoy enamorado de ti_dijo traduciendo lo que dijo, aunque tenía esa venita marcada.
_Hipo ¿qué?
_Olvídalo_dijo ya resignado.
_Tú también iniciaste un proceso continuo en mi hipopótamo causando desangración de medicina, Vegeta_dijo intentando repetir lo que dijo el otro. El príncipe sólo sonrió, esa manera de ser de aquel chico le fascinaba.
Después de eso, su día fue normal. A la hora de salida, fueron a casa del más alto. Goku tomó toda su ropa, y la esfera de cuatro estrellas, y se fueron a la casa del menor. Ahora vivirían juntos, y eso los ponía un poco emocionados, y a la vez nerviosos. Estarían juntos, y eso era lo mejor. Ahora, podrían estar tranquilos y saber que el otro estaría a su lado. Eso era lo único que querían, despertar juntos...
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