Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El único en mi vida (PAUSADO) En proceso de edición por Princesa de los Saiyajin

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: ¡Hola! ¿Cómo están?
Bien, sé que quizás ya no es válido, pero la excusa es la misma que les di hace unos meses.
Estoy consciente de que tal vez ya perdí lectores y que probablemente este capítulo no valga la pena, o que a ustedes ya les aburrió la historia, o simplemente se decepcionaron por la "irresponsabilidad" de la autora. Pero, como se los dije anteriormente, por ser responsable en asuntos de trabajo o escuela, tengo que irresponsabilizarme aquí.

Sin embargo, lo que dije en un inicio, lo mantengo. Seguiré esta historia hasta que la termine.
Sin más, a leer...
Ahora, ¿cómo explicar lo acontecido hace años atrás ? ¿Cómo decirle a ese hombre que amaba la bajeza en la que cayó? ¿Cómo aclararle el "engaño" en el cual han estado viviendo desde hace muchos años? ¿Cómo decirle que realmente fue capaz de hacer eso?

Lo amaba, ¿cierto? De eso estaba seguro... Pero, ¿cómo decírcelo? O acaso... ¿acaso debía seguir ocultándoselo?

No, debía ser sincero...

Pero... ¿cómo serlo? Si tan sólo de pensarlo su piel se erizaba y su cuerpo estaba temblando. Desde siempre le tuvo gran confianza, pero nunca se atrevió a decirle nada... lo vivía engañando día y noche...

Su mente debatía entre qué era lo más correcto... No encontraba una respuesta ante su duda. Para empezar, ¿acaso realmente era correcto decírcelo? No sabía.

Tomó aire, y lo contuvo por un largo tiempo en sus pulmones; después lo dejó salir lentamente, como si quisiera que eso le ayudara a encontrar una solución a su dilema mental. Pero era imposible...



* * *



Sí que le había hecho tanta falta un buen descanso como el que tuvo. Casi por instinto, volteó hacia su lado derecho para buscar a su pareja, y lo encontró ahí, acostado, dándole la espalda, durmiendo plácidamente.

Parecía estar todo bien... A excepción de un minúsculo detalle, y era que en la ropa del más bajito, en su espalda, había mucho polvo. Se le quedó viendo unos segundos, en los cuales trataba de inspeccionar cualquier cosa por más pequeña que fuera para saber qué es lo que había pasado con él como para que ahora su ropa se encontrara en ese estado.

Se puso a pensarlo un poco, realmente le preocupaba que su príncipe haya salido esa noche y él, debido a que cayó en un sueño profundo, no se haya enterado. No estaba angustiado por miedo a que le pudiera ocurrir algo, ya que sabía perfectamente que no era nada débil, que se podía defender de cualquier peligro que se le presentara; lo que verdaderamente le preocupaba era qué podría haber hecho.

Quería preguntarle, pero se abstuvo unos momentos; ¿cómo se lo tomaría ese pelinegro de cabellera en forma de flama el hecho de que le intentara confrontar haciéndole varias preguntas, cuando él literalmente se perdió por un año sin dar explicaciones?

Pero en realidad estaba muy preocupado por él, porque era cierto, fue un año en el cual no supo absolutamente nada de lo que le había pasado a él o a su hijo.

"Un año", aunque en realidad sabía que no era así exactamente. Los cuatro primeros años de Gohan se la vivió entrenando y pasando muy poco tiempo con ellos, luego estuvo muerto por un año a causa de su pelea con Raditz; después fue la pelea con Nappa y su recuperación mientras Vegeta viajaba al planeta Nameku; luego su tiempo en el espacio de la duración de un año...

Si lo pensaba bien, desde que Gohan nació descuidó mucho a su familia. Claro que entrenaba para volverse más fuerte y así ser capaz de defenderlos... Pero... pasar más tiempo con ellos hubiera sido bueno.

—Deja de mirarme tanto, Kakarotto—dijo el príncipe sin voltear.

El menor reaccionó al escuchar la grave voz de Vegeta. Se percató de que llevaba varios minutos observándolo fijamente mientras su mente divagaba. Al ver que estaba despierto, decidió preguntar a pesar de que probablemente lo haga enojar.

—¿Fuiste a algún lado anoche, Vegeta? ¿O por qué tu ropa está tan sucia?



* * *


Una peliazul se dirigía con cierta pesadez hacia la cocina para poder degustar un desayuno antes de tener que ir a su laboratorio a hacer unos estudios e investigaciones para continuar trabajando en la Cámara de Gravedad que le pidió Vegeta. Pero, ¿qué se le iba a hacer? Ya le habían dicho que estaría lista mañana y, conociendo el temperamento que tiene, lo mejor era cumplir con su palabra.

Con una taza de café en su mano, y con una revista en la otra, decidió descansar unos cuantos minutos más para después proseguir con aquel "encargo".

Mientras leía aquel artículo que hablaba sobre las bodas de las celebridades, no pudo evitar recordar cuando Goku cumplió años y les organizó una boda. Recordaba cómo el príncipe había estado muy distante con todos y de cómo Goku no se había percatado de la mirada insistente por algo de atención que le dirigía Vegeta.

Sí, eso había ocurrido, ella pudo ver cómo, cuando Goku estaba con Yamcha, Ten Shin Han, Krillin, el maestro Roshi, Puar, entre otros amigos, Vegeta se le quedaba viendo fijamente a una distancia considerable, como si esperara que volteara y lo uniera a la conversación a pesar de que de todos modos se quedaría callado.

Era un príncipe demasiado "especial", su actitud tan paradójica con respecto a su manera de ser y actuar, pero ¿quién era ella para juzgarlo? Quizás era así por algo que le haya ocurrido en el ~pasado~.

Suspiró y volteó a ver al pequeño ventilador del techo que giraba algo lento y se meneaba como si en cualquier momento fuera a desplomarse e impactarse contra la mesa.

Pensó de nuevo en Goku, él era muy inocente todavía, y muy distraído. ¿Acaso sería capaz de mantener ese matrimonio, no, a esa familia que ya se estaba desintegrando? Vegeta era un muy buen padre, eso nadie podría ponerlo en duda, porque, aunque no lo pareciese, siempre estaba pendiente de Gohan día y noche, lo sabía porque el menor en ocasiones le contaba acerca de ello. Pero, en cambio, su amigo de la infancia no sabía cómo actuar con su hijo, lo cuidaba mucho a su manera, pero nunca se tomó la libertad de aprender a ser papá; era válido que no sabía ser padre, pero lo que era un tanto injustificable era que muchas veces entrenaba o peleaba más que estar con Vegeta y Gohan.

Suspiró pesadamente y cerró los ojos. ¿Realmente podrían seguir juntos, o esa relación de plano ya no tenía salvación?


* * *


—Hmph, ¿desde cuándo tengo que darte explicaciones?—dijo molesto al escuchar lo que el menor le había dicho. Se dio vuelta para estar frente a él, quien lo veía con una expresión tranquila y serena, realmente no le estaba reprochando nada, sólo estaba algo preocupado, eso era evidente en su rostro.

—Sólo era una simple pregunta, no era para que te molestaras... Es sólo que... recién volví y... creí que tú dormirías a mi lado—se acomodó de modo en que viera al techo, posó sus manos sobre su abdomen y suspiró—. Pero, tienes razón, no tienes que darme explicaciones... tú... no, yo... yo soy quien debería dártelas por no regresar, ¿no es así?—dijo y suspiró.

El príncipe se le quedó viendo unos segundos, ese pelinegro de cabellera alborotada se veía realmente afligido. Tomó aire y se acomodó del mismo modo que él, viendo hacia el techo.

—En realidad no—dijo con voz grave, en un tono de desinterés. Suspiró pesadamente y prosiguió—: Tu sangre saiyajin hace que quieras ser más fuerte. Al igual que a mí, corre adrenalina por tus venas cada que entrenas, y el simple hecho de pensar en peleas te hace querer luchar...—explicó.

—Vegeta... aun así, te pido perdón por dejarlos—dijo realmente arrepentido.

—Já —soltó una risita irónica—. No sé por qué diablos me molesto, si bien ya me habías advertido desde hace años, Kakarotto.

—¿Eh?—Goku estaba completamente confundido, no sabía a qué se refería exactamente. Se puso a pensar y, luego de unos segundos, una idea le llegó a la mente...



^^^Flash Back^^^


Goku y Vegeta se bañaban placidamente, juntos bajo la regadera, sintiendo el roce de la cálida agua recorriendo su piel. Era una vez más en donde compartían la ducha, sólo que esta vez el príncipe se había tragado su maldito orgullo para declararle todos sus sentimientos a su pareja.

Ambos eran jóvenes, llevaban un tiempo ya como novios, pero el príncipe, al no haber sido criado para mostrar sus sentimientos, muchas veces no sabía cómo actuar. Sin embargo, las pocas veces que mostraba sus emociones o sus sentimientos, era porque de verdad, en el fondo de su frío y cruel corazón, le nacía hacerlo.

—Si algo te pasara, yo me moriría...—había exclamado con un suspiro de aliento, su voz, a pesar de haber sido baja, por lo cerrado del espacio pudo ser escuchada por los oídos del más alto, quien por momentos se había sorprendido por su declaración, pero después de observar su rostro unos segundos, habló.

—No digas eso...—dijo y lo tomó de la barbilla, para que lo viera a los ojos, los cuales mostraban una paz y tranquilidad inigualables—. ¿Y si algún dia tuviera que alejarme por un tiempo, y tenemos un hijo?—planteó una hipótesis para que el más bajito pudiera pensarlo desde otra perspectiva, una que lo hiciera ver las cosas desde su punto de vista.

—Yo...—no sabía cómo responder a su pregunta, su mente estaba debatiendo a causa de la repentina cuestión formulada.

—Tú lo cuidarías... Sé que la vida es dura, pero verás que nada malo pasará—dijo y le dio un casto beso, con el cual ya no fueron necesarias más palabras—. Estaremos juntos siempre, eres el amor de mi vida—dijo y lo abrazó con más fuerza, dándole a entender que lo quería mucho, no, que lo amaba demasiado...


^^^Fin del Flash Back^^^



El menor abrió completamente los ojos. Sin que fuera su intención, le había advertido que eso podría pasar... y, lamentablemente, había pasado... Y no sólo una, sino ya varias ocasiones habían ocurrido en las que se distanciaban por un largo período.

—Vegeta, yo no te dije eso por esa razón, yo...

—En el fondo tenías razón, Kakarotto... Pero ya te lo dije, es por tu sangre saiyajin, es comprensible—el príncipe empezaba a desesperarse, en el fondo tenía tantas cosas qué reclamarle, y el hecho de que ahora estuviera hablando de ello provocaba que hiciera un gran esfuerzo para no decir de más.

—Está bien...—dijo resignado por no poder lograr que lo escuchara como quería—. Sólo que... estuve pensando mucho en ti... y...—empezó a jugar nerviosamente con sus dedos—. También pensé mucho en Gohan...—un sonrojo invadió sus mejillas, el cual fue percibido por el mayor—. Te extrañé mucho, eso es todo...

El príncipe lo observó detalladamente. Sus facciones faciales, ahora que lo veía bien, habían cambiado un poco. Ya no era un adolescente, se había convertido en todo un hombre joven. Se veía muy apuesto si lo analizaba lentamente.

—¿Puedo ir con el señor Piccolo?—preguntó una vocecilla al otro lado de la puerta.

—Kakarotto y yo entrenaremos, Gohan. Así que ni se te ocurra ir a molestarnos, ¿está claro?—dijo el príncipe en voz alta, en un tono serio e imperativo.

—Sí, ¡gracias, papá!—respondió el menor, tomando ese "ni se te ocurra ir a molestarnos", como un "Kakarotto y yo entrenaremos, así que puedes ir con él todo el día".

Una vez sintió el ki del menor muy lejos, y cada vez más próximo al de piel verdosa, decidió levantarse e ir al baño a ducharse.

—¿Entrenaremos, Vegeta?—preguntó emocionado, con sus mejillas en un tono rosado.

—Por supuesto, Kakarotto—respondió sin voltear a verlo—. Porque quiero que sepas una cosa... Aquí, el más fuerte seré yo. Te superaré y seré un súper saiyajin más fuerte que tú.. tenlo por seguro—dijo con determinación y su gran orgullo.

—Sí—respondió aceptando el reto.


***


Llevaba ya rato dejando que el agua cayera sobre él. Se sentía más relajado ahora que su pareja estaba con él. Aunque a la vez pensativo, ¿acaso debía decirle sobre "eso"?

Le preocupaba mucho la reacción que pudiera tener. Aunque, a pesar de que era el mayor de sus problemas, había otro que también le estaba dando dolor de cabeza. Y era nada más ni nada menos que ese pelilila que llegó diciendo venir del futuro.

La manera en que él y el estúpido de Kakarotto pelearon, cómo se miraban, y ese último abrazo que se dieron antes de que él desapareciera en esa extraña nave... Eso último era lo que más le hacía rabiar...

¿Cómo era posible que se fijara en él? No, eso era imposible, a un saiyajin le atraían mucho los guerreros de la misma especie, o sea que él por ser saiyajin puro hacía que Goku se fijara más en él.

Pero... a un saiyajin le atrae más una pareja que no sea débil...

...

No, no era una simple basura inútil, ¡era el príncipe de los saiyajin! ¡Era incluso fuerte desde que nació!

Pero esa maldita sabandija lo humilló, se convirtió antes que él en un super saiyajin... ¡Eso era imperdonable!

Pero, a su vez, eso lo volvía una pequeña posiblilidad, aunque sea minúscula, de que se fijara en ese estúpido insecto de cabello lila.

Sentía que la sangre le hervía de tan sólo pensar un poco en ello. Aunque...

Aún...

Aún confiaba en su Kakarotto...

…l era muy fiel... no sería capaz de engañarlo con alguien...

¿O sí?



* * *



Eran dos expertos en todo tipo de artes marciales que entrenaban con su orgullosa fuerza. Cuerpo a cuerpo admirablemente fortificados, en el cielo se podían escuchar intensos gritos de batalla.

El lugar en donde entrenaban temblaba cada vez que chocaban los poderes.


[N/A: Como cuando te da flojera detallar un entrenamiento, así que mejor escribes un pedacito de "Ganador" XD]

—Vegeta, mejor tomemos un descanso—sugirió al verlo demasiado agitado pero, por su orgullo, se negaba a reposar unos minutos.

El príncipe no dijo nada, sólo descendió y después se sentó en el suelo. El menor lo imitó. El mayor se hizo hacia atrás y se recostó, con los brazos completamente extendidos. Empezó a regular su respiración, exhalando e inhalando constante y pausadamente. El menor lo veía con una sonrisa, le gustaba mucho ver a su príncipe de ese modo, tan relajado, tan pacífico.

—Conozco un lago cercano—mencionó y se acercó, dispuesto a cargarlo en sus fornidos brazos.

El mayor no se quejó, sólo se dejó llevar, tal vez porque la falta de energías le impedía moverse libremente, o tal vez porque realmente necesitaba sentirlo así de cerca.

Sea cual sea la razón, simplemente se dejó llevar, sin rechistar. Incluso apoyando su cabeza en el pecho del menor.

Goku mantenía una sonrisita. A pesar de ser un guerrero sanguinario, que en su niñez e infancia (si es que se le podía llamar así) era un asesino, casi un sicario, era demasiado adorable.

Sin duda lo admiraba demasiado. Porque a pesar de que fuera un orgulloso príncipe, tenía un gran corazón, y era capaz de perder la dignidad con tal de defender a lo que de verdad le importaba. Se mostraba frío, pero siempre fue demasiado cariñoso, claro que muy a su manera.

Al llegar al lugar, le empezó a quitar la ropa ya casi completamente rota que portaba, dejándolo únicamente en boxers. Lo introdujo en el agua y después él se desvistió completamente y se metió. El menor se acercó a su príncipe y lo rodeó del hombro con su brazo. Le dio un beso en la mejilla y después giró su rostro hacia el lado contrario mientras un ligero tono rosado invadía sus pómulos. A pesar de que su rostro no era visible para el mayor, el príncipe sí se pudo dar cuenta de ese ligero sonrojo.


***


Agotado, decaído, ya sin fuerzas, pero su espíritu guerrero le impedía rendirse a pesar de que era un simple entrenamiento. El mayor sonreía. Aquel chiquillo llorón y debilucho se había convertido ya en un experto de artes marciales, unos cuantos meses más y estaría listo para la llegada de los androides.

—Gohan, toma un descanso—ordenó al verlo muy agitado, y el pequeño pelinegro, tan sólo escuchó esas palabras, se dejó caer hacia atrás, su pecho subía y bajaba mientras sus pulmones intentaban llenarse de oxígeno.

—Señor, Piccolo, ¿usted cree que mi papá esté entrenando? Es que me dijeron que entrenarían, pero sus ki se sienten muy juntos pero normales, no creo que peleen—dijo inocentemente.

Piccolo lo meditó unos segundos. Se suponía que Goku y Vegeta eran parejas. …l sabía que las parejas hacían un ritual de apareamiento...

El mayor, a pesar de su tonalidad verdosa, adquirió un color carmín en sus mejillas. No, no podía estar pensando en esas cosas, ambos eran guerreros, quizás sólo estaban descansando y ya, puesto que momentos antes habían estado con el ki muy aumentado. Sí, eso debía ser...

—Como sea, yo creo que quizás mi papá Vegeta está regañando a mi papá Goku—dijo—. Siempre discuten, a veces me hace sentir mal sus peleas pero... papá Vegeta... si me ve triste... él...

El menor se quedó callado mientras un leve sentimiento de tristeza se divisaba en su rostro. Piccolo creyó por unos momentos que ese "mal nacido" de Vegeta se atrevía a golpear a Gohan, ese pequeño que se había ganado su cariño y se había vuelto su amigo. Pero lo que dijo el pelinegro a continuación lo dejó más sorprendido.

—…l sólo terminaba su discusión con un "largate ya" y se acercaba a mí, ponía su mano sobre mi cabeza y después se iba a entrenar. Es como si no le gustara verme triste, y me quisiera reanimar. Por eso mismo tampoco le gustaba discutir con mi papá en frente de mí...

El mayor no podía creer eso. Vegeta era un guerrero sanguinario, con gran maldad en el fondo de su corazón. ¿Acaso, a pesar de ello, el ser padre era lo que le ablandó el corazón? ¿O más bien él es así y el "saiyajin malo" es sólo una fachada?

Tantas preguntas y pocas respuestas. Lo que sí sabía era que ese saiyajin con cabellera en forma de flama siempre trae sorpresas nuevas. Sobre todo si se trata de nobleza, la cual ha demostrado tener mucha más que todos los demás juntos...


***


Luego de un rato en que ambos pudieron relajarse en un profundo silencio estando dentro de esas aguas, salieron y se recostaron en el césped, a un lado del lago.

—¿Sabes? Eres muy fuerte, Vegeta—empezó a adular—. Apuesto que muy pronto te convertirás en un super saiyajin, así como el muchacho que vino del futuro...


Eso fue suficiente, ya estaba harto. A pesar de que se había relajado, ahora estaba molesto de nuevo. ¿Cómo se atrevió esa inútil sabandija a compararlo con alguien más? Ahora estaba furioso.

Además, ¿por qué adulaba tanto a ese muchacho? ¿Acaso él y ese joven...?

No, imposible...

Pero la mirada que le dirigía ese pelilila era un tanto inusual... Había algo más... lo veía diferente...

Quizás SU Kakarotto no se fijaba en alguien más... pero ese muchacho algo se traía entre manos...

No. No le iba a dejar las cosas tan fácil. Le demostraría quién mandaba. Marcaría lo que era de su propiedad, lo que era suyo y sólo suyo, de nadie más.

Vegeta se incorporó, el menor pudo observar en el rostro del mayor su ceño fruncido muy pronunciado, y una aura de enojo que provenía de él. El príncipe se posó sobre su pareja y empezó a besarlo fogosamente.

Goku no entendía el por qué del cambio tan repentino que tuvo el de cabellera en forma de flama, pero en esos momentos lo único que pudo pensar era en que debía seguirle el ritmo en ese demandante beso que el más bajito le proporcionaba, saboreando esos labios que había deseado probar de nuevo por tanto tiempo y que por fin, en esos momentos, tenía el placer de volver a degustar.

Vegeta introducía su lengua y saboreaba toda la cavidad bucal de su amante. Cada rincón de ese espacio era invadido, exploraba todo su interior como si fuera la primera vez. La saliva empezaba a escurrir de sus labios, las gotas de ese líquido se deslizaban por el cuello del menor. Se separó de él, y observó detenidamente su sonrojo.

Acercó su boca a su cuello, y empezó a besar tiernamente su piel, contrastantemente con su mirada asesina, le esparcía besitos delicados, pausados, se tomaba su tiempo en recorrer la extensión de esa sección de su cuerpo. Hasta que...

lo mordió con fuerza...

El menor abrió los ojos y soltó un quejido de dolor al sentir esos dientes perforando su piel. El mayor comenzó a succionar su piel, sintiendo cómo su sangre se mezclaba con su saliva. Se separó, y después se acercó a otra sección de su hombro, para volver a hacer lo mismo. Repitió la acción varias veces, dejándole múltiples marcas enrojecidas.

Goku tenía fuertemente cerrados los ojos. No es que le haya dolido mucho, comparado a las batallas tan duras que había tenido a lo largo de su vida eso era nada, pero el momento era lo que lo desconcertaba. Aunque, en cierto modo, era... agradable...

El príncipe dirigió su mano al rostro del menor, y lo obligó a que lamiera tres de sus dedos. Los tenía adentro de su boca, a modo de que pudieran llenarse de la saliva del más alto. Mientras Goku hacía difícilmente eso, Vegeta deslizaba su lengua por el torso del menor. Se acercó a sus pezones, y empezó a succionar uno, algo brusco. Se separó y succionó el otro, llenandolo de sus fluidos.

Sacó su mano de la cavidad bucal del menor, y la dirigió a su cadera, para deslizar dos de sus dedos en su interior, sintiendo esas paredes estrechas.

—Veg... eta...—decía entre cortado a causa de la gran molestia e incomodidad que tenía al sentirse invadido. Sentía placer ante las caricias que su pareja le brindaba, pero eso le estaba causando dolor, contrarestando su disfrutar de los besos.

Un tercer dedo fue introducido, y con ello un movimiento circular se inició. Sus dedos se abrían paso en su interior, tocando con poca sutileza esas estrechas paredes.

Los comenzó a sacar y a meter, simulando embestidas. El saiyajin menor apretó con fuerza sus manos, tomando entre sus dedos un poco de césped y logrando arrancarlo. Hizo su cabeza hacia atrás, arqueando su espalda.

Vegeta seguía en lo suyo, quería marcarlo como su propiedad. Sobre todo para ese pelilila que llegó de la nada.

Todo iba perfecto, sólo era cuestión de unos pocos chupetones más, dos o tres mordidas en su cuello, y llegar al climax en su interior para que sus esencias se combinaran... hasta que sacó sus dedos...

y se dio cuenta de que lo había lastimado...
Notas finales: -¿Qué es ese "detalle" con el cual había estado engañando a Goku?
-Bulma cree que por la irresponsabilidad y actitud despreocupada de Goku, su relación con Vegeta se estaba desbaratando poco a poco sin que él se diera cuenta. ¿Tendrá razón? Y si es así, ¿podrán salvar su relación?
-Piccolo es todo un pillo XD imaginar yaoi entre Goku y Veggie...
-Awww, Vegeta es el asesino más tierno, cuida muy bien de Gohan y siempre evita discutir frente a él :3
-Vegeta está celoso porque Goku lo compara con ese "insecto" que dice ser del futuro. ¿Cómo reaccionará cuando se entere que estaba celoso de su propio hijo? Jeje
-Vegeta quería su "final feliz", quería marcar a SU Kakarotto, sin embargo, se dio cuenta de que lo lastimó en el proceso. ¿Cuál será su reacción?

~~Lo veremos en el próximo capítulo~~

Disculpen si es corto, estaba pensando hacerlo más largo, pero ya es sábado y el lunes hay clases, y yo se que hasta junio tendría oportunidad de volver a escribir, así que preferí traerles aunque sea poquito. Ya que esto es mejor a nada.... (._. Creo)

Bueno, nos vemos luego.
Y a todos los que todavía siguen el fic, muchas gracias por hacerlo. Espero poder leerlos en un review...

¡Lindo día!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).