Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Ten hijos para esto! por Fullbuster

[Reviews - 345]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aviso: La historia tendrá segunda parte (Aún sin fecha de publicación, avisaré por facebook su salida) Titulada: "Ten hijos para esto: Nueva generación". Saldrá en un fic diferente y será una serie que seguirá a este fic. Las parejas para la segunda saga son:

- Izuna-Kazuto.

- Itachi-Naruto

- Kakashi-Sasuke.

 

Un año transcurrió desde todos aquellos incidentes y aunque habían conseguido asesinar a todos los secuaces de Orochimaru, aquella serpiente seguía desaparecida, aunque esperaban encontrarla pronto. Madara trabajaba ahora en su equipo con Kakashi, había decidido hacerse ANBU después de que Minato le enseñase todo lo que pudo para defenderse y ser un buen ninja.


Sakumo empezó a hacer misiones ANBU de nuevo aunque su equipo seguía teniendo órdenes de vigilarle por si ocurría algo con él. Al menos se había disculpado con todas las familias de las víctimas y se había llevado el asunto con la máxima discreción posible.


Minato caminaba aquella noche junto a Madara por la calle principal del clan Uchiha mientras Naruto sonreía y señalaba todas las luces de las tiendas que habían puesto para el festival de invierno.  Minato elevó la vista hacia los hombros de Madara donde estaba sentado Naruto que reía con inocencia. Se acercó a él abrigándole mejor y es que las noches en el clan Uchiha casi siempre eran frías incluso con las antorchas encendidas.


Ambos se cruzaron con Mikoto que venía caminando con Itachi a su lado que llevaba de la mano al pequeño Sasuke, nacido pocos meses antes que Naruto. Sasuke nació en pleno verano, el veintitrés de julio mientras Naruto había nacido el diez de octubre. La mayor alegría de Minato era que ambos se llevasen bien y fueran juntos a la academia.


- Sigue tan rubio como siempre – sonrió Itachi al ver a Naruto sonriendo pidiendo bajar con sus gestos para ir con ellos.


- Sí, los genes Namikaze parece que ganaron en este caso – comentó divertido Madara bajando al impaciente Naruto al suelo que salió corriendo abrazando a Sasuke y cogiéndole de las mejillas a la vez que tiraba de ellas molestándole.


Minato sonrió al ver cómo Sasuke malhumorado trataba de quitar las manos de Naruto de sus mejillas y su hermano Itachi les miraba sonriendo. Era digno de ver aquellos dos pequeñazos gateando por todo el suelo, poniéndose de pie escasos segundos para perseguirse y hacerse trastadas. No cambiarían nunca.


- ¿Vamos a casa de tus padres? – preguntó Mikoto hacia Madara.


- Claro, ya nos deben estar esperando para cenar. ¿Tu esposo ya ha llegado de la misión?


- Sí, llegó anoche. Hoy nos reunimos todos en casa de tus padres. Tu madre dijo que iba a preparar vuestra comida favorita.


- Es la costumbre, solemos reunirnos siempre toda la familia para celebrar juntos estas fiestas. Claro que la familia crece – dijo Madara mirando a los dos pequeños jugando en el suelo.


Caminaron todos juntos hacia la casa de Tajima y su esposa. Minato agarró de la mano a un sorprendido Naruto que sólo miraba a Sasuke caminar de la mano de su hermano y trataba de cogerle la mano libre aunque Sasuke la apartaba constantemente haciendo que Naruto pusiera pucheros. Les encantaba hacerse rabiar mutuamente y eso hacía sonreír a Madara y a Minato.


Al llegar a la casa, los hombres se sentaron todos en el salón hablando de sus misiones mientras las mujeres acababan de preparar la cena y la mesa hablando sobre sus hijos. Tajima aprovechó para preguntarle al Hokage cómo iba todo por la villa y Minato sonrió comentando que iba bien. Hablaron sobre algunas misiones y aprovecharon para conversar del tema principal, la desaparición de Orochimaru pero Minato sonrió y sólo dijo una frase “Si vuelve estaremos preparados”. Con aquella seguridad que desprendían los ojos de Minato, hizo sonreír a Tajima y calmó sus nervios por si podía volver a ocurrir alguna tragedia. Madara aprovechó para poner su mano sobre el hombro de Minato y éste al verle, se giró hacia él sonriendo colocando su mano encima de la suya.


- Todo estará bien – dijo Madara – yo cubro tu espalda… Hokage – comentó con un tono sensual que hizo sonreír a todos.


- Voy a ver si necesitan que las ayude en algo – comentó Minato y fue Izuna quien se levantó también con rapidez siguiéndole.


Antes de entrar por la cocina, Izuna se colocó al lado de Minato tratando de entrar antes que él, claro que Minato se dio cuenta enseguida de que ocurría algo y sonrió al ver a Izuna tan nervioso.


- ¿Me vas a explicar por qué llevas toda la noche con esa tonta sonrisa? – preguntó Minato sonriendo.


- Yo… no tengo una tonta sonrisa.


- Por favor… la has tenido toda la noche. ¿Quién es ella o él?


Izuna se sonrojó al momento cuando se vio sorprendido por Minato. Le había pillado, había empezado a salir con un chico recientemente y había tratado de ocultarlo, sobre todo a esa pareja, tanto a su hermano Madara como a Minato, pero ya no podía esconderlo más.


- Vale, es un chico.


- ¿Y por qué me lo ocultas? – preguntó sonriendo.


- Porque no te cae bien.


- Si no lo conozco. ¿Cómo sabes que no me caerá bien?


- Porque era tu mejor amigo – comentó Izuna


- Oh. ¿Ese que besó al primer amor de mi vida? Sí, lo recuerdo bien – comentó Minato aún sonriendo.


- Estoy saliendo con él. Estuve con él mientras estuvo en el hospital siendo atendido. Sólo su familia fue a verle y me di cuenta que para Sakumo no significaba nada, sólo lo utilizó, quería entregarle a él para ocultarte a ti. Fue engañado como hacía con todos los Namikaze. Llevamos unos meses escondiendo esto pero… me gusta.


- Entonces tendrás que traerlo a alguna comida y presentarlo formalmente.


- Creí que te sentaría mal si le traía.


- Izuna… Mientras no se siente encima de mi esposo, todo está perfecto – comentó Minato haciendo reír a Izuna.


- No lo hará, te lo prometo. Aguantarías que se sentase encima de mí, ¿no? – preguntó burlón.


- Encima de ti todo lo que quieras.


- ¿Aún te duele? – preguntó Izuna haciendo referencia a la cicatriz.


- Sólo cuando me acuerdo de ella – dijo Minato – no me duele ahora, pero cuando recuerdo el dolor que pasé en aquella mesa, se me ponen los pelos de punta aún.


- No pasarías por otro embarazo.


- Tampoco podría. El chakra del Kyuubi es lo que conseguía que pudiera tener hijos, ya no lo tengo.


- Lo tiene tu hijo. ¿Crees que podría tener hijos en un futuro?


- Espero que en un futuro muy lejano – comentó Minato sonriendo – pero sí, creo que podría.


- Creo que esos dos a la larga se llevarán bien – dijo Izuna sonriendo viendo cómo Naruto jugaba con la cuchara y le tiraba un pegote de papilla a un enfadado Sasuke que intentaba permanecer limpio.


- Uchiha hasta la muerte – dijo Minato sonriendo al ver la rígida educación que iba a llevar Sasuke y el desastre que era Naruto.


Ambos chicos entraron sonriendo por la cocina ayudando a las mujeres a colocar la mesa. Aquella noche, cenaron entre risas y bromas, hasta los padres de Minato fueron invitados al clan Uchiha para compartir ese día con su nieto. Minato miró a todos y cada uno de los integrantes de aquella mesa, a todos los que estaban sentados y supo… que era su familia, estaba a gusto con ellos viendo cómo Sasuke y Naruto peleaban con la papilla, viendo cómo Itachi quitaba un muslo de pollo de la mano de Sasuke antes de que le pegase con él a Naruto para que soltase su plato de comida, viendo a Fugaku y a Mikoto sonreírse enamorados, a sus padres disfrutar de la compañía de los padres de su esposo, todo estaba perfecto. No podía pedir nada más.


Se fijó en Izuna entonces, sonreía y se divertía pero sabía que faltaba algo. Sonriendo le dio un beso a su esposo y se disculpó ante la mesa para salir de la casa. Se abrigó bien y caminó hasta su clan. Hacía un año y pico que no había hablado con su mejor amigo, ni siquiera habían arreglado lo ocurrido con Sakumo. Minato suspiró, quizá debió haber ido antes a verle, haber arreglado todo pero no sabía cómo explicarle todo lo sucedido. Minato jamás contó a nadie que salía con Sakumo y cuando se casó con Madara… quizá su amigo pensó que Sakumo estaba libre y él aprovechó para enamorarle y traicionarle, como le había hecho a él. Era solamente otra víctima que tuvo suerte de salir con vida de todo aquello.


Minato tocó la puerta de la familia y fue su amigo quien abrió la puerta para su sorpresa. Escuchó a sus padres preguntar quién era y su viejo amigo les comentó que era Minato quien se encontraba allí. Cerró suavemente la puerta tras él para que no se escuchase la conversación que iban a mantener y es que Kazuto temía lo que Minato le diría.


- Hola – saludó Minato.


- Hokage… – respondió él sin más dilación sorprendido de verle allí frente a su casa.


- ¿Desde cuando me llamas así de formal? – preguntó Minato.


- Lo siento. Oye, Minato… Lamento lo de Sakumo.


- ¿Por qué? – preguntó Minato – nunca te conté que tenía algo con él, luego me casé y… te engañó, ¿verdad?


- Creí que me amaba pero… fui un idiota, sólo quería entregarme a esa gente.


- No fuiste idiota, Kazuto, yo tampoco sospeché de él. Me alegro de que sigas vivo.


- Dicen que fue Sakumo el primero en llegar. También dicen que Izuna me llevó hasta el hospital antes de salir en tu busca. Estoy vivo sólo porque tú llegaste a tiempo y lamento que te cogieran a ti al darse cuenta que yo no era el recipiente. Fue mi culpa.


- No lo fue, lo tenían todo planeado y estamos vivos, es lo que importa.


- Me alegra haber hablado contigo, Minato pero… ¿Qué haces aquí? No creo que hayas venido a hablar de Sakumo conmigo.


- No. He venido porque en nuestra cena familiar falta alguien.


- ¿Izuna te lo ha contado? – preguntó.


- Sí. Estáis saliendo.


- Le dije que no te lo contase. Llevo días pensando si esta relación está bien o no.


- ¿Quieres romper con él?


- No quiero pero… todo es tan complicado. Él es un Uchiha y yo… sólo esa víctima débil que fue engañada. Encima te hice daño a ti y…


- No era tu intención, no sabías lo que tenía con Sakumo y en parte… me abriste los ojos. Te lo agradezco y me alegro de que estés vivo. Al menos pude salvarte a ti tras todo el rastro de fallecidos de este clan que llevo a la espalda. Vamos, por favor… Díselo a tu familia y ven a la cena. A Izuna le hará feliz, sé que le quieres.


- No puedo presentarme a los Uchiha, ya lo sabes, Minato. Ellos son increíbles y yo sólo un debilucho.


- Pero amas a Izuna y eso es lo importante. No os rompáis el corazón mutuamente, es algo que jamás podréis superar si vuestra única excusa para separaros es la diferencia entre vuestros clanes. Sois perfectos el uno para el otro. Te conozco desde que éramos niños y conozco a Izuna desde hace unos años, sois increíbles los dos y… Izuna siempre quiso un rubito – comentó Minato sonriendo haciendo sonreír a su amigo.


- Lo sé – comentó  Kazuto – dame unos segundos para que al menos me cambie de ropa y avise a mis padres.


- Claro.


Una vez arreglado, tanto los padres de Kazuto como él y Minato salieron hacia el clan Uchiha. Sólo Minato conocía el clan Uchiha y veía con una sonrisa cómo los otros tres Namikaze miraban todo con los ojos muy abiertos y anonadados con todo lo que podían ver. Jamás se habrían imaginado poder entrar al clan Uchiha pero aquí estaban.


Minato abrió la puerta de la casa cediéndoles el paso y el ruido de la conversación cesó al ver todos los Uchiha que entraban aquellos tres Namikazes por la casa. Minato entró tras ellos sonriendo y Tajima al verlos sonrió ordenando a sus hijos que buscasen tres cojines más para sus invitados. Izuna fue el primero en levantarse saludando con una sonrisa a su chico y acariciando su brazo para calmarle antes de ir a buscar lo que había pedido su padre. Fugaku le acompañó al igual que Itachi mientras Minato iba al lado de su esposo y éste sonriendo, tocó su cabello confirmando con la cabeza que había hecho lo correcto.


- Te quiero – le surruró Madara y Minato sonrió.


Todos se sentaron a la mesa. Izuna enseguida le comentó a Kazuto que se sentase a su lado dejando así que los padres hablasen en la otra esquina de la mesa mientras los jóvenes se divertían con las anécdotas graciosas de las misiones y Kazuto sonreía aún un poco cohibido de estar allí pero sintiéndose de la familia. Izuna al ver a su novio tan callado pasó su mano bajo la mesa enredando sus dedos con los de su novio y cogiendo su mano con fuerza para tranquilizarle mientras le sonreía. Minato al verlo, sonrió sabiendo que aquello… era sin duda lo mejor de la noche mientras miraba a su esposo guiñarle el ojo antes de beber de su vaso.


Fin


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).