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¿Tu dolor o el mío? por only_hope

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Notas del capitulo:

¿Qué hay? 8)

Aquí el siguiente capitulo:3 en lo personal este es uno de los que más me ha gustado cómo quedó, espero y les guste igualx3, les dije que no les podía dedicar los dos anteriores, pero creo que este sí y así será.

Si es que no les gusta, les dedico entonces algun otro que si lo haga:DD

James y él habían salido de la fiesta antes de que se notara demasiado que estaban ebrios. Habían ido a parar a un bar, y por más que se obligara a beber; por alguna razón eso de beber para olvidar no aplicaba en su caso.

Sentía como si estuviese viéndolo todo a través de un filtro borroso, caminando y flotando a la vez en dirección a la puerta principal, pero  aun había palabras de esas conversaciones que había tenido esa noche en su cabeza.

Entró a la casa dándole una patada a la puerta, y dejando caer sus cosas. Despertando indirectamente al muchacho rubio.

Este se encorvó como pudo en ese armario, el ruido en la casa sólo podía significar que su amo estaba de vuelta… y estaba molesto.

Logan entró al cuarto principal también de golpe, abrió la puerta  del armario, notando que el esclavo estaba despierto y atemorizado por su presencia.

Hacía mucho que se había acostumbrado a los temblores del esclavo, y más sin embargo sintió rabia al notar que este los tenía en ese momento. Ni bien se había acercado cuando él lo obligó a recargarse más en el soporte del armario, escuchando un quejido de su parte.

Su esclavo siempre había sido bastante lindo, con esos rasgos finos de doncel y ese cabello rubio, esos hermosos ojos verdes… pero ahora esa piel suave y frágil estaba toda magullada, bajó los pantalones del esclavo hasta los tobillos, comprobando que sus piernas no estaban en mejor estado. Le subió la playera, mostrando más y más cicatrices que opacaban su belleza.

Su mano acarició sus hombros magullados, bajando hasta toparse con la marca de un latigazo que adornaba gran parte de su espalda, escuchando el gemidito del esclavo por el contacto. Siguió palpando el cuerpo maltratado un poco más hasta que llegó a tocar la barriga abultada, encontrando algunos rasguños que seguramente él le había hecho.

-Por favor… - Suplicó el esclavo, temblando bajo el tacto de su amo. – Aún me duele mucho… sé que me merezco esto, pero… -sus ojos se llenaron de lágrima antes de decirlo. – pero sea gentil conmigo esta vez… sólo esta vez… por favor…

-¿Gentil? – Repitió con la voz ronca y arrastrada. - ¿Así? – Comenzó a soltar las ataduras, lo giró, para que lo pudiera ver claramente.
A través del filtro del alcohol, Logan sintió algo de ternura cuando besó las muñecas enrojecidas del esclavo, quien cerró los ojos, ruborizado.
-¿O así? – Se aventuró el castaño, tomándolo de la barbilla y besando con suavidad los labios del más bajo, acariciando con los suyos la boca ajena.

El esclavo tembló sutilmente, sorprendido, reconoció el sabor de la cerveza… ¿su amo estaba ebrio? Volvió a cerrar los ojos, cada vez más ruborizado, pues, a pesar de que su amo hubiese o no bebido… esa sutileza y suavidad… Era lo que le habría gustado al esclavo sentir con su primer beso…

Logan sonrió al separarse, pero su sonrisa decayó cuando quiso acariciar al menor, quien al notar su mano acercarse retrocedió. No podía pensar claramente, sólo supo que ese gesto le había molestado.
-¿No te gusto, Emett? – Le preguntó. -¿No te gusta el modo en que te traté o el modo en que te estoy tratando? ¡¿Qué es lo que te gusta entonces?!

El rubio lo miró confundido, el agua comenzó a correr de los ojos del castaño sin que este se diera cuenta, es… ¿Estaba llorando? Tragó saliva, su mente le decía que huyera, que buscara un modo de evadir un castigo o incluso que asumiera lo que tuviese que asumir por ser un esclavo, pero también había otra parte que le decía que lo consolara.

-¿Soy un monstruo también? – Preguntó Logan en medio de gimoteos. - ¿Por eso merecía eso? ¿Por eso tú tienes que recordar a alguien más?

-Amo… - Susurró el esclavo. – Usted… - Se mordió el labio, no era nadie para opinar al respecto, sólo que ya había llamado la atención del otro muchacho, quien parecía completamente herido por algo. Trató de reunir valor, aun estando frente a esos ojos marrones y amenazantes. – Usted no está en sus cinco sentidos… debería descansar…

El castaño lo tomó de las muñecas con fuerza. – A mí no me jodas con eso ahora – Escupió. – Respóndeme. – El rubio temblaba bajo su tacto, era como un reflejo… inevitable e inconsciente. – Dime si te duele, si te molesto – Le pidió, apretando más sin siquiera notarlo.

-Me duele… - Susurró el esclavo, haciendo lo posible porque las lágrimas y el quejido que quería soltar no salieran en ese momento. – Al menos… al menos deje que le prepare un café…

-Bien – Dijo de mala gana, liberándolo. Le acomodó la ropa dándole una seña para que lo hiciera.

Minutos después el esclavo llenó el recipiente de la cafetera y pulsó los botones correspondientes. Tomó aire, tratando de acomodar sus pensamientos en su cabeza y asimilar la situación. Su amo lo observaba desde la mesa, murmurando cosas que él no entendía.
En más de una ocasión había lidiado con entrenadores ebrios… eran incluso más bruscos de lo que eran cuando estaban sobrios, y crueles también. Acarició a su bebé, temiendo por ambos.

-¿Qué fue lo que hizo que quisieras venderte, Emett? – Preguntó Logan arrastrando la voz. - ¿Lo disfrutabas con alguien? ¿Quisiste experimentar, acaso?

Se aclaró la garganta, vertiendo el café a una taza. – Y-yo no quería nada… - susurró. – S-ser un esclavo no estaba… en mis planes, amo.

-¿Estás seguro? – Preguntó Logan, frunciendo el ceño. El esclavo le acercó la taza con una leve reverencia, quedándose a su lado. - ¿Entonces qué haces aquí si tú no querías ser esclavo? – Señaló la silla a su lado. – Siéntate y dime, ¿por qué estás de puta si eso no “estaba en tus planes”?

El rubio obedeció, bajó la vista, temblando. – Y-yo no me vendí… me vendieron cuando era niño, a-amo…

Logan en arqueó una ceja, para luego fulminarlo con la mirada, lo agarró de la nuca, presionándola y haciendo que el otro se encogiera. - ¿Te vendieron cuando eras un niño? ¿Por qué habría de creerte? He convivido con putas como tú toda mi vida, ¡Y todas estaban ahí por gusto! – Tembló. – Todas eran igual de arrastradas y sin vergüenzas… ¿Por qué serías tú la diferencia? Sólo te haces la víctima.
Eso último salió más bien como una queja, le dio un sorbo grande al café con el ceño fruncido, oprimiendo más el agarre. - ¿Y sabes por qué te haces la víctima? ¡Para luego venir y desquitarte! Me vienes aquí, chillando y pidiendo gentileza, ¿pero cómo sé que no harás lo mismo que esas putas?

Emett abrió mucho los ojos. El amo temblaba en su lugar, a diferencia de él, parecía hacerlo de coraje, sus palabras estaban llenas de resentimiento. No pudo reprimir un sollozo por el dolor.
Su amo hablaba con un resentimiento que, sabía, no iba dirigido hacia él. Bajó la mirada. – Yo nunca le haría daño… -Murmuró. – Pero alguien más sí… ¿verdad?

En esa conversación él sería quién iría perdiendo, cada palabra dicha era un riesgo más que estaba asumiendo, sin embargo… una cosa en su pecho se retorcía cuánto más tiempo llevara frente al castaño estando este así. Se mantuvo quieto, encorvado como lo tenía su dueño hasta que el agarre poco a poco fue debilitándose, para finalmente soltarle.

-Los conocía de toda la maldita vida – Escupió Logan, el filtro se iba debilitando con cada sorbo de café, aunque no por eso quiso evadir más ese tema. Llevaba demasiados años evadiéndolo y ahora no importaba… ni siquiera se lo estaba diciendo a alguien que pudiera divulgarlo. – Eran tan insignificantes como tú o cualquier otra zorra de esas. Y aun así, se atrevieron a lastimar a mi hermano.
Vio fijamente a la taza, sabía que con la misma insistencia el esclavo lo veía a él, se encogió de hombros. – No sé cuánto tiempo llevaban haciéndolo, abusaban de James y él se creía lo que le decían. Yo tenía trece, y ni siquiera recuerdo por qué entré al cuarto de mi hermano ese día… entré, viendo a esos dos esclavos jodiéndolo a la vez. – Frunció más el ceño, viendo esa horrible escena en su cabeza. - ¿Sabes lo que pasó apenas me vieron?

Emett tembló, la mirada de él era degradante y áspera, pero la sostuvo unos segundos… sabía lo que era odiar de esa manera. Negó con la cabeza a la pregunta.
Logan rio con amargura, haciendo un gesto de burla antes de contestar.

-Me invitaron a la fiesta, ¿no es obvio? No me dejaron salir por mucho que intenté huir, habían atado a James a la cama, y lo obligaron a ver lo que me harían a mí. – Se estremeció, cerrando los ojos. – Ni siquiera podía gritar… no me lo permitían… uno de ellos era un varón y el otro un doncel, y mientras uno me jodía una y otra vez, el otro me tapaba la boca y me recriminaba por cosas que nunca le había hecho…

-¿Le dijo a sus padres? – Preguntó el rubio despacio. A lo que el otro se encogió de hombros.

-Les dije una parte, James sólo me apoyó, pero nunca nos contó lo que había vivido… hasta la fecha a mi hermano menor le puede mucho decirlo. Aunque dijimos lo suficiente para que ese par se fuera de la casa. – Se terminó el café, sentía un mareo atroz. Se frotó las sienes, suspirando. – Probablemente… una parte de mí espera que tú hagas lo mismo. Todos los esclavos tienen la misma naturaleza, ¿no?... eso es lo que dicen mis padres, después de todo…

-E-es difícil perdonar cuando te hacen daño… - Susurró el esclavo, asintiendo. – L-lo entiendo…

-¿Y tú qué tienes que decirme, esclavo? –Preguntó Logan, entrecerrando los ojos. – Haber sido vendido o haberte vendido termina en lo mismo, si eres capaz de recordar a uno de tus amantes o de temerme.

El rubio se mordió el labio. ¿Por qué tenía que recordar eso? – D-Dan no era mi amante, amo – Balbuceó –Era mi hermano menor…

-¿Tu hermano? – Repitió Logan, viéndolo asentir.

-E…él tenía asma… - Comenzó – cuando éramos pequeños iba muy seguido al hospital, era muy enfermizo y… mi mamá nunca se preocupaba por él. – Se limpió las lágrimas que empezaron a salir de sus ojos. – Empezó a verse con un señor, y este le dijo a mi mamá que estaba harto de los ataques de Dan… que tenía que deshacerse de él, y mi mamá así como así, un día de escuela nos llevó a una agencia… y se lo llevaron… - Se cubrió la cara, llorando. -…el sueño de la otra vez no lo tenía en años… es de la vez en que ella lo vendió como esclavo en frente de mí…

Logan estaba sorprendido. “Corre” “no me dejes” “lo siento”… ¿cómo no lo había pensado? Trató de imaginarse a los dos chiquillos gritándose mientras uno era llevado a esa agencia de la que hablaba… ninguno con la posibilidad de reunirse.
-Lo vendieron a él primero… - Cedió, sin poder confiar del todo en las palabras de su mascota.

-Esos fueron los primeros peores tres meses de mi vida… - Sollozó Emett. – Porque… ¿Cómo vives sin tu hermano? ¿Cómo despiertas por las mañanas sin verlo, sin oír sus bromas, sin discutir con él para que se tome las medicinas? ¿Cómo vas a la escuela y pasas por ese restaurante donde hay esclavos que son tan… serios y robotizados, sin pensar que le van a hacer algo para que termine igual? ¿Y por qué a él, que no se quedaba callado ni dos minutos sin quejarse? ¿Que hacía dos días habían discutido porque él quería tener la lámpara de ositos prendida porque tenía miedo?... Ya ni siquiera me acuerdo de cómo era su cara o su voz... ya no me acuerdo… de nada más…

-Emett… - Susurró Logan, pero el rubio no parecía escucharle. Le había estado insistiendo para saber quién era Dan, para saber de “Emett Backery”, y este había salido por fin para responder, para contarle de todo el dolor que tenía.

-Tres meses después ese señor le dijo a mí mamá algo así como “Si ya te deshiciste de uno, ¿qué hace este aquí?” Y en la mañana me dijeron que yo ya no podía ir a la escuela… que yo ya no era una persona… que ya no valía nada… para luego tirarme en esa misma agencia.

-Pero al menos pudiste ver a Dan, ¿no? – Quiso saber, a lo que Emett rio bajito, todavía llorando.

-A los esclavos no los dejan interactuar, amo – Explicó. – Me encerraron en un cuarto por meses para entrenarme, amarrado a un tubo o una silla… - Se tapó la cara con ambas manos, hipeando. – Tenía que suplicar para ir al baño… me drogaban o vendaban cada vez que tenía que salir del cuarto… era… horrible… y más porque ellos sabían que Dan y yo éramos hermanos… porque me decían lo que le hacían… me hablaban de lo mucho que lloraba cuando lo violaban… lo hacían creer que mi mamá y yo éramos felices mientras él estaba ahí en ese infierno... me llevaron a otra sucursal para más entrenamiento… sus padres me compraron cuando tenía ocho…

-¿Qué edad tenían cuando te vendieron? – Preguntó sorprendido.

-C-cinco… - Susurró. –Creo…

Logan acarició el pelo del otro, viendo como este reprimía un temblor. Lo había estado torturando, humillándolo, burlándose de él… y no tenía ni idea de las cosas que su esclavo había tenido que pasar.
Su padre le había dicho cuando tenía doce que cada esclavo destinado a su hermano y a él estaría entrenado de forma especial, pero no tenía ni idea de por cuánto tiempo.

El rubio se dejó hacer, extrañaba tanto el afecto de las personas… que no importaba si se trataba de una de las personas que lo había lastimado… menos tratándose del dueño que le había dado la poca felicidad que tenía.

-Perdóname, Emett – Le pidió Logan, acicalándole. – No tenía ni idea…

Se aclaró la garganta. – Y-yo… tampoco sabía lo de usted… lo siento mucho, amo…

Lo observó con una media sonrisa. El rubio parecía luchar contra sí para no enfurruñarse mientras le acariciaban, estaba acostumbrado a lastimarlo y a verlo lastimado… así como también se había acostumbrado a esa barriga que tanto se había empeñado en proteger… la idea de verle tirado en el piso, sin una pizca de vida o teniendo un aborto espontaneo era… inconcebible.
Lo abrazó con fuerza, sintiendo que el nudo que había tenido antes en el estómago estaba ahora en su garganta.

-Amo… - El otro dejó escapar la palabra atónito… envuelto en los brazos del mayor sin escapatoria y sin desearla realmente.
Nunca creyó que unos brazos que le habían proporcionado miedo y dolor… ahora lo hacían sentirse reconfortado. Lentamente apoyó su cabeza en el pecho del castaño, la tensión de su cuerpo disminuyó.
Eran demasiadas emociones en tan poco tiempo, quizá sólo era un sueño del que no quería despertar todavía.

-Shh… -Le acalló el mayor, acariciando la espalda del otro.

Permanecieron así por lo que parecieron horas, hasta que Logan notó que Emett se había relajado completamente, en señal de que se había quedado dormido. Acicaló un poco más esos cabellos suaves… quiso rememorar la vez en que lo había encontrado dormido en la mesa, antes de que le hubiese pegado o le hubiese empezado a agitar… descubriendo que no podía recordarlo del todo.
¿Y cómo podría? Si estaba demasiado molesto como para haberse fijado en eso.

¿Cómo fue capaz de hacerle tanto daño? Se preguntó, el alcohol no terminaba de irse de su cuerpo y al no poder llevarlo en vilo a la cama optó por el sofá, aferrándolo a su pecho con cuidado de no despertarlo.

Emett no había contestado su pregunta de si era un monstruo o no, pero no era necesario; Derek tenía razón al decir que sólo bastaba con ver al muchacho que tenía sometido para saber la respuesta.

Notas finales:

Rw? :DD


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