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¿Tu dolor o el mío? por only_hope

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Notas del capitulo:

¿Adivinen quién no tiene vacaciones de invierno por estar cursando ingles? ¡Así es, yo!

My life is so sad... :,(
PERO tenía que subir este capituloxD me ha costado bastante, pero al final me gustó lo que resultó, espero a ustedes les guste igual:3

Lo mejor de haber tenido que pedir el día en su trabajo, a su parecer, era el no tener que enfrentar a James.
Era difícil el sólo imaginárselo, las nuevas aclaraciones le pedían que lo aclarara también con él, pero… ¿para qué? ¿Para que la situación empeorara?

Siguió conduciendo, viendo al copiloto hecho todavía un manojo de nervios por estar a su lado. Entonces no era Logan el único que podía sentir la tensión ahí. Finalmente se detuvo frente al hospital donde trabajaba Derek, salió de su lado del auto y caminó a abrir la otra puerta.

El esclavo estaba asustado con sólo ver al amo ahí frente a él. Sentía miedo desde en la mañana, cuando al desayunar le ordenó que se “arreglara para salir”. Ahora, frente a un hospital, no podría estar peor.
-Amo… - Susurró.

- ¿Qué esperas? –Le preguntó con sincera curiosidad. Hasta que cayó en la cuenta, suspiró. – No te van a hacer nada malo, ven.

El otro lo vio con sorpresa. La voz de Logan no había sido dulce, muchos menos paciente, pero era significativamente menos despectiva que la que comúnmente utilizaba con él. Aun así, titubeó al quitarse el cinturón y obedecerle. La mano del amo se entrelazó con la del esclavo, obteniendo un estremecimiento de sorpresa por parte del último.

Logan notó el miedo del menor; sus dedos parecían debatirse entre afianzar el agarre que tenían o huir del contacto, aunque a él no le extrañaba que reaccionara de ese modo, el hospital estaba lleno de personas y su esclavo apenas había salido de la casa en una ocasión… aquella vez en que él al descubrir lo del embarazo, y la pequeña escena ocurrida cuando trató de hacer que abortara.
Suspiró, entrelazando esos dedos con los suyos, ¿por qué ahora era tan complicado recordar eso sin querer llamarse a sí mismo “hijo de puta”?

Derek se sorprendió cuando los dos muchachos entraron a su consultorio justo a tiempo. El castaño soltó al rubio, quien mantenía como siempre la vista agachada, posiblemente esperando las indicaciones de “su amo”.
Estaba por pedirle al chico que se recostara para hacer un acopio de los nuevos daños, cuando el castaño se le acercó para pedirle una cosa en voz baja.

El doctor lo miraba como si acabara de pedirle algo ilegal, y por un segundo, Logan en realidad lo creyó, hasta que vio la pequeña sonrisa en la cara del mayor, que asintió a la petición.
-¿Puedo preguntar por qué quieres hacer eso? – Preguntó Derek, viendo al castaño pasear la mirada por el consultorio, como si la respuesta estuviese en los estantes o en los libros.

Logan se encogió de hombros. – Bueno… seis meses ya son tiempo suficiente, ¿no? – Decidió decirle, sin poder evitar el decirlo a la defensiva.

Derek le dio una media sonrisa. – Es suficiente, sí.

El rubio los escuchaba con la respiración acelerada. ¿Suficiente? ¿Suficiente qué? ¿Para qué? El estar en ese lugar, con todos esos instrumentos que él desconocía tampoco ayudaba en nada con sus nervios. Sus ojos se fijaron en su bebé, del que se aferró como solía hacerlo al temer por su bien…  no, para él seis meses no eran suficientes para absolutamente nada.

Observó cómo el doctor presionaba un botón, pidiendo personal pero sin entender el resto de las indicaciones, por más que veía a su amo, este tampoco le decía nada, estaba muy ocupado con los carteles que había en el consultorio.
Minutos después llegó una mujer con una máquina bastante extraña y unos frascos. Tembló.

Logan veía con suma atención aquel cartel que hablaba del desarrollo del feto, preguntándose si es que “la mini puta” se vería así en ese momento. Y de ser así, ¿cómo habría siquiera pensado en matarla? En ese cartel el feto se veía tan… indefenso…
Se tensó al sentir que alguien se aferraba a su espalda, percibiendo los temblores de parte del chico que no le soltaba, haciendo que lo pudiese reconocer al instante.

Se giró lentamente, viendo al rubio que lo veía suplicante sin soltarle. - ¿Qué haces? – Preguntó neutral, aun cuando su voz estuvo tentada a flaquear.

-Y-yo… - Tartamudeó, alternando la mirada entre los aparatos que ponían cerca de la camilla y los ojos marrones de su amo. - ¿Q-qué…?

-Es parte del análisis – Dijo Logan, pasando una mano por los cabellos del menor. ¿Por qué este tenía que estremecerse siempre que lo tocaba? ¡Si ni siquiera le había dicho algo ofensivo! – Tú sólo recuéstate y sigue las indicaciones.

“¿Promete que no le harán nada malo a mi bebé?” La pregunta quedó atorada en su garganta mientras obedecía con la cabeza agachada. La mujer y el doctor lo esperaban con una sonrisa que le pareció inofensiva, pero sólo los vio al recostarse, después no dejó de ver la silueta de su amo, que se sentó en el escritorio cómodamente sin decir una palabra más.

- ¿Puedes levantarte la camiseta, cariño? – Le preguntó la mujer, asintió, haciéndolo cautelosamente; no quería sentir nada tocando esa área del su cuerpo.

Derek inspeccionaba cada gesto del muchacho, a sabiendas de que Logan lo hacía también. ¿Cómo no había notado antes que el chico era un esclavo? El modo en que se tensaba, su forma temerosa de hablar, pidiendo con la mirada permiso antes de hacerlo… las marcas. Era todo tan evidente que incluso era fácil de ignorar. Emett estaba tenso mientras la Técnica terminaba de prepararlo, tanto ella como Derek trataron de ignorar los irregulares rasguños que tenía el menor.

¿Cómo podría alguien hacerle tanto daño a ese muchacho?
¿Cómo podía el castaño estar tan tranquilo cuando sabía todo lo que le había causado?...
¿Cómo podía “Emett” vivir así?

La mujer encendió la máquina y la programaba en lo que él hacía sus cavilaciones, no reaccionó sino hasta que la vio decirle algunas cosas al chico antes de empezar.

-Necesito que te relajes un poco, ¿está bien? – Le pedía ella con suma paciencia. – No quieres pasarle ese estrés al bebé, ¿o sí?

Logan asintió a su mirada, por lo que se apresuró a contestar. – No… - Respiró hondo, tratando de acomodarse mejor en la camilla. – Disculpe.

-Descuida, muchacho – Respondió ella, pulsando más botones. – Tienes… veintitrés o veinticuatro semanas… ¿no?

Hizo que sí con la cabeza, no entendía nada de lo que la mujer hacía, sino hasta que la pantalla de la máquina cambió, Derek había tomado una especie de mango que pasó por su barriga, dando una imagen en la pantalla que él no esperaba.
La cara del rubio debía ser un poema en ese momento, cuando creyó entender lo que sucedía.

- ¿Puedes ver al bebé? – Preguntó la mujer amablemente ante la mirada incrédula del doncel.

Este asintió, atontado por la borrosa imagen que la pantalla mostraba. Su garganta se secó, al contrario que sus ojos, que no podían estar más acuosos. – Ese… - Se aclaró la garganta - ¿Ese es mi bebé? – Preguntó en voz bajita.

-Así es – Respondió ella, se giró, manipulando la imagen para que pudiera verlo con mayor claridad. – Todo parece pintar muy bien para el niño, ¿no crees?

-Sí – Su voz parecía una risita al decirlo, Logan nunca lo había visto tan maravillado. - ¿V-viene bien, entonces? ¿No hay nada malo?

-No que se vea – Contestó ella. – El papá del bebé, ¿no quiere verlo?

Logan sintió la mirada de todos puesta en él, clavó la suya en la del ojiverde, antes de que este la bajara intimidado. – Yo no… está bien con que él lo vea, era quien quería hacerlo, a fin de cuentas.

-Vamos – Le animó Derek, extendiéndole la mano libre a pesar de que no podría tomarla por la distancia que tenían. – Es tu hijo, ¿no te da curiosidad saber cómo es? ¿O al menos si es niño o niña?

Logan arqueó las cejas ante el argumento. No se había planteado el hecho de que era el padre de esa cosa sino hasta ese momento. Suspiró, resignado, y se acercó.
Frunció ligeramente el ceño, le costaba un poco encontrarle forma a lo que veía… hasta que lo encontró.

La forma humanoide que se movía en la pantalla poco a poco fue tomando fuerza, y entonces ya no pudo dejar de verla. Su mano buscó casi instintivamente algo de qué aferrarse, topándose entonces con la de su esclavo, que pasaba por lo mismo.

-Y ahora… - Derek fue moviendo el mango por la barriga del doncel para que lo pudieran ver mejor, la Técnica les iba explicando algunas cosas que veían, recibiendo el asentimiento de ambos padres.

Emett estaba encantado y enternecido por lo que estaba sucediendo; mientras que por una parte podía ver a la cosita que había estado acompañándolo esos meses, pateándole de vez en cuando y causando la poca felicidad que había tenido en toda su vida de esclavo, por la otra podía ver también al muchacho castaño que, a pesar de tener el ceño fruncido, no podía despegar la mirada de la pantalla… y sus dedos se entrelazaban a los suyos de un modo distinto…

¿Por qué ese muchacho podía hacer eso con él? ¿Por qué, a pesar de ser cruel e imponente, conseguía que él pasara de ser el esclavo que se sometía asustado…  a ser el Emett que se enternecía y deseaba protegerlo?

-Se mueve mucho… - Le comentó Logan. - ¿Eso es normal?

-Puede que no le guste que estén moviendo mucho su “casa” – Explicó la señora.

-Debería estar acostumbrado con la clase de padre que tiene – Añadió Derek, recibiendo la mirada fulminante del hijo de Louis por unos segundos.

El rubio reprimió una risita, reconocía que era verdad, sólo que… el gesto del castaño le… ¿había gustado? ¿Eso podía ser posible?

La imagen fue cambiando, ahora mostrando otro ángulo del feto. – Es muy conveniente que se mueva ahora… ¿Ven sus piernas separarse?

Logan asintió. – Es un niño, ¿no? ¿O qué es eso?

-Sí, es un niño – Respondió ella, ante las miradas de los dos. – Podemos ver varios de sus órganos… pero como se está moviendo, no les puedo decir con seguridad si se trata de un varón o de un doncel, pero de que es un niño, lo es.

-Y… - titubeó el esclavo. - ¿Q-qué más se puede ver? – Respiró aliviado al no percibir molestia de parte del mayor, que seguía viendo la pantalla, impidiéndole el que pudiese pedir permiso para hablar.

- ¿Quieren escuchar los latidos de su corazón? – Preguntó Derek, haciéndole una seña a su compañera para que les enseñara.

-Sí – Escuchó la suave voz del esclavo, y por alguna razón, lo único que se le ocurrió hacer fue afirmar un poco más el agarre, acariciando los dedos de este.

¿Por qué estaba tan nervioso y encandilado de esa manera?
Sus ojos fijos en la pantalla que hacia un acercamiento al pequeño órgano que se agitaba mientras el feto trataba de acomodarse mejor en el vientre de su madre. Al finalizar el acercamiento apareció una especie de banda que iba marcando el ritmo acompasado y rápido del corazón, produciendo un sonido similar a una lámina al ser sacudida por el viento.

Se giró, para ver la expresión fascinada del rubio, cuya sonrisa era sutil y hermosa. No era necesario verlo por más tiempo para saber que aquel sonido tan insípido había conseguido maravillar al esclavo, pero aun así lo observó un poco más.
No quería admitir que en esa misma insipidez él se había maravillado de igual forma.

-G-gracias… - Susurró el esclavo una vez que la mujer comenzó a guardar las cosas que había utilizado. Logan notó las lágrimas que no habían salido en los ojos avellana del muchacho.

El castaño sonrió de lado, encogiéndose de hombros. – No es nada.

El otro quiso negar, quizá no era nada para su amo, pero para él lo significaba todo. Significaba su esfuerzo y su felicidad, la esperanza y vida… que él creía haber perdido muchos años atrás. Más no dijo nada… un esclavo no podía contradecir a su amo.

Derek se despidió de su compañera de trabajo, para luego fijarse en los dos muchachos, se acercó a Logan.
-¿Está bien si hablo con Emett por un momento?

Logan arqueó una ceja. - ¿Para qué? – Dijo de modo autoritario, no se esperaba esa petición.

Pero Derek lo miró de un modo que no admitía ese tipo de preguntas. Quizá indicándole que había hecho suficiente como para ponerse receloso con el otro chico. Aunque eso no hizo más que molestarle, debía admitir que, aun siendo su esclavo… la cosa que tenía dentro era muy valiosa para el rubio, y quizá era algo importante lo que tenía que decirle.

Con un gruñido aceptó, echándole una última mirada a su propiedad, que como de costumbre se estremeció por la hostilidad de su expresión. Salió del consultorio sin más oposiciones.

Derek soltó un suspiro una vez que el hijo de Louis salió del lugar, fijándose entonces en el chico sirviente que mantenía la vista en el piso, palpando el lugar donde estaría su bebé.
-¿Te ha hecho algo antes de venir? – Le preguntó con suavidad.

El rubio negó con la cabeza, sin poder entender todavía cómo era posible que ese hombre se preocupara por él. Aunque bueno… últimamente le habían pasado cosas que él no había creído posibles desde que era muy pequeño.

El doctor lo vio con desconfianza, cediendo de cualquier manera. – Le pedí a Logan que saliera, quizá así te sentirías más cómodo con la consulta.

Y mientras el mayor seguía con su trabajo, en medio de preguntas acerca del embarazo y de los constantes abusos que el menor recibía por parte de “su amo”, el rubio decidió preguntar en voz queda.
-¿Usted le pidió que hiciera eso del ultrasonido?

Derek sonrió, negando con la cabeza. – Él me lo pidió apenas entraron.

Se sorprendió todavía más, asintiendo. – Y-ya veo…

-Emett… - Derek pasó su mano por el moretón que cruzaba desde su mejilla hasta el ojo, el mencionado se tensó con el contacto. - ¿En verdad estás bien?

Hizo que sí con un gesto, tragó saliva. – Y-yo… no entiendo, señor… ¿por qué le importa a usted…?

El mayor apartó su mano, buscando entonces en uno de los cajones la fotografía que solía ver en sus descansos, se la mostró. – Se llama Vanessa – Indicó mientras Emett la tomaba.

En la fotografía había una muchacha alta y rubia, que sonreía alegre a la cámara. No pudo evitar ver con curiosidad al doctor.

-Es mi hija – Le indicó. – Me envió esa foto hace unos meses… no la veo desde que tiene diez años – Suspiro, apenas percibió la duda en la expresión del rubio continuó – Su mamá y yo nos divorciamos hace tiempo… se mudó con ella a Francia. Últimamente hablamos por teléfono… pero antes de eso, nada. No había podido localizarla… menos saber qué fue de su vida o… si está bien. – Emett le regresó la foto lentamente, la admiró un poco antes de regresarla a su lugar.

-S-si… - Titubeó el menor –…si ella ahora hizo contacto con usted debe ser porque le importa mucho…

Derek hizo que sí con la cabeza. - ¿Sabes Emett? Hay algo en ti… más allá del físico, que me hace pensar en mi niña. En el momento en el que ya no me permitieron verla y ella se la llevó lejos. Y, no sé por qué, pero al verte a ti, tan… perdido y herido, dependiendo siempre de alguien que no hace más que herirte… - Se encogió de hombros. – Quiero hacer por ti lo que quisiera que hicieran por ella de estar en tu lugar.

-No debería molestarse… - susurró Emett. – No hay mucho que pueda hacer por mí… pero gracias - Él nunca había tenido un padre, y se preguntó qué habría sido de su vida si lo hubiese tenido… si ese padre hubiese sido como el hombre que tenía en frente… o como el que hostigó a su madre hasta que esta los vendiera a la agencia.

-Logan me dijo que tú eras un esclavo – Añadió Derek. El chico sirviente tembló por la declaración y él sintió empatía con ese gesto. – No voy a preguntarte cómo fue que acabaste así – Indicó – ni tampoco te juzgaré, pero… quería que supieras que no he cambiado de opinión.
El rubio levantó la cabeza, con curiosidad. Por lo que continuó. – Muy a pesar de lo que te hayan dicho, tú mereces amor y afecto, y no de vez en vez, sino siempre.

El muchacho ahogó un sollozo, frotándose los ojos en tanto sintió que las lágrimas estarían por salir. – Gracias.
Estaba consciente de que la ayuda no podría ir a mayores, él estaba tan metido en ese mundo y su amo nunca lo permitiría, y también estaba consciente de que el adulto se lo decía porque veía en él a la hija que no podía proteger. Sin embargo, escogió creer las palabras recibidas, no sabía qué era lo que dolía más, si no creerlas por afrontar su realidad de lleno, o si creerlas y que su realidad le golpeara como siempre lo hacía.

-Ten – Le dijo Derek, entregándole un sobre. – Es de la ecografía… la Técnica me lo dio porque ustedes estaban hablando…

Emett lo tomó, comprendiendo que no podían tardar más. – El amo debe estar molesto… - susurró, preocupado.

Derek se levantó de su escritorio. – Hay que pensar que no… ayer y hoy lo he visto diferente… ¿tú no?

Emett se ruborizó, pensando en esa mañana, cuando volvió a despertar entre los brazos del castaño… esta vez sin recordar haberse acostado con él. – E-eso creo… - Susurró, saliendo del lugar con el sobre aferrado en sus manos.

Logan no creía poder esperar más, dio un suspiro de molestia en tanto el esclavo salió del consultorio… seguido por Derek, que le decía no sé qué cosas con una sonrisa que hacía el menor se sonrojara mientras asentía.

- ¿Listo? – Les preguntó apenas los alcanzó, tratando de ignorar ese acostumbrado estremecimiento por parte del esclavo.

-Sí – Contestó Derek. – Lo de la consulta déjalo, esta vez va por mi cuenta. – La voz del adulto denotaba amabilidad, pero no por eso dejaba de desagradarle esa actitud.

-Como sea – Se encogió de hombros, para luego referirse al rubio. – Vámonos.

Este ahogó un quejido de dolor al ser tomado del brazo, su amo estaba molesto, eso lo supo con sólo ver su expresión fría.
Ambos alcanzaron a escuchar la despedida de parte del doctor, pero como su amo no hizo más que acelerar el paso y jalarlo, él optó por ceder con la cabeza agachada.

Logan abrió la puerta del copiloto, empujándolo dentro y cerrando. ¡¿Encima ese imbécil tenía el descaro de decirle que él pagaba?! ¡Pues, claro que iba a pagar! ¡Si ni siquiera le había dejado quedarse a ver lo que le haría a su esclavo!
Entró al auto echando humo, fijándose en el sobre que llevaba el otro.

- ¿Y eso? – Preguntó con brusquedad. La putita se estremeció, aferrando el sobre en sus manos. Le tomó por el cabello. – Te lo dio ese imbécil, ¿verdad?

El menor estaba confundido, confundido y muy asustado. Asintió. – E-es de la… - Ni bien empezó a hablar, su amo lo golpeó en el pecho.

Logan le arrebató el sobre, el esclavo se retorcía de dolor a su lado, pero en medio de la ira ni siquiera le importó.
¿Cómo no lo había pensado? Se decía, ¡eran por eso todas esas recomendaciones, todas esas estupideces acerca de tratarlo mejor! – Seguro disfrutaste mucho estar con Derek, ¿verdad, putita? – Escupió con rencor, tomándolo de la ropa. - ¡¿Verdad?!

-No…. – Sollozó el rubio, dolorido. – Y-yo no…

- ¡Mentiroso! - Logan levantó la mano con intenciones de golpearle, pero se detuvo en tanto lo vio encogerse más, atemorizado.
Ya antes se había sorprendido con verle así… ¿entonces por qué la imagen ahora lo paralizaba? Le soltó, evitando esa mirada llorosa mientras prendía el auto. Era imposible no golpearle o gritarle… ¿Por qué le dolía entonces? ¿Por qué su pecho se oprimía al verlo tensarse o temblando?... ¿Y por qué, a pesar de sentirse mal por aquello, la ira no se iba?

El rubio trató de respirar con regularidad, completamente extrañado por la actitud de su amo. No… ¿no iba a castigarlo?
Se acomodó mejor en el asiento, haciendo lo posible por verlo sin que se diera cuenta, el mayor refunfuñaba, había tirado el sobre en la guantera y conducía sin dirigirle la mirada. Durante todo el camino habían estado callados, pero sabía que al llegar a la casa las cosas podrían empeorar, y el miedo no lo abandonaba por eso.

Logan se estacionó, viendo entonces al rubio de modo frío y neutral. “Te odio”, pensaba, “te odio por hacerme sentir así, por llenarme de inseguridades… por ser tú” y el esclavo mantenía la vista baja.
-Mírame – Le ordenó. El esclavo lloró aterrado, obedeciendo lentamente a la palabra de su amo, quien lo tomó de la barbilla como solía hacerlo. – Deja de chillar, todavía no te digo nada – Dijo de mala gana, el menor tragó saliva… estaba tan asustado… pensó Logan, acariciándolo entonces. – Si no quieres un castigo… - Dijo con parsimonia – me vas a decir la verdad, ¿estamos?

Su esclavo asintió, la cara que había sido apaleada en otras ocasiones estaba en proceso de recuperación, Logan quiso evadir la pena que sentía por su estado antes de continuar.

- ¿Qué hiciste con el doctor? – Le preguntó lo más tranquilo posible, viéndolo a los ojos.

Emett tragó saliva. –E-el chequeo de siempre… - Susurró. – M-me hizo l-las preguntas a-acerca de cómo voy… - Por más que quería sostenerle la mirada, no lo lograba, la expresión de su amo era serena… pero ya no sabía qué pensar de él.

- ¿Y por qué sin mí? – Insistió. - ¿Qué más hicieron? – Sintió la ira fluir por su cuerpo ante el nerviosismo del otro, más no dijo nada, de pronto no tenía más deseos de herirlo o marcarlo nuevamente.

-D-dijo que… así estaría más relajado… - Explicó. – Q-que ya sabía que yo era un e-esclavo… me dio el sobre con la ecografía…

- ¿Ecografía? – Repitió, Emett señaló la guantera, Logan asintió, entendiendo. – Ah… - Fue lo que pudo salir de su boca, sintiéndose estúpido por eso. El esclavo no dijo nada más, estaba quieto y sometido bajo las manos de su amo con la cabeza agachada.

Sí, Derek podría tener mucha razón con eso de que Emett estaría más relajado sin él. Fue aflojando el agarre, hasta que liberó su barbilla. – Perdón. – Murmuró, sacando de la guantera el sobre.

El rubio asintió, viéndolo bajar y suponiendo que tenía que hacer lo mismo. ¿Qué acababa de pasar? ¿El castaño le había pedido una explicación para decidir si ameritaba un castigo o no? ¿Se había disculpado por lo que había sucedido? ¡¿Le había llevado a ese lugar?!

Salió del auto con prisa, cerrando la puerta y alcanzando a su amo. Todos esos cambios… ¿Eran para bien? ¿O para mal?

-Ten – Le dijo en la puerta, entregándole el sobre que le había arrebatado sin verlo directamente. Más levantó un poco la mirada, notando que el otro parecía contrariado antes de recibir las imágenes con lentitud. – Hoy vas a descansar – Añadió al abrir la puerta, entrando como si nada.

Emett estaba tan… confundido y extrañado, entró a la casa aferrando el sobre en sus manos. - ¿D-descansar? – Quiso saber.

-Ve a la habitación y recuéstate. Tienes el día libre. – Le dijo Logan con voz distante. Su cabeza no paraba de divagar con lo que había pasado, por primera vez en el tiempo que llevaba con su esclavo, él… no sabía cómo hablarle… su pecho se oprimía en tanto las cosas se mezclaban en su cabeza.

Emett asintió a la orden, apresurándose a obedecer.
Se echó en el colchón sin saber muy bien cómo reaccionar a todo aquello. El amo estaba… molesto, le iba a golpear, luego ya no, luego… ¿luego le daba el día?
-¿Es una broma?... – Se preguntó en voz queda. ¿Su amo estaba jugando con él?

Con una mano acarició su barriga mientras que con la otra sostenía aún el sobre, una broma… otro juego cruel al que su amo le quería someter. ¿Era eso? ¿O no?
Recordó lo que había pasado hacía dos noches, con su amo lloroso contándole su pasado y los gestos de “gentileza” que le había dado, sus mejillas se colorearon ante el recuerdos de esos labios que fuera de mancillarlo… parecieron acariciar su piel con aquellos besos… o aquel abrazo que el castaño le había dado…

No, no podía ser un juego, él no tendría por qué fingir así con su mascota, no tendría razones para hacerlo… ¿verdad?

Poco a poco fue relajando su cuerpo tenso en el colchón. Había tantas dudas y él… él no podría preguntar más nada… no a menos que quisiese tentar su suerte ahora que las agresiones de parte del mayor habían disminuido.

Logan, por otra parte, se había sentado en un sillón de la sala, su cabeza estaba hecha un lío, pero significativamente menor que el que habitaba en la cabeza de Emett en ese momento. El castaño suspiró con fastidio.

¿Qué ganaba con evadir su realidad? ¡Había golpeado a ese chico de nuevo! ¡Había visto, sentido cosas, se había confundido con la imagen del feto dentro del muchacho y eso no le importó en lo absoluto cuando le golpeó! Era un milagro el que no le hubiese apuntado a la barriga, a decir verdad.
¿Qué ganaba engañándose? Era un monstruo que no veía la realidad como era, igual que su padre o su madre, era un rencoroso que actuaba arbitrariamente igual que su hermano James. Pero… ¿era hipocresía el sentir una opresión en el pecho al recordar la imagen de ese niño en la ecografía...? ¿O la mirada tierna del rubio que no pasó desapercibida para él?

Quería hablar con Emett acerca de eso, explicarle todo aquello, entender el comportamiento del rubio y que este entendiera a la vez el suyo, pero… no sabía cómo.
Sin pensarlo demasiado se acercó a su habitación, donde sabía que el esclavo estaría “descansando”, le hablaría, no importaba de qué, sólo quería disculparse bien por el golpe que le dio, le preguntaría acerca de las ecografías que había en el sobre… quizá incluso le preguntaría su sentir con respecto al embarazo…

Todas esas posibilidades se quedaron atoradas en su garganta cuando al entrar a la habitación y acercarse lo suficiente a la cama notó que el muchacho tenía los ojos cerrados y, a diferencia de la primera vez en que lo encontró dormido, en esta estaba hecho un ovillo, roncando de manera apenas audible.

Notas finales:

Por cierto! hacía un par de semanas hice un página de facexD
No es la gran cosa, pero creo que igual podría subir ahí cuándo habrá actualizaciones, algunos anuncios o lo que sea que se ponga en esas paginas:3
La dejo aquí, por si gustan pasar:
https://www.facebook.com/Only_hope-1642107782724814/?ref=hl

Rw?


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