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¿Tu dolor o el mío? por only_hope

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Notas del capitulo:

Hola!

JajaxD supongo que querrán matarme, y si no, ¿por qué no? ¡yo querría hacerlo!
Bueno, no. La verdad no.

¡En fin!
Aquí está el capitulo ñ.ñ espero les guste porque, a pesar de todo, me ha costado muchísimo hacerlo.

Entró al edificio donde trabajaba con tranquilidad, pasando una mano por el pelo castaño sólo para comprobar que ya estaba seco y miró unos segundos el elevador.
Su padre subiría por ahí, aunque sabía que llegaría varios minutos más tarde, y por muchas ganas que tuviese de hablar con él -por primera vez en años, a decir verdad-, la idea de esperar y toparse con su hermano ahí en plena recepción no se le antojaba tanto todavía.

Sonrió de forma disimulada con el sólo recuerdo de lo que había pasado el día anterior, fue directo a las escaleras con eso en la cabeza. Entre más lo pensaba le parecía más divertido, no tanto como lo que le hubiese gustado que pasara, pero le era tan graciosa la hipocresía que tenía su hermano o su estupidez como para haber llevado en serio al esclavo a casa de sus padres.
No había necesitado poner trampa alguna, con dejar el anzuelo en las personas correctas había bastado.

Además, no entendía qué le podría haber visto Logan a esa cosa, por donde le viera él no era más que una usada e insípida puta.
Aunque quién sabe, igual y si le hubiese conocido antes de estar preñado le habría parecido hasta más lindo que el putito que él tenía en casa…

Se detuvo de pronto, escuchando entonces el paso apresurado de alguien que iba atrás. James no necesitaba girarse para saber quién era, pero lo hizo de todos modos, justo cuando el mayor le alcanzó y de un golpe le hizo chocar contra una de las paredes.
-¿Qué carajos, Logan? – Dijo a modo de queja.

Su hermano mayor respiraba con dificultad, quizá por la carrera que había hecho para alcanzarlo ahí. Hizo por zafarse de ese molesto agarre, sin mucho éxito. – ¿Qué? ¿Te duele?– Decía al recuperar este al aliento. – Bueno, eso lo debiste de haber considerado antes de ir y hacer todo eso ayer… antes de ir y decirle todas esas estupideces a Emett.

James había forcejeado un poco, sólo por el hecho de sentirse incómodo al verse atrapado así. Pero en tanto le escuchó paró en seco, arqueando una ceja por la incredulidad. – Lo dices como si hubiese hecho algo a lo que esa perra no estuviera acostumbrada ya.

Logan le soltó, sintiendo el deseo de lanzar al otro castaño por las escaleras siendo apaciguado apenas por el hecho de que este no era ni más ni menos que su hermano pequeño. Le miró con ira. - ¿Por qué? Yo sabré qué hago o que no hago con él, si te da tanta rabia las decisiones que tomo arréglalo conmigo, ¡no vayas a las faldas de nuestros padres y me los eches! ¡¿Qué edad tienes?! ¡¿Siete?!

-¿Qué lo arregle contigo? ¿Y para qué? – Escupió, riendo por lo bajo. – No vas a escucharme, esa perra ya se metió hasta por los ojos. Todos ayer lo notamos, Logan. Y no sé qué me daba más asco, si tu puta en sí o tú con tus cursilerías. – Algunas secretarias iban subiendo las escaleras también, procurar hablar bajo era caso perdido contando el hecho de que, ante ese comentario el mayor volvió a azotarle contra la pared.

Logan no podía creer lo que acababa de escuchar de su hermano menor. La tranquilidad con la que se lo decía, junto con esa mueca de hastío que no asomaba ningún rastro de exageración. Las tres mujeres que venían de atrás se quedaron quietas por su arranque. Cerró sus manos en puños alrededor del saco y camisa del menor unos segundos, viéndole con frialdad – Ya veo… pobre de ti, James. Tu hermano da tanto asco… metiéndose con un sucio esclavo que encima dejó embarazado… - Su labio tembló ligeramente mientras hacía una sonrisa ladina – Repugnante, ¿verdad? No sé cómo lo soportas, pero descuida, sólo tenías que decírselo para que te dejara en paz. – Dejó caer ambos brazos, alejándose unos pasos para empezar a subir los escalones que quedaban.

De pronto recordó que había olvidado el maletín en el auto por las prisas, y que recién había salido el rumor de que en el estacionamiento hubo varios robos por descuidos así. Pero después de lo ocurrido ahí no era como si le importara.

James lo vio irse, además del trío de secretarias que murmuraban cosas como “¿Viste eso?”, “¡Pensé que se agarrarían aquí!” o hasta un “¿Quiénes eran esos? ¿No son hermanos?”. Podía sentir la impotencia y la frustración recorrerle entero.

Sí, sentía asco, ¿a quién engañaba diciendo que no? Sentía asco y rabia de sólo pensar en que ese maldito perro había ido corriendo a decirle a Logan lo que había pasado, de pensar en los métodos que “Emett” había utilizado para que se hubiese molestado así con él. Pero… ¿y qué? Esa perra se había salido con la suya ahora; su hermano estaba furioso y no lo escucharía en lo absoluto.

Terminó de subir las escaleras justo a tiempo para ver al otro desaparecer por la puerta de su oficina, se quedó ahí donde estaba por unos segundos, luego en vez de ir a su propio lugar de trabajo se abrió paso hasta la oficina en la que trabajaba su padre.

Este no tardaría mucho en llegar, lo sabía, había perdido ya algo de tiempo discutiendo con Logan así que suponía que sólo era cuestión de minutos para que llegara el adulto.
Ni bien terminó de formular aquel pensamiento, empezó a escuchar la profunda voz del mencionado irse acercando a la oficina.

-Lo sé, lo sé, Charles, tenía que mandar esas solicitudes ayer por la noche, pero… - James se recargó en uno de los sillones que adornaban el lugar, viendo a su padre entrar y hablar por teléfono a la vez, alzando la vista apenas para notar la presencia de su hijo menor.

Louis lo miró con confusión, por el semblante del muchacho supo que no estaba de mejor humor que él, le cortó a su  socio de ventas dándole la razón a lo que fuera de lo que se estaba quejando ese día y se guardó el teléfono. – James.

-Sé que este no es lugar para hablar de esto – A diferencia de Logan, no era que los sentimentalismos no fuesen su estilo, simplemente era como si no hubiese sentimiento alguno para mostrar o fingir por el momento. Hablaba con frialdad, frunciendo únicamente los labios con resignación.

-No, no lo es – Soltó, sabiendo a qué se refería. Se acercó a la puerta, fijándose en si habría alguien a los alrededores que pudiese escuchar sus murmullos y en seguida la cerró. Sólo entonces se volvió a fijar en su hijo. – Entonces ya lo sabías.

-Desafortunadamente. – Suspiró, encogiéndose de hombros.

-¿Y estás de su lado? – La risa irónica del otro le dio alivio, al menos el menor no estaba mal de la cabeza como parecían estarlo todos los demás.

-¿Estar del lado de esas bestias? – Soltó, fingiendo una sonrisa irónica. – Por eso acudí a ustedes, para que lo vieran con sus propios ojos, e hicieran algo por Logan. – Negó con la cabeza – No quiere entender.

-No es Logan. – Louis imitó ese gesto, convencido. – Es el esclavo. No sé lo que le haya dicho esa maldita sabandija a tu hermano o a tu madre, pero ahora es como si los villanos fuéramos nosotros y él la pobre mártir que se enamoró de su amo y quiere tener a su bebé con él. – La sola idea le parecía inconcebible. ¿Cómo había permitido que un miserable esclavo hiciera tal cosa? ¡El esclavo que él mismo le había dado a su hijo!

-¿Mamá también? - ¿Qué?... Dio un nuevo suspiro, decepcionado por la noticia.
No creía que la mujer fuera tan ilusa…

-La hubieras escuchado. – Se lamentó Louis. – ¡Primero a Logan, y luego a ella! “Tenemos que dejarlo decidir”, “Por algo escogió estar con ese esclavo”, “el muchacho está esperando un niño, Louis, un niñito que se ve que adora”. ¡Por el amor de Dios! – Se quedó callado para retener la ola de insultos que quería soltar; la discusión que habían tenido Sofía y él no era algo que quisiera compartir. Negó con la cabeza. – No sé lo que les dijo, o lo que hizo para ganárselos, pero esa alimaña se tiene que ir. Ahora.

-Lo sé. – Admitió James, paseando la vista por la habitación. – Espero que tengas una idea.

-La tengo – Louis hizo una mueca, pensándose si el decírselo al menor era o no lo mejor, pero entonces el muchacho sonrió de manera confiada.

-¿Te importaría si te ayudo? – Preguntó. – Creo que sé algunas cosas que te podrían servir para que esa putita deje de ser problema.

Emett se estremeció con el sonido del auto que se estacionaba. Terminó de doblar la camisa que traía en sus manos, sintiendo la suave tela de la que estaba hecha, sin poder evitar el recuerdo de los brazos y pecho de su amo al recostarle ahí, cubriéndole con esa misma camisa.

Toda la mañana la había pasado pensativo, y aunque gran parte de ese tiempo lo había pasado recordando el día anterior, desde que despertó esa mañana hasta que cayó dormido en los brazos de su amo después de… eso… también había un mal presentimiento que opacaba esos pensamientos.

Su cuerpo se tensó en seguida, sintiendo un cuerpo ajeno abrazándole por detrás.
Los brazos que había pasado gran parte de esa mañana evocando rodeaban su cintura mientras esas manos se juntaban alrededor de su vientre.
-Si mal no recuerdo te dije antes de irme a trabajar que daba el día – Dijo Logan a modo de saludo, riendo para sus adentros de los gestos que hacía el rubio.

Si bien, Emett siempre parecía estar asustado, desde lo que de ayer parecía más bien… avergonzado, y había algo en ese suave rubor y esos ojos verdes que esquivaban a los suyos que le parecía de lo más tierno.

-L-limpiar era parte del trato… - Dijo con nerviosismo, fijando su vista en cualquier otra parte para no sonar tan obvio., aunque sacándole una risa suave a su amo. – D-disculpe…

Logan afirmó un poco más ese abrazo, escuchando el sutil alarido de Emett por la sorpresa. – Si te disculpo, ¿descansarás?

-P…pues… - “¿Por qué?” Dejó la camisa en un mueble que estaba cerca, sin la posibilidad de alejarse de Logan, pero sin desearla realmente.
De acuerdo, eso no sería una broma. Sin embargo… no por eso dejaba de  ser tan irreal, ¡él era un esclavo!... no se suponía que tuviese que recibir esa clase de tratos. No entendía la razón por la que su amo era así, tan de repente, como si él hubiese hecho algo para hacerle cambiar, y… aún si así fuera…

¿Qué había hecho él para merecer ese cambio?

Sus mejillas estaban coloradas y sus ojos ligeramente acuosos, podía sentir la barbilla del castaño recargada en su hombro, y, si ladeaba la cabeza o incluso si veía de reojo, se encontraba con esos ojos marrones puestos en él.
¿Qué había hecho para merecer esa mirada o ese abrazo, esa ternura o esos besos, esa noche o todas las anteriores?

Asintió con torpeza a la pregunta de su amo, sintiéndose idiota por demorar, pero el gesto no pareció molestar al otro. Quien le acarició el cabello, soltándole. – No me malentiendas, Emett. Me gusta lo que haces con la casa, pero con esa barriga ya no estás para andar por ahí y por allá lavando y barriendo. Eso será parte del trato, pero ya te puedes ir olvidando de él.

¿Olvidarlo? vio anonadado a su amo, sin creerse cómo tan así como así le había liberado de esas reglas que le había impuesto tan estrictamente. - ¿L-lo dice en serio? – Titubeó, viéndole asentir a centímetros de él.

Logan veía hacia algún punto en específico de la habitación, a sabiendas de las reacciones que el esclavo estaba teniendo por su noticia. – ¿No te lo dije ayer? Me importas. – Decirlo era tan raro, y no sabía con certeza hasta dónde podían ser ciertas sus palabras, o hasta donde le habían llegado al ruborizado esclavo.

Sentía los nervios apoderarse de él, sin saber cómo reaccionar a aquello, supuso que tenía que contestar algo. – Y…yo… e-esto… - Alzó la vista al sentir una de las manos del amo en su mejilla.

–Ahora que lo pienso… no he visto esas imágenes de la ecografía… ¿te importaría enseñármelas? – Cambió de tema para calmarle un poco. Sonrió al notar que había funcionado, la emoción parecía querer brotar en la expresión del otro en tanto entendió sus palabras,  hizo que sí al instante, sorprendido y confundido por aquella petición. Logan lo soltó, viéndolo alejarse en dirección al cajón donde iba poniendo la ropa que él le compraba.

Ver al esclavo era algo que muy pocas veces se había dado la tarea de hacer, el muchacho rubio estaba recuperándose de las palizas que solía darle, y suponía que ese proceso en el interior del chico, así como en el exterior, se iba a tomar un buen tiempo… tiempo que no sabía si podría tener.

Trataba de no pensar en lo sucedido en la mañana, pero justo esa visión le hacía titubear más acerca de esas decisiones que últimamente estaba tomando. Nunca había tenido paciencia para nada, menos cuando había personas a su alrededor que no hacían más que criticar o instarle a que se diera por vencido, a que dejara de actuar así con un esclavo que, a fin de cuentas, no era más que eso.

Sin embargo, el ver al esclavo así, acercándose, ocultando una sutil sonrisa mientras aferraba con sus manos el sobre amarillento contra su vientre bien podría ser un muy buen incentivo para que continuaran.

-¿Tú ya las viste? – Le preguntó, sentándose en el colchón y haciendo una seña para que el otro lo hiciera.

Emett negó con la cabeza, estar bajo la atenta mirada del otro seguía incomodándole. Y esa cercanía no ayudaba tampoco. Su amo se encogió de hombros, indicándole que lo abriera.

Aquel sobre a lo mucho tendría unas siete ecografías, algunas más claras que otras. Sentía sus manos temblar ligeramente mientras las iba sacando, sólo había visto una en casa de los padres de su amo, y deseaba tanto ver todas las demás.

Logan notaba esos gestos de Emett al sacarlas, no lo admitiría, pero quizá estaba experimentando una sensación parecida, tomó las imágenes que el rubio le entregó con la cabeza ligeramente agachada y las fue extendiendo en la cama. – Así las podemos ver los dos.

-S-sí… - Asintió de manera torpe, sintiendo de pronto una absurda necesidad de tener la mano entrelazada con la de su amo al estarlas viendo, de reojo lo miró, fijándose en las reacciones que tenía su amo al estar frente a las ecografías.

-Es mi imaginación o… en esta está sacando la lengua – Comentó el castaño, llamando su atención, señalando la ecografía.

El esclavo soltó una risa de emoción al ver tal cosa. – Creo que sí – Admitió, llevándose una mano al vientre de forma involuntaria. – Es como si estuviera bostezando… ¿no? – Fue bajando la voz al caer en la cuenta de que estaba hablando como si nada con su amo, esperando entonces que la reacción de Logan no fuese negativa.

-¿Sí? – Tomó la ecografía para verla mejor. Ajeno a lo que inquietaba al menor, sintió una leve opresión en el estómago al comprobar que así era. – Mira nada más – La acomodó en su lugar, poniendo cara incrédula. – Bosteza, patea y toda la cosa. – Soltó en tono sorprendido.
¿Había una risa más hermosa que la del rubio? No creía que la hubiera, al menos en ese momento.

Emett rio bajito por aquel comentario, dejando como prueba una sutil sonrisa que quiso ocultar agachando más la cabeza cuando encontró a esos ojos viéndole todavía.
¿Qué estaba sucediendo? No… ¿qué hacía su amo para que le sucedería?

Una mano conocida tomó su barbilla, sacándole de esos pensamientos haciendo que levantara su cabeza lentamente. – ¿Cómo pude ser tan estúpido?

-¿Ah? – Fue lo que pudo salir de sus labios, su amo le soltó, fijando su vista en las ecografías que había esparcidas en el colchón.

-Quería que abortaras esta cosa – Sabía que Emett le veía, pero al decir aquello decidió que lo mejor era ver aquellas imágenes, después de todo, era del feto de quien estaba hablando. – Te chantajeé con él… y no me detuve a pensar que, en primer lugar era mi culpa, y que es una vida que está creciendo dentro de ti. – Negó con la cabeza, frunciendo ligeramente el ceño. – Actúo mejor contigo… pero luego pienso en retractarme como si eso fuera posible… como si él no fuera tan importante… - Alzó la vista, encontrándose con la mirada pasmada del menor. – ¿Cómo pude ser tan estúpido?

Su amo parecía estar diciendo algo de lo que se arrepentía mucho, divagaba y evadía sus ojos después de ese contacto visual, fijándose entonces en las ecografías. Se lo pensó un poco, antes de acercarse unos centímetros más al castaño, armándose de valor para poder contestarle algo. – Usted no es estúpido… Estaba en todo su derecho de hacerme abortar y de jugar conmigo… en cambio… me dejó con él… me trajo un doctor, ropa y la posibilidad de verlo antes de que naciera… - Sentía ya las lágrimas formarse, su voz quería flaquearle también.- Usted ha hecho por mi cosas que un amo no haría con su esclavo y… no sé cómo agradecerle todo eso… si quiere cambiar de opinión yo… lo voy a entender y aceptar. – Eso último no podía ser más falso porque, después de todo, esa era su obligación. Era su deber, pero no lo sentía, no creía poder soportar si su amo volvía un día y en lugar de ser cariñoso o apremiante llegaba golpeándolo o violándolo.

Muy probablemente su amo no entendería, que después de todo lo que había pasado… de todas las desilusiones, de todos los golpes y burlas recibidas…el probar tratos diferentes, y llevar dentro de sí algo tan valioso como lo era un bebé, era lo mejor que le pudo haber pasado en su vida.
Una persona libre jamás entendería la ilusión que era para un esclavo el tener la posibilidad de alcanzar algo que había añorado tanto.

-¿En serio estás agradecido? – Sí, él no lo entendía. Lo primero era una decisión que él había visto como un juego cruel y una manera de entretenerse con el esclavo de una forma diferente a como lo hacía siempre. Y lo segundo… no sabía qué había sido, simplemente había pasado y ya. Le sorprendió ver al rubio lloroso asintiendo, causándole que el nudo regresara a su garganta. – Emett…

-No es estúpido– Repitió con la voz más quebrada, sus manos desearon aferrarse a su amo, comprendiendo que sólo con él podría sentirse tan aliviado y protegido de todo lo demás. – No lo es… yo…

-Emett – “No me lo agradezcas”, ese muchacho había sido mancillado tanto y de tantas maneras por él, ¿y le estaba diciendo esas cosas?

Besó sutilmente los labios del esclavo, haciendo que este dejara de decir palabras que, estaba seguro, no merecía. Podía sentir el estremecimiento de Emett, y le abrazó, casi como queriéndole proteger del monstruo que no era ni más ni menos que él mismo.

Emett trató de relajarse, esa extraña relación con su amo, con todos sus toques sorpresivos y sus mimos era tan incomprensible a su parecer. Decidió apagar su mente, suponiendo que por el momento las cosas estaban bien. Era mucho más fácil derretirse bajo esos toques si no se preocupaba por las inquietudes de siempre y los malos presentimientos.

“No sé quién me daba más asco, si tu puta en sí o tú con tus cursilerías” Se separó del rubio lentamente, acicalando sus cabellos mientras el rubor subía por la carita del esclavo.
Bueno, si su hermano, o su padre, o cualquier otra persona pensaba lo mismo bien podría irse a la mierda.

Había un largo camino que recorrer y ahora él lo iba a asumir si con ello seguía sintiéndose tan bien junto con el rubio.

Notas finales:

El esfuerzo se paga con reviews ñ//ñ pero eso ya lo deciden ustedes :3

Por cierto! en un rw de hace tiempo alguien me mando una imagenecilla que me dio algo de intriga... ¿ustedes cómo se imaginan a mis personajes? Trato de no dar mucho detalles para que tengan total libertad de imaginarlos como más les plazca, así que siento curiosidad... ¿en quién se basan al pensar en Logan? ¿O en Emett? :DD

Seamos amigos!

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