Naruto no estaba muy seguro sobre como termino así; vistiendo una camiseta y un bóxer de dos hombres diferentes, mientras toda su ropa yacía en la secadora. Pero lo más estresante de toda la situación es que estaba sentado entre medio de dichos individuos los cuales lucían con total descaro su desnudez…bueno, no es que estuvieran desnudos en sí; pero la ropa interior que llevaban no hacía mucho para ocultar el enorme bulto en el área de la entrepierna, demasiado notorio para( por más esfuerzos que hiciera y más entrenado que estuviera) poder evitar quedarse viendo fijamente y todo eso complementado por el impresionante alto y muscular cuerpo de los Uchiha.
Con desazón miro su figura sintiéndose un poco contrariado. Por su trabajo debía ser fuerte para ayudar a levantar y cargar a los diversos pacientes desarrollando una corpulencia algo antinatural para un doncel; después de ver por la revistas a esos esqueléticos chicos que promocionaban tallas de ropa para niños (de los cuales consideraba que tenía más curvas una escoba) él se sentía un varón y no un doncel ¡Pero esto era ridículo! ¡A pesar de que los dos varones eran delgados la vestimenta que le dieron le quedaba grande!
— Luces alterado dobe... ¿Acaso viste algo que te gusta?
— ¡No! ¡Y deja de llamarme así! ¿Ya habías dejado de darme ese apodo repugnante, porque empezaste de nuevo?
—A causa de qué lo eres. Si no hubieras corrido como lo hiciste sin darnos tiempo a explicarte nada, mi hermano no se hubiera caído y lesionado.
El rubio se quedo pensativo un instante y dirigiéndose al mayor de los Uchiha, se disculpo sonrojándose por la vergüenza—Lo siento no fue mi intención que te lastimaras— luego miro al menor de los cuervo e indignándose al ver su sonrisa satisfecha, señaló— ¡¿Pero qué querías que hiciera teme?! ¡Ustedes estaba en la tina juntos…y desnudos!
— Y por eso digo que eres un tonto ¿Acaso crees que la gente se baña vestida?
—Sasuke.
— ¿Qué Ita…? ¡Ouch! ¿Por qué hiciste eso ?— Replicó el azabache frotándose la frente, observando con molestia al cuervo que aun tenía los dedos frente a él.
— Para que te comportes: Naruto es un doncel es natural que se sobresalte al ver dos varones desnudos.
—Eso no lo discuto, mucho menos con nuestra apariencia; pero—Objetó dirigiéndose al rubio— debiste detenerte y pensar antes de salir corriendo por poco y note alcanzo.
— ¡¿Cómo quieres que lo haga si tú… si ustedes estaban…!?¡¡¡HARG, ESTA BIEN LO COMPRENDO; ME CONFUNDI Y METI LA PATA PERO LA PROXIMA VEZ AVISEN!!!
—Sí por supuesto, te vamos a llamar diciendo oye dobe estamos en la bañera no entres.
—Sasuke.
El aludido sólo entorno los ojos antes de contestar— Esta bien entendí no lo molestare más, pero no me negaras que es muy divertido provocarlo.
Una risita disimulada salió de la boca del mayor de los hermanos, haciendo que Naruto se sorprendiera y exclamara.
— ¡Itachi! ¡Lo esperaba del teme pero no de ti!
Éste sonrío en respuesta e indicó— Sólo estamos bromeando; es muy divertido porque te molestas fácilmente…un poco extraño teniendo en cuenta que tienes que tratar con muchos pacientes y de seguro algunos son bastante difíciles.
— No puedo evitarlo tu hermano saca lo peor de mi.
— Muy bien rubio prometo intentar no sacar lo peor de ti ni llamarte dobe con tanta frecuencia; si me dices que crees que estábamos haciendo.
— ¿Para qué me preguntas si lo sabes?
— Vamos cede doncel o te diré dobe hasta el fin de los tiempos.
—…Sólo si prometes que me respetaras de ahora en adelante y no me dirás tonto nunca más.
—Es ridículo que me pidas eso. Por si no te has dado cuenta yo siempre te he respetado; considero que eres alguien con una gran presencia de ánimo y con una capacidad innata para amar y ayudar a los demás, no te digo dobe porque crea que tienes alguna deficiencia intelectual: lo digo porque eres ingenuo y actúas sin pensar.
El ojos azules se sonrojo al escuchar el medio elogio medio insulto del azabache y respondió entrecortadamente—…Co-como los vi ahí metidos creí…creí que ustedes…bueno que estaban…que ustedes… ¡QUE ESTABAN TENIENO SEXO, SE SIENTES CONFORMES AHORA QUE LO DIJE!— grito a todo pulmón el joven tapándose la cara con las manos profundamente avergonzado.
—Te lo dije Itachi; Naruto no es tan inocente como quieres creer.
—Puede ser hermanito; pero prefiero seguir pensando a que trato de escapar por la impresión de vernos en traje de Adán...Sin embargo ahora me preocupa cosa.
— ¿Cuál?
—Los chismorreos de los vecinos después de escuchar los gritos de Naruto. Ahora van a pensar que tenemos una relación incestuosa.
— Me importa poco su opinión, en lo que a mí respecta, pueden masturbarse mientras se imaginan que hacemos cosas sucias.
—No se otouto, la imaginación humana puede ser realmente perturbadora.
—…Ustedes…ustedes par de idiotas ¡Me estaban tomando el pelo!—Exclamo indignado el doncel agarrando el cojín donde estaba sentado y golpeando repetidamente al menor de los azabaches que se reía fuertemente atrapando las manos del rubio, lo cual sólo molesto más a éste que empezó a forcejear para zafarse; ante la sonrisa divertida y la mirada impávida del otro hombre.
— ¡Oye Itachi deja de mirar y ayúdame a detener a la fiera!
— No sé si sea buena idea.
— ¡Sólo hazlo no quiero utilizar la fuerza!
—Hm—Hizo con desgana el cuervo sujetando por la cintura al fiero enfermero, llevándose la sorpresa de que el chico era mucho más fuerte de lo que aparentaba cuando empezó a debatirse entre sus brazos… y por segunda vez en ese día terminaron en el suelo convertidos en un emparedado humano .
Naruto ya irritado con la situación que se estaba repitiendo mucho para su gusto, grito exasperado— ¡Salgan de mí los dos!
— Que mala escogencias de palabras rubio.
— ¡Ya cállate teme!
Exclamo el aludido (tratando de incorporarse en cuanto el mayor de los peli-negros se aparto de él) dirigiéndole de inmediato una mirada retadora al hombre tendido en el suelo y arrepintiéndose de inmediato ¡Maldita sea si el bastardo no era endemoniadamente guapo tan peligroso y sexy como una pantera y para colmo los bóxer amenazaban con dejar escapar parte de su contenido! Con un sonrojo muy profundo se apoyo hacia atrás colando una de sus manos en los muslos del otro varón dándose cuanta con horror que había caído de la sartén al fuego miro sus dedos luego la cara del cuervo y nuevamente su mano, pegando un grito y metiéndose en una de las alcobas, musitando todo tipo de disculpas a través de la puerta.
—Te dije que era un dobe.
—Hm…Es tímido y esta avergonzado.
— Es un hombre tiene lo mismo que nosotros.
— Es un doncel es parecido: pero no lo mismo…además a diferencia de la mayoría de los varones tendemos a tener un exceso de cantidad y calidad en esa área.
— Hm… ¿Tenemos que sacarlo verdad?
— Es indispensable si queremos continuar con la terapia. Pero sería aconsejable que lo hagamos vestidos para no asustar más al pequeño zorro.
Les tomo un hora de larga persuasión, luego de ese incidente para convencer al enfermero de salir del cuarto; al final, llegaron al acuerdo tácito de no mencionar lo ocurrido y seguir con la rutina diaria. Días después el rubio bufaba incrédulo ante su propia estupidez ¿Cómo pudo haber creído que podía ver con naturalidad a los Uchiha después de eso? Simplemente toda su atención cuando ayudaba a Itachi en su rehabilitación se desviaba a ciertas partes ¡Y el maldito teme no ayudaba, siempre detrás de él presionándolo para que le enseñara a hacer ciertos masajes o ejercicios para ayudar a su hermano! La intención era muy loable sí… ¡Pero tenía que murmurárselo al oído!
Y a pesar de todo se había encariñado mucho con ellos. Con sus salidas semanales de los domingos y las visitas tres veces por semana para activar todos los músculos de su atractivo y guapo paciente y las provocaciones del no menos guapo aunque muy bastardo hermano menor. Miro su mano teñida con la sustancia blanca y lechosa…debía ser el enfermero más patético del mundo, masturbarse pensando en el incidente de la bañera cuando estaba atrapado en esos dos masculinos y viriles cuerpos desnudos; anhelando poder probar el sabor de los labios de los dos hombres imaginándose ser tomado entre esos brazos mientras era acariciado…
Un jadeo inopinado salió de su boca, preocupándose por el rumbo tan peligroso que estaba tomando su imaginación y sorprendido por desear tanto un beso. No es que no hubiera besado antes a algún muchacho; porque si lo hizo, pero lo primero que pensó es que era asqueroso y húmedo… aunque después le fue agarrando gusto y termino haciendo novio del chico sin embargo cuando éste le insistió en tener relaciones sexuales, se opuso rotundamente a pesar de las presiones a las que se vio sometido por su grupo de supuestos amigos.
No lo rechazo por mojigatería o por miedo: simplemente no quería. Probablemente no estaba listo, no le atraía lo suficiente…o necesitaba más tiempo; fuera lo que fuera nunca olvidaría el día que terminaron: jamás creyó escuchar palabras tan hirientes como las que dijo el varón que fue su novio por espacio de tres meses al pasar a su lado con su nueva conquista, cerró los ojos al recordarlas:
Nunca creí que perdería tanto tiempo, con el maldito ¡Tres meses, tres meses! Únicamente Salí con él porque me dijeron que era fácil y lo hacía con cualquiera ¡Pero me llevo todo un mes arrancarle un beso y ni siquiera fue bueno! Ni siquiera es tan hermoso; sólo quería probar por la novedad lamento haber apostado esos cincuenta dólares, los perdí y no conseguí nada a cambio.
Luego de eso lloro en silencio (tanto por la rabia de saberse utilizado y por su corazón roto) en el hombro de un maestro doncel como él llamado Hiruka, y al cual consideraba un amigo, el cual lo abrazo sin decir palabras y le hizo saber lo orgulloso que sentía de él por no haber cedido a las presiones del otro muchacho. Él tiempo transcurrió y se dio cuenta un buen día que ya no le dolía ver pasar a su ex con otros donceles o chicas a su lado; lamentando únicamente que no pudiera considerarlo un amigo más…Pero esto era totalmente diferente no podía definir qué tipo de relación había forjado con los azabache ni el repentino impulso de besarlos en los labios…realmente era patético.
Con un largo suspiro se froto la frente. Es por eso que había planeado terminar con las sesiones semanales de terapia: no le hacía bien permanecer más en esa situación, imaginándose los cuerpos desnudos de los dos hombres a su lado…aparte el cuervo no lo necesitaba más; a punta de pura de constancia, una fuerza de voluntad inquebrantables y tesón (Kakashi había llegado al punto de calificar de extrema la obsesión del Uchiha y lo mando a descansar para no forzar su cuerpo y comprometer la recuperación ) caminaba con muletas y estaba pronto a sólo recurrir al bastón, apenas a los seis meses de iniciadas sus sesiones de rehabilitación.
Dando una profunda inspiración se bajo de la camioneta, no era normal sentirse atraído por dos hombres como le pasaba a él con los azabaches con pasos decididos se dirigió a la casa abrió la puerta encontrándose de frente con la mayor de sus pesadillas, Sasuke Uchiha. Maldijo su suerte era fácil tratar con el hermano mayor más calmado y sereno, más dispuestos a escuchar que el hermano menor demasiado intransigente y orgullosos; se estremeció profundamente cuando éste le preguntó.
— ¿Pasa algo dobe? Si buscas a mi hermano para su tratamiento él ésta afuera, dice que paseando pero yo opino que esta sobre-exigiendo a su cuerpo a escondidas.
— ¿Y tú lo dejas?
—Quita esa cara de exasperación, él conoce su cuerpo a la perfección y yo lo conozco a él, sabrá cuando detenerse.
— ¡Par de tercos arrogantes que no escuchan recomendaciones, regañare a Itachi cuando regrese por descuidado!…Como sea, quiero avisarles que a partir de ya no vendré más a verlos. Ita-san está casi recuperado así que mi presencia ya no es…
— ¿Y se puede saber quién te dio permiso?
— ¿Eh?
— Lo que escuchaste “quien te dio permiso para irte”. Entras en la vida de mi hermano y mía impones tu presencia transmitiéndonos tu alegría y ansias de vivir volviéndote indispensable para nosotros; robándote por ultimo mi corazón ¿Y crees que tienes derecho a desaparecer de nuestras vidas así por así, sólo porque te dio la gana?
Naruto contuvo el deseo de retroceder cuando el hombre se le acerco amenazante y negándose a sentir miedo lo miro desafiante— ¿Qué rayos quieres decir con eso?
— ¿En verdad, no lo sabes? Eres más despistado de lo que creí; déjame mostrarte.
El doncel soltó un gemido ahogado cuando fue atrapado entre los brazos del varón y su boca invadida por una lengua demasiado habilidosa, quedándose sin fuerzas y sin voluntad de resistir el beso no era nada parecido a lo que había experimentado antes; subyugante, posesivo demandante. Sin saber cómo ni cuándo le correspondió con pasión no prestando atención a la mano que se deslizo debajo de la camisa y empezó a acariciar su pecho, demasiado aturdido para poder reaccionar a tiempo ni siquiera sintió cuando el halcón se la arranco y empezó a colocar un rastro de besos dispersos en su torso mientras las manos grandes y fuertes acariciaban implacablemente su cintura y sus caderas, temblando de anticipación cuando le quito los pantalones y con él los últimos restos de su intimidad.
Un grito de emoción y sorpresa escapo del fondo de su garganta cuando sin previo aviso, lamio su miembro desde su base, era tan provocativa la imagen del macho poderoso lamiéndolo mientras éste lo observaba con una mirada depredadora, que estuvo a punto de venirse ahí mismo; Sasuke no pudo evitar sonreír así mismo al ver la expresión en el rostro del rubio… tan sensible…tan inocente al placer. Haciendo caso omiso a los estertores del rubio paso la lengua por el falo erguido mientras jugueteaba con la punta ¡Oh si! Cuando era más joven había tenido su cantidad justa de los amantes de ambos sexos; planeada como un acto de rebeldía y para demostrarle a su hermano que era mejor y más deseado por lo demás. No entendió hasta mucho más tarde la mirada de compasión que le envió, es fácil tener un revolcón de una noche o un compañero temporal; pero al final te das cuenta que como Uchiha los demás deseaban obtener algo a cambio y no obtenías nada aparte de un placer…Pero hacer el amor con alguien que amas es muy diferente… ¡Muy diferente! bebes de las expresiones de placer que vez hacer a tu pareja y disfrutas cada segundo a su lado.
Gruño reprimiendo los pensamientos impertinentes que interrumpían su concentración. Necesitaba preparar a su amante ¡Y necesitaba quitarse la ropa! ¡No era conocido por ser paciente y la erección en sus pantalones dolía! El ojos azules miro aturdido levantarse al halcón sin dirigirle palabra, preguntándose que había hecho mal, abrió los ojos con estupor y soltó una risa que ahogo de inmediato con su mano cuando lo escucho mascullar entere dientes“¿Dónde puse el maldito lubricante que compre hace tres meses?” ¿Se había estado torturando durante cinco meses, en vano?...No la diferencia es que él había estado fantaseando con ambos hermanos: era tan repugnante…no merecía que Sasuke lo quisiera.
Miro con tristeza al azabache olvidando de una sólo golpe todos sus pensamientos y tragando grueso, eso ¡¿Cómo pretendía que cupiera eso ahí adentro!? Por un segundo tuvo el pensamiento de escapar el Uchiha debió leer sus pensamiento por que se acerco a él lo agarro por el tobillo y jalando lo sentó en su regazo y lo distrajo con un beso mientras empezó a juguetear con su entrada acariciándola nada más antes de introducir un dedo suavemente. Naruto no sabía que sentir; el varón era bastante bipolar en unos momentos parecía que lo iba a tomar con lujo de rudeza y en otros se convertía en una amante tierno y preocupado; no es que el bastardo no tuviera emociones ¡Es que probablemente no se decidía por ninguna!
Soltó un jadeo entre cortado, cuando el dedo choco con un punto en su interior que lo hizo ver estrellas, maldiciendo al ver la cara de satisfacción del peli-negro conteniendo otro grito cuando sintió, un segundo unirse y luego un tercero chocando los tres en ese mismo punto. Luego de lo que parecieron horas los tres dedos fueron retirados lo que hizo suspirar de alivio al enfermero no podía tolerar por más tiempo el placer extraño y doloroso, sin embargo éste no duro mucho tiempo cuando sintió como algo más grande empezó a abrirse paso dentro suyo gritando en éxtasis y agonía cuando estuvo completamente lleno.
Con algo que fue un rugido más que un gruñido Sasuke sostuvo al rubio por la cintura y lo coloco en el suelo, dándole todo el tiempo del que era capaz para acostumbrarse a la intrusión, antes de empezar las embestidas lentas y precisas que se prologaron por un rato hasta que cansado de esperar empujo con más dureza dejándose llevar por sus instintos animales. Por su parte el doncel lanzaba gemidos de placer; al sentir aquel vaivén implacable que hacía conmocionar sus entrañas y que rozaba una y otras ese lugar que lo hacía ver destellos de luz, llegaron al orgasmo juntos emitiendo un grito ahogado mientras pronunciaban sus nombres, estaban tan ensimismados por su reciente liberación, que no se dieron cuenta hasta que levantaron la cabeza de la persona que los miraba desde la puerta.