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UNCONDITIONAL LOVE por DNA

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Notas del capitulo:

Disfruten~

No se movía, apenas parpadeaba y comenzaba a tener miedo de que dejara de respirar, no sabía qué hacer para hacerlo reaccionar y tampoco podía acercarse hasta que el oficial terminara de tomar su declaración.

 

Luego de haber encontrado el cuerpo de la señora Kim y del colapso de Jongdae no había podido pensar en nada coherente, había estado abrazando a Jongdae que gritaba al cielo su dolor y luego de un rato nada, él tan sólo sé había quedado inmóvil, no supo sí eso era bueno o malo pero aprovechó ese momento para llamar a alguien para solicitar ayuda.

La mujer del teléfono había enviado una ambulancia y a la policía que llegaron en un abrir y cerrar de ojos, los paramédicos se llevaron el cuerpo de la señora Kim mientras los oficiales les hacían una preguntas, preguntas de las cuales Jongdae no había respondido ninguna, uno de los oficiales había dicho que Jongdae estaba en shock y por eso estaban hablando con él que tan sólo quería que eso acabara para poder acercarse a su novio que debía necesitarlo más que nunca.

-Entonces... ¿cuándo llegaron la señora ya estaba muerta?-preguntó el oficial sin ningún tipo de tacto recibiendo una mirada fulminante de su parte.

-Ya le dije que varias veces que sí-repitió otra vez en lo que iba de media hora.

-Bien... ¿él es el nieto de la señora?-señaló a Jongdae que estaba sentado en uno de los sofás de la sala de estar, estaba ido y Xiumin quería abrazarlo cuanto antes.

-Sí-asintió mirando a su novio con preocupación.

-¿Dónde estuvieron antes de volver a casa?

-Fuimos a visitar a un amigo que vive un poco lejos de aquí.

-¿Qué relación tiene usted con la familia Kim?

-Soy...-dudó un segundo considerando cual sería la mejor respuesta-Soy el novio de Jongdae-respondió en un susurro.

-Una última pregunta-dijo luego de haber anotado su respuesta anterior en su pequeña libreta-¿Sabía usted si la señora tenía alguna enfermedad o algo así?

-Su corazón...ella no estaba bien-respondió con un nudo en la garganta.

Los oficiales terminaron su trabajo luego de varios minutos y se marcharon entonces dejándolos solos finalmente, caminó hasta el sofá donde Jongdae estaba y se sentó a su lado, tomó con cuidado su mano pero nada, Jongdae no se movía y continuaba con esa expresión en blanco.

-Jongdae-lo llamó suavemente.

No hubo respuesta alguna, con cuidado acunó su rostro con su mano derecha moviéndolo suavemente hacia él, la mirada vacía de su novio se unió a sus llorosos ojos sin obtener reacción alguna.

-Dime algo por favor-suplicó con la voz en un hilo-Por favor-pidió, sus labios presionándose contra los rígidos labios de Jongdae.

Lo vio parpadear una vez y con ello una lágrima cayó, no pudo seguir siendo fuerte y término rompiéndose, lágrimas cayendo sin tregua mientras se abrazaba al inmóvil cuerpo de su novio, habían sido años de limpiar las lágrimas y dolor de su pequeño pero por primera vez no sabía qué hacer para aliviar el dolor de Jongdae.

Dos horas después y apenas había logrado controlarse, era de noche y tenía la esperanza de que después de un largo descanso Jongdae estaría mejor, para su buena suerte él coopero mientras lo llevaba hasta su habitación y lo metía a la cama, seguía como en trance y lo único que se le ocurrió hacer fue tocar su frente, su mano emitiendo un débil respaldo azul que dejó a Jongdae dormido en segundos.

Salió con mucho cuidado de la habitación yendo hacia la de la señora Kim, miró cada rincón con mucha atención grabándose cada detalle de ella, las cortinas rosa pastel de su ventana, las blancas sábanas de su ahora vacía cama, el closet de brillante y clara madera tallada que estaba muy cerca del tocador hecho del mismo material, la mesita de noche al lado de su cama y esa lámpara que seguía encendida desde que la habían encontrado.

Había un pequeño cuaderno beige junto a la lámpara y Xiumin lo tomó sin ánimos saliendo de la vacía habitación con rumbo a la sala de estar, se acerco al pequeño mueble cerca del televisor y con las manos temblorosas buscó entre las páginas del pequeño cuaderno para luego marcar ese número en el teléfono.

-¡Jongdae cariño, que alegría que nos llames antes!-chilló una voz femenina al otro lado.

La madre de Jongdae, él solía llamar a sus padres cada domingo sin falta y él lo había visto hacerlo muchas veces, Jongdae los necesitaba y ellos también necesitaban saber lo que había pasado, por eso se había atrevido a llamarlos por su cuenta.

-No...yo soy Xiumin...amigo de Jongdae-su voz estaba rara por el hecho de haber estado llorando momentos atrás además de que la idea de ser el portador de tan malas noticias no le hacía nada feliz.

-Oh bueno...hola Xiumin-saludó dudosa.

-¿Po-podría hablar con...con su esposo?-pidió débilmente.

-Yo...mmm...supongo que sí, espera por favor-pidió ella.

Xiumin sabía a la perfección que ella no lo veía y aún así término asintiendo, comenzó a pensar en la forma en cómo le diría a ese hombre que su madre había muerto pero no había palabras, por más que lo intentó todo lo que llegaba a su cabeza parecía demasiado malo y eso lo hizo llorar una vez más, sorbió  por la nariz sin poder dejar de llorar mientras su corazón había dejado de latir comenzado a punzar dolorosamente mientras esperaba que alguien volviera tomar el teléfono.

-¿Hola?-habló la voz de un hombre luego de lo que le parecieron años.

-Ho-hola soy...soy Xiumin amigo de...-¿cómo le diría?-Yo...llamé porque...lo que pasa es...verá es que...

-¿Tiene algo que decirme?-le urgió el impaciente hombre.

-La...la señora Kim-sollozó-E-ella...

-¿Mi madre, ella está bien?-preguntó preocupado y Xiumin sintió que quería gritar.

-L-lo...lamento...e-ella murió-dijo finalmente.

-¿Q-qué?

-Jongdae los necesita...por favor...vengan-suplicó llorando.

Hubo fuertes lamentos al otro lado de la línea y Xiumin término de rodillas en el suelo llorando como un niño pequeño, el teléfono yacía a su lado mientras él apenas podía limpiar sus lágrimas con sus manos.

-¿Hola?, contesta por favor-pidió la primera voz que lo había atendido sólo que ahora estaba quebrada.

-Lo siento...lo lamento mucho...lo siento-consiguió decir a duras penas.

-Por favor...no dejes solo a mi hijo...cuídalo mientras nosotros vamos para allá-pidió, ella lloraba también.

-Lo prometo-murmuró antes de que la llamada fuera terminada.

Sus piernas temblorosas apenas consiguieron llevarlo a la habitación de Jongdae, se metieron a la cama con él acurrucándose a su lado envolviéndolo fuertemente en sus brazos, besó una vez más sus labios para luego acurrucarse tan cerca de él como le fuese posible hacerlo.

No pudo dormir esa noche, no podía porque tenía mucho miedo de que Jongdae se despertara necesitando alguien que lo abrazara y que él no pudiera estar ahí para él, le dio varios besos a lo largo de la noche con la esperanza de aliviar un poco su angustia pero cuando Jongdae despertó vio con decepción y preocupación que no había mejorado en absoluto, seguía mudo, sordo y ciego a todo lo que sucedía a su alrededor.

Cuando los padres de Jongdae llegaron nada mejoró, Jongdae seguía muerto en vida por más que su asustada madre le suplicó con lágrimas en los ojos que le hablara, su padre también intentó que reaccionara pero todo parecía inútil y preso por la desesperación el angustiado hombre sujetó a Jongdae por los hombros y comenzó a agitar su cuerpo con violencia.

-No por favor, no le haga daño-suplicó alejando al mayor del cuerpo de su novio-Por favor-susurró.

-¿Eres Xiumin?-preguntó con su grave voz quebrada.

-Sí-asintió.

-Muchas gracias por llamarnos y cuidar de Jongdae, puedes irte a casa ahora-dijo la madre de su novio intentando formar para él una sonrisa inútil.

-No yo...no puedo irme-murmuró.

-Pero...tus padres deben...

-Este también es mi hogar...yo vivo aquí con Jongdae y la señora Kim-explicó-No puedo irme...y menos sabiendo que Jongdae me necesita...yo soy...soy su novio y no voy a abandonarlo-dijo con toda la firmeza que su quebrada voz le daba.

Era totalmente consciente que su confesión había sido arriesgada y que si los padres de Jongdae así lo decidan iban a hacer que se marchara, estaba tan asustado que sentía que lloraría nuevamente, un suave apretón en su mano lo tomó por sorpresa, se volvió hacia Jongdae que aunque seguía en aquel extraño trance había tomado su mano dándole un ligero apretón.

-Ven aquí cariño-pidió la madre de Jongdae.

Se acercó con cautela soltando la mano de Jongdae, ella lo abrazó cálidamente dejándolo sorprendido y sin saber cómo actuar en respuesta a esa acción tan inesperada.

-La has tenido difícil, ¿cierto?-preguntó con su voz rota y él apenas pudo asentir-Gracias...por cuidar de mi pequeño.

Xiumin miró a los padres de su novio, ellos no le sonreían porque la situación no daba para eso y aún así de alguna manera ellos le decían que lo aceptaban porque Jongdae lo había hecho, parecía algo irreal pero estaba aliviado por eso ya que de esa forma no iba ser separado de Jongdae.

Los padres de Jongdae tuvieron que irse durante unas horas para arreglar todo para el funeral y recoger el cuerpo de la señora Kim de la morgue, lo habían dejado cuidando a Jongdae pero para como estaban las cosas Xiumin dudaba que Jongdae siguiera consiente.

-Háblame por favor-suplicó dejando una suave caricia en el rostro ajeno.

No hubo nada.

-Estoy aquí para ti, voy a escucharte todo lo que quieras incluso si quieres gritarme estará bien...yo voy limpiar todas tus lágrimas por eso por favor...dime algo Jongdae.

Nada.

-Regresa-sollozó impotente.

No hubo nada por mucho que trató de obtener cualquier reacción de su novio, no se separó de él ni un segundo y ese día por la tarde ambos estaban de pie frente al ataúd negro donde la señora Kim descansaba, lucía como si durmiera únicamente.

Xiumin esperó ver alguna reacción entonces pero Jongdae no hizo nada, tan sólo estaba de pie a un costado del ataúd mirando a la nada y la idea de que Jongdae hubiese muerto también lo estaba atormentando más constantemente.

Cuando Baekhyun y Chanyeol llegaron se sintió algo menos afligido y menos solo, Baekhyun abrazó a Jongdae para darle las condolencias y seguidamente Chanyeol hizo lo mismo pero ninguno consiguió ni una respuesta o movimiento de parte de Jongdae, les explicó a sus amigos lo que estaba pasando con Jongdae pero ninguno pudo decirle que hacer, no sabían que pasaba y también tenía miedo.

-¿Y sí es irreversible?-preguntó asustado Xiumin.

-No digas eso Xiuminnie, ya verás como pronto Jongdae regresa-Baekhyun trató de animarlo con sus palabras además de un abrazo pero por alguna razón parecía mentira.

-Tengo miedo-susurró.

-Tranquilo, no estás solo, nosotros estamos aquí contigo-dijo Chanyeol dándole también un abrazó.

Al estar en el cementerio todos lloraban e incluso las nubes comenzaban a hacerlo, hacía frío ahí y olía a humedad, había un sentimiento de melancolía y tristeza por todo el lugar, lo cual resultaba insoportable para él, Xiumin miró a su novio pero seguía igual, ni siquiera podía despedirse de su abuela como debía, todos vieron cuando el padre de Jongdae arrojó el primer puño de tierra sobre el "ataúd" de brillante madera dentro de aquella fosa, Xiumin miró a Jongdae y aunque su rostro no expresaba nada había lágrimas cayendo.

Inútil, impotente, inservible, así se sentía por no poder ayudarlo cuando más lo necesitaba, lo abrazó con fuerza llorando también por culpa de la tristeza y la desesperación, los seres como él sabían que cada tragedia en la vida de un humano era una prueba para él pero por alguna razón la prueba de Jongdae era demasiado difícil e incluso parecía algo injusto porque Jongdae era bueno y por eso sólo merecía cosas buenas.

Nada cambió luego de salir del cementerio donde habían dejado sola a la señora Kim, Jongdae seguía mal y sus padres estaban no sólo tristes sino también angustiados por su hijo, ellos iban a llevarlo al médico mañana pero Xiumin tenía que intentar hacer algo antes Baekhyun y Chanyeol intentaron ayudar un poco también pero todo resultó inútil.

Probó charlar con él pero nada, trató con esas malas bromas que tanto lo hacían reír pero nada, películas nada, videojuegos nada, libros nada, música nada, Xiumin inclusive cantó para él porque a Jongdae le gustaba ganar pero fue tan inútil como todo lo demás, nada ayudaba y estaba dándose por vencido.

Una idea llegó a su mente y se arriesgo a probar con eso, los unconditional podían curar algunos males de los humanos y no perdía nada con probar, tomó las inmóviles manos de su novio entre las suyas que irradiaban un débil resplandor azul, nunca había intentando arreglar con su magia los problemas emocionales de los humanos pero esperaba que funcionara, las manos de Jongdae apretaron ligeramente las suyas haciendo que levantara su mirada con emoción esperando encontrarse con la sonrisa de Jongdae pero en su lugar tan sólo logró captar el momento justo en que se desplomó en el sofá.

-¡Señor Kim!-llamó alarmado.

Los padres de Jongdae se apresuraron a ir en su ayuda, ambos revisaban a Jongdae y él rogaba internamente para no haber cometido un error demasiado grave, luego de unos segundos que parecieron siglos la madre de Jongdae lo miró dedicándole una débil y muy pequeñita sonrisa tranquilizadora.

-¿Qué tiene?-preguntó angustiado.

-No te asustes cariño, tan sólo se desmayo, seguramente fue cansancio-le explicó con calma.

Xiumin asintió inseguro pero un poco más tranquilo, esa noche no volvió a dormir y se quedó vigilando a Jongdae hasta que el sol salió dando pasó al nuevo día donde muy temprano en la mañana Jongdae fue llevado al médico para buscar una solución a su estado pero todo lo que dijeron era que un psicólogo debía verlo y entonces los padres de Jongdae tomaron una decisión.

No fue hasta la hora de la cena que los padres de su novio decidieron hablar con él mientras intentaba que su novio se terminara su comida, Jongdae ya estaba demasiado mal como para enfermarse físicamente también.

-Xiumin-llamó la señora Kim-Sabes que no somos de aquí, ¿verdad?-Xiumin asintió poniendo mucha atención a lo que ella decía-Nosotros vivimos en Seúl y...creo que lo mejor será llevar allí a Jongdae-explicó.

-¿Van a separarme de él?-preguntó angustiado.

-No, claro que no cariño...yo...tu dijiste que vivías con mi suegra porque este es tu hogar pero...si tú no tienes a donde ir puedes venir con nosotros-propuso.

-¿De verdad?-preguntó esperanzado.

-De verdad, ¿quieres?

-Sí-respondió todo lo feliz que podía sentirse en ese día de tristeza.

Los padres de Jongdae no demoraron mucho y comenzaron a prepararlo todo para el traslado, Jongdae continuaba igual que al principio y Xiumin era quién lo cuidaba, se esforzaba al máximo para actuar como si todo estuviera bien porque tal vez una actitud positiva iba a poder ayudar a Jongdae pero no era así y él pasaba la mayor parte del tiempo dormido y las pocas horas que pasaba despierto eran una tortura para Xiumin.

-¿En verdad tienen que irse?-preguntó un decaído Baekhyun.

-Los padres de Jongdae dicen que será lo mejor porque en Seúl podrán buscar un buen psicólogo-explicó Xiumin que también estaba triste.

-Pero... ¿mañana?, es muy rápido, ¿no crees?-dijo Chanyeol también con tristeza.

-Ellos dijeron que entre más rápido Jongdae sea atendido mejor-respondió en voz baja, estaba triste también por tener que irse.

-Supongo que tienen razón pero...vendrán a visitarnos, ¿verdad?-preguntó Baekhyun con una diminuta sonrisa.

-Claro que sí, montones de veces-aseguró Xiumin.

-No es gusto, ahora estaré muy sólo y seguramente tú te pasaras los días jugando con Lu y Soo-refunfuñó Chanyeol.

Ellos les habían dicho que Sehun y Jongin vivían en Seúl y que podrían ponerse en contacto con ellos para no estar solos, era una gran idea e incluso podría ser que ayudara a Jongdae a salir de su preocupante estado de depresión.

-Te llamaremos todos los días, ¿verdad, Jongdae?-no hubo respuesta pero eso no lo hizo dejar de sonreír porque debía fingir que todo iba bien para que entonces Jongdae quisiera volver.

-Xiumin-llamó Chanyeol un tanto preocupado-¿Qué hay con tu best friend?-preguntó algo nervioso.

-No dejare de buscarlo pero tampoco puedo dejar a Jongdae...él es mi novio y me necesita-susurró.

-Tienes razón-dijo Baekhyun con una gran sonrisa-Además todavía estamos ayudándote y ahora que iras a Seúl también puedes buscar desde ahí-aseguró.

Xiumin asintió de acuerdo con el pelirrojo pero la realidad era que estaba preocupado sobre lo que iba a pasar en el futuro, sus amigos se quedaron hasta que cayó la tarde y en cuanto se fueron Xiumin volvió a su rutina habitual que consistía en charlar y bromear con Jongdae esperando que algo pasara pero fue tan inútil como siempre y terminó por detenerse cuando el volvió a dormirse, se quedó con él durante un largo rato observándolo dormir hasta que estuvo convencido de que él no iba a despertar y necesitarlo.

-Regresa-suplicó en un susurro-Dime algo, lo que sea...sí tú quieres...grítame, insultante, cúlpame de todo esto pero regresa...por favor vuelve Jongdae, no soporto que estés así...estoy desesperado-dijo en un murmullo.

El continuaba dormido sin escuchar sus suplicas, había hecho la promesa de cuidarlo pero estaba haciendo un pésimo trabajo, miró a Jongdae una última vez antes de inclinarse a besar sus labios.

-Perdóname...sé que merece algo mejor que yo...lo siento-susurró suavemente caminado hacia la puerta ignorando la mirada de Jongdae sobre él.

Salió de la habitación teniendo cuidado de no hacer ruido y caminó hasta la habitación de la abuela de Jongdae, ese lugar y toda la casa iban a estar muy solos después de mañana, no quería irse pero tenían que hacerlo porque antes que todo lo que él quisiera estaba Jongdae, recorrió la habitación con la mirada hasta detenerse en el tocador donde vio una vieja fotografía pegada al espejo.

Eran Jongdae y su abuela, en ella Jongdae era pequeño y ella estaba algo diferente también pero ambos sonreían realmente felices, ver esa imagen y compararla con la realidad de esos últimos días fue doloroso porque ninguno de los dos sonreía más.

-Lo siento tanto señora Kim-sollozó abrazando con fuerza el retrato donde estaba la dulce mujer-Yo...le prometí cuidar de Jongdae pero...soy un desastre-dijo sintiendo rabia consigo mismo-Jongdae está muy mal y yo...no puedo hacer nada...se supone que como un unconditional friend debería ser capaz de ayudarlo pero...no soy capaz de hacerlo y...yo ni siquiera debería ser un unconditional...no puede cuidar de mi pequeño y ahora tampoco puedo hacer algo por mi novio...soy un fracaso total...lo lamento...no pude salvarla y también estoy fallando con mi promesa...estaría mejor roto y...usted debe odiarme-aseguró.

-No te odia-Xiumin se giró rápidamente encontrándose con Jongdae y caminó hacia él a toda velocidad para abrazarlo.

-Volviste-sollozó aferrándose a él por miedo a volver a perderlo.

-Mi abuela jamás odio a nadie...ni siquiera a esa odiosa mujer que criticaba sus pasteles-su voz se quebró pero sonreía débilmente porque esa historia era graciosa.

-Perdóname-suplicó-Sabía de la enfermedad de tú abuela pero...no pude ayudarla y...debí negarme cuando me pidió que dejara de intentar sanarla, yo no debí...

-Era una vieja bruja terca-susurró interrumpiéndolo-No es tú culpa y... ¿sabes?...yo ya sabía...sabía que estaba enferma porque cada día estaba más cansada y...la caja de galletas es un mal lugar para ocultara medicinas...las descubrí un día antes de que tú llegaras pero...quise...yo de verdad quise creer que no era grave... ¿soy muy tonto, verdad?-cuestionó.

-No…no lo eres...eres genial y yo te amo-aseguró.

-Oye...eres bueno con...con esto de animarme-su sonrisa temblaba, Xiumin lo besó y él no pudo contener el lamento que se escapó de sus labios-¿Está feliz...verdad?-preguntó-Donde sea que...que este es feliz... ¿cierto?

-Sí-susurró.

-¿Lo juras?

-Por mi vida.

-No…no vuelvas a...a decir que sería mejor que...estuvieras roto-pidió.

-Nunca-prometió

-Te...te amo Baozi.

-Yo...yo más.

Jongdae volvió a besarlo con los labios temblando y con el sabor salado de las lágrimas, eran apenas torpes roces que no duraron más de un par de segundos antes de que Jongdae se desmoronara y terminara llorando sin control en sus brazos.

Toda la noche se fue entre lágrimas y besos salados, Jongdae lo abrazaba con el mismo miedo que él sentía por no dejarlo romperse pero ahora estando de pie en ese lugar Jongdae había pedido estar solo y Xiumin sólo podía mirar desde lejos.

-Hola-susurró con un hilo de voz-Su-supongo que ya...ya debe saber a que vine-dijo tratando de sonar casual forzándose a sonreír tontamente, esa sonrisa que ella había visto desde que era un bebé-Me voy a la ciudad-anunció-Y-ya sabe...ahora que crecí ya no…no voy a enfermar tanto estando allá...como cuando era niño y tuve que venir usted-aseguró.

Silencio, eso era lo único que había ahí, ella ya no le diría "haz lo que quieras", "mocoso ingrato, te crié y me dejas a la primera oportunidad", "te vas a morir de hambre si te vas", "regresaras llorando y suplicándome perdón", "un viejo fue y gordo te hará su esclavo sexual por imbécil", "los perros pensaran que eres un duende y te van a comer", "ya te veo en las esquinas vendiéndote por pan" y su favorita "cuando te vea pidiendo limosna te voy a quitar el dinero y me iré", ya no había bromas en ese momento.

-Es-está bien... ¿cierto?-comenzó a llorar sin poder evitarlo porque ya no era una broma y en verdad ya no iba a verla más.

Ya no habría bromas pesadas de la mujer que se comportaba como una chiquilla, ya no le diría que era un mal nieto sólo para hacer que fuera a comprar a la tienda más lejana, ya no lo golpearía con su bastón, ya no más desayunos ruidosos, no más regaños cariñosos, no más bromear sobre comprarle gatos porque iba a estar solo toda la vida, no más decirle que un día lo iba a abandonar en el bosque con los lobos, no más de recibir la mirada mortal patentada de la gran e inmortal Kim Suyun, ya nada de eso, ya no iba a verla y ella ya jamás le diría, "Jongdae eres ruidoso pero eres mi nieto ruidoso", darse cuenta de eso era como un golpe bajo y de cualquier forma siguió intentando decirle adiós.

-Y-yo seré bueno así...así que también usted deberá serlo...nada de bastonazos-rió sin ganas-Yo...-debía decir adiós ya sabía pero era muy difícil-Usted...usted era como mi mamá... ¿lo sabía, verdad?-preguntó trabajosamente-Siempre conmigo...cuidándome y asegurándose que nada me pasara...yo quería hacer lo mismo abuelo...también quería cuidarla-aseguró-¡Debió decírmelo hubiéramos buscado una solución juntos y estaría aquí no se abría ido y yo...yo no sentiría que me quitaron un trozo de mi corazón...fue egoísta porque se marchó sin mi permiso y me dejó aquí sufriendo sin saber qué hacer si ya no está!-reprochó sus labios estarán en una mueca rígida de dolor y se puso en cuclillas hasta estar sentado en el suelo-La extraño mucho-sollozó limpiando con rabia sus lágrimas.

Mocoso tonto.

Sus ojos se abrieron sorprendidos al escuchar su incomible voz, alzó la mirada rápidamente buscando por todos lados a su abuela sin hallarla sólo para darse cuenta que ella no había vuelto pero que esa era la forma en que le decía adiós.

-Vieja bruja-susurró y una sonrisa se extendió en sus labios-Lamento...haber dicho eso-se disculpó mirando el nombre que ponía aquella lapida-Bu-bueno...supongo que es todo, vendré...vendré a visitarla pronto así que...a-adiós abuelita-sollozó las últimas dos palabras, se levantó del suelo quitando con sus manos el polvo que había en su pantalón, dio una última mirada a la lapida y finalmente se obligó a dar media vuelta e irse.

Xiumin lo recibió con un abrazó que necesitaba con urgencia, estaba bien e iba a reponerse porque Kim Suyun no había criado a ningún derrotista, Kim Suyun era una súper abuela y por ese ella había criado a un gran chico que ahora también tenía a su dulce Xiumin y por eso Jongdae iba a sobreponerse.

Notas finales:

Jondae TTnTT

Ok personitas, este seria nuestro penúltimo capitulo, nos acercamos al final u.u

Bueno espero que les haya gustado, si fue así sus RW serán bien recibidos, muchas gracias por leer, hasta pronto OuO


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