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UNCONDITIONAL LOVE por DNA

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Notas del capitulo:

Y estamos en el penúltimo capitulo de esta historia, disculpen la tardanza, espero les guste OuO

Disfruten~ 

____

-¡Pequeño por fin nos reencontramos!-exclamó lleno de felicidad.

-No-respondió con una sonrisa dulce-Vengo a decir adiós-explicó con calma.

-¿Qué?-se veía tan confuso que el pelinegro sintió que se le partía el corazón al verlo así.

-Algo pasó y por eso deberé marcharme-dijo sonriendo lo mejor que pudo para no llorar.

-¡No, eso es imposible, no puedes irte, yo volveré a casa, todo cambiara y tú serás muy feliz ahora!-trató de gritar pero su voz ya era débil por las lágrimas que comenzaron a derramarse.

-Está bien ahora, nunca pudiste verlo pero...aun con todos los problemas nunca me hizo falta nada porque yo ya era feliz desde que tú llegaste a mi vida Xiuminnie-explicó.

-¡No quiero, tú no puedes irte, eres mi best friend y no puedes irte, se supone que quién se iría sería yo!-dijo entre lágrimas-Por favor no te rindas todavía-suplicó.

-Está bien, además, estoy feliz porque sé que voy a dejarte en buenas manos, la persona que te ama, él va a cuidar de ti y aunque tú siempre digas que es idiota sé que con él a tu lado jamás estarás solo-aseguró con una sonrisa llena de dulzura.

-¡No, yo no quiero a Jongdae sí voy a perderte a ti, yo lo único que quiero es que tú seas feliz!-sollozó y en un desesperado intento de detenerlo corrió a abrazarlo pero término en el suelo, se miró las manos y luego miró al pelinegro que sonreía con tristeza-Pero que...

-Al final fui yo quien se iría-respondió a su incompleta pregunta.

Los ojitos del dulce chico-mapache frente a él comenzaron a derramar lágrimas con más abundancia, él lloraba de rodillas en el suelo y lo único que podía hacer era mirar con impotencia.

-No llores-ordenó.

-¡No quiero que nada te pase!-sollozó.

-Ya dije que no importa, estoy bien porque ahora sé que él es bueno y estoy seguro de que te hará vivir sin preocupaciones a diferencia de mí, además, tú y yo sabíamos que yo no iba a poder con esto al final, yo nunca tuve salvación y por eso no era como los demás best friend, tarde o temprano me iría pero no hay nada que temer porque no voy a dejarte solo, él está contigo ahora, Kim Jongdae va a cuidarte y ahora te necesita más que yo.

-Yo también te quiero a ti-dijo hipando.

-Necesito que prometas que no vas a rendirte, no como lo estoy haciendo yo-pidió-Por favor-la expresión en el rostro de Xiumin era temerosa cuando se obligó a aceptar eso.

-Voy a encontrarte, aún no voy a rendirme, lo prometo-dijo decidido.

-Siempre fuiste un terco de primera-sonrió.

Xiumin sonrió como él lo hizo aunque podía sentir como las lágrimas fluían más y más a medida que su pequeño se iba.

-¡Voy a encontrarte, lo prometo y vas a ser feliz, ambos vamos a volver a vernos como debe ser y luego cuando conozcas a Jongdae serán los mejores amigos!-prometió cuando ya casi no quedaba nada de la imagen su pequeño.

Lo vio sonreír con tristeza y luego de eso la habitación estaba totalmente vacía y sólo quedaba él.

____

Sus ojos se abrieron de golpe luego de aquel extraño sueño, sus mejillas estaban mojadas y respiraba con dificultad pero eso no importaba porque lo recordaba, ya lo recordaba todo, tenía una misión, existía para ello y debía ir a reunirse con su pequeño para poder terminar su misión, se limpió las lágrimas con mucho cuidado y entonces se levantó de la cama de un salto para salir corriendo hacia Jongdae, tenía que verlo sin importar qué.

*****

Su primer día en su nueva escuela había sido un asco y Jongdae lo había odiado desde el inicio aunque su madre hubiese dicho que se iba a divertir cuando lo despidió en la entrada de su casa, eso no había estado ni un poco cerca de la verdad, recordaba que en su última llamada Jongin y Sehun le habían dicho que estarían en la misma escuela pero ni rastros de esos mocosos mentirosos.

Luego de la muerte de su abuela se había mudado a Seúl con sus padres, ya habían pasado tres meses de eso y podía decir que todo comenzaba a acomodarse de a poco, había actuado mal al principio preocupándolos a todos y odiaba eso por eso se había esforzado en recuperarse con ayuda de sus padres y de sus amigos pero sobre todo de su Baozi, amaba a Xiumin y seguramente de no ser por él hubiera terminado por destruirse por la inmensa tristeza que sintió al perder a su abuela.

Chasqueó la lengua alejando los malos recuerdos y caminó sin ganas rumbo a la oficina del director para obtener su horario que en la mañana no habían podido darle, esperaba que ya estuviera y largarse de una vez, la alegre secretaría lo recibió entregándole su nuevo horario y un croquis de la escuela para que así pudiera ubicarse hasta que conociera la escuela, lo miró atentamente pero aquello parecía estar en chino y no entendía nada.

-Una última recomendación-dijo la mujer de la sonrisa permanente-Deberías quitarte ese gorro, está prohibido que lo traigas pero como fue tu primer día no podrías haberlo sabido, no lo traigas mañana y ten por seguro que no habrá mayores problemas-indicó ella.

-Lo haré, gracias-respondió sin ganas y salió de aquella oficina para irse.

Se quitó el gorro y lo sostuvo con cuidado, era el último obsequio que su abuela le había hecho y quería llevarlo con el todo el tiempo.

-Hey chico nuevo-escuchó llamar a alguien y su ceño se frunció al ver a los que, sí bien recordaba, eran los matones de la escuela-¿Tan tarde y aún aquí tan solito?-preguntó el más grande de todos.

-Seguramente es por el hecho de que soy nuevo y no tengo amigos que estoy solo y bueno si me quedó o me voy no te importa-respondió tajante haciendo quedar al más alto como un tonto por fallar con su intentó de intimidación.

-¿Te crees muy listo?-preguntó molesto.

-Hey, déjalo en paz-habló alguien a sus espaldas y con sólo el sonido de aquella inconfundible voz Jongdae frunció el ceño.

-No te metas imbécil-advirtió el mastodonte.

Jongdae ya no escuchaba a ese tipo y giró en dirección a aquella voz lanzándole una mirada reprobatoria a su novio.

-No te tengo miedo-aseguró Xiumin.

-¿Y qué piensas hacer?-cuestionó con burla.

Él sonrió y antes de que aquel grupito de idiotas y el propio Jongdae lo notaran Xiumin lo había tomado de la mano obligándolo a correr con él a toda prisa, escuchó los gruñidos que los imbéciles hacían pero lo único en lo que él podía fijarse era en la espalda del chico que tomaba su mano y corría como sí no hubiese un mañana.

Su carrera se detuvo cuando llegaron a la parte más solitaria del parque frente al colegio, el castaño soltó su mano respirando agitadamente luchando por recuperar el aire en sus pulmones.

-¿Jongdae estas bien?-preguntó.

-¿Qué haces aquí?-cuestionó molesto.

-Yo...yo vine a buscarte y cuando vi que te estaban molestando no dude en ayudarte por...

-No vuelva a hacer una locura como esa, pudieron haberte lastimado-lo regañó.

-Jongdae lo siento, yo únicamente quise ayudarte-murmuró avergonzado.

-No importa, ambos estamos bien y tú viniste hasta aquí-sonrió, quiso obtener un beso de su dulce novio pero este únicamente desvío el rostro-¿Baozi?

Xiumin tuvo un debate interno mientras pensaba en que decirle a Jongdae, miró los curiosos ojos de su novio y entonces tomó finalmente una decisión.

-Tengamos una cita Jongdae-pidió con una gran sonrisa, la más grande y bonita que tenía.

-¿Una cita?-preguntó extrañado, no era que no quisiera pero al pasar todo el tiempo de sus días juntos resultaba extraño que Xiumin pidiese eso.

-¿No quieres?-cuestionó haciendo un puchero.

-No, no es eso pero...-negó con la cabeza-No importa, vamos, te llevare a donde tú quieras-prometió.

Xiumin tomó su mano más que feliz y comenzaron a andar, tenía que ser perfecto, Jongdae tenía que ser muy feliz ese día.

*****

Frustrado, eso era poco en comparación a lo que Jongdae sentía cuando se detuvieron frente a esa tienda de mascotas, su Baozi le había pedido tener una cita y él realmente había querido sorprenderlo, había escuchado a algunos de sus compañeros de este grandioso lugar donde hacían los mejores postres del lugar y a sabiendas de lo mucho que su Xiumin adoraba los dulces había querido llevarlo ahí pero llevaban más de una hora perdidos y aún cuando habían preguntado en varias ocasiones no podían encontrar el lugar.

-¡¿Una tienda de mascotas, es en serio?!-exclamó  frustrado.

-Tranquilo podemos volver a intentar-aseguró aparentemente en calma aunque muy dentro de él también estaba muy exasperado, quería darle el mejor día a su novio pero no conocía la ciudad y no podía hacer mucho.

Había sido un idiota por pedir una cita en primer lugar pero no había pensado en ninguna otra cosa en ese momento, había sido una pésima idea porque en ese preciso momento no se estaban divirtiendo sino perdidos y Jongdae estaba molesto, estaba haciendo un pésimo trabajo.

-Lo siento mi bello Baozi-dijo dándole un fuerte abrazo.

Xiumin se sonrojó levemente y correspondió el abrazo apretando un poco la tela de la chaqueta del uniforme que cubría la espalda de Jongdae, una pequeña sonrisa se formó en sus labios y negó un poco con un movimiento de su cabeza.

-No importa sí estamos perdidos porque estoy contigo y es lo único que me importa-afirmó con timidez.

Jongdae se alejó un poco sólo para ver el hermoso rostro de su novio, sus preciosos ojos brillaban, la sonrisa más perfecta estaba dibujada en sus labios y un adorable color rojo adornaba sus mejillas, lucía tan precioso en ese instante que Jongdae no dudo en comenzar a acercarse a esos suaves labios que lo llamaban a gritos.

Xiumin cerró los ojos en espera de lo que estaba por suceder, su corazón latía demasiado rápido en su pecho acelerándose aún más cuando sintió el dulce aliento de Jongdae acariciar sus labios, tan cerca.

-¡Hey, chicos!-esa conocida y molesta voz arruinó completamente el momento obligándolos a alejarse para mirar a un alegre Jongin que corría hacia ellos.

-Maldito negro-gruñó Jongdae al verlo cada vez más cerca.

-No seas grosero Jongdae-lo regañó.

-Hola chicos-saludó el moreno.

-Hola-devolvieron el saludo al mismo tiempo y algo incómodos.

-¿Qué hacían, eh?-preguntó con una sonrisa traviesa dándole un par de ligeros golpecitos con su codo en las costillas a Jongdae que parecía querer decapitarlo.

-Nada-se apresuró a decir Xiumin alejando a su novio de Jongin-Sólo que...estamos perdidos, sí eso.

 -¿Perdidos?-preguntó extrañado.

-Sí-asintió Jongdae.

-Pues mi casa no está lejos de aquí podemos ir ahí y así también pueden ver a mi gatito, Sehun y Luhan-propuso.

-No gracias, estamos buscando un lugar-se excusó Jongdae.

-Bueno, ¿qué lugar buscan?-interrogó esperando ser de ayuda.

-Una tienda de postres muy popular que abrieron recientemente, todo mundo en la escuela dice que es genial-explicó Jongdae.

-¿Sugar lollipop?-preguntó.

-Sí, ese lugar, ¿sabes dónde está?-habló emocionado.

-Mmm sí pero...

-¿Pero?-cuestionó Xiumin.

-Es que ese lugar queda al otro lado de la ciudad-explicó rascándose la nuca en un gesto nervioso.

Jongdae maldijo al mundo entero al enterarse de eso y al final no le quedó otro remedio que aceptar la invitación de Jongin y acompañarlo a su casa, miró apenado a Xiumin que le restó importancia dándole un beso en la mejillas a pesar de la mirada burlona de Jongin, cuando llegaron a la casa del menor se sorprendieron mucho al encontrarse con Luhan vestido con lo que parecía una bata de baño y Sehun todo despeinado, ambos mirándose el uno al otro con enojo mientras Kyungsoo observaba desde las escaleras la escena.

El chico-gato miraba todo evidentemente entretenido, su elegante cola se movía de un lado a otro y sus orejas estaban expectantes a cualquier sonido o palabra de los otros dos.

-No puedo creer que estén peleando otra vez-murmuró Jongin cubriendo su rostro con una mano.

-¡Eres un idiota Sehun!-soltó Luhan con voz molesta.

-¡El idiota eres tú!-contraatacó Sehun.

Xiumin y Jongdae esperaban ver al chico-conejo comenzar a llorar en cualquier instante pero en su lugar este gruñó mirando con mucha más intensidad al chico frente a él, una sonrisa un tanto retorcida se dibujó en los labios de Luhan y Kyungsoo se puso aún más atento y por un momento Jongdae pensó que saltaría desde las escaleras.

-¿Eso crees?-preguntó con cierta malicia en su voz.

-Por supuesto que sí y no habrá nada en el mundo que me haga cambiar de parecer-sentenció el rubio.

-¿Qué tal esto?-preguntó y repentinamente abrió la bata de baño que usaba sin ni un sólo signo de vergüenza.

-¡No mires eso Baozi, eso es del diablo!-chilló Jongdae cubriéndole los ojos a su dulce y muy puro novio.

Sehun estaba blanco como una hoja de papel y luego cambio a un llamativo y brillante rojo mientras retrocedía hasta chocar con un sofá en el cual se desplomó ante la sonrisa victoriosa de Luhan que aún mantenía la bata de baño bien abierta.

-¡Game over!-exclamó Kyungsoo muy emocionado-Lulu tres mil quinientos veinte....Sehun cero-dijo con voz de réferi.

-Ah hola chicos-saludó como si nada el desvergonzado pelinegro al darse cuenta de sus presencias mientras acomodaba su bata yendo hacia las escaleras donde desapareció.

-Que hice mal...porque mi bebé cambió tanto-se lamentaba Sehun desde el sofá recibiendo palmaditas en la espalda de parte de Jongin.

-Tranquilo es sólo una etapa-aseguró el moreno.

Xiumin quitó las manos de Jongdae que cubrían sus ojos y luego miró a Sehun que parecía alma en pena, Jongdae parecía en estado de shock y tenía una expresión muy graciosa.

-¿Ese era el dulce, inocente y pequeño Bunny Lu?-preguntó señalando horrorizado las escaleras.

-Sí-respondieron al unísono Jongin y Kyungsoo mientras Sehun sollozaba.

-¿Qué le pasó?-volvió a preguntar y Sehun a sollozar.

-Está en una etapa rebelde-respondió Xiumin-Nosotros, o mejor dicho, los unconditional que tiene un desarrollo normal como el de Luhan experimentan una etapa de rebeldía antes de terminar el proceso de madurez completa, es como ser adolescente-explicó a su confundido novio.

-También descubrió el sexo y odia a Sehun por no querer hacerlo con él-se burló Jongin-¡Auch!-se quejó escandalosamente luego de recibir un golpe de su amigo.

-¡¿Cómo rayos se te ocurre que haré eso?, mi bebé es un puro e inocente ángel y no puedo hacerle algo como eso, no soy un pervertido!-sentenció de forma dramática.

-Sí claro-bufó Kyungsoo-Seguramente tus escapaditas nocturnas al baño solo con tu mano son algo que yo sueño cada noche-soltó haciendo sonrojar furiosamente al rubio.

-¡Eso es cosa mía así que no te metas gato metiche!-chilló con una voz muy aguda-Además, es diferente-aseguró cruzándose de brazos en un gesto de total indignación.

-Díselo a él-dijo Jongin señalando a las escaleras desde donde Luhan miraba con infinito odio a Sehun.

-Mierda-masculló el rubio por lo bajo.

-Ho-hola Bunny Lu-saludó nervioso Jongdae intentando romper la incómoda atmósfera.

-¡Dae, Xiuminnie!-exclamó un alegre Luhan y terminó de bajar las escaleras para correr a abrazarlos.

Jongdae al abrazarlo se dio cuenta de dos cosas, la primera; Luhan usaba una camiseta que debía ser de Sehun porque olía al perfume del menor lo que resultaba muy gracioso considerando que se suponía que Luhan estaba enojado y la segunda; Luhan usaba los pantalones más ridículamente ajustados que Jongdae jamás hubiera visto y...oh rayos, ¿eso era su ropa interior marcándose en los pantalones?, Jongdae lo observó fijamente mientras abrazaba a Xiumin y demonios, sí lo era, era su ropa interior y estaba usando...

-¿Se puede saber que demonios miras Jongdae hyung?-habló Sehun a sus espaldas con voz de ultratumba.

-Na-nada-tartamudeó nervioso.

-Seguramente Dae aprecia lo que tú insistes en perderte-soltó dejando a ambos chicos en blanco y a Jongin riéndose tan fuerte que se cayó del sofá para ser ayudado rápidamente por el chico-gato que intentaba no estallar en carcajadas como el moreno.

 -Disculpa Luhan pero Jongdae no necesita verle nada a nadie porque para eso estoy yo-intervino Xiumin con el ceño fruncido tomando a su novio del brazo en un gesto posesivo.

Jongdae se ruborizó ligeramente por las palabras de su novio para terminar sonriendo como un imbécil.

-Como sea-suspiró cansado Sehun-Se quedan a cenar, ¿verdad?-les preguntó y ambos asintieron.

Sehun hizo el mismo gesto y se encamino a la cocina siendo seguido por Luhan que se prendó de su brazo portando un muy infantil puchero, Xiumin y él miraron como el pelinegro le susurraba algo al rubio que se giró sonriéndole mientras hacia un movimiento negativo con su cabeza antes de inclinarse para darle al chico-conejo un rápido beso en los labios que lo dejó totalmente sonrojado y sonriente.

Al final nada salió conforme a los planes que tenían y sin duda alguna para Jongdae la definición de cita nunca fue pasar la tarde entera viendo a Sehun y Luhan discutiendo para que minutos después el pelinegro pusiera expresión de cachorro abandonado para que Sehun lo abrazara así como tampoco lo era ver a Jongin que aprovechaba cualquier momento para manosear a Kyungsoo pero pese a todo eso no podían negar que había resultado divertido al final y que también había valido la pena porque había podido ver la sonrisa de Xiumin varias veces esa tarde y con eso él se daba por satisfecho.

Xiumin en cambio sentía que aquello era insuficiente, no era que no estuviera feliz de haber visto a Jongdae reír hasta las lágrimas luego de mucho tiempo de no hacerlo pero sentía que algo faltan, al entrar a casa Jongdae llamó a sus padres anunciando su llegada pero no hubo respuesta lo que quería decir que ellos no estaban y que probablemente estarían solos hasta el día siguiente.

-¿Quieres ver un película mi precioso Baozi?-preguntó Jongdae abrazándolo como si fuese una sanguijuela cosa que a Xiumin-que aunque siempre hacia que sus mejillas se volvieran rojas-le fascinaba.

-Está bien-aceptó rápidamente.

-Genial-sonrió de forma gatuna-Ve a mi habitación y escoge la película mientras yo busco comida chatarra-instruyó.

Xiumin obedeció al instante subiendo las escaleras hasta la habitación de Jongdae, seguía muy pensativo mientras encendía el televisor caminando después al estante donde Jongdae guardaba los DVD's.

Realmente no prestó ni un poco de atención mientras sacaba cualquier caja al azar hasta que estuvo junto al DVD poniendo el disco y presionando el botón de Play.

La pantalla mostró entonces un montón de imágenes donde pudo apreciar el nombre de la película y frunció el ceño ante eso, ¿realmente eso era todo?, ¿tan sólo una tarde con sus amigos y ver "El origen de los guardianes" hasta que tuvieran que dormir?, no podía ser, no quería aceptar únicamente eso, necesitaba desesperadamente hacer algo más, no quería que acabara así, no podía.

No es únicamente eso, no es tan sólo por lo físico yo...yo quiero demostrarle a Sehun lo mucho que lo amo...quiero algo inolvidable para ambos, quiero la magia que todos dicen que hay en ese momento y después poder acurrucarme en sus brazos para que al despertar sea él lo primero que vea...

Eso le había dicho Luhan luego de su sexta pelea con Sehun que lo había hecho largarse a su cuarto, Xiumin había ido a hablar con él para tratar de calmarlo y habían terminado hablado de cuál era la insistencia que Luhan tenía sobre estar con Sehun y eso le había dicho.

No era algo físico únicamente, era por amor, era entregarse en cuerpo y alma a la persona que amaba, era una forma de pertenecerse el uno al otro hasta el final, era algo inolvidable.

-Tengo las palomitas-anunció Jongdae ingresando a la habitación-Oh, adoro esa película-dijo mirando la pantalla.

Xiumin lo miró con determinación y caminó hasta él, le arrebató el tazón de palomitas poniéndolo en cualquier lugar y tomó su mano arrastrándolo hasta la cama donde le empujó colocándose sobre su cuerpo con las mejillas demasiado rojas, las manos a cada lado de su cabeza y sus rodillas hundiéndose en el colchón a cada lado de la parte inferior de su cuerpo.

-¿Xiu-Xiumin?-habló nervioso sin tener idea de lo que estaba pasando.

-Jong-Jongdae yo...-no tenía ni idea de que decir-Realmente yo...yo te amo...mucho-murmuró con los ojos cerrados con fuerza y su rostro ardiendo en vergüenza.

Jongdae sonrió de forma boba por lo bello que su novio lucía en esos momentos, levantó sus manos hasta ese momento inmóviles acariciando con ellas las sonrojadas mejillas de su novio atrayéndolo para un tierno beso en los labios.

-Yo también te amo-dijo cuando abandonando los labios ajenos, Xiumin ahora recostado sobre su cuerpo aún con su adorable expresión de vergüenza y un ligero temblor recorriendo su cuerpo.

-Jongdae yo...yo quiero...quiero que tú y yo...

-¿Estás seguro?-preguntó al descifrar lo que quería con sólo verlo a los ojos.

-Sí porque...porque es contigo-susurró mostrándole una sonrisa tímida.

Jongdae le dio un rápido y cortó beso en los labios mostrándole su mejor sonrisa, cambió con un ágil movimiento las posiciones quedando entonces sobre el cuerpo de su muy ruborizado novio.

Los pocos segundos que sus ojos estuvieron fijos en los contrarios pareció eterno para Xiumin, los labios de Jongdae volvieron a cubrir los suyos comenzando una lenta y suave danza como si temieran romper al otro.

Xiumin suspiró entre el beso cuando manos cálidas acariciaron sus costados descendiendo lentamente hasta el final de su camiseta donde permanecieron inmóviles y con un ligero temblor.

Sus miradas conectándose cuando sus labios se separaron, no había palabras y para él no hacían falta, lo importaba era que estaba ahí, que amaba a Jongdae y el saber que llevaría ese momento en su corazón eternamente sin importar que pasará.

Los labios del de sonrisa felina se posaron en su frente descendiendo a sus mejillas, nariz, labios, mentón y finalizando en su cuello donde se dedicaron a cubrir su piel con pequeños y ruidosos besitos que le hacían cosquillas.

Rió ligeramente sin poder contenerse y la risa terminó transformada en un tenue jadeo al sentir las manos cálidas de Jongdae colarse bajo su ropa y acariciar su piel desnuda sin dejar de repartir sus cortos besitos que hacían cosquillas en su cuello, sus propios brazos se enredaron en Jongdae empuñando la tela de el saco de su uniforme escolar.

Las prendas comenzaron a estar de más y una a una comenzaron a caer, primero la camiseta azul que era la favorita de Xiumin y que Jongdae le había obsequiado tiempo atrás, la siguió el saco de Jongdae y luego su camisa blanca antes perfectamente planchada.

Se miraron como si fuese la primera vez por unos segundos antes de volver a buscar la boca del otro, un gemido escapando de los labios de Xiumin que sentía que la piel quemaba por ahí por donde Jongdae tocaba, abrió tímidamente sus labios dándole la bienvenida a la lengua de Jongdae que acarició con parsimonia cada rincón de su cavidad bucal.

Gimió dentro de su boca cuando un roce indecente en su zona baja le envió corrientes eléctricas por todo el cuerpo, temblorosas manos acariciaban la espalda de su novio sin estar seguro de donde tocar con exactitud, los labios de Jongdae volviendo a su cuello y luego a pecho.

La respiración volviéndose dificultosa e irregular, con cada centímetro de piel que él besaba o acariciaba, jadeos ruidosos saliendo de su boca cada vez que su novio tocaba áreas demasiado sensibles, tenía los ojos cerrados dejándose arrastrar por las placenteras nuevas sensaciones y cuando manos traviesas se posaron sobre la cinturilla de su pantalón los abrió de golpe un tanto nervioso.

Jongdae le mostró esa sonrisa tan suya que le daba vueltas a su mundo, besó tiernamente su abdomen por encima de su ombligo obteniendo una sonrisa de su parte, el aliento se atascó en su garganta cuando los pantalones de ambos desaparecieron acompañados de la ropa interior.

Nada los cubría, no había barreras ni nada que impidiera la vista, Xiumin miró con atención cada centímetro del cuerpo de Jongdae grabándolo a fuego en su menoría, él también estaba recorriéndolo y su piel quemaba bajo su mirada, las manos de Jongdae volvieron a tocarlo y gimió sin poder contenerse.

Él le separó sus piernas con gentileza posicionándose entre ellas y arrancándoles un gemido muy alto a ambos, sus labios volvieron a colisionar un poco más ansiosos, Xiumin se olvido de la timidez dejando a sus manos recorrer la espalda de su amante que dejaba que sus propias manos recorrieran las piernas del chico que gemía quedito bajo su cuerpo.

Una profunda mirada le hizo saber a Xiumin lo que estaba por pasar, un dulce beso en su frente logró que olvidara el miedo y sus manos cubriendo el vergonzoso gemido que escapó cuando el primer dígito entró sin previo aviso.

Sus mejillas ardían y tenía los ojos cerrados cuando luego de una larga espera dos invasores más se unieron al primero, no dolía porque Jongdae estaba tratándolo como sí fuera del más frágil cristal pero era demasiado vergonzoso escucharse a sí mismo gemir tan descaradamente y por ello sus manos le cubrían la boca sin mucho éxito, un gritito imparable resonó en la habitación, su espalda se arqueó debido al golpe de placer y sus caderas se empujaron contra la mano de Jongdae en busca de repetir aquello.

Una sonrisa que Xiumin denominó como sensual se extendió en el rostro de su novio quién ya tenía la respiración tan agitada como la suya, lo miró a los ojos con esa infinita adoración que lo hacía temblar y con un sólo movimiento entró en su cuerpo obligándolo a morder su labio inferior para retener el grito que casi escapa de su garganta.

Jongdae tomó sus manos entrelazando sus dedos, besó tiernamente la punta de su nariz y finalmente después de eternos minutos comenzó a moverse profunda y lentamente.

Intentó no emitir ni un sólo sonido pero el placer y Jongdae gimiéndole al oído un "no te contengas" volvieron sus esfuerzos inútiles, los gemidos de ambos llenaban la habitación acompañados del morboso sonido que generaba el choque de piel contra piel.

Era todo y más de lo que Xiumin podía esperar, era mágico, se sentía colmado de una alegría inexplicable, cada caricia suave, beso o mirada le decían lo mucho que Jongdae lo amaba y el placer lo tenía embriagado.

Una embestida particularmente fuerte lo hizo gritar eufórico, escuchó a Jongdae gruñir antes de continuar dando en ese lugar especial que transformó a Xiumin en un montón de temblores y gritos de desenfrenado placer que se aferraba a las sábanas de su cama y se empujaba más hacia él.

Un te amo fue lo que gritó Xiumin antes de terminar entre sus cuerpo apretando su interior precipitando su propia culminación, sus brazos fallaron entonces y se derrumbó sobre el cuerpo de su dulce novio que lo recibió sin queja alguna y lo estrechó con fuerza contra su cuerpo.

Jongdae se movió un minuto después acomodándose a un costados de su novio que se volvió a mirarlo con una sonrisa en sus labios, tenía las mejillas sonrojadas cuando envolvió la cintura atrayéndolo cerca de su cuerpo.

-Te amo-susurraron a la vez mirándose a los ojos con ese peculiar brillo que se intensificaba cuando miraban al otro.

Rieron ligeramente pegándose tanto como les fue posible al cuerpo del otro dejándose arrastrar por el cansancio finalmente.

***

El reloj en la mesita de noche marcada las cinco cuando Xiumin abrió los ojos, miró el dormido rostro de la persona que amaba y le dio un suave beso en los labios antes de deslizarse fuera de la cama y conseguir su ropa.

Se vistió en un profundo silencio antes de girarse a Jongdae con una expresión de tristeza, fue hasta su escritorio de donde tomó un hoja de papel y un bolígrafo, escribió todo lo que tenía que decir-y que no podría-antes de doblarla perfectamente y guardarla en el bolsillo trasero de su pantalón, la carta llegaría pero más tarde.

Se acercó una vez más a Jongdae y se puso de rodillas a un costado de la cama para observarlo dormir, lágrimas querían escapar de sus ojos y luchó contra ellas porque no podía permitirse eso, sus labios depositaron un suave beso en la frente de Jongdae y lo vio removerse.

-Gracias-susurró con la voz quebrada-Te amo y adiós mi Jongdae-y con esas últimas palabras salió de la habitación y del hogar de los Kim.

Le dio una última mirada deteniéndose especialmente en esa ventana que pertenecía a la habitación de Jongdae, las lágrimas cayeron porque deseaba regresar y aferrarse a él para siempre, cerró los ojos con fuerza y sin más se echó a correr con todo lo que tenía para evitar arrepentirse, no podía quedarse, su pequeño lo esperaban y él debía cumplir su misión.

Notas finales:

Xiumin se fue TT~TT

Buuuuueno, el próximo capitulo sera el ultimo lo cual me pone un poquito nerviosa jajaja, dejen sus RW si el capitulo les gusto y cuídense mucho, mas amo bellas criaturitas que siempre me apoyan, hasta la próxima bye bye <3


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